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Puerto Montt, treinta de mayo de dos mil veinte

Visto:
A folio Nº1, comparece la abogada Valeska Riveros, defensora penal pública, en
representación de Fernando Gabriel Andrés Riquelme Aedo, acusado en causa RIT 20-
2020 del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Puerto Montt; y deduce acción de amparo
constitucional en contra dona
̃ Rosario Cárdenas Carvajal, don Andrés Villagra Ramírez
y doña Patricia Miranda Alvarado, en su calidad de jueces de dicho tribunal, quienes
mediante resolución de 26 de mayo del año en curso fijaron audiencia de juicio oral para
el día 10 de junio próximo, mediante videoconferencia.
Refiere que luego de una serie de reprogramaciones de la audiencia fijada, en la
audiencia de 26 de mayo último se adoptó la decisión de programarla para el día 10 de
junio con oposición de la defensa que entiende que debe verificarse de manera presencial
como lo mandata la normativa vigente, en similares términos que el Ministerio Público,
que argumentó en torno al principio de inmediación como garantía procedimental
asociada a una eventual nulidad del juicio.
Explica que con la decisión impugnada se infringe lo dispuesto en los artículo 1º, 7
y 10 de la Ley Nº21.226, en relación con las normas de los artículos 5, 17 y 18 del Acta
Nº53-2020, de la Excelentísima Corte Suprema, por cuanto se reagendó para dentro del
periodo de excepción constitucional, se hizo respecto de una audiencia que puede
suspenderse y por tanto no es posible efectuar mediante videoconferencia; y que en
cualquier caso, no pudo llevarse a cabo por ese medio actuaciones que vulneren el
principio de bilateralidad, contradictoriedad, publicidad u otras garantías del debido
proceso.
Cita una decisión previa en el mismo sentido por el mismo Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal, en autos RIT 13-2020, 20-2020 y 35-2020; y jurisprudencia de esta Corte en
autos Rol 89-2020, confirmada por la Excelentísima Corte Suprema en autos Rol 50.362-
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2020.
Luego, razona sobre una segunda hipótesis en que lo resuelto vulnera las
garantías constitucionales y legales de un debido proceso, por infracción al artículo 10 del
Código Orgánico de Tribunales, 5º inciso segundo y 19 Nº3 de la Constitución Política de
la República en relación al artículo 8º del Pacto de San José de Costa Rica, artículo 14
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y los artículos articulos
́ 1, 8, 282, 284,
285, 289, 291, 327, 329, 330, 332, 333 y 337 del Código Procesal Penal.
Indica que se ha afectado el principio de pasividad porque el tribunal actuó de
oficio reprogramando el juicio y disponiendo que se efectúe mediante videoconferencia;
asimismo se vulnera el derecho a la defensa porque no se ha establecido mecanismos
para que se comunique el imputado y su defensor durante el transcurso del juicio, ni como
se verificará las objeciones, el ejercicio del artículo 332 del Código Procesal Penal, cómo
se controlará que los testigos no tengan a mano sus declaraciones o partes de la carpeta,
o que no se comuniquen entre sí, además de otras aprensiones. Continúa argumentando
sobre hipótesis en que se pierda el principio de inmediación o el derecho de estar
presente en el juicio del imputado, así como tampoco se puede asegurar la publicidad del
juicio.
Concluye señalando que las infracciones de ley denunciadas inciden
potencialmente en la afectación de la libertad personal del imputado en relación con la
decisión que eventualmente se pueda tomar a su respecto en el juicio oral que se
pretende desarrollar por los recurridos.
Pide se acoja el recurso y se ordene efectuar la audiencia de juicio el día 8 de julio
del presente año, de forma presencial y con todos los resguardos necesarios atendida la
contingencia sanitaria.
A folio Nº5 se evacúa informe por los recurridos quienes luego de hacer una
relación de las actuaciones relacionadas a la reprogramación de la audiencia de juicio en
esta causa, se hace cargo de las alegaciones de la recurrente en cuanto a que no
vislumbra una eventual vulneración al principio de inmediación desde que el mismo
Código Procesal Penal contempla en el artículo 329 la posibilidad de recibir declaración
de testigos o peritos por videoconferencia.
Asimismo, tampoco estiman concurrente una infracción al principio de continuidad,
por cuanto nada obsta a que, ante problemas de conectividad a la videoconferencia se
pueda hacer un receso en la audiencia, de similar manera a lo que ocurre en forma
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presencial.
Agrega que el principio de publicidad del juicio se ve resguardado por la
posibilidad de autorizar previo debate que se puedan conectar a la audiencia mediante la
plataforma Zoom, cuantas personas así lo requieran, explicando que aquella soporta
hasta cien personas conectadas, lo que excede el número de asistentes que
presencialmente permiten las salas de audiencia del tribunal.
Tampoco creen que se vea entorpecido el derecho a defensa, por cuanto nada
obsta a que la defensa pueda parlamentar de forma privada con sus representados en
salas virtuales diversas que permite crear la misma plataforma ya citada, que se
mantengan comunicados por vía telefónica o que el letrado pueda concurrir al recinto
penitenciario o al domicilio del acusado.
En el mismo sentido, descarta que no se puedan efectuar los ejercicios de
contraste de los artículos 332 y 334 del Código Procesal Penal, por cuanto existen
diversas formas para materializarlos dentro de la dinámica del juzgamiento.
Finalmente, señala que todas las aprensiones que desarrolla la recurrente a priori
no son óbice para que todas esas dificultades que eventualmente pudieran ocurrir sean
resueltas por los intervinientes previo debate en la misma audiencia de juicio, de manera
que se pueda verificar el esfuerzo que efectúan los tribunales de justicia en pos de
conciliar las limitaciones con las que se debe operar en razón de la contingencia sanitaria,
con el derecho de los acusados de ser juzgados en un plazo oportuno.
Encontrándose en estado de ver, se trajeron los autos en relación, incorporándose
extraordinariamente a la tabla.
Con lo relacionado y considerando:
Primero: Que por medio de la presente acción de amparo se denuncia la
conducta del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de esta ciudad, que por resolución de 26
de mayo, adoptada en audiencia especialmente convocada al efecto, programó la
audiencia de juicio oral en la causa RIT 20-2020 para el día 10 de mayo, pese a la
oposición de la defensa penal pública, del Ministerio Público y con la anuencia de la
defensa privada.
Estima la recurrente que se ha vulnerado una serie de preceptivas
constitucionales, convencionales y legales que detalla en su libelo y en particular, aquella
infracción se verifica en dos ámbitos: en primer lugar por cuanto se ha actuado de oficio
por el tribunal careciendo de facultades para ello y se ha programado la realización de
una audiencia por videoconferencia que es de aquellas que pueden suspenderse en virtud
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de la Ley Nº21.226 y el Acta 53-2020, por lo que consecuentemente no es posible que se


verifique aún por vía remota. En segundo lugar, refiere que en el caso que dicha
audiencia se materialice por videoconferencia importa una lesión de los principios de
inmediación, continuidad, publicidad, bilateralidad y en general del derecho de defensa,
por lo que el juicio que así se verificase adolecería de un vicio de nulidad.
Segundo: Que, al evacuar su informe los jueces recurridos se hacen cargo de
descartar la infracción a los principios ya referidos y en síntesis señalan que las
aprensiones que manifiesta la recurrente son a priori sin que se sepa con certeza si
aquellos inconvenientes se van a verificar o en su caso, que no podrían ser resueltos por
las medidas adoptadas ex ante por el tribunal o durante la misma audiencia de juicio, por
lo que no importan per se la infracción normativa que se denuncia, ni tienen la aptitud
para vulnerar los derechos fundamentales del amparado.
Tercero: Que se han tenido a la vista las piezas pertinentes de la causa,
acompañadas por las partes, así como el auto de apertura de juicio oral en virtud del
principio de publicidad que rige la tramitación electrónica de causas.
Cuarto: Que, para efectos de resolver el asunto sometido a conocimiento de esta
Corte, cabe hacerse cargo de una primera línea argumentativa del recurso en relación a la
posibilidad de citar a audiencia de juicio oral mediante videoconferencia.
En ese sentido, el artículo 1º de la Ley Nº21.226, dispone en lo pertinente que: “La
Corte Suprema, durante la vigencia del estado de excepción constitucional de catástrofe,
por calamidad pública, declarado por decreto supremo Nº 104, de 18 de marzo de 2020,
del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, y por el tiempo en que éste sea prorrogado,
si es el caso, deberá ordenar que se suspendan las audiencias en los tribunales
señalados en el inciso cuarto, de conformidad con los términos dispuestos en los
incisos siguientes” (énfasis agregado), para agregar en su inciso segundo que: “La
Corte Suprema cumplirá la obligación señalada en el inciso anterior cuando sea un hecho
público y notorio que, a consecuencia de las restricciones impuestas por la autoridad en
el marco del estado de excepción constitucional referido (…) las audiencias no podrán
realizarse, por faltar a la bilateralidad, la contradictoriedad, la apreciación de la prueba, el
impulso procesal de las partes, la publicidad y otras garantías básicas del debido proceso,
contempladas en la Constitución Política de la República y en los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”.
Por otra parte, el inciso cuarto del artículo 1º, en lo que respecta al recurso señala
que: “b) Podrá ordenar a los Juzgados de Garantía y los Tribunales de Juicio Oral en lo
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Penal, que suspendan las audiencias que corresponda realizar en el marco de los
procedimientos de que conocen (…)” (énfasis agregado) y luego refiere que: “Ordenada
una suspensión por la Corte Suprema, los tribunales respectivos deberán reagendar cada
una de las audiencias o vistas de causas suspendidas para la fecha más próxima posible,
posterior al cese de la suspensión ordenada por la Corte Suprema”.
Finalmente, el artículo 7º de la Ley en comento, prescribe que: “Las audiencias de
juicio de los procedimientos contemplados en el Código Procesal Penal, que a la entrada
en vigencia de esta ley se encuentren agendadas, podrán ser reagendadas para la fecha
más próxima posible posterior al cese de referido estado de excepción constitucional, y el
tiempo en que éste sea prorrogado, si es el caso, quedando por esta ley facultados los
tribunales para tal efecto” (énfasis agregado).
Quinto: Que de las normas transcritas se sigue que el legislador ha encargado, a
la Excelentísima Corte Suprema, determinar qué audiencias habrán de suspenderse
cuando las medidas adoptadas por la autoridad impliquen que no puedan realizarse sin
infracción a los principios de “bilateralidad, la contradictoriedad, la apreciación de la
prueba, el impulso procesal de las partes, la publicidad y otras garantías básicas del
debido proceso” y sólo en tanto dichas circunstancias concurran, cuestión que se ve
refrendada por el vocablo “podrá”. Y sólo respecto de aquellas para las cuales determine
la procedencia de dicha medida, corresponderá a tribunales como el recurrido el
reagendar aquellas audiencias suspendidas, para una fecha lo más próxima posible a la
del cese de aquella suspensión que hubiera dispuesto el Máximo Tribunal.
Que la situación recién descrita difiere de aquella que regula el artículo 7° inciso 3°
de la misma ley, y que respecto de aquellas audiencias de juicio que ya estuviesen
agendadas a la entrada de vigencia de la ley 21.226, permite al Tribunal reagendarlas
para una fecha posterior al cese del estado de excepción constitucional. Al respecto, se
tiene especialmente en cuenta que tal disposición hace especial hincapié en que el
legislador ha facultado directamente a dichos tribunales para los efectos de adoptar esa
decisión.
De esta forma, se debe distinguir la situación de aquellas audiencias como las de
juicio oral en lo penal que hubieren sido ordenadas suspender por decisión de la
Excelentísima Corte Suprema, en cuyo caso no sería posible reprogramarlas antes del
plazo de suspensión que se condice con el estado de excepción constitucional; o si se
trata de la situación de una audiencia que hubiese sido programada con anterioridad a la
entrada en vigencia de la ley referida, para cuyo caso el legislador ha facultado a los
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tribunales como el recurrido, para dirimir la reprogramación hasta después de la fecha de


cese del estado de excepción ya señalado, y adoptando los resguardos necesarios para
asegurar la plena operatividad de los derechos fundamentales de los intervinientes.
Sexto: Que, corresponde entonces analizar lo previsto en el Acta Nº53-2020 de la
Excelentísima Corte Suprema, a efectos de revisar las directrices otorgadas por dicho
órgano superior en relación a la ejecución de las normas previstas en la Ley Nº21.226.
Así, el artículo 10 del Acta señala que: “Para compatibilizar armónicamente los
principios establecidos en este Auto Acordado con las disposiciones de la Ley 21.226 y
las que gobiernan los estados de excepcion
́ constitucional, en especial en lo que se
refiere al cuidado de la salud publica
́ de la poblacion
́ y el acceso a la justicia, los
tribunales del paiś seguiran
́ tramitando las causas de que deban conocer, con las
limitaciones y modalidades de la citada normativa, y sin perjuicio de las reglas que se
detalla a continuacion,
́ relativas a determinadas etapas del proceso ” lo que sienta las
bases de la forma en que deben actuar los tribunales con la finalidad de propender a la
continuidad del servicio judicial, en la línea de lo previsto en el numeral segundo de su
preámbulo.
Lo dicho, ha de concordarse con lo dispuesto en el artículo 17 que instruye: “No
se entenderan
́ suspendidas en las judicaturas indicadas en las letras a y b del articulo
́
1°, inciso 4°, las audiencias a que se alude en cada una de las citadas letras ni aquellas
‘en que se requiera la intervencion
́ urgente del tribunal’. Para el desarrollo de las referidas
audiencias, se privilegiará el uso de la via
́ remota, de ser ello posible, con las
modalidades y salvaguardas a que se refiere el art. 10 de la Ley 21.226” (énfasis
agregado), debiendo recordar que la referencia a la letra b) del inciso cuarto del artículo 1º
de la Ley en referencia, es aquel que regula el actuar de los tribunales con competencia
penal.
Séptimo: Que, de esta forma, estos sentenciadores son del parecer que no ha
sido dispuesta la suspensión general de las audiencias de juicio oral en lo penal, por
cuanto no lo ha prescrito así la Ley Nº21.226, ni lo dispuso la Excelentísima Corte
Suprema en uso de las facultades que ella le confiere, como se desprende de la lectura
de las disposiciones del Acta Nº53-2020.
Así las cosas, aquellas no se encuentran sujetas a la limitación de no poder
reprogramarse dentro del plazo de vigencia del estado de excepción constitucional y
quedan sujetas en ello, a la facultad que descansa en el propio órgano jurisdiccional,
según lo prevé el artículo 7º de la Ley Nº21.226, por lo que el primer capítulo de denuncia
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del recurso, deberá ser desestimado.


Octavo: Que, en cuanto a una segunda línea argumental de la recurrente, aquella
señala que la realización de la audiencia de juicio oral por medio de videoconferencia
podría amagar potencialmente el ejercicio de las garantías del debido proceso en directo
perjuicio del amparado, en particular, por infringirse una serie de principios que inciden en
la eventual nulidad de lo obrado y restringen el ejercicio pleno del derecho a defensa.
Sobre ese punto, estos sentenciadores comparten el parecer de los jueces
recurridos en torno a que las aprensiones formuladas por la actora se vislumbran como
apreciaciones que a priori podrían representar dificultades para el desarrollo de la
audiencia de manera de resguardar los principios rectores del procedimiento penal, pero
que tienen en su correlato una solución práctica o son solucionables en el caso de su
ocurrencia.
Así, esta magistratura ha debido enfrentar algunas de ellas, como el caso de los
problemas de conectividad que implican la necesidad de hacer un receso en el marco de
la audiencia con el fin de asegurar el principio de continuidad y la inmediación respecto de
los intervinientes, como tampoco nada obsta a verificar en la práctica el principio de
publicidad de las actuaciones judiciales en general y de los juicios orales en particular,
que se materializa por el acceso que es dable permitir a aquellas personas que quieran
concurrir de oyentes a una audiencia virtual, por cuanto es una funcionalidad que la
plataforma utilizada para ellas contempla y aun ello, es algo que depende de lo que en
audiencia pueda debatirse acerca de la restricción a la publicidad de ciertas actuaciones,
cuando exista mérito para ello.
Del mismo modo, no se vislumbra un impedimento per se al ejercicio de la
bilateralidad de la audiencia en los contradictorios de los artículo 332 y 333 del Código
Procesal Penal, o en la inmediación de la recepción de la prueba, como ocurre con las
excepciones del artículo 329 del mismo cuerpo normativo, lo que implica, de una parte
que aquel no es un dogma invencible en el arco de un juicio oral y de otra, que es una
circunstancia que ya ha sido ponderada por el legislador sin que vislumbre ex ante una
infracción a los derechos fundamentales de las partes.
Finalmente, en lo tocante a la comunicación entre la defensa letrada y su
representado a lo largo del juicio, nada obsta a que ello se verifique como se ha venido
haciendo sin reparos en el marco de las audiencias ante Juzgados de Garantía.
Todo lo razonado, sin perjuicio que en caso que se presentare un impedimento
que restringiera o impidiere el ejercicio de los derechos fundamentales de los
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intervinientes, o las garantías del debido proceso, existen mecanismos procesales que
permiten resguardar el imperio del derecho en esos casos.
Noveno: Que, además, en el caso subjudice se debe atender a que el acusado se
encuentra privado de libertad, criterio que ha tenido en consideración el Máximo Tribunal
en el artículo 18 del Acta Nº53-2020, como un criterio de urgencia para atender las
audiencias relacionados con ellos.
Décimo: Que, abona a lo ya latamente expuesto, el hecho que, como lo hace
presente el tribunal recurrido en la resolución que citó a audiencia para debatir el
reagendamiento, el juicio de marras no reviste mayores complejidades en relación al
número de pruebas, su naturaleza y la cantidad de testigos deponentes, según se aprecia
del mérito del auto de apertura de juicio oral, lo que lleva a estimar que ha existido un
criterio de razonabilidad en la reprogramación del juicio, de forma de lograr equilibrar las
directrices de la Excelentísima Corte Suprema en pos de mantener la continuidad del
servicio judicial ante la contingencia sanitaria, previendo las medidas necesarias para
asegurar la salud de todos los intervinientes, pero también y sobre todo, el derecho de
acceso a la tutela judicial efectiva de los justiciables.
Undécimo: Que, de esta forma, estos sentenciadores estiman que tampoco
concurre la infracción normativa que se denuncia en el segundo capítulo del recurso
intentado en autos, por lo que aquel no podrá prosperar como se dirá.
Duodécimo: Que, lo dicho, en nada altera lo ya expresado por esta misma
magistratura en autos de amparo Rol 89-2020 que cita la recurrente, por cuanto en dicha
ocasión, se siguió igual derrotero en el sentido que la reprogramación de audiencias es
una facultad del tribunal del grado en materia penal y que aquella debe ser ejercida de
forma razonable y prudente en línea con el deber de sopesar la continuidad del servicio
judicial con las circunstancias sanitarias que vive el país de forma que su ejercicio, en
último término, es una cuestión que debe ser analizada caso a caso, como se ha dicho.
Décimo Tercero: Que, se ha tenido en consideración además el hecho que el día
28 de este mes, la Excelentísima Corte Suprema ha emitido una resolución de Pleno en
autos administrativos Rol 335-2020, que en lo pertinente instruyó “a las Cortes de
Apelaciones y, por su intermedio, a los tribunales de su jurisdiccion,
́ que programen su
funcionamiento teniendo en consideracion
́ que el teletrabajo es la forma regular y
ordinaria en que deben prestar el servicio judicial en el presente periodo
́ de contingencia
sanitaria. Por consiguiente, los tribunales del paiś deberan
́ ajustarse, en lo sucesivo, a
dicha modalidad, efectuando la planificacion
́ pertinente de sus labores, debiendo justificar
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expresa y pormenorizadamente el trabajo presencial mediante resolucion


́ adoptada caso
a caso (…)”.
Décimo Cuarto: Que, por último y en relación a lo que se ha formulado en
estrados por el recurrente, esto es que el artículo 9° de la ley 21.226 no permitiría al
tribunal disponer de oficio la suspensión de las audiencias en razón de impedimentos
provocados por la enfermedad “Covid-19”, lo que sólo procedería a petición de parte,
estos sentenciadores no pueden compartir tal interpretación, por cuanto la disposición
legal que se impetra tiene el claro objeto de solucionar circunstancias especiales de
impedimento o entorpecimiento que pudiera sufrir alguno de los intervinientes, sin que de
alguna forma tal hipótesis permita limitar aquellas facultades que la misma ley
expresamente ha conferido en forma privativa al Tribunal, y que en este caso ha ejercido
fundadamente el de Juicio Oral en lo Penal de Puerto Montt, dentro del marco de
facultades expresamente previstas en el artículo 7° de la misma ley, ya analizado. Que,
admitir la interpretación de la recurrente importarìa desconocer no sólo la eficacia de esta
última disposición, sino contrariar su claro sentido, reflejado en el tenor literal de la norma,
en cuanto a que en aquellas situaciones que regula, y que corresponden a la de autos, ha
reservado esa decisión a las facultades oficiosas del propio Tribunal y no las ha
concedido a las partes.
Por estas consideraciones y atendido lo dispuesto en los artículos 1,7 y 10 de la
Ley Nº21.226, lo previsto en el Acta Nº53-2020 de la Excelentísima Corte Suprema y en el
Código Procesal Penal; y artículos 19 Nº7 y 21 de la Constitución Política de la República,
se declara:
Que se rechaza la acción de amparo deducida a folio Nº1 por la abogada Valeska
Riveros, defensora penal pública, en representación de Fernando Gabriel Andrés
Riquelme Aedo, en contra dona
̃ Rosario Cárdenas Carvajal, don Andrés Villagra
Ramírez y doña Patricia Miranda Alvarado, en su calidad de jueces del Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal.
Regístrese y devuélvase.
Rol Amparo Nº146-2020.

Jaime Vicente Meza Saez Mirta Sonia Zurita Gajardo


Ministro Fiscal
Fecha: 30/05/2020 12:06:10 Fecha: 30/05/2020 12:09:53 HXDWPXVXXG
CHRISTIAN GUIDO LOBEL EMHART
Abogado
Fecha: 30/05/2020 12:06:11

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Pronunciado por la Primera Sala de la C.A. de Puerto Montt integrada por Ministro Jaime Vicente Meza S., Fiscal
Judicial Mirta Sonia Zurita G. y Abogado Integrante Christian Lobel E. Puerto Montt, treinta de mayo de dos mil veinte.

En Puerto Montt, a treinta de mayo de dos mil veinte, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.

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Este documento tiene firma electrónica y su original


puede ser validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.
A contar del 05 de abril de 2020, la hora visualizada
corresponde al horario de invierno establecido en Chile
Continental. Para la Región de Magallanes y la Antártica
Chilena sumar una hora, mientras que para Chile Insular
Occidental, Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez restar
dos horas. Para más información consulte
http://www.horaoficial.cl

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