Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Facultad de Psicología
_________________________________________________________________
Tesis de Licenciatura
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
Lista de contenidos
Resumen 2
Introducción 3
Marco Teórico 4
La atención plena 4
Principios y características 4
Historia de la atención plena en occidente 6
TCC 8
Principios y conceptos básicos 8
Desde el nacimiento de la TCC a las TCCs basadas en la atención plena 10
TCC y edades escolares 13
Resultados 25
Discusión 32
Lista de referencias 39
ANEXOS 43
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 2
Resumen
Los estudios dedicados a evaluar los efectos psicológicos de las MBIs suelen
buscarlos en torno a los síntomas depresivos y ansiosos, en el estrés, la atención, la
calidad de vida, el bienestar y la vulnerabilidad cognitiva (Bishop y col., 2004). Tanto el
estrés como la atención se ven afectados por el estilo de vida moderno, lo que,
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 4
Marco Teórico
La atención plena
Principios y características
El término mindfulness, en inglés, es la traducción del término sati, del pali (idioma
en el que se registraron originalmente las enseñanzas de Buddha), haciendo referencia a
conciencia, atención y recuerdo. El recuerdo, en este contexto, no es sino el de acordarse
de la actitud que ha de mantenerse en el estado de atención plena (Davids y Stede,
1921/2001, en Siegel y col., 2011). De esta manera se incrementa la habilidad de
reconocer el procesamiento mental en el momento presente. Es decir, se aprende a
discernir los patrones de los propios pensamientos, sentimientos, sensaciones y recuerdos
(Bishop y col., 2004). Se trata de un proceso de defusión o descentralización y de ruptura
del patrón automático y habitual de reactividad.
Dos prácticas que suelen confundirse con la práctica de atención plena son la
relajación y la meditación. Con respecto a la primera, el propósito de la práctica de
relajación es proporcionar alivio y reducir la ansiedad y el estrés, y suele tener efectos
inmediatos (Dobson y Dobson, 2017, pp. 124-125). La práctica de atención plena puede
resultar en una sensación de relajación, pero su propósito es el de aumentar la conciencia
del momento presente, la defusión y la tolerancia a la angustia. Volviendo a la meditación,
tanto ella como la práctica de atención plena fomentan la habilidad de atención sostenida
durante largos períodos (Parasuraman, 1998, en Bishop y col., 2011) y la capacidad de
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 6
cambiar el foco de atención deliberadamente (Posner, 1980, en Bishop y col., 2011). Como
prácticas difieren en su objeto: mientras en la meditación puede, en general, centrarse en
cualquier objeto, el objeto de la práctica de atención plena es el proceso dinámico de los
propios pensamientos, sensaciones y sentimientos. La atención plena como estado
psicológico es, entonces, el resultado y el objetivo de la práctica meditativa de atención
plena.
Junto a las especias y demás productos exóticos del lejano oriente se difundieron
también conceptos y prácticas, alimentando el interés de los habitantes de Europa y
Estados Unidos en la cultura oriental. Mientras que en Inglaterra apareció una suerte de
orientalismo, es decir, se tomaron las características más superficiales de la cultura hindú,
en los Estados Unidos se adoptaron particularidades que tenían que ver con aspectos más
sutiles, las creencias y la espiritualidad budista de la india, como también de china, japón y
corea (McCown y col., 2010).
estadounidenses que habían servido en países del lejano Oriente durante la Segunda
Guerra Mundial. Los psiquiatras militares estadounidenses que sirvieron en Japón tuvieron
la oportunidad de conocer la aceptación como herramienta terapéutica con la psicoterapia
japonesa, que en vez de intentar de eliminar los síntomas, invitaba a los pacientes a
conocerlos y vivirlos plenamente. Este principio tuvo enormes repercusiones en la práctica
occidental (McCown y col., 2010) y, junto con otros elementos importados, culminó en lo
que Korman y Saizar identifican como “orientalización de la psicoterapia” (2017).
Las décadas de los 50 ́ y 60´ del siglo pasado se caracterizaron por “el miedo y la
conformidad (y también por el miedo a la conformidad)” (McCown y col., 2010, p.45), en la
que triunfaron la cultura Beat y la contracultura. Maestros budistas refugiados de Tíbet
llegaron a Estados Unidos por la represión china, y jóvenes estadounidenses que viajaban
por el sur de Asia aportaron a estos movimientos. Apareció una adaptación y simplificación
de las prácticas budistas, centrándose casi exclusivamente en la meditación. Estas
décadas de los 50 ́ y los 60´ son identificadas por McCown y col. (2010) como los años del
boom del zen, que afectó tanto a la comunidad intelectual como a la cultura popular.
Otro paso importante hacia la atención plena como la conocemos hoy se dio en los
años 70´, con el movimiento Insight que tuvo un gran alcance en la difusión de la
meditación Vipassana, y que, una vez más, mantuvo la tendencia occidental de dar
protagonismo a la práctica de meditación, mientras se le resta importancia al ritual, a la
ceremonia y a la jerarquía. Se introduce una práctica más casual e igualitaria, en una
atmósfera individualista y democrática, más acorde a los valores estadounidenses. De los
maestros se destaca menos su figura de autoridad, y el lenguaje es más psicológico que
budista (Prebish, 1999, en McCown y col., 2010). McCown y col. afirmaron que “el
Vipassana está altamente psicologizado; de hecho, muchos, si no la mayoría, de los
maestros de Vipassana en el movimiento Insight son psicoterapeutas capacitados” (p. 19).
Si las décadas de los 60’ y los 70’ fueron período de fundación y crecimiento, en las
que prosperaron los centros y escuelas de meditación de gurús carismáticos, en las
décadas de los 80’ y los 90’ el poder se distribuyó más ampliamente, con éticas
formalizadas, medidas de control y supervisión, que McCown y col. (2010) interpretaron
como un paso hacia la madurez.
responsabilidad sobre su salud física y mental. En este marco las personas que se sienten
impotentes o que carecen de recursos suficientes sufren alto nivel de estrés y de angustia
(Dobson y Dobson, 2017, pp. 11-12). La atención plena occidental, a pesar de las
modificaciones que fue integrando en su trayectoria en occidente, mantiene el objetivo
original del budismo, este es, el cese del sufrimiento, objetivo que comparte con la
psicoterapia, y que la torna relevante como posible respuesta al estrés y a la angustia.
Como la TCC, la atención plena parte de la hipótesis de que el camino hacia ese objetivo
pasa por el autoconocimiento y el proceso de descentralización.
TCC
1. La hipótesis del acceso afirma que con capacitación y atención adecuadas los
individuos pueden tomar conciencia del proceso y contenido de su pensamiento.
En los años 50’ del siglo 20 fue desarrollada la terapia comportamental, más tarde
denominada la primera ola en el campo de la psicología. Esta terapia ofrecía una
alternativa frente a la hegemonía del psicoanálisis, corriendo el foco de la conducta interna
del ser humano para ubicarlo sobre la conducta observable. John B. Watson, reconocido
como el padre de la psicología comportamental, formuló la teoría del aprendizaje basado
en condicionamiento clásico. Esta teoría explica la conducta mediante la relación estímulo-
respuesta, y postula que un estímulo que provoca una respuesta específica puede ser
sustituido por otro estímulo, si los dos estímulos aparecen juntos suficientes veces. La
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 11
generar una TCC que, según Benjamin y col. (2011), se caracteriza por ser “multifacética,
ampliamente practicada, aplicable y bien investigada” (p. 180), y que “prosperó debido a la
conveniencia y viabilidad de esta combinación para producir resultados clínicamente
significativos” (p.183). Los mismos autores postulan que “terapia cognitiva-
comportamental-social-evolutiva-emocional” sería un nombre más apropiado (p. 180). En el
campo académico hay quienes discuten que se trata de varias ramas diferentes que tal vez
compartan algunos elementos sin llegar a conformar un modelo unificado (Bolton, 2004). A
pesar de estos cuestionamientos, parece que la mayor parte de la comunidad clínica y
académica reconocen la TCC como un modelo unificado, si bien multifacético, que
comparte claros principios y cierta manera de abordar la terapia.
Heyes y col. (2004) identificaron cinco características de estas nuevas terapias que
surgieron en el campo TCC, reuniéndolas bajo el nombre de tercera ola. Esta
denominación trajo varias críticas, argumentando que Hayes estaba realizando un hecho
de historización del nuevo fenómeno, sin tener la perspectiva suficiente como para poder
evaluar su alcance, además de formar parte del mismo. También hubo críticas por parte de
representantes de la TCC que resaltaron el hecho de que el término “tercera ola” sugiere la
superación de las olas anteriores (Hayes y col., 2011). Otro tipo de resistencia vino tanto
por parte de representantes de la TCC clásica como por representantes de la nueva ola en
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 13
cuestión, que argumentaron que la novedad no justifica una nueva categoría, ya que se
trata de los mismos principios con ínfimas modificaciones.
Estos hallazgos fueron interpretados desde el punto de vista cognitivo cuando Beck
señaló que las contingencias ambientales, durante las primeras experiencias de vida,
tienen influencia fundamental sobre los esquemas cognitivos. Como se ha mencionado, los
esquemas cognitivos se desarrollan en las primeras etapas de vida y se siguen
consolidando y organizando a medida que se asimilan nuevas experiencias. Los eventos
adversos y las malas experiencias durante el apego temprano pueden contribuir al
desarrollo de un sistema de creencias desadaptativo y manifestarse en sesgos de
atención, de memoria o de interpretación, y contribuir a un estado de malestar y al
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 14
Otro autor importante que aportó a este proceso fue Piaget y su teoría de la
epistemología genética. Piaget propuso cuatro estadios de desarrollo. Planteó que en el
primer estadio la cognición se desarrolla gracias a la acción, pero que con la madurez, si
bien el vínculo entre las dos se mantiene, la relación cambia cuando la cognición hace
posible la práctica. Sin embargo, hay quienes se basaron en la teoría de Piaget para
argumentar que la aplicación de la TCC en niños y en adolescentes sería sumamente
limitada, ya que, según la epistemología genética, aún no son capaces de formar teorías
sobre su propio pensamiento, es decir, aún no son capaces de metacognición (Bolton,
2004). A este cuestionamiento Bolton respondió con diferentes argumentos. Si bien
reconoció que existen algunas debilidades en la teoría de Piaget, como son la inexactitud
en las supuestas edades definidas para cada estadio, haber confundido la competencia
con el desempeño y haber restado importancia a las influencias ambientales, Bolton señaló
que la TCC adoptó nuevos paradigmas, como el del procesamiento de la información. Este
paradigma deja de lado los estadios (piagetianos u otros, lo que hace irrelevantes las
discusiones sobre la exactitud de las edades de cada estadio) para centrarse en la
cognición específica involucrada en cada elaboración de respuesta y en su mantenimiento.
Esta manera de abordar cada cognición por sí misma se vincula a una segunda
respuesta que da Bolton frente a los cuestionamientos de la aplicación de la TCC en niños
y en adolescentes, que es que una cognición o habilidad aún no desarrollada no podría ser
la fuente de un problema a enfrentar. Este autor indicó que el nivel de desarrollo cognitivo
que se necesita para la TCC es cualquier nivel que esté involucrado en la generación del
problema en cada caso particular, y resume que la TCC es relevante para niños y
adolescentes “en la medida en que se encuentran en el proceso de forjar vínculos entre el
lenguaje, el afecto y la conducta” (Bolton, 2004, p. 13).
Bolton citó hallazgos de estudios con muestras no clínicas que sugieren que las
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 16
La atención plena busca “reducir la vulnerabilidad cognitiva ante los modos reactivos
de la mente” (Bishop y col., 2004, p. 231), lo que se asemeja mucho al intento de la TCC
de atenuar los pensamientos y respuestas automáticos. A su vez, si en la primera y
segunda ola el contenido de los pensamientos es analizado para identificar y modificar
creencias sesgadas y erróneas, la tercera ola, como la atención plena misma, se focaliza
en el proceso dinámico de los pensamientos e intenta incidir en la manera en que nos
relacionamos con ellos, tomando una postura más neutral, de aceptación, y despojada de
juicio (Hayes y col., 2011; Olendzki, 2009).
Corrientes
Definición operacional
Como queda mencionado, la atención plena puede ser descrita como estado
psicológico o como práctica. En su encuentro con la TCC se adhiere una tercera forma,
propia del campo científico, que es la atención plena como constructo teórico (Carsley,
Khoury y Heath, 2018; Germer, 2015). A pesar de esto y de la integración de la atención
plena como herramienta terapéutica, en 2004 Bishop y col. señalaron la falta de una
definición operacional consensuada de la atención plena. Si se tiene en cuenta la
diversidad de definiciones en las publicaciones sobre el tema, esta situación sigue vigente.
Los mismos autores destacaron la necesidad de criterios definitorios para poder abordar
cuestiones conceptuales y operacionales e investigar los mecanismos de acción
implicados. Esto permitiría perfeccionar los instrumentos, aumentar su precisión y llegar a
consensuar sobre ellos.
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 18
Instrumentos
Dobkin y Zhao (2011) afirmaron también el hecho de que no está clara la manera en
que influyen la calidad y la cantidad de la práctica, la necesidad de considerar diferencias
intrapersonales e interpersonales y factores como la actitud y la intención del practicante
durante la meditación. Todos estos tornan la tarea de aislar y medir los componentes
activos de la atención plena en un desafío complejo.
componentes propiamente dicho, sino que sugiere unos mecanismos mediadores sobre la
base teórica. Estos autores propusieron que las habilidades y procesos desarrollados en el
marco de una MBI en contexto escolar pueden operar indirectamente, como mecanismos
de acción, promoviendo la salud mental, el bienestar, las relaciones con los compañeros, el
comportamiento en el aula y el rendimiento académico mediante un proceso en espiral
ascendente o ciclos de retroalimentación positiva. Más específicamente, definen como
procesos mediadores las habilidades de atención plena, incluyendo la conciencia mental y
corporal, la atención consciente, la aceptación y la flexibilidad psicológica. Entre los
procesos cognitivos y emocionales incluyen la atención, las funciones ejecutivas y la
autorregulación. Entre las competencias sociales incluyen las disposiciones y conductas
prosociales, la bondad hacia uno mismo y la autocompasión, la amabilidad y la compasión,
la empatía, la gratitud y el altruismo. También mencionan la reducción de problemas de
comportamiento, de agresividad y de ira.
Bishop y col. (2004) señalaron que existe una confusión común entre los
componentes de la atención plena y sus resultados y destacaron la importancia de saber
discernirlos. Entre los resultados mencionaron la paciencia (permitir que las cosas se
desarrollen a su propio tiempo), la confianza (en la capacidad de permanecer en contacto
con la experiencia privada), la no reactividad (calma), la sabiduría (autoconocimiento) y la
compasión.
Otros autores afirmaron la abundancia de ensayos empíricos que apoyan las MBIs
(por ejemplo, Stein y Witkiewitz, 2020). A pesar del creciente apoyo empírico para la
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 22
implementación de las MBIs, existen críticas con respecto a la fortaleza del efecto, los
posibles sesgos y la metodología de las evaluaciones, destacando la necesidad de
instrumentos de medición y de investigaciones más rigurosas (Dobson y Dobson, 2017, p.
305).
Objetivos
Metodología
La muestra final incluyó ocho estudios que responden a las condiciones de inclusión
del presente trabajo (véase Anexos: Figura 1 para el diagrama de flujo del proceso de
búsqueda y selección y la Tabla 1 para la lista de los estudios incluidos). Estos estudios
fueron revisados y se resumieron las características principales de las intervenciones, sus
resultados y sus conclusiones, para poder elaborar las propias.
Resultados
de las MBIs. Los autores señalaron como debilidad la tendencia de los estudios a probar
nuevos protocolos de MBI en lugar de replicar MBIs establecidas, con más del 40% de los
protocolos examinados desarrollados e implementados por los propios investigadores.
Además, afirmaron que menos de un tercio de los estudios definieron la atención plena
como un resultado a medir, pese a que es considerada como un mecanismo central de
cambio.
Felver y col. (2016) codificaron los estudios incluidos según dominios, metodologías
empleadas, características de la población y de la intervención y las variables de resultado.
Identificaron como fortalezas de la literatura examinada el hecho de que los estudios
realizados suelen tener muestras grandes, lo que permite una mejor detección de efectos,
y el hecho de que las muestras suelen ser equilibradas y heterogéneas. Entre las
desventajas destacaron que los estudios incluidos no tuvieron en cuenta la naturaleza
jerárquica de los datos que deriva de la agrupación de los alumnos en clases, y marcan
este hecho como una violación del supuesto de independencia de los datos. También
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 28
(4) Klingbeil, Renshaw, Willenbrink, Copek, Chan, Haddock, Yassine y Clifton (2017)
Una variabilidad que aportó el estudio se pudo encontrar en los diferentes países y
regiones que participaron en él (incluyendo Hong Kong, España e Irán, entre otros), puede
que como consecuencia de no haberse limitado a ningún idioma específico. Si bien
encontraron que la MBI tuvo un efecto significativo pequeño sobre los síntomas de
ansiedad en todos los estudios, el país en el que se realizó la intervención moderó estos
resultados significativamente, con mayor tamaño de efecto en poblaciones no occidentales.
Odgers y col. (2020) sugirieron que las MBIs tienen un efecto pequeño a mediano, aunque
temporal, sobre la reducción de síntomas de ansiedad en niños no occidentales (pero no
en adolescentes), y que las MBIs no reducen la ansiedad en poblaciones de jóvenes
occidentales. Concluyeron que los resultados no respaldan la implementación de las MBIs
en escuelas, y que probablemente no son un medio eficaz para abordar la ansiedad de los
jóvenes.
encontraron que las MBIs ayudaron a los participantes, según informaron, a afrontar mejor
el estrés y a observar sus pensamientos y sentimientos, lo que aportó a la regulación de
respuesta. También destacaron que en los estudios objeto enfatizaron las aplicaciones
inmediatas y preventivas asociadas a la MBI en edades escolares.
Discusión
El presente trabajo tuvo como objetivo analizar el estado del arte en el campo de la
MBI en edades escolares. Para este fin se analizaron ocho metaanálisis y revisiones
sistemáticas dedicados a las MBIs en estas edades. Tanto entre las publicaciones
analizadas como en los estudios revisados por ellas se encontró una gran heterogeneidad
en todos sus componentes, hasta donde permitieron sus criterios de elegibilidad.
Con respecto a las características de las MBIs, los resultados de Klingbeil y col.
(2017) reflejan la dificultad de sintetizar estos datos, con 36 tipos diferentes de MBI en los
76 estudios; varios de ellos fueron difíciles de calificar según las categorías
preestablecidas (programa de atención plena prediseñado, combinación de diferentes
actividades de atención plena, etc.) ya sea por la falta de datos, ya sea por los diferentes
enfoques y categorías de los metaanálisis y revisiones. A pesar de estas limitaciones, se
rescata que la mayoría de los estudios utilizaron programas preexistentes, manualizados o
parcialmente manualizados, varias veces basados en los programas de MBSR o MBCT,
con prevalencia a facilitadores capacitados externos, encuadre grupal que tuvo lugar en las
escuelas, con niños y adolescentes, en su mayoría, en la educación general (no clínica).
Efectos significativos
Entre los efectos significativos Maynard y col. (2017) hallaron resultados mixtos con
pequeños efectos positivos en lo cognitivo y en lo socioemocional. Señalan que estos
hallazgos corresponden parcialmente al supuesto teórico según el cual la MBI opera de
manera directa sobre los procesos cognitivos y solo secundariamente sobre procesos más
distales, como son el comportamiento y el rendimiento académico. Una explicación
alternativa que proporcionan es que estos efectos se deben al tipo de medición utilizado
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 33
para los resultados académicos y conductuales, el autoinforme, que suele sufrir de sesgo
por deseabilidad social.
Klingbeil y col. (2017) encontraron que las MBIs con jóvenes tienen efectos positivos
pequeños en los dominios de procesos y resultados, particularmente sobre el proceso de
atención plena, pero indicaron que estos resultados son más bajos de los obtenidos con
otros tratamientos con apoyo empírico para la misma población y de lo hallado en MBI con
adultos.
Limitaciones y calidad
Varios de los autores indicaron que los resultados presentados deben interpretarse y
generalizarse con cautela, ya que evalúan la calidad general de los estudios objeto como
baja (Carsley y col., 2018; Odgers y col., 2020) o baja a moderada (Maynard y col., 2017).
Los autores informaron sobre los factores que atentan contra la calidad de los estudios
objeto, dada la extensión limitada del presente trabajo se mencionan sólo las limitaciones
principales, haciendo referencia a todas ellas a continuación, en la síntesis de
recomendaciones de los metaanálisis y revisiones. Entre estos factores los autores
destacan la variabilidad antes mencionada, la calidad metodológica y la falta de
información en los estudios objeto (en relación a la metodología, a la intervención y a sus
componentes, a la población etc.) y diferentes riesgos de sesgo (Carsley y col., 2018,
Dunning y col., 2019; Klingbeil y col., 2017; Maynard y col., 2017, McKeering y Hwang.,
2017; Odgers y col., 2020; Sapthiang y col., 2019). Varios autores identifican como la
mayor limitación de la literatura existente, y de la posibilidad de derivar conclusiones de
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 34
ella, el hecho de que son pocos los estudios que utilizan asignación aleatoria y algún tipo
de condición de comparación, específicamente activa (Carsley y col., 2018; Dunning y col.,
2019; Felver y col., 2016; Odgers y col., 2020). También mencionan el hecho de que varias
intervenciones fueron desarrolladas por los propios facilitadores o investigadores (Dunning
y col., 2019; Maynard y col., 2017).
Felver y col. (2016) sugirieron cuidadosamente que puede haber un gran beneficio
al adquirir habilidades de atención plena en el marco del proceso educativo de niños y
adolescentes. Coinciden con ellos Dunning y col. (2019), que encuentran en su estudio
apoyo al uso de MBI en jóvenes, especificando su efecto positivo sobre la salud mental y el
bienestar en torno a la habilidad de atención plena, la depresión y la ansiedad/estrés. De
manera similar, Carsley y col. (2018) coinciden en que las MBIs en el contexto escolar son
útiles en relación a la salud mental y al bienestar, especialmente en la adolescencia tardía
y en intervenciones menos estructuradas que combinan diferentes actividades de atención
plena. McKeering y Hwang (2019), al haber limitado su estudio a la adolescencia
temprana, llegaron a la conclusión de que los resultados respaldan la implementación de
MBIs en el marco escolar para el bienestar. Maynard y col. (2017) encontraron que las
MBIs tienen un efecto positivo pequeño sobre resultados cognitivos y socioemocionales.
En relación a la mejora en la salud mental, Sapthiang y col. (2019) enfatizaron la
importancia del hecho de que el beneficio de la intervención fue percibido por los propios
alumnos. Klingbeil y col. (2017) recomendaron un uso limitado de la MBI en escuelas,
conceptualizando la atención plena como un conjunto de habilidades con potencial
beneficioso, orientado a poblaciones generales y a la prevención, y no como un tratamiento
específico o intensivo y recomendaron implementarlo como subtipo de las intervenciones
SEL. Estos autores coinciden con McKeering y Hwang (2019) y con Spathiang y col. (2019)
sobre el aporte preventivo que pueden tener las MBIs. En este contexto, Maynard y col.
(2017) sugirieron que este tipo de implementación universal en la población general de
estudiantes puede ser innecesaria, o que requiere mediciones más sensibles.
Odgers y col. (2020), que centraron su estudio en la eficacia de las MBIs para la
ansiedad, llegaron a la conclusión de que los resultados no respaldan la implementación
de las MBIs en las escuelas como un medio eficaz; por lo menos no en poblaciones
occidentales.
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 35
Gran parte de las siguientes recomendaciones fue expresada explícitamente por los
autores, mientras que algunas fueron deducidas de lo que consideran como limitaciones y
desventajas. Se aplicaron categorías de recomendaciones basadas en las categorías
utilizadas por Felver y col. (2016).
col., 2017 no encontraron relación significativa entre la dosis y los resultados después de
controlar la calidad del diseño del estudio). (14) La definición de criterios y la evaluación
empírica de la cantidad de preparación necesaria y práctica personal de atención plena
para el facilitador (Carsley y col., 2018; Felver y col., 2016; Klingbeil y col., 2017).
Conclusiones
Lista de referencias
Andreu, C. I., & García-Rubio, C. (2019). How does mindfulness work in schools? An
integrative model of the outcomes and the mechanisms of change of mindfulness-
based interventions in the classroom. Enhancing resilience in youth (pp. 139-157).
Springer, Cham. https://doi:10.1007/978-3-030-25513-8
Beck, A. T., & Dozois, D. J. A. (2011). Cognitive therapy: Current status and future
directions. Annual Review of Medicine, 62, 397–409.
https://doi.org/10.1146/annurev-med-052209-100032
Benjamin, C. L., Puleo, C. M., Settipani, C. A., Brodman, D. M., Edmunds, J. M.,
Cummings, C. M., & Kendall, P. C. (2011). History of cognitive-behavioral therapy in
youth. Child and adolescent psychiatric clinics of North America, 20(2), 179–189.
https://doi.org/10.1016/j.chc.2011.01.011
Bishop, S. R., Lau, M., Shapiro, S., Carlson, L., Anderson, N. D., Carmody, J., & Devins, G.
(2004). Mindfulness: A proposed operational definition. Clinical Psychology: Science
and Practice, 11(3), 3230-241. https://doi.org/10.1093/clipsy.bph077
Bolton, D. (2004). Cognitive behaviour therapy for children and adolescents: some
theoretical and developmental issues. En P. Graham (Ed.), Cognitive Behaviour
Therapy for Children and Families (pp. 9-24). Cambridge: Cambridge University
Press. https://doi.org/10.1017/CBO9780511543845.002
*Carsley, D., Khoury, B., & Heath, N. L. (2018). Effectiveness of mindfulness interventions
for mental health in schools: A comprehensive meta-analysis. Mindfulness, 9(3),
693–707. https://doi.org/10.1007/s12671-017-0839-2
Dobkin, P. L., & Zhao, Q. (2011). Increased mindfulness–The active component of the
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 40
Dobson, K., Fernandez, A., & Hofmann, S. G. (2021). Theoretical framework. In A. Wenzel
(Ed.), Handbook of cognitive behavioral therapy: Overview and approaches (pp. 31–
50). American Psychological Association. https://doi.org/10.1037/0000218-002
Dozois, D. J. A., Dobson, K. S., & Rnic, K. (2019). Historical and philosophical bases of the
cognitive-behavioral therapies. En K. S. Dobson & D. J. A. Dozois (Eds.), Handbook
of cognitive-behavioral therapies (pp. 3–31). The Guilford Press.
https://www.guilford.com/excerpts/dobson_ch1.pdf?t
*Dunning, D. L., Griffiths, K., Kuyken, W., Crane, C., Foulkes, L., Parker, J., & Dalgleish, T.
(2019). Research review: The effects of mindfulness‐based interventions on
cognition and mental health in children and adolescents—A meta‐analysis of
randomized controlled trials. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 60(3),
244–258. https://doi.org/10.1111/jcpp.12980
Fandakova, Y., & Hartley, C. A. (2020). Mechanisms of learning and plasticity in childhood
and adolescence. Developmental cognitive neuroscience, 42, 100764.
https://doi.org/10.1016/j.dcn.2020.100764
*Felver, J. C., Celis-de Hoyos, C. E., Tezanos, K., & Singh, N. N. (2016). A Systematic
Review of Mindfulness-Based Interventions for Youth in School Settings.
Mindfulness, 7, 34–45 (2016). https://doi.org/10.1007/s12671-015-0389-4
Hayes, S. C., Villatte, M., Levin, M., & Hildebrandt, M. (2011). Open, aware, and active:
contextual approaches as an emerging trend in the behavioral and cognitive
therapies. Annual review of clinical psychology, 7, 141–168.
https://doi.org/10.1146/annurev-clinpsy-032210-104449
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 41
Hudson, K. G., Lawton, R., & Hugh-Jones, S. (2020). Factors affecting the implementation
of a whole school mindfulness program: a qualitative study using the consolidated
framework for implementation research. BMC health services research, 20(1), 1-13.
https://eprints.whiterose.ac.uk/158196/
*Klingbeil, D. A., Renshaw, T. L., Willenbrink, J. B., Copek, R. A., Chan, K. T., Haddock, A.,
Yassine, J., & Clifton, J. (2017b). Mindfulness-based interventions with youth: A
comprehensive meta-analysis of group-design studies. Journal of School
Psychology, 63, 77–103. https://doi.org/10.1016/j.jsp.2017.03.006
*Maynard, B. R., Solis, M. R., Miller, V. L., & Brendel, K. E. (2017). Mindfulness‐based
interventions for improving cognition, academic achievement, behavior, and
socioemotional functioning of primary and secondary school students. Campbell
systematic reviews, 13(1), 1-144. https://doi.org/10.4073/CSR.2017.5
McCown, D., Reibel, D., & Micozzi, M. S. (2010). Teaching mindfulness. A practical guide
for clinicians and educators. US: Springer.
*Odgers, K., Dargue, N., Creswell, C., Jones, M. P., & Hudson, J. L. (2020). The limited
effect of mindfulness-based interventions on anxiety in children and adolescents: A
meta-analysis. Clinical child and family psychology review, 23(3), 407-426.
Shapiro, S. L., Carlson, L. E., Astin, J. A., & Freedman, B. (2006). Mechanisms of
mindfulness. Journal of Clinical Psychology, 62(3), 373–386.
https://doi.org/10.1002/jclp.20237
Siegel, R. D., & Germer, C. K., y Olendzki, A., (2011). Mindfulness: ¿Qué es? ¿Dónde
surgió? En F. Didonna (Ed.), Manual clínico de mindfulness. Desclèe de Brouwer,
New York: Springer.
*Sapthiang, S., Van Gordon, W., & Shonin, E. (2019). Health school-based mindfulness
interventions for improving mental health: A systematic review and thematic
synthesis of qualitative studies. Journal of Child and Family Studies, 28(10), 2650-
2658. https://doi.org/10.1007/s10826-019-01482-w
ANEXOS
Figura 1
Estrategias de búsqueda
Tabla 1
Carsley y (1) La atención plena como enfoque Todos los estudios incluyeron Todos los estudios incluidos informaron la Nueve estudios fueron conducidos por un
col. (2018) principal (2) con datos suficientes para intervenciones escolares. 54% estudios - totalidad de las horas dedicadas a la MBI, maestro capacitado y 15 por un facilitador
calcular los tamaños de efecto (3) emplearon un programa de atención con promedio de 11,64 horas, siendo 0,25 externo. De estos 15 estudios 12 fueron
publicación en revista revisada por pares, plena existente o prediseñado, 25% hora la práctica más corta y 36 horas la conducidos por un practicante o maestro
(4) datos cuantitativos, (5) poblaciones no estudios aplicaron una combinación de más extensa (no se detalla cuánto duró experimentado de atención plena y los tres
especializadas, (6) MBIs realizadas en la diferentes actividades de atención plena, cada sesión). No indicaron la frecuencia o restantes por investigadores y estudiantes
escuela, (7) medición de salud mental o 16,67% estudios emplearon una práctica la duración total de las MBIs. graduados. Los resultados sugieren que el
bienestar. de atención plena basada en yoga como tipo de facilitador puede tener un impacto en
su principal herramienta, y 4,17% los resultados de los estudios.
clasificaron aplicaron una actividad de
atención plena basada en el arte.
Dunning y (1) Diseño ECA, (2) participantes de 18 Todos los estudios incluidos aplicaron una La duración de la intervención en Todas las MBIs fueron guidas por un
col. (2019) años o menos, (3) intervención I: MBI MBI originada en un programa semanas oscilaba entre 2 y 24 semanas, maestro capacitado en atención plena.
según Crane et al., 2017: (a) establecido (por ejemplo, MBSR) que se con un promedio de 9.3 semanas y
descentramiento y enfoque en el centra en la práctica de atención plena. mediana de 12 semanas. La totalidad de
momento presente, (b) desarrollo de Se descartaron aquellos estudios que horas de MBI varió entre una hora y
mayor autorregulación atencional y utilizaban una combinación de métodos media a 8 horas de práctica, con un
conductual, (c) práctica sostenida de (como yoga consciente). promedio de 8.98 horas y mediana de 6
meditación de atención plena, o (4) horas. No se informó cuánto duraba cada
intervención II: (a) más de una sesión de sesión ni la frecuencia.
MBI, (b) la práctica de la atención plena
como componente central o
subcomponente (en lugar de combinarse
con otra actividad), (c) facilitador
capacitado en atención plena.
Felver y (1) Estudios que se publicaron en revistas 32% estudios utilizaron componentes de La mayoría de los estudios informaron la Casi el 60% de las MBIs fueron
col. (2016) con revisión de pares antes de junio del MBSR y 10,71% utilizaron componentes duración de la sesión de MBI (25, transmitidos por un facilitador externo (n =
2014, (2) MBI realizada en el entorno de MBCT. 32% estudios utilizaron 89,28%), oscilando entre 5 y 120 minutos, 16, 57,14%), en diez de los estudios
escolar, (3) participantes menores de 18 intervenciones con previa evaluación con duración total de entre una hora y fueron maestros capacitados y los dos
años, (4) se obtuvo al menos una variable empírica. media y 36 horas de intervención. Solo un estudios restantes combinaron entre
dependiente objetiva de los estudiantes, estudio especificó la frecuencia. facilitador externo y profesor regular.
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 45
hhh
Felver y (5) el enfoque del estudio fue evaluar los El componente de práctica extraescolar El número total de sesiones de MBI varió
col. (2016) efectos de una intervención, (6) la estuvo presente en 42% de los estudios, entre 4 y 60 (media = 17,5) que abarcaron
intervención fue dirigida a estudiantes, (6) aunque la mayoría de los estudios no entre 2 y 24 semanas (media = 8,2). La
el componente central de la intervención informaron sobre este detalle. mayoría de los estudios informaron la
era la atención plena o se identificaba 89,28% de las MBIs utilizaron duración de la sesión de MBI (25,
como MBI. intervención grupal, y el resto utilizó 89,28%), oscilando entre 5 y 120 minutos,
enfoque individual con duración total de entre una hora y
68% de los estudios realizaron media y 36 horas de intervención. Solo un
intervenciones dentro de las aulas estudio especificó la frecuencia. El
durante el horario escolar normal. El número total de sesiones de MBI varió
ámbito de la intervención no se informó entre 4 y 60 (media = 17,5) que abarcaron
en 3 estudios. entre 2 y 24 semanas (media = 8,2).
Klingbeil y (1) Estudios que se describieron Los autores registraron 36 tipos diferentes Los MBI se administraron durante 1 a 36 Si bien incluyen entre los parámetros a
col. (2017) explícitamente como intervenciones de de MBI en los 76 estudios, siendo las semanas con un promedio de 9,2 codificar el tipo de facilitador según
atención plena (2) en las que la atención adaptaciones de MBSR (36,67%) y las semanas. El número de sesiones de investigador, médico o miembro del
plena era el componente principal (por adaptaciones de MBCT (33,33%) las más intervención varió de 1 a 125 con un personal escolar, no se proveyeron datos
ejemplo, se excluyeron CBT y ACT), (3) comunes. promedio de 21 sesiones. La cantidad de al respecto. En relación a la capacitación
MBI entregada a los jóvenes de manera Todos los estudios incluidos aplicaron la minutos total varió entre 15 min a 2400 o la experiencia personal de los
directa y dirigida a sus resultados, (4) MBI en grupo, sin explicitar la cantidad de minutos, con promedio 766,2, y el facilitadores con la atención plena los
publicados antes de enero de 2016, (5) en participantes en cada grupo. La mayoría promedio de minutos de tratamiento por autores indicaron que no pudieron
revistas con revisión de pares (6); se de los estudios implementaron las semana fue de 89,1. No indicaron sobre codificar esta información por la
excluyeron: diseños de caso único, intervenciones en entornos urbanos (k = la duración de sesión única. inconsistente de esta variable en los
métodos cualitativos, revisiones narrativas 24) seguidos por entornos suburbanos (k estudios incluidos. Señalaron la
o revisiones de metaanálisis. = 7), rurales (k = 6) o mixtos (k = 1). La importancia de cuantificar la cantidad de
intervención tomó lugar con mayor práctica necesaria para llevar al máximo
frecuencia en las escuelas (k = 46), y con la eficacia de la MBI.
menos frecuencia los entornos clínicos
ambulatorios (k = 16), centros
correccionales (k = 6), un campo de
refugiados (k = 1) y un campamento de
verano (k = 1). El ámbito de la
intervención no se informó en 6 estudios.
Maynard y (1) Estudios de naturaleza no teórica: (a) Casi la mitad de las intervenciones se Las intervenciones variaron en su Los facilitadores fueron en su gran
col. (2017) ECA o cuasi-experimental o (b) sujeto basaron en MBCT o MSBR (n = 20) y/o duración y oscilaron entre 4 y 28 mayoría facilitadoras externos
único con tratamiento alternativo, línea yoga incorporado (n = 21). La mayoría de semanas, y entre 6 a 125 sesiones. La capacitados en atención plena (60%) o
base múltiple o retiro, (2) participantes: (a) las intervenciones fueron por l menos frecuencia varió entre una vez cada dos maestros de aula (31%).
preescolares, primaria o secundaria (b) parcialmente manualizadas (n = 38). semanas a cinco veces por semana con
educación regular, especial o entornos Todas las intervenciones se entregaron en un promedio de 13 horas de instrucción
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 46
educativos alternativos (no clínicos), (c) grupo, con la mayoría de los programas de atención plena. Algunas de las MBIs
los estudiantes fueron destinatarios entregados durante el día escolar (n = 40) requerían unos minutos todos los días,
directos de la MBI, (3) MBI: (a) realizada y los demás después de la escuela mientras otros se implementaban durante
HHH
Maynard y en entorno escolar (b) con al mensos un (n = 4). Para los estudios que mayor parte de la clase o incluso durante
col. (2017) componente/estrategia de atención plena proporcionaron información adecuada, las el tiempo de una clase entera.
(c) a través de práctica formal o ejercicios intervenciones variaron de 4 a 28
informales de atención plena (4) se semanas (N = 42, M = 10,5) y se
informaron mediciones de al menos uno proporcionaron en 6 a 125 sesiones (N =
de los siguientes: cognición, rendimiento 42, M = 26). La frecuencia variaba desde
académico, comportamiento, resultados una vez cada dos semanas hasta 5 veces
1990, (6) incluidos en el metaanálisis: por semana (con promedio de 13 horas).
socioemocionales o fisiológicos, (5)
estudio realizado o publicado después de
proporcionaron suficiente información
para calcular el tamaño del efecto.
McKeering (1) artículos revisados por pares, (2) Solo cuatro de los estudios revisados La duración de la intervención osciló entre Los facilitadores del programa en esta
y Hwang artículos publicados en inglés, (3) los contaron con manuales de currículo, y un breves sesiones diarias a sesiones revisión se dividieron equitativamente
(2019) participantes eran estudiantes escolares estudio informó un enfoque descriptivo del semanales más largas. El programa diario entre el personal docente y los
de entre 11 y 14 años, (4) la intervención programa que permite al maestro adaptar más corto tenía entre 3 y 12 minutos, y el facilitadores externos. Todos tenían
tuvo lugar en un entorno escolar, (5) los el programa a su clase. programa semanal más largo tenía una diversos grados de práctica personal,
estudiantes pertenecían a la educación duración de 1 hora. El número de capacitación y experiencia, y los
general, (6) no habían sido reclutados semanas del programa varió de 4 a 12 facilitadores externos generalmente
específicamente en base a dificultades semanas. La dosis de atención plena brindaban más información sobre sus
específicas, (7) la atención plena se utilizó varió entre 187 a 810 minutos de atención credenciales
como el componente principal de la plena.
intervención (en lugar de la atención
plena únicamente como un rasgo, de
programa de concentración o como una
dimensión entre otras, como en DBT y en
ACT; se incluyó la incorporación de otros
elementos, como el yoga).
Odgers y (1) Diseño ECA, (2) participantes: 18 años La mayoría de las intervenciones fueron El período de intervención duró entre 4 y En la mayoría de los MBI los facilitadores
col. (2020) o menos (3) se incluyó definición explícita MBSR o MBCT, o programas adaptados 24 semanas y el total de minutos de fueron instructores externos capacitados y
de la intervención como basada en la de estas intervenciones manualizadas. uno fue impartido por un maestro. En al
atención plena, se administró en más de menos 13 casos, los autores participaron
LA ATENCIÓN PLENA EN EDADES ESCOLARES 47
una sesión, la atención plena definida práctica formal osciló entre 270 y 2160 en un aspecto del diseño, la adaptación o
como componente central de la minutos. la ejecución de la intervención.
intervención y se aplicó en más de la
mitad de las sesiones (se excluyeron
intervenciones como ACT y CBT en las
que la atención plena es un
JJJ
Sapthiang (1) La intervención fue definida como MBI y/o Solo cuatro de los estudios revisados eran La duración de la MBI osciló entre Describieron variabilidad relativamente
y col. la atención plena fue su componente manualizados, y un estudio informó un tres minutos a una hora y media, pareja entre los tipos de facilitadores,
(2019) principal (ya sea una sola sesión o de varios enfoque descriptivo del programa. con frecuencia de una a dos veces incluyendo psicólogos, instructores de
meses de duración) (2) participantes; de la Varias veces con otros componentes, como por semana y de duración total del yoga, maestros de la escuela, terapeutas
escuela primaria o secundaria, (3) se empleó yoga, estrategias cognitivo-conductuales o programa de entre cinco a 20 de salud mental e investigadores del
una MBI vinculada a un entorno escolar (ya entrenamiento en habilidades de relajación. semanas. estudio. Y también una actividad dirigida,
sea en la escuela o fuera de ella), (4) se Todas las intervenciones se realizaron en en parte, por la computadora.
utilizaron técnicas de análisis y recopilación formato grupal.
de datos cualitativos, (5) se informaron
hallazgos relevantes para la salud mental,
(6) ser publicó en una revista revisada por
pares en inglés (7) la atención plena como