José María Arguedas Altamirano fue un destacado escritor, antropólogo y estudioso

de la cultura peruana. Nació el 18 de enero de 1911 en Andahuaylas, una ciudad

ubicada en la región de Apurímac, Perú. Es considerado uno de los más importantes
representantes de la literatura indigenista y una figura clave en el reconocimiento
y valoración de la cultura indígena en su país.

Arguedas creció en un ambiente multicultural y bicultural, ya que su madre era

quechua y su padre mestizo. Esta mezcla de influencias culturales marcó
profundamente su vida y su obra literaria. Desde joven, desarrolló una profunda
conexión con la cultura indígena, conociendo de primera mano las tradiciones y
lenguas quechua y aimara.

Realizó sus estudios primarios en su ciudad natal y posteriormente se trasladó a

Lima para cursar estudios secundarios. Durante su tiempo en Lima, sufrió de
discriminación y racismo debido a su origen indígena, lo que lo llevó a desarrollar
una conciencia social y política muy fuerte.

Arguedas estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se graduó

como abogado en 1938. Sin embargo, su verdadera pasión estaba en la literatura y la
antropología. A lo largo de su vida, escribió numerosos ensayos, cuentos, novelas y
poesía, en los que exploró temas relacionados con la identidad, la injusticia
social y los conflictos culturales.

Entre sus obras más destacadas se encuentran "Yawar Fiesta" (1941), "Los ríos
profundos" (1958), "Todas las sangres" (1964) y "El zorro de arriba y el zorro de
abajo" (1971). En sus escritos, Arguedas buscó dar voz a los indígenas peruanos y
visibilizar las problemáticas a las que se enfrentaban, al mismo tiempo que
reflexionaba sobre su propia identidad mestiza.

Además de su labor literaria, Arguedas fue un investigador y promotor incansable de

la cultura indígena. Realizó numerosos estudios antropológicos y etnográficos en
comunidades indígenas, viviendo de cerca sus tradiciones y luchas. Fue director del
Museo Nacional de Historia del Perú y trabajó como profesor en diversas
universidades.

Tristemente, José María Arguedas luchó contra la depresión y el sentimiento de

marginalización a lo largo de su vida. El 2 de diciembre de 1969, a los 58 años,
decidió poner fin a su vida en un acto que conmovió profundamente a la sociedad
peruana y a la comunidad literaria.

A pesar de su trágico final, el legado de José María Arguedas perdura como un

referente de la literatura indigenista y como una voz importante en la defensa de
la cultura indígena en el Perú. Su obra continúa siendo estudiada y apreciada tanto
en su país natal como en el ámbito internacional, dejando un impacto duradero en la
literatura latinoamericana.