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PROGRAMA DE FORMACIÓN DE ASPIRANTES – 26° PROFA

TAREA ACADÉMICA

TITULO : ENSAYO SOBRE EL X PLENO CASATORIO CIVIL

DOCENTES :

CURSO : TEORIA PROBATORIA

DISCENTES :

LIMA - 2022

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I. INTRODUCCION

En el presente ensayo, de manera introductoria desarrollaremos la prueba


judicial, la prueba de oficio, los criterios asumidos en el caso sub judice, y las
reglas para el ejercicio de la prueba de oficio y la vinculatoriedad, procediendo
a desarrollar un análisis crítico respecto a los fundamentos por los cuales,
dentro de un proceso, la actividad probatoria es el mecanismo quizás con
mayor importancia para quien invoca un derecho, pues permite dar a conocer
sus pretensiones y que estas sean valoradas con garantías que deriven del
mismo.

La actividad probatoria tiene un respaldo constitucional conocido como el


“derecho a la prueba”, este derecho conforme se ha venido desarrollando, es
un derecho con un contenido implícito del derecho al debido proceso
reconocido en el artículo 139, inciso 3, de la Constitución Política Del Perú, el
cual tiene como fin presentar los medios probatorios necesarios (contenido
esencial del derecho a probar) que posibiliten crear convicción en el juzgador
sobre la veracidad de sus argumentos y pretensiones.

En ese sentido, se debe tener en consideración que esta facultad de


ofrecimiento de medios probatorios, genera a que si bien cada parte lo ofrezca,
también cada una de estas pueda tomarlas para generar convicción en el Juez,
y es a esto que se le conoce como “comunidad de la prueba”, es bajo esta
perspectiva que llevó a los Jueces de la Corte Suprema de Justicia de la
Republica del Perú, a desarrollar el X Pleno Casatorio Civil, un pleno que busca
establecer un lineamiento para el correcto uso y aplicación de la “prueba de
oficio”, en el sentido al rol activo del Juez para el desempeño de su nuevo rol
epistémico, y con esto pueda poder establecer correctamente los puntos
controvertidos y así también una decisión más elaborada basada en la verdad
de los hechos.

Asimismo, el medio probatorio pasa de tener una función meramente


persuasiva, -esto es que su finalidad sea únicamente lograr convicción en el
juez sobre las hipótesis fácticas descritas por las partes-, a ser el principal
instrumento de adquisición procesal del conocimiento adecuado para arribar a
la verdad.

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Es así, que el décimo Pleno Casatorio Civil desarrolla y pone énfasis en que la
prueba de oficio es compatible con los principios procesales que emanan del
proceso los cuales son los siguientes: Principio dispositivo, contradicción,
imparcialidad y carga de la prueba, concepción que hasta antes del décimo
pleno casatorio entraba siempre en conflicto, puesto que en la realidad la
prueba de oficio en el ámbito civil poco o nada se utilizaba.

Por ello, es que en el presente trabajo se arribara a un estudio de los puntos


más resaltante, teniendo en consideración a que al ser un pleno casatorio,
tiene una finalidad de uniformizar criterios, que en el presente caso es de la
“prueba de oficio”; sin embargo, también se rescatara algunas controversias o
distinciones con la “prueba judicial” para determinar justamente la pertinencia y
ámbitos de actuación de cada aspecto probatorio, que tiene una dos
finalidades, no solo generar convicción al Juez sobre los puntos controvertidos,
sino también de que al ejercitar la “prueba de oficio” se pueda llegar a un
verdad más clara y precisa con los hechos planteados.

Finalmente se plantearán diversas conclusiones respecto a los temas


abordados, adoptando una posición grupal sobre la fundamentación
eminentemente constitucional para justificar la institución de la prueba de oficio
en el sistema jurídico procesal peruano; el presente ensayo critico es
importante porque como medio de comunicación, permite canalizar nuestra
postura y opinión respecto al tema analizado, fomentando así el debate y la
investigación jurídica respecto a la aplicación de la prueba de oficio dentro de
nuestro ordenamiento jurídico peruano

I.- CONSIDERACIONES SOBRE LA PRUEBA JUDICIAL

Partiremos señalando, que una de las actividades más importantes que el Juez
o tribunal va realizar, consiste en apreciar y valorar las pruebas, es el
magistrado quien frente al acervo probatorio y con la responsabilidad de dictar
un fallo judicial, pretendiendo que su juicio sea certero, va valorar las pruebas
aportadas, y precisamente, uno de los grandes escollos del derecho probatorio,
son las múltiples acepciones que la doctrina y jurisprudencia han dado sobre
qué debería entenderse por prueba judicial y la cuestionada prueba de oficio,

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así para algunos autores “la prueba judicial es la demostración de la
verdad de una afirmación, de la existencia de una cosa o de la realidad de
un hecho”.

Dentro del X Pleno Casatorio Civil, se nos señala que es sabido, que en todos
los procesos judiciales rigen reglas y principios que regulan el proceso, los
cuales se encuentran positivizados en todo el ordenamiento jurídico y en la
institución procesal donde se observa con mayor claridad estas reglas y
principios es en la prueba.

Referente a la prueba, encontraremos los principios procesales dispositivo y


contradictorio y las reglas técnicas de preclusión, inmediación y adquisición.

Principio dispositivo. - Conforme a este principio, los actos procesales que


se realicen, son llevados a cabo por las partes conforme a la autonomía de su
libertad, son las partes procesales quienes deciden como y cuando ejercer su
derecho de acción, en primer lugar, planteando la demanda y dando inicio al
proceso. En un sentido sustancial, el principio dispositivo nos señala que el
derecho a la prueba esta referida al reconocimiento de la tutela jurisdiccional,
según el cual “toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para
el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses con sujeción a un debido
proceso”. Ahora bien, en un sentido procesal, este principio se refiere a que a
las partes se les otorga la facultad de proponer la pruebas que sustentes sus
hechos respecto al caso, siempre respetando los demás derechos y
reconocidos y reconociendo al juez, el poder sobre aceptar o no los elementos
de prueba al proceso.

Principio del contradictorio. – Las partes intervinientes del proceso, tienen la


facultad y el derecho de participar activamente durante todo el procedimiento
judicial, siendo la dinámica del proceso “el contradictorio”. Nuestro Tribunal
Constitucional señaló que el principio de contradicción es el que hace posible el
enfrentamiento dialéctico entre las partes de un proceso y que permite que el
juez, sala o tribunal conozca los argumentos de ambos. En un primer sentido
denominado sentido débil, el derecho contradictorio se presenta como
necesario para la constitución del proceso, se centra en un primer momento en
la fase inicial aun sin la participación del juez, y en un sentido fuerte del

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principio contradictorio, se relaciona con la idea de que todo fallo judicial debe
suponer la participación activa de las partes involucradas, así el principio
contradictorio no solo constituye un confrontamiento entre las partes, sino
también es un instrumento para el juez y un momento crucial en el juicio.

La preclusión. – Esta es una regla técnica que nos señala, que los actos
procesales se van a realizar en determinados momentos fijados para el
proceso, es decir, se exige a las partes que puedan desarrollar su actividad
probatoria en las etapas preestablecidas para ello. El legislador ya ha dejado
establecidos los momentos en las que se deberá realizar las actuaciones de las
partes procesales, y ello va suponer la imposibilidad de realizar las actuaciones
una vez concluido las etapas fijadas para ello.

Adquisición o comunidad de prueba. – En esta regla técnica, se señala que


los diversos actos realizados por las partes procesales, pertenecen todas a una
actividad única, por tanto, el procedimiento probatorio adopta un carácter único.
En lo referente a este punto se tiene la idea que los medios de prueba
ofrecidos van a ser necesariamente beneficiosos a las partes que los ofrecen,
sin embargo, no es posible determinar con exactitud a quien beneficiaria la
prueba, en rigor, se señala que la actividad probatoria a quien va beneficiar es
principalmente a la finalidad a que aspira el proceso, tal y como establecía el
profesor Michelle Taruffo, la solución de la controversia en el proceso sobre los
hechos, se van alcanzar cuando se establece la verdad sobre los hechos
motivos de la disputa.

Inmediación procesal. – La inmediación se ha pensado para lograr una


relación directa entre los medios de prueba relevantes y el juez, aquí se va
pretender que el juez de la causa, aprecie todo aquello que se ventila en el
proceso, procurando con ello, alcanzar una mejor percepción de lo que las
partes narran. El profesor Salinas, ha señalado que, en la declaración de
testigos, el contacto directo que tenga el juez con ese testigo, va permitir un
grado de afinidad que posibilita dilucidar las dudas que tenga el juez. El Código
Procesal Civil ha señalado: “las audiencias y la actuación de medios
probatorios se realizan ante el juez, siendo indelegables bajo sanción de
nulidad. Se exceptúan las actuaciones procesales por comisión”.

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Instituciones y categorías sobre la prueba

¿Qué es la prueba? En un primer punto, podemos señalar a la prueba, como


la actividad en la que se hace referencia a la serie de actos jurídicos que
realizan las partes del proceso para acreditar su versión de los hechos, así el
autor De la Oliva Santos, la define también como la actividad que se desarrolla
para que el juez adquiera el convencimiento de la verdad o certeza de una
afirmación.

La prueba tiene un carácter dinámico, que comprende etapas en las que


también participa el juez y las partes, para lograr reconstruir los hechos que
han acaecido en la realidad externa. En doctrina se suele hablar de medio de
prueba para hacer referencia a todos los instrumentos que pueden lograr el
convencimiento del juez sobre los puntos controvertidos, así se tienen los
documentos, la declaración de testigo, declaración de las partes, inspección,
entre otros. El concepto de prueba también puede emplearse para hacer
mención al resultado que se ha producido por los medios aportados y
actuados, así la expresión prueba se va utilizar al momento final del
procedimiento probatorio, específicamente en la fase de valoración del juez de
todos los medios de prueba practicados.

Objetos de prueba ¿que se prueba?

Las cosas que deben ser probadas están relacionadas a lo que puede probarse
en general y en especifico a sobre lo que puede recaer la prueba en el proceso,
es decir los hechos, aunque como ya sabemos, no todos los hechos requieren
ser probados, sino aquellos que son materia de controversia, o lo que
denominados los “hechos controvertidos”, como ha señalado el autor De la
Oliva Santos, el objeto principal de la prueba son hechos, exactamente podría
decirse que la actividad probatoria va versar sobre las afirmaciones de hechos
o afirmaciones fácticas.

La carga de la prueba ¿quién prueba?

La carga de la prueba busca determinar además de quien debe probar, que


debe probar cada parte procesal para poder alcanzar de sus intereses y
siguiendo la regla del onus probandi. Referente a ello el profesor Taruffo

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también ha señalado, que parece razonable sostener que la regla de la carga
de la prueba se aplique como criterio de decisión cuando ninguna de las
hipótesis disponibles sobre el hecho sea apta, para constituir una versión
aceptable del hecho en cuestión.

Procedimiento probatorio ¿cómo se prueba?

Algunos actos procesales que se desarrollan en el proceso, se realizan de


manera libre, pero ello no es óbice para que la actividad probatoria este
reglamentada legalmente, por ello se debe saber cuales van a ser las formas
que son necesarios para que las pruebas se consideren validas dentro del
proceso. El procedimiento probatorio va quedar divido en dos partes, primero
en un conjunto de formas y de reglas comunes para todas las pruebas y otro
campo de carácter especial, que va estar referida a cada medio de prueba, así
en un primer grupo general se va encontrar el ofrecimiento de la prueba, la
oportunidad para solicitarla, etc. y en el segundo campo se va regular el
funcionamiento de cada medio de prueba como los testigos, la confesión, la
inspección, etc.

Fuente de prueba ¿de dónde obtengo la prueba?

Hay que diferenciar la fuente de prueba con medio de prueba, así al hablar de
fuente de prueba se va ubicar un contexto extrajudicial y el concepto de medio
de prueba se va ubicar en el ámbito del proceso. Fuente de prueba van a ser
todos los elementos que existen en la realidad, y los medios de prueba van a
estar constituidos por la actividad para incorporarlos dentro del proceso, siendo
ello un concepto jurídico y procesal. Entonces podemos señalar que fuente de
prueba es un origen de datos cognoscitivos e información sobre las versiones
de los hechos, que se van ubicar con anterioridad al proceso, por ejemplo, las
cosas, personas o situaciones que ocurren en una realidad fuera del proceso.

Constitucionalización de la prueba

En el caso peruano, nuestra Constitución ha fijado y reconocido derechos como


al debido proceso, a la tutela jurisdiccional, a la debida motivación, derecho a la
pluralidad de instancia, entre otros, existiendo también dentro de ellos demás

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derechos implícitos como el derecho a un juez imparcial derecho a la duración
de un plazo razonable, el principio del non bis in idem, el derecho a la prueba,
entre otros.

El derecho a probar

El derecho a la prueba es básicamente aquel derecho que posee el litigante,


que consiste en la utilización de todos los medios probatorios que considere
necesarios para formar convicción al juez, entendiendo que el derecho a probar
es el derecho de las partes procesales para poder intervenir en la actividad
probatoria a que se admitan, actúe y valoren debidamente los medios
probatorios que aporten al proceso, para así acreditar los hechos que
configuren su pretensión.

Contenido constitucionalmente protegido

El derecho a probar, va tener un contenido constitucionalmente protegido, se


considera los siguientes: 1) derecho a la proposición de los medios de pruebas,
2) derecho a la admisión de las pruebas propuestas, 3) derecho a la practica
de la prueba admitida y 4) derecho a la valoración de la prueba practicada.

Derecho de ofrecimiento. – En este primer derecho nos vamos a referir en la


posibilidad que las partes procesales ofrezcan todas las pruebas de las que
dispone para demostrar los hechos que funden su pretensión.

Derecho a la admisión. - Este derecho quiere decir que una vez que se han
propuesto las pruebas por las partes, se debe emitir una resolución de
admisión o inadmisión.

Derecho a la actuación. – Este derecho va implicar una mejor protección del


derecho a la prueba, siendo de vital importancia que los elementos de prueba
aportados y admitidos, sean además adecuadamente actuados.

Derecho a la valoración. – En este derecho, el órgano jurisdiccional va


desarrollar una operación en el ámbito psicológico, mediante el cual va obtener
convencimiento acerca de los hechos alegados.

Limitaciones al derecho a la prueba

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Al igual que los demás derechos fundamentales, el derecho a la prueba no es
ilimitado, sino que va ser posible establecer restricciones a su ejercicio,
siempre y cuando no se afecte su contenido esencial, por ejemplo, en la STC
N.º 7944-2005-PHC/TC, se ha afirmado que ningún derecho fundamental en
efecto, puede considerarse ilimitado en su ejercicio. Desde una perspectiva
restrictiva puede señalarse que los limites del derecho a la prueba son la
pertenencia y la licitud.

Pertinencia. – Esta limitación al derecho a la prueba va estar determinada por


lo que se pretende acreditar con el medio de prueba, así un medio de prueba
será considerado impertinente, cuando se pretenda probar un hecho imposible,
cuando pretendan valerse de instrumentos totalmente desproporcionados,
cuando sean superfluas, o cuando recaigan sobre hechos notorios o
intrascendentes, cuando se pretenda un objeto totalmente extraño al proceso y
cuando se carezca de una base fáctica. Así el Código Procesal Civil ha
establecido que los medios probatorios deben referirse a los hechos y a la
costumbre cuando sustenta la pretensión.

Licitud. - las pruebas deben siempre respetar los derechos fundamentales,


así, si la prueba atenta directa o indirectamente contra otro derecho
fundamental va ser considerada como prueba ilícita, ejemplo de ello se tiene en
el literal “h” inciso 24 del articulo 02 de la Constitución, que señala la invalidez
de las declaraciones obtenidas mediante el uso de la violencia.

II. CONSIDERACIONES SOBRE LA PRUEBA DE OFICIO

Respecto al rol que cumple el juez en el sistema de administración de justicia,


muchos ordenamientos jurídicos en el mundo, reconocen claramente, en menor
o mayor medida, facultades probatorias al juez dentro de un proceso judicial,
sin importar la materia.

Según la doctrina contemporánea el juez, desde su condición de garante


derechos fundamentales durante el trámite de proceso judicial, no solo debe
procurar el aseguramiento, la admisión y posterior valoración de la prueba, sino
también tendría la facultad de requerir de oficio que se aporten ciertas pruebas
al proceso, no con el objetivo de favorecer a alguna de las partes, sino por el

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contrario lo hace en su consigna de esclarecer la verdad, para un mejor
resolver.

A manera de remembranza, cabe destacar que respecto al rol de director del


proceso que asume el juez, en la historia han surgido distintos paradigmas de
administración de justicia, siendo los más relevantes el sistema dispositivo y
publicista respectivamente, siendo principalmente la diferencia entre uno y
otro, que en el primero, también llamado individualista se establecía que el juez
no podían tener en cuenta aquellos medios de prueba que no hayan sido
presentadas por las partes en el proceso, siendo la decisión judicial final
tomaba en merito al resultado de lo alegado y probado durante el proceso, lo
cual fue sumamente criticado durante la segunda mitad del siglo XIX con la
evolución del pensamiento constitucional.

Por otro lado, la corriente publicitadora, por su parte pregonaba la necesidad de


replantear el rol pasivo o poco activo que desempeñaban los jueces, guiando a
los mismos a seguir un rol mucho más activo en la búsqueda de la verdad.

Es por ello, que en la actualidad no existe puridad respecto a la aplicación de


un sistema o el otro, por el contrario, existe un modelo mixto, el cual busca
encontrar un equilibrio entre ambas posturas, convenciendo al Estado/juez a
estar dispuesto a asumir una función más activa no solo en la dirección del
proceso, sino también en la búsqueda de una verdadera reconstrucción de los
hechos.

Ante esa necesidad, surge la institución procesal denominada como la prueba


de oficio, la cual se funge como un instrumento que tiene el juez para requerir
la admisión, actuación y valoración de una prueba sin que esta última haya ido
propuesta por las partes, con el único objetivo de crear convicción en él para un
mejor resolver; debemos resaltar que el rol activo del juez tiene asidero
constitucional en el marco de la obligación que ostenta como garante de
derechos en un proceso judicial, por tanto tiene el deber de coadyuvar a la
emisión de un decisión justa y prudente, para el cumplimiento de dicho objetivo
el juez tiene la facultad de poder disponer de oficio todos los elementos de
prueba que estime pertinentes para generar convicción en su persona, pero
sobre todo para la búsqueda legitima de la verdad.

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Ese sentido, si el juez aspira a tomar una decisión justa y prudente respecto a
un hecho con relevancia jurídica, necesariamente debe conocerse los hechos
que pueden calificarse como verdaderos, es decir que efectivamente ocurrieron
en la realidad, por tanto, podemos concluir válidamente que sin verdad no hay
justicia.

Aunado a ello, la aplicación de la prueba de oficio en nuestro ordenamiento


jurídico, también se justifica en la responsabilidad que tiene el juez para
resolver la controversia que llega a su despacho, es por ello que en merito a
esa obligación social debe preocuparse por la calidad de sus decisiones o
fallos, por tanto, no debe limitarse solo a resolver con los medios de prueba
ofrecidos por la parte, sino también de los que él requiera para un mejor
resolver.

Para poder entender y validar el uso de la prueba de oficio en nuestro


ordenamiento jurídico, debemos adoptar un nivel de compresión no formalista
del debido proceso, dejando de lado los prejuicios que podríamos tener
respecto al rol activo respecto a la búsqueda de la verdad que tiene el juez en
un proceso judicial en concreto, si bien resulta cierto que la incorporación de
una prueba de oficio al proceso podría favorecer o perjudicar la teoría del caso
de alguna parte, debemos tener en claro, o por lo menos confiar, que el
objetivo del juez no es favorecer a una parte, sino por el contrario, se
fundamenta en la búsqueda de la verdad.

Ahora bien, consideramos que el principio de comunidad de prueba funge


como un contrapeso para evitar la situación antes mencionada, toda vez que,
sin perjuicio de la utilidad que le pueda dar el juzgador a esa prueba de oficio,
por el principio de comunidad de prueba, se tiene que prueba ingresada en el
proceso está a disposición de las partes para utilizarla a favor o en todo caso
para desvirtuarla, situación la cual evidentemente funge como garantía ante
cualquier arbitrariedad.

Consideramos que debemos reflexionar para poder visualizar al proceso como


no solo un instrumento para la solución de un conflicto o disputa entre dos
partes, sino por el contrario, debemos contemplar al mismo como un medio
para la búsqueda de la verdad de los hechos, es por ello que el pleno casatorio

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que es materia del presente análisis, válidamente lo distingue como un
instrumento de conocimiento.

Comparativamente la prueba de oficio tiene raigambre también en el proceso


contencioso administrativo, proceso penal y proceso laboral. Respecto al
primero, la Ley N. ° 27584 en su artículo 32 prescribe lo siguiente: “Cuando los
medios probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes para formar
convicción, el Juez en decisión motivada e inimpugnable, puede ordenar la
actuación de los medios probatorios adicionales que considere convenientes”.

Como vemos se comparte una versión publicística la prueba de oficio en el


extremo de que el procedimiento administrativo se tiene que aportar las
pruebas que sean necesarias para acércanos a la averiguación de la verdad,
así estas deban ser aportadas por el mismo juez.

Por otro lado, en el proceso penal peruano, tenemos que el Código Procesal
Penal en su artículo 385 establece prescribe que: “El Juez Penal,
excepcionalmente, una vez culminada la recepción de las pruebas, podrá
disponer, de oficio o a pedido de parte, la actuación de nuevos medios
probatorios si en el curso del debate resultasen indispensables o
manifiestamente útiles para esclarecer la verdad. El Juez Penal cuidará de no
reemplazar por este medio la actuación propia de las partes”.

Como vemos se comparte una versión publicística la prueba de oficio en el


extremo de que el proceso penal se tiene que aportar las pruebas que sean
necesarias para acércanos a la averiguación de la verdad respecto al delito, así
estas deban ser aportadas por el mismo juez.

Finalmente, en el proceso laboral, tenemos que la Ley N.º 29497 en su artículo


22 establece prescribe que: “Excepcionalmente, el juez puede ordenar la
práctica de alguna prueba adicional, en cuyo caso dispone lo conveniente para
su realización, procediendo a suspender la audiencia en la que se actúan las
pruebas por un lapso adecuado no mayor a treinta (30) días hábiles, y a citar,
en el mismo acto, fecha y hora para su continuación. Esta decisión es
inimpugnable. Esta facultad no puede ser invocada encontrándose el proceso
en casación. La omisión de esta facultad no acarrea la nulidad de la sentencia”.

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Como vemos se comparte una versión publicística la prueba de oficio en el
extremo de que el proceso laboral se tiene que aportar las pruebas que sean
necesarias para acércanos a la averiguación de la verdad de la materia
sometida a litis, así estas deban ser aportadas por el mismo juez.

Conforme se manifestó en líneas precedentes, la institución procesal


denominada prueba de oficio no es exclusiva del proceso civil, sino también se
encuentra presente en los demás tipos de procesos tales como el proceso
contencioso administrativo, laboral, constitucional y penal respectivamente, eso
sí, cada proceso antes mencionado tiene sus reglas y particularidades, las
cuales pasaremos a resaltar y comparar.

En primer lugar, la prueba de oficio en el proceso civil, se encuentra descrita y


regulada en el art. 194 del CPC vigente, sin embargo, dado que el proceso civil
es el más complejo, dependerá no solo al tipo de proceso en concreto, sino
también del estadio procesal en donde se aplique, es por ello que si el medio
de prueba está en el expediente, pero este no ha sido admitido anteriormente
por algún supuesto (rebeldía, extemporáneo, rechazado formalmente, etc.), el
juez lo podrá admitir para luego someterlo al contradictorio de las partes.

Por el contrario, en el caso de medio de prueba de oficio no se encuentre en el


expediente (fuente de prueba), puede darse dos escenarios, pudiendo ser la
actuación del referido medio de prueba de manera inmediata o diferida, lo cual
condicionará la forma del ejercer el contradictorio, la actuación será inmediata
una vez que se dicte el auto que lo admite de oficio, sin embargo, se extiende
hasta que formalmente sea ingresado al proceso, para que pueda ser debatido
por las partes.

III.- CRITERIOS ASUMIDOS DE ACUERDO CON EL CASO SUB JUDICE

El X Pleno Casatorio Civil sobre la prueba de oficio nace a raíz de la demanda


que interpuso Jerónima Rojas Villanueva en contra de Luis Fernando Cuno
Quicaña por reivindicación del predio sito Mz. D E Lt. 11, 12, 27 y 28 del Sector
Valle Quebrada Canto Grande (Sector 02), Quebrada Medina Luna (Ex
Jicamarca) – Distrito de San Juan de Lurigancho, pues la actora alegaba que
mediante escritura pública de compra y venta de rectificación, aclaración e
independización de fecha 18 de mayo de 2006 adquirió dicho predio de los

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transferentes Jorge Velazco Murillo, Dora Flores Ríos, Carlos Gora Oscategui y
Custodia Ortiz de Velazco, por un total de 2500 metros cuadros que se
desprende de un área total de 278.95 ha. Por otro lado, la parte demandada
alegaba que no es correcto que el predio que demanda reivindicación sea el
mismo predio que este poseyendo, pues este se denomina Mz. C O-lote 06,
sector el Valle del anexo 22 de la Comunidad Campesina de Jicamarca, con un
área de 2500 metros cuadrados.

En primera instancia, el Juzgado Especializado en lo Civil de Lima Este


resuelve declarar infundada la demanda pues la demandante no ha acreditado
plenamente que la propiedad materia de litis sea la misma que este poseyendo
el demandado.

En segunda instancia, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima


esta reforma la sentencia apelada declarándola improcedente por falta de
interés para obrar pues la actora demandante no ha acreditado la identificación
plena del bien con una pericia técnica.

Finalmente la parte demandante interpone recurso de casación con la


resolución de vista por: a) Infracción normativa del artículo 139, incisos 3 y 5 de
la Constitución Política del Estado (debido proceso) ; b) Infracción normativa
material de los artículos 949 y 2022 del Código Civil (tracto sucesivo procesal);
c) Infracción normativa del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil (juez y derecho); d) Infracción normativa del artículo 197 del Código
Procesal Civil (valoración de prueba); e) Infracción normativa del artículo 194
del Código Procesal Civil (prueba de oficio). Respecto de todos estos puntos el
más resaltantes y que ha sido materia del X Pleno Casatorio es respecto de la
prueba de oficio, pues la actora demandante alegaba que el juez como director
del proceso debió utilizar la facultad discrecional de la prueba de oficio para
ordenar una inspección judicial.

Ahora, luego de haber analizado y expuesto en otros apartados los criterios


sobre prueba, valoración de prueba y prueba de oficio que han utilizado los
jueces de la Corte Suprema de Justicia del Perú, corresponde indicar cómo
dichos conceptos y argumentos sirvieron para resolver el caso concreto y, lo

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más importante, cuál es el escenario que se genera después de emitir el pleno
casatorio en cuestión.

La Corte Suprema de Justicia del Perú identificó que la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Este estableció que el material probatorio que
había presentado la actora demandante no era suficiente para esclarecer o
determinar de manera rayana la identificación y metraje del bien materia de litis
y expreso que si bien el Código Procesal Civil en su artículo 194 otorga la
posibilidad de realizar prueba de oficio, incluso a los jueces de segunda
instancia, ello no implica que el juez sustituya a las partes en el iter procesal,
pues cada parte debe acreditar sus alegaciones y pretensiones (onus
probandi).

También identificó la Corte Suprema, que, en el caso concreto, era sumamente


necesario realizar las siguientes pruebas: a) una inspección judicial y dictamen
pericial a finde determinar área y linderos del área que ocupa el demandado; b)
también deberá pedirse un informe a la Municipalidad sobre si el bien ubicado
en la mz. D E lote 11, 12, 27 y 28 del Sector Valle Quebrada Canto Grande
(sector 2), Quebrada Media Luna y Canto Grande (ex Jicamarca), distrito de
San Juan de Lurigancho, es el mismo que el bien inmueble ubicado en mz. C
O- Lote 06, Sector el Valle del Anexo 22de la Comunidad Campesina de
Jicamarca, con un área de 2,500 m2, ello a mérito de que ambas partes pagan
el HR y PU de los referidos lotes; c) requerir la copia literal completa y
actualizada de la partida N° 11439305 de los Registro Públicos de Lima donde
está inscrita el bien materia de litis; d) de ser necesario uniforme a los
Registros Públicos para determinar la existencia de superposición de
inmuebles.

Bajo esto escenario, es que la Corte Suprema de Justicia del Perú declaró nula
la sentencia de vista pues el ad quem afectó el debido proceso al no hacer uso
de la prueba de oficio para resolver con objetividad y mayor eficiencia el
proceso y al declarar improcedente la demanda bajo un supuesto inexistente.

Siendo esto así, ahora la prueba de oficio pasaría a ser una institución
primordial para los jueces del Perú para resolver los casos judiciales de manera
más objetiva y correcta, aparejando los vacíos de asimetría entre las partes

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procesales. Ahora, para usar la prueba de oficio se debe tomar en cuenta: a)
excepcionalidad; b) pertinencia; c) fuentes de pruebas; d) motivación; e)
contradictorio; f) no suplir a las partes; y, g) en una sola oportunidad.

Dentro de estos nuevos parámetros lo más resaltantes son que se respete el


contradictorio, que no se supla a las partes y la motivación. Respecto al
primero, el juez debe velar que la parte afectada por la prueba de oficio deba
tener toda la potestad de poder objetar específicamente dicha prueba a través
a fin de que la asimetría no vuelva a ocurrir. Respecto al segundo, es evidente
que el juez no debe suplir a las partes, pero ante una asimetría procesal entre
demandante y demandado y ante el deber de llegar a un resultado objetivo, es
que el juez debe utilizar la prueba de oficio como una herramienta para poder
llegar a la verdad procesal. Finalmente, respecto al tercero, el juez debe tener
una especial motivación al momento de invocar el uso de la prueba de oficio,
pues no puede ser una herramienta procesal que se use de manera antojadiza,
sino solamente cuando el caso lo amerite. En todos estos escenarios el juez
debe tener tacto y delicadeza para usar la prueba de oficio.

IV. LAS REGLAS PARA EL EJERCICIO DE LA PRUEBA DE OFICIO Y LA


VINCULATORIEDAD

En relación a las reglas que se establecen para el ejercicio de la prueba de


oficio, se tiene que nuestro ordenamiento jurídico en materia procesal civil,
establece que el juez como tal tiene un poder probatorio que lo faculta para
realizar la prueba de oficio, aquello siempre y cuando el caso lo amerite.

Para el trámite de la prueba de oficio se tiene que respetar ciertos parámetros o


limites como la excepcionalidad, pertinencia, fuentes de prueba, motivación,
contradictorio, no suplir las partes y que se desarrolle en una sola oportunidad.

Cuando nos encontremos en primera instancia, el proceso tiene una


connotación escrita y es ahí donde el juez puede valerse de la prueba de oficio,
al terminar la práctica de las pruebas admitidas y si fuese extemporáneo el
medio de prueba o no fuese admitido por declaración de rebeldía, el juez de
primera y segunda instancia deberán someterlo a análisis de pertinencia y
relevancia. Además, el juez tiene la posibilidad de incorporar de oficio copias

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certificadas, físicas o virtuales de los procesos judiciales o procedimientos
relacionados con la controversia.

En caso que no procesa apelación contra resolución que ordena prueba de


oficio, se cocedera sin efecto suspensivo y con calidad de diferida. Y de ser en
segunda instancia podrá ser alegada como argumento en el recurso de
casación.

En los procesos que guardan relación a los derechos reales, el juez tiene la
posibilidad de utilizar la prueba de oficio cuando se trate de inspección judicial
en el bien materia de debate; cuando se deba realizar una prueba pericial a
efectos de identificar correctamente el inmueble y sus demás características
que lo hacen determinado o incluso en documentos como la partida registral,
certificado catastral, copia literal de la partida registral o cualquier información
de materia registral.

Cuando se trate de personas en condición de vulnerabilidad por razones de


distinta índole, el juez podrá disponer la actuación de pruebas de oficio en caso
de que el proceso tenga limitaciones u obstáculos.

En relación a ello el texto único ordenado de la ley orgánica del poder judicial.
En su artículo 22 establece el carácter vinculante de la doctrina jurisprudencial
precisando que:

Las Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de la República ordenan la


publicación trimestral en el Diario Oficial "El Peruano" de las Ejecutorias que fijan principios
jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento, en todas las instancias judiciales.
Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias judiciales,
cualquiera que sea su especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso que
por excepción decidan apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar adecuadamente su
resolución dejando constancia del precedente obligatorio que desestiman y de los fundamentos
que invocan. Los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la República pueden
excepcionalmente apartarse en sus resoluciones jurisdiccionales, de su propio criterio
jurisprudencial, motivando debidamente su resolución, lo que debe hacer conocer mediante
nuevas publicaciones, también en el Diario Oficial "El Peruano", en cuyo caso debe hacer
mención expresa del precedente que deja de ser obligatorio por el nuevo y de los fundamentos
que invocan.

En virtud de ello es indispensable que los jueces de la República tomen en


cuenta los principios jurisprudenciales en todas las instancias judiciales, es un

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precedente de cumplimiento obligatorio, en caso de no cumplir con ello incurren
en prevaricato al vulnerar la lo establecido en la ley.

V. CONCLUSIONES

1. Las casaciones tienen como fin o funciones la nomofiláctica, en atención


a que cumplen como un mecanismo de unificación de interpretación de
la ley basada no solo en la interpretación y aplicación de norma jurídica
al caso concreto.

2. El X Pleno Casatorio Civil, tiene una particularidad singular, que se


enmarca en el correcto razonamiento jurídico fáctico sobre el correcto
uso y aplicación de la prueba de oficio.

3. La eficacia de la prueba de oficio también se da en la razón de


búsqueda para determinar puntos controvertidos más precisa y clara, en
razón a un buen análisis de la controversia y poder de esa manera
generar un mejor juicio valorativo.

4. En la regla del contradictorio al determinar que ser “previo o diferido”,


compila en la contradicción relevante sobre la posibilidad que las partes
puedan contradecir luego de la toma de una decisión sobre actuación de
prueba de oficio, incluso esto puede generar una afectación de las
partes.

5. La verdad de los hechos se enmarca en consideración la suficiencia


probatoria, que, si bien puede nacer de las partes y de no serlo, debe
ser facultad del Juez poder disponerlas para que, con ello, pueda tener
un ánimo decisión más eficaz.

6. El X Pleno Casatorio Civil, establece también la posibilidad de un


análisis desde dos puntos, tanto en naturaleza real - demanda (actio in
rem) y naturaleza personal (actio in personae).

7. La duodécima regla establece no solo advertir una situación de


vulnerabilidad por parte de los “sujetos procesales” al no ofrecimiento de
pruebas sino también que al no hacerlo y advertirse que se ha

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delimitado dicho ofrecimiento, a pesar que se tenía conocimiento previo
de la misma, podrá justamente ser valorado para una sanción contra el
que no las ofreció en su momento y limito el juicio valorativo.

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