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Manfred Max-Neff y Amartya Kumar Sen, ponen de manifiesto su interés por el desarrollo
humano, cada uno desde sus concepciones.
El Desarrollo a Escala Humana, que propone el chileno Manfred, ejerce un papel motivador,
reconociendo a los seres humanos en su dimensión más subjetiva en el centro del análisis sobre el
desarrollo, es decir, que, si se habla de desarrollo humano, debe referirse constantemente a las
personas y no a los objetos. Su teoría se basa en la búsqueda del desarrollo humano a través de la
satisfacción de las necesidades humanas básicas.
La perspectiva Manfred, tiene como eje central, el posicionamiento del ser humano como
agente de valoración del contexto social donde se desenvuelve, representa una visión de trabajo
en la que, se posibilita analizar qué factores del contexto están afectando al desarrollo humano de
los individuos que lo habitan, partiendo de la información aportada por su propia perspectiva.
Es así, como se puede ver que a menudo, el desarrollo humano, y todo lo que connota, se ve
afectado diariamente, por las condiciones socioeconómicas en que vivimos los humanos.
El resto de la comunidad queda por fuera, queda minimizada, prohibida de los beneficios
laborales, y rezagada de todo lo que pueda generar prosperidad.
Por ejemplo, en el municipio de Tumaco, costa pacífica del departamento de Nariño, que es mi
lugar de residencia y tierra natal, la política, está manipulada por 3 o 4 gamonales politiqueros,
quienes son amos y señores del pueblo, donde los cargos importantes son asignados por
amiguismos políticos, la llamada rosca o palanca política; los profesionales no tenemos
oportunidades de aspirar a un empleo digno para mejorar nuestra calidad de vida, no hay calidad
en los servicios públicos, como: agua, energía eléctrica, acueducto y alcantarillado, que son las
necesidades básicas para tener una vida algo digna.
En un municipio de más de 221.000 habitantes, y donde se dice, que los gobiernos, locales y
departamentales han invertido; aún no se cuenta con acueducto y alcantarillado. Tumaco en pleno
siglo XXI, no cuenta con acueducto, hay que esperar que, a través de una tubería vieja, obsoleta,
y con maquinarias que no garantizan el tratamiento y purificación del agua, puesto que, el
preciado líquido llega a los hogares cada 8 días, ya que, realizan de esa manera, la distribución a
los diferentes barrios y sectores.
El anterior es el caso de mi municipio, es bastante lamentable, que, siendo Tumaco, uno de los
principales puertos marítimos, de Colombia, y estando rodeados de agua, ya que, se cuenta con
mar y ríos; sigamos en el atraso, sigamos sin contar con mínimos vitales adecuados para las
necesidades humanas, como es el agua. Aún seguimos comprando, tanques, baldes, y los envases
de almacenamiento, que más se pueda, para poder tener agua, y poder, pasar 8 días, pudiendo
hacer algo tan básico, como bañarse, lavar la ropa, preparar alimentos, etc.
Como se puede comprender, en mi Tumaco, nos toca, generar autodependencia, hasta para
algo tan básico, como tener agua para bañarnos todos los días, buscando la forma, creando ideas
para almacenar el preciado líquido, siendo creativos, siendo autónomos, para no dejarnos abatir,
por los malos gobiernos que, a lo largo de 382 años de existencia, no han gobernado para el
pueblo y sus necesidades sino para engrosar sus bolsillos, y poder ejercer control y dominio sobre
la población, subyugándonos, y privándonos de lo minino, que una persona necesita para
subsistir.
Estos y otros problemas básicos, hacen que, la autoindependecia, no sea una posibilidad, sino
más bien una obligación para quienes vivimos éste contexto.
Las necesidades humanas, pudieran verse como infinitas e insondables. Pero no, por el
contrario, son finitas y las conocemos bien. Eso no supone un reduccionismo biológico o
etiológico, ni tampoco la aplicación del enfoque de "necesidades básicas de los pobres" (propio
del Banco Mundial y otras organizaciones internacionales a partir de los años 1970). Las
necesidades humanas, lo son de todos los humanos, de todos aquellos que habitamos el planeta
tierra, son finitas e identificables, pero los modos de satisfacerlos pueden ser muchos y variados.
Los mejores son los sinérgicos, es decir, los que satisfacen varias necesidades a la vez.
La autodependencia como eje del desarrollo las relaciones de dependencia, desde el espacio
internacional hasta los espacios locales, y desde el ámbito tecnológico hasta el ámbito cultural,
generan y refuerzan procesos de dominación que frustran la satisfacción de las necesidades
humanas. Es mediante la generación de autodependencia, a través del protagonismo real de las
personas en los distintos espacios y ámbitos, que pueden impulsarse procesos de desarrollo con
efectos sinérgicos en la satisfacción de dichas necesidades.
No es que no haya docentes calificados, si los hay, pero existen políticos indolentes, que poco
o nada les interesa, el futuro de sus habitantes, y no le apuestan a una educación pertinente y de
calidad; es de esta manera como se van vulnerando los derechos y negando el desarrollo de
muchos municipios, subordinados por la politiquería.
En los colegios, actualmente se da otro flagelo que vale la pena mencionar y que también, resta
al desarrollo en escala humana, y se trata de los refrigerios, que les dan a los niños, puesto que,
las raciones, de verdad que dan tristeza, no los alimenta, no llena sus estómagos, y hay que ver,
que muchos padres en extrema pobreza mandan sus hijos a la escuela, no solo para aprender, sino
también con la esperanza de que estos tendrán un bocado de comida, que llevarse a la boca,
situación que también empeora la situación e impide el desarrollo en escala humana, entendiendo
así, que éste desarrollo se logra a través de la satisfacción de las necesidades básicas.
Continuando con el desarrollo de la escala humana, propuesto por Manfred, se puede destacar,
su énfasis en tres desarrollos importantes, las necesidades humanas, la autodependencia, y las
articulaciones orgánicas.
Mismas “articulaciones que depende en gran medida de las características del proceso político,
del carácter de las instituciones estatales y del proyecto ideológico que define al Estado”. En el
contexto de los procesos políticos autoritarios y anti-democráticos, las subvenciones públicas
suelen acompañarse de condicionamientos y mensajes destinados a inducir en las comunidades
beneficiadas determinados comportamientos, o dirigidos a evitar acciones que el Estado
considera inconvenientes para el orden social y político establecido. En los casos en que rige el
estado de derecho y la sociedad se organiza como democracia meramente representativa, las
subvenciones y asignaciones de recursos públicos se encuadran en políticas de reforma social que
van acompañadas de mensajes ideológicos o doctrinarios que también condicionan el
funcionamiento de las micro-organizaciones y de los movimientos sociales, mermando su
capacidad de autonomía y autodependencia.
Sin embargo, es evidente que un estado de derecho es mucho más propicio para la coexistencia
de múltiples identidades socio-culturales que un régimen autoritario. Más aún, es condición
necesaria–aunque no suficiente– para promover la autonomía y la autodependencia en los
diversos ámbitos y espacios. Tanto el juego político democrático, como un sistema económico
que distribuya recursos conforme a las necesidades de los distintos grupos y sectores sociales,
son requisitos indispensables para la promoción de un estilo de desarrollo, propuesto por
Manfred.
Respecto a Bienestar Ecológico, corresponde al entorno natural, como: aire, fuego, agua. El
entorno biológico, que, a mi modo de ver, es responsabilidad de cada una de las personas que
habitamos el mundo, puesto que mucho de lo natural, no lo podemos controlar, pero lo que si
podemos hacer, es cuidarlo, contribuir, de manera personal, para que el aire y el agua, no se
contaminen, contralando el uso de sustancias toxicas, y no arrojando desechos y basuras a mares
y ríos.
El tercer aspecto, las Interacciones, que se refiere directamente a la población, equidad,
distribución de la riqueza, desarrollo económico, producción, consumo y gobierno. Es en este
punto donde los gobiernos, deben tomar conciencia, y entender al pueblo y su desarrollo, como
directa responsabilidad para lograr el desarrollo humano.
Amartya, ve el desarrollo como libertad, facultad y derecho de las personas para elegir de
manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad. Pues es la libertad un
derecho básico de la humanidad, si faltan los servicios básicos y no hay atención social, por tanto,
hay privación de la libertad.
La falta de libertad económica, puede alimentar la falta de libertad social, y viceversa, lo uno
va estrechamente relacionado con lo otro, y es que, con muchas limitaciones y falta de
oportunidades para mejorar la economía, el individuo se ve afectado socialmente, frenando así, el
desarrollo humano.
Estoy de acuerdo con Amartya, en que la pobreza, debe concebirse como la privación de las
necesidades básicas y no meramente como la falta de ingresos que es como realmente se observa,
es lo que podría llamarse justicia social.
El autor destaca el rol de la mujer, como lideresa, a la cual hoy por hoy, se le está reconociendo
su importante rol en la sociedad, hecho que puede considerarse como, un paso gigante, en cuanto
al reconocimiento de la libertad de las personas.
Ya para concluir tanto Manfred, como Amartya, nos proponen un desarrollo a escala humana
y un concepto de libertad, donde se respete los derechos de las comunidades, donde de verdad, el
individuo, sea el eje central para progresar, que las personas, mejoren sus condiciones de vida, sin
mendigar, sin tener que pertenecer a un determinado partido político, sino por el simple,
importante e inigualable derecho de ser personas, de ser parte de una sociedad, y de ser
sencillamente humanos.
REFERENCIAS
Max Neef, M. (2006). Desarrollo a escala humana. Barcelona: Icaria Editorial.Disponible en:
https://repositories.lib.utexas.edu/bitstream/handle/2152/21625/Max_Neef-
Desarrollo_a_escala_humana.pdf