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paso de la sangre rica en oxígeno y los desechos metabólicos a las diferentes células,
las cuales lo utilizaran para la respiración celular, sin embargo,
Los trastornos del aparato circulatorio pueden ser locales y afectar sólo una parte del
organismo, o en generales, cuando se originan en el sistema vascular o en el corazón.
Sin embargo, es importante recordar que los defectos vasculares de cierta magnitud y
los trastornos cardiacos están estrechamente relacionados, y que el mal
funcionamiento de una de las partes tendrá repercusiones en la otra
Embolia
De acuerdo a su composición:
Embolia séptica:
o Embolia bacteriana.
o Embolia parasitaria.
o Embolia micótica.
TIPOS:
o Embolismo gaseoso venoso.
o Embolismo gaseoso arterial.
La bronquiectasia cilíndrica en los perros, que puede ser local o generalizada, facilita la
ocurrencia de infecciones, reduciendo la capacidad de remoción del moco (Gómez-
Ortiz et al., 2015), y a la vez es acompañarse de una bronquitis crónica severa, pero no
es una secuela. En bovinos, ovinos, caprinos y porcinos la bronquiectasia suele ir
asociada con bronquitis parasitarias severas o como consecuencia de la obstrucción
por cuerpos c d 465 extraños, granuloma o tumores. Las complicaciones están
relacionadas con fístula broncopleural, hemorragia, trombosis y embolia séptica con
abscedación metastásica y amiloidosis secundaria; de la misma forma, puede
sobrevenir una bronquitis pútrida necrotizante como consecuencia de la aspiración de
cuerpos extraños (Jubb et al., 1993).
7.6.1.- Alteraciones circulatorias del pulmón: los pulmones sufren diversos trastornos
circulatorios, unos más importantes que otros y son ocasionados por anomalías que
involucran principalmente a los vasos pulmonares, al corazón o por lesiones vasculares
secundarias a neumopatías. La consecuencia funcional más importante es la
hipoxemia debida a la incoordinación entre ventilación y perfusión o por desviación de
sangre hacia regiones no pulmonares ventiladas.
TRANSTORNOS CIRCULATORIOS
Embolia:
Fibrina
Parásitos adultos o sus larvas
Bacterias
Lípidos
Aire o Gas
Cuerpos extraños, como agujas, pedazos de catéter y otros
Los émbolos pueden estar localizados tanto en vasos arteriales como en venosos, y
circulan libremente en la sangre hasta que el diámetro del vaso ya no permita su paso.
Entonces, quedarán enclavados, obstruyendo la circulación; por ejemplo, un émbolo
que se origina en la vena cava craneal llegará a corazón derecho y de ahí al pulmón, y
otro que se forme en la aorta craneal puede llegar al encéfalo. En el lugar de su
enclavamiento interrumpe la circulación y producirá infarto, hemorragia o ambos.
Cuando un émbolo ya no circula puede causar lesión endotelial y dar lugar a la
formación de un trombo.
Clasificación de embolias
Embolias fibrinosas
Embolias parasitarias
Las causan parásitos adultos que circulan en la sangre; como Dirofilaria immitis (fig.
2.3) y Spirocerca lupi en perros, vermes pulmonares en cerdos, grupos de
tripanosomas; larvas parasitarias; por ejemplo, larvas de Strongylus vulgaris en
caballos, Ascaris suum en cerdos.
Embolias celulares
En este grupo tienen especial importancia los émbolos de células neoplásicas
malignas. Por su carencia de fibronectina, la adhesión entre ellas es mínima, lo que
facilita su desprendimiento. Por su invasividad, las neoplasias malignas con frecuencia
lesionan las paredes vasculares y penetran en el torrente circulatorio. Este proceso
recibe el nombre de metástasis tumoral. Las células tumorales tienen la facultad de
multiplicarse en el lugar donde quedan atrapadas. De este modo, se producen múltiples
focos tumorales, en varias partes del organismo. Émbolos celulares de otros tejidos son
raros y difíciles de identificar microscópicamente. Se han citado casos de émbolos por
células hepáticas o de la médula hematopoyética y, particularmente en perros, por
células cartilaginosas que se desprendieron de los discos intervertebrales, a
consecuencia de destrucción de estos tejidos por traumatismo.
Embolia grasa
Embolos gaseosos
CHOQUE
El choque es un síndrome que afecta a todos los órganos y tejidos. Cualquier proceso
que altera la eficiencia del flujo sanguíneo, entre ellos la trombosis y la embolia,
constituye un impedimento a la correcta irrigación de los tejidos y causa graves
trastornos. Éstos serán locales, cuando sólo afectan a una pequeña porción de un
órgano o tejido, causando isquemia local o infarto. Cuando afectan a todo el organismo,
resulta una insuficiente perfusión de todo el cuerpo, debido a una falla circulatoria
generalizada, condición que se conoce como choque. El choque se define como un
trastorno circulatorio, caracterizado por una disminución del volumen de la sangre
circulante y de la hemoconcentración, por un retardo de la velocidad de la corriente
sanguínea; o como un estado patológico caracterizado por una perfusión capilar
insuficiente para mantener las funciones celulares. El concepto de choque comprende
varios trastornos que producen insuficiencia circulatoria aguda. Todas las formas de
choque tienen en común un trastorno del intercambio de nutrimentos entre sangre
capilar y células tisulares.
Patogenia y clasificación
Choque hipovolémico
Choque cardiógeno
En este tipo, no hay pérdida de sangre por hemorragia. El corazón falla por causas
como miocarditis, infarto del miocardio, hemopericardio, falla cardiocongestiva,
hidropericardio, pericarditis y trastornos del equilibrio electrolítico. Las consecuencias
son acumulación de metabolitos, acidosis, exudación, lesiones vasculares e
hipotensión. Una vez establecidos estos sucesos, el choque sigue el curso explicado
en el choque hipovolémico (fig. 2.26).
Choque anafiláctico
En este tipo de choque la deficiente perfusión tisular y la falla circulatoria que resulta,
tienen su origen en un trastorno inmunitario, en especial estados alérgicos por
aplicaciones repetidas por productos biológicos, de ciertos medicamen- tos. Estos
conceptos serán explicados en detalle en la Unidad 6. Ocurre una reacción antígeno-
anticuerpo entre células sensibilizadas del animal y el antígeno introducido. Las células
dañadas por esta reacción liberan sustancias vasoactivas (histamina, serotonina,
cininas y leucotrienos), que causan vasodilatación intensa, y entonces se produce
hipotensión. A partir de este momento, la patogenia del choque anafiláctico es la misma
que los otros tipos de choque. Debe quedar claro que, si bien esta clasificación de los
tipos de choque está basada en factores causales que producen trastornos iniciales
diferentes, una vez establecida la insuficiencia circulatoria y cardiaca el cuadro
adquiere características de un patrón común, dominado por la prolongación de la falla
circulatoria, lo que explica gran parte de la patogenia de todas las formas de choque. El
atento lector se habrá percatado, que en el síndrome del choque ocurren muchos de
los mecanismos ya descritos al hablar de la coagulación sanguínea. Por ejemplo, la
lesión endotelial, que es causada por una disminución en la velocidad de la sangre
dentro de un vaso. Se produce entonces un círculo vicioso que en forma muy
simplificada consiste en: trastorno de la circulación → perfusión insuficiente de tejidos
→ lesión endotelial → falla cardiaca → daño al miocardio → necrosis tubular renal →
choque → perfusión insuficiente de tejidos. Por este círculo vicioso, el choque es una
condición de suma gravedad, que compromete a la vida. Cuando el estado de choque
en un animal no es atendido con prontitud, procurando básicamente la restitución de
líquidos y la activación de la circulación, a menudo causa la muerte. Las lesiones que
sugieren choque durante la necropsia son: en la cavidad abdominal congestión
visceral, a veces tan masiva que el intestino contiene gran cantidad de líquido
sanguinolento, que no debe confundirse con enteritis hemorrágica grave. Esto se
observa con frecuencia en perros muertos por choque. Por la alteración vascular se
presentan lesiones hemorrágicas del tipo de las petequias, en las serosas. Por el
secuestro de sangre, el bazo puede estar aumentado de volumen, lo que se observa en
caballos muertos por cólico. El líquido de la cavidad puede estar aumentado y tener
color sanguinolento. En el riñón puede encontrarse necrosis tubular aguda; en estos
casos el órgano se presenta pálido, con zonas blanquecinas en la superficie. En las
glándulas adrenales se observan hemorragias y disminución de lípidos. En la cavidad
torácica, en todos los animales jóvenes el timo sufre cambios morfológicos importantes
que pueden variar desde petequias hasta un estado hemorrágico intenso. En el pulmón
se observa falta de colapso y edema alveolar, estas lesiones son muy características y
se habla de “pulmón de choque”. En epicardio y en endocardio suelen observarse
hemorragias de magnitud variable. La coagulación intravascular diseminada
(microtrombosis) es una lesión frecuente en animales muertos por choque, y debe
comprobarse en cortes histológicos.