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CASO CLINICO 1.

Mariano tiene 2 años 9 meses, vive con sus padres y un hermano de 5 años en Victoria. La
madre tiene 26 años y se desempeña como auxiliar de aseo en el Hospital de la ciudad,
mientras que el padre tiene 24 años, y trabaja preparando comida rápida en un local
cercano a su hogar. Consulta en CESFAM de referencia, derivado por la enfermera, debido
a su bajo desempeño en el TEPSI aplicado en control de niño sano. A la sesión
fonoaudiológica inicial asisten ambos padres; en la anamnesis la madre refiere haber tenido
un embarazo normal, de término. Al momento del parto, el menor presentó un peso y talla
adecuada, con APGAR 9’-10’. De los antecedentes del desarrollo, se señala que gateó a los
6 meses, logró la bipedestación a los 8 meses y marcha a los 13 meses. Respecto al
desarrollo del lenguaje, la madre menciona que el balbuceo lo logró a los 10 meses, y las
primeras palabras intencionadas después del año y medio; actualmente utiliza palabras
aisladas, pero éstas son alrededor de 5. Menciona que comprende instrucciones simples
como “tírame la pelota”. En relación a conductas sociales los padres describen a Mariano
como un niño sociable y cariñoso, logra relacionarse con otros niños y jugar sin dificultad.
El niño no presenta antecedentes relevantes de salud, manteniendo sus controles al día.
Actualmente no asiste a jardín infantil, quedando al cuidado de la abuela materna durante
el día, pero los padres quieren que comience a asistir el próximo año, ya que se abrió uno
frente al hospital y les acomoda para ir a dejar y a buscar al niño. Comentan brevemente
que al haber sido padres jóvenes, sus papás no siempre respetan sus decisiones sobre la
crianza de los niños.
Se inicia la evaluación fonoaudiológica, mediante juego espontáneo, frente al cual el niño
responde de forma positiva. En esta instancia se evidencia indemnidad anatómica de EFAS.
Se utiliza un juego de encaje de cuerpo humano, logrando identificar segmentos gruesos y
comprendiendo órdenes simples sobre su manipulación. Durante esta actividad no se
evidencia el uso de ninguna palabra, pero se observa que el niño toma las piezas, se las
muestra a sus padres e intenta llamar su atención con gestos y vocalizaciones.
Posteriormente, se utilizan frutas y animales, logrando identificar varios de ellos, pero sin
nombrar ninguno; solo en una ocasión se refiere al perro como /guau/. Comprende cuando
se le realizan preguntas sencillas, como con qué animal quiere jugar, mirando los elementos
y al terapeuta, y señalando el que desea. Demuestra disfrute al jugar a darle de comer a los
animales, imitando a la terapeuta en las acciones y los sonidos realizados (/ñam ñam/).
Atiende a su nombre, pero no lo produce. Sonríe cuando se le felicita por alguna acción, y
comprende “no” cuando se le llama la atención. Manifiesta desagrado cuando se comienza
a ordenar los materiales, realizando gestos, pidiendo de vuelta los animales.
El padre menciona que durante el día, él pasa más tiempo con su hijo que la madre, por
cercanía y horario de trabajo, sin embargo, no sabe a qué jugar con él, que le pone dibujos
animados que sean educativos, pero no se le ocurre qué más hacer.

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