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DEMANDA POR DAÑOS Y PERJUICIOS

SEÑOR JUEZ:

                                   PEREYRA RIOS MAURO ARIEL, D.N.I. nº 31.826.030,


argentino, mayor de edad, con domicilio en Juan Terrada N° 1019, ciudad de
Córdoba, y constituyéndolo a los efectos procesales en calle Colón 119, 1° Piso,
Oficina 1, de esta ciudad, ante V.S. respetuosamente comparezco y como mejor
proceda en derecho digo:

            I.- OBJETO

                        Que vengo en tiempo y forma, a entablar formal demanda


en contra de BORCHI JOSE IVAN, DNI 31.222.568., con domicilio en calle
Pedro Pirata N° 2071, de esta ciudad, persiguiendo el cobro de la suma de
pesos dos millones cuatrocientos veintiséis mil cuatrocientos veintisiete ($
2.426.427) o lo que más o menos resulte de la prueba a rendirse; con más los
intereses desde la fecha de la producción del hecho y hasta su efectivo pago,
desvalorización monetaria, si correspondiera, más el rubro del art. 104 inc 5 de
la ley  9459, con expresa imposición de costas a la demandada,  con
fundamento en los hechos y derecho que a continuación expongo:

                                   II.- HECHOS

                                   Que el día 4 de julio de 2019 a las 18:30 hs.


aproximadamente, en circunstancias en que me conducía al comando de la
motocicleta de mi propiedad, Marca Yamaha 125cc Do. 314IZP, haciéndolo en
forma y a velocidad reglamentaria por calle Domingo Zipolli, dirección Norte-
Sur, cuando al llegar a la esquina de calle Zipoli y 27 de abril, el Ford Fiesta Do.
GCW775, de propiedad del incoado Sr. Ivan Borchi, DNI 31.222.568, y conducido
por él, el que transitaba por la misma arteria y dirección que el compareciente,
pero delante de mí, haciéndolo por sobre el límite del punto medio de la
calzada, sin mediar notificación previa, es decir, sin poner señal de giro, o avisar
por medio alguno su intención, giró su vehículo hacia la derecha en semi U, a
los fines de doblar por calle 27 de Abril.

                      Frente a la maniobra ilegal y antirreglamentaria del incoado


Borchi, quién giró su vehículo en “semi U” hacia la derecha, reitero, sin pre
avisar  en modo alguno su maniobra,  transformando su rodado en una barrera
infranqueable y pasando todo en cuestión de segundos, el compareciente no
pudo evitar impactar la parte delantera de la motocicleta, con la parte derecha
(espejo retrovisor y puerta del acompañante) del Ford Fiesta, cayendo al piso y
sufriendo traumatismo de brazo izquierdo, tórax y pierna derecha.

                                   Posteriormente, fui asistido por el servicio de emergencias


municipal, y trasladado en ambulancia al Hospital Misericordia (H.C. N°
2529461), donde quedé internado por dos días, siendo luego sometido a
diversas cirugías.

                                   Atento la gravedad del accidente, tomó intervención de la


Fiscalía Distrito 4 Turno 2°, labrándose las actuaciones penales N° 1792/19.

                                   III.- RESPONSABILIDAD

De lo sucintamente reseñado pero veraz versión de los


hechos realizada precedentemente, surge claro que el accionar del conductor
del vehículo Ford Fiesta Do GCW775, es determinante en la producción de
evento dañoso, por cuanto el mismo, encontrándose en la mitad de una calzada
transitada, a no menos de cuatro o cinco metros del cordón de la vereda
derecha, y teniendo vehículos que se conducían tras de sí, gira su rodado hacia
la derecha en semi U, transformando el mismo en un valladar para el tránsito en
dicha arteria, lo que imposibilitó que el compareciente continuara con su
normal recorrido, no pudiendo evitar el impacto de la parte delantera de la
motocicleta en la puerta delantera derecha (puerta del acompañante) del Ford
Fiesta.

La conducta asumida por le incoado Borchi, quién


negligentemente, en una calzada muy transitada, con vehículos que lo
antecedían, a unos cuatro o cinco metros del cordón  de la vereda gira a su
derecha en semi U, transformando el mismo en un obstáculo imposible de
superar para los vehículos que se conducían por dicha arteria, en igual dirección
que lo hacía el incoado, y sin siquiera preavisar tan negligente maniobra,
demuestra a las claras su deprecio por la integridad física propia y la de
terceros.

Es por tal obrar negligente y temerario, que el incoado


Boschi debe responder.
Igual responsabilidad le cabe por ser el dueño o guardián
del vehículo causante de los daños,  de conformidad a lo establecido en los art.
1757, 1758, 1769 y ss del Código Civil y Comercial.

                               

                        

                                   IV.-DAÑOS

                                 1.- Lucro Cesante futuro-  Incapacidad Sobreviniente-


Pérdida de chance:

                              Como consecuencia del hecho dañoso, fui asistido por el


Servicio de Emergencia Municipal 107, trasladado en Ambulancia al hospital
Misericordia (H.C N° 2529461), donde quede internado durante dos (2) días, me
efectuaron radiografías, tomografías, inmovilizan con yeso, Antebraquipalmar,
me indicaron mediación, reposo, y posterior fisioterapia con controles en el
mismo Centro Asistencial donde confirmaron el siguiente diagnóstico y
evolución: Cervicalgía post traumática con contractura muscular y dolor que
disminuye la movilidad del cuello, síndrome vertiginoso y parestesia de
miembros superiores. Traumatismo toraco abdominal con fisura de dos (2)
costillas y traumatismo de bazo grado I, con dolor a la palpación y neuralgia
intercostal izquierda. Dolor que aumenta con los movimientos respiratorios.
Fractura de radio post traumatismo de brazo izquierdo y tendinitis, me
indicaron cirugía y realizaron reducción cerrada, inmovilizan con yeso ante
braquipalmar hasta la cirugía, que fue realizada el día 25/7/2019, la foja
quirúrgica indica: osteosíntesis de fractura de radio.

                        Asimismo, padezco de scalp post traumatismo de rodilla


izquierda al caer sobre la manija del embrague, con tumefacción y dolor. Me
realizaron antisepsia y suturación efectuando treinta (30) puntos. Actualmente
continuo con dolor y disminución de los movimientos articulares, y perdida de
fuerza del brazo. Se puede observar la cicatriz de sutura en la región
infrarotuliana de 4 centímetros.

                        A la vez, como consecuencia del accidente padezco síndrome de


estrés post traumático y desarrollo reactivo grado II, con componentes
depresivos y fóbicos, tengo indicación de tratamiento especializado.
                         Por las lesiones sufridas padezco una incapacidad residual
post traumático del 24% de la T.O. (veinticuatro por ciento de la total
personal) por las secuelas del accidente de tránsito sufrido, conforme surge del
certificado médico expedido por el Dr. Ceballos que se adjunta a las presentes
actuaciones

                    En la actualidad, tengo importantes secuelas físicas y morales que


detallare a continuación y acreditare también en el momento procesal
oportuno.

                    El detalle de las secuelas producidas por el hecho, es revelador de los daños que,
por incapacidad, engloban lo que se denomina conjunta o alternativamente como “laboral
específica, incapacidad genérica, incapacidad vital, valor vida, daños al proyecto de vida, a la
salud, a la indemnidad perdida, a la integridad psicofísica, daño biológico y pérdida de chance
la progreso”.

                     Antes del hecho no sufría ninguna incapacidad. Tal como lo he relatado, a la fecha
del accidente contaba con 33 años de edad y me dedicaba a la actividad laboral plena, prestando
tareas en la empresa “EMSA LOGISTICA S.A.” y demás actividades ordinarias de la vida.-

                    Más, a causa del accidente, y las ya mencionadas consecuencias disvaliosas sobre 
en mi persona y salud, mi vida ha dado un vuelco absoluto. Conforme lo acreditaré
oportunamente, y a causa de éste hecho, se me ha provocado una incapacidad genérica y
laboral, física y psíquica sobreviniente, que no me permitirá, continuar con mi vida tal como lo
venía haciendo. Asimismo, me inhibirá en el futuro realizar labores tanto en el sector público
como privado, con la consecuente disminución de ingresos futuros.                      

               Por ello, y sin perjuicio del encuadre que en virtud del principio iura
novit curia, V.S. termine dando en definitiva a este rubro, a los fines de
cuantificar el mismo, tienen dicho los Tribunales que "…si los peritos (oficial y de
control) establecen una incapacidad parcial de carácter permanente; esa
evidencia es causa suficiente de una disminución de la capacidad laboral genérica
que merece ser resarcida. Para la víctima origina una limitación en el mercado
laboral, pues nadie puede suponer que el día de mañana no tendrá necesidad de
trabajar en cualquier tipo de actividad ofreciendo una capacidad
disminuida...". Cám. 7º Civ. y Com. de Córdoba, 24-2-98, Giménez, Ornar F. c/
Faustino C. Vergara s/ Ordinario.

                  Con relación a la extensión de la indemnización por "incapacidad


sobreviviente" tiene dicho en forma pacífica la doctrina y la jurisprudencia
que “… La incapacidad no sólo atiende a las pérdidas laborales, sino que alcanza
a la disminución de las lesiones que deterioran la vida de relación  … ” (C. S. J. N.,
sala I, 16-3-95, causa 55.497, Belgrano Sociedad Cooperativa Limitada de
Seguros y otro en j.: Cerutti Olguín, Adrián Rubén c/ José Capel y otros p/Daños
y perjuicios, s/Inconstitucionalidad, L. S. 254-159; Revista del Foro de Cuyo 17-
141; Daño a la persona en la jurisprudencia de la Sala I de la Suprema Corte de
Justicia de Mendoza, p.26; id., 21-12- 95, L . S. 262-484, causa 57.461,
Autotransportes Iselin  S.A. y  Seguros Bernardino Rivadavia Cooperativa
Limitada en j.: Rejtman de Martínez, Martín Marta c/ Manuel Forte y otra p/
Daños y perjuicios s/ Inconstitucionalidad; Cám. 5º Apel. Civ., Com., Minas, de
Paz y Trib., 22-5-97, causa 96.700 / 2.513, Ahumada, Héctor Francisco c/ Sofía
García Posada y otro p/ Daños y perjuicios; íd., 21-5-97, causa 65.279 / 2.448,
Surachi, Jorge c/ Enrique Britos p/ Daños y perjuicios; íd., 6-2-98, causa
105.343 / 2.632, Padilla, Mónica Marisa c/ Gobierno Provincia de Mendoza p/
Daños y perjuicios; Cám.4º Apel. Civ., Com., Minas, de Paz  y Trib., 17-4-97,
causa 68.079 / 22.828, Bazán, Estela F. por su hija Zulma Pérez c/ Cucatto,
Hernán A. p/ Daños y perjuicios; Cám. 5º Opel. Civ., Com., Minas, de Paz y Trib.,
26-12-95, causa 66.472 / 1.586, Amalla, Horacio Américo y otro p/ su hijo c/
Néstor F. Facin Melchiori p/ Daños y perjuicios." Cám. 5º Apel. Civ., Com., Minas,
de Paz y Trib., 8-10-97, causa 69.049 / 2.759, Moyano, Patricia c/ Hered. de suc.
H. Ianissotto p/ Daños y Perjuicios). Según jurisprudencia conforme "Revista de
Derecho de Daños, Accidentes dc Tránsito" Tomo II, Edit. Rubinzal Culzoni, 1998,
págs. 296, 297, 403 y 404: "….La indemnización por incapacidad sobreviniente
debe abarcar no solo lo que el damnificado podría percibir por una eventual
actividad lucrativa, sino que debe comprender un concepto más amplio, ya que
“… la vida disminuida comprende muchas otras cosas por las energías vitales
menoscabadas, las que representan el engranaje generador de todas las
actividades del ser humano..." (CNCiv., sala L, 23-1l-98, "Comes, Dora Susana c/
Okoon SRL s/ Sumario), y “ … A los fines evaluar la  incapacidad sobreviniente,
debe hacérselo en función de pautas razonablemente generales constituidas
por las actividades del sujeto, encuadrables en la normalidad actual o
presumiblemente futura de toda persona, comprendiendo no sólo un aspecto
estrictamente laboral, sino también todas aquellas consecuencias que afecten a
la personalidad de la víctima integralmente considerada, aún fuera del ámbito
propiamente económico y productivo, abarcando aspectos tales como la vida
social, sexual de relación y esparcimiento..." (CNCiv., Sala H, 8-3-99," Marin,
Fabián R. y otros c/ Sanatorio Lavalle SRL y otros s/ daños y perjuicios. Resp.
Prof. Médicos y auxiliares"); " … El reconocimiento de la incapacidad
sobreviniente tiene por finalidad cubrir no sólo las limitaciones de tipo económico
sino también la proyección que aquella tiene con relación a todas las esferas de la
personalidad de la víctima, es decir, disminución de su seguridad, reducción de su
capacidad vital y empobrecimiento de sus perspectivas futuras, entre otras
circunstancias. También se ha dicho que: “Cuando para fijar la indemnización de
la incapacidad sobreviniente se aplican pautas de Derecho Común, deben no solo
contemplarse las necesidades laborales sino también los otros efectos
patrimoniales del daño que se proyectan en la vida de relación…” (CNCiv., Sala F,
15-5-2000, "N.N. c/ Municipalidad de Buenos Aires" Fallos citados conforme
"Revista de Derecho de Daños", T  2001-1 "Cuantificación del Daño" Edit.
Rubinzal Culzoni, pág. 359 a 363).
                       Todo lo expuesto, que encuentra apoyo en pronunciamientos del
más alto Tribunal de la Nación (C.S.J.N., 31-10-89, E.D. 137-796), revela el valor
indemnizable de la integridad físico-síquica por sí misma, para compensar
(como sostiene la actual Ministro de la CSJN, Elena I. Highton, en Revista de
Derecho de Daños Tomo 2, Edit. Rubinzal Culzoni, pág. 64, al abordar la
incapacidad sobreviniente) “Las tareas vedadas, chances frustradas, total o
parcialmente expectativas truncadas o realizables de maneta diversa,
potencialidades eclipsadas, las fuerzas o aptitudes recortadas, ingresos
disminuidos".

                       Incluye también la pérdida o disminución en la productividad y


creatividad en actividades no retribuidas pero útiles, para el mismo actor y sus
allegados, como trámites para el pago de impuestos, u otras gestiones
vinculadas con el patrimonio personal o familiar que la Dra. Matilde Zavala de
González denomina "MERMA DE PRODUCTIVIDAD GENERICA EN ACTIVIDADES
NO RENTADAS” y que la compareciente innegablemente ha sufrido a causa del
hecho.

                         La actual Sala Civil del TSJ en "Dutto" recepta este rubro al


resolver: "Sentado ello, resulta útil recordar que la incapacidad física ha sido
clasificada por autorizada doctrina en: laborativa (la que atiende estrictamente
al ámbito productivo) y vital o amplia (proyectada a las restantes actividades o
facetas de la existencia de la persona). Así, se ha sostenido que "...La
incapacidad física muestra dos rostros: uno, que se traduce en la minoración de
las posibilidades de ganancias “connatural con el ser humano en el empleo de
sus energías; y otro, relacionado con las restantes actividades de la persona,
disminuida por una incapacidad" añadiendo más adelante que el daño y su
resarcibilidad "...son independientes de la existencia de una incapacidad laboral
o de cualquier tipo que, en consecuencia, puede o no concurrir con el
menoscabo de algún aspecto de la personalidad integral” (MOSSET ITURRASPE,
Jorge, El valor de la vida humana, Rubinzal Culzoni, Sta. Fe, 1983, ps. 63 y 64) …
d. Sin embargo, conforme se adelantará, la incapacidad es resarcible -a título de
daño patrimonial-  no sólo en su faz laborativa sino también en su aspecto
vital. Es decir, la incapacidad apreciable patrimonialmente no es sólo la
directamente productiva, sino que también debe apreciarse -aunque se lo
aprecie de manera mediata- el valor material de la vida humana y de su
plenitud. Y es que, la incapacidad padecida, aunque no acarree una directa
“merma de ingresos”, sin dudas provoca una clara “insuficiencia material” para
desenvolverse por sí y realizar actividades “útiles”, lo que tiene una indudable
proyección económica que merece ser reparada; y ello así más allá de la
repercusión espiritual (daño moral) que pueda aparejar el menoscabo a la
integridad psicofísica de la persona. Así se enseña que “… la integridad física de
una persona, la incolumidad corporal y fisiológica tiene importancia decisiva en
la vida de producción o trabajo (…); pero la vida del hombre considerada en su
plenitud no se extingue en la faceta estricta del trabajo. En el examen complejo
de su multiforme actividad, al margen de la laboral, toda persona desarrolla en
su casa o fuera de ella, tareas vinculadas con sus facultades culturales, artísticas,
deportivas, comunitarias, sociales, religiosas, sexuales, etc., y los deterioros o
menoscabos a tales quehaceres pueden acarrear consecuencias de carácter
patrimonial” (Conf.   MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por Daños,
Edit. Bs. As 1973; T. II-B, p. 194, notas l6 y l7). En el mismo sentido, se explicita
que "El poder cumplir en plenitud actividades vitales, así no sean laborales o no
reditúen beneficios dinerarios, tiene un significado económico: la posibilidad de
subir a un ómnibus, de conducir un vehículo, de higienizarse personalmente, de
limpiar un piso o lavar un automotor, de realizar trámites o pagar impuestos, de
cumplir en fin cualquiera tarea cotidiana con libertad y sin trabas (…) tienen
también un significado económico”  (Conf. ZAVALA DE GONZALEZ, Matilde,
Resarcimiento de Daños....,  ob. cit., Vol. 2, p.48).

                                   Se debe incluir aquí, tal como lo afirma el Dr. Mosset


Iturraspe, los daños “a la persona”, “a la salud”, que se traducen en una pérdida
o  déficit en el bienestar de la actora,  "que le impiden gozar de la vida en la
misma medida en la cual le era posible hacerlo antes del hecho lesivo
independientemente de cualquier referencia a la capacidad laboral o de
ganancia”; el “daño a la libertad de la persona”, “daño al proyecto de vida”
(Comprensivo éste, tomando ideas de Fernández Sessarego, de la posibilidad de
“elegir vivenciar, preferentemente, ciertos valores escoger una determinada
actividad laboral, perseguir ciertos valiosos objetivos,… lo que la persona decide
hacer con el don de su vida,… es aquel que tiene que ver con el destino mismo
de la persona plena, de acuerdo a su más íntima vocación”).

                                       Se trata de compensar el todo daño provocado


injustamente a la incolumidad estructural del compareciente, perjudicado por el
hecho en el aspecto físico y psíquico.

                                       Es el valor que la integridad psicofísica tiene, per se,


para el compareciente, y que “no solo comprende efectivas y concretas
ganancias dejadas de percibir, sino que además incluye la afectación vital de la
persona en sí misma, individual y social, por lo que a la víctima se le debe
resarcir el daño a la salud que repercute en su significación vitral.

                                                                       Engloba el presente rubro también, comúnmente


conocido como pérdida de chance.

                        Se ha definido a la chance “… como la oportunidad verosímil de


lograr una ventaja o impedir una pérdida, razón por la cual el daño indemnizable
radica en la frustración de esa oportunidad a raíz del hecho lesivo. Siendo los
caracteres de la chance, la existencia de un oportunidad probable y futura de
obtener una ganancia; dicha oportunidad debe tener una probabilidad suficiente
de que se producirá; el resultado de la oportunidad debe ser incierto al momento
del hecho dañoso; la víctima debe estar situada en una situación fáctica y jurídica
idónea para aspirar a la obtención de las ventajas que proporciona la
oportunidad. Es decir, que se habla de chance cuando existe la oportunidad, con
visos de razonabilidad o fundabilidad, de lograr una ventaja. La frustración de esa
probabilidad, imputable a otro, engendra un perjuicio resarcible, mas, para la
resarcibilidad de la chance perdida es menester algún contexto objetivo idóneo o
favorable que confiriese oportunidad efectiva a lo esperado; se descarta la
indemnización de las meras conjeturas que no revisten una intensidad suficiente
como para erigirse en probabilidad. (Zavala de González, Matilde Resarcimiento
de Daños, Vol.2 Daños a las personas, Ed. Hammurabbi SRL, Bs.As. 1993)”.

                       Consecuente con la doctrina sentada por el Máximo Tribunal de


la Nación, la Cámara 8º Civ. y Com. de Córdoba señaló También que "...un hecho
dañoso puede producir un daño emergente, lucro cesante...también puede existir
una pérdida de chance, es decir no ya un lucro concreto, sino una razonable
expectativa de obtener un beneficio que se ha visto truncado por el hecho
dañoso...las consecuencias del accidente se pueden proyectar además en la
actividad diaria que realiza el damnificado, traduciéndose en un mayor esfuerzo
para al realización de las actividades domésticas, por ejemplo, bañarse, lavar,
cocinar, efectuar las compras, trasladarse, etc. Ello no implica un perjuicio
económico como el lucro cesante ni tampoco la pérdida de una chance, pero sin
dudas significa un menoscabo que debe ser indemnizado, menoscabo que
tampoco se confunde con el daño moral (que es el padecimiento espiritual que
sufre la víctima), sino que es la repercusión que tiene al encarar la actividad que
cualquier persona realiza..." (S. 97, 29/6/06, in re Baldasso c. Cliba). –

               Por tanto, en consideración con la jurisprudencia citada, corresponde


que se disponga el resarcimiento de este perjuicio, ya sea que se lo denomine
"daño vital", o "daño a la salud", o "integridad psicofísica", etc. de acuerdo a las
acepciones semánticas de los tribunales citados.-

            Debe tenerse en cuenta, tal como supra se dijo, que, al momento del
hecho, era un hombre joven que, además de trabajar, estaba en condiciones de
acceder al mercado laboral y otras actividades deportivas o recreativas acorde a
mi edad.

                Con motivo de mis lesiones, me han contraindicado realizar cualquier


actividad que implique estar mucho tiempo parado, correr, etc. En definitiva, me
ha generado un impedimento de generar actividades que mejoren mi calidad
de vida.

               Por tanto, en consideración con la jurisprudencia citada, corresponde


que se disponga el resarcimiento de este perjuicio, ya sea que se lo denomine
"daño vital", o "daño a la salud", o "integridad psicofísica", etc. de acuerdo con
las acepciones semánticas de los tribunales citados. –

A efectos de cuantificar el presente rubro considero pertinente seguir las


pautas fijadas por el Máximo Tribunal Provincial -en el fallo citado- al
señalar "...cuando se trata de indemnizar la incapacidad vital la regla consiste en
tomar como tope la expectativa de existencia física que resta a la víctima según
los promedios confeccionados en la materia. De tal manera, por lo general, la
indemnización debería calcularse adoptando como límite los setenta y dos años
(72 años) que resulta ser la pauta estadística de promedio de vida...Frente a la
incertidumbre del monto o importe al que ascendería la merma económica
padecida, nuestra jurisprudencia y doctrina especializada suele recurrir al
parámetro del salario mínimo, vital y móvil en la inteligencia de que el mismo
sueldo mínimo vigente al tiempo del acaecimiento del siniestro resulta una pauta
razonable para establecer el quantum de la indemnización reclamada. En cuanto
al cálculo de la indemnización...se empleará la versión simplificada de la clásica
fórmula Marshall”. -

Este criterio ha sido expresamente receptado en el art. 1746 del Código


Civil y Comercial de la Nación, para cuya aplicación deberá considerarse la
remuneración percibida por el actor el mes anterior al accidente, es decir junio
2019, la que ascendía a pesos cuarenta y siete mil ochocientos veintiuno con
cinco centavos ($ 47.821,05); y la diferencia que existe entre la edad del actor, al
momento del hecho (33 años) y la edad establecida como promedio de
finalización de realización de actividad productiva, es decir, 72 años. (art. 1746 C.
Civil).-

            Siguiendo el sistema esbozado supra, emplea una formula abreviada (c


= a x b) que no es otra cosa que una simplificación de la seguida en la
jurisprudencia local citada. Así, el monto indemnizatorio en concepto de
incapacidad sobreviniente se logrará multiplicando “a”, esto es, la disminución
patrimonial periódica sufrida por el demandante (multiplicada por trece meses
por existir relación de dependencia) a lo que se suma un interés puro del 6 %
anual (desde la fecha del accidente, fecha en que surgió el crédito resarcitorio
de la víctima, son aplicables intereses moratorios), por “b”, esto es, el lapso total
de períodos a resarcir. Debe precisar que a los fines de determinar "a", toma en
cuenta el último salario percibido a la fecha del accidente.-
            De esta manera, ciñéndose al ingreso denunciado al momento del
accidente, esto es, la suma de $ 47.821,05  mensuales, teniendo en cuenta la
incapacidad determinada del orden del 24% y tomando una realización de
actividad productiva hasta los 72 años, de lo que surge que le restan 39 años de
vida útil, efectuando las operaciones aritméticas necesarias, y en base a las
consideraciones vertidas precedentemente, estimo como monto a resarcir por
este rubro la suma de pesos dos millones doscientos treinta mil
cuatrocientos veintisiete ($ 2.230.427) o lo que en más o en menos resulte de
la prueba a rendirse en la etapa procesal oportuna.-

2.- .- Daño moral.

             Entendido como “... toda modificación disvaliosa del espíritu en su


capacidad de entender, querer o sentir, que se traduce en un modo de estar de la
persona diferente de aquel en el cual se encontraba antes del hecho, como
consecuencia de éste y anímicamente perjudicial ....(Cám. 7ª Civ. y Com. de Cba.,
20-6-95, ‘Álamo, Mercedes y Otro c/ Carlos A. Gigena y Otro s/ Ordinario’, Sent.
32)”.-

Difícil es explicar con palabras las profundas modificaciones “disvaliosas”


que se produjeron en el espíritu del actor a causa del accidente vivenciado.

El alto sentido de justicia y dignidad de V.S. le servirán para comprender


el daño moral que se produce en un ser humano, cuando sufre un accidente
con las consecuencias gravísimas para la salud psicofísica, como el sufrido por el
compareciente, entra en un cuadro depresivo importante, ya que siente que su
vida no tiene sentido, por cuanto no podrá trabajar más, como lo hacía antes.

El gravísimo accidente, y las lesiones sufridas a causa del


mismo,  causó en mi persona, y en  mi psiquis, desequilibrios en el orden
espiritual, angustias, y una violencia espiritual que superó las habituales de
cualquier accidente. El hecho me ha creado angustias, molestias y
padecimientos, y un  gran cuadro depresivo,  que son directamente
consecuencia del hecho dañoso.

 No es necesaria ninguna otra prueba del daño, porque


éste se induce en función de la descripción objetiva del siniestro y sus secuelas
y, sobre todo ante tamaña tragedia, por los sentimientos del hombre común.

Estimo que para indemnizar el daño moral de esta causa


deberá V.S. valorar la lesión, las afecciones intimas, los dolores causados por el
hecho en sí, así como las secuelas que la grave incapacidad psíquica
sobreviniente me han acarreado.

Dijo la jurisprudencia: "... La reparación de daño moral


cumple una función de justicia correctiva o sinalagmática, que conjuga o sintetiza
a la vez la naturaleza resarcitoria  de la indemnización del daño moral para la
víctima, y la naturaleza punitoria o sancionatoria de la reparación para el agente
del daño..."[1]

En autos "Vallejo, Víctor Hugo c/Antonio Clemenci y otros


s/Ordinario. Recurso Directo, hoy Revisión", el TSJ Cordobés (04/07/97) sostuvo
que " ...evaluar el daño moral significa medir el sufrimiento humano. Esto no sólo
es imposible de hacer en términos cuantitativamente exactos, sino que es una
operación no susceptible de ser fijada en términos de validez general o explicada
racionalmente. Cada Juez pone en juego su personal sensibilidad para cuantificar
la reparación, la cantidad de dinero necesaria para servir de compensación al
daño.  Es la que sugiere caso por caso su particular apreciación y comprensión del
dolor ajeno". Es a esos valores sumados a los de la equidad y la justicia a los que
apelo en el resarcimiento de este daño.

Este sufrimiento me acompañará el resto de mi vida. Sin


perjuicio de que soy consciente de que no hay suma de dinero alguna que
pueda apaciguar mi inmenso dolor espiritual, se reclama por daño moral la
suma de pesos cien mil  ($ 100.000).

                   3.- Daño Psicológico.-  

                          Las lesiones sufridas por el compareciente, causaron y siguen


causando un severo daño psicológico toda vez que con posterioridad al
acaecimiento del siniestro referido, padezco de episodios de pánico, vértigo y
fobia cada vez que el recuerdo del hecho lesivo viene a mi memoria, lo que le
produce una inmensa sensación de miedo de salir a la calle. Así, sufro de
angustia, ansiedad y miedos en relación a la experiencia sufrida. 

                        A la vez, y tal como ya se dijo, las lesiones sufridas me


imposibilitan para realizar actividad física,  atento mi  gran limitación funcional,
y a que los movimientos bruscos me  ocasionan fuertísimos dolores; hecho éste
que me ha sumido en una gran depresión, pues siempre fui  una persona alegre
y acostumbrada a realizar muchos deportes.

                              Por ello, tal como me lo han prescripto los profesionales del
área, deberé someterme a tratamiento psicológico por lo menos por el término
de un año, a razón de una sesión a un costo de $ 2.000 cada una, lo que hace
un total de PESOS noventa y seis mil ($ 96.000), que se reclama en el presente
rubro.

                       

    V.- Mediación prejudicial Obligatoria.

                          Que con fecha 12/12/2019 se llevó a cabo la audiencia de la


etapa de mediación previa y obligatoria, en la cual no se arribó a ningún
acuerdo con la demandada, tal y como surge de acta de cierre de mediación
que mediante este acto se adjunta, quedando habilitada la vía judicial.

VI.- OFRECE PRUEBA

                        Que siendo la etapa procesal oportuna, vengo a ofrecer la


prueba que hace a mi derecho, consistente en:

1.- Confesional:

                                   La absolución de posiciones del representante legal de la


incoada, en base al pliego que oportunamente se acompañará.

                                  

2.- Documental - Instrumental

1.- DNI del actor.

2.- certificado médico expedido por el Dr. Ceballos

3.- historia clínica labrada en el Hospital Misericordia

4.- constancia de inicio de actuaciones judiciales nº 1792/19

5.- Título de la motocicleta Yamaha.


6.- tarjeta verde motocicleta

7- Acta de cierre de Mediación Prejudicial Obligatoria.

8- siete recibos de sueldo del actor.

                                   3.-Informativa:

                                   a) Al Registro de Propiedad del Automotor a fin de que


se sirva informar titular registral del vehículo Ford Fiesta Do GCW775 al 4/7/19

                                   b) A la Fiscalía de Instrucción Distrito IV Turno 2, a los


fines de que remita copia certificada de las actuaciones sumariales nº 1792/19
SD 2753389/19.

                                   c).- A Emsa Logistica S.A a fin de que se sirva remitir al


Tribunal 1.- Legajo medico del Actor; 2.-  copia certificada de los recibos de
sueldo de la totalidad de las remuneraciones percibidas por el actor, desde el
periodo que va desde julio 2019 a julio 2018 inclusive.

                                   d) Al Colegio de Psicologos de la Provincia de Córdoba,


a fin de que informe el valor de una consulta a la fecha del accidente, y el valor
de consulta a la fecha del responde de la informativa.

4.- Pericia Mecánica                       

                                   Solicito se fije día y hora de audiencia a los fines del


sorteo de un Perito Mecánico en automotores para que el mismo, previa
constatación del vehículo interviniente, inspección ocular del lugar del hecho, la
documental aportada, los relatos realizados, y por aplicación de los principios
técnicos pertinentes, se sirva dictaminar fundadamente al Tribunal sobre los
siguientes puntos:

1.                      Establecer, en base a los daños sufridos por cada vehículo,


cual fue el vehículo embistente y cual el embestido.
2.                      Si de los relatos de los hechos dados por esta parte, se
permite afirmar que los daños del motovehículo de Pereyra  han sido
producidos por la parte delantera del vehículo conducido por el demandado,
explicando técnicamente las razones.
3.                      Establecer la probable mecánica de los hechos,
determinando por que calle circulaba Pereyra y en qué dirección, y por cual
circulaba Borchi y en qué dirección. Además, informar la dirección de circulación
de dichas arterias y si las mismas son de mano única o de doble mano. A la vez,
deberá informar el ancho de la calzada de calle Domingo Zippoli,  y si está
permitido girar desde el punto medio de la calzada hacia la derecha en semi U
para ingresar a calle  27 de abril.
                        Hago reserva de proponer nuevos puntos de pericia, conforme lo
establecido en el art. 264 del C.P.C.

                        5.- Pericia Médica

Solicito se fije días y horas de audiencias a los fines de que se


realicen sorteo de un Perito Médico legista  y un Perito Médico
Psiquiatra para que luego de constatación de los estudios médicos realizados
(certificados – Historias Clínicas, etc.),  de revisión médica del actor, y en
aplicación de los principios técnicos, sirva responder los puntos de esta pericia:

1)       DEBERA DETERMINAR dolencias que padece el denunciante en relación


con las expresadas en la demanda, naturaleza, carácter en cuanto a si las
mismas ocasionan una incapacidad parcial o total, permanente,
consolidadas o definitivas, calificación medico legal y grado o porcentaje
de incapacidad del denunciante. Deberá determinar cual es el nexo
causal entre  el accidente denunciado en la demanda y las secuelas
padecidas indicando si estas últimas son secuelas ocasionadas en forma
directa por dicho accidente, dando cuenta debida fundamentación al
respecto;

2)      Deberá indicar detallada y acabadamente cual es el estado clínico del


actor y su sintomatología, consignando exhaustivamente el resultado del
examen físico realizado al actor;

3)      Determine si dichas dolencias tienen relación de causalidad con el


accidente de tránsito sufrido por el actor denunciado por el actor en su
demanda, explicando detallada y fundadamente el mecanismo causal de
las mismas.

4)      Deberá determinar los porcentajes de invalidez de acuerdo al baremo


dec. 659/96. Es decir deberá indicar los grados de limitación funcional
(según patología denunciada si correspondiere), deberá indicar en caso
de complicaciones neurológicas cuales son las mismas; y todo otro dato
medico a su entender.

5)      Deberá tener especialmente en cuenta los factores de ponderación y


fundamentar en cada caso porque corresponde el porcentaje asignado

6)      Deberá dar debido fundamento de todas y cada una de sus conclusiones


e indicar las limitaciones funcionales que presenta el actor en grados,
como así también si presenta secuelas neurológicas o de otro tipo como
consecuencias de las tareas desarrolladas denunciadas en la demanda.

7)      Deberá realizar un adecuado y amplio examen físico y neurológico


consignado la clínica que presenta el actor, y las limitaciones funcionales
en grados. Asimismo también deberá considerar las complicaciones
neurológicas que pudieran existir y asignar el porcentaje de incapacidad
que le corresponde.

8)      Deberá manifestar cual es la importancia en la elaboración de un


informe pericial, de que el mismo medico que emite el informe médico
realice en forma personal la constatación del estado clínico o examen
físico del actor. Es decir deberá manifestar si es relevante en la causa, la
revisión clínica en forma personal, por el médico, del estado del paciente.

9)      Deberá expresar que significa lo consignado en los estudios realizados


por el actor y si esto tiene relación con la/s dolencia/s denunciada/s en
demanda  y con las tareas desarrolladas por el actor.

10)  Se hace reserva de ampliar temario;

                                 Dejo ofrecido, para el caso, como perito medico de


contralor de esta parte actora al Dr. Tomás Ceballos, con domicilio en calle
Ayacucho 72, piso 2 of. 207, Córdoba;

 
                                   6.- Testimonial.-

                                   De los siguientes testigos:

                                   a.- Diego Sebastián Cobos con domicilio en calle Ancalan


1080, Barrio Parque República

                                   b.- Ayelen Cura, con domicilio en calle Dean Funes 4733.-

                                   c.- Antunez Ramirez Oscar Raul, con domicilio en San Juan
1513, Villa Allende Lomas.

                                   d.- Hector Luico Lafure, con domicilio en calle Domingo


Irós 678.

                                   e.- Marcelo Lugones, con domicilio en calle Carlos Conci


139, Barrio Don Bosco.

                                   VIII.- BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS

Que siendo ésta la primera oportunidad procesal,  vengo a


solicitar se me conceda  el beneficio de litigar sin gastos en los términos de los
arts. 101 al 109 del C.P.C., sus correlativos y concordantes, solicitando a V.S. me
exima de cumplimentar los gastos judiciales que resulten menester para la
admisión de los presentes autos.

Que a los fines de un mayor orden, se presentará la


solicitud de beneficio de litigar sin gastos por cuerda separada, por expediente
Conexo, ante este mismo Tribunal y Secretaría, por lo que solicito se certifique
dicha circunstancia por Secretaría.

Que sin perjuicio de ello, debe tenerse presente lo


establecido por la Ley impositiva anual, la que establece como monto de tasa
de justicia al inicio del juicio por reclamo de daños y perjuicios
extracontractuales, el equivalente a 1,5 jus.

                                   IX.- APLICACIÓN LEY 10.555


                                   De conformidad a lo establecido en el art. 1 de la Ley
10.555, y atento a que conforme surge de los términos de la constancia de
actuaciones sumariales, no se encontraría controvertida la existencia del
siniestro sufrido por esta parte, ni la participación del demandado en el mismo,
sino solamente los daños sufridos, y el monto de los mismos, solicito a V.S. la
aplicación al presente proceso de la Ley 10.555, fijando en su oportunidad la
audiencia preliminar correspondiente. 

 
 

V.- CITACIÓN EN GARANTÍA:

Que al momento del hecho el vehículo del


demandado Ford Fiesta Do. GCW775 asegurado en la la compañía ESCUDO
SEGUROS S.A., con domicilio en calle Figueroa Alcorta 153/157, de esta ciudad
de Córdoba, es que solicito se la cite en garantía, en los términos del art. 118 de
la Ley de Seguros.

                                    VIII.-DERECHO:

                            Fundo mi derecho en las disposiciones de los artículos 1716,


1737, 1738, 1740, 1741 y concordantes del Código Civil y Comercial de la Nación.

IX.- PETITUM

Por lo expuesto a V.S. solicitamos:

a.- Me tenga por presentado, por parte y con el domicilio


constituido.

b.- Admita la presente demanda, imprimiéndole el trámite de juicio


ordinario.

c.- Cite a la compañía aseguradora denunciada en los términos del


art. 118 de la Ley de Seguros.
d.- Cite y emplace a la demandada para que comparezca a estar a
derecho.

e.- Tenga por acompañada la documental que se expresa.

f.-  Al dictar sentencia, haga lugar a la acción instaurada y condene al


demandado a abonar el capital reclamado, con más intereses desde la fecha del
hecho y hasta el efectivo pago, con costas.

Proveyendo de Conformidad, SERA JUSTICIA

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