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LOS HECHOS
1) Antecedentes de la relación laboral
a) Mi mandante, se desempeñaba bajo subordinación y dependencia
para don ALEJANDRO PIZARRO PALACIOS, de acuerdo a contrato
de fecha 1º de Septiembre de 2020, prestando servicios como
carpintero, en proyecto Inmobiliario de INMOBILIARIA IMAGINA
S.A., ubicado en EXEQUIEL FERNÁNDEZ Nº 419, Comuna de
Ñuñoa. Debido a que Alejandro Pizarro era Contratista de la
demanda solidaria;
b) La remuneración mensual estaba constituida por un sueldo base de
$350.000.- más gratificación legal;
c) La jornada de trabajo era de ________
ELDERECHO.
RESPONSABILIDAD DEL EMPLEADOR Y DEMANDA SOLIDARIA
La responsabilidad que le cabe a la empresa empleadora deviene en primer
lugar del mandato del artículo 184 del Código del Trabajo, de lo previsto en
los artículos 188, 189, 190, 191 y 210 del mismo cuerpo normativo, y de
las normas contenidas en los artículos 5, 6, 65, 66, 67, 68 y 69, de la Ley
16.744, habiendo la jurisprudencia realizado un acabado desarrollo de la
naturaleza y alcances de esta obligación, la cual ha calificado como una
obligación legal, superior y de orden público; así como ha determinado que
el empleador responde hasta por culpa levísima, según lo establecen, entre
otros, los fallos que a continuación se citan.
a) Artículo 184 del Código del Trabajo: Culpa Levísima. La
responsabilidad que cabe a la demandada en el accidente materia de
autos se encuentra claramente configurada, a la luz de la descripción
anterior. Del análisis de los hechos, se colige el accionar culposo :
negligente e imprudente, de éstas. Esta responsabilidad ha sido
calificada por un importante sector de la jurisprudencia como hasta
por culpa levísima, incluso se ha llegado a sostener que es una culpa
objetiva.
Reciente fallo de la Corte Suprema, de fecha 12 de marzo de 2013,
reitera el criterio de la responsabilidad objetiva del empleador, al
establecer: “La ley o el contrato pueden imponer obligaciones a
las partes, en este caso al empleador de otorgar condiciones
seguras de trabajo, ese es el objeto de la obligación que se
simplifica al determinar su clasificación en una prestación que
puede ser de dar, hacer y no hacer, en la especie de actividad y
omisión: realizar todo lo necesario para garantizar la salud e
integridad del trabajador (artículo 184 del Código del Trabajo) y
de abstenerse de implementar acciones que afecten, puedan
afectar o pongan en riesgo igual bien jurídico, relevante para el
legislador” ( sentencia en causa Rol 7113-2010, Ortiz Faúndez y
otros con CODELCO).
En tal sentido, el artículo 184 del Código de Trabajo señala “El
empleador estará obligado a tomar todas las medidas necesarias para
proteger eficazmente la vida y la salud de los trabajadores,
manteniendo las condiciones adecuadas de higiene y seguridad en las
faenas, como también los implementos necesarios para prevenir
accidentes y enfermedades profesionales. Deberá asimismo prestar o
garantizar los elementos necesarios para que los trabajadores en caso
de accidente o emergencia puedan acceder a una oportuna y adecuada
atención médica, hospitalaria y farmacéutica”.
De la citada disposición se colige el establecimiento como cláusula
general, la obligación del empleador de “tomar todas las medidas
necesarias para proteger efectivamente la vida y salud de los
trabajadores”.
b) El empleador es deudor de seguridad de los trabajadores. Carga de la
prueba del cumplimiento de esta obligación. Siendo el empleador
deudor de una obligación legal respecto a sus trabajadores, la carga
probatoria es de éste: “El acreedor no está obligado a acreditar la
culpa, sino el deudor debe demostrar que no incurrió en ella, probando
el debido cuidado o diligencia empleado en el cumplimiento”. (Corte
Suprema, de fecha 13 de junio de 2012, Rol No. 2220-2011)
Por su parte la ley 20.123 que entró en vigencia el 14 de enero de
2.007 reguló el trabajo en régimen de subcontratación modificando el
código del trabajo incorporando un nuevo artículo 183-E el cual
complementó lo dispuesto en el artículo 184 del mismo código y
estableció la obligación de la empresa principal de velar por la
seguridad de los trabajadores de los contratistas y subcontratistas.
“Sin prejuicio de las obligaciones la empresa principal, contratista y
subcontratista respecto a sus propios trabajadores en virtud de lo
dispuesto en el artículo 184, la empresa principal deberá adoptar las
medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de todos
los trabajadores que laboran en su obra, empresa o faena y cualquiera
sea su dependencia, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 66 bis
de la ley 16.744 y el artículo 3 del Decreto Supremo 594 de 1999 del
Ministerio de salud”
La obligación de otorgar seguridad del trabajo bajo todos sus aspectos,
es una de las manifestaciones concretas del deber de protección del
empleador, la empresa principal contratista y subcontratista y su cabal
cumplimiento, es de una trascendencia superior a la de una simple
obligación de una de las partes en un negocio jurídico. Dicha
obligación es fundamental, pues busca prevenir los riesgos
profesionales, resguardando así la vida y salud de los trabajadores,
materia de suma importancia tanto para ellos mismos, como para sus
familias y sociedad.
La regulación del cumplimiento de este deber no quiere entregada a la
autonomía de la voluntad de las partes, ni menos aún a la decisión del
empleador. Dicha regulación comprende general una serie de normas
de derecho necesario, cuyo contenido forma y extensión se encuentran
establecidas en normas de orden público. Ello sin perjuicio de otras
normativas adicionales decididas o convenidas con el propio
empleador.
El origen de la obligación solidaria de la INMOBILIARIA IMAGINA S.A.
se encuentra el artículo 183 B del código de trabajo vigente a la fecha
del accidente qué es del siguiente tenor: “La empresa principal será
solidariamente responsable de las obligaciones laborales y
previsionales de dar que afecten a los contratistas en favor de los
trabajadores de éstos, incluidas las eventuales indemnizaciones legales
que correspondan por término de la relación laboral. Tal
responsabilidad estará limitada al tiempo o período durante el cual el o
los trabajadores prestaron servicios en régimen de subcontratación
para la empresa principal. En los mismos términos, el contratista será
solidariamente responsable de las obligaciones que afecten a sus
subcontratistas, a favor de los trabajadores de éstos. La empresa
principal responderá de iguales obligaciones que afecten a los
subcontratistas, cuando no pudiere hacerse efectiva la responsabilidad
a que se refiere el inciso siguiente.
El trabajador, al entablar la demanda en contra de su empleador
directo, podrá hacerlo en contra de todos aquellos que puedan
responder de sus derechos, en conformidad a las normas de este
Párrafo. En los casos de construcción de edificaciones por un precio
único prefijado, no procederán estas responsabilidades cuando quien
encargue la obra sea una persona natural”.
c) Finalmente, la responsabilidad directa de INMOBILIARIA IMAGINA
S.A. se encuentra en el articulo 183-E del Código del Trabajo, que es
del siguiente tenor: “Sin perjuicio de las obligaciones de la empresa
principal, contratista y subcontratista respecto de sus propios
trabajadores en virtud de lo dispuesto en el artículo 184, la empresa
principal deberá adoptar las medidas necesarias para proteger
eficazmente la vida y salud de todos los trabajadores que laboran en su
obra, empresa o faena, cualquiera sea su dependencia, en conformidad
a lo dispuesto en el artículo 66 bis de la ley N° 16.744 y el artículo 3°
del Decreto Supremo N° 594, de 1999, del Ministerio de Salud.
En los casos de construcción de edificaciones por un precio único
prefijado, no procederán las obligaciones y responsabilidades
señaladas en el inciso precedente, cuando quien encargue la obra sea
una persona natural.
Sin perjuicio de los derechos que se reconocen en este Párrafo 1° al
trabajador en régimen de subcontratación, respecto del dueño de la
obra, empresa o faena, el trabajador gozará de todos los derechos que
las leyes del trabajo le reconocen en relación con su empleador”.
PRESTACIONES DEMANDADAS
1) LUCRO CESANTE: El artículo 1556 del Código Civil establece que la
indemnización de perjuicios, comprende el daño emergente y el lucro
cesante ya provengan de no haberse cumplido la obligación de haberse
cumplido imperfectamente. Por su parte el artículo 1557 agrega qué se
debe la indemnización de perjuicios, desde que el deudor se ha
constituido en Mora o si la obligación es de no hacer, desde el
momento de la contravención.
El lucro cesante la diferencia, en este caso entre la entidad de mi
patrimonio tal como estaba el momento de producirse el accidente
laboral el que tendría por medio del aumento que no sea realizado por
causa directa de dicho accidente, y que sin él, ciertamente se hubiese
obtenido o logrado. Es decir, equivale a colocarse en una situación
análoga a la que existía con anterioridad ha ocurrido el accidente.
Por consiguiente, la indemnización por concepto de lucro cesante se
encuentra representada por los emolumentos que dejará de percibir,
don FREDY HERNÁN VALENZUELA CONTRERAS, con ocación de
este accidente, proyectada por los años y meses de vida laboral que le
restan entre esta fecha y el momento en que hubiere de cumplir 65
años de edad, fecha de previsible jubilación por vejez.
Teniendo presente lo precedentemente expuesto el hecho de que el
monto de la remuneración de un Freddy, estando la actividad ascendía
aproximadamente la suma de $443.000.- (cuatrocientos cuarenta y
tres mil pesos) mensuales, si ese valor se multiplica por 12,
obtendremos la remuneración anual ($5.316.000) y luego por años
que van desde esta fecha, hasta la fecha en que cumpliría y 65 años de
edad, (18 años) lo que da un total de $95.688.000.- (noventa y cinco
millones seiscientos ochenta y ocho mil pesos) por concepto de
lucro cesante. Fredy tiene una incapacidad total.
COMPETENCIA Y PLAZOS
La competencia está determinada claramente en el artículo 420, letra f)
del Código del Trabajo, señala que son de competencia de los Juzgados de
Letras del Trabajo, “...los juicios iniciados por el propio trabajador o sus
causahabientes que se pretenda hacer efectiva la responsabilidad del
empleador derivada de accidentes del trabajo o enfermedades
profesionales, con excepción de la responsabilidad extracontractual a la
cual le será aplicable lo dispuesto en el artículo 69 de la ley N.° 16.744...”.
La demandada tiene domicilio en la ciudad de Santiago, por lo que resulta
competente el Tribunal de S.S., según la regla del artículo 423 del Código
Laboral.
A su turno, el artículo 79 inciso primero de la referida Ley N° 16.744,
otorga un plazo de cinco (5) años para reclamar las prestaciones por
accidentes del trabajo. Por ende, la demanda de autos ha sido interpuesta
dentro de plazo legal.