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INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES

DE TAMAULIPAS A.C.

ANTOLOGÍA

GERIATRÍA

Compilador:

Dra. Gabriela Bautista Rojas

Tampico, Tamaulipas, Julio de 2015.

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ÍNDICE
Objetivo de la Antología 4
UNIDAD I.- GERIATRÍA 5
Objetivo 5
1.1 Antecedentes y Concepto de Geriatría 5
1.2 Conceptualización de Gerontología 6
1.3 Concepto de Envejecimiento 8
1.4 Tipos de Envejecimiento 9
1.5 Teorías del Envejecimiento 9
1.6 Necesidades del Anciano 12
Actividades de Aprendizaje de la Unidad I 18
Síntesis de la Unidad I 18
UNIDAD II.- CAMBIOS ANATÓMICOS Y FISIOLÓGICOS DE LA 19
PERSONA SENIL
Objetivo 19
2.1 Cambios Anatómicos y Fisiológicos del Envejecimiento 19
2.1.1 Órganos de los Sentidos 19
2.1.2 Respiratorios 21
2.1.3 Cardiovasculares 24
2.1.4 Renales 27
2.1.5 Metabólicos 28
2.1.6 Gastrointestinales 29
2.1.7 Aparato Reproductor 35
2.1.8 Inmunológicos 37
2.1.9 Piel 38
2.1.10 Osteo-Muscular 40
2.2 Cambios Psicológicos 41
2.2.1 Medio Ambiente del Anciano 45
2.2.2 La Familia del Anciano 46
2.2.3 Comunicación e Interacción 47
2.2.4 Adaptabilidad Social 48
2.2.5 Estado Emocional del Anciano 50
2.2.6 Participación del Senil en Programas Sociales 51

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Actividades de Aprendizaje de la Unidad II 51
Síntesis de la Unidad II 51
UNIDAD III.- ATENCIÓN DE ENFERMERÍA AL PACIENTE SENIL CON 52
ENFERMEDAD CRÓNICO-DEGENERATIVAS
Objetivo 52
3.1 Control Médico 52
3.2 Programa Control 53
3.3 Alteraciones Presentes en el Anciano 55
3.3.1 Alteraciones Respiratorias 55
3.3.2 Alteraciones Cardiovasculares 58
3.3.3 Alteraciones Músculo Esquelético 60
3.3.4 Alteraciones Digestivas 65
3.3.5 Alteraciones Metabólicas 68
3.3.6 Anciano con Problemas Infecciosos y Traumatismo 69
Actividades de Aprendizaje de la Unidad III 70
Síntesis de la Unidad III 70
Bibliografía y Fuentes Consultadas 72

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OBJETIVO GENERAL DE LA ANTOLOGÍA

En el marco de su misión, el INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES DE


TAMAULIPAS, A.C., (ICEST) procura la formación de sus estudiantes, por lo cual la
presente antología se enfoca en el desarrollo y formación de conocimientos de
GERIATRÍA, para estudiantes de la LICENCIATURA EN ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA.
Los temas se presentan de forma sencilla y atractiva para el alumno, con la finalidad de
que crezca su interés por el estudio de esta ciencia. Este manual ofrece descripciones
claras y sencillas de temas de GERIATRÍA, es por ello que se sugiere que se conserve
para su constante consulta y lectura.

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UNIDAD I
GERIATRÍA

Objetivo
Describe los conceptos y antecedentes de la geriatría y gerontología, que le permite
conocer los tipos de envejecimiento, teorías de envejecimiento y las necesidades del
anciano.

1.1 Antecedentes y Concepto de Geriatría

La literatura sobre la vejez cuenta con una dilatada historia, tan antigua como la
humanidad. Pero las consideraciones sobre el envejecimiento han ido variando a lo largo
del tiempo en función de la cultura, de las posturas sociales y morales, y respecto a los
momentos históricos vividos.
Platón y Cicerón. Se referían a la ancianidad como un periodo respetable de la vida muy
condicionado por los periodos precedentes del ciclo tales como la juventud y la madurez
adulta.
Aristóteles opinaba que si bien la enfermedad es la vejez prematura, la vejez es una
enfermedad natural. (Quintanilla, 2010).
La geriatría nace a partir de la falta de interés por los problemas de los pacientes
ancianos que, por su edad avanzada, eran con frecuencia falsamente etiquetados e
incurables. Muchas veces estos pacientes eran rechazados en los programas de
tratamiento médico o rehabilitador, de tal manera que permanecían de por vida en la
antiguamente llamada salas de los crónicos de los hospitales.
A partir del trabajo de Marjorie Warren y su interés por estos pacientes nace en Inglaterra
el primer servicio de geriatría en el West Middlesex Hospital en 1935, donde observaron
que muchos de estos pacientes padecían procesos rehabilitables. En 1946, el Servicio
Nacional de salud inglés crea la especialidad de geriatría, iniciando un estilo de asistencia
al anciano que se extenderá por todo el mundo. En 1974, la Organización Mundial de la
Salud emite el primer informe técnico sobre Organización y Planificación de Servicios
Geriátricos reforzando esta línea de actuación. Posteriormente Naciones Unidas, en la
primera Asamblea Mundial del Envejecimiento en Viena 1982, incluyo entre sus
conclusiones las siguientes recomendaciones:

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 Desarrollar al máximo los servicios sanitarios, tanto a nivel ambulatorio como
hospitalario, en base a las necesidades que presenten las personas en edad
avanzada, contando con la infraestructura necesaria, así como con el personal
especializado que pueda llevar a la práctica una asistencia integral y completa.
 Deberá estimularse la capacitación en todos los aspectos de la Gerontología y la
Geriatría y darles la debida importancia en los planes de estudio a todos los
niveles. Los gobiernos deberán estimular la creación de instituciones
especializadas en la enseñanza de la Gerontología y la Geriatría.
En agosto de 2002 se celebró en Madrid la segunda Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento, en donde nuevamente las Naciones Unidas realizaron más propuestas y
recomendaciones de acción dirigidas a los gobiernos y la sociedad civil:
 Los gobiernos deben asumir como una de sus responsabilidades básicas
garantizar el acceso de las personas mayores a sistemas públicos de salud, que
permitan la adecuada prevención, diagnóstico, rehabilitación y tratamiento. Es
necesario dotar a los profesionales de la salud de la adecuada formación en
geriatría y gerontología.
 Los gobiernos deben impulsar el desarrollo de redes de servicios sociales y
sociosanitarios que permitan en envejecimiento digno en casa, apoyen
eficazmente a las familias cuidadoras y faciliten la incorporación de las mujeres a
la vida laboral. (Abellan, 2006)
En 1909, Nascher (médico austriaco), utilizó el término Geriatría compuesto de dos raíces
griegas:
Estos dos términos tienen una gran importancia, no solo para la enfermería y la medicina,
si no para campos aparentemente ajenos como:
Sociología (Demografía, Arquitectura) y Antropología (Economía e Ingeniería).
(Quintanilla, 2010).
“La geriatría es la especialidad médica que se ocupa de los aspectos físicos, psicológicos,
sociales y funcionales del adulto mayor con o sin alguna enfermedad”. (González,
Pichardo, & García, 2009).

1.2 Conceptualización de Gerontología

La gerontología es la ciencia que estudia los procesos del envejecimiento humano,


básicamente en el aspecto biológico; sin embargo abarca los aspectos psicológicos,

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sociales, históricos, filosóficos y económicos del adulto mayor. (González, Pichardo, &
García, 2009).
Tras la trascendencia de la gerontología, que se ha extendido a estudiar la demografía de
los pueblos, los cambios intrafamiliares sobre sus diversos integrantes cuando uno o
varios de ellos alcanzan edades mayores de 70 años, la influencia del medio externo
sobre la vejez del individuo, los problemas económicos derivados del envejecimiento de
las poblaciones y otros aspectos de importancia capital, que tal vez, en el desempeño
clínico diario no se toma en cuenta.
A los 70 años es común encontrar que en el adulto mayor coinciden diversos estados
patológicos, los cuales requieren una serie de gastos económicos, consumo de tiempo,
incluso abandono laboral por parte del pariente o de su cuidador. En un intento de enfocar
la importancia que tienen los diversos factores no médicos en el tratamiento y evolución
de las enfermedades orgánicas del viejo, enseguida se mencionan algunas muy comunes
que aquejan a este grupo de pacientes.
Retomando los aspectos sociales del individuo que requiere atención gerontogeriátrica, en
no pocos casos el paciente tiene pocos familiares, ninguno o un grupo de amigos limitado
cuyos integrantes no consideran como su responsabilidad el atender más de cierto
número de ocasiones al enfermo, sobre todo por los gastos, el cansancio físico y
emocional que esto acarrea.
Es frecuente que al referirse a un anciano venga a la mente un individuo encorvado, con
bastón, encanecido, con arrugas en el rostro y con una respuesta lenta a su entorno. Sin
embargo no todas las personas de este grupo etario presentan dichas características.
Envejecer es un fenómeno universal, pero al mismo tiempo individualizado. Por lo tanto la
respuesta psicomental del adulto mayor sufre ciertos cambios que aunque no pueden
considerarse del todo normales, debemos diferenciarlo de procesos psicopatológicos bien
establecidos.
Por supuesto, el conocimiento de la psicología del envejecimiento y los factores del
entorno que influyen sobre ésta, hacen de la gerontología una herramienta útil que nos
permitirá establecer aproximaciones diagnósticas que se dan comúnmente en el paciente
viejo. Delirium, demencias, esquizofrenia de aparición tardía, depresión, etcétera, deben
ser distinguidos de cambios conductuales, de la personalidad, memoria e inteligencia,
propios de la edad avanzada.
En cuanto al pensamiento abstracto, sabemos que en el ser humano se ve disminuido
conforme avanza la edad, sin embargo cuando al adulto mayor se le pide la resolución de

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problemas cotidianos y concretos, sus respuestas pueden ser excelentes. No obstante, el
no conocer estos cambios puede ocasionar que un anciano sea despedido de su actual
fuente laboral por “incompetente” o “lento” e “improductivo”, en vez de canalizar
adecuadamente sus años de experiencia y responsabilidad en el trabajo, empleándolos
de forma estratégica en tareas que pueda cumplir.
Es posible que alguna vez en la práctica médica se haya tenido como paciente a un
anciano que llega en silla de ruedas, deshidratado, con hipotrofia muscular y úlceras por
presión. Más de un facultativo, antes de pasar al aspecto puramente técnico de la
medicina tradicional, lo primero que piensa es que se enfrenta a un caso de “abandono
familiar”. No obstante, el maltrato al anciano, aunque bastante frecuente, no está presente
en todos los casos como el relatado anteriormente.
En algún momento es necesario reflexionar y pensar que algunas de estas lastimosas
experiencias se deben a la falta de recursos económicos por parte del familiar, ignorancia,
cansancio o falta de capacitación para mantener la salud de su paciente o seguir una
adecuada prevención secundaria. (González, Pichardo, & García, 2009).

1.3 Concepto de Envejecimiento

El envejecimiento es el resultado de una gran cantidad de factores: la globalización, los


beneficios en la salud y el trabajo, la seguridad social, la información, etc. El
envejecimiento es un producto artificial de la humanidad y, como muchas cosas, ofrece
ventajas y desventajas, por lo que debe asumirse una participación responsable en este
fenómeno con toda determinación y convicción. Más allá de la búsqueda de la eterna
juventud que caracterizo a las generaciones predecesoras, son las actuales las que
buscan la longevidad y experimentan un desplazamiento hacia un envejecimiento
favorable, en buenas condiciones, o las mejores posibles, para no convertir el logro en
infortunio.
Del envejecimiento como sinónimo de declinación o decrepitud se ha transitado a la
propuesta del envejecimiento exitoso, definido como la sensación de bienestar y buen
funcionamiento independientes de la edad cronológica y las circunstancias cambiantes de
la vida. (Quintanilla, 2010).

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1.4 Tipos de Envejecimiento

Envejecimiento ideal: las personas de este grupo son completamente capaces en las
actividades básicas e instrumentales de la vida diaria; no se les ha diagnosticado ninguna
enfermedad crónica; se perciben en muy buen estado físico; su deterioro cognitivo no está
presente, y llevan un estilo de vida positivo, es decir no consumen alcohol o tabaco y
realizan actividad física.
ENVEJECIMIENTO ACTIVO: a estas personas se les ha diagnosticado alguna
enfermedad crónica; presentan dificultad en alguna de las actividades instrumentales de
la vida diaria; consideran su estado de salud bueno; no tienen deterioro cognitivo, y su
factor de riesgo es bajo.
ENVEJECIMIENTO HABITUAL: personas que presentan más de una enfermedad crónica
perciben su estado de salud regular; tienen una ligera incapacidad funcional que no causa
dependencia; su deterioro cognitivo puede ser ligero o no estar presente, y tienen factores
de riesgo bajo o medio.
ENVEJECIMIENTO PATOLÓGICO: las personas de este grupo presentan una mala
autoevaluación del estado de salud; tienen deterioro cognitivo y seles han diagnosticado
enfermedades crónicas. Los factores de riesgo en este tipo de envejecimiento no hacen
diferencia ya que el estado de salud está afectado en varias dimensiones, cualesquiera
que sean los hábitos y comportamientos. En este grupo se encuentran esencialmente
personas cuya sobrevivencia depende de terceros. (González & Ham-Chande, 2007).

1.5 Teorías del Envejecimiento

Se ha publicado gran cantidad de teorías que tratan de explicar las causas del
envejecimiento y los mecanismos que fijan el límite de la duración de la vida de los
animales y de los humanos; a partir del siglo XIX estas teorías se han ido modificando y
aumentando conforme el avance de los conocimientos.
Este progreso permite la enunciación de hipótesis con explicaciones parciales de las
causas del proceso de envejecimiento. Se han propuesto más de 300 teorías del
envejecimiento, algunas sólo con valor histórico, en tanto que otras están basadas en el
envejecimiento fisiológico, y estos conceptos derivan de estudios que muestran que con la
edad disminuyen el rendimiento funcional y la homeostasis, y aparecen cambios
histológicos en los órganos. La mayoría de los investigadores piensa que el deterioro

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asociado con la edad avanzada es causado por fallas en múltiples sistemas fisiológicos
resultantes de variadas agresiones físicas; sin embargo no ha sido posible hasta el
momento dar una explicación única de todos los cambios que ocurren en el
envejecimiento, por lo que muchas de dichas teorías siguen vigentes porque no se han
podido descartar. Mencionaremos algunas teorías de las más destacadas:
TEORÍA INMUNOLÓGICA. Se refiere a la incapacidad del sistema inmunológico de
reaccionar con los mecanismos de defensa habituales a las infecciones y a las
alteraciones de la síntesis de proteínas que protegen a los organismos de la producción
de algunas células neoplásicas, dando como resultado infecciones o tumores mortales.
TEORÍA DEL LÍMITE MITÓTICO. Al ser las células los componentes fundamentales de
los organismos, se piensa que los fibroblastos humanos son incapaces de dividirse de
nuevo después de haber experimentado cierto número de mitosis y que la involución
fisiológica que ocurre con el paso del tiempo se debe a la limitada capacidad de
proliferación celular. (González, Pichardo, & García, 2009).
TEORÍA DE LOS TELÓMEROS Y TELOMERASA. Son secuencias repetidas de ADN y
proteínas asociadas presentes en los extremos delos cromosomas y que se acortan cada
vez que una célula se divide, de manera que este acortamiento cuenta con el número de
mitosis que ha experimentado una población celular. Los telómeros protegen a los
cromosomas y apoyan la transcripción exacta del ADN nuclear, y cuando son demasiado
cortos para que tenga lugar una nueva división celular se observa el fin de la capacidad
mitótica. Por el contrario las células inmortales (que se pueden mantener in vitro) se
protegen contra el acortamiento de los telómeros gracias a la actividad de la telomerasa
que sustituye la actividad de las secuencias teloméricas perdidas.
TEORÍA DE LA PROGRAMACIÓN GENÉTICA DEL ENVEJECIMIENTO. Por el papel
clave del genoma nuclear es lógico suponer que las alteraciones que ocurren en las
células que envejecen podrían derivar de una inestabilidad de la información genética que
reside en el ADN, pues una mutación de este ADN debe alterar la fidelidad de la síntesis
de proteínas con la consiguiente pérdida funcional.
TEORÍA DEL ERROR-CATÁSTROFE. El envejecimiento podría ser resultado de errores
en los mecanismos de transcripción del ARN que llevaría a la síntesis de proteínas
anormales que finalmente terminarían con la vida del individuo.
TEORÍA DE LA MEMBRANA. Es muy probable que al envejecer se desorganicen las
membranas plasmática y de los organelos subcelulares. Las membranas son esenciales
para controlar el medio intracelular gracias a su permeabilidad específica y a la presencia

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de mecanismos de transporte selectivo, y a estas propiedades pueden alterarse debido a
la peroxidación de sus ácidos no saturados por los radicales libres de oxígeno. Se ha
observado que las membranas de neuronas viejas muestran importantes cambios, como
un descenso de su excitabilidad eléctrica y un aumento de la duración de su potencial de
acción, lo que sugiere un predominio de los canales del calcio sobre los del sodio.
TEORÍA DE LOS RADICALES LIBRES Y EL ESTRÉS OXIDATIVO. Los radicales libres
son fragmentos moleculares muy reactivos que pueden dar lugar a reacciones
desorganizadoras no programadas y no sólo podrían causar el envejecimiento, sino
también otros procesos degenerativos como el cáncer, la ateroesclerosis, la amiloidosis y
la inmunodeficiencia. Estas reacciones nocivas de los radicales libres que tienen lugar
continuamente en las células y en los tejidos podrían causar procesos funcionales
mortales. Por otro lado, la acción del oxígeno que asocia los efectos nocivos de este gas
con un aumento en la concentración intracelular de radicales libres, igual que sucede en
las células irradiadas, propone el oxígeno como causa del envejecimiento debido a que
las defensas antioxidantes del organismo no contrarrestan bien este ataque oxidativo, y
las oxidaciones incontroladas que derivan de una pequeña insuficiencia del sistema de
defensa antioxidante podría ser un factor crucial en el proceso de envejecimiento y en la
duración de la vida.
TEORÍA DE LA MUERTE CELULAR APOPTÓSICA. La apoptosis o muerte celular
programada ha sido relacionada con la senescencia in vitro de células y cultivos que
incluyen fibroblastos, linfocitos T, células epiteliales y endoteliales, neuronas y músculo.
La apoptosis es un mecanismo esencial para evitar la acumulación de un exceso de
células en las poblaciones celulares que proliferan a menudo. Este mecanismo se puede
acelerar con el envejecimiento. Por otra parte si en los organismos viejos se observa un
aumento del número de células con lesiones genéticas que conviene eliminar para
prevenir las neoplasias. Es decir, si la producción de nuevas células a través de la mitosis
normal equilibra la pérdida de células por apoptosis se desequilibra con la edad, un
aumento de la actividad apoptótica no compensado por la mitosis, con el consiguiente
descenso de la población celular, tendrá un efecto negativo sobre el rendimiento
funcional.
TEORÍA MITOCONDRIAL DEL ENVEJECIMIENTO CELULAR. El envejecimiento está
ligado a un proceso de desorganización progresiva de las mitocondrias con formación del
pigmento lipofuscina que se deriva en gran parte de membranas mitocondriales oxidadas
que sólo alcanzan niveles importantes en las células terminalmente diferenciadas, y

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puesto que las mitocondrias contienen un sistema genético casi independiente, el genoma
mitocondrial puede tener un papel fundamental en el envejecimiento celular. Este genoma
regula la síntesis de varias proteínas hidrofóbicas de la membrana interna que son
componentes esenciales de los citocromos, citocromo oxidasa y ATPasa, y por tanto, si
este genoma mitocondrial sufre con el tiempo mutaciones u otro tipo de cambios ligados
al estrés oxidativo, se perderá progresivamente la capacidad de regenerar la población
mitocondrial, con la subsecuente pérdida de rendimiento y de resistencia al estrés que
tiene lugar al envejecer.
Es importante destacar que ninguna de estas teorías de una explicación satisfactoria de
las causas celulares y moleculares del envejecimiento en todos los órganos y sistemas
del cuerpo humano. Es probable que varias teorías expliquen de forma integradora el
deterioro celular y que otros mecanismos aún no identificados podrían tener más
importancia en la explicación de los procesos de envejecimiento que los hasta ahora
conocidos. (González, Pichardo, & García, 2009).

1.6 Necesidades del Anciano

La autonomía es un concepto positivo. Se entiende como “la capacidad de un hombre de


desarrollar actividades en la medida en que lo desea” (Organización Mundial de la Salud,
OMS).
Este concepto integra elementos sociales, culturales y económicos, además de los
relativos estrictamente a la salud física o psíquica. Es un concepto amplio, que demanda
del sujeto una serie de capacidades personales o recursos que le permitan desarrollar
aquello que desea.
Enfatizar sobre “lo que desea” es determinante para comprender en su totalidad este
concepto de autonomía y discriminar que participación profesional se debe desarrollar
para garantizar esta globalidad que marca el concepto.
La dependencia estará relacionada con la ayuda requerida para conseguir un nivel
determinado de funcionalidad.
Así, una persona con alto grado de autonomía puede ser más o menos dependiente, en
función de la provisión de servicios que tenga a su alcance.
Si se toma como referencia el modelo de Virginia Henderson, el rol fundamental de la
enfermería consiste en “ayudar al individuo enfermo o sano a conservar o a recuperar la

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salud (o asistirlo en los últimos momentos) para que pudiera cumplir las tareas que
realizaría el solo si tuviera la fuerza, la voluntad o poseyera los conocimientos necesarios.
Con objeto de facilitar esta tarea, sería conveniente interesarse por algunos de los
conceptos de los que parte el modelo de Virginia Henderson:
 Necesidad
 Manifestaciones de dependencia e independencia
 Fuentes de dificultad
 Relación de ayuda
A partir del modelo conceptual de Henderson que aquí se ha adoptado, se propone una
guía orientada hacia la toma de información en las 14 necesidades fundamentales que
contempla el mencionado modelo que, además de captar manifestaciones de
dependencia en la satisfacción de cada una de ellas, permita delimitar la fuente de
dificultad para dicha insatisfacción, así como especificar los recursos, habituales o no,
esperados o no, formales o no, de los que el mayor dispone para dar solución a su posible
problema; en la idea de que una valoración positivista que contemple la búsqueda de
capacidades residuales es de gran conveniencia en la intervención con los mayores. No
se describen la necesidad 6, seleccionar la vestimenta adecuada, ni la 13, participar en
actividades recreativas, que se engloban en otras en el cuidado del anciano.
NECESIDAD DE RESPIRAR NORMALMENTE. Se deberá obtener información acerca
de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Frecuencia respiratoria y cardiaca: cifras y características, así como si se
mantienen durante la realización de las actividades básicas de la vida diaria.
 Tensión arterial: cifras, regulación y mantenimiento.
 Coloración de la piel y de las mucosas.
 Tos y sus características.
 Mucosidades: características y facilidad para su liberación.
 Circunstancias que influyen en su respiración y donde se hará constar todo lo
referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como tabaquismo, disnea, fatiga,
oxigenoterapia, aerosolterapia, inhaladores, etc., así como otros datos de interés a
considerar.
 Recursos que conoce o utiliza para facilitar su respiración.
 Otros datos de interés.

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 Dificultad observada o expresada para la satisfacción de esta necesidad.
 Fuente de dificultad. (García, Rodríguez, & Toronjo, 2012).
NECESIDAD DE COMER Y DE BEBER ADECUADAMENTE. Se deberá obtener
información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Talla y peso, así como las oscilaciones de éste.
 Costumbres alimenticias: gustos, apetito, horario y tipo de dieta habitual.
 Ingesta de líquido al día.
 Capacidad para comprar y preparar sus comidas.
 Capacidad para masticar, para tragar y beber.
 Circunstancias que influyen en su alimentación o hidratación, donde se hará
constar todo lo referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas,
medicación, preparados, procedimientos específicos asociados tales como hábitos
alimenticios, náuseas, vómitos, gases, indigestión, vitaminas, minerales,
antiácidos, etc., así como otros datos de interés que se deban de considerar.
NECESIDAD DE ELIMINAR POR TODAS LAS VÍAS CORPORALES. Se obtendrá
información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Características de la eliminación vesical y digestiva: frecuencia, descripción del
producto (color, olor, consistencia, etc.) dificultades para el acto de la eliminación.
 Circunstancias que influyen en su eliminación, donde se hará constar todo lo
referente a: ausencia o presencia de hábitos, procedimientos específicos
asociados tales como retenciones, incontinencias, estreñimiento, diarrea, laxantes,
diuréticos, pañales, sondas, sangrado posmenopáusico, etc.
 Recursos que conoce y que utiliza para facilitar su eliminación urinaria y digestiva.
NECESIDAD DE MOVERSE Y DE MANTENER UNAS POSTURAS ADECUADAS. Se
debe obtener información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Se realiza con normalidad las actividades básicas de la vida diaria.
 Actividad física que hace: tipo, frecuencia, duración, etc.
 Circunstancias que influyen en su actividad habitual, donde se hará constar todo lo
referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como problemas podológicos, dolor,

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analgésicos, tranquilizantes, inmovilización provocada, restricciones a la movilidad,
etc., así como otros datos de interés que se deben considerar.
NECESIDAD DE DORMIR Y DE DESCANSAR. Se debe tener información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Hábitos de sueño: horas, horario, número de despertares o levantamientos
nocturnos.
 Sensación subjetiva de descanso al levantarse.
 Circunstancias que influyen en su descanso, donde se hará constar todo lo
referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como insomnio, somnolencia diurna,
tranquilizantes, hipnóticos, ansiolíticos, sueroterapia, sondas, ataduras, etc.
NECESIDAD DE MANTENER LA TEMPERATURA CORPORAL DENTRO DE LOS
LÍMITES NORMALES. Se obtendrá información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Si experimenta sensación de calor o de frio de acuerdo con los cambios de la
temperatura ambiente.
 Si tiene sensación de uniformidad de la temperatura corporal.
 Circunstancias que influyen en su temperatura corporal, donde se hará constar
todo lo referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como ambientes de exposición,
alcoholismo, fiebre, tranquilizantes, estufas, ventiladores, etc., así como otros
datos de interés que se deban considerar .
 Recursos que conoce y que utiliza para mantener su temperatura corporal dentro
de los límites adecuados.
NECESIDAD DE MANTENER LA HIGIENE CORPORAL Y LA INTEGRIDAD DE LA PIEL.
Se debe obtener información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Hábitos higiénicos: frecuencia, modalidad, útiles de preferencia, etc.
 Estado de limpieza de: piel, uñas, cabello, boca, dentadura, prótesis.
 Si ha habido cambios recientes en su piel: manchas, heridas, etc.
 Circunstancias habituales que influyen en su higiene, donde se hará constar todo
lo referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como infraestructuras, prótesis,

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tranquilizantes, etc., así como otros datos de interés que se deban considerar.
(García, Rodríguez, & Toronjo, 2012).
NECESIDAD DE EVITAR LOS PELIGROS AMBIENTALES Y LAS LESIONES A OTRAS
PERSONAS. Se debe obtener información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Medidas de salud que lleva a cabo, vacunaciones, chequeos, autoexploraciones,
etc.
 Orientación espacio temporal.
 Si ha habido cambios recientes en su vida; pérdidas, cambios de residencia,
enfermedades, etc.
 Circunstancias que influyen en su protección, donde se hará constar todo lo
referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como botiquín, riesgos ambientales,
déficits de movilidad o sensoriales, tranquilizantes, etc., así como otros datos de
interés que se deban de considerar.
 Recursos que conoce y utiliza para favorecer su seguridad física y psicoemocional.
NECESIDAD DE COMUNICARSE CON LOS DEMÁS Y DE EXPRESAR EMOCIONES.
Se debe obtener información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Si entiende y se hace entender.
 Si expresa sus deseos y sus opiniones.
 Si mantiene contactos sociales: modalidad y frecuencia.
 Si está al día de la actualidad cotidiana.
 Si es capaz de expresar y vivir su sexualidad.
 Circunstancias que influyen en su comunicación, donde se hará constar todo lo
referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como estatus cultural, pertenencia a
un grupo social, presencia o ausencia de un grupo de apoyo, soledad, dificultades
para pedir ayuda, uso de tranquilizantes, presencia de una traqueotomía, etc., así
como otros datos de interés que se deban de considerar.
NECESIDAD DE VIVIR DE ACUERDO CON SUS PROPIAS CREENCIAS Y VALORES.
Se debe obtener información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Su filosofía de vida.
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 Si encuentra un sentido a su vida.
 Su actitud ante la muerte.
 La importancia de la religiosidad o de la espiritualidad en su vida.
 Las creencias y los valores personales relacionados con la salud y el bienestar.
 Circunstancias que influyen con su filosofía de vida y en su toma de decisiones,
donde se hará constar todo lo referente a: ausencia o presencia de hábitos,
problemas, medicación, procedimientos específicos asociados tales como
prohibiciones, rol en función de su sexo, prácticas religiosas o alternativas
comunitarias, etc., así como otros datos de interés que se deban considerar.
 Recursos que conoce y que utiliza para satisfacer su espiritualidad.
NECESIDAD DE OCUPACIÓN Y DE OCIO PARA AUTORREALIZARSE. Se obtendrá
información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Asunción de su actual rol.
 Satisfacción con su vida pasada.
 Realización de actividades económicas o administrativas que conlleven un manejo
de dinero o de documentos, según sus necesidades.
 Si lleva a cabo actividades de ocio según sus gustos.
 Circunstancias que influyen en su realización personal, donde se hará constar todo
lo referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación
procedimientos específicos asociados tales como autoconcepto y autoimagen,
actitud familiar, cansancio del cuidador habitual si es que lo hubiera, recursos
comunitarios a su alcance y uso que hace de ellos, así como otros datos de interés
que se deban de considerar.
NECESIDAD DE APRENDIZAJE. Se debe obtener información acerca de:
 Patrón habitual de satisfacción de esta necesidad y cambios recientes en él.
 Interés por su entorno sociosanitario.
 Recursos educativos de su entorno sociosanitario.
 Circunstancias que influyen en su aprendizaje, donde se hará constar todo lo
referente a: ausencia o presencia de hábitos, problemas, medicación,
procedimientos específicos asociados tales como conocimiento de su actual
estado de salud, fuente usual para su aprendizaje sanitario (médico, profesional

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enfermero, amigos, libros, etc.), capacidades o limitaciones, etc., así como otros
datos de interés que se deban considerar.
 Recursos que conoce o que utiliza para favorecer su aprendizaje. (García,
Rodríguez, & Toronjo, 2012).

Actividades de Aprendizaje de la Unidad I

1. Elabora un ensayo sobre las necesidades del anciano según Virginia Henderson.
2. Participa en el Foro “Envejecimiento y Vejez”.
3. Soluciona el cuestionario de evaluación del contenido temático de la unidad I.

Síntesis de la Unidad I

La geriatría es un área de la salud tan importante en nuestros tiempos, debido que somos
cada vez a nivel mundial una población adulta mayor, personas de más de 60 años, y que
existen lugares especiales con personal capacitado en el área de geriatría para atender
las necesidades de los adultos mayores, los cuales pueden ser desde programas
sociales, cubrir sus necesidades de aprendizaje, de ocio, de higiene corporal, de
invalidez, entre otras; la importancia que tiene la salud mental de estos pacientes y como
la familia forma parte del cuidador.

18
UNIDAD II
CAMBIOS ANATÓMICOS Y FISIOLÓGICOS DE LA PERSONA SENIL

Objetivo
Analiza el fundamento de los cambios propiciados en el senil, siendo capacitado para
brindar orientación y atención a este grupo de personas.

2.1 Cambios Anatómicos y Fisiológicos del Envejecimiento

El envejecimiento es un proceso normal, por tanto la presencia de enfermedades debe


considerarse como anormal. Algunos cambios que se presentan con mucha frecuencia,
como lo aterosclerosis, no pueden considerarse normales, debido a que las personas que
ingieren pocos productos animales tienen menor incidencia, de manera semejante,
cuando se considera a la catarata como algo natural de las personas de la tercera edad,
es un error, porque aquellas que tienen un mayor tiempo de exposición a los rayos
ultravioleta tienen una incidencia superior de esta patología.
Mientras más años tienen las personas, mayor es la frecuencia de problemas patológicos.
Sin embargo, hay una gran variedad entre sujetos, debido a que las diferencias en la
presentación de entidades nosológicas muestran mayor diversidad cuando se toma en
cuenta la edad avanzada, las funciones orgánicas tienen cambios hora con hora, día con
día. (D´Hyver & Gutiérrez, 2009).

2.1.1 Órganos de los Sentidos

Para cualquier humano es indispensable recibir información del ambiente que le rodea,
los estímulos que recibe el cuerpo día con día, momento tras momento, segundo a
segundo, permite contar con los datos para vivir en lo individual como en lo colectivo.
Los órganos de los sentidos son los responsables de captar y transmitir al cerebro ese
complejo paquete de información.
TACTO. Ayuda a no sufrir accidentes que se originen de piquetes, quemaduras,
cortaduras, etc., de esa manera se facilita la integridad física.
OJOS. La edad es el factor de riesgo más importante para el deterioro ocular, es
importante entender que mientras la población siga envejeciendo, la morbilidad ocular
seguirá en aumento.

19
En ausencia de patología ocular, el 90% de los individuos entre 75 y 85 años de edad son
capaces de mantener una agudeza visual de 20/25 o mejor.
En las pestañas se observa una disminución en cantidad y en longitud, esto favorece que
las partículas suspendidas en el aire irriten la conjuntiva ocular, lo cual, relacionado a la
pérdida parcial de grasa periorbitaria, favorece la presentación de conjuntivitis infecciosas
y condiciona una exoftalmía discreta. En los párpados, el tejido de colágeno de la dermis
degenera y produce elastosis senil. La atrofia cutánea puede favorecer blefarocalasia, que
llega a ocluir en forma parcial la hendidura palpebral. Todo esto favorece la aparición de
entropión senil.
La glándula lagrimal se atrofia, se modifica la secreción de la lagrima en su cantidad, por
tanto, la película precorneal, esto favorecerá el ojo seco y el ardor que muchos ancianos
sienten en el ojo.
La esclerótica presenta placas hialinas y en la córnea pueden producirse depósitos
lipídicos extracelulares, se presenta una disminución celular en el endotelio corneal a
partir de los 40 años de edad, lo cual ocasiona rigidez corneal y puede dar lugar a
astigmatismos inversos.
La pupila tiende a ser más chica, debido a la lasitud del músculo iris, esto provoca lentitud
en la adaptación a la oscuridad, como primer dato de envejecimiento.
OÍDO. Todos los sentidos requieren de una mínima estimulación antes de percibir la
sensación, esto se denomina como umbral, pero en el envejecimiento este umbral se va a
encontrar aumentado, por tanto, la cantidad sensorial necesaria para darse cuenta la
persona deberá ser mayor.
El oído es uno de los sentidos que sufrirá cambios notables, junto con la visión, pero por
fortuna, en la mayor parte de los casos, hay posibilidad de la corrección de la alteración
con el empleo de aparatos o prótesis.
Los oídos tienen dos funciones: la audición y el mantenimiento del equilibrio. La audición
se presenta al atravesar las vibraciones el tímpano y llegar al oído medio, pasan por los
huesecillos y llegar al oído interno donde son convertidas en impulsos nerviosos y
transportadas al cerebro, por medio del nervio auditivo. El control del equilibrio se
encuentra en el oído interno, donde el líquido y pequeñas vellosidades en el conducto
semicircular (laberinto) estimulan el nervio que ayuda a cerebro a mantener el equilibrio.
Con el envejecimiento, las estructuras auditivas se deterioran: desde el pabellón auricular
que crece, en el conducto auditivo externo disminuye el movimiento ciliar, hay atrofia y
deshidratación de la piel, y el cerumen es más espeso, esto favorece la impactación, el

20
tímpano con frecuencia se hace más grueso y los huesecillos del oído medio y otras
estructuras se afectan, y a menudo se hace cada vez más difícil conservar el equilibrio.
La audición puede declinar, en especial para los sonidos de alta frecuencia y en particular,
en personas que han estado expuestas a muchos sonidos en sus años juveniles. La
pérdida de audición relacionada con la edad se denomina presbiacusia, la cual puede
generar muchas alteraciones psicológicas y sociales. (D´Hyver & Gutiérrez, 2009).
La agudeza de la audición puede declinar, comenzar alrededor de los 50 años de edad,
debido quizás a cambios en el nervio auditivo. El cerebro puede tener una disminución
leve de la capacidad para procesar o traducir los sonidos en información significativa. Es
inevitable que se presente cierto grado de pérdida auditiva y se estima que 30% de todas
las personas mayores de 65 años presentan un deterioro auditivo significativo.
GUSTO. Hay aplanamiento y pérdida de papilas gustativas, lo cual altera el sabor de los
alimentos, la atrofia afecta menos al sabor dulce, seguido del salado, esto favorece
cambios en la dieta de las personas de edad avanzada y aumenta los riesgos de
intolerancia a la glucosa, así como de hipertensión arterial, el cambio de alimentación
favorece el déficit de ciertas vitaminas que a su vez fomenta más el aplanamiento papilar,
con lo que se llega a un círculo vicioso de mala alimentación.
Dentro de la cavidad bucal de manera semejante se observan cambios en la mucosa
gingival con pérdida de tejido elástico e incremento en el colágeno, lo cual favorece que
los ligamentos periodontales sean más rígidos y más susceptibles a rotura con el paso de
los años y en consecuencia, a la pérdida de piezas dentales. Las glándulas submaxilares
incrementan el contenido de grasa y tejido conectivo, lo que tiende a favorecer la
xerostomía, cabe recordar que la saliva contiene una buena cantidad de inmunoglobulina
G y A, lubricantes y solventes que permiten la preparación del bolo alimenticio. El
envejecimiento tiende a conllevar menor cantidad de saliva.
OLFATO. Hay que recordar que en comparación con otras especies animales, el bulbo
olfatorio en el ser humano ha disminuido de tamaño y su función ha bajado. Con el paso
de los años hay una mayor degeneración y disminución del número de células que lo
componen, además se vuelve más difícil identificar olores. (D´Hyver & Gutiérrez, 2009).

2.1.2 Respiratorios

El aparato respiratorio es un enlace de interacción constante entre el ser humano y el


ambiente. A través de éste se adquiere oxígeno y se exhala dióxido de carbono,

21
necesarios para el mantenimiento de la homeostasis del cuerpo. Por otro lado, el aparato
respiratorio también se pone en contacto directo con agentes nocivos, como un virus,
bacterias y tóxicos, como humos y polvos con acción directa sobre faringe, bronquios y
pulmones.
Al momento de escribir este capítulo aún no se ha publicado bibliografía amplia y extensa
sobre los cambios que sufre el aparato respiratorio del adulto mayor. Sin embargo, se
hace necesario su conocimiento para entender su vulnerabilidad a diversos estados
patológicos relacionados con el funcionamiento respiratorio de este grupo etario.
Se sabe que las vías aéreas cartilaginosas sufren distensión progresiva al paso de los
años. Y aunque de primera intención pudiera pensarse que este fenómeno representa
una alteración funcional significativa, la capacidad total pulmonar no declina con el
envejecimiento o lo hace muy lentamente. Por otro lado, la disminución de la elasticidad
pulmonar no ha demostrado ser fisiológicamente significativa. De hecho, la cantidad de
elastina en el aparato respiratorio se mantiene constante con el paso del tiempo o cambia
muy poco.
También se sabe que el consumo del oxígeno durante el reposo, y las presiones de la
arteria pulmonar, aurícula derecha y capilares pulmonares, tienen pocos cambios en los
adultos mayores con respecto a individuos más jóvenes. No obstante, comparando ambos
grupos etarios, en el adulto mayor hay aumento significativo de la resistencia de la arteria
pulmonar y la presión capilar cuando realizan ejercicio.
Es importante mencionar que los músculos respiratorios disminuyen su fuerza y
resistencia en aproximadamente 20% al llegar a los 70 años, y se ha observado que estos
cambios inician desde que el ser humano es adulto joven.
Otro cambio importante consiste en que a pesar de que haya una gran variación
interpersonal e intergénero, ocurre dilatación progresiva de los conductos alveolares y de
los bronquiolos respiratorios. Estos cambios provocan disminución de la superficie
efectiva de intercambio gaseoso (hematosis) en aproximadamente 15% al llegar a los 70
años de edad. Se estima que el intercambio gaseoso en lo ancianos disminuye casi 5%
por año en relación directa con la superficie efectiva mencionada anteriormente. La
reducción paulatina de la presión arterial de oxigeno (PaO2) es una de las causas por las
que el paciente geriátrico responde con menos eficacia a la administración de oxígeno
suplementario. (González, Pichardo, & García, 2009).
La respuesta disminuida a los requerimientos de oxigenoterapia es un problema que
puede entorpecer intervenciones quirúrgicas; por ejemplo, la oxigenación basal está

22
disminuida en el paciente geriátrico, tanto que justifica los requerimientos de oxígeno
suplementario por el riesgo de hipoxemia posterior a la sedación, independientemente de
su nivel de saturación basal.
Las alteraciones de la mecánica respiratoria del anciano son modestas en comparación
con los efectos de la edad sobre el control de la respiración. Debido a estos cambios, los
adultos mayores tienen una respuesta significativamente menor a la hipoxemia y a la
hipercapnia. Sin embargo, se ha demostrado que la capacidad de percibir la disnea por el
anciano permanece sin cambios significativos.
Por otro lado, en esta edad el volumen corriente y la capacidad vital forzada la disminuyen
progresivamente, siendo de etiología multifactorial.
Estudios multicéntricos han demostrado que la capacidad vital forzada disminuye entre 21
y 34 ml/año en los varones, y 19 a 29 ml/año en las mujeres. Aunado al punto anterior, el
volumen residual (VR) se va incrementando en proporción con la edad del sujeto; sin
embargo espiratorio.
Los cambios en la circulación pulmonar atribuibles a la edad son prácticamente
imposibles de separar de los ocurridos en la circulación y el corazón del anciano.
Flujos pulmonares
La capacidad total pulmonar (CTP) es el volumen de aire que contiene el aparato
respiratorio al realizarse una inspiración máxima voluntaria. Eso es resultado del balance
entre la fuerza de los músculos inspiratorios, la capacidad elástica del pulmón y la de la
caja torácica. Con el transcurso de los años, parece que la conservación de la CTP es
resultado fortuito de los cambios que sufre el aparato respiratorio del individuo que han
envejecido. (González, Pichardo, & García, 2009).
FACTORES PULMONARES
Hábito tabáquico
Enfisema o bronquitis crónica
Asma bronquial
Neumoconiosis
FACTORES EXTRAPULMONARES
Disnea durante el ejercicio
Obesidad
Desnutrición
Hipertensión arterial sistémica o hipotensión

23
Anormalidades mayores en el electrocardiograma
Diabetes mellitus
Antecedente de cirugía torácica
Polifarmacia
Tabla 1 Factores asociados a la disminución del Volumen Espiratorio
Funcional (González, Pichardo, & García, 2009)

FUERZA DE LOS MÚSCULOS RESPIRATORIOS Y CAMBIOS EN LA GASOMETRÍA


ARTERIAL
Otro factor importante para un adecuado funcionamiento respiratorio es la fuerza y
resistencia de los músculos respiratorios.
Por ejemplo, hoy se sabe que la disminución en la fuerza de contracción muscular del
diafragma en los ancianos es aproximadamente de 25% con respecto a sujetos más
jóvenes. La capacidad vital se reduce conforme se debilita el diafragma, empeorando tal
situación si además hay debilidad de los músculos de la caja torácica y de la pared
abdominal, lo que ocasiona “vaciado” pulmonar incompleto al realizar la espiración.
La gasometría arterial en los adultos mayores al parecer no cambia mucho con respecto a
individuos más jóvenes. Valores como el potencial de hidrogeniones (pH) y la presión
parcial de dióxido de carbono arterial (PaCO2) no cambian significativamente con el
tiempo. Sin embargo, la presión parcial de oxígeno arterial (PaO2) disminuye
gradualmente conforme avanza la edad, sin una repercusión significativa en las
actividades de la vida diaria.
Por otro lado, se dice que el patrón respiratorio cambia con la edad. Los parámetros de
régimen ventilatorio están dentro de los límites de la normalidad y solo la impedancia
inspiratoria específica aumenta con la edad, en tanto que al frecuencia respiratoria
aumenta. (González, Pichardo, & García, 2009).

2.1.3 Cardiovasculares

Los cambios que el envejecimiento ocasiona en el sistema cardiovascular no se


relacionan con los procesos de enfermedad coexistentes, aunque muchas veces estos
cambios pueden facilitar el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, como la
insuficiencia cardiaca; sin embargo, condicionan que todo el sistema sufra adaptaciones
para mantener la homeostasis. Estos mecanismos compensadores ante un mínimo estrés

24
impiden una buena respuesta adaptativa, presentándose fallas como la insuficiencia
cardiaca ocasionada por una neumonía, aun en presencia de un “corazón sano”, debido a
la “hemeostenosis de la homeostasis”, por lo que se deben entender muy bien estos
cambios y los retos a los que se enfrente el anciano, como el ejercicio y las
enfermedades. Otra razón que dificulta entender bien la fisiología cardiovascular del
anciano es la presencia de ateroesclerosis e hipertensión arterial, además, otras de las
complicación esa las que ha de enfrentarse el médico son las manifestaciones clínicas de
las enfermedades cardiovasculares aunadas a las alteraciones de la fisiología, que
forman un mosaico muy variado. No sólo son las manifestaciones del sistema
cardiovascular, sino también las observadas en otros aparatos y sistemas, las que
contribuyen a mayor variabilidad individual.
Los cambios anatomo funcionales se presentan tanto en el corazón como en el árbol
arterial y venoso. (González, Pichardo, & García, 2009).
Hay cambios anatómicos y bioquímicos arteriales que se incrementan con la edad.
Independientemente de la ateroesclerosis, la aorta se alarga y pierde su elasticidad,
debido a fragmentación de las fibras de elastina con aumento de colágena. El incremento
del diámetro de la aorta es de 20% entre los 30 y 70 años, con disminución del pulso y
aumento del volumen sistólico y de la presión arterial sistólica; estos cambios sirven para
mantener la homeostasis hasta los 60 años, pero a mayor edad se requiere incremento
del tejido fibrótico, de la colágena en la íntima y de los depósitos de calcio aun en
ausencia de ateroesclerosis, que contribuye en gran medida al deterioro funcional de la
aorta, disminuye la onda de contra pulsación, y se incrementa el volumen sistólico con
disminución de la perfusión y de la función cardiaca. Se pierde la distensibilidad aórtica, lo
que favorece la presencia de aneurismas.
El trabajo del corazón se relaciona con la resistencia e impedancia vasculares; la primera
con el flujo laminar, y la segunda con la onda del pulso, y la segunda con la onda del
pulso; por lo común la resistencia se relaciona con la microcirculación y la impedancia con
la elasticidad de los grandes vasos. Debido a estos cambios, la presión arterial sistólica
aumenta conforme avanza la edad por disminución de la elasticidad de la aorta, que hace
que se requiera más energía por parte del corazón para mantener una buena perfusión; el
incremento es de 20 mmHg entre los 20 y los 70 años, la presión diastólica también tiende
a aumentar a partir de los 20 años y hasta los 60, años también tiende a aumentar a partir
de los 20 años y hasta los 60, por lo general unos 10 mmHg con una meseta hasta los 80
años, cuando se observa descenso paulatino. Estos cambios son los causantes de la

25
hipertensión sistólica aislada observada a menudo en los ancianos y explican también el
aumento de la presión sistólica cardiaca como del gasto cardiaco como respuesta al
estrés, lo que explica por qué los sujetos sanos pueden desarrollar insuficiencia cardiaca
en ausencia de cardiopatía.
El sistema renina-angiotensina y otros componentes reguladores de la musculatura lisa de
los vasos se encuentran disminuidos por el envejecimiento; disminuyen la renina y la
aldosterona circulantes, y la respuesta a la deprivación de sodio también está
comprometida en el envejecimiento; baja la producción de óxido nítrico, y por lo tanto la
respuesta de la acetilcolina; incrementan las resistencias periféricas; hay mayor trabajo
del corazón y aumento de la presión arterial diastólica. Sin embargo, este incremento de
las resistencias periféricas no se observa en todos los ancianos y es más intensa en las
mujeres.
En la circulación intracraneal aparecen fibras seudoelásticas tipo 3 o de colágena
relacionadas con pérdida de la elasticidad vascular.
El número de capilares también tiende a disminuir. En los monos se ha encontrado que
esta disminución es de 40%; sin embargo, en el humano se conserva la respuesta de
neoformación de capilares al estímulo de las isquemia.
El sistema venoso a partir de los 60 años sufre a nivel femoral con disminución del
diámetro y de la velocidad de flujo sanguíneo en reposo; son el paso de los años esta
reducción se acentúa, disminuye la elasticidad y capacitancia venosa, y por lo tanto el
retorno venoso al corazón.
En la circulación pulmonar se conoce poco lo relacionado a los cambios que el
envejecimiento ocasiona, y la presión media pulmonar se incrementa 60% de los 40 a los
70 años.
Después de los 70 años, en los sujetos sanos se aprecia disminución de 30% de los
miocitos y se estima que la pérdida es de 38 millones por año, lo que ocasiona hipertrofia
concéntrica del ventrículo izquierdo. La pérdida de células funcionales se aprecia más en
el nodo auricular, donde desaparecen cerca de 90% de las células del marcapaso sinusal.
Los cambios observados en el nodo sinusal y en el sistema de conducción ocasionan
prolongación de las ondas PR, QRS y QT, además de predisponer a fibrilación auricular y
a pérdida del marcapaso auricular o bloqueos auriculoventriculares. Estos cambios
originan alteraciones funcionales en el corazón del anciano, observados en el reposo.
(González, Pichardo, & García, 2009).

26
2.1.4 Renales

Las células en el riñón se replican con lentitud. Estudios de la expresión de marcadores


relacionados en el ciclo celular sugieren que las células epiteliales tubulares tienen un
índice alto de proliferación comparado con las células glomerulares, con rango más alto
de proliferación en las células de los capilares endoteliales.
El acortamiento de los telómeros en el riñón es mayor en la corteza que en la médula, lo
cual es de interés, porque coincide con la pérdida de masa en la corteza mayor que en la
médula con el paso de los años. Los cambios con la edad en el riñón reflejan una
acumulación de AGUE (Advance Glycation end Products) en el tejido renal, esto resulta
en una relación alterada de los factores de crecimiento, citosinas y la acumulación de
oxidantes y lípidos. El fenotipo del envejecimiento renal en seres humanos está
relacionado con la pérdida de masa, en particular en la corteza, en con perdida celular
con incremento de la heterogeneidad y la aparición de anormalidades focales. Entre los
principales cambios histológicos en el envejecimiento renal están el deterioro de las
arterias (hialinosis y fibrosis de la íntima de las arterias y hialinosis de las arteriolas),
esclerosis global del glomérulo con reduplicación de la capsula de Bowam, atrofia tubular
focal con pigmentos de lipofuscina, fibrosis intersticial e inflamación en parches.
Incluye además, un incremento de la resistencia vascular renal, disminución de la
filtración y un incremento de la fracción de filtración.
Situaciones no encontradas en un envejecimiento renal normal incluyen proteinuria,
esclerosis focal, hematuria, enfermedades renales en fase final e infarto, como resultado
de una oclusión arterial por lo cual deben considerarse como anormales o patológicas.
El envejecimiento renal está regulado por factores genéticos, estrés intrínseco y los
factores del ambiente externo. La hipertensión y enfermedad cardiaca aceleran el
envejecimiento renal. El fenotipo del envejecimiento renal es atribuible tanto a la
disminución en número de nefronas que funcionan como a la limitación de las nefronas
residuales para sobre llevar el estrés de una enfermedad.
El peso renal se incrementa cerca de 50 gramos a partir del nacimiento hasta alcanzar
400 gramos en el adulto joven, después disminuye por debajo de 300 gramos en la
novena década de la vida.
Vejiga. Hay una pérdida de elasticidad vesical, la capacidad fisiológica tiende a disminuir
en condiciones normales; asimismo, la fuerza muscular es menor, lo que facilita que la
micción sea más frecuente (poliaquiuria), también cualquier patología obstructiva

27
favorecerá la pérdida de pequeñas cantidades de orina, algunos la consideran
incontinencia de esfuerzo. (D´Hyver & Gutiérrez, 2009).

2.1.5 Metabólicos

El mantenimiento del gradiente electroquímico de energía, los procesos de biosíntesis,


procesos catabólicos y el transporte de moléculas son funciones básicas en todo el
organismo mediadas por la tasa metabólica basal. Existe una estrecha relación entre una
alteración en este gasto energético y el envejecimiento, hay una desaceleración natural
del metabolismo con la edad, sin embargo, no es una sentencia de muerte para el
metabolismo; por el contrario la mayor parte del metabolismo de una persona puede ser
controlada mediante el mantenimiento de un estilo de vida activo; una persona puede
mantener un cuerpo de manera eficiente.
Los sistemas orgánicos en los mamíferos están programados (por lo general) para un
reloj de 24 horas, investigaciones han demostrado que este reloj regula los niveles de
energía y por lo tanto el metabolismo. Varias proteínas que regulan el reloj y el
metabolismo están relacionadas y dependen unas de otras.
Factores involucrados en la regulación del reloj-alimenticio: metabolismo La ingesta de
alimentos, tanto en calidad como en cantidad, posee un gran peso. Actualmente, existe
una intensa investigación en el área de la restricción calórica, lo cual puede explicar el
hecho de por qué el síndrome metabólico, en presencia de una dieta hipercalórica, se
asocia fuertemente al desarrollo de enfermedades degenerativas y a una disminución en
la esperanza de vida. La restricción calórica, considerada como una disminución del 30-
40% de una ingesta a demanda libre, ha demostrado un incremento en la esperanza de
vida de hasta un 50% o más (estudio realizado en roedores); esta respuesta se ha
vinculado principalmente con dos moléculas: Las sirtuinas (particularmente, SIRT1), y la
proteína TOR.
Otro compuesto de interés es el resveratrol, un polifenol que se encuentra en el vino tinto
y que tiene la propiedad de incrementar el AMPc y secundariamente, el NAD+, de manera
tal que contribuye a la activación de SIRT1 y consecuentemente, a sus efectos.
Una de las proteínas involucradas en la regulación del metabolismo es la leptina, esta
proteína funciona como un regulador de este reloj de 24 horas a través del control
hormonal y debido a que leptina posee un ritmo de 24 horas y es responsable de
establecer el calendario de otras hormonas, la regla N° 1 de la dieta de esta proteína es:

28
no coma después de la cena; así mismo uno de los temas claves de la dieta de la leptina
es: "comer es tan importante como lo que se come". (Ortiz & D´Arias-Merino, 2012).

2.1.6 Gastrointestinales

El sistema digestivo, desde la boca hasta el ano, presenta una serie de cambios
importantes en los adultos mayores que contribuyen a alteraciones de su estilo de vida y
que también son una importante fuente de polipatología, alterando su economía, dinámica
familiar, desempeño en la sociedad y función de diversas órganos extradigestivos.
Enfermedades hepáticas, gástricas, esofágicas y de la cavidad bucal son frecuentes en
este grupo d edad, con tratamiento propio, pero siempre encaminado al cuidado de la
calidad de vida de estos pacientes. Sin embargo, y a pesar de los muchos cambios
relacionados con la edad que interfieren en el funcionamiento del aparato digestivo, al
parecer las enfermedades intercurrentes del anciano tienen mayor peso para causar una
disfunción significativa del mismo, como alteraciones de la motilidad intestinal secundarias
a neuropatía diabética, angina intestinal por aterosclerosis generalizada, etcétera, pues la
mayoría de los órganos del aparato digestivo ofrecen gran resistencia al paso de los años.
Por lo anterior, el estudio del aparato digestivo del adulto mayor se torna una situación
compleja que implica factores como secreción intraluminal, integración neuromuscular,
absorción y fenómenos de asimilación diferentes a los estudiados clásicamente en el
joven, donde la bibliografía médica aporta día a día conocimientos nuevos, prácticos e
interesantes.
CAMBIOS BUCOFARÍNGEOS Y ESOFÁGICOS RELACIONADOS CON EL
ENVEJECIMIENTO
Las alteraciones en la masticación inician cuando el adulto mayor comienza a perder
piezas dentales, lo que contribuye a la disfagia, en especial cuando otros mecanismos de
la deglución se ven involucrados.
Después de que el alimento ha sido fraccionado por la masticación, la deglución se
efectúa por acción de la faringe y el esófago. Las fases bucal y faríngea de la deglución
están reguladas por control cortical, cuyo destino final es la inervación motora de los
grupos musculares de la faringe. El esófago proximal contiene en su estructura grupos
controlados por centros para la deglución, contenidos en la medula espinal. Los grupos
musculares de la parte media del esófago presentan movimiento debido a inervación
intrínseca entérica, así como extrínseca por el nervio vago.

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Alteraciones como disfagia, regurgitación y dolor torácico retroesternal son frecuentes en
los adultos mayores de 65 años, con prevalencia de 35% informada en la población
general entre 50 y 79 años. Una situación de suma importancia es que la disfagia en el
adulto mayor merece siempre una investigación amplia sobres su etiología, ya que en la
mayoría de los casos se debe a una neoplasia oculta. Además, al parecer el anciano con
una enfermedad esofágica es más susceptible a complicaciones como desnutrición,
aspiración y metaplasia de Barret. De hecho, entre las primeras alteraciones del tubo
digestivo que aparecen entre los ancianos se encuentra el presbiesófago, caracterizado
por disminución de la contractibilidad muscular, ondas musculares polifásicas, relajación
incompleta y pos contracción de predominio en el tercio distal del esófago y del esfínter
esofágico inferior de motoneuronas inhibitorias a lo largo del esófago. Sin embargo, en
sujetos sanos que ya tienen estas alteraciones relacionadas con la edad, no hay
sintomatología significativa y se hacen evidentes si concurren con otros estados
patológicos (demencia, secuelas de enfermedad vascular cerebral [EVC], enfermedades
neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson, miastenia grave, uso de
medicamentos, etcétera).
Los cambios que contribuyen a empeorar la disfagia en el adulto mayor son las
alteraciones de la presión del esfínter esofágico superior, la cual vas disminuyendo con la
edad, además de relacionarse con un retardo en la relajación después de la deglución.
Respecto del grosor de las paredes del esófago, al parecer no hay diferencias ente el
joven y el anciano. (González, Pichardo, & García, 2009).
Los cambios antes mencionados explican en mucho la sintomatología que aparece en el
anciano con trastornos esofágicos, como reflujo, pirosis, dolor retroesternal, y otros más.
CAMBIOS GÁSTRICOS ANATÓMICOS Y DE LA MOTILIDAD ASOCIADOS AL
ENVEJECIMIENTO
A diferencia del joven, las alteraciones del pH gástrico en los adultos mayores no se
deben al aumento en la secreción de ácido clorhídrico; por lo contrario, incluso los
ancianos sin manifestaciones tienen grados diversos de hipoclorhidria, y también han
presentado disminución de la producción de pepsina. En una minoría se ha observado
aclorhidria grave relacionada con gastritis atrófica. Estudios realizados en japoneses
ancianos han tratado de demostrar que entre la aclorhidria y la presencia de Helicobacter
pylori hay una relación muy estrecha que no ha sido del todo comprobada.
Uno de los factores implicados en la reducción de la secreción de ácido clorhídrico
conforme avanza la edad es la disminución en la liberación de la gastrina astral, y aunque

30
algunos autores mencionan que los niveles de gastrina se elevan con la edad, esto se ha
ligado a la presencia de Helicobacter pylori, sin que necesariamente aumente la presencia
de ulceras gástricas y duodenales.
Por otro lado, el retardo en el vaciamiento gástrico se relaciona con dos factores
principales: disminución en la percepción de la distensión gástrica (por lo tanto, se retarda
el inicio de su vaciamiento y pone en contacto a la mucosa gástrica por mucho más
tiempo con agentes nocivos, como los antinflamatorios no esteroideos, AINE), y por el uso
muy común en el adulto mayor de medicamentos con efecto anticolinérgico
(antipsicóticos, antihistamínicos, antiespasmódicos, antidepresivos heterocíclicos,
procinéticos, etcétera).
Una situación constante que incrementa la susceptibilidad al daño de la mucosa gástrica
es la disminución de los factores citoprotectores del estómago. Tanto en modelos
animales como humanos se ha demostrado que las prostaglandinas protectores a este
nivel disminuyen con la edad, y se correlacionan con daño a la mucosa gástrica.
Asimismo, conforme avanza la edad, hay disminución en la producción de bicarbonato
“amortiguador” que protege a la mucosa gástrica de agresiones por AINE, ácido
clorhídrico y pepsina. La disminución en la capa de moco que secreta el estómago, así
como en la producción de iones de sodio, agrava las alteraciones mencionadas con
anterioridad.
Otro factor protector de las lesiones del estómago lo constituye la proliferación de las
células de la pared gástrica, las cuales disminuyen su número de mitosis conforme
avanza la edad. Al parecer tiene que ver mucho con factores de producidos en el
intestino, entre ellos, el factor a de crecimiento y transformación y el factor de crecimiento
epitelial.
El flujo sanguíneo de la mucosa es un factor de suma importancia, ya que aporta
nutrientes a la misma y remueve factores nocivos. La oclusión del tronco celiaco y de
otras arterias importantes por ateroesclerosis en ocasiones no muestra sintomatología si
el estómago tiene circulación colateral importante. Inclusive en la diabetes mellitus con
daño microvascular difuso, se ha observado en adultos mayores que no existen cambios
significativos en el aporte sanguíneo a las paredes gástricas.
En la secreción gástrica se precisa del factor intrínseco para la absorción de la vitamina
B12 por el intestino delgado, la disminución de la secreción de factor intrínseco ligada a la
edad invariablemente se relaciona con gastritis atrófica y no solo con el envejecimiento
por sí mismo. (González, Pichardo, & García, 2009).

31
FUNCIÓN DEL INTESTINO DELGADO RELACIONADA CON LA EDAD
El intestino delgado tiene una reserva funcional importante como resultado de una
superficie muy grande de absorción y secreción. Los daños a estas estructuras no se
observan en forma amplia entre la población de adultos mayores. Inclusive, en varios
estudios se ha observado que la absorción de lactosa, manitol y lípidos en adultos
mayores de 60 años no se altera sustancialmente, lo que indica de manera indirecta que
no hay afección importante a la mucosa del intestino delgado. Sin embargo, lo que se ha
observado es que la absorción de algunos micronutrientes en el adulto mayor disminuye
con la edad, entre éstos la vitamina D, cobre, zinc, calcio, vitamina B12, ácidos grasos y
colesterol. La absorción de otros nutrientes, como vitamina A y glucosa, aumenta con la
edad, lo que ayuda a explicar fenómenos como la “hiperglucemia del anciano”, esto es,
hiperglucemias moderadas que hacen dudar si el adulto mayor padece o no diabetes
mellitus. Respecto del aporte suplementario de micronutrientes, el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos recomienda agregar a la dieta de los adultos mayores de
70 años suplementos ricos en calcio, vitamina B12 y vitamina D.
La superficie intestinal sufre cambios con la edad, caracterizados por atrofia del duodeno
y el yeyuno; además, es importante mencionar que el íleo no sufre alteraciones
importantes directamente relacionadas con el proceso del envejecimiento; sin embargo, la
mayor parte de estas afirmaciones se desprenden de información aportada de modelos
animales.
Algo aún incierto es la alteración que sufren las disacaridasas y las aminopeptidasas
intestinales conforme el individuo envejece, por lo que múltiples autores no determinan de
manera inequívoca que éstas aumenten o disminuyan. Por otro lado, al parecer en los
adultos mayores surge un saciamiento rápido al afecto de los carbohidratos simples
absorbidos por el intestino delgado, lo que contribuye a la deficiencia de otros nutrientes.
Esto podría reflejar alteraciones en la quimiosensibilidad visceral y en las diversas
respuestas hormonales intraluminales. La proliferación de células cripta en todos los
segmentos del intestino delgado, presumiblemente se debe a incremento en el número de
mitosis de las mismas.
En general, la vejez se relaciona con retardo en la maduración o expresión de las células
que integran “los bordes en cepillo” del intestino delgado, igual que las enzimas que
estimulan su función.
Por otra parte, se han observado efectos de la edad, de menor importancia, sobre la
motilidad del intestino delgado, a través de una disfunción neuronal en la mucosa de dicho

32
órgano. Algunas de las sustancias implicadas en este proceso son la sustancia P, el
péptido intestinal vasoactivo, la somatostatina y diversos compuestos que contienen óxido
nítrico.
EFECTOS DE LA EDAD SOBRE LA FUNCIÓN COLÓNICA
A nivel de intestino, el envejecimiento se ha relacionado con múltiples alteraciones en el
crecimiento, metabolismo, diferenciación y respuesta inmune de las células de la mucosa,
lo que ha tratado de explicar la frecuencia con que se presentan en la vejez algunas
patologías como el cáncer de colon, la diverticulosis y las alteraciones de los hábitos
intestinales.
De lo anterior surge la pregunta: ¿La edad avanzada es un factor predisponente
primordial en el desarrollo de cáncer colónico?
Algunos estudios tratan de relacionar un aumento en la susceptibilidad con diferentes
carcinógenos por parte de la mucosa del colon conforme se envejece. Entre los
metabolitos activos que se considera que causan carcinogénesis del intestino grueso se
pueden citar al azoximetano y metilazoximetanol, que inducen una gran estimulación en la
actividad de la ornitindescarboxilasa y de la tirosincinasa, las cuales a su vez generan
procesos mitogénicos desproporcionados en las diversas estirpes celulares del colon. Una
situación similar ocurre con el factor de crecimiento tisular y el factor 1 de crecimiento
parecido a la insulina, que pueden alterar cualquier parte del tracto gastrointestinal.
La diverticulosis y la diverticulitis son situaciones frecuentes en el anciano; lo anterior se
explica debido a que la fuerza ténsil de las paredes musculares del intestino grueso
disminuye con la edad, aunado a ello la colágena en dicho órgano se encuentra
aumentada, lo que predispone a la herniación, además de relacionarse con otros factores,
como aumento de la presión positiva intraabdominal al requerirse de mayor esfuerzo para
la defecación. Otras observaciones incluyen disminución del tránsito colónico y aumento
en el número de contracciones segmentarias, lo que resulta en aumento inadecuado de
resorción hídrica que condiciona la formación de heces duras y secas. Si a lo anterior se
agrega pobre ingesta de alimentos ricos en fibra seguramente el paciente sufrirá
estreñimiento. (González, Pichardo, & García, 2009).
El estreñimiento es un síntoma común en la vejez caracterizado por disminución de la
frecuencia para evacuar y aumento de la dificultad para tal motivo, siendo sus causas
desde anatómicas hasta funcionales. Algunas de las que fomentan la aparición de
estreñimiento en el adulto mayor son: uso de medicamentos con efecto anticolinérgico,
disinergias rectales, hipomovilidad, dieta pobre en fibra, etcétera. Por la alta frecuencia

33
con que se presenta el estreñimiento en la edad adulta, ha sido difícil determinar si el
anciano sano, si sufre estreñimiento o no, ya que algunos estudios han tratado de
demostrar que el tránsito intestinal se enlentece con la edad, sobre todo en el género
femenino. La alteración neuromuscular del plexo mientérico, esto es, la disminución
paulatina en el número y función de las neuronas del tránsito intestinal. En particular
aquellas con alto contenido en óxido tienen participación activa en dicho proceso, además
de observarse disminución en la producción y liberación de acetilcolina por dichas células.
Estudios epidemiológicos indican que la incontinencia fecal ocurre en 10% de los adultos
mayores. Puede ser especialmente devastadora conforme se deteriora la calidad de vida
del anciano y puede ser causa de “colapso del cuidador”.
Se observa con mayor frecuencia en las mujeres que tuvieron complicaciones en el
periparto, con alteraciones del piso pélvico. Algunos estudios sugieren que la función anal
se ve alterada con el envejecimiento, y se caracteriza por cambios como adelgazamiento
del esfínter anal interno, con disminución tanto en su distensibilidad como en la presión
que ejerce para la excreción de la materia fecal.
CAMBIOS HEPÁTICOS Y DE LA FUNCIÓN BILIAR EN EL ADULTO MAYOR
En general, parece haber alteraciones no relacionadas con la edad en los niveles séricos
de diversas sustancias que valoran la función hepática, como la fosfatasa alcalina,
aminotransferasas y bilirrubinas. Sin embargo, estudios dinámicos de la función hepática
revelan que ésta cambia significativamente con el proceso de envejecimiento; incluso en
sujetos sanos el tamaño, el flujo sanguíneo y la perfusión disminuyen entre 30 y 40%
entre la tercera y la décima décadas de vida. Procesos como la desmetilación de la
aminopirina, aclaración de cafeína y eliminación de la galactosa van disminuyendo con la
edad, en comparación son sujetos más jóvenes.
Pese a que en adulto joven se requiere de pérdida mayor al 70% del parénquima hepático
para producirse una disfunción clínicamente significativa, es bien sabido que el hígado del
anciano es más lábil a situaciones de estrés fisiológico agudo (infecciones, traumatismo,
intoxicaciones medicamentosas, etcétera). Esta labilidad se relaciona directamente con
disminución de la capacidad de proliferación celular del hígado caracterizada por
alteraciones a nivel de la proteína mitogénica activada de los hepatocitos, los cuales están
disminuidos en los adultos mayores. Si a lo anterior se suma daño oxidativo por diversos
procesos, el cual se va acumulando durante la vida del individuo, se tendrá una alteración
significativa por peroxidación lipídica de los hepatocitos. Otros factores que de forma

34
importante alteran la función hepática son: dieta pobre, consumo de bebidas alcohólicas,
tabaquismo, estados comórbidos mal controlados y factores de tipo genético.
La prevalencia de colelitiasis se incrementa con la edad por incremento en la capacidad
de la bilis para formar litos, la cual se súper satura con colesterol y bilirrubinato de calcio
para posteriormente cristalizarse. (González, Pichardo, & García, 2009).
El vaciamiento de la vesícula biliar también se vuelve incompleto con la edad, y a partir de
los 35 años se altera paulatinamente, aumentando cada vez más un volumen residual de
bilis que incrementa el riesgo de litiasis biliar; por otro lado, no hay una relación directa
entre la formación de litos y los niveles de colesterol en el anciano, y parece ser más
importante la alteración en el funcionamiento adecuado de la vesícula biliar.
EFECTO DEL ENVEJECIMIENTO SOBRE LA ESTRUCTURA Y FUNCIÓN
PANCREÁTICAS
En este apartado se tratarán las generalidades del páncreas exocrino, el cual tiene una
adecuada reserva en la edad avanzada. Entre sus cambios anatómicos están la pérdida
de peso total de la glándula después de la séptima década de la vida, hiperplasia ductal
epitelial, fibrosis interlobular y de granulación de células acinares. Algunos estudios han
dado a conocer disminución modesta del contenido enzimático y de bicarbonato en la
secreción pancreática, en respuesta a estímulos por parte de la secretina y la ceruleína,
no se ve afectada en forma significativa en los mayores de 60 años.
Sin una estimulación adecuada, tanto de secretina como de ceruleína, teóricamente el
páncreas disminuye en peso, contenido proteínico y de ácido ribonucleico, enzimas y
poliaminas, con reducción de la respuesta a los cambios de composición dietética; no
obstante, estos cambios no han demostrado ser clínicamente significativos.
Con respecto a la síntesis y liberación de amilasa y lipasa pancreáticas en estudios
realizados a roedores, se ha observado disminución de las mismas en ancianos, en
comparación con otros de menor edad, de lo cual no hay datos confiables en humanos.
(González, Pichardo, & García, 2009).

2.1.7 Aparato Reproductor

EN LA MUJER
Los ovarios disminuyen su peso de 25 a 2.5 gramos en la menopausia, hay fibrosis y
disminuye en forma drástica la producción de estrógenos y progesterona ante el estímulo
hormonal hipofisario.

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Los tejidos sensibles a hormonas femeninas sufren involución, relacionándose con
cambios físicos globales. La distribución de la grasa corporal tiende a concentrarse en la
región de la cadera, la proporción de lipoproteínas de alta densidad disminuye mientras
que las de baja densidad aumentan, se favorece el riesgo cardiovascular, sin olvidar la
posibilidad del desarrollo de osteoporosis.
En la región genital hay atrofia uterina, de vagina y de labios tanto mayores como
menores, se pierde elasticidad, hay fragilidad y adelgazamiento de la mucosa vaginal, lo
cual favorece sangrados vaginales e infecciones locales. Una pobre lubricación, más lenta
y en menor cantidad, favorece la dispareunia.
Las mamas también sufren en lo que respecta a la glándula con formación fibrótica, da el
aspecto pendular al seno relacionado con la flacidez muscular.
EN EL HOMBRE
Hay dos puntos en la disfunción hormonal del envejecimiento: a partir de los 40 años,
aproximadamente, las concentraciones plasmáticas de testosterona biodisponible en los
varones comienza a descender de manera paulatina y sus valores son bajos en 5% de los
hombres de entre 40 y 50 años de edad y en 70% de los varones de 70 años. Hay un
incremento en la concentración de globulina fijadora de hormona sexual (SVG), así como
de la afinidad entre ésta y la testosterona. La combinación de estos dos procesos resulta
de un ligero descenso en la testosterona total del anciano; sin embargo, la disponibilidad
tisular de esta hormona está notablemente disminuida de manera notable, por tanto trae
las mismas consecuencias que un hipogonadismo. Sin embargo, cabe mencionar que
muchos hombres conservan concentraciones normales de testosterona a pesar de su
edad avanzada.
Hay un descenso en la producción de testosterona por los testículos, debido a una menor
respuesta por parte de éstos a la estimulación gonadotrópica, de esta manera aumentan
el nivel sérico de la hormona luteinizante (LH; de 1.9+- 0.6 ng/mL en hombres de 37 años
a 2.2 +- 0.6 ng/mL en hombres de 71 años). La segunda causa es que el hipotálamo se
hace más sensible a la retroalimentación negativa por parte de la testosterona. La tercera
es que la conversión de testosterona en estrógenos aumenta de manera considerable en
los tejidos periféricos, y la cuarta razón, ya antes expuesta, es el aumento de la
concentración y afinidad de la SVG por la testosterona. El resultado de todo esto es un
gran descenso en la concentración de testosterona biodisponible en los tejidos periféricos,
causando de esta manera disfunción en los órganos blanco.

36
La espermatogénesis es menor y con un número mayor de anormalidades de los mismos
espermatozoides.
El líquido seminal es menos espeso y se produce en menor cantidad, debido a lo anterior,
la viabilidad espermática es menor y como resultado, la capacidad reproductiva es menor,
sin embargo, puede darse hasta el final de la existencia.
La próstata tiende a incrementar su tamaño y aumenta la frecuencia de cáncer de este
órgano.
A nivel del pene hay esclerosis de las arterias y cuando se adicionan una gran cantidad
de enfermedades (diabetes, hipertensión, etc.) o tratamientos con fármacos que tengan
efecto vascular, puede verse afectada la funcionalidad, aparece lo que se llama en la
actualidad disfunción eréctil. (D´Hyver & Gutiérrez, 2009).

2.1.8 Inmunológicos

La función principal de los leucocitos es la misma en el adulto mayor que en el joven:


mantener la resistencia del huésped a la infección y a la supervivencia inmunitaria. La
función inmunitaria declina con la edad. Concomitantemente hay un riesgo mayor para
desarrollar infecciones, con una mayor morbimortalidad. La alteración en la inmunidad
afecta el pronóstico de muchas enfermedades que se incrementan con la edad, tales
como infecciones o neoplasias. Hay mayor morbimortalidad asociada con infecciones
comunes en adultos mayores de 65 años. Las personas mayores tienen una menor
respuesta a inmunizaciones protectoras como influenza y neumonía neumocócica.
Desde un punto de vista fisiológico, a mayor edad hay una constricción progresiva de la
reserva homeostática de cada sistema. Esta declinación se conoce como homeostenosis,
se evidencia a partir de la tercera década de vida, y es gradual y progresiva, aunque su
rango y extensión varían. La declinación de cada sistema ocurre independientemente de
los cambios en otros órganos, y es influida por la dieta, el ambiente y los hábitos
personales, así como por factores genéticos.
Respecto a la constricción del sistema inmunitario, se conoce con el nombre de
inmunosenescente (senectud del sistema inmunitario [disfunción progresiva del sistema
inmunitario]). En el adulto mayor hay disminución en la reserva de médula ósea,
disminución en la función de las células T y aumento de autoanticuerpos. La alteración en
la función de las células T puede contribuir a la reducción en la respuesta de los
anticuerpos en inmunizaciones.

37
CAMBIOS EN LA RESPUESTA INNATA
 Células Dendríticas. Los adultos mayores tienen menos células dendríticas que los
jóvenes. Sin embargo, mantienen su capacidad de presentar antígenos; por
ejemplo expresando moléculas de superficie e induciendo la activación y
proliferación de linfocitos T.
 Macrófagos. En los adultos mayores los macrófagos apoyan usualmente una
respuesta normal de linfocitos T a antígenos específicos. La producción de
citosinas y expresión de moléculas de superficie es similar en adultos y jóvenes. El
rango de aclaramiento de antígenos por macrófagos disminuye notablemente con
la edad. También la toxicidad de los macrófagos contra células tumorales es baja,
lo que contribuye al incremento en la susceptibilidad al cáncer.
 Célula natural Killer (NK). Con la edad permanecen sin cambio o se incrementan.
Este aumento en la actividad usualmente se asocia con un incremento en las
células que expresan el fenotipo NK.
 Complemento. En los adultos mayores hay una ligera disminución de los
componentes del complemento. Esto es más evidente durante las infecciones
bacterianas, cuando se demuestra que no hay incremento en sus niveles.
CAMBIOS EN LA INMUNIDAD ADAPTATIVA.
 Disminución in vitro a la respuesta de IL-2. Los adultos mayores sintetizan y
responden menos a la proliferación inducida por IL-2. Se ha observado in vitro
que, a pesar de adición de IL-2 exógena, no se restituye la capacidad proliferativa.
 Incremento en la habilidad para sintetizar IFN-ɣ, IL-6 y TNF-α. (González,
Pichardo, & García, 2009).

2.1.9 Piel

El envejecimiento se acompaña de una serie de cambios en los procesos metabólicos


cutáneos, el principio de los cuales es la disminución en la proporción de agua en los
tejidos. La epidermis, si bien continua ejerciendo sus funciones regenerativas, muestra
una disminución en el tiempo de vida media de los queratinocitos (de los 100 días propios
de la infancia a sólo 46 en la vejez), lo anterior se traduce en un adelgazamiento
epidérmico, aplanamiento de las crestas epiteliales y por consiguiente, una reducción en
la capacidad de anclaje dermoepidérmico, que explica la mayor tendencia a la aparición
de ampollas en los ancianos. Los cambios celulares se presentan a expensas de los

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queratinocitos del estrato espinoso, manteniéndose la capa basal inalterada. La
concentración del DNA en los ancianos es similar a la del joven, pero el contenido de
anticuerpos antinucleares (ANA) es menor, en proporción de 80%. Hay, así mismo,
numerosos cambios pigmentarios, algunos inducidos por la luz solar; otros, propios de la
vejez. Entre estos últimos, es notable el oscurecimiento de la piel de genitales, areolas y
región perineal. La mayor parte de las alteraciones propias de la senilidad cutánea sucede
en la dermis. Desaparecen los haces colágenos y degeneran las fibras elásticas aunque
no disminuyen en número. La fibra de colágeno pierde su configuración reticular para
adoptar un patrón paralelo a la superficie del tegumento.
De manera experimental, se ha probado que disminuye su capacidad de resistencia a la
tracción, quizás por un incremento de las uniones intermoleculares sus componentes,
fenómeno corroborado por el aumento de la insolubilidad del colágeno, a medida que
progresa el envejecimiento. La concentración de colágeno cutáneo, sin embargo,
aumenta en forma porcentual con la vejez.
Los anexos participan en este proceso general de cambios. La glándula sebácea en
general disminuye su actividad, esto origina parte del complejo de piel xerótica propia del
anciano. El sebo elaborado también cambia en su composición, con predominio de la
producción de colesterol y escualeno.
La glándula sudorífera ecrina muestra vacuolización de las células y de modo funcional
sufre un retardo en su capacidad secretora, aunque una vez desencadenada la diaforesia,
la cantidad producida es igual a la de los jóvenes. En las glándulas apocrinas disminuye el
contenido de glucógeno y se considera como un estigma de la senilidad, la pérdida del
olor axilar sexual. A partir de los 70 años de edad se reduce la velocidad media de
crecimiento del pelo y desaparece en ciertas áreas mientras que en otras (cejas, fosas
nasales, dorso de nariz) se manifiesta aumento, a veces muy acentuado. Al respecto
existen influencias hormonales, sexuales y hereditarias muy claras.
En cuanto a las uñas, se toman opacas, amarillentas, se pueden engrosar de modo
excesivo y su tasa de crecimiento desciende. La desaparición de la lúnula y acentuación
de la lúnula y acentuación de las estriaciones longitudinales (onicorrexis), así como un
mayor grado de fragilidad, son otros cambios propios de la edad senil. (D´Hyver &
Gutiérrez, 2009).

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2.1.10 Osteo-Muscular

La gran variedad en músculos, huesos y articulaciones hace difícil la diferenciación; sin


embargo, en términos generales, los cambios que se presentan con el envejecimiento
son: pérdida de la masa muscular, disminución de la fuerza y velocidad de contracción
debido a la disminución de fibras musculares tipo II, que a su vez es dependiente de los
estilos de vida como la nutrición, ejercicio, movilidad y enfermedades crónicas que la
persona presenta.
A nivel ultraestructural, los músculos esqueléticos presentan depósito de lipofuscina,
reducción en el tamaño y número de miofibrillas con aumento en la actividad del aparato
de Golgi, así como afección del sistema enzimático (lactato deshidrogenasa, glicerol 3
fosfato deshidrogenasa), lo cual en apariencia representa una reducción de 50% en su
actividad.
Desde el punto de vista histológico, hay reducción en el número de capilares, más no hay
alteración en el empleo de oxígeno.
En el cartílago articular se aprecia disminución del contenido de agua, reducción en los
proteinglicanos en las musculares tipo II, que a su vez es dependiente de los estilos de
vida como la nutrición, ejercicio, movilidad y enfermedades crónicas que la persona
presenta.
A nivel ultraestructural, los músculos esqueléticos presentan depósito de lipofuscina,
reducción en el tamaño y número de miofibrillas con aumento en la actividad del aparato
de Golgi, así como afección del sistema enzimático (lactato deshidrogeriasa, glicerol 3
fosfato deshidrogenasa y trifosfato deshidrogenasa), lo cual en apariencia representa una
reducción de 50% en su actividad.
Desde el punto de vista histológico, hay una reducción en el número de capilares, mas no
hay alteración en el empleo de oxígeno.
En el cartílago articular se aprecia disminución del contenido de agua, reducción en los
proteinglicanos en las cadenas de condroitín sulfato, aumento en el nivel de keratin sulfato
y del ácido hialurónico. Se observan calcificación del cartílago y reducción de la
adaptación al estrés repetitivo.
En el hueso trabecular pierde el soporte horizontal, por tanto, con cualquier trauma puede
producirse colapso. Sin embargo, la remodelación, o sea persiste durante toda la vida,
solo hay que recordar que una gran variedad de hormonas (hormona del crecimiento,

40
estrógenos, andrógenos, etc.) modifican la integridad ósea, por tanto, la variabilidad es
todavía mayor. (D´Hyver & Gutiérrez, 2009).

2.2 Cambios Psicológicos

Los seres humanos contemplamos perplejos que envejecemos; es algo que creemos que
no ocurrirá, que es cosa de otros; se puede pensar incluso que tal vez logremos eludir el
fenómeno. En la naturaleza, los animales rara vez envejecen: el ser humano, al
proponerse controlarla, ha conseguido vivir más tiempo en condiciones cuestionables. La
sociedad tiende a rehusar la vejez; en cambio, se impone como modelo la juventud
(esbeltez, belleza y productividad) y soslaya lo demás. No obstante, tarde o temprano
dejaremos de pertenecer al selecto grupo y seremos relegados orillados a aceptar que la
juventud a largo plazo es solo una fantasía. Entonces se recurre a toda clase de
artimañas para disimular y negar el envejecimiento.
Se equipara la juventud con lo deseable y la vejez con lo indeseable; esta visión negativa
afecta profundamente a las personas y la sociedad, ya que al no reconocer esta realidad
se sufre toda clase de conflictos y, peor aún, se envejece en peores condiciones con la
negación.
El envejecimiento es un fenómeno inevitable y la mejor forma de enfrentarlo es, en
principio, aceptándolo.
Cuando se envejece se afronta tanto la decadencia física y social como la muerte
cercana, dos determinantes mayores que inquietan al espíritu humano. El hecho de ser
una carga y depender de los demás, algo que atemoriza a la mayoría tanto como la
soledad y el dolor que supone el proceso de morir, deja de ser una abstracción y se
convierte en una realidad personal.
Se han hecho muchos esfuerzos para dilucidar que determina una buena o mala vejez y
propuesto muchas formas de evitarla (vanamente) y otras para suavizar sus efectos. Sin
embargo, la que ahora parece una constante, además de la obvia de cuidar la salud, es la
actitud ante la vida. Es por ello que una psicología sana respecto del envejecimiento es
crucial para desarrollar los recursos interiores y exteriores que confieren valor como
personas.
Es común que a edades avanzadas se generan muchos miedos basados en creencias y
pensamientos negativos reiterados por la sociedad y la familia. Se experimenta un gran

41
miedo al cambio, temor que inutiliza mucho más que la decadencia física o mental. Esta
parálisis quita la vida antes que la misma muerte. (Quintanilla, 2010).
En un intento por contrarrestar la ignorancia y el desprecio hacia la vejez; la sociedad es
proclive a referirse a ella con términos inadecuados: edad dorada, plenitud, tercera edad,
senescencia y muchos otros, sin atreverse a decir vejez, viejo, envejecimiento, final. Peor
aún es que se abusa de ellos y en México incluso se oficializa su empleo: “adulto mayor”
es lo políticamente correcto.
Por otra parte, las personas ingresan a tan honorable grupo después de los 60 años o
inmediatamente después de la jubilación, sin considerar el avance individual del proceso
de envejecimiento; el término incluye entonces a una diversidad de individuos, muchos de
los cuales no están viejos en realidad, pero se los etiqueta como tales.
VISION NEGATIVA DEL ENVEJECIMIENTO
Según Robert Butler: “Los individuos de edad avanzada piensan y actúan con lentitud. No
piensan como tanta claridad o tanta creatividad como lo solían hacer.
Están apegados a sí mismos y a su pasado y ya no pueden continuar cambiando o
madurando. Han dejado de aprender satisfactoria, rápidamente, e incluso si pudieran no
desearían hacerlo. Apegados a sus tradiciones personales y a una actitud conservadora
cada vez mayor, detestan las novedades y no están dispuestos a defender nuevas ideas.
No solo han dejado de progresar sino que a menudo son víctimas de regresiones. Entran
en una segunda infancia, con frecuencia atrapados en un egocentrismo cada vez mayor,
exigiendo más de su entorno de lo que están dispuestos a ofrecerle. Se vuelven irritables
e intratables, pero superficiales y debilitados. Viven en el pasado. Están desorientados y
se vuelven distraídos, están llenos de recuerdos y son locuaces. De hecho están absortos
en pensamientos de declive e ideas de deterioro mental y físico. Han perdido muchos
amigos, a su cónyuge, trabajo, prestigió, poder, influencia e ingresos, y no los pueden
reemplazar. A menudo los aquejan enfermedades que limitan sus movimientos, les
impiden disfrutar del placer de la comida y del bienestar. El interés y la actividad sexual
decaen. Su cuerpo esta surcado de arrugas, el flujo de sangre al cerebro disminuye. Débil
y falto de interés constituye una carga para la sociedad, para la familia y para sí mismo,
esperando la muerte”.
LA MENTE
Una de las creencias más generalizadas respecto del envejecimiento es que, con el paso
de los años, la mente se deteriora, que ser viejo significa perder la razón, no poder pensar
ni recordar, mucho menos aprender o continuar con actividades relacionados con la

42
intelectualidad. Por fortuna, solo un pequeño porcentaje de las personas de edad
avanzada sufre problemas de salud que afectan la mente. Lo que indudable es que el
envejecimiento es un factor de riesgo para sufrir demencia. Mantener una mente clara
depende más de las motivaciones, el interés por la vida y sus circunstancias, las reservas
acumuladas y el acceso voluntario a novedades. (Quintanilla, 2010).
La capacidad de la memoria tiende a disminuir hacia los 50 años de edad, pero lo que no
se recuerda son asuntos menores y otros que dejan de interesar. Si “se invita” al cerebro
a mantenerse activo con nuevos retos es probable que el deterioro producto del paso del
tiempo no se presente. En realidad, ocurre lo contrario; el trabajo intelectual y artístico
mejora con la edad. En estudios que implican la observación de grandes grupos por
mucho tiempo, todavía no se demuestra una pérdida de la capacidad cognoscitiva por el
envejecimiento si no hay una enfermedad del sistema nervioso central; se identifica cierta
disminución de la velocidad de desempeño y los reflejos, pero el resto de los dominios en
realidad no se afecta.
LA PERSONALIDAD
Definida como un proceso que distingue y da estructura a la vida, es la forma de
comportarse y moverse mentalmente para responder a los hechos de la vida; es el sello
del ser. Cada uno tiene mejor o peor estructura y esta puede clasificarse: lo cierto es que
se conserva la forma de ser toda la vida. En el proceso de envejecimiento, lo que ocurre
es una exageración de los propios rasgos; en casos extremos se habla de caricaturización
de la personalidad. Aunque las debilidades quizás se tomen evidentes al enfrentar retos
mayores, en ocasiones es posible fortalecerse. Si se observan cambios importantes de
personalidad hasta el punto de catalogarlos como un trastorno o desestructuración, es
probable que exista una enfermedad subyacente como la demencia. Como suele decirse,
“genio y figura, hasta la sepultura”.
En los últimos tiempos, el estudio de los problemas psicológicos ha propuesto el punto de
vista “espectral” es decir, se tiende a no conceder importancia a las etiquetas de
patologías aisladas sino a la evolución de la salud o la enfermedad mental a través del
tiempo. Por ejemplo, lo que en la infancia se reconoce como trastorno de atención
fronterizo, más adelante ser reconocido como un problema bipolar y, por último, como
regresión psicomotriz, en esencia el espectro de alteraciones y manifestaciones que
afectan la funcionalidad de la persona a lo largo de su vida y que sin duda se relacionan y
superponen.

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EL CUERPO
El cuerpo es el vehículo en que se transita por la vida, el sustrato con que se cuenta para
todo y en el que se refleja de manera inconfundible el paso del tiempo. Todos reconocen
los signos de envejecimiento en las arrugas, las canas, las manos deformadas y
manchadas, y una forma de caminar diferente; en el interior, los órganos funcionan, pero
sus reservas son limitadas. Se sucede una gran cantidad de cambios lentos y sutiles que
reflejan el avance de la edad, en mayor o menor medida y en forma diferente para cada
sujeto.
Muchas veces el cuerpo es el interlocutor del anciano; lo usa para comunicarse y suele
ser asiento de expresiones psicosomáticas. Las quejas físicas son el pretexto ideal para
salir, socializar, intentar ser escuchado y atendido.
Algunos problemas como la privación sensorial o los trastornos de la marcha hacen que,
en esta sociedad, los viejos se desempeñen con dificultad y sean sancionados con la
segregación. La declinación de algunas funciones se considera intolerable y se piensa
poco en ayuda a solventar las dificultades que implica; tanto los viejos como los
discapacitados son olvidados y en ocasiones aun despreciados, en forma sutil pero
certera. (Quintanilla, 2010).
VIVIR SOLO
A medida que la familia se reduce y las áreas urbanas crecen, cada vez más personas
viven solas; el número de solteros y viudos se incrementa. Contar con compañía
representa beneficios primordiales, como satisfacción sentimental y psicológica, además
de la posibilidad de contar con atención y cuidados mutuos y la oportunidad de apoyo
material y moral. La especie humana es social y el aislamiento se opone a su naturaleza,
por lo que genera riesgos; por otra parte, remite al concepto de incomunicación,
separación y desamparo. Si bien debe distinguirse de la soledad, que es un sentimiento
interior y no guarda relación con la cantidad de personas que lo acompañan o rodean, el
aislamiento puede ser efecto de diversos factores internos y externos.
El aislamiento o la incomunicación generan soledad impuesta. Es el convencimiento
doloroso de estar excluido, de no tener acceso; es constatar que no se tienen las
oportunidades y satisfacciones que si tienen los demás. El envejecimiento y sus pérdidas
habituales favorecen la experiencia de soledad, pero esta soledad es relativa y se procura
tener grupos de convivencia y redes de apoyo, buscarle un sentido y como Hollants decía,
“hacer familia fuera de la familia”.

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Es necesario diferenciar a las personas que siempre han vivido solas o
predominantemente solas de las que se quedan solas. Aunque en el primer caso los
individuos cuentan con una serie de mecanismos para sobrevivir y ser independientes que
pueden ser favorecedores para envejecer, llega el momento en que, en algunas
circunstancias, requieren apoyo por deterioro funcional y entonces es probable que estén
en desventaja por no contar con las habilidades de socialización que exige una vida en
comunidad, como la de un asilo. (Quintanilla, 2010).

2.2.1 Medio Ambiente del Anciano

Cuidar las áreas en las que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo es importante para
tener una mejor calidad de vida. Por esta razón, te presentamos
algunas recomendaciones, que de acuerdo con el IMSS, debes tomar en cuenta, si vives
o convives con un adulto mayor.
Recuerda que además de amor, cariño y protección, deben sentirse plenos y seguros, ya
que son parte fundamental de nuestra vida.
1. Si la casa se localiza cerca de un lugar ruidoso, como una avenida transitada o
ruta de avión, es conveniente disminuir el ruido utilizando materiales aislantes
como corcho, hule espuma o amortiguarlo con barreras naturales como plantas
altas y árboles.
2. Los lugares más iluminados deben ser la cocina, el comedor y las habitaciones, ya
que son sitios donde se permanece más tiempo.
3. Se recomienda cerciorarse de que los enchufes de aparatos eléctricos no queden
conectados permanentemente en los baños.
4. Evite fumar y si lo hace, no lo haga en el interior de la casa y menos, en la cama.
5. Abra las ventanas todos los días, para que circule el aire.
6. Instala los interruptores de luz en lugares de fácil acceso, como en las entradas de
las habitaciones y baños, así como al inicio y al final de las escaleras.
7. Coloca pequeñas lámparas de noche en sitios estratégicos. Además, ten a la
mano velas y linternas, con la finalidad de que sean fáciles de encontrar, en caso
de que falle la electricidad. (salud180.com, 2015).

45
2.2.2 La Familia del Anciano

Cuidar de una persona envejecida dependiente puede ser una tarea difícil, agotadora y de
enorme responsabilidad; exige realizar actividades para las que tal vez los individuos no
están preparados y no siempre son agradables. Convertirse en cuidador puede tomar por
sorpresa a las personas y es posible que suscite sentimientos encontrados. Los intereses
y dolencias propios pasan a segundo plano para poder atender a otra persona, tal vez
alguien que antes hizo lo mismo o cuando menos compartió dicha responsabilidad. Se
pasa de esposa a madre: los papeles se trastocan. Se inicia un duelo ante las perdidas,
que en las enfermedades crónicas pueden ser significativas y sucederse en el tiempo; ser
cuidador implica también perder actividades y oportunidades. Se deben enfrentar un reto
mayor y echar mano de todos los recursos interiores y exteriores a fin de sobrellevar el
cambio y mantener un equilibro entre la atención de la persona dependiente y la
conservación de la vida y la salud propias.
EFECTOS SOCIALES
Aun en las mejores condiciones, la enfermedad, la invalidez y la dependencia suelen
tomar por sorpresa, lo cual a menudo trastorna el ritmo habitual de la vida. El
funcionamiento interno de la familia empieza a cambiar, tanto las tareas como los papeles
preestablecidos; además de las que ya se tenían, se adquieren nuevas responsabilidades
y se imponen cambios en el estilo de vida (lo cual es en particular grave para el cuidador
ya envejecido). Toda la atención se centra en el enfermo, se descuida el trabajo, se
merma la eficiencia y, en casos extremos, es necesario incluso renunciar al empleo, con
las graves consecuencias que esto supone. Si la cuidadora es casada y tiene hijos,
descuida a otros integrantes de la familia.
EFECTOS ECONOMICOS
Cualquier enfermedad invalidante que exija contratar a personal, especializado o no,
rebasa los ingresos de una familia en común. La economía debe reorientarse y sacrificar
desde las necesidades básicas hasta los placeres más elementales. Se corre el riesgo de
perder el trabajo, y el consiguiente ingreso, dado que no es compatible con las exigencias
del cuidado del enfermo y, en el eventual caso de que se requiera la institucionalización,
no se dispondrá de los recursos suficientes.
EFECTOS EMOCIONALES
Los intereses propios se desatienden y sacrifican por atender al enfermo, de tal modo que
disminuye el gusto por la vida y ello es un factor más para la depresión del cuidador. Las

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crecientes demandas del enfermo son más y a agotadoras y el cuidador se somete a un
estrés que le impone exigencias personales inalcanzables. Se experimentan sentimientos
intensos, como miedo a perder el control, necesidad de otros, perdida de la dignidad,
además de vergüenza, que es otro sentimiento poco reconocido en estos casos. Cuesta
trabajo aceptar la realidad de los problemas crónicos e invalidantes, por ejemplo; en el
caso de la demencia, la fantasía de la locura. El cuidador puede sentirse deprimido,
ansioso, angustiado y aislado socialmente. La carga emocional aumenta si no cuenta con
un interlocutor que escuche sus problemas y lo comprenda sin criticarlo por su
desempeño: no tiene con quien hablar cuando está molesto o tiene problemas, ni alguien
que lo aliente o le carta información. Además, observar el deterioro físico o intelectual de
un familiar produce una gran pérdida.
EFECTOS FISICOS
La movilización del enfermo puede ser una gran carga para el cuidador si es de menor
tamaño y tiene menos fuerza que el paciente, su salud física puede hallarse en riesgo por
el estrés generado. Es frecuente observar pérdida del apetito, trastornos del sueño, fatiga,
llanto constante, falta de descanso y relajamiento, en suma, desatención de la propia
salud. Para muchos, el efecto de estas situaciones puede ser muy negativo, más aun, al
exceder sus recursos, la carga se torna muy pesada y es posible el colapso. (D´Hyver &
Gutiérrez, 2009).

2.2.3 Comunicación e Interacción

Las habilidades de comunicación e interacción, que se refieren a la transmisión de


intenciones y necesidades y la coordinación de la acción social para actuar junto con las
personas, son esencialmente importantes, ya que les permite expresar sentimientos,
actitudes, deseos, emociones, miedos, opiniones, la imagen personal, el atractivo, el tono
de voz, la sonrisa, la postura, los gestos, los componentes lingüísticos, el sentido del tacto
y en general el lenguaje del cuerpo del anciano.
Es posible observar limitaciones en las habilidades de comunicación e interacción en los
adultos mayores, especialmente en aquellos institucionalizados destacándose aún más
cuando se produce una internación permanente o transitoria. (Biondi, 2011).

47
2.2.4 Adaptabilidad Social

Empezamos este apartado con una breve descripción de los modelos o teorías sociales
más barajadas sobre el envejecimiento.
Estas tienen como objetivo explicar la influencia de los factores culturales y sociales sobre
el envejecimiento. Como comento Mishara en el “Proceso de envejecimiento” (1986), las
diferencias entre un modelo y otro son mínimas, con numerosas superposiciones entre
ellas.
Algunas teorías, como la del retraimiento, han dado lugar a numerosas investigaciones;
en cambio otras teorías como la de las subculturas y minorías no han suscitado interés
entre los investigadores.
La teoría del retraimiento postula que el envejecimiento está acompañando de una falta
de confianza recíproca de la sociedad y del individuo. Es decir, que la persona mayor deja
poco a poco de mezclarse en la vida social y como contrapartida la sociedad le ofrece
cada vez menos posibilidades.
La teoría de la actividad mantiene que a las personas mayores se les priva de algunos
papeles, y los que se les priva de algunos papeles, y los que les quedan no están
claramente definidos. El anciano alcanza un estado de anomia (la persona carece de
relaciones significativas como los demás). En esta situación, si unos nuevos papeles no
reemplazan a los anteriores, la anomia tiende a interiorizarse y la persona mayor se
convierte en un individuo inadaptado y alienado, no solo de la situación sino también de sí
mismo. Dentro de la teoría de la actividad, (Atchley, 1977) una vejez lograda supone el
descubrimiento de nuevos papeles que sustituyan a los anteriores o de nuevos medios de
conservar los antiguos.
La teoría del medio social mantiene que el comportamiento en la vejez depende de ciertas
condiciones biológicas y sociales. Es cierto que el medio donde vive la persona mayor
engloba a parte del medio social, los obstáculos que pueda tener en orden mental.
La teoría de los ancianos como subcultura o grupo minoritario fusiona el postulado que
mantenía que las características comunes de las personas ancianas y su aislamiento
explicaban que formen un grupo social aparte.
Strieb (1965) mantiene que en nuestra sociedad las personas de edad se sienten
forzadas a formar una minoría, lo que actualmente es discutible tanto por el aumento del
número de las mismas, como” por el hecho de intentar integrarlas dentro de un grupo no
deseado”. (Quintanilla, 2010).

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Según la teoría de estratificación social, las personas pertenecemos a una determinada
capa o grupo social. Se da el caso de que la capa de las personas mayores está
aumentando notablemente, lo que confirma la tesis Caín de que la capa de los viejos
(poder gris) aumenta en número y fuerza, confiriendo una importancia nueva al hecho de
pertenecer a la capa de edad que comprende la vejez.
Esta capa social es consciente del poder decisorio que tiene a nivel político y económico
en temas como, por ejemplo, la jubilación o los programas gubernamentales de bienestar
social. En nuestra sociedad la vejez es una etapa de vida que está teniendo una creciente
importancia, por el aumento del número de integrantes del grupo al que pertenecer.
En el desarrollo de la sociedad moderna, hay cuatro tendencias que contribuyen al
descenso de la condición de ancianos en la sociedad como resultado de la
modernización. Es una sociedad evolucionada, la tradición es menos importante que la
flexibilidad y el progreso de los conocimientos. Es lo mismo que decir que el valor de las
personas de edad se encuentra disminuido y en cambio el de los jóvenes aumenta
proporcionalmente. El anciano pertenece al “rol sin rol” (descrito por Ricardo Moragas,
1991 en Gerontología Social).
La persona mayor ha perdido el rol del anciano valorado por su experiencia en las
sociedades agrarias. En nuestra sociedad moderna la necesidad de renovarse para
asumir ciertas tareas sitúa a la persona mayor en una posición inferior dentro del mercado
laboral y la debilita económicamente.
Por lo tanto, podemos decir que el anciano no pierde en la estructura del mundo urbano
los dos pilares del poder o los dos poderes primordiales del rol social, que son el dinero y
el conocimiento.
Aquí la expresión del “rol sin rol” toma cuerpo, ya que los ancianos pasan a pertenecer a
un grupo social que no se posee obligaciones, porque en nuestra sociedad estas vienen
dadas por el rol laboral activo, con el consecuente status económico y social.
Así, las personas mayores tienen un rol carente de sentido para los valores de nuestra
sociedad actual. La misma denominación de clase pasiva para referirse a los jubilados
dentro de nuestra sociedad es significativa, porque con ella se pierde tanto negativa,
porque con ella se pierde tanto valor adquisitivo como prestigio, es decir, el status y el rol
social. Por otro lado, no nos ha de extrañar que nuestra sociedad, mayoritariamente
materialista, considere a las personas no productivas económicamente como poco
valiosas. (Quintanilla, 2010).

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2.2.5 Estado Emocional del Anciano

Las características de las emociones:


 Regulan el funcionamiento mental tanto el pensamiento como la acción.
 Las emociones van más allá de los sentimientos.
 Las emociones constituyen las estructuras básicas que guían nuestra vida.
 Son adaptativas influyen en el pensamiento y en la memoria, motiva a la acción
por ejemplo salir de casa.
 Las emociones nos informan acerca de lo que es bueno o malo para nosotros.
 Las emociones comunican sobre nuestras intenciones y disponibilidad para actuar.
Componentes de las emociones:
 Adaptabilidad
 Manejo de la tensión
 Estado de ánimo en general
 Intrapersonal
 Interpersonal
Seis autos para un buen Soporte Emocional
 Autoconocimiento. Vivir conscientemente cuando aprendemos a conocernos en
verdad vivimos.
 Autoconcepto: Aceptarse así mismo, dale a un hombre un autoimagen pobre y
acabará siendo siervo.
 Autoaceptación. Autoafirmación, la actitud del individuo, hacia sí mismo y el
aprecio por su propio valor juega un papel de primer orden en el proceso creador.
 Autoevaluación. Asumir la responsabilidad de uno mismo, el sentirse devaluado e
indeseable es en la mayoría de los casos la base de los problemas.
 Autorespeto. Vivir con un propósito, la autoestima es un silencioso respeto por uno
mismo.
 Autoestima. Integridad personal, solo podremos amar cuando nos hemos amado a
nosotros mismos. (es.slideshare.net, 2015).

50
2.2.6 Participación del Senil en Programas Sociales

Desde 1983, la nueva estrategia de la Organización Mundial para la Salud es lograr una
filosofía de responsabilidad en la participación activa para la obtención de la salud. Para
ello se proponen los tres principios siguientes:
1. Los individuos deben educarse en los conocimientos y procedimientos a su
alcance para conservar y mejorar su salud, al mismo tiempo que evitar provocarse
daños.
2. Los profesionales de la salud deben convertirse en educadores de sus pacientes
y de la comunidad.
3. Los familiares y demás miembros de la sociedad deben colaborar en los procesos
de salud de su propio entorno familiar y de la colectividad. (González J. , 2002).

Actividades de Aprendizaje de la Unidad II

1. Presentación en power point sobre programas sociales del adulto mayor.


2. Participa en el Foro “Medio Ambiente del Anciano”
3. Soluciona el cuestionario de evaluación del contenido temático de la unidad II.

Síntesis de la Unidad II

La geriatría como principal función que tiene es conocer y dar a conocer que el proceso
de envejecimiento es un desarrollo normal y que esto nos lleva a la vejez en la cual
encontramos cambios anatómicos y fisiológicos en nuestro cuerpo por lo que es
importante especificarlos en cada uno de nuestros aparatos y sistemas ya que la perdida
audiovisual, auditiva, atrofia genital en ambos sexos, el aumento de secreciones
respiratorias, la disminución del peristaltismo, la disminución de la fuerza y del
movimiento, la pérdida de masa muscular, el estado emocional de él adulto mayor son
procesos que se presentan en nuestra vida por lo que hay que integrar a la familia a la
sociedad y comunidad para el cuidado de nuestros adultos mayores.

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UNIDAD III
ATENCIÓN DE ENFERMERÍA AL PACIENTE SENIL CON ENFERMEDAD
CRÓNICO-DEGENERATIVAS

Objetivo
Identifica las enfermedades crónicas degenerativas y proporciona los cuidados de
enfermería al paciente geriátrico.

3.1 Control Médico

Al evaluar al paciente geriátrico es necesario tener en cuenta los siguientes factores:


1. Conocer las alteraciones morfológicas y fisiológicas que suceden durante el curso
de la involución del organismo, en el proceso del envejecimiento, con sus
componentes degenerativos.
2. Entender que la homeostasis disminuida, y por tanto inestable, provoca un
equilibrio precario y una línea divisoria muy estrecha entre normalidad y
enfermedad, así como entre fisiología y patología.
3. La disminución de las reservas funcionales, la respuesta inmunológica y las
capacidades adaptativas, entre otros aspectos, determinan un aumento de la
susceptibilidad y vulnerabilidad a los agentes agresores bióticos y abióticos.
4. La extraordinaria diferencia en el proceso de envejecimiento de un individuo a otro
de la misma edad después de los 60 años, hace pensar que cada paciente
geriátrico es distinto, de modo que el viejo aforismo medico de: "No hay
enfermedades, sino enfermos", adquiere mayor relevancia en cuanto a la vejez.
5. Dentro de un mismo organismo los órganos no envejecen a la misma velocidad, y
su involución no obedece a procesos tan específicos y similares como lo fue
durante la infancia o la juventud.
6. El envejecimiento es un proceso que dura toda la vida y está determinado por
factores genéticos o intrínsecos, y ambientales o extrínsecos, que inciden de
diversa manera en los individuos a las diferentes edades.
PERSPECTIVAS DE LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
Percepción de sí mismos. Los adultos mayores desean ser considerados como individuos,
no como miembros de un grupo de edad. La mayoría de estas personas no se visualiza
como "de edad avanzada" en el sentido negativo.

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Siempre es recomendable la presencia de un familiar en la consulta, pero también hay
que recordar que es conveniente la entrevista privada, ya que algunos pacientes se
inhiben cuando están presentes sus familiares.
La esperanza de un trato paternalista. Los adultos mayores en general reverencian a sus
médicos y esperan de ellos un trato paternalista (como lo recibieron de sus médicos en la
juventud), por tal motivo son dependientes del afecto de su médico.
La brecha integracional. El problema de comunicación médico-paciente se acentúa
cuando los familiares no pasan a consulta. Por ello, es muy importante distinguir las
diferencias intergeneracionales y culturales, con el fin de asegurar la ayuda y participación
de la familia, evitando así mal entendido y fracasos terapéuticos.
La diversidad étnica. Es un problema de comunicación para los pacientes indígenas que
no comprenden en su plenitud el castellano; ya que están supeditados a que un familiar o
amistad les traduzca las instrucciones del médico.
Percepción de su salud y vejez. Los adultos mayores consideran la mayor parte de sus
problemas de salud como aspectos inevitables del envejecimiento y en la mayoría de los
casos rehúsan buscar atención médica, lo que les provoca mayor morbilidad e invalidez,
ya que entonces acuden en estados avanzados y son propensos a interrumpir los
tratamientos por una infinidad de motivos. En estos casos su perspectiva de la salud es
muy distinta a la de otros individuos, y no es realista.
El interrogatorio. Los pacientes geriátricos presentan dificultades en el interrogatorio, ya
que no informan de todos sus síntomas, en algunos casos los niegan, dan fechas
equivocadas, les da pena tocar ciertos aspectos (como sexualidad o incontinencia), no les
gusta ser examinados; algunos pecan de hipocondriacos o, por el contrario, rehúsan
acudir al médico o hacerse análisis por temor a que se les diagnostique una enfermedad.
Finalmente, no les gusta gastar en sus medicamentos (prefieren ahorrar) y son
absolutamente renuentes a la cirugía. (González J. , 2002).

3.2 Programa Control

Un sistema de atención integral e integrado de los adultos mayores supone las


organización de contextos y estructuras de atención, servicios y apoyos diversos,
comunitarios e institucionales (sanitarios, sociales, ambientales y habitacionales, espacios
de participación, protección de derechos, etc.), es un modelo centrado en las necesidades
multidimensionales del adulto mayor. El mismo debe promover el envejecimiento activo,

53
saludable y participativo, a la vez que debe ser capaz de asegurar una atención global,
cobertura universal, continua, progresiva y flexible, según cambian las necesidades de las
personas. Para ello el sistema y modelo debe caracterizarse por unas condiciones
básicas:
 Debe ser accesible: que implica que recursos y oportunidades de atención así
como apoyo sean conocidos, que una vez evaluadas objetivamente las
necesidades no existan, factores limitantes (Ejemplo: discriminación por edad,
situación económica), que se propenda a la participación de los mayores en la
evaluación de programas y servicios que le corresponden. Que se trabaje en la
eliminación de barreras ambientales, psicológicas, culturales y que se asignen
recursos a la satisfacción de las necesidades conforme la sociedad en su
conjunto.
 Los servicios y programas deben ser coordinados y multidisciplinarios: debe
existir un continuo de contextos de atención, con enfoque sistémico, que con
énfasis en la comunidad, articule con todos los niveles de atención, de forma de
asegurar la progresividad y constancia de los cuidados. Para ello y en cada área y
región deben identificarse servicios sociales y sanitarios capaces de satisfacer las
necesidades, coordinar los recursos de forma que todas las actividades
(promoción, prevención, atención primaria orientad al manejo y control de
problemas habituales, rehabilitación y atención paliativa), se desplieguen en forma
armónica.
Referir al usuario al contexto de atención capaz de atenderte mejor según la
complejidad de subtemas, basándose en protocolos y pautas consensuadas.
Estas respuestas en el sector salud deben articularse y coordinarse con las de
otros sectores y efectores del Estado que también son relevantes para mantener
la salud, el máximo de independencia y bienestar en nuestros adultos mayores.
 Sistema y modelo de responsabilidad compartida: lo que supone responsabilidad
de actores diversos que incluye a los propios adultos mayores (responsabilidad
individual) las familias, los grupos comunitarios, efectores del sector privado, los
gobiernos locales y todos los organismos del estado que entienden el tema. Deben
incluirse progresivamente estos actores, dando sustentabilidad al sistema y
políticas operativas hacia los mayores, articulando en las respuestas esta variedad
de actores y recursos.

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 Debe ser un sistema, modelo equitativo y sostenible: la equidad supone la
oportunidad de acceso a servicios cualquiera sea la condición de la persona. (De
Marco, 2009).

3.3 Alteraciones Presentes en el Anciano

Las alteraciones particulares del paciente geriátrico son disminución de la reserva


funcional y alteración de la homeostasia del organismo, aumento de la vulnerabilidad ante
situaciones de estrés o enfermedad, pluripatología, polifarmacia, sus complicaciones
frecuentes, menor intensidad de los síntomas, el diagnóstico puede ser atípico, en el viejo
hay comorbilidades y agudizaciones e incapacidades y por ultimo presentación de la
enfermedad. (Fuente, 2015).

3.3.1 Alteraciones Respiratorias

DISNEA
Según la American Thoracic Society la disnea es una experiencia subjetiva de malestar
ocasionado por la respiración, que engloba sensaciones cualitativas distintas que varían
en intensidad. Dadas las características subjetivas se ha realizado una aproximación
semiológica así:
 Disnea de esfuerzo: sensación subjetiva de falta de aire que aparece al
realizar esfuerzos.
 Ortopnea: disnea que inicia o se empeora con el decúbito y se alivia con la
posición erecta.
 Disnea paroxística nocturna: se caracteriza por aparecer durante la noche
mientras el paciente se encuentra dormido.
 Disnea de reposo: aparece sin realizar ningún tipo de esfuerzo.
CAUSAS MÁS FRECUENTES
Pulmonares
 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica y sus exacerbaciones.
 Asma.
 Neumonía adquirida en la comunidad.
 Bronquitis aguda.
 Tromboembolismo pulmonar.

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 Neumotórax.
 Cardiacas.
 Insuficiencia cardiaca sistólica o diastólica.
 Valvulopatías: estenosis aórtica e insuficiencia mitral.
 Infarto agudo de miocardio.
 Arritmias cardiacas.
Otras
 Anemia grave.
 Ansiedad.
 Obesidad: asociándose principalmente a SAHOS.
 Trauma: fracturas costales y trauma cerrado de tórax.
 Cuerpo extraño en vía aérea: con frecuencia las prótesis dentales.
 Desacondicionamiento físico.
 Psicógena.
TOS
La tos es un mecanismo protector de la vía aérea, con la finalidad de limpiar el árbol
traqueobronquial de las partículas extrañas y facilitar la eliminación de las secreciones.
Puede ser voluntaria o refleja por estimulación de receptores. Los receptores para la tos
están presentes en el tracto respiratorio, con predominio en las cuerdas vocales, la carina
y las bifurcaciones de las vías aéreas.
También existen receptores fuera del sistema respiratorio, concentrándose en las
membranas timpánicas, pericardio, diafragma y estómago.
El proceso se desarrolla en cuatro fases:
1. Fase de inspiración profunda y apertura de la glotis.
2. Cierre de la glotis, seguida de contracción de músculos espiratorios y aumento
de presión intratorácica.
3. Fase espiratoria: se abre la glotis y se expulsa el aire a alta velocidad.
4. Fase de reposo: relajación de los músculos espiratorios y reexpansión de las
vías aéreas.
CAUSAS MAS FRECUENTES
Rinofaringitis
Los virus son responsables de más de 90% de las patologías respiratorias agudas
causantes de tos, los que más colonizan la nariz y el tracto respiratorio superior como son
el rinovirus, adenovirus y coronavirus, pueden extenderse a las vías aéreas inferiores. En

56
relación con los rinovirus, son los más comunes como causa de infecciones del tracto
respiratorio superior en la población en general, sobre todo en sujetos de edad avanzada.
Mientras que 70% de las infecciones bacterianas obedece a Spneumoniae o H.
Influenzae. (Gutiérrez, García, Arango, & Pérez, 2012).
Es importante diferenciar la infección por influenza del resfriado común, dado que la
primera puede progresar a una neumonía y esta caracteriza por inicio brusco con
decaimiento, fiebre, tos, cefalea, mialgias y síntomas nasales, pero en los ancianos los
síntomas pueden ser atípicos: poca fiebre, confusión obstrucción nasal. Los factores
encima de riesgo de complicaciones incluyen: edad por encima de los 50 años, residencia
prolongada en instituciones y presencia de enfermedades crónicas.
Laringitis aguda
La tos es consecuencia de la inflamación o irritación de la laringe; con frecuencia se
asocia a tos seca, ausencia de síntomas traqueobronquiales como sibilancias, roncus y
aumento en producción de moco.
Traqueobronquitis
Se caracteriza por tos seca asociada a agregados pulmonares, y puede llegar a ser tan
grave como para causar insuficiencia ventilatoria. La infección por rinovirus es la causa
más frecuente de exacerbación aguda en pacientes con asma y EPOC. La infección por
virus respiratorios- influenza A y B, y parainfluenza son los más comunes en bronquitis
aguda en ancianos, al igual que en la población adulta en general, pero la infección del
virus respiratorio sincitial es la más grave en las personas de edad.
Se presenta primero con obstrucción nasal y puede avanzar en combinación con
sibilancias, deterioro clínico y escasa hipertermia.
Neumonía bacteriana
Entre 5 a 10% de los adultos con traqueobronquitis aguda evoluciona a neumonía
bacteriana. Los microorganismos más frecuentes en pacientes ancianos son M.
pneumoniae, C pneumoniae y B pertussis seguidos en menor frecuencia por H.
influenzae, M. cartarrhalis y S. aureus. La existencia de patologías subyacentes es
importante, en especial trastornos neurológicos como enfermedad de Parkinson,
demencias y enfermedad cerebrovascular por el deterioro del reflejo tusígeno.
Es importante recordar que los signos clásicos pueden estar ausentes en pacientes de
edad avanzada, y sólo 40% presentan fiebre. En el anciano la recurrencia o la
exacerbación de las manifestaciones clínicas, la prolongación más allá de 7 a 10 días o la

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aparición de una imagen de consolidación en la placa de tórax deben hacer pensar en
neumonía bacteriana.
Reacciones a medicamentos
Diversos grupos de medicamentos son causantes de tos, como efectos secundarios, entre
ellos están los inhibidores de la ECA y los bloqueadores.
Enfermedades crónicas
Enfermedades crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es
causal frecuente de tos, así mismo, la descompensación de la insuficiencia cardiaca,
reflujo gastroesofágico, sinusitis crónica y tuberculosis. (Gutiérrez, García, Arango, &
Pérez, 2012).

3.3.2 Alteraciones Cardiovasculares

SÍNCOPE
El síncope se define como la pérdida transitoria de la conciencia con recuperación íntegra
y espontánea de las funciones mentales superiores, cuya duración generalmente es de
algunos segundos a pocos minutos.
CAUSAS MÁS FRECUENTES
Hipotensión ortostática: la depleción de volumen, la polifarmacia y la insuficiencia
autonómica (por ejemplo en la enfermedad de Parkinson o la diabetes), pueden
provocarla.
Síncope mediado por fenómenos neurocardiogénicos: es la consecuencia de diversos
mecanismos reflejos asociados con vasodilatación arterial inadecuada, excesiva
bradicardia o ambas situaciones. Destaca la elevada prevalencia del síndrome del seno
carotídeo (hipersensibilidad del seno cuya estimulación provoca una reacción vasovagal y
síncope resultante).
Causas cardiacas: incluye enfermedad arterial coronaria, tromboembolismo pulmonar,
patología valvular, cardiomiopatías, insuficiencia cardiaca, taponamiento cardiaco,
arritmias y alteraciones del sistema de conducción.
Causas cerebrovasculares: como el síndrome de robo de la arteria subclavia.
Hipotensión posprandial: se produce en casi 1/3 de ancianos institucionalizados, en
especial si son hipertensos. Aun en ancianos sanos, la presión arterial cae alrededor de
10mm Hg posprandialmente. (Gutiérrez, García, Arango, & Pérez, 2012).

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Pérdida transitoria de la conciencia no sincopal: como la epilepsia, ataques isquémicos
transitorios, hemorragia subaracnoidea, depresión, ansiedad, hipoglucemia, hipoxemia o
hiperventilación, anemia aguda, tromboembolismo pulmonar, infecciones graves,
desequilibrio hidroelectrolítico, entre otras.
Medicamentos que pueden favorecer la aparición de síncopes: diuréticos,
antihipertensivos, amiodarona, sotalol, digoxina, neurolépticos, barbitúricos, alcohol.
DOLOR PRECORDIAL
Es importante entender al dolor precordial como toda molestia, ya sea que perciba como
dolor franco o no, que se presenta de manera relativamente súbita en la región precordial
o que se irradia de inmediato, o tardíamente, hacia el cuello mandíbula, hacia el hombro,
brazo o muñeca izquierdos e inclusive a la región epigástrica o al dorso, sin variaciones
en su intensidad con la respiración con la palpación ni con los movimientos o cambios de
posición del cuerpo.
CAUSAS MÁS FRECUENTES
Cardiopatía isquémica en alguna de sus dos variedades: el síndrome coronario agudo
(SICA) con elevación del segmento ST (SICA SEST) que incluye a la angina inestable y al
infarto del miocardio sin elevación del segmento ST.
 Enfermedad ácido péptica / reflujo gastroesofágico.
 Pericarditis aguda.
 Disección aórtica.
 Tromboembolismo pulmonar.
 Síndrome de Dressler (pericarditis post infarto).
Las causas no cardiacas o pulmonares del dolor precoridal pueden ser divididas como
gastroenterológicas, de tejidos blandos, musculoesqueléticas, y psiquiátricas, como:
 Osteocondritis o síndrome de Tietze.
 Trauma.
 Metástasis óseas.
 Herpes zoster.
PALPITACIONES
Las palpitaciones son sensaciones rápidas o irregulares del latido cardiaco localizadas en
la cara anterior del tórax. Los pacientes las definen como latidos fuertes, incómodos,
acelerados o como sensación de sobresalto.
Pueden ser consecuencia de enfermedades cardiacas, extracardiacas o de origen
desconocido. (Gutiérrez, García, Arango, & Pérez, 2012).

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CAUSAS MÁS FRECUENTES
Arritmias cardiacas
En orden de frecuencia, se presentan taquicardia sinusal, contracciones prematuras
supraventriculares o ventriculares, fibrilación auricular, trastornos de nodo sinusal,
síndrome de bradicardia-taquicardia, taquicardia supraventricular, taquicardia ventricular
y taquicardia auricular multifocal.
Enfermedades cardiacas
Defectos estructurales en las paredes auriculares o ventriculares, cardiomiopatías,
padecimientos congénitos, insuficiencia cardiaca, enfermedades valvulares, pericarditis y
taquicardia producida por marcapasos.
Enfermedades extracardiacas
Anemia, fiebre, desequilibrio hidroelectrolítico, distiroidismo, hipoglucemia,
feocromocitoma, síndrome vasovagal disautonómico, enfermedades pulmonares y
síndrome de fatiga crónica.
Enfermedades psiquiátricas
Trastornos de ansiedad, ataques de pánico e hiperventilación.
Drogas y medicamentos
Alcohol, tabaco, cafeína, digital, fenotiacina, antigripales, teofilina, β-estimulantes, β
bloqueadores y cocaína. (Gutiérrez, García, Arango, & Pérez, 2012).

3.3.3 Alteraciones Músculo Esquelético

Si bien la asociación Internacional para el Estudio del Dolor lo define como una
desagradable experiencia sensorial y emocional, asociada a un daño real o potencial de
los tejidos, descrito en términos de dicho daño, para los fines de este capítulo se definirá
como el dolor percibido en las articulaciones, o músculos, que debe diferenciarse del dolor
originado de forma primaria en estas estructuras o que de manera secundaria se
manifiesta en ellas.
El sistema musculosquelético es el origen más común de dolor y de limitación funcional
en el adulto mayor. El dolor es habitualmente de larga duración y la calificación de crónico
se define por su persistencia más allá de un marco de tiempo previsto para su resolución,
por lo general al que tiene una duración mayor de tres meses. La intensidad del dolor
crónico con frecuencia está fuera de proporción al esperado de acuerdo a la patología

60
subyacente, y está asociado a deterioros psicológico y funcional prolongados. Los signos
y síntomas de manera habitual están ausentes.
EPIDEMIOLOGÍA
La osteoartritis es el trastorno articular más común en el mundo, es una causa importante
de discapacidad en los adultos mayores, y genera altos costos. En la población occidental
es una de las causas más frecuentes de dolor, pérdida de la funcionalidad y de
discapacidad. La evidencia radiográfica de la artrosis se produce en 80% de los mayores
de 75 años. En Estados Unidos de América es sólo superada por la cardiopatía
isquémica, como causa de incapacidad laboral en hombres mayores de 50 años de edad,
y representa cada año más hospitalizaciones que la artritis reumatoide.
CAUSAS MÁS FRECUENTES
1. Osteoartritis: de manera excepcional sucede antes de los 30 años y con muy poca
frecuencia en sujetos menores de 50 años de edad.
2. Artritis reumatoide de larga evolución.
3. Artropatía por depósito de cristales (gota, artropatía por depósito de cristales de
pirofosfato de calcio).
4. Polimialgia reumática: mialgias y rigidez de músculos cervicales, cintura escapular
y pélvica.
5. Miopatías: inducidas por fármacos o causas endocrinas como hipotiroidismo.
6. Síndromes paraneoplásicos.
7. Depresión.
8. Infecciones bacterianas o virales.
9. Fibromialgia.
10. Bursitis o tendinitis.
11. Enfermedades metabólicas óseas.
12. Neuropatías. (Gutiérrez, García, Arango, & Pérez, 2012).
ÉNFASIS EN EL INTERROGATORIO
Es indispensable una completa historia clínica. La evaluación del dolor poliarticular o
muscular, empieza por excluir urgencias musculosqueléticas potenciales, estas
condiciones por lo general tienen una presentación aguda y son por lo común asociadas
con dolor monoarticular u oligoarticular. Es importante recordar que un paciente en
particular puede experimentar más de un tipo de dolor.

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Existen diversas clasificaciones de acuerdo a las características clínicas del dolor como:
temporalidad, causalidad, topografía, tipo de dolor, intensidad, duración y periodicidad,
circunstancias coincidentes y respuesta al tratamiento previo.
1. Temporalidad: intermitente, constante, asociado al reposo o al movimiento.
2. Duración: agudo o crónico, de acuerdo al tiempo de evolución.
3. Topografía del dolor: el compromiso simétrico de las articulaciones hacer
sospechar artritis reumatoide, mientras que el asimétrico es observado en
osteoartritis, en especial cuando afecta grandes articulaciones, o problemas
tales como bursitis o tendinitis.
4. Intensidad: se sugiere el empleo de escalas unimodales y multimodales de
fácil empleo e interpretación; por ejemplo, la escala visual análoga (EVA).
5. Tipo de dolor: opresivo, lancinante, pulsátil, urente. La presencia de este
último, asociado a parestesias puede sugerir mielopatía aguda, radiculopatía o
neuropatía. El dolor neuropático es constante, intensificado durante la noche y
no relacionado con el movimiento.
6. Síntomas asociados: la presencia de síntomas extraarticulares puede ayudar a
limitar el diagnóstico diferencial: la debilidad sugiere un problema neurológico o
muscular. La presencia de fiebre, pérdida de peso y malestar general debe
hacer pensar en algún proceso infeccioso o sepsis. Síntomas de compromiso
multisistémico como fatiga, eritema, adenomegalias, alopecia, úlceras orales y
nasales, dolor torácico del tipo pleurítico, fenómeno de Raynaud, boca y ojos
secos son comunes en pacientes con enfermedades reumáticas sistémicas.
 Medicamentos: es importante conocer la lista de fármacos que consume el
paciente, ya que en no pocas ocasiones es víctima de la polifarmacia; esto
permitirá revalorar la necesidad inminente de algunos de ellos, así como una
mejor elección del tratamiento propuesto, cuidando en todo momento las
posibles interacciones farmacológicas. Vale la pena anotar que algunos
fármacos como los esteroides o las estatinas, pueden producir de forma directa
miopatía. (Gutiérrez, García, Arango, & Pérez, 2012).
Es necesario distinguir las dos principales categorías de artritis: inflamatoria y no
inflamatoria. El dolor provocado por la primera puede empeorar con la inmovilidad (rigidez
matutina); en contraste el dolor de la osteoartritis, el tipo más común de artritis no
inflamatoria, es de manera usual agravado por el movimiento y el exceso de peso
mejorando con el reposo.

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ÉNFASIS EN EL EXAMEN FÍSICO
Uno de los objetos más importantes del examen físico es establecer la presencia o
ausencia de inflamación articular (sinovitis). Al detectarse sinovitis (aumento del volumen
de tejidos blandos periarticulares, aumento de temperatura sobre la articulación afectada
y derrame articular), limita los diagnósticos diferenciales hacia artritis de tipo inflamatorio y
enfermedades reumáticas sistémicas. Es necesario evaluar los arcos de movilidad tanto
en forma activa como pasiva. Por lo general cuando están preservados, de forma pasiva,
puede sugerir trastornos en tejidos blandos como bursitis, tendinitis o daño muscular. Por
otro lado, cuando están limitados los arcos de movilidad, tanto de forma pasiva como
activa se deberá considerar constructoras de tejidos blandos, sinovitis o anomalías
estructurales de la articulación involucrada.
EVALUAR
1. Articulaciones interfalángicas distales.
2. Articulaciones interfalángicas proximales.
3. Articulaciones trapeciometacarpianas.
4. Rodillas.
5. Caderas.
6. La escala del dolor para la evaluación de síntomas neuropáticos de Leeds,
cuestionario de diagnósticos del dolor neuropático.
Otros datos como linfadenopatías, hipertrofia parotídea, úlceras orales, soplos cardíacos,
frote pericárdico o pleural, estertores inspiratorios finos, pueden sugerir enfermedades
sistémicas. La presencia de fiebre obliga a descartar infección subyacente o enfermedad
reumática como: artritis inducida por cristales como gota y seudogota y otras
enfermedades como cáncer, sarcoidosis y trastornos mucocutáneos.
CIFOSIS INCREMENTADA
Es el aumento en la convexidad de la columna vertebral dorsal por alteraciones en la
morfología de sus vértebras, que adoptan una forma típica de cuña, cuyo origen por lo
general es la osteoporosis, aunque pueden estar implicados diversos mecanismos
degenerativos, traumáticos o posturales. La columna vertebral está compuesta por la
superposición de 24 huesos independientes, distribuidos según las regiones que ocupan
en: siete cervicales, doce dorsales, cinco lumbares, el sacro y el cóccix. Si se observa la
columna vertebral de perfil se apreciará, una curva cervical y una lumbar, ambas de
convexidad anterior, y dos curvas de convexidad posterior: la dorsal y la sacrococcígea.

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En la actualidad el concepto ha evolucionado, ya que la presentación de repercusiones a
distintos sistemas la convierte en una causa de vulnerabilidad y por ende se considera un
síndrome geriátrico, más que un síntoma aislado.
La palabra cifosis, procede de un vocablo griego que significa bóveda, convexidad. La
literatura informa además de la clásica cifosis de localización torácica, motivo del actual
capítulo, la cervical y la pérdida de la lordosis lumbar, cada una de ellas con un cuadro
clínico específico. (Gutiérrez, García, Arango, & Pérez, 2012).
Con el envejecimiento el ángulo de la cifosis tiende a incrementarse de manera paulatina,
este incremento es mayor en mujeres que en hombres; los límites entre la población de
adultos mayores es de 44 a 48 grados, aunque algunos autores consideran la curvatura
dorsolumbar mayor de 45 grados según el método de Cobb como un punto de corte para
considerar cifosis incrementada.
EPIDEMIOLOGÍA
La cifosis es la deformación más frecuente de la columna vertebral, la prevalencia según
distintos estudios se ubica en 20 a 40% de los adultos mayores.
La cifosis aumentada puede ser secundaria a la osteoporosis, ésta es la enfermedad más
común que afecta al hueso; en México la prevalencia de facturas secundarias a la
enfermedad es de 19.5%, y dos de cada 10 mujeres posmenopáusicas tienen una fractura
vertebral asintomática.
La presencia de posturas hipercifóticas en ancianos, está relacionado a riesgo mayor de
discapacidad física.
CAUSA MÁS FRECUENTE
La osteoporosis, con o sin fracturas vertebrales ha sido considerada la causa más común
de esta deformidad de columna; sin embargo, estudios recientes consideran que sólo
explica entre 42 y 48% de los casos. Las fracturas vertebrales están presentes en sólo 36
a 37% de los casos de cifosis grave.
1. Las deformidades no fracturarias de cuerpos vertebrales en un segmento anterior.
La más común de inicio en la juventud: la enfermedad de Scheuermann.
2. Discopatías de origen degenerativos, infecciosas, traumático o por depósitos de
cristales.
3. Traumática.
4. Congénita por defecto de segmentación y de formación, causas metabólicas o
ambas.

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5. Factores diversos como la postura, fuerza muscular y degeneración ligamentaria,
pueden influir.
6. Factores psicosociales han sido sugeridos como causa de hipercifosis, como es la
depresión, inseguridad y ansiedad.
ALTERACIONES DE LA POSTURA
Investigar el tiempo de aparición evidente de la deformidad cifótica (joroba) y la
disminución acentuada de la estatura en centímetros (en promedio se o pueden perder
hasta 1.5 cm de estatura cada 10 años a partir de los 50 años).
DOLOR DORSAL
 Asociado a las posiciones prolongadas de pie o sentado, alivio con el cambio
de posición.
 Percepción del dolor (quemante, punzante, entre otros).
 Respuesta a analgésicos.
 Considerar que las fracturas por comprensión tienden a sanar por completo en
8 a 12 semanas, y que el dolor es de difícil control, ya que de manera habitual
no mejora con analgésicos utilizados.
 Dificultad respiratoria: disnea, antecedentes de procesos infecciosos
repetitivos, datos de enfermedad obstructiva crónica.
 Ginecológicos: incontinencia urinaria, prolapso de órganos pélvicos.
 Calidad de vida, investigar con relación a modificaciones en su estado de vida
y comodidad derivados de la cifosis dorsal.
 Caídas, existe controversia en relación a la presencia de cifosis incrementada y
riesgo a caídas.
 Algunas investigaciones han especulado que la osteoporosis y la cifosis
pueden contribuir a incrementar la frecuencia de enfermedad por reflujo
gastroesofágico, hernia hiatal o ambas, en mujeres geriátricas. (Gutiérrez,
García, Arango, & Pérez, 2012).

3.3.4 Alteraciones Digestivas

DISFAGIA
La disfagia es una de las molestias del aparato digestivo más comunes en los adultos
mayores, ya que afecta del 7 al 10% de los adultos mayores de 50 años. Se estima que
este porcentaje sea mayor, ya que muchos pacientes, por factores de tipo social, no

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buscan ayuda médica. Se cree que 25% de los ancianos que son hospitalizados sufre
disfagia, y 40% de los residentes de unidades de larga estancia tienen algún grado de
alteraciones de la deglución. Básicamente, las alteraciones ocurren en la contracción
armónica de los diferentes segmentos del esófago y el estómago.
CAUSAS DE DISFAGIA EN EL ANCIANO
Aunque las causas de disfagia pueden presentarse en adultos jóvenes, muchos de estos
padecimientos son más frecuentes en edad avanzada, o bien son padecimientos
degenerativos. (González, Pichardo, & García, 2009).
CAUSAS EXTRAESÓFAGICAS CAUSAS ESOFÁGICAS
Secuelas de evento vascular cerebral Hipertensión del esfínter esofágico inferior
Enfermedad de Parkinson Esófago de “cascanueces”
Tumores del tallo cerebral Espasmo esofágico difuso
Esclerosis lateral amiotrófica Esclerodermia
Esclerosis múltiple Tumores esofágicos
Enfermedad de Huntington Estenosis postraumática
Neuropatía periférica Estenosis por reflujo gastroesofágico
Miastenia grave Inducida por radiación
Miopatías Inducida por medicamentos
Polimiostis Anillo de Schatzki
Dermatomiositis Cuerpos extraños
Acalasia Alteraciones vasculares
Tumores esofágicos
Divertículo de Zenke
Lesiones estructurales extrínsecas
Tabla 2.- Causas etiológicas más comunes de disfagia en el anciano. (González, Pichardo, & García, 2009)

Aunque algunas de las causas de disfagia pueden presentarlas pacientes jóvenes, la


mayoría tienen una frecuencia de presentación en el adulto mayor.
HEMORRAGIA DEL TRACTO DIGESTIVO SUPERIOR
Aproximadamente 35 a 45% de las causas de hemorragia del tracto digestivo superior
ocurren en la edad adulta. Este grupo de pacientes ocupa 10% de todas las muertes
relacionadas con eventos hemorrágicos a este nivel al año. No obstante lo anterior, la
mortalidad relacionada con esta causa ha disminuido, lo que de forma indirecta indica que
los avances en el diagnóstico y tratamiento en los ancianos ha mejorado su sobrevida.

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CAUSAS DE HEMORRAGIA DEL TRACTO DIGESTIVO SUPERIOR EN EL ANCIANO
La multiplicidad de causas de hemorragia del tracto digestivo superior en el anciano lo
hace un paciente complejo, sobre todo por el hecho de que tiene menor reserva
fisiológica, y que como causa de hemorragia digestiva se puede presentar más de una.
La edad por sí misma no es un factor que altere de manera significativa el curso de una
hospitalización por hemorragia del tracto digestivo superior; existen factores clínicos como
endoscópicos que se relacionan con mal pronóstico en estos pacientes. (González,
Pichardo, & García, 2009).
Úlcera gástrica
Úlcera duodenal
Gastritis
Duodenitis
Reflujo gastroesofágico con esofagitis
Varices gastroesofágicas
Enfermedad de Mallory-Weiss
Cáncer gástrico
Lesión de Dieulafoy
Ectasia vascular gástrica antral
Fistula aortoentérica
Malformaciones anteriovenosas gastroduodenales
Tabla 3.- Principales causas de hemorragia gastrointestinal en el anciano.
(González, Pichardo, & García, 2009).
CÁNCER HEPÁTICO
Es una entidad que afecta a personas de todas las edades; sin embargo, su incidencia
crece en relación directamente proporcional con la edad del individuo, sobre todo los 60 y
70 años. Por lo general se asocia a hepatitis B o C cirrosis alcohólica. Por desgracia,
pronóstico de supervivencia depende de la etapa en que se diagnostique el padecimiento.
CAUSAS DE CÁNCER HEPÁTICO EN EL ANCIANO
Tanto estudios prospectivos como retrospectivos han confirmado la relación casual entre
infección crónica por virus de hepatitis B. Beasley et al, en un estudio, incluyeron 3454
pacientes portadores de hepatitis B y 19 253 controles no afectados. En este estudio se
demostró que en portadores de hepatitis B, el riesgo relativo de desarrollar cáncer
hepático fue de 100%.

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Aunque no se puede negar que existe una fuerte relación entre la infección crónica por
virus de hepatitis C y el desarrollo de cáncer hepático, no se puede hacer una
comparación del riesgo entre pacientes no infectados e infectados, ya que hasta ahora no
se han hecho estudios prospectivos al respecto, teniendo en cuenta esta situación, por lo
que el cálculo del riesgo relativo por el momento no es posible.
Por otro lado, estudios retrospectivos han demostrado que el cáncer hepático es 20 a 200
veces más frecuentes en pacientes con cirrosis e infección crónica que en aquellos que
no tienen tales patologías.
Se conoce la relación entre cirrosis hepática y hepatocarcinoma; sin embargo, pareciera
que la cirrosis por sí misma no aumenta el riesgo de cáncer en ausencia de infección
crónica por virus de la hepatitis C, ya que las neoplasias hepáticas muy rara vez se
desarrollan en hígados infectados y no cirróticos.
En los casos de carcinoma hepatocelular, la mayoría de los pacientes lo desarrollan
después de los 50 años de edad. Cuando el paciente adquiere la infección entre la
segunda y tercera décadas de la vida, el desarrollo de cirrosis hepática se manifiesta
alrededor de la sexta década de la vida.
En la infección crónica por virus de la hepatitis B, la situación es algo diferente, ya que el
cáncer hepatocelular puede desarrollarse en un hígado no necesariamente cirrótico,
incluso en muestras histopatológicas se pueden encontrar segmentos fibrosos alternados
con áreas de actividad hepática. (González, Pichardo, & García, 2009).

3.3.5 Alteraciones Metabólicas

En el tratamiento de las diversas enfermedades del adulto mayor es importante conocer


los cambios en la farmacocinética y farmacodinamia de las diversas sustancias que se
ofrecen como opción terapéutica. Por ejemplo, el sistema del citocromo P-450 cumple una
función importantísima en el metabolismo de los medicamentos, y una de sus isoformas
con mayor relevancia en este proceso es el CYP3A inducible glucocorticoides, el cual se
expresa en el tracto gastrointestinal y el cual se expresa en el tracto gastrointestinal y el
hígado. La subfamilia del tipo CYP3A es la forma más común de citocromos, y es además
causante de la oxidación de una gran variedad de sustancias que potencialmente son
tóxicas, como esteroides, aflatoxinas y procarcinógenos. El CYP3A se considera hoy en
día tan importante en el metabolismo de sustancias en el anciano que la mayor parte de
los estudios que investigan el aumento de la morbimortalidad relacionada con efectos

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tóxicos, describen alteraciones ligadas a los citocromos, sobre todo en grupos
farmacológicos como benzodiacepinas, macrólidos, antihistamínicos,
inmunomoduladores, hipolipermiantes, etcétera. (González, Pichardo, & García, 2009).

3.3.6 Anciano con Problemas Infecciosos y Traumatismo

La esperanza de vida en los países desarrollados se incrementó con rapidez desde el


final del siglo pasado. En Suiza, por ejemplo, a principios del siglo XX, el porcentaje de
individuos entre los 65 y 79 años de edad, era de 2% y de 0.5% para los mayores de 80
años. Hoy en día, el porcentaje es de 11.4% para el primer grupo y de 4% para el
segundo, con una estimación de 15 y 9% para el 2060. Esto hace que uno de los retos de
la medicina del siglo XXI sea la atención adecuada de los pacientes en edad geriátrica, en
donde las infecciones constituyen una de las principales causas de morbimortalidad.
Es importante destacar, que la patología infecciosa en el adulto mayor es una causa
frecuente tanto del manejo en la consulta externa, como de la atención nosocomial.
Según el Centro de Control y Prevención de EUA (Center for Desease Control and
Prevention por su nombre en inglés) la tasa de hospitalizaciones por patología infecciosa
de la población geriátrica aumento 13% en el último decenio. Además de este incremento
global en internamientos por causa infecciosa, de manera específica, la frecuencia de
infecciones del corazón, de infecciones relacionadas con la prótesis e infecciones
posquirúrgicas aumento de manera dramática en 240, 130 y 80%, de manera respectiva.
Esta elevación tan significativa deja ver, que la atención de enfermedades infecciosas en
el adulto mayor se ha convertido en uno de los pulmones clave de la salud pública.
CARACTERÍSTICAS ESPECIALES DE LA INFECCIÓN EN EL PACIENTE GERIÁTRICO
Epidemiología de las infecciones
Algunas infecciones más comunes en el adulto de edad avanzada que en el joven, esta
variación puede ir de tres veces más casos de neumonías adquiridas en la comunidad,
hasta 20 veces más en el caso de infecciones urinarias en pacientes geriátricos
comparados con la población de entre 20 y 50 años de edad.
Los microorganismos encontrados con más frecuencia son las bacterias piógenas, en
particular las infecciones urinarias, neumonías, diverticulitis, endocarditis, bacteriemia e
infecciones de tejidos blandos (sobre todo en el pie diabético). La frecuencia de las
infecciones hospitalarias también se incrementa con la edad y no solo por una mayor

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estancia hospitalaria, diversos estudios han comparado el riesgo por día/infección y éste
ha sido superior de acuerdo con la edad avanzada.
MICROBIOLOGÍA DE LAS INFECCIONES GERIÁTRICAS
Los tipos de microorganismos también suelen ser diferentes y la diversidad de los mismos
es amplia, además de que en muchas ocasiones la obtención de muestras puede ser
complicada o incluso imposible, y esto debido a múltiples razones entre las cuales
predominan la colaboración del paciente, la incontinencia, las alteraciones anatómicas en
el caso de punciones lumbares- o incluso, el mayor riesgo del procedimiento en un
huésped debilitado.
Presentación clínica de las infecciones
Al contrario de lo que sucede con el paciente joven, en donde la constelación de los
síntomas suele ser muy escasa e inaparente, la fiebre, que es un signo cardinal de
infección en el adulto joven, suele estar ausente en 20 a 30% de las infecciones del
anciano. Existen diversas teorías que intentan explicar la base fisiológica que sustenta la
ausencia de fiebre, por un lado se postula una disminución en la capacidad
termorreguladora en el adulto mayor y por otro se afirma que existe una menor habilidad
para producir pirógenos endógenos.
Las manifestaciones de una infección son muy inespecíficas, las más comunes son
caídas, delirium, anorexia o debilidad generalizada. Los análisis de laboratorio también
suelen ser de escasa utilidad y no es poco frecuente encontrar leucocitos normales e
incluso leucopenia sin presencia de formas jóvenes, en el recuento diferencial. La
proteína C reactiva, un marcador de alta sensibilidad, pierde aún mayor especificidad en
los pacientes de edad avanzada. (D´Hyver & Gutiérrez, 2009).

Actividades de Aprendizaje de la Unidad III

1. Elabora una paráfrasis sobre las alteraciones músculo esquelético.


2. Participa en el Foro “Control Médico”
3. Soluciona el cuestionario de evaluación del contenido temático de la unidad III.

Síntesis de la Unidad III

Esta unidad consta de temas de gran relevancia para la salud – enfermedad de los
pacientes geriátricos como el control médico que debe tener todo paciente geriátrico, los

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programas de control para prevenir las enfermedades que se le pueden presentar como
las alteraciones a nivel cardiovascular, respiratorio y osteo-muscular los cuales estos tres
son los más comunes en todos los adultos mayores. La importancia que tiene conocer las
infecciones que este puede adquirir en el transcurso de su vida de adulto mayor y las
patologías del aparato digestivo que este pueda tener todo con la mejora en su vida
diaria.

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