Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1936. El Mayor Guillermo Mac Hannaford, por entonces ayudante del Jefe del Ejército
Argentino, General Nicolás C. Accame, fue acusado de vender información clasificada de
nuestro país a Bolivia y a Paraguay.
En 1932 se produjo la denominada “Guerra del Chaco” entre Bolivia y Paraguay. Fue
nombrado agregado militar en el primer país. No fue un conflicto sencillo para Argentina,
ya que detrás de su pregonada neutralidad, ayudaba solapadamente al Paraguay,
enviándole armamento, municiones y víveres. Era una cuestión que se manejaba desde
Casa Rosada sin la intervención de Cancillería. El creciente clima de hostilidad en Bolivia
hacia los argentinos determinó que un año después Mac Hannaford emprendiera el regreso
a Buenos Aires.
El ejército argentino inició el sumario 45477 caratulado “Mayor Guillermo Mac
Hannaford y Tte. 1° Aquiles Azpilicueta. Causa: Espionaje. Juez de instrucción: Coronel
Manuel M. Calderón”.
Adrián Pignatelli, periodista que tuvo acceso a la causa, explica que del análisis de los 14
cuerpos que la componen no pudo arribar a una conclusión certera de cuáles fueron las
verdaderas motivaciones de la acusación. Se le imputaba vender información secreta de
nuestro país a Bolivia, mientras se desarrollaba la Guerra del Chaco.
En el sumario consta que cuando Horacio Pita Oliver –agente de inteligencia- fue
sorprendido intentando vender información clasificada, aseguró que se la había
suministrado Mac Hannaford. A lo largo del proceso, el cual duró dos años, se ventilaron
cuestiones personales que, si bien no acreditaban por sí un delito, daban pie para establecer
el móvil que habría tenido Mac Hannaford: era apostador y mujeriego. Se les recibieron
declaraciones testimoniales a varias personas que reforzaban la culpabilidad del imputado.
Entre ellos, Juan Domingo Perón, quien no ayudó a generar una buena imagen de Mac
Hannaford, a quien se refirió como prestamista.
La defensa intentó demostrar que la calificación del delito sólo aplicaba si Argentina
hubiese estado en guerra con alguno de los países a los que Mac Hannaford le habría
vendido documentación, e intentó que se les recibiera declaración a testigos que ayudarían
a sostener la inocencia del acusado, pero nada de esto se tomó en cuenta.
El Teniente Aquiles Azpilicueta, quien había incurrido en el mismo delito, recibió una
pena menor, 5 años de prisión.
Por años, la documentación del juicio fue información clasificada. Hasta quitaron, durante
algunos años, el nombre de Mac Hannaford de la columna de la promoción 40 del Patio de
Honor del Colegio Militar de la Nación.