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Ajuste del pH: Si el análisis de suelo muestra un pH fuera del rango óptimo
para el cultivo de pimienta (generalmente entre 5.5 y 7.5), puedes ajustarlo
agregando materiales correctivos como caliza dolomítica para elevar el pH
o azufre elemental para reducir el pH.
Riego de la pimienta:
Establecimiento del sistema de riego: Durante los primeros meses después
de la siembra, es importante asegurar un suministro de agua adecuado para
el establecimiento de las plantas. Considera la instalación de un sistema de
riego por goteo o un sistema de aspersión para proporcionar agua de
manera eficiente y controlada.
Monitoreo del riego: Realiza un monitoreo regular del estado de las plantas
y del nivel de humedad del suelo. Ajusta el programa de riego según sea
necesario para evitar el estrés hídrico o el exceso de agua.
Manejo de la nutrición
Análisis del suelo: Antes de establecer un cultivo de pimienta, es
importante realizar un análisis del suelo para evaluar sus características
físicas y químicas. Esto proporcionará información sobre la fertilidad del
suelo y los posibles desequilibrios nutricionales.