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Parcial Domiciliario
Tema 1:
1)Describe la teoría general de sistemas y explica por qué y para qué sirve en el área
de Geografía.
2)Describe el origen de la tierra y grafica su estructura (explicar 2).
3)Enumera y explica los tipos de rocas existentes, elige uno y desarrolla el tema en
toda su extensión.
4)Define tectónica de placas y diferencia definiendo los tipos de placas existentes.
La hidrosfera es una masa de agua dinámica que está en movimiento continuo, donde
se destacan los océanos, cubriendo más del 70% de la superficie terrestre hasta una
profundidad media de unos 3800 metros, representando el 97% del agua del planeta;
el 3% restante es el agua dulce que se encuentra en los torrentes, lagos y glaciares,
fundamental para todos los seres vivos.
La atmosfera es la capa gaseosa que rodea a la Tierra que ocupa en su mayoría una
franja de 16 km desde la superficie de la tierra, y que posibilita que la Tierra sea como
la conocemos y esté repleta de vida, ya que proporciona el aire que respiramos y nos
protege del intenso calor solar y de los rayos ultravioletas.
La biosfera hace referencia a toda la vida que habita en el planeta Tierra, concentrada
cerca de la superficie en una zona que se extiende desde el suelo oceánico hasta
varios kilómetros de la atmosfera, y que mantiene y altera al medio ambiente físico.
Teniendo en cuenta toda la información expuesta hasta aquí, podemos afirmar que el
enfoque sistémico de la Geografía es útil porque permite vincular los procesos que
ocurren en el sistema Tierra en distintas escalas y entender que la interacción entre
ellos conduce al equilibrio. El enfoque sistémico nos da la posibilidad también de
analizar los subsistemas que integran el sistema Tierra de forma individual, para
comprender mejor a cada uno y entender que rol juegan dentro de él. A su vez, el
objetivo del enfoque sistémico es mostrar como los desequilibrios en los subsistemas
pueden provocar el colapso total. Es vital transmitir este enfoque a los alumnos, para
que puedan comprender el funcionamiento de nuestro planeta de manera integral,
entendiendo la relación que hay entre todos los subsistemas, y también para generar
la conciencia en ellos de que son también parte del sistema Tierra, y en consecuencia
pueden también modificarlo con sus acciones, ya sea de manera positiva o negativa.
2. El origen de la Tierra
Es un tema que aún sigue generando debates en la comunidad científica, debido a
que no hay una hipótesis que haya sido comprobada totalmente, y por lo tanto todas
están expuestas a revisión o rechazo. Estas se distinguen en dos grandes grupos: por
un lado, las Nebulares y por otro las Catastróficas.
Para comprender el origen de la Tierra, es necesario entender que las hipótesis más
aceptadas parten desde el escenario de la hipótesis del Big Bang, según la cual hace
unos 12000 o 15000 millones de años una explosión de incomprensible magnitud
lanzó hacia el exterior toda la materia del universo a velocidades increíbles. Sus
restos, principalmente hidrogeno y helio, comenzaron a enfriarse y condensarse
formando las primeras estrellas y galaxias.
Siguiendo la cadena de eventos del Big Bang, la hipótesis más aceptada hasta ahora
sobre el origen de la Tierra es la de la nebulosa primitiva (entre las nebulares), la cual
sugiere que los cuerpos de nuestro Sistema Solar se formaron a partir de una enorme
nube en rotación denominada nebulosa solar. Esta estaba formada por átomos de
hidrogeno y helio, granos de polvo microscópicos y la materia expulsada de estrellas
muertas.
Hace 5000 millones de años, esta nebulosa solar comenzó a contraerse debido a las
interacciones gravitacionales entre sus partículas, y al contraerse comenzó a rotar
cada vez más rápido, adoptando la forma de un disco plano con una gran
concentración de material en el centro denominada protosol.
Mientras los protoplanetas atraían más material, su temperatura iba aumentando por
los impactos. La combinación entre temperaturas relativamente elevadas y campos
gravitacionales débiles de los planetas interiores provocó que estos no puedan
acumular los componentes más ligeros de la nebulosa, como el hidrogeno y el helio,
que fueron finalmente barridos de esta zona interna del Sistema Solar por los vientos
solares.
Estos materiales más ligeros fueron a formar parte de los protoplanetas de la zona
más lejana al Sol del Sistema Solar, donde la temperatura era más baja, y los
protoplanetas tenían campos gravitacionales más fuertes que los atraían. Estos son
los planetas conocidos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, formados con un alto
porcentaje de hielos y detritus rocosos y metálicos.
Mientras la Tierra seguía acumulando materiales recibidos de la nebulosa y sus
elementos radiactivos se desintegraban como consecuencia de los impactos, la
temperatura aumentó constantemente, provocando que el hierro y el níquel se
fundieran y penetraran en forma de gotas de metal pesado en el centro del planeta,
formando el núcleo terrestre.
A su vez, por las elevadas temperaturas se formaron masas flotantes de roca fundida
que ascendieron a la superficie, donde se solidificaron y formaron la corteza primitiva,
enriquecida en oxígeno y elementos como el silicio y el aluminio, y donde también se
concentraron aquellos metales pesados con puntos de fusión bajos o que eran muy
solubles en las masas fundidas ascendentes, retirados del interior de la Tierra, como
por ejemplo el oro, el plomo y el uranio. Estos procesos de segregación química
establecieron las tres divisiones básicas de la Tierra: el núcleo, la corteza primitiva y el
manto. Como consecuencia de la segregación química también permitió el ascenso de
compuestos gaseosos que escaparon del interior de la Tierra y fueron conformando
una atmosfera primitiva, la cual permitió el inicio de la vida en el planeta. Los
científicos tienen cierto consenso en afirmar que la atmosfera tal y como la conocemos
hoy en día fue el resultado de una evolución gradual durante los últimos 4000 millones
de años.
Por otro lado, tenemos las hipótesis Catastróficas sobre el origen de la Tierra, que
tienen como punto de partida el paso de una estrella cerca del Sol. La atracción
gravitatoria que se produjo causó la formación de protuberancias gaseosas, las cuales
se enfriaron y formaron planetesimales, los cuales se unieron para dar origen a los
planetas.
Según James Usher, arzobispo anglicano de Armagh, Irlanda, iniciador de las ideas
catastrofistas a mediados del siglo XVI, la Tierra tenía solo pocos miles de años,
habiendo sido creada en el año 4004 antes de Cristo.
Por otro lado, para comprender las hipótesis nebulares del origen de la Tierra, es
necesario entender que las hipótesis más aceptadas parten desde el escenario de la
hipótesis del Big Bang, según la cual hace unos 12000 o 15000 millones de años una
explosión de incomprensible magnitud lanzó hacia el exterior toda la materia del
universo a velocidades increíbles. Sus restos, principalmente hidrogeno y helio,
comenzaron a enfriarse y condensarse formando las primeras estrellas y galaxias.
Siguiendo la cadena de eventos del Big Bang, la hipótesis más aceptada hasta ahora
sobre el origen de la Tierra es la de la nebulosa primitiva (entre las nebulares), la cual
sugiere que los cuerpos de nuestro Sistema Solar se formaron a partir de una enorme
nube en rotación denominada nebulosa solar. Esta estaba formada por átomos de
hidrogeno y helio, granos de polvo microscópicos y la materia expulsada de estrellas
muertas.
Hace 5000 millones de años, esta nebulosa solar comenzó a contraerse debido a las
interacciones gravitacionales entre sus partículas, y al contraerse comenzó a rotar
cada vez más rápido, adoptando la forma de un disco plano con una gran
concentración de material en el centro denominada protosol.
Mientras los protoplanetas atraían más material, su temperatura iba aumentando por
los impactos. La combinación entre temperaturas relativamente elevadas y campos
gravitacionales débiles de los planetas interiores provocó que estos no puedan
acumular los componentes mas ligeros de la nebulosa, como el hidrogeno y el helio,
que fueron finalmente barridos de esta zona interna del Sistema Solar por los vientos
solares.
Estos materiales más ligeros fueron a formar parte de los protoplanetas de la zona
más lejana al Sol del Sistema Solar, donde la temperatura era más baja, y los
protoplanetas tenían campos gravitacionales más fuertes que los atraían. Estos son
los planetas conocidos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, formados con un alto
porcentaje de hielos y detritus rocosos y metálicos.
A su vez, por las elevadas temperaturas se formaron masas flotantes de roca fundida
que ascendieron a la superficie, donde se solidificaron y formaron la corteza primitiva,
enriquecida en oxígeno y elementos como el silicio y el aluminio, y donde también se
concentraron aquellos metales pesados con puntos de fusión bajos o que eran muy
solubles en las masas fundidas ascendentes, retirados del interior de la Tierra, como
por ejemplo el oro, el plomo y el uranio. Estos procesos de segregación química
establecieron las tres divisiones básicas de la Tierra: el núcleo, la corteza primitiva y el
manto. Como consecuencia de la segregación química también permitió el ascenso de
compuestos gaseosos que escaparon del interior de la Tierra y fueron conformando
una atmosfera primitiva, la cual permitió el inicio de la vida en el planeta. Los
científicos tienen cierto consenso en afirmar que la atmosfera tal y como la conocemos
hoy en día fue el resultado de una evolución gradual durante los últimos 4000 millones
de años.
3) Rocas
Introducción
Las rocas son materiales compuestos por uno o varios minerales los cuales son
compuestos químicos (o en algunas ocasiones elementos únicos), cada uno de ellos
con su propia composición y sus propiedades físicas. Los granos o cristales pueden
ser microscópicos o fácilmente visibles. Aunque son objetos inertes, las rocas no son
inmutables ni mucho menos, sufren constantes alteraciones y se transforman, dando
lugar a otros tipos de rocas distintos a lo largo de miles de años. Este es un proceso
cerrado en el que, constantemente, unas rocas se destruyen y otras se forman.
Algo que es importante destacar es que la textura de una roca, el tamaño, la forma o la
disposición de los minerales que la constituyen, también tiene un efecto significativo en
su aspecto. La composición mineral y la textura de una roca, a su vez, son el reflejo de
los procesos geológicos que la crearon.
Rocas Sedimentarias
Definición.
Los productos de la meteorización mecánica y química constituyen la materia prima
para las rocas sedimentarias, la mayor parte del sedimento, pero no todo, se deposita
de esta manera. Los restos meteorizados son arrastrados desde el lecho de roca,
transportados y depositados en los lagos, los valles de los ríos, los mares y otros
lugares. La meteorización del lecho de roca, el transporte y el depósito de los
productos de meteorización son continuos, cuando se acumulan las pilas de
sedimentos, los materiales del fondo se compactan, la materia mineral depositada en
los espacios que quedan entre las partículas cementa estos sedimentos, formando
una roca sólida. Los geólogos creen que las rocas sedimentarias representan sólo
alrededor del 5 por ciento de los 16 km externos de la Tierra. Las rocas sedimentarias
son una capa algo discontinua y relativamente delgada de la porción más externa de la
corteza, esto se entiende con facilidad cuando consideramos que el sedimento se
acumula en la superficie. Contienen en su interior indicaciones de ambientes pasados,
también, los fósiles, herramientas vitales para el estudio del pasado geológico. Este
grupo de rocas proporciona a los geólogos mucha información para reconstruir los
detalles de la historia de la Tierra.
Transformación del sedimento en Roca Sedimentaria.
El sedimento experimenta grandes cambios desde que es depositado hasta que se
convierte en roca sedimentaria los cuales se detallan a continuación:
Diagénesis: son los cambios químicos, físicos y biológicos que tienen lugar después
de la deposición de los sedimentos, así como durante y después de la litificación.
Cuando los sedimentos van siendo enterrados, son sometidos a temperaturas y
presiones cada vez más elevadas. La diagénesis se produce en el interior de los
primeros kilómetros de la corteza terrestre a temperaturas inferiores a los 150 °C a
200°C., se dice que tiene lugar el metamorfismo.
Litificación: la diagénesis incluye este proceso, mediante el cual los sedimentos no
consolidados se transforman en rocas sedimentarias sólidas. Los procesos básicos de
litificación son la compactación y la cementación.
Compactación: es el cambio diagenético más común, el sedimento se acumula a
través del tiempo, el peso del material suprayacente comprime los sedimentos más
profundos. Cuanto mayor es la profundidad a la que está enterrado el sedimento, más
se compacta y más firme se vuelve, cuando la aproximación de los granos, se reduce
del espacio poroso.
Cementación: es el proceso más importante mediante el que los sedimentos se
convierten en rocas sedimentarias. Es un cambio diagenético químico que implica la
precipitación de los minerales entre los granos sedimentarios individuales. Los
materiales son transportados en solución por el agua que percola a través de los
espacios abiertos entre las partículas. A lo largo del tiempo, el cemento precipita sobre
los granos de sedimento, llena los espacios vacíos y une los clastos. De la misma
manera que el espacio del poro se reduce durante la compactación, la adición de
cemento al depósito sedimentario reduce también su porosidad. La mayoría de las
rocas sedimentarias se litifica por medio de la compactación y la cementación. algunas
se forman inicialmente como masas sólidas de cristales intercrecidos, antes de
empezar como acumulaciones de partículas independientes que más tarde se
solidifican. Otras rocas sedimentarias cristalinas no empiezan de esta manera, sino
que se transforman en masas de cristales intercrecidos algún tiempo después de que
se haya depositado el sedimento. Por ejemplo, con el tiempo y el enterramiento, los
sedimentos sueltos que consisten en delicados restos esqueléticos calcáreos pueden
recristalizar en una caliza cristalina relativamente densa. Dado que los cristales crecen
hasta que rellenan todos los espacios disponibles, las rocas sedimentarias cristalinas
carecen de porosidad. A menos que las rocas desarrollen más tarde diaclasas y
fracturas, serán relativamente impermeables a fluidos como el agua y el petróleo.
Tipos de Rocas Sedimentarias.
Rocas sedimentarias detríticas: están constituidos por minerales de arcilla, son
minerales de grano fino, y el cuarzo otro mineral común, el cuarzo, es abundante
porque es extremadamente duradero y muy resistente a la meteorización química,
otros minerales comunes de las rocas detríticas son los feldespatos y las micas. El
tamaño del clasto es la base para clasificar los tipos de roca detrítica. Las Rocas
sedimentarias detríticas comunes, ordenadas por tamaño de clasto creciente son la
lutita, la arenisca y el conglomerado o la brecha.
Lutita: es una roca fisible, de granos finos, formada por la consolidación de partículas
del tamaño de la arcilla y el limo en capas relativamente impermeables de escaso
espesor. Es la roca sedimentaria más abundante. Las lutitas pueden contener
cantidades relativamente grandes de material orgánico, en comparación con otros
tipos de rocas y, por consiguiente, poseen el potencial para convertirse en rocas
generadoras ricas en hidrocarburos, aunque una lutita típica contiene sólo un 1% de
materia orgánica. El tamaño de grano fino típico y la falta de permeabilidad, que son
consecuencia de la alineación de sus granos laminares o escamosos, permiten que las
lutitas formen buenas rocas de cubierta para trampas de hidrocarburos.
Arenisca: es una roca sedimentaria de tipo detrítico que contiene clastos de tamaño
arena. Después de la lutita, es la roca más abundante ya que constituye el 20% del
conjunto de rocas sedimentarias del planeta Tierra. La composición química de esta
roca es la misma que la de la arena así, la roca está compuesta esencialmente de
cuarzo y se podrían encontrar pequeñas cantidades de feldespato y otros minerales.
El material cementador que mantiene unido a los granos de la arenisca suele estar
compuesto de sílice, carbonato de calcio u óxido de hierro. Su color viene determinado
por dicho material cementador, los óxidos de hierro generan areniscas rojas o rojizas
mientras que los otros producen areniscas blancas, amarillentas y grisáceas.
Conglomerado: se compone de fragmentos de rocas grandes, redondeadas
contenidas dentro de una matriz de grano más pequeño de los sedimentos. Los
fragmentos grandes, conocidos como clastos, pueden venir en una gran variedad de
tamaños, pero todos tienen que ser de al menos dos milímetros de diámetro a fin de
que la roca pueda ser clasificada como un conglomerado. Se ven muy similares en
apariencia y estructura a otro tipo de roca sedimentaria conocida como brecha, pero la
diferencia clave entre ambas es que los conglomerados contienen fragmentos de
rocas redondeadas, mientras que las brechas contienen fragmentos de rocas
angulares y puntiagudas. Estas brechas se conocen como sedimentarias, que se
diferencian de otras clases, como es el caso de las volcánicas y de falla. También
podemos encontrarnos con los brechoconglomerados, en los que se mezclan clastos
redondeados y angulares, formando así un resultado mixto. Están compuestos por
clastos, y en los entre huecos podemos encontrar una combinación de distintos
compuestos, como limo, arcilla y arena, lo que se conoce como matriz. Cuando los
clastos de grava no entran en contacto entre sí, estamos ante un paraconglomerado,
mientras que cuando sí entran en contacto, lo conocemos como ortoconglomerado. Se
suelen encontrar, en entornos naturales, en ríos, lagos y costas. En estos lugares, la
fuerte corriente que mueven esas aguas son las responsables de la creación de las
partículas redondeadas que son necesarias para estos recursos naturales.
Brecha: consiste en clastos angulares visibles cementados dentro de una matriz más
fina. Los clastos al tener un tamaño mayor a los 2 mm son fácilmente visibles. Es
una roca sedimentaria clástica. Los clastos son partículas de forma irregular de más
de dos milímetros de diámetro. El cemento que une los clastos es una matriz de
partículas más pequeñas (arenas, limos y arcillas). La sílice, la calcita y los óxidos de
hierro son los minerales cementantes más comunes. Hay muchas composiciones de la
brecha, y está determinada por el material mineral y la roca a partir de la cual se
produjeron los fragmentos angulares, lo mismo sucede con la matriz. Comúnmente las
propiedades de esta roca son muy variables. Puede presentarse en cualquier color. La
roca tiene una apariencia áspera al tacto debido a los clastos angulares. La distinción
entre Brecha y conglomerado radica en la forma de los fragmentos. Los cuales indican
principalmente la distancia que han viajado desde su fuente, mientras más angulares
sean los clastos, mucho más cercana estará de su fuente debido a que ha sufrido una
menor erosión.
Rocas Sedimentarias químicas: Al contrario que las rocas detríticas, que se forman
a partir de los productos sólidos de la meteorización, los sedimentos químicos derivan
del material que es transportado en solución a los lagos y los mares. Sin embargo,
este material no permanece disuelto indefinidamente en el agua. Una parte precipita
para formar los sedimentos químicos, que se convierten en rocas como la caliza, el
sílex y la sal de roca. Esta precipitación del material se produce de dos maneras,
mediante procesos inorgánicos, como, la evaporación y la actividad química que
pueden producir sedimentos químicos, y mediante procesos orgánicos de los
organismos acuáticos también forman sedimentos químicos
Caliza: está compuesta por el 50% de carbonato de calcio a manera de calcita, su
origen principal es bioquímico-orgánico en un ambiente marino somero, pero también
puede formarse por precipitación química en ambientes continentales evaporíticos.
Los componentes principales de la caliza son calcita (más del 50%), carbonato de
magnesio y aragonito y carbonato de magnesio, sin embargo, también puede haber
cantidades menores de cuarzo, minerales arcillosos, feldespatos, siderita y algún
sulfuro como la pirita. Normalmente el carbonato de calcio puede ser formado por la
acumulación de caparazones y conchas de organismo vivos o por precipitación
química directa desde soluciones acuosas.
En cuanto a la composición química de las calizas o piedras calizas, juega un papel
muy importante la relación de calcio (calcita) y magnesio (dolomita) que esté en la
roca. En este aspecto hay que mencionar que la caliza pura teóricamente tendría más
del 95% de calcita en su composición y posiblemente un 4% de magnesio (dolomita).
Dolomía: está muy relacionada con la caliza, una roca compuesta del mineral
dolomita, un carbonato cálcico magnésico, puede formarse por precipitación directa
del agua del mar, la mayoría se origina cuando el magnesio del agua del mar
reemplaza parte del calcio de la caliza. La última hipótesis se ve reforzada por el
hecho de que prácticamente no se encuentra dolomía reciente. Antes bien, la mayoría
es roca antigua en la que hubo tiempo de sobra para que el magnesio sustituyera al
calcio.
Rocas silíceas (Sílex): Se trata de una serie de rocas muy compactas y duras
compuestas de sílice microcristalina. Los depósitos de rocas silíceas se encuentran
fundamentalmente en una de las siguientes situaciones, como nódulos de forma
irregular en la caliza y como capas de roca. La sílice, que compone muchos nódulos
de cuarzo, puede haberse depositado directamente del agua. Estos nódulos tienen un
origen inorgánico. Sin embargo, es improbable que un porcentaje muy grande de
capas de rocas silíceas precipitaran directamente desde el agua del mar, porque el
agua de mar rara vez está saturada de sílice. Por consiguiente, se piensa que los
estratos de rocas silíceas se han originado en gran medida como sedimentos
bioquímicos. La mayoría de los organismos acuáticos que producen partes duras las
fabrican de carbonato cálcico.
Evaporitas: son sedimentos quimogénicos en los tipos de rocas sedimentarias que han
sido precipitados del agua después de la concentración de sales disueltas por
evaporación. Esto tiene lugar tanto en aguas marinas como no marinas (lacustres,
lagunas).
Aunque hay una gran cantidad de sales químicas diferentes disueltas en el agua de
mar, sus abundancias y solubilidades relativas permiten que muy pocos minerales
evaporíticos comunes precipiten naturalmente. La precipitación de sal ocurre cuando
el agua salada se sobresatura, lo que significa que ha excedido su capacidad de
contener más iones disueltos. En el agua salada sobresaturada, los iones se unen
para formar granos sólidos que se depositan fuera del agua o crecen en el piso del
cuerpo de agua.
El agua salada sobresaturada se desarrolla donde la evaporación elimina el agua de
un cuerpo de agua (por ejemplo, un lago) más rápido que la velocidad a la que entra
agua nueva. Este proceso tiene lugar en los lagos del desierto y en los márgenes de
mares restringidos.
Para que se formen gruesos depósitos de sal, se deben evaporar grandes volúmenes
de agua. Debido a que los depósitos de sal se forman como consecuencia de la
evaporación, los geólogos se refieren a ellos como evaporitas.
Carbón: es muy diferente de las otras rocas. A diferencia de la caliza y de las rocas
silíceas, que son ricas en sílice y en calcita, el carbón está compuesto de materia
orgánica. Un examen de cerca del carbón con lupa revela a menudo estructuras
vegetales, como hojas, cortezas y madera, que han experimentado alteración química,
pero siguen siendo identificables, es el producto final derivado del enterramiento de
grandes cantidades de materia vegetal durante millones de años. La etapa inicial del
proceso de formación del carbón consiste en la acumulación de grandes cantidades de
restos vegetales. Sin embargo, se precisan condiciones especiales para que se den
esas acumulaciones, porque las plantas muertas se descomponen fácilmente cuando
quedan expuestas a la atmósfera o a otros ambientes ricos en oxígeno.
4) Tectónica de Placas
Es una teoría compuesta por una gran variedad de ideas que explican el movimiento
observado de la capa externa de la Tierra por medio de los mecanismos de
subducción y de expansión del fondo oceánico, que, a su vez, generan los principales
rasgos geológicos de la Tierra, entre ellos los continentes, las montañas y las cuencas
oceánicas. Las implicaciones de la tectónica de placas son de tanto alcance que esta
teoría se ha convertido en la base sobre la que se consideran la mayoría de los
procesos geológicos.
Bordes de placas
Las placas litosféricas se mueven como unidades coherentes en relación con las otras,
aunque el interior de las placas puede experimentar alguna deformación, las
principales interacciones entre las placas individuales se produce a lo largo de sus
bordes, donde las deformaciones son importantes, También es importante destacar
que los bordes de placa no son fijos, sino que se mueven. Las placas divergen (se
separan), convergen (se juntan) o se deslizan lateralmente unas sobre otras dando
como resultado, sobre sus límites o bordes, la mayor parte de la actividad volcánica y
sísmica de la Tierra, así como el origen de los sistemas montañosos.