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CONCESIONES MINERAS EN EL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

INTRODUCCION

En la historia de Bolivia, la minería jugó un papel central en el desarrollo político,


social, económico desde la nacionalización de la minería en 1952 y sus resultados
después de la quiebra del principal factor de acumulación de la economía, la
explotación de las minas en la época de los barones del estaño, la explotación de
las minas en la minería nacionalizada, el derroche del proyecto proletario por
influencia de la economía exportadora, los efectos perjudiciales en la minería
nacionalizada, los fenómenos demográficos en los centros poblados de las áreas
mineras, el reto del desarrollo multinacional ha sido objeto de debate a lo largo de
la historia. Durante años han sido cuestionadas la regulación del Estado referente
a su reserva fiscal, el alcance que establecían los derechos mineros, las
transferencias de las áreas mineras, la función económico social sin resolución
contractual, la falta del debido control de la actividad minera lo que permitía
concesiones extensas y ociosas al no existir modalidades contractuales para el
debido otorgamiento de derechos mineros; la suscripción de contratos de
asociación minera sin ningún tipo de restricción ni control por parte del Estado,
dejando también de lado el control y fiscalización de las actividades mineras por no
establecer licencias de operación y comercialización, ignorando a sectores
sociales como los pueblos indígena originario campesinos dando prioridad a
las empresas transnacionales, además de no diferenciar los pagos al tipo de
actividad, para colmo permitiendo la destrucción del habitad, en esa misma línea
expropiando sin justificación legal, del mismo modo contradicciones sobre la
extinción de los derechos mineros, dejando en la nebulosa el rol que debían
cumplir las prefecturas departamentales y municipales.

Ahora que hemos advertido la problemática a través de la historia toda vez que se
inicia una nueva etapa en el marco de la construcción de un nuevo entramado
jurídico legal que se corresponda con la Constitución Política del Estado
Plurinacional de Bolivia, en la transición histórica del viejo estado neoliberal al
nuevo Estado Plurinacional, trata más bien de una migración de la antigua Ley N°
1777 – Código Minero de 17 de marzo de 1997, a la nueva normativa que regula la
actividad minera Ley N° 535 – Ley de Minería y Metalurgia, de 28 de mayo de
2014, donde el tema principal son las modificaciones del otorgamiento de
concesiones mineras por la otorgación de derechos mineros a través de contratos
y licencias.

DESARROLLO

I. Durante estos últimos años la minería se convirtió en uno de los


sectores económicos más dinámicos del país y su aporte económico
nacional ha ido creciendo y paralelamente ha provocado distorsiones,
por esta razón la normativa vigente a través de sus instituciones
regulara las actividades minero metalúrgicas estableciendo principios,
lineamientos y procedimientos para la otorgación, conservación y
extinción de derechos mineros.

En primer lugar, si existe un sector organizado cuya oposición


recurrente ha preocupado a los gobernantes, ése es el de los mineros.
La historia de la mina esta anclada en la mitología encantada, a
extracción intensiva de los minerales y la sujeción de los indígenas a la
“mita”, los dirigentes sindicales actuales no cesan de recordar, a
menudo, que los beneficios de la explotación minera siempre han sido
para los extranjeros, colonizadores, magnates del estaño, compradores
imperialistas; en síntesis insisten sobre el hecho que la riqueza local
muy rara vez ha beneficiado a los propios mineros, alienados del
producto de su trabajo; y que los compradores locales, los rescatistas,
nunca han sido otra cosa que meros intermediarios de las potencias
extranjeras, acumuladoras o compradoras, así, la historia reciente y la
historia antigua conforman un todo coherente. Ahora, podemos
comprender en qué momento las acciones colectivas poseían la más
alta posibilidad de explotar maximizando sus logros en un contexto
permisivo por la falta de, o insuficiente en algunos casos contradictorios
del instituto jurídico Ley N°1777 Código de Minería.

- El Código de Minería, así como sus modificaciones y reglamentos,


regulaba débilmente el dominio del Estado sobre los yacimientos
mineralógicos, de las concesiones y de los sujetos de derechos
mineros. Respondía al modelo neoliberal por lo que la presencia del
Estado en su función reguladora y controladora era mínima. Las
Empresas del Estado no podían realizar actividades mineras por sí
mismas, sino solo a través de contratos con terceros, reduciendo el rol
del Estado a un simple canalizador y facilitador del otorgamiento de
concesiones mineras; no regulaba la declaración de reserva fiscal; las
concesiones mineras, podían ser otorgadas a personas individuales o
colectivas, nacionales o extranjeras, a simple solicitud sin establecer
propiamente el objeto y/o la actividad minera que el operador debía
desarrollar, las concesiones mineras eran consideradas bien inmueble
sujeto a registro, transferible y transmisible por sucesión hereditaria.
Asimismo, se le otorgaba al concesionario el derecho de hipotecarlas
ante entidades bancarias, inclusive para préstamos que no
necesariamente estaban destinados a inversión en la actividad minera.
no tomaba previsiones para que el titular de una concesión realizara
un trabajo racional y sistemático, es decir, si cancelaba las patentes
tenía derecho de realizar en su concesión actividades de
prospección, exploración, explotación, concentración, fundición,
refinación y comercialización de todas las substancias minerales,
incluidos los desmontes, por tiempo indefinido o dejar de hacerlo, sin
ningún control; permitía que extensas concesiones permanezcan
ociosas, impidiendo que sectores sociales se dediquen al trabajo
minero, no existían modalidades contractuales para el otorgamiento de
derechos mineros solo la otorgación de concesiones mineras. A su vez
que se suscriban contratos de riesgo compartido con empresas
nacionales y/o extranjeras para la realización, en las concesiones, de
trabajos en bocaminas, desmontes, colas, escorias, relaves pallacos y
terrenos francos de las mismas, sin ningún tipo de restricción ni control
por parte del estado, también no establecía mecanismos de control y
fiscalización en las actividades mineras como la comercialización o
en aquellas desintegradas de la cadena productiva minera como la
refinación, fundición y otras; de igual manera ignoraba a otros
sectores sociales como los pueblos indígena originario campesinos,
dando prioridad a las empresas transnacionales, incumpliendo lo
dispuesto en el Convenio 169 de la OIT.
Por otro lado, permitía que los acreedores de un concesionario minero
paguen las patentes pretendiendo con ello que su acreencia sea
privilegiada. En consecuencia, los acreedores eran considerados como
concesionarios, lo que permitía que las concesiones sean negociables.
No existía diferenciación en el pago de la patente minera por el tipo de
actividad minera, arbitrariamente permitía la expropiación sin requerir ni
siquiera la declaración previa de necesidad estatal y utilidad pública. No
hacía mención la instancia que podía disponer la suspensión de
actividades mineras, contrariamente señalaba que ninguna autoridad no
judicial o persona individual o colectiva podía impedir la iniciación u
ordenar la suspensión de actividades mineras, bajo sanción de
resarcimiento de daños o incluso responsabilidad penal.
Y por ultimo los institutos a cargo de la administración dentro de sus
competencias en relación a los requisitos, principios o a la falta de ellos.
- En el marco del proceso de migración y complementación en lo que a
minería respecta, la actualización mantiene la importancia, la formalidad
dentro de los principios y requisitos, así también las condiciones que se
deben cumplir en las diferentes etapas y procesos para operar de
manera formal, a fin de que puedan gozar de los correspondientes
beneficios que les otorga la Ley No 535 del 28 De mayo De 2014 – Ley
de minería y metalurgia.
Ley No 535- Ley de minería y metalurgia a diferencia del Código Minero
implementa principios, lineamientos y procedimientos para la otorgación,
conservación y extinción de derechos mineros. Establece previsiones
para el desarrollo y continuidad de dichas actividades. Determina la
nueva estructura institucional, los roles y las atribuciones del Estado y de
los actores mineros, de acuerdo al espíritu del artículo 369 de la
Constitución Política del Estado. Dispone las atribuciones y
procedimientos de la jurisdicción administrativa minera.
Manifiesta claramente que el Estado en su condición de propietario de
las riquezas mineralógicas que se encuentren en el suelo y subsuelo,
tiene los siguientes roles: Dirigir la política minera, otorgar derechos
mineros (no concesiones) a través de contratos y licencias; igualmente
faculta al Estado declarar en cualquier momento reserva fiscal
determinadas zonas del territorio nacional, con la finalidad de efectuar
labores de prospección y exploración para determinar su potencial
mineralógico. El alcance de los derechos mineros aclara que el derecho
minero es diferente al derecho real, no existe otorgación de áreas
mineras, solo se otorga derecho minero para prospectar, explorar,
explotar, fundir, refinar, comercializar, industrializar. Incluso el operador
debe identificar claramente que actividades mineras a desarrollar, así
como los minerales que producirá. Tampoco se podrá transferir las
áreas mineras ni embargar, hipotecar, se prohíbe expresamente la
suscripción de contratos de arrendamiento, la cesión de derechos a
terceros y adquirir el derecho propietario por sucesión hereditaria, se
complementa a la función e interés económico social la resolución
contractual. Así también el control de la actividad minera debe estar
sujetas a la planificación de sus obligaciones legales y contractuales
cumpliendo los titulares de forma técnica y ambientales de acuerdo a las
regulaciones económicas. A su vez los contratos administrativos mineros
son los instrumentos legales por los cuales el Estado otorga derechos
mineros a los actores productivos de la minería estatal, privada o
cooperativa minera para la realización de las actividades propias de la
cadena productiva minera y las ATE's o ex concesiones mineras
deberán migrar o adecuarse a Contratos Administrativos Mineros.
previo cumplimiento de requisitos. Esta disposición emerge en
resguardo a los derechos preconstituidos y adquiridos. Se exige la
aprobación del Órgano Legislativo de los nuevos contratos, también
prohíbe los contratos de asociación minera y proporciona licencias de
otorgación y comercialización realiza la consulta previa y pueblos
indígenas originarios campesinos. Obliga al pago de patente minera
conforme a la escala establecida diferenciando porcentajes respetando
el medio ambiente, y respetando el derecho de paso y uso de superficie.
Por otra parte, establece la extinción de derechos mineros y suspensión
de actividades. Por otro lado, para el impulso de la industrialización
requiere el apoyo del nivel nacional como subnacionales. En
consecuencia, las instituciones a cargo del control, fiscalización de
acuerdo a sus competencias definen el sector minero, los requisitos y
procesos que se deben seguir para el estricto cumplimiento legal.

CONCLUSIONES

En conclusión, la aplicación de la normativa es de cumplimiento obligatorio en


consecuencia las autoridades son responsables de su ejecución y estricto cumplimiento.

La actualización de la normativa, explica claramente las características de la


formalización, sus condiciones, así como la importancia de los requisitos y
procedimientos, condiciones que se deben cumplir en las diferentes etapas del ciclo
productivo minero es decir formalizar y acreditar mediante la suscripción del contrato
administrativo los derechos y obligaciones del actor productivo.

Las disposiciones generales de acuerdo al objeto, principios están sujetos a lo que


Establece la Constitución Política del Estado en el Parágrafo III del Artículo 369,
Parágrafo I del Artículo 370, el Parágrafo II del Artículo 372, así como los requisitos y
procedimientos, para la suscripción de contratos administrativos mineros están
contemplados en la Ley N° 535, y en el Reglamento de Derechos Mineros.

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