SAMUEL:

En la Biblia, Samuel es un personaje destacado tanto en el Antiguo Testamento como en la

tradición judía. Samuel fue un profeta, sacerdote y juez que jugó un papel crucial en la
transición de Israel de un sistema de gobierno tribal a la monarquía.

Según el relato bíblico, Samuel nació de Ana, una mujer estéril que oró fervientemente a
Dios pidiendo un hijo. Dios escuchó su oración y le dio un hijo al que llamó Samuel, que
significa "pedido a Dios". Samuel fue consagrado a Dios desde su nacimiento y fue
entregado a Elí, el sumo sacerdote en el tabernáculo de Silo, para ser criado allí.

Durante su vida, Samuel se convirtió en un destacado profeta y juez en Israel. Fue un líder
espiritual y político, y su palabra era considerada como la voz de Dios. Samuel ungiría a los
primeros dos reyes de Israel: Saúl y David.

Sin embargo, a medida que Samuel envejecía, sus hijos, Joel y Abías, no siguieron los
caminos de su padre y se corrompieron como jueces en Beerseba. El pueblo de Israel pidió
entonces a Samuel que les diera un rey, como las naciones vecinas. Samuel advirtió al
pueblo sobre los peligros de tener un rey, pero finalmente accedió a sus demandas y ungió
a Saúl como el primer rey de Israel.

Samuel vivió para ver a Saúl gobernar como rey, pero también para presenciar la
desobediencia de Saúl a las instrucciones divinas. Samuel se entristeció por la elección de
Saúl y lamentó la dirección que tomó el reino de Israel bajo su liderazgo.

La Biblia no proporciona detalles específicos sobre la muerte de Samuel, pero se menciona

que él juzgó a Israel durante toda su vida y ofreció sacrificios anuales en diferentes lugares,
como Betel, Gilgal y Mizpa. Después de la muerte de Samuel, fue llorado por el pueblo de
Israel y se le consideró un gran líder y profeta.

Samuel fue un profeta y juez importante en Israel, responsable de ungir a los primeros reyes
de Israel. Su vida y ministerio tuvieron un impacto significativo en la historia del pueblo de
Israel, y su muerte fue lamentada por muchos.