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AÑO

DE DOCENTE: NOLVER
GUEVARA DÍAZ

LA TEMA: ETICA INMORAL EN


EDUCACIÓN

UNI CICLO: III

DAD, SECCIÒN: “C”

LA INTEGRANTES:
 CARLOS EDUARDO
PAZ PAREDES ZARRIA
 LETY TELLO SHUÑA
 ALEXIA NICOL
Y EL USHIÑAHUA PINEDO
 JHANS MIULER
SANCHEZ CONTRERAS
DES
ARR 2023
OLL
Introducción
El carácter singular, excepcional del individuo humano es, sin duda, uno de los aspectos más
olvidados en el discurso y práctica educativos, y su influencia se ha hecho sentir en una
enseñanza demasiado escorada al cultivo de la inteligencia, marginando otras dimensiones del
ser humano indispensables para una formación integral. Recuperar al sujeto de la educación,
hacer que sobre él vertebre toda la acción educativa, es hoy una tarea inaplazable (Ortega y
Romero, 2014). Ello conlleva incorporar al individuo concreto, histórico, a los procesos
educativos; exige encontrarnos con él, en su cultura, en la urdimbre de su vida, desde donde
se expresa, piensa y siente. Es decir, hacer que el educando sea el punto de partida y el punto
de llegada de toda acción educativa. Analizar nuestro presente y nuestro pasado educativo nos
permite hacer una valoración de “lo que nos ha pasado y de lo que hemos vivido”, por
emplear el lenguaje del filósofo Ortega y Gasset. Nuestra praxis educativa y nuestro discurso
pedagógico no se pueden desligar de cómo entendemos al ser humano, de cómo nos
relacionamos con los demás y con el mundo. Nuestras creencias (valores) atraviesan nuestra
vida cotidiana dándole sentido, dirección y coherencia. No son acompañantes inocuos que
asisten indiferentes a nuestro devenir. Constituyen, por el contrario, “el estrato básico, el más
profundo de la arquitectura de nuestra vida. Vivimos de ellas y, por lo mismo, no solemos
pensar en ellas. Pensamos en lo que nos es más o menos cuestión. Por eso decimos que
tenemos estas o las otras ideas; pero nuestras creencias, más que tenerlas, las somos” (Ortega
y Gasset, 1973, 18). La idea de una escuela competitiva, vinculada al éxito académico va
dando paso, lentamente, a otra más preocupada por la apropiación de valores éticos, al menos
a nivel de declaraciones formales. Se entiende que una persona “formada” ya no es aquella
que posee unos conocimientos y habilidades o competencias adecuados para la sociedad de su
tiempo, sino, además, aquella que ha interiorizado unos valores éticos que le permiten situarse
en el mundo y con los demás de una manera responsable y solidaria. Educar ya no se
identifica con instruir o enseñar. Implica, además, apropiarse de los valores éticos que hacen
del ser humano un sujeto moral, es decir, responsable; una educación que capacite al
educando para leer e interpretar los acontecimientos de su tiempo; que frente a los retos de la
sociedad actual (inmigración, pobreza y marginación, degradación ambiental, corrupción y
narcotráfico…) pueda decir “su” palabra y actuar desde la responsabilidad.
MORAL Y ETICA
LA MORAL
Para poder comprender el concepto de “moral”, debemos antes que nada destacar que este
término suele ser confundido por muchos con la ética. Sin embargo, podemos hacer
referencia que lo que la distingue de esta última es su carácter grupal; es decir, la moral
viene a ser la conducta de una persona, donde dicha conducta generalmente es aceptada (o
bien vista) en un tiempo y lugar 372 Gima Prado-Carrera Opción, Año 32, Especial No.13
(2016): 12-35 determinado, por un grupo de individuos –llámese éste club recreativo,
social, cultural, espacio laboral, educativo.
En lo que toca al concepto de moral, entendemos que éste viene a anteponerse a un orden
establecido por el mismo hombre. Es decir, que lo que es aceptado como moral para unos,
viene a ser una conducta que se ha llevado a la práctica por algunos y que se espera que
esta misma conducta sea repetitiva por otros miembros dentro del mismo grupo social o
comunidad de individuos que así lo han establecido y que si esto no acontece, esto dará
pie a que se condene su falta de observancia. Este cumplimiento de conductas es a lo que
Nietzche (1885 y 1886) llama “hombres del deber” y La moral y la ética: Piedra angular
en la 373 enseñanza del derecho señala en su obra que quienes actúan contrario a ese
mandato sutil son los considerados “hombres sin deber”.ii En este sentido, otros afirman
que hay actos morales positivos y negativos y atribuyen esto a que el objeto de la moral
son las costumbres y la conducta humana y que partiendo de estos objetos constitutivos de
la moral, definen a la moral como la “ciencia de las leyes ideales y de la actividad libre del
hombre
LA ÉTICA
En este punto nos toca referirnos a la ética, la cual es considerada una disciplina derivada
de la filosofía ya que se considera que es tanto racional, como metódica y sistemática. La
ética se vincula al comportamiento del ser humano. Se dice que un La moral y la ética:
Piedra angular en la 375 enseñanza del derecho hombre puede ser bueno o malo,
dependiendo de sus impulsos, toda vez que actúa de cierta manera, dependiendo de las
circunstancias y realidades que enfrenta, en un lugar y/o momento preciso, por lo cual
hasta se le llega a confundir con la moral.
Partiendo de los conceptos antes citados, podemos resumir que la ética es la conducta del
hombre frente a la responsabilidad que éste tiene ante los ojos de otros hombres. Es decir,
sobre lo que otros esperan de su actuación. Y que esta actuación, es cultivada por este
mismo, durante el aprendizaje de un arte, oficio, profesión o de cualquier situación ante la
cual él se encuentra y espera no sentirse irresponsable.
La educación es, en su misma raíz, una acción ética “No hay educación sin ética. Aquello
que distingue la educación del adoctrinamiento es precisamente que la primera tiene
ineludiblemente un componente ético” (Mèlich, 2002, 51). Sólo puede haber acción
educativa si ésta tiene como finalidad la consecución de objetivos en sí mismos valiosos,
éticamente asumibles por todos, y si es una acción ética en todo el proceso de su
realización. Una educación que prescinda de los valores, en la pretensión de ser “neutral”
u “objetiva”, además de ser imposible e indeseable, es una contradicción en sus propios
términos. La acción educativa se sostiene en función de que asume que algo éticamente
deseable merece ser enseñado y aprendido. En cada acción educativa se transmiten,
inevitablemente, determinadas preferencias, actitudes y valores, ligados a la cultura en la
que aquella se realiza. La dimensión ética forma parte inevitable de nuestro equipaje
humano. También la acción educativa, como conducta humana, está sometida a la
“servidumbre” de la ética. “Educar es ya una tarea moral; refugiarse en la enseñanza de
unos contenidos meramente instructivos, al final, se ha mostrado como una pretensión
ingenua.
APLICACIÓN DE ÉTICA Y MORAL EN LA EDUCACIÓN
La ética y la moral están involucrados con el comportamiento de los seres humanos, por lo
tanto están dentro de la mayor parte de las acciones que una persona realiza. Es así que
estos términos también se ven inmersos en la educación y puedan estar presentes en las
acciones que tanto un docente como un estudiante puedan realizar.
Ejemplo de ética y moral en la educación:
Los estudiantes siempre deben prestar atención sin interrupción alguna cuando otra
persona este hablando, en el caso de los docentes siempre deben escuchar las opiniones de
sus alumnos, colegas y demás sin discriminación alguna.

Acción ética: El escuchar como los docentes a los

alumnos
Acción moral: No emitir discriminación alguna
entre los alumnos y docentes.
CONCLUSIÓN

Hoy en día, somos testigos de cómo estos dos grandes valores (ética y moral) han sido
relajados a su mínima expresión o hasta en algunos casos, ni siquiera llegan a
manifestarse. Sin embargo, todos debemos hacer algo al respecto, más quienes estamos
dejando huella en las aulas para contribuir a la formación de nuevos profesionistas del
derecho, que llegado su momento, estará en sus manos (y conciencia) garantizar la
impartición de la justicia. Esta no es una tarea fácil, ya que la historia actualmente
tiende a sepultarse, contrario a otros tiempos, en que ella pesaba en 386 Gima Prado-
Carrera Opción, Año 32, Especial No.13 (2016): 12-35 la construcción de nuestra
actualidad y tenía gran injerencia en el planteamiento de nuestro futuro profesional. Es
por ello que la enseñanza en las universidades y más aún en lo que respecta a la
formación de profesionistas del derecho, debe tener como primordial objetivo el de
contribuir a la generación de ideas y principios que conlleven a replantear la enseñanza
del derecho desde una perspectiva ética y, que a su vez ésta, pueda ayudar a involucrar a
todos los actores que, desde diversas esferas de la sociedad, encauzan a todos los
sectores que en ella participan, anteponiendo, primero que nada, su compromiso ético y
moral, pero sin dejar a un lado a la bioética. Si queremos tener una mejor sociedad,
debemos empezar por rescatar esos principios, que han sido relajados y que al ya no
hacer contrapeso en la persona, es que nos topamos de más en más con conflictos de
orden social, que llegan a desembocar en violaciones a leyes y reglamentos, que muchas
veces pudieron evitarse y que al no ser así se convierten en una carga económica para el
estado o para las personas en ellos involucradas. La moral y la ética de un profesionista
(del derecho o de cualquier profesión) y sobre todo la relación de estas con la bioética y
el derecho, puede contribuir a la pronta y expedita resolución de conflictos, abaratando
la carga económica de los involucrados en ella y facilitando sus relaciones presentes y
futuras; esto puede llevarnos a tener una mejor sociedad, así como ayudar a heredar
estos valores a las futuras generaciones, para que ellos puedan vivir en armonía. Por
todo lo anterior, si tomamos en cuenta que, es en las aulas donde se cimienta la base del
conocimiento y, hablando de la carrera de derecho, la piedra angular del futuro
profesionista que egresará de la misma, la constituyen el ejemplo moral y ético que le
deja a lo largo de su formación su profesor, debemos analizar que no sólo necesitamos
ser ejemplares catedráticos, impregnados de conocimiento y revestidos de una
formación práctica en alguna de las especialidades dentro del sector público o privado,
sino que paralelamente a esto, debemos transpirar ese sentimiento moralista, La moral y
la ética: Piedra angular en la 387 enseñanza del derecho ético y bioético que nuestra
profesión requiere y que nuestra sociedad insatisfecha exige.

BIBLIOGRAFIA

file:///C:/Users/USU/Downloads/Dialnet-EticaYEducacion-6729750.pdf

https://www.calameo.com/read/0069634383b24d3aea26a

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31048483019

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31048483019

file:///C:/Users/USU/Downloads/Dialnet-EticaYEducacion-6729750.pdf

LA EDUCACIÓN ES, EN SU MISMA RAÍZ, UNA ACCIÓN ÉTICA

“No hay educación sin ética. Aquello que distingue la educación del adoctrinamiento es
precisamente que la primera tiene ineludiblemente un componente ético.

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