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Mayor Guillermo Mac Hannaford

(El llamado "caso Dreyfus criollo”)

1936. El Mayor Guillermo Mac Hannaford, por entonces ayudante del Jefe del Ejército
Argentino, General Nicolás C. Accame, fue acusado de vender información clasificada de
nuestro país a Bolivia y a Paraguay.

Hijo de un sastre inglés y de una madre de ascendencia francesa, Mac Hannaford se


destacó en el Ejército por su nivel de instrucción, y su dominio de lenguas extranjeras, lo
que le posibilitó ser edecán de los funcionarios públicos que visitaron el país por aquellos
años.

Cuando el general José F. Uriburu derrocó a Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre de


1930, Mac Hannaford estuvo a cargo de la Oficina de Orden Social, un organismo
encargado de controlar todas aquellas manifestaciones, especialmente anarquistas y
opositoras al gobierno.

En 1932 se produjo la denominada “Guerra del Chaco” entre Bolivia y Paraguay. Fue
nombrado agregado militar en el primer país. No fue un conflicto sencillo para Argentina,
ya que detrás de su pregonada neutralidad, ayudaba solapadamente al Paraguay,
enviándole armamento, municiones y víveres. Era una cuestión que se manejaba desde
Casa Rosada sin la intervención de Cancillería. El creciente clima de hostilidad en Bolivia
hacia los argentinos determinó que un año después Mac Hannaford emprendiera el regreso
a Buenos Aires.
El ejército argentino inició el sumario 45477 caratulado “Mayor Guillermo Mac
Hannaford y Tte. 1° Aquiles Azpilicueta. Causa: Espionaje. Juez de instrucción: Coronel
Manuel M. Calderón”.

Adrián Pignatelli, periodista que tuvo acceso a la causa, explica que del análisis de los 14
cuerpos que la componen no pudo arribar a una conclusión certera de cuáles fueron las
verdaderas motivaciones de la acusación. Se le imputaba vender información secreta de
nuestro país a Bolivia, mientras se desarrollaba la Guerra del Chaco.

En el sumario consta que cuando Horacio Pita Oliver –agente de inteligencia- fue
sorprendido intentando vender información clasificada, aseguró que se la había
suministrado Mac Hannaford. A lo largo del proceso, el cual duró dos años, se ventilaron
cuestiones personales que, si bien no acreditaban por sí un delito, daban pie para establecer
el móvil que habría tenido Mac Hannaford: era apostador y mujeriego. Se les recibieron
declaraciones testimoniales a varias personas que reforzaban la culpabilidad del imputado.
Entre ellos, Juan Domingo Perón, quien no ayudó a generar una buena imagen de Mac
Hannaford, a quien se refirió como prestamista.

La defensa intentó demostrar que la calificación del delito sólo aplicaba si Argentina
hubiese estado en guerra con alguno de los países a los que Mac Hannaford le habría
vendido documentación, e intentó que se les recibiera declaración a testigos que ayudarían
a sostener la inocencia del acusado, pero nada de esto se tomó en cuenta.

Finalmente, se lo declaró responsable de traidor a la patria y, en consecuencia se lo


condenó a la pena de prisión perpetua, con la consecuente degradación de su cargo en
ceremonia pública.

El Teniente Aquiles Azpilicueta, quien había incurrido en el mismo delito, recibió una
pena menor, 5 años de prisión.

El 18 de agosto de 1938, en el patio trasero del Colegio Militar, 800 efectivos


contemplaron cómo un sargento le arrancaba las insignias y le arrojaba el sable al suelo a
un cabizbajo Mac Hannaford.

En marzo de 1939 lo embarcaron con destino a la cárcel de Ushuaia, donde trabajó en la


imprenta y biblioteca. Permaneció allí hasta 1944 cuando fue trasladado a la Penitenciaría
Nacional –actual Parque Las Heras-. Ahí conocería a dos personajes claves que lo
ayudarían a su liberación: el Padre Iñaqui de Azpiazu, Capellán de Institutos Penales,
quien estuvo convencido de su inocencia y al entonces capitán Alejandro Agustín Lanusse,
preso en el mismo lugar por el frustrado golpe de 1951.
Cuando Perón fue derrocado en septiembre de 1955, se armaron diversas listas de presos
políticos que deberían ser liberados. En 1956 el General Eugenio Aramburu firmó el
decreto que establecía la liberación de Mac Hannaford, quien falleció en su casa el 5 de
septiembre de 1961 a raíz de la tuberculosis que había contraído en Ushuaia.

Por años, la documentación del juicio fue información clasificada. Hasta quitaron, durante
algunos años, el nombre de Mac Hannaford de la columna de la promoción 40 del Patio de
Honor del Colegio Militar de la Nación.

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