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Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña

(UNPHU)

Nombre
Cristina María Hernández Núñez

Matricula
20-0426

Facilitador
Glenny López

Tema:
Malezas en cultivo de plátano

Materia:
Control de maleza

Fecha de Entrega
12 de julio del 2023.
Pérdidas económicas provocadas por las malezas en los
plátanos.
Las malezas pueden tener un impacto significativo en los cultivos de
plátano y causar pérdidas económicas. Estas son algunas de las
formas en que las malezas pueden afectar la producción de plátano
y generar pérdidas:

1. Competencia por nutrientes y agua: Las malezas compiten con


los plátanos por los nutrientes del suelo y el agua disponible. Esto
puede limitar el crecimiento y desarrollo de los plátanos, lo que
resulta en una menor producción de frutas.

2. Reducción de la calidad de la fruta: Algunas malezas, como las


gramíneas invasoras, pueden afectar la calidad de los plátanos.
Estas malezas pueden contaminar la fruta con semillas o pelos, lo
que puede disminuir su valor comercial.

3. Propagación de enfermedades: Algunas malezas actúan como


huéspedes alternativos de enfermedades que afectan a los
plátanos. Si las malezas están presentes en el campo, pueden
servir como reservorios de patógenos y propagar enfermedades a
los plátanos, lo que resulta en una mayor incidencia de
enfermedades y una reducción en la producción.

4. Dificultad en la cosecha: Las malezas densas y altas pueden


dificultar la cosecha de los plátanos. Esto puede llevar a una mayor
mano de obra requerida y a un aumento en los costos de
producción.

5. Impacto en la calidad del suelo: Algunas malezas pueden agotar


los nutrientes del suelo y alterar su estructura. Esto puede afectar
negativamente el crecimiento de los plátanos a largo plazo y
requerir la aplicación de fertilizantes adicionales, lo que implica
costos adicionales.
Es difícil cuantificar exactamente las pérdidas económicas
específicas causadas por las malezas en los plátanos, ya que
dependen de muchos factores, como el tipo y la densidad de las
malezas, las prácticas de manejo de cultivos y las condiciones
climáticas. Sin embargo, está claro que las malezas pueden tener
un impacto significativo en la producción y rentabilidad de los
cultivos de plátano si no se controlan adecuadamente. Por lo tanto,
es importante implementar estrategias de manejo integrado de
malezas para minimizar sus efectos negativos y optimizar la
producción de plátanos.

Con base a su ciclo de vida ¿Cómo podemos clasificar a las


malezas?
1. Malezas anuales: Estas malezas completan su ciclo de vida
desde la germinación hasta la producción de semillas en un solo
año. Pueden ser malezas de verano o de invierno, dependiendo de
la época en la que germinan. Ejemplos comunes de malezas
anuales incluyen la hierba de gallina (Amaranthus spp.), el diente de
león (Taraxacum officinale) y la verdolaga (Portulaca oleracea).

2. Malezas bianuales: Estas malezas tienen un ciclo de vida que se


extiende por dos años. Durante el primer año, crecen como una
roseta basal de hojas y, en el segundo año, producen tallos florales
y semillas antes de morir. Ejemplos de malezas bianuales incluyen
el cardo (Cirsium spp.) y el llantén (Plantago spp.).

3. Malezas perennes: Estas malezas tienen una vida útil más larga
y pueden vivir durante varios años. Pueden reproducirse tanto por
semillas como por estructuras vegetativas, como rizomas,
tubérculos o bulbos. Ejemplos de malezas perennes incluyen el
pasto Bermuda (Cynodon dactylon), la zarza (Rubus spp.) y el
diente de león perenne (Taraxacum officinale).
4. Malezas de propagación vegetativa: Estas malezas se propagan
principalmente a través de estructuras vegetativas, como estolones,
rizomas o bulbos, en lugar de depender principalmente de la
producción de semillas. Ejemplos de malezas de propagación
vegetativa incluyen el césped Bermuda (Cynodon dactylon) y la
caña de azúcar (Saccharum officinarum).

5. Malezas parásitas: Estas malezas obtienen nutrientes y agua de


las plantas huéspedes a través de estructuras especializadas, como
haustorios. Ejemplos de malezas parásitas incluyen la cuscuta
(Cuscuta spp.) y la estriga (Striga spp.).

Alternancia de generaciones
Los plátanos, al igual que otras plantas angiospermas, no presentan
una alternancia de generaciones en el sentido estricto como ocurre
en las plantas con reproducción sexual mediante esporas, como los
helechos. En cambio, los plátanos tienen un ciclo de vida
monocárpico.

El ciclo de vida de los plátanos se caracteriza por una fase


vegetativa larga seguida de una única fase reproductiva. Durante la
fase vegetativa, la planta de plátano crece a partir de un rizoma
subterráneo y produce hojas grandes y frondosas. Esta fase puede
durar varios meses o incluso años, dependiendo de las condiciones
de crecimiento y el manejo agrícola.

Una vez que la planta alcanza cierto grado de madurez y tamaño,


comienza la fase reproductiva. En esta etapa, la planta produce un
gran tallo floral llamado inflorescencia, que contiene numerosas
flores. Las flores se desarrollan y, eventualmente, se convierten en
racimos de plátanos.

Después de la maduración de los plátanos, la planta agota sus


recursos y muere. Sin embargo, antes de morir, la planta
generalmente produce brotes laterales o retoños desde el rizoma
subterráneo. Estos brotes laterales pueden crecer y convertirse en
nuevas plantas de plátano, dando lugar a un ciclo continuo de vida.

Polinización
La polinización de los plátanos, específicamente de la variedad
cultivada comercialmente conocida como plátano Cavendish (Musa
acuminata), es un proceso peculiar. A diferencia de muchas otras
plantas con flores, los plátanos Cavendish son generalmente
estériles y no producen semillas viables a través de la polinización
natural.

En lugar de la polinización por agentes polinizadores, como insectos


o aves, la mayoría de las variedades de plátanos Cavendish se
reproducen de forma vegetativa, es decir, se propagan mediante
brotes laterales o hijuelos que surgen de los rizomas subterráneos
de la planta madre. Estos brotes laterales se desarrollan en nuevas
plantas genéticamente idénticas a la planta madre.

Dado que la polinización natural no es un factor importante en la


producción de plátanos Cavendish, los agricultores suelen propagar
estas plantas mediante la división de rizomas o mediante técnicas
de propagación vegetativa, como el cultivo de tejidos.

No obstante, es importante mencionar que existen otras variedades


de plátanos, como algunos tipos de plátanos silvestres o cultivares
tradicionales, que sí requieren polinización para producir frutos
viables y semillas. Estas variedades pueden depender de agentes
polinizadores como abejas, avispas, murciélagos u otros insectos
para transferir el polen entre las flores y lograr la fecundación.
Fecundación
En los plátanos, la fecundación ocurre en el proceso de formación
de la fruta, específicamente en el desarrollo de las flores. Aunque
las variedades comerciales de plátanos, como los plátanos
Cavendish, son principalmente estériles y no producen semillas
viables, el proceso de fecundación sigue siendo importante para el
desarrollo y crecimiento de la fruta.

La inflorescencia del plátano, conocida como racimo, está


compuesta por numerosas flores. Cada flor tiene una estructura
reproductiva que consiste en un ovario, estigma y estambres. El
estigma es la parte receptora del polen, mientras que los estambres
son los órganos masculinos que producen el polen.

Durante la floración, el polen es liberado de los estambres y se


deposita en los estigmas de las flores. Este proceso puede ocurrir
mediante la polinización cruzada, donde el polen de una flor es
transferido a otra flor en la misma planta o en plantas diferentes, o
mediante la polinización autopolinización, donde el polen de una flor
es transferido al estigma de la misma flor.

Una vez que el polen ha sido depositado en el estigma, los tubos


polínicos crecen a través del estilo y llegan al ovario. Dentro del
ovario, se encuentran los óvulos, que son las estructuras que
contienen los gametos femeninos. La fecundación ocurre cuando
los núcleos de los gametos masculinos se fusionan con los gametos
femeninos dentro del óvulo, formando un cigoto.

Después de la fecundación, el ovario se desarrolla y se convierte en


la fruta del plátano. A medida que la fruta madura, se producen
cambios bioquímicos y de desarrollo que le dan su textura, sabor y
características distintivas.

Aunque en las variedades comerciales de plátanos como los


Cavendish no se forman semillas viables debido a su esterilidad, el
proceso de fecundación sigue siendo necesario para estimular el
desarrollo de la fruta. Sin embargo, es importante destacar que
existen otras variedades de plátanos y bananas que sí producen
semillas viables y dependen de la polinización para su
reproducción.
Dispersión
La dispersión de los plátanos, al igual que otras plantas con frutos,
es un proceso crucial para la propagación y la colonización de
nuevas áreas. En el caso de los plátanos y las bananas, la
dispersión se lleva a cabo principalmente a través de la intervención
humana y no tanto por mecanismos naturales.

Los plátanos cultivados comercialmente, como los plátanos


Cavendish, son generalmente estériles y no producen semillas
viables. Por lo tanto, no se dispersan de manera natural a través de
mecanismos como el viento, el agua o los animales.

En cambio, la dispersión de los plátanos y las bananas se logra


principalmente mediante la propagación vegetativa, es decir, a
través de la propagación de brotes laterales o hijuelos que surgen
de los rizomas subterráneos de la planta madre. Estos brotes
laterales son genéticamente idénticos a la planta madre y pueden
ser separados y plantados para generar nuevas plantas.

La intervención humana desempeña un papel fundamental en la


dispersión de los plátanos cultivados. Los agricultores propagan los
plátanos mediante la división de rizomas o la plantación de brotes
laterales en nuevos lugares. La propagación vegetativa permite
mantener las características deseadas de la variedad cultivada,
como el tamaño, el sabor y la textura de los frutos.
Tolerancia
Los plátanos, al igual que otras plantas, pueden exhibir diferentes
niveles de tolerancia a diversos factores estresantes. La tolerancia
de los plátanos puede referirse a su capacidad para sobrevivir y
mantener su crecimiento y desarrollo en condiciones adversas,
como cambios extremos de temperatura, sequía, inundaciones,
suelos pobres en nutrientes, enfermedades y plagas.

1. Temperatura: Los plátanos son generalmente más tolerantes a


temperaturas cálidas y tropicales. No obstante, existen variedades
específicas que pueden tolerar temperaturas más frías. Las bajas
temperaturas pueden dañar los tejidos de la planta y afectar
negativamente su crecimiento y desarrollo.

2. Sequía: Los plátanos son en general plantas que requieren una


cantidad adecuada de agua para un crecimiento óptimo. Sin
embargo, algunas variedades de plátanos, como los plátanos de
tierra alta, pueden mostrar cierta tolerancia a la sequía y adaptarse
a condiciones de baja disponibilidad de agua.

3. Inundaciones: Los plátanos son relativamente sensibles a las


inundaciones prolongadas. El exceso de agua puede sofocar las
raíces y provocar asfixia radicular, lo que afecta el crecimiento y la
supervivencia de la planta. Sin embargo, algunos cultivares de
plátanos pueden tolerar inundaciones temporales o períodos cortos
de anegamiento.

4. Suelo: Los plátanos pueden adaptarse a diferentes tipos de


suelo, pero prefieren suelos bien drenados y ricos en materia
orgánica. Son relativamente tolerantes a suelos ligeramente ácidos
o alcalinos. Sin embargo, la disponibilidad de nutrientes es
importante, y los suelos pobres en nutrientes pueden afectar
negativamente el crecimiento y la producción de frutas.
5. Enfermedades y plagas: Los plátanos son susceptibles a diversas
enfermedades y plagas que pueden afectar su crecimiento y
producción. Sin embargo, existen variedades resistentes o
tolerantes a ciertas enfermedades comunes, como el mal de
Panamá (Fusarium oxysporum f. sp. cubense) o el moko (Ralstonia
solanacearum).

Resistencia
La resistencia de los plátanos se refiere a la capacidad de las
plantas de plátano para resistir y superar enfermedades, plagas u
otros factores estresantes bióticos.
En el caso de los plátanos, existen variedades y cultivares que han
sido seleccionados por su resistencia a enfermedades específicas.

1. Resistencia al mal de Panamá: El mal de Panamá, causado por


el hongo Fusarium oxysporum f. sp. cubense, es una enfermedad
devastadora para los plátanos. Sin embargo, se han desarrollado
variedades resistentes, como las variedades Cavendish resistentes
al mal de Panamá, que son capaces de resistir o tolerar la infección
por esta enfermedad.

2. Resistencia al moko: El moko, causado por la bacteria Ralstonia


solanacearum, es otra enfermedad importante en los plátanos.
Algunas variedades de plátanos han demostrado cierta resistencia o
tolerancia a esta enfermedad, lo que les permite resistir la infección
y continuar su crecimiento y producción.

3. Resistencia a insectos y plagas: Algunas variedades de plátanos


tienen cierta resistencia a ciertos insectos y plagas, como el ácaro
de las hojas (Tetranychus urticae) o el picudo negro (Cosmopolites
sordidus). Esta resistencia puede manifestarse a través de
características físicas o químicas que dificultan la alimentación o el
desarrollo de las plagas.

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