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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA

FACULTAD DE EDUCACIÓN
ESCUELA DE ESPAÑOL Y LITERATURA
SEMINARIO DE AUTORES – LINGÜÍSTICA
LAURA ALEXANDRA VALENCIA PATIÑO
JORGE LUIS FLÓREZ HERRERA
PEREIRA 2011-05-03

“COMUNICACIÓN, LENGUAJE Y DISCURSO EN LA ENSEÑANZA DE LAS


CIENCIAS”

“La argumentación como organización del discurso, comienza en el


origen mismo de todo enunciado asertivo y afirmativo (…) Ese
carácter implícito, con el cual se manejan las estructuras
argumentativas, permite el engaño y la anulación, como también,
puede convertir esta organización en el medio explícito para hablar
y escribir con responsabilidad, con los argumentos necesarios para
las afirmaciones o para las dudas, incluso para entender o
comprender, accediendo a las razones y respaldos establecidos en
la producción de los discursos recibidos.” i

Ramírez Peña, gran pedagogo colombiano, nos hace un recuento desde las voces

de Pierce, Perelmen, Jurgen Habermas y el mismo Saussure, sobre lo que se ha

denominado Comunicación y la situación de ésta dentro de lo que es el

lenguaje/pensamiento, su interactividad y construcción del proceso educativo

de las ciencias básicas.

Se hace necesario, entonces, ubicar al hombre en un contexto socio-

cultural. De ahí que todo lo que el hombre es sea mediado por el lenguaje. A la

par que el hombre habla, conjetura y nombre se hace cada vez más oral y esa

oralidad l va llevando de la mano hasta la necesidad de la escritura.


Todos esos desarrollos lo comunican con los demás, con el otro que se va

construyendo en la misma medida en que lo comunicado adquiere sentido y

significado y para ello se requiere del discurso; de allí que “mientras el

lenguaje es el conjunto de potencialidades significativas para constituir la

comunicación, el discurso es una realización de relación en una situación

específica” (Ramírez Peña, pág. 104).

Entrega de enunciados, polifonía, voces diversas, interlocutores. Cadencias,

ritmos, gestos, actos perlocutivos, estrategias. Palabras todas relacionadas con

el acto de habla que, presupone, hace del hombre ser superior. Vale también,

en ese orden de ideas, todo lo implícito que va incluido en la comunicación

humana: objetos culturales, acciones sociales, acciones individuales, todo lo que

hace seductor al ser humano desde la palabra. Palabra que ha de ser

consensualizada para que se haga efectiva.

No podemos dejar de lado, tampoco, las intenciones, las ironías, el silogismo

puesto que todo ello conlleva razones y motivaciones para convencer, dominar o

simplemente enamorar. Comprender y producir nos conducen de la mano a la

significación y ella produce enunciados con sentido: re-construcción de mundo,

de conocimientos, de creencias y de valores. Teniendo en cuenta que la

comunicación es comunidad, podremos decir que es interacción significativa.

Relación marcada por Pierce entre signo y el mundo de la cultura.

Esta interacción produce sociedades, relaciones intersubjetivas que las

personas mantienen, construyen y transforman para crear mundos posibles.


Lenguaje y saberes en un continuum proceso de producción de sentido en la

comunicación. Aquí la interdisciplinariedad, la búsqueda constante de creencias

para la producción de memoria, ya que es ella quien mantiene el conocimiento.

Juegos de lenguaje diría Wittgenstein, para caracterizar las relaciones

intersubjetivas: cada participante ha de conocer a la perfección las reglas del

juego, para poder permanecer dentro de él. Han de ser operativas y la acción

social debe desarrollarse mediante procesos significativos.

Para ello, el ser humano recurre a la argumentación, claro, también a la

narración; pero cada una de ellas nos lleva a puntos de vista diferentes. La

narración se hace a partir de premisas establecidas por terceras voces y en

pasado, voces que sólo sirven para renovar la memoria y mantener un status, la

argumentación nos permite un mayor despliega de nuestra capacidad inductiva-

deductiva, defensa o ataque a los diversos argumentos que puedan presentarse

en una discusión.

La narración se diluye en la tercera persona, se pierde en la polifonía del

pasado, mientras que el que argumenta, se entreteja entre el tú y el yo, que se

hacen uno y muchos a la vez y dan mayores probabilidades de resolver una

“verdad”. Deducción, inducción, abducción: Sherlok Holms, entra en escena y se

convierte e crítico de arte, de literatura, etc., alejándose del lugar del crimen

para así poder realizar sus estudios con la mayor objetividad posible.

A este fin, se analizan los discursos de la publicidad, de la epístola, del

artículo periodístico, desde la misma conversación cotidiana; así, las

estructuras son develadas, puestas al desnudo para mostrar las verdades o las
falacias entretejidas en los diferentes discursos. Cantidad, sentimiento,

ignorancia, culpabilidad, complejos; todas esta premisas sirven para convencer,

intimidar o liberar.

Los sofistas partieron de la premisa sobre la realidad como cosa imposible de

conocer para iniciar su relato sobre la argumentación, en su forma significante

de representarla. Nosotros dependemos de nuestra interpretación del mundo

para poder vivir ubicados en él; Fantasearon con la entelequia de la humanidad,

como único propósito, obviamente desde una exclusiva perspectiva, olvidando

(quien sabe si a propósito) que en primer lugar las reglas del lenguaje son la

manifestación mas inmediata de las reglas culturales, por lo que nuestros

discursos son, de una manera u de otra, la semaforización consciente o no de

una identidad determinada y por consiguiente de una cultura específica.

Además, teniendo en cuenta que el lenguaje al establecerse como un portador

de sentidos, y al configurar la visión de mundo de cada hombre, tranversaliza

los elementos de identificación y los de alienación en relación a las tendencias

temáticas, como la historia, la religión, las costumbres las tradiciones etc;

definiendo un conjunto de creencias compartidas socialmente y asociadas

como características propias y a unos intereses y condiciones ante otro grupo

social.

Esta cognición social de identidad, debe estar reforzada desde nuestra labor

docente por la retroalimentación de un imaginario colectivo literario, el cual

podría abrir la posibilidad de reconstruir la tan fragmentada identidad


colombiana en pro de un humanismo eficaz que haga frente a la problemática

social del país;

Debido a lo anterior, en total concordancia con los planteamientos sobre la

argumentación de Ramírez Peña, y sumándonos a la palabra de Cioran “no

habitamos un país sino una lengua”; vislumbramos que para fortalecer y

fomentar procesos eficaces de argumentación en nuestros futuros

estudiantes, en los que se reconozca la existencia de la otredad, se hace

indispensable partir del reconocimiento de la tradición oral y literaria,

tomándola como la coyuntura precisa para acercarnos a otro tipo de

cogniciones discursivas y argumentativas que también son relevantes en

nuestra identificación como seres pertenecientes a una determinada cultura,

con presupuestos similares pero distintos en la medida en que estas

intervenidos por la distintiva experiencia lingüística que rotula y seguirá

rotulando nuestra existencia como seres creadores y creados, única y

exclusivamente por la magia del lenguaje.


i
Ramirez Peña, Luis Alfonso. Discurso y lenguaje en la educación y la pedagogía (2004). Cooperativa
Editorial Magisterio. Bogotá.

BIBLIOGRAFÍA

PEÑA RAMÍREZ, Luis. (2004). Discurso y lenguaje en la educación y en la pedagogía.


Cooperativa Editorial Magisterio. Bogotá.

CIORAN, Emil (1995) OEuvres. Editorial Quarto Gallimard. Paris.

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