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La regla de la prorrata del IVA es un sistema de ajuste que deben aplicar los sujetos
pasivos que realicen en un mismo ejercicio operaciones sujetas y exentas del impuesto.
Ese ajuste consiste en calcular la proporción existente entre las operaciones que dan
derecho a deducir el IVA, en relación con el volumen total de las operaciones realizadas
en el ejercicio.
El cálculo de la prorrata se origina en el precepto que establece que el IVA soportado en
actividades exentas no se deduce como tal, sino como un mayor coste de la operación.
Tipos de prorratas
Existen dos tipos de prorrata: la general y la especial.
1. La prorrata general
Es el porcentaje de facturas que están sujetas a IVA con respecto al total facturado y se
calcula en función del cálculo siguiente:
Prorrata general = (Ingresos por operaciones sujetas / Total de ingresos) x 100.
Para realizar este cálculo se tomarán como referencia las bases imponibles de las
facturas. El porcentaje que obtenemos como resultado es el que aplicaremos al IVA de
gastos para establecer el importe a deducir.
En el cálculo no se toman en cuenta las operaciones intracomunitarias ni las
subvenciones, las operaciones inmobiliarias o financieras que no constituyan la actividad
habitual del negocio, las exportaciones, ni el autoconsumo.
En cada ejercicio se aplica provisionalmente el porcentaje de prorrata del anterior y se
procede a su regularización al finalizar el mismo, mediante el cálculo de la prorrata
definitiva.
La prorrata general se aplica al total de las adquisiciones de bienes y servicio sin tener en
cuenta su destino final. Con ello se consigue simplificar el proceso de cálculo de las
cuotas soportadas deducibles.
Para calcularla realizamos el cociente de, por un lado, los importes de las entregas de
bienes y prestaciones de servicios deducibles entre, por otro lado, el total de operaciones
realizadas. Sin embargo, algunas cifras no entran en el cálculo de dicho cociente, ni en el
numerador ni en el denominador como, por ejemplo:
2. Prorrata especial
Para calcular la prorrata especial, se clasifica el IVA soportado en tres grupos:
IVA soportado de actividades que dan derecho a deducción, aquellas que están
sujetas al impuesto.
IVA soportado de actividades que no dan derecho a deducción, las no sujetas.
IVA soportado en bienes y servicios de ambos grupos.
El IVA del primer grupo será deducible en su totalidad; del segundo no deduciremos nada
y para el tercero deberemos obtener el IVA deducible aplicando la prorrata general.
Para poder aplicar la prorrata especial debe solicitarse a la Administración. Deberá
cumplirse que la cuantía del impuesto soportado deducido, una vez aplicada la prorrata
general, no exceda del 20% de la que hubiese resultado al aplicar la prorrata especial.
La prorrata especial se apoya en las siguientes reglas:
Una vez calculada la prorrata definitiva, habrá que realizar un ajuste para calcular el
importe que finalmente resultará deducible, pero ello no implicará que se deban realizar
ajustes en las valoraciones de los bienes o servicios adquiridos.