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Se entiende por medidas cautelares “aquellos mecanismos procesales tendentes a garantizar o

preordenar la viabilidad o efectividad de los efectos de la cosa juzgada que haya de producir la
resolución judicial que se pronuncie de manera definitiva sobre el objeto procesal y, como
intrínseca finalidad, evitar que cristalice una posible vulneración al derecho a la tutela judicial
efectiva, mediante la adopción judicial preliminar de medidas que anticipen provisionalmente
aquellas otras medidas que habrían de adoptarse ante la emisión de una resolución definitiva
de la controversia susceptible de ejecución.

La finalidad es clara, se intenta asegurar que la futura sentencia que se dicte en el proceso
declarativo pueda ser ejecutada con todas las probabilidades de éxito, esto es, que la tutela
judicial que deben prestar los tribunales resulte realmente efectiva

Artículo 352.- MOMENTO PARA SOLICITAR LAS MEDIDAS CAUTELARES. Las medidas cautelares
se podrán solicitar y adoptar en cualquier estado del proceso, e incluso antes de haberse
iniciado. En este último caso, las medidas cautelares caducarán de pleno derecho si no se
presentare la demanda dentro de los diez (10) días de cumplidas, condenándose en tal caso al
peticionario al pago de todos los gastos del proceso y de los daños y perjuicios causados.

CLASIFICACIÓN NORMATIVA CPC:

El código procesal civil reconoce dos formas o clases de medidas cautelares:

A. Medidas para futura ejecución forzada.- Son aquéllas cuyo propósito es


asegurar la ejecución; es decir afectar algún bien o derecho del ejecutado para el
momento en que tenga que procederse a la realización coactiva del derecho
contenido en una sentencia o en un titulo ejecutivo sometido a ejecución judicial.
Estas medidas en nuestro legislación y por lo que general en la legislación
extranjera son: el embargo, el secuestro y la anotación de demanda conocida
también como anotación de litis.

onforme a nuestro ordenamiento procesal civil el embargo consiste en la


afectación jurídica de un bien o derecho del presupuesto obligado sin
importar que el bien se encuentre en posesión de tercero, siempre que la
pretensión principal sea apreciable en dinero (art. 642° CPC)

El embargo, por su parte adopta las siguientes formas específicas:

a) Embargo en forma de depósito (art. 649°);

¿Qué es un depósito judicial?


El Depósito Judicial comprende la guarda,
custodia, conservación, administración, defensa y
manejo de aquellos bienes o derechos que hayan
sido puestos bajo la posesión de un depositario,
por orden de un Juez o de otra autoridad
competente para decretar el secuestro, embargo,
ocupación, comiso o depósito de bienes y .

b) Embargo en forma de inscripción (65°);

c) Embargo en forma de retención (657°);

d) Embargo en forma de intervención:

Recaudación (art. 661°);

Información (art. 665°).

e) Embargo en forma administración.

A su vez, el secuestro (art. 643° cpc) presenta dos


modalidades:

El secuestro es el depósito de una cosa litigiosa


en poder de un tercero, hasta que se decida a
quién debe entregarse.

a) Secuestro judicial.

b) Secuestro conservativo.

QUIEN SOLICITE LA MEDIDA CAUTELAR DEBE DE ESTABLECER EN U ESCRITO DE AUTO DE


ADMISION LOS SIGUIENTES LIMITES Y REQUISITOS DE LA MISMA QUÉ DEBE CUMPLIR EN BASE
A EL CPC

1. Exponer los fundamentos de su pretensión cautelar; 2. Señalar la forma


de ésta; 3. Indicar, si fuera el caso, los bienes sobre los que debe recaer la
medida y el monto de su afectación;4. Ofrecer contracautela; y5. Designar
el órgano de auxilio judicial correspondiente, si fuera el caso. Cuando se
trate de persona natural, se acreditará su identificación anexado copia
legalizada de su documentos de identidad personal."

Artículo 353.- MEDIDAS CAUTELARES EN PROCESOS EXTRANJEROS Y ARBITRAJE.

1. El demandante en un arbitraje iniciado en territorio hondureño, y el demandado


reconviniente, podrán solicitar al juez la adopción de las medidas cautelarespertinentes.

2. Quien acredite ser parte en procesos judiciales o arbítrales seguidos en otro Estado, podrán
solicitar de los órganos jurisdiccionales hondureños la adopción de medidas cautelares
respecto de bienes situados o actos que se estén realizando en Honduras, de conformidad con
los Tratados y Convenios internacionales aplicables.
Artículo 354.- FACULTADES DEL TRIBUNAL. En todo caso corresponderá al tribunal:

1. Apreciar la necesidad de la medida, pudiendo disponer una menos rigurosa a la solicitada,


aunque no esté tipificada o nominada, si la estimare suficiente;

2. Establecer su alcance; tomando en cuenta la cuantia, la capacidad del demandado para


rendir una medida cautelar y la capacidad del demandante para rendir la caucion suficiente de
acuerdo a el alcance de la medida cautelar

3. Establecer el término de su duración; si la medida cautelar durará todo el proceso o si esta


se dictara antes de iniciar el proceso y terminara con la audiencia inicial

4. Disponer, de oficio o a petición de parte, la modificación, sustitución o cese de la medida


cautelar adoptada; segun se vayan presentando circunstancias nuevas dentro del proceso o
qué ya no sea necesaria la medida cautela en este caso lo solicitara tanto el demandante como
el demandado

5. Exigir la prestación de contra cautela suficiente, salvo los casos exceptuados. La


contracautela es por ello garantía de garantías y cautela de decisiones
cautelares.

La contracautela tiene por objeto asegurar al afectado con una medida


cautelar, el resarcimiento de los daños y prejuicios que pueda causar su
ejecución.

uando se admite la contracautela sometida a plazo, ésta quedará sin efecto


al igual que la medida cautelar, si el peticionante no lo prorroga u ofrece
otra de la misma naturaleza o eficacia, sin necesidad de requerimiento y
dentro del tercer día de vencimiento el plazo.

Artículo 367.- INTERVENCIÓN Y ADMINISTRACIÓN JUDICIAL.

1. Además de las medidas cautelares de intervención y administración judiciales


específicamente autorizadas por las leyes, podrán disponerse las medidas de intervención

o administración judicial cuando se pretenda una sentencia de condena a entregar bienes a


título de dueño, usufructuario o cualquier otro que tenga interés legítimo en mantener o
mejorar la productividad, o cuando la garantía de ésta sea de primordial interés para la
efectividad de la condena que pudiere recaer.

2. Se ordenará la administración judicial únicamente cuando se decrete el embargo de una


empresa o grupo de empresas, o cuando se embargaren acciones o participaciones que
representen la mayoría del capital social, del patrimonio común, o de los bienes o
derechos pertenecientes a las empresas, o adscritos a su explotación. 3. Se ordenará la
intervención judicial, cuando se embargaren los frutos, productos o recaudaciones de una
empresa o unidad de producción.

REGIMEN GEENRAL DE LA INTERVECION JUDICIAL. 1. El auto que disponga una


intervención o administración judicial fijará su duración, aunque la medida podrá ser
prorrogada mediante la justificación sumaria de su necesidad, así como las facultades del
interventor o administrador, que se limitarán a las estrictamente indispensables para
asegurar el derecho que se invoque, debiéndose procurar la continuación de la
explotación intervenida. 2. Para constituir la intervención o la administración judicial, se
citará a comparecencia a las partes, a fin de que lleguen a un acuerdo o efectúen las
alegaciones y pruebas oportunas sobre el nombramiento de interventor o administrador,
persona que deba desempeñar tal cargo, exigencia o no de caución, forma de actuación,
mantenimiento o no de la administración preexistente, rendición de cuentas y retribución
procedente. En los extremos en que no exista acuerdo o medie oposición de alguna de las
partes, el tribunal resolverá lo que estime procedente. 3. El tribunal designará de uno a
tres interventores o administradores, según la entidad y complejidad del caso, y fijará,
asimismo, la retribución del interventor o administrador, que se abonará por el
peticionario o, mediando circunstancias que así lo determinen, por el patrimonio
intervenido, sin perjuicio de lo que en definitiva se decida respecto a la parte que deba
soportar su pago.
Artículo 369.- RESPONSABILIDAD DE LA INTERVENCIÓN Y DE LA ADMINISTRACIÓN. 1. El
interventor y el administrador judicial serán responsables civil y penalmente, del
cumplimiento de sus funciones, de la veracidad de la información que ofrezcan; asimismo,
a los efectos de exigencia de responsabilidad, se asimilarán al depositario por las
cantidades de dinero que recauden
CONTENIDO DE LA INTERVENCIÓN DE BIENES. Con la medida de intervención de una
empresa o de bienes productivos, sin alterar la administración existente, el interventor
tomará conocimiento de todas y cada una de las operaciones que realice el administrador
y podrá oponerse a ellas.

Artículo 372.- OBLIGACIONES DEL INTERVENTOR. El interventor judicial está obligado a: 1.


Verificar el funcionamiento y conservación de los bienes intervenidos, sin interferir ni
interrumpir las labores propias del administrador. 2. Llevar el control de ingresos y
egresos. 3. Informar en los plazos señalados por el juez, del desarrollo regular de la
intervención. 4. Informar de inmediato al juez sobre aquellos aspectos que considere
perjudiciales o inconvenientes a los intereses de quien ha obtenido la medida cautelar,
entre ellos la falta de ingresos, la resistencia e intencional obstrucción que dificulte o
impida su actuación.

Para acceder al embargo preventivo se debe acreditar 1) La existencia de


Fumus Boni Iuris, 2) el Periculum in Mora, y 3) el otorgamiento de Caución. Y
los tres requisitos, deben concurrir.
El embargo preventivo es una medida cautelar. Y como medida cautelar es
estimada con carácter extraordinario e infrecuente
las medidas cautelares, se justifican por la necesidad de actuar antes de que
se dicte la sentencia. Y ello a fin de asegurar su eficacia en el supuesto de ser
estimadas las pretensiones deducidas en la demanda.
Pero al momento de solicitar medidas cautelares, incumbe al demandante
acreditar al demandarlas: 1) La existencia de Fumus Boni Iuris, 2) el Periculum
in Mora, y 3) el otorgamiento de Caución. Debiendo concurrir estos tres
requisitos, de acuerdo con las exigencias de doctrina y jurisprudencia.

1. Fumus Boni Iuris, o apariencia de buen derecho:


Se deben presentar argumentos suficientes para que el Juez, sin entrar en el
fondo del asunto, valore las medidas solicitadas.

El fumus boni iuris consiste en la valoración por parte del juez de esos indicios
de legitimidad, “de buen derecho”. Si los argumentos del demandante, están
dotados de legitimidad, estará justificada su estimación.

2. Periculum in Mora:

El segundo requisito exigido por doctrina y jurisprudencia, para la concesión


de una medida cautelar, es el «periculum in mora».
Requiere que el demandante, exprese la necesidad de las medidas, para
asegurar el cumplimiento de la sentencia. Justificando que de no estimarse las
cautelares, existe un riesgo real de que la sentencia no llegue a ser efectiva.
Constituyendo un “periculum o mora” o “Peligro por la mora procesal”.

3. Caución:

Y finalmente, doctrina y jurisprudencia, exigen una contra-cautela para


asegurar los eventuales perjuicios que la medida cautelar pudieran irrogar. La
caución se prevé a favor del demandando, para el caso de que finalmente, se
desestimase la demanda. Debe ser suficiente para garantizar los daños y
perjuicios que pueda originarse al patrimonio de quien soporta la medida
cautelar. Y debe otorgarse al momento de solicitud de la medida cautelar. 
MEDIDA CAUTELAR EN INAUDITA PARTE
apitulo 7°: Inaudita altera pars.

El deudor, por lo general buscará disminuir su patrimonio en forma real o


simulada, voluntaria o de mala fe; de allí que la medida cautelar se admita
y ejecute de sorpresa, sin conocimiento previo, es decir se sustancia
inaudita pars, el acto de notificación tiene lugar luego de ejecutada la
medida.

"Al término de la ejecución o en acto inmediatamente posterior, se notifica


al afectado, quien recién podrá apersonarse al proceso e interponer
apelación, que será concedida sin efecto suspensivo"; tal es el tenor del
segundo párrafo del artículo 637° del Código Procesal Civil.

La medida cautelar del proceso civil sin excepción alguna se admite y


ejecuta sin audiencia previa del afectado. La eficacia y éxito relativo de la
medida cautelar depende precisamente de este tipo de tramitación. Esta
forma de tramitación no implica la negación del derecho de defensa del
afectado, éste se manifiesta después de la ejecución con la eventual
interposición del recurso de apelación y otro medio de defensa. Es verdad
que la admisión y ejecución de la medida se tramita con total ausencia del
contradictorio, más ello no implica su eliminación o negación; puesto que
surge al ejecutarse la medida al término de la ejecución o en acto
inmediatamente posterior.

El inaudita pars es, no obstante, contrarrestado con la contracautela que en


su oportunidad tendrá que servir para garantizar los eventuales daños y
perjuicios que la ejecución de la medida cautelar genere siempre que se
desestime la demanda del proceso principal.

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