Está en la página 1de 28

 

Líderes de impacto. 
19 de Enero del 2019 

● Contenido: 

I- Haz sido llamado a dirigir. (Génesis 1:26-31) 

1- Cómo Dios llama a un líder. (Éxodo 2:11/4:20) 

2- El líder y sus mayores excusas. (Éxodo 3:11/4:14) 

3- Un líder planea por adelantado. (Éxodo 5:1) 

● II- Rasgos de un líder. 

1- Visión: Los líderes ven el futuro a la distancia. (Génesis 12/25/33) 

2- Pasión: La pasión nos lleva a servir a Dios con gusto. (Lucas 3:2-22) 

3-Enfoque: Separándose de las cosas que aunque son buenas no son importantes. 
(Filipenses 3:5-9) 

4- Compromiso: Gedeón y la ley del compromiso. (Jueces 6:11/8:35) 

5- Prioridades: Los líderes comprenden que la actividad no significa logro. (Hechos 


6:1-7) 

6- Servicio: Los líderes siervos al estilo de Cristo. (Juan 13:1-7) 

7- Responsabilidad: Los líderes no pueden deshacerse de ella. (2 Crónicas 20:1-25) 

8- Carisma: Pedro era un imán. (Hechos 2:1-41) 

9- Disponibilidad de aprender: Apolos aprendió y creció. (Hechos 18:24-28) 


 

● III- El liderazgo se desarrolla diariamente no en un día. (Génesis 37:1/50:22) 

● IV- Pablo y el crecimiento explosivo.  

1- Para que haya crecimiento dirige a seguidores, para que haya multiplicación dirige 
a líderes. (2 Timoteo 2:1) 

2- Cómo formar un equipo. 

● V- Estrategias del trabajo en equipo. 

1- Hágalos parte de su visión y luego estos se comprometerán con la misma. 

2- Comunicación. 

3- Tenga la habilidad de saber escuchar. 

4- Valores.  

● OBJETIVOS 
1. Que cada líder pueda identificar sus fortalezas y debilidades y de mejorar de 
forma pareja en cada una de estas. 
2. Que los líderes puedan desarrollar todo el potencial que Dios ha depositado 
en cada uno de ellos. 
3. Que podamos transmitir el conocimiento adquirido a nuestro círculo de líderes 
para tener un mejor desarrollo en nuestro servicio a Dios. 

 
 

Un líder conforme al corazón de Dios. 

I- Haz sido llamado a dirigir. (Génesis 1:26-31) 

a- Fuiste creado a la imagen y semejanza de Dios (v.26) 

b- Dios le mandó al hombre y a la mujer que dominaran. (v.27) 

c- Tenemos que gobernar la tierra pero no necesariamente unos a otros. (v28) 

d- Nosotros debemos de servir mutuamente en las áreas en las que tenemos talento. 
(v.29-30) 

c- El liderazgo de cada persona se ejecuta mejor dentro de su área de talento. (v.31) 

2-- Cómo Dios llama a un líder. (Éxodo 2:11/4:20) 

a- Dios le da al líder una inversión emocional en el trabajo. 

b- Dios usa a otros para afirmar a un líder. 

c- Dios provee mentores para el líder. 

d- Dios desarrolla en el líder, fortaleza, experiencia, e historial. 

e- Dios frecuentemente refina el carácter del líder en la soledad. 

f- Dios inculca al líder el valor del trabajo duro. 

g- Dios sostiene al líder con una visión poderosa. 

g- Dios complementa al líder con personas que compensan sus debilidades. 

3- El líder y sus mayores excusas. (Éxodo 3:11/4:14) 


a- ¿Quién soy yo? (v.3:11) 

b- ¿Quién eres tú? (v.3:13) 

c- ¿Y si no me escuchan? (v.4:1) 

d- No soy bueno al hablar en público. (v.4:10) 

e- Creo que hay alguien más que lo podría hacer. (v. 4:13) 

4-- Un líder planea por adelantado. (Éxodo 5:1) 

a- Determina con anticipación tu curso de acción. 

b- Traza tus metas. 

c- Ajusta tus prioridades. 

d- Informa a tu personal clave. 

e- Da tiempo para la aceptación. 

f- Dirígete a la acción. 

g- Espera problemas. 

h- Señala los éxitos. 

i- Revisa los progresos diariamente. 

Cuando Moisés finalmente estuvo de acuerdo con hacer la tarea que Dios le había 
encomendado, el oyó noticias desalentadoras, Dios endureceria el corazón del 
faraón. 

El plan iba a funcionar pero no tan fácil y rápido. Los buenos líderes desarrollan 
planes, pero a la vez esperan hacer ajustes durante el trayecto. Un plan raramente 
tiene éxito sin que haya algún obstáculo o barrera. (Éxodo 4:21) 

 
II- Rasgos del líder. 

1- La visión​. 

Los líderes ven el futuro a la distancia. (Génesis 12/25/33) 

Las 7 lecciones de Abraham sobre una visión dada por Dios. (Génesis 12:1/22:4) 

La visión de Abraham fue dada por Dios y una visión debe: 

a- Empezar con las prioridades de Dios. (Génesis 12:1-2). 

Dios inició la visión, no Abraham. Cuando los líderes empiezan con la visión de Dios, 
ellos pueden mantenerse en curso y seguir con motivos puros. 

b- Conectarse con la identidad del líder. (Génesis 15:2-4) 

La visión que Abraham recibió era exacta para él y para Sara; concordaba con las 
necesidades y los deseos de esta pareja estéril. Mejor aún, su cumplimiento serviría a 
los demás. 

c- Incluir a otros. (Génesis 12:2-3) 

Una visión de Dios siempre involucra y bendice a otros. El Señor dijo a Abraham que 
él sería bendecido para que así Él pudiera bendecir a muchas naciones. Y 
precisamente es lo que sucedió a través del nacimiento de Cristo, muchas 
generaciones después. 

  

d- Ser más grande que el líder. (Génesis 17:1-8) 

Abraham quería ser el padre de un hijo mientras que Dios quería que él fuera el 
padre de muchas naciones. La esperanza fue más allá de lo que Abraham alguna vez 
pudo haber soñado ( y más allá de su propia capacidad). Tal visión iba a necesitar 
más de una vida para que se cumpliera. 

e- Conectarse con las convicciones más profundas del líder (Génesis 18:9-12) 

La visión que llenaba el corazón de Abraham reflejaba sus valores más sólidos, 
incluyendo su deseo por una familia y por territorio. 

f- Ser tangible y fácil de comunicarse. (Génesis 15:5) 

Dios le dió a Abraham una imagen tangible de la visión, Él le dijo: “Mira la arena de la 
costa y las estrellas de los cielos.” Estos objetos le sirvieron como ayuda visual que 
permitieran que Abraham adoptará y cumpliera la visión. 

g- Tiene valor eterno. (Génesis 17:19-20) 

La visión de Abraham fue más allá de su vida en la tierra e incluyó mucho más que 
riqueza o fama. Su visión afectaría el destino eterno de millones de personas. 

Pero..¿ Qué pasa con un líder no tiene visión? 

Esaú nos pinta una imagen muy clara de un líder sin visión. Aunque en muchos casos 
hay personas que su vista es mayor que sus estómagos, en el caso de Esaú era todo 
lo contrario. El primogénito de Isaac y Rebeca, Esaú, era un amante de la naturaleza 
desde que era un niño. Se convirtió en un cazador muy hábil; haciéndose fuerte, rudo 
y muy astuto. Sin embargo, el viernes la uni amente para el presente, dependiendo 
solamente de su propia fuerza y de sus recursos. Por eso, muchas veces el no pudo 
ver el futuro claramente. Esaú sucumbió al tipo de tentaciones que toda la atraen a 
los líderes de hoy. Observa seis características de la poca visión de Esaú y analiza si 
alguna de ellas te afecta a ti. (Génesis 25:29-34/32:3-23/33:1-10) 

a- Esaú se enfocó en el aquí y ahora, convencido de que el mañana nunca llega. 


b- Esaú se apoyaba en su propia fuerza y en su primogenitura más que en el plan de 
Dios. 

c- La escasa visión de Esaú lo llevó a ceder lo más importante por lo más inmediato 
(una sola comida). 

d- Esaú, siendo el favorito de su padre, pensó que el amor de Isaac lo salvaría de 
cualquier mala decisión que él tomara.  

e- La visión limitada de Esaú lo hizo casarse con una hitita, una elección que 
entristeció a sus padres. 

f- La visión borrosa de Esaú lo cegó a tal grado que no pudo ver el engaño de su 
hermano Jacob. 

Hoy recordamos a Esaú como un hombre egocéntrico con una visión errónea. 
Hebreos 12:15-16 nos dice que nos examinemos a nosotros mismos, “... no sea que 
haya algún fornicador o profano como Esaú, que por una sola comida vendió su 
primogenitura.” 

2- La Pasión. 

La pasión nos lleva a servir a Dios con gusto. (Lucas 3:2-22) 

Después que David pecara con Betsabé, el profeta Natán le previno diciendo que la 
espada nunca se apartaría de su casa (2 Samuel 12:10). Tal como fue predicho, desde 
ese día en adelante tuvo problemas domésticos: Engaño, adulterio, incesto y hasta 
asesinato. David nunca supo cómo tratar la rebeldía de forma efectiva; parecía como 
si su unción y su autoridad se le hubieran esfumado. Nadie vio esto tan claramente 
como su hijo Absalón y por esto fue que arruinó su propia causa. 

Analizaremos estas lecciones acerca de una pasión mal dirigida. 

a- Una pasión sin perspectiva trae la muerte. (2 Samuel 13:22-29) 

b- Una pasión encontrará la forma de expresarse, ya sea en forma correcta o 


incorrecta (2 Samuel 14:28-30) 
c- La gente sigue más a la pasión ortodoxa, aún cuando no sea lo correcto (2 Samuel 
15:1-12) 

d- Los líderes que siguen una pasión vencen a los líderes que siguen un protocolo. (2 
Samuel 15:13-14) 

e- La pasión egocéntrica siempre tragiversa el juicio de un líder (2 Samuel 16:22) 

f- Una pasión que no es canalizada ni frenada daña a cualquiera a su alrededor (2 


Samuel 17:18) 

g- Cuando la pasión pesa más que la sabiduría, los líderes tienden a sabotearse a 
ellos mismos (2 Samuel 18:9) 

Las buenas noticias. 

Absalón representa a un líder que no supo frenar su pasión. Cuando un líder abraza 
su pasión, sin antes aprender sumisión, los problemas le vienen de inmediato. ¿ 
Significa esto que debemos condenar la pasión? ¡Claro que no! La pasión es una 
cualidad de un líder vea estos beneficios: 

a- La pasión es el primer paso al logro. 

b- La pasión incrementa tu fuerza de voluntad. 

c- La pasión te cambia. 

d- La pasión hace que lo imposible sea posible. 

La pasión te ayuda a desarrollar tu liderazgo. Sin embargo, la pasión debe de salir del 
corazón de un líder que sea sabio, responsable, sumiso y que no sea egoísta. 
Veamos el caso de Juan el Bautista: (Lucas 3:2-22) 

La mejor palabra para describir a Juan el Bautista debería ser “apasionado”.  

¿ Pero qué fue lo que le dió esa pasión? 

- Él pasó tiempo a solas: Antes que Juan empezara su ministerio público, él vivió 
en el desierto y pasó mucho tiempo con Dios. Él se llenó de la presencia de 
Dios y apenas podía quedarse callado. 
- Él se sentía consumido con su misión: Juan conocía la identidad de Jesús y su 
pronta venida. Juan trató con urgencia de preparar el camino para Él. 
- Él poseía un temperamento magnético: A Juan se le describe como una voz 
que clama en el desierto (Lucas 3:4) y como un exhortador (Lucas 3:18). Así 
como lo hace un imán, él repelía a unos y atraía a otros. 
- Él poseía un sentido de justicia muy sólido: Cuando la gente le preguntaba a 
Juan qué hacer, él les decía que hicieran justicia (Lucas 3:10-14). Esta hambre 
de justicia lo motivaba. Él no podía quedarse sin hacer nada hasta no ver 
resultados. 
- Él vio las cosas en blanco y negro: Al igual que otros tuvieron dones proféticos, 
Juan visualizó la mayoría de los asuntos en términos de blanco y negro. 
Mientras esto puede parecer de algo estrecho para la mayoría de pastores u 
hombres de negocios, esto es parte de lo que le dió pasión a Juan. 
- Él se sentía insatisfecho con cualquier cosa que no fuera la acción: Juan era un 
hacedor. Él no quería que la gente sólo hablara de arrepentimiento y de fe. Él 
le dijo a los fariseos que deberían demostrar frutos que aprobaran su 
arrepentimiento. 

La pasión es la que hace que un ministerio sea efectivo. Entonces, ¿Cómo puedes 
aumentar tu pasión? 

- Regresa a tu primer amor. Muchos líderes permiten que la vida los saque de 
curso. Piensa sobre tus inicios. ¿Qué te motivaba? ¿Qué te entusiasmaba? 
- Rodeate de gente llena de pasión. Los bancos de peces siempre navegan 
juntos. 

Las brasas se mantienen calientes sólo cuando están en el fuego. Encuentra gente 
apasionada y deja que te llenen de esa pasión. 

3- Enfoque: Separándose de las cosas que aunque son buenas, no son 


importantes. (Filipenses 3:5-9) 

El enfoque que tuvo Pablo le dió una clara disposición para abandonar cosas que 
eran buenas pero que no importaban. Toma nota de las cosas que él desechó:  
- Su patrimonio: Un hebreo de hebreos (v. 5) 
- Su linaje puro: De la tribu de Benjamín (v. 5) 
- Su legalismo anterior: Un fariseo escrito (v. 5) 
- Su celo pasado: Un perseguidor de la iglesia (v. 6) 
- Su propia rectitud: Una vida sin pecado (v. 6) 

Pablo se enfocó de tal manera que no sólo desechó las cosas que él consideraba 
ganancia, sino que considero todo como basura por amor a Cristo. Él lo hubiera 
dejado todo si eso le hubiere permitido tener una mayor intimidad con Cristo 
(Filipenses 3:8-9).  

Los líderes que cambian al mundo tienen esta clase de enfoque agudo. Medita en los 
líderes de la Biblia y el enfoque que tuvieron para haber logrado ese cambio 
revolucionario. 

- Abraham dejó su patria, su riqueza y sus amigos para ir a una tierra nueva 
porque él se había enfocado en un reino invisible. 
- José tuvo la fuerza para aguantar las dificultades y las prisiones porque su 
sueño se enfocó en la grandeza de Dios. 
- Moisés pudo darle la espalda a Egipto porque él se enfocó en el plan de Dios.  
- Esteban predicó un mensaje impopular y murió como un mártir debido a su 
enfoque. 
- Pablo lo dejó todo, y dijo: “Esto es lo que hago.” 
- Jesús le dijo a Marta: “Sólo un cosa es necesaria.” 

¿Qué se necesita para obtener este enfoque, que se requiere para ser un líder 
verdaderamente efectivo? Las palabras claves son: prioridades y concentración. Un 
líder que conoce sus prioridades pero no tiene concentración sabe qué es lo que hay 
que hacer pero nunca lo hace. Un líder con concentración pero sin prioridades tiene 
excelencia pero no progreso. Cuando los líderes utilizan ambas, ellos obtiene el 
potencial para alcanzar cosas grandiosas. 

Pablo era un líder que se enfoca en lo más importante cada día. ¿Y tu? Trabaja en los 
siguientes aspectos si deseas enfocarte correctamente  

- Trabaja en ti mismo. Tú eres tu más grande posesión o tu peor deuda. 


- Trabaja en tus prioridades. Lucha por las que son importantes. 
- Trabaja en tus puntos fuertes. Si haces esto, tú puedes alcanzar tu potencial. 
- Trabaja con tus colegas. Tú no puedes ser efectivo a solas. 
 

Él peligro de tener muchos intereses (Eclesiastés 2:1-11) 

Podemos aprender de los errores garrafales de Salomón. El rey de Israel 


persiguiendo desesperadamente varias metas innecesarias en su afán de 
satisfacerse a sí mismo. Las escrituras nos dan un buen ejemplo de un líder que no 
sabía cómo conseguir lo que quería. En el momento en que Salomón escribió las 
palabras en Eclesiastés 2:1-11, estaba en la cima del éxito, sin embargo se sentía 
vacío. Él no entendía por qué la realización personal continuaba escapándosele. 
Debido a su falta de enfoque, experimento con toda clase de objetivos sin alcanzar 
la satisfacción. Tristemente, él intentó resolver el problema interno con una solución 
externa. El antiguo axioma sigue siendo verdadero: 

¡Si persigues dos conejos, ambos escaparan! 

Esto se refleja. Largamente en los intentos infructuosos de Salomón para alcanzar sus 
metas. (¡Solemne en el capítulo 2 encontramos 8 metas!). Entonces, ¿Qué podemos 
aprender de este líder acerca del enfoque?: 

- Él buscaba realizar muchas cosas en muy poco tiempo. 


- Él buscaba los objetivos incorrectos para alcanzar el resultado que deseaba. 
- Sus objetivos egoístas eran malos. 
- Él se desesperó porque nunca se identificó con lo que realmente quería. 

A continuación te daré una lista de control para el momento de tomar decisiones. 

Salomón eventualmente se enfocó, pero le tomó toda su vida hacerlo (ver Eclesiastés 
12). Finalmente él determinó lo que realmente importaba y lo que realmente quería. 
¿Y tú? ¿Has logrado enfocarte? ¿Cómo tomas una decisión sobre asuntos relevantes? 
¿Tienes una forma de determinar tu enfoque basándote en lo que realmente importa 
o lo que realmente vale la pena? Cuando tengas que tomar una decisión sobre cómo 
invertir tu tiempo y energía, considera la siguiente lista de control. Cuando enfrentes 
una decisión, pregúntate: 

- ¿Es esto coherente con mis prioridades? 


- ¿Está esto dentro de mi capacidad? 
- ¿Puede alguien más hacer esto mejor que yo? 
- ¿Tengo el tiempo para hacer esto? 
Cuando tú le dices “sí” a una oportunidad, prepárate para enfocarte. Prevé las listas 
de las cosas que se tienen que hacer. Acomoda tus prioridades. Evita la confusión. 
Busca la excelencia pero evita el perfeccionismo. Cuestiona todas las cosas. 
Esfuérzate para evitar los retrasos. Controla las distracciones y las interrupciones. Usa 
el calendario. Visualiza por donde empezar, no trates de hacerlo todo. Eso significa 
que tendrás que decir que no a algunas cosas buenas. Y, ¿Cómo puedes decir no de 
una forma cortés? 

- Dile que no a la propuesta, no a la persona. 


- Responde en términos que transmitan los mejores intereses de la persona que 
te está pidiendo tu compromiso. 
- Posterga la situación de forma creativa; sugiere una alternativa. 

4- Compromiso: Gedeón y la ley del compromiso (Jueces 6:11/8-35) 

La gente se compromete con el líder y luego con la visión. 

Muchos creen que si la causa es lo suficientemente buena, la gente automáticamente 


se comprometerá con ella y la seguirán, pero no es así como funciona el liderazgo. La 
gente no sigue causas buenas de buenas a primeras; ellos siguen a buenos líderes 
que promueve causas buenas. Los oyentes filtran los mensajes basados en el 
mensajero. No puedes separar al líder de la causa que éste promueve. No puedes 
escoger una cosa o la otra; las dos cosas siempre van de la mano. 

¿Quién hubiera escogido a Gedeón como líder? Gedeón mismo no lo hubiera hecho; 
él ni siquiera se veía a sí mismo como un líder. “Oh Jehová, ¿Cómo puedo salvar a 
Israel?” Le preguntó Gedeón al ángel cuando éste le dijo que Dios quería usarlo para 
vencer a los madianitas. “Mi clan es el más débil de la tribu de Manasés y yo soy el 
más insignificante de mi familia” (Jueces 6:15) 

A pesar de las dudas de Gedeón, Dios lo usó. El pueblo siguiente a Gedeón y él llevó 
a Israel a la victoria más desproporcionada en la historia de la nación. 

La anatomía del compromiso: 

Gedeón progresó de ser un miembro insignificante de un pequeño clan, a ser un líder 


de las tribus del norte. Él se desarrolló como líder a través de varias etapas: 
- Empezó con su casa. (Carácter). Un buen líder primero se demuestra como tal 
delante de los que están cercanos a él. Gedeón empezó con 10 siervos de su 
padre. Con su ayuda, destruyó un altar a Baal y construyó un nuevo altar para 
Dios donde ofreció holocausto tal como Dios le había dicho. 
- Se ganó a una persona clave que tenía influencia (carisma). Los hombres de 
Ofra se pusieron furioso cuando descubrieron que Gedeón había destruido el 
altar de Baal. “Tráenos a tu hijo” le exigieron a su padre, Joás, “pues debe 
morir” (Jueces 6:30). Sin embargo, Gedeón tenía un gran aliado en su padre. 
Joás lo defendió y le salvó la vida. 
- Extendío su círculo (credibilidad). Gedeón se ganó a su gente al ganarse la 
influencia de Joás, luego se ganó la alianza de los del clan de Abiezer (los 
vecinos de la región), junto con otras tribus más allá de sus fronteras: Aser, 
Zabulón y Neftalí. Hasta la tribu de Efraín se unió a él. Una vez que un grupo 
importante se comprometa a tu liderazgo, es posible ampliar el círculo de 
influencia. 
- Se movió en el momento exacto (culminación). Tantas personas se 
comprometieron con el liderazgo de Gedeón que Dios tuvo que enviar a 
muchos de vuelta a sus tribus (Jueces 7:2). Dios redujo el número de los 
seguidores de Gedeón a 300, pero cuando ellos pelearon bajo su liderazgo, 
obtuvieron una gran victoria y fue Dios el que recibió la gloria. 

Niveles de compromiso: veamos a Jesús en este caso. 

Jesús siempre se relacionó con la gente al nivel de compromiso que ellos tenían. 
Observe estos 4 niveles de compromiso de los seguidores de Jesús. 

- Nivel uno: Vengan y vean. Este es el nivel de curiosidad (ver Juan 1:35-52). En 
esta etapa la interacción de Jesús es ligera y sencilla. Cuando la gente se 
encuentra en este nivel, debes de buscar que exista química y fidelidad. 
- Segundo nivel: Vengan y síganme. Este es el nivel de compromiso (ver Lucas 
5:1-11). Las palabras de Jesús ahora piden algo de compromiso. La persona 
está lista para ser desafiada. Debes de buscar que exista el deseo y la 
disponibilidad para aprende. 
- Tercer nivel: vengan y ríndanse. Este es el nivel de convicción (ver Marcos 
8:34-35). Este paso es apropiado solamente si hay una relación profunda y si la 
confianza mutua se ha solidificado. Debes de buscar que exista la iniciativa y la 
determinación. 
- Nivel cuarto: Vengan y multiplíquense. Este es el nivel de comisión (ver Mateo 
28:19:20). Aquí, Jesús invita a su gente a que produzcan lo que Él hizo con 
ellos. Debes de buscar que exista el liderazgo y la habilidad de relacionarse 
con las personas. 

5- Prioridades: Los líderes comprenden que la actividad no significa logro. (Hechos 


6:1-7) 

Los líderes nunca llegarán al punto en que no necesiten prioridades. Los buenos 
líderes siempre tienen prioridades, ya sea que esté dirigiéndose a un grupo pequeño, 
pastoreando una iglesia, manejando un negocio pequeño o dirigiendo una 
corporación millonaria. Las cosas que traen la recompensa más grande, “alimentan el 
fuego” en la vida de un líder.  

Invierte tiempo en evaluar las prioridades de tu liderazgo. ¿Estas por todas partes? O 
¿Estás enfocado en las pocas cosas que traen la recompensa más grande? El mayor 
éxito llega solamente cuando enfocas a tu gente en lo que en verdad importa. 

Afina tu enfoque ampliando el horizonte. 

Quizás tú eres como Pedro. Él empezó llenó de pasión pero sin dirección. La buena 
noticia es que ya tienes la mitad de la ecuación resuelta. La mala noticia es que si no 
sabes hacia donde vas, terminarás dando vueltas y vueltas o peor aún, dirigiéndote al 
lugar equivocado. 

Cuando sabes hacia donde vas, tus prioridades se hacen más claras y tus acciones se 
vuelven significativas. Se puede resumir en la siguiente ecuación: 

- Gran pasión + misión clara = Atención enfocada. 

Cuando los judíos de Grecia vinieron a Pedro para quejarse con él, Pedro reconoció 
que él podía llevar más allá su misión al satisfacer sus necesidades. Pero él también 
entendió a que Dios lo había llamado. Enfocarse en la necesidad más profunda del 
pueblo, escuchar la verdad de la palabra de Dios. 
En lugar de tratar de hacerlo todo, él delegó en siete hombres competentes, la tarea 
de resolver las quejas del pueblo. Como resultado, la iglesia satisfizo ambas 
necesidades.  

Al examinar la situación de Pedro, aprendemos muchos sobre mantenernos 


enfocados en las prioridades, al mismo tiempo que vemos la imagen completa de la 
situación. Pedro demostró que cuando surge una necesidad, los líderes enfocados. . . 

- Determinan la validez de la necesidad: Los líderes fuertes reconocen 


rápidamente cuando un curso de acción debe llevarse a cabo y consideran 
instantáneamente cómo cumplir con la tarea. Pedro sabía que la iglesia podía 
perder ímpetu si no resolvía la petición de los judíos griegos. Más que intentar 
hacerlo solo (como lo hacen muchos líderes), él descubrió otra forma de 
hacerlo. ¿Cómo reaccionas cuando tu gente te trae una verdadera necesidad? 
¿Dejas de hacer lo que estás haciendo e inmediatamente tratas de resolver 
esta necesidad? ¿Asientes con la cabeza como si estuvieras interesado pero 
luego la haces a un lado y la olvidas? O como Pedro, ¿Te apartas por un 
momento, miras la imagen completa de la situación y determinas la acción 
apropiada de acuerdo con tus prioridades? 
- Busca una oportunidad de liderazgo: Aún cuando una necesidad válida no se 
ajuste a tus prioridades, puede convertirse en una oportunidad de aprendizaje 
para alguien de tu gente. Pedro reconoció que él y los otros discípulos 
necesitaban continuar enseñando más que sirviendo la comida. Pero además 
reconoció que había una oportunidad para desarrollar nuevos líderes. ¿Es tu 
gente una de tus prioridades principales? Antes de que pongas en el archivo 
de pendientes, analiza si esa necesidad se ajusta a las responsabilidades de 
uno o más miembros de tu gente. Los líderes más efectivos se enfocan sólo en 
pocas cosas; ellos confían en su gente para hacer las demás. 
- Delegan la tarea a gente competente: Los líderes usan la delegación como 
una herramienta básica. Sí se usa adecuadamente, la delegación puede llevar 
tu eficiencia a otro nivel. Pedro y sus discípulos escogieron cuidadosamente 
un equipo de siete personas que consideraron maduros y capaces de llevar a 
cabo la tarea. Siempre es tu responsabilidad delegarles a las personas 
correctas. No existe algo peor que tener que volver a encargarse de un asunto 
por haber puesto a una persona incompetente a hacer el trabajo. Antes de que 
delegues una tarea a alguien, asegúrate de conocer bien cuáles son las 
habilidades y aptitudes de tu gente. 
- Confirman y comisionan públicamente a su gente: Pedro y sus discípulos 
prepararon a su equipo para tener éxito. No solamente se aseguraron de que 
siete hombres pudieran resolver la necesidad, sino que los presentaron ante el 
pueblo como líderes dignos. Al hacer esto, ellos hicieron que estos hombres 
sintieran confianza y seguridad en sí mismo. ¿Es más importante para ti que las 
cosas se hagan, o que se hagan bien? Muchos líderes delegan una tarea solo 
para deshacerse de ella. Ellos falsamente perciben la delegación como una 
manera de minimizar las distracciones, en lugar de percibirla como una forma 
de aumentar la efectividad. Sin embargo, los grandes líderes comprenden que 
su efectividad depende del éxito de su gente. Por lo tanto, ellos hacen que la 
prioridad sea ayudar a su gente a tener éxito. Al igual que todos los líderes 
efectivos, Pedro comprendió la diferencia entre actividad y el logro. Él vió 
primero la necesidad: Su misión general. Luego se enfocó en lo que 
necesitaba ser hecho, primero por él y luego por los demás. Las escrituras 
dicen que el resultado fue que el número de cristianos aumentaba 
continuamente bajo su liderazgo. 

6- Servicio: Los líderes siervos al estilo de Cristo. (Juan 13:1-7) 

El salvador del mundo demostró que Él era el Siervo más grande de todos los 
tiempos. Muchos conocen el relato. Cuando los discípulos apartaron el aposento alto 
para la cena, ellos olvidaron buscar a un sirviente para que les lavara los pies, tal 
como era la costumbre. No obstante, cuando los discípulos se dieron cuenta de que 
no había sirviente, ninguno se ofreció a realizar la tarea, más bien ellos estaban 
discutiendo quien era el más grande entre ellos. Cuando Jesús vio esto, decidió usar 
esta oportunidad para enseñarles una lección objetiva. Después de la cena, Jesús 
tomó una palangana y una toalla, y comenzó a lavar los pies de sus discípulos. 
Mientras interactuaba con ellos, varias lecciones sobre el servicio se hicieron claras. 

Los líderes al estilo de Cristo. . . 

- Están motivados por el amor que tiene para servir a otros (v. 1-2). El amor de 
Jesús no era egoísta. Era incondicional, interminable e inmerecido. El amor lo 
hizo servir. 
- Poseen una seguridad en sí mismo que les permite servir a otros (v.3). Los 
inseguros buscan títulos los seguros buscan toallas. La seguridad que Jesús 
tenía en sí mismo le permitía inclinarse y estirarse. 
- Inician un ministerio de servicio a otros (v. 4-5). Jesús no esperaba hasta que 
alguien aclarara el protocolo. Él veía la necesidad y la satisfacía. 
- Reciben el ministerio de servicio de otros (v. 6-7). El corazón de siervo de un 
líder muestra orgullo por los demás. A Pedro le costaba dejar que Jesús le 
sirviera. 
- No quieren que nada los separe de su relación con Dios (v. 8-9). Pedro se fue 
de un extremo al otro. Sí Jesús se ofreció a lavarlo, él no quería perder 
ninguna cosa que Él hiciera. 
- Enseñan servicio con su ejemplo (v. 12-15). Jesús les hizo saber que si el 
Maestro lavaba sus pies, ellos deberían de hacer lo mismo. 
- Viven una vida de bendición (v. 16-17). Jesús les recordó que ellos serían 
bendecidos si obedecían. 

¿Qué debemos hacer para imitar el liderazgo de servicio de Jesús? 

- Que los demás sean más importantes que tu agenda. 


- Desarrolla la confianza y la seguridad de arriesgarse. 
- Busca una necesidad y toma la iniciativa. 
- Realiza pequeños actos de forma anónima. 
- Aprende a caminar lentamente entre la multitud. 
- Inicia tu día reflexionando en tu amor por los demás. 
- Desarrolla una tendencia a actuar. 

7- Responsabilidad: Los líderes no pueden deshacerse de ella. (2 Crónicas 20:1-25) 

Un líder delega cualquier cosa excepto la responsabilidad. Los líderes simplemente 


no pueden deshacerse de ella. Ellos pueden modelarla, enseñarla y hasta 
compartirla. La responsabilidad es la habilidad de cumplir obligaciones; es el acto de 
ser responsable; es un deber de la confianza. La responsabilidad es una cualidad 
indispensable de un líder. Es la habilidad de hacer y mantener compromisos. Cuando 
Josafat se convirtió en el rey de Judá, él asumió una confianza. Al igual que todos los 
reyes, él tenía que guiar al pueblo, protegerlo y administrar los recursos de la nación. 
2 Crónica 20 nos muestra el desafío más grande que tuvo hasta entonces su 
liderazgo. Un ejército de tres países estaba planeando atacar a Judá. Los informes de 
esa actividad atemorizaron al rey (2 Crónicas 20:3). Sin duda él enfrentó las mismas 
opciones que todos enfrentamos durante una crisis: Darse por vencido, retroceder, o 
levantarse y luchar. Es en esos momentos en los que podemos saber qué calidad 
tiene nuestro liderazgo: 

- Los que abandonan la lucha: Los líderes que se rinden y no se responsabilizan. 


- Los que se escabullen de la lucha: Los líderes que se excusan por no ser 
responsables. 
- Los que retrasan la lucha: Los líderes que posponen el tener una 
responsabilidad. 
- Los que van a la lucha: Los líderes que se responsabilizan y actúan. 
-  

¿Qué pasos dio Josafat ? 

2 Crónicas 20 nos muestra una hermosa historia de un líder ganó que hizo lo 
correcto. Considera los pasos apropiados que dio: 

- Él luchó contra su miedo (v. 2- 3). Josafat estaba aterrorizado pero no permitió 
que eso lo paralizada. Mantuvo la calma lo suficiente como para poder pensar. 
- Él buscó al Señor (v. 3,6-13). Antes de hacer cualquier cosa, él buscó tener una 
buena perspectiva. Así que oró y busco la sabiduría de Dios. 
- Él trajo sinergia (v. 3-4). Él no actuó solo, sino que reunió al pueblo para 
informarles lo que sucedía. 
- Él captó la visión (v. 14-17). Él escuchó la voz del Señor hasta que supo que 
hacer. 
- Él captó la idea. Él se humilló y empezó a dar los pasos que él y su nación 
tenían que dar. 
- Él enseñó el plan (v. 20-23). Él reunió a las personas claves y les dió 
instrucciones sobre qué hacer. 
- Él obtuvo la victoria (v. 24-25). Él atacó lo que Dios le había dicho y tuvo éxito 
por ello, tal como Dios lo había predicho. 

8- Carisma: Pedro era un imán. (Hechos 2:1-41) 

 
Hechos 2 marca un punto fundamental en el Nuevo Testamento. Ciento veinte 
hombres y mujeres se convierten en miembros de la iglesia cuando ésta nace en 
Jerusalén. Sin embargo, al final del capítulo, la cantidad aumenta a más de tres mil 
miembros. 

Después de que el Espíritu Santo cae sobre los creyentes (Hechos 2:1-4), los que 
estaban visitando Jerusalén se preguntaban cómo estos discípulos de Jesús podían 
hablar tantos idiomas (Hechos 2:5-13). Mientras algunos pensaban que los discípulos 
estaban ebrios, la mayoría se sentía confundida. El caos parecía reinar allí. 

Fue en ese momento cuando Pedro se levanta y empieza a hablar. Él mismo Pedro 
que corrió atemorizado la noche en que arrestaron a Jesús, ahora estaba hablando 
audazmente. En pocos minutos, él tuvo la atención de todos con sus palabras 
convincentes. La multitud aceptó gustosamente su mensaje ¿Por qué? Porque tenía 
carisma. Por medio de una conexión especial que Dios le había dado y el don del 
Espíritu Santo, este líder motivo a tres mil personas a seguir a Cristo. 

¿Cuáles son las características de un líder carismático? 

La mayoría de las personas piensan que el carisma es algo místico, casi indefinido. 
Piensan que se nace con eso, o no se tiene del todo, pero eso no es cierto. El carisma 
es la habilidad de atraer gente hacia ti o hacia tu causa. Algunas personas poseen 
más de ello naturalmente. Sin embargo, al igual que otras características espirituales, 
el carisma puede ser aprendido. Nota lo que hizo ser a Pedro tan carismáticos 
(Hechos 2’14-40): 

- Confianza en sí mismo: Pedro mostró aplomo y optimismo como comunicador. 


- Convicción: Él sabía hacia dónde iba y lo que tenía que decir. Lo que habló 
salió del corazón. 
- Conexión: Él no se enfocó en sí mismo sino en los demás. Él se conectó 
magnéticamente con su audiencia. 
- Compasión: Él irradiaba amor y calidez. Le dio a la gente respuesta prácticas 
para sus necesidades. 

Al final de su mensaje, todos preguntaron: “¿Qué debemos hacer?” (Hechos 2:37). Se 
sintieron motivados y listos para actuar. Dios usó el carisma de Pedro como un imán. 

¿Cómo podemos desarrollar el carisma? 


¿Y tú? ¿Demuestras carisma? Si deseas convertirte en la clase de persona que atrae a 
otros, desarrolla lo siguiente en tu vida: 

- ¡Ama la vida! ¡Celebra, no te quejes! ¡Disfruta del viaje! 


- Coloca un “10” en la frente de todos los demás. Espera lo mejor de la gente y 
tratalos bien. 
- Dale esperanza a la gente. Todos quieren tener esperanza, los líderes tienen 
la capacidad de repartirla. 
- Comparte de ti mismo. Sé vulnerable y real. Comparte tu corazón, tu sabiduría 
y tus recursos. 

9- Disponibilidad para aprender: Apolos aprendió y creció (Hechos 18:24-28) 

El libro de los hechos representa a Apolos como un maestro excelente. Dios lo usó 
grandemente en una variedad de culturas, y llegó a ser conocido como la mano 
derecha de Pablo. Sin embargo, lo que más nos impresiona de Apolos es su espíritu 
educable. Él nunca pensó que ya había aprendido lo suficiente como para no 
necesitar mejorar su juego. Lucas nos narra varios hechos sobre este hombre: 

- Él venía de una ciudad con cultura (v. 24) 


- Él era un hombre educado (v. 24) 
- Él conocía bien las Escrituras (v. 24) 
- Él había aprendido la fe cristiana (v. 25) 
- Él tenía un don muy obvio (v. 25) 
- Él enseñaba la verdad con exactitud (v. 25) 
- Él enseñaba la verdad con pasión (v. 26) 

La historia de la iglesia nos dice que Apolos era tan buen maestro que muchas 
personas preferían oírlo a él que oír a Pablo. ¡Eso sí que es un cumplido! Esto puede 
hacernos pensar que él era perfecto. Sin embargo, Apolos “sólo conocía el bautismo 
de Juan”(18:25). Él entendía lo que era arrepentimiento, comprendía lo que era 
rendirse a Dios, pero no estaba familiarizado con las verdades más profundas del 
discipulado o de una vida llena del Espíritu. Por esa razón, Aquila y Priscila se 
convirtieron en sus mentores, invirtiendo de su tiempo para escuchar, evaluar, 
relacionar y explicarle “el camino de Dios” (18:26) 
Los líderes enfrentan el peligro de conformarse al statu Quo. Después de todo, si un 
líder posee influencia y ha alcanzado un nivel de respeto, ¿Por qué debe de seguir 
desarrollándose? 

- Tu desarrollo determina quién eres. 


- La persona que eres determina a quién atraes. 
- A quién atraes determina el éxito de tu organización. 

Los líderes deben de mantenerse dispuestos a aprender. Considera cinco pautas 


para cultivar una actividad educable. 

- La falta de un espíritu educable ésta arraigada al logro. Si dejas de crecer, 


dejarás de ser un líder. 
- Vence a tu éxito. El éxito frecuentemente obstaculiza la actitud educable. No 
mires los trofeos anteriores, sino los futuros. 
- Deshazte de los atajos. Lo valioso tiene un precio. La distancia más larga entre 
dos puntos es un atajo. 
- Doblega tu orgullo. Admite que no lo sabes todo, aún cuando sepas algunas 
cosas. 
- Nunca cometas el mismo error dos veces. El desarrollo significa que 
cometerás errores, pero debes de aprender de ellos. 

III- El liderazgo se desarrolla diariamente no en un solo día. (Génesis 


37:1/50:22) 

Convertirse en un líder no es como invertir en la bolsa de valores. Sí tú esperas hacer 


una fortuna en un sólo día, tu futuro es el fracaso. Es lo que haces día a día, a largo 
plazo lo que más importa. Sí continuamente desarrollas tu liderazgo y permites que 
tus “bienes” ganen intereses, la consecuencia inevitable será el crecimiento. 

Aunque algunos individuos tiene más talentos naturales que otros, casi todas las 
habilidades del liderazgo pueden ser aprendidas y mejoradas. Sin embargo, ese 
proceso no sucede de la noche a la mañana. El liderazgo tiene muchas facetas: 
respeto, experiencia, fuerza emocional, habilidades con las personas, disciplina, 
visión, ímpetu, etc. Es por eso que los líderes requieren mucha maduración para ser 
efectivos. 

La buena noticia es que tú puedes crecer en tu capacidad para dirigir. No importa 


donde hayas empezado, siempre puedes mejorar. 

José era un chico engreído, demasiado arrogante. Era el favorito de su padre, el 
chico que siempre recibió un trato especial, el hijo que tuvo Jacob ya entrado en 
años. José siempre andaba recordándoles a todos lo especial que era. Cuando Dios 
le enseñó a José en sueños que él dirigiría a su familia algún día (no solamente a sus 
11 hermanos sino que a sus padres también), éste no lo pensó mucho para decírselo a 
todo el mundo. Es más, lo hizo dos veces. Su padre lo reprendió por ello. Y sus 
hermanos quisieron vengarse y lo lograron. Desde muy joven, José no sabía cómo 
trabajar bien con otros. Le faltaban tanto experiencia, como sabiduría y humildad, tres 
cualidades que obtuvo con el paso del tiempo. La vida de José ilustra la “ley del 
proceso”. Observa cómo el tiempo y la experiencia contribuyeron al desarrollo de las 
habilidades de liderazgo de José: 

Fase uno: Yo no sé lo que no sé. 

Todos empezamos en un estado de ignorancia. Allí fue donde comenzó José. Él no 
comprendía la dinámica de su familia. O él no pudo imaginar cómo iban a reaccionar 
sus hermanos cuando él les describió su sueño, o simplemente no le importó. Las 
Escrituras dicen que sus hermanos ya lo odiaban pero cuando él les contó su sueño 
lo odiaron aún más. José hizo y dijo cosas sin comprender los asuntos 
interpersonales que éstas podía causar. Su ignorancia le costó más de dos décadas 
de separación de su familia 

Fase dos: Yo sé lo que no sé. 

Tuvo que sucederle un incidente decisivo para que José pusiera atención a sus 
acciones y se colocará en el camino del cambio. Estando como esclavo en Egipto, él 
empezó a aprende lo que no sabía. Él llegó a entender que el liderazgo es difícil y 
trae consigo un gran peso de responsabilidad. Al pasar los años, José fue traicionado 
y aprendió lecciones duras sobre la naturaleza humana, sobre las relaciones y el 
liderazgo. El proceso moldeó su carácter, concediéndole paciencia y humildad. 
Eventualmente él reconoció que Dios era su fuente de bendición y de poder. 
 

Fase tres: Ahora sé, estoy creciendo y se empieza a notar. 

Los líderes que demuestran gran talento cuando les llegan las oportunidades, brillan 
por una sola razón: Ellos pagaron el precio de la preparación. Cuando faraón 
finalmente llamó a José, el joven se desempeñó con excelencia y gran sabiduría. Él 
no tuvo éxito porque de pronto le saliera lo bueno a los 30 años; él tuvo éxito porque 
pagó el precio por 13 años. La sabiduría y el discernimiento ganados a duras penas 
por José, lo llevaron a ser el segundo al mando de lo que en ese momento era la 
nación más poderosa del mundo. 

Fase cuatro: Ahora sigo adelante debido a lo que ya sé. 

Durante siete años de plenitud, José ejecutó su plan de liderazgo con gran habilidad. 
Llenó las ciudades de Egipto con grano y preparó el país para cuando viniera la 
hambruna. Cualquiera puede ver cómo había crecido su liderazgo con solo observar 
lo que hizo durante los años siguientes de las vacas flacas. Mientras él se enfocaba 
en alimentar al pueblo de Egipto, la fuerza de su liderazgo le permitió alimentar a la 
gente de otras naciones también. En el proceso, trajo a su amo: Dinero, ganado y 
tierras, cumpliendo así la profecía que viera en sus años de adolecentes. 

Todo líder efectivo necesita tiempo para desarrollarse pero el tiempo por sí solo no 
puede hacer que un líder sea efectivo. Algunos individuos nunca descubren la ley del 
proceso, nunca trabajan para lograr el crecimiento y por ende se quedan en la fase 
una el resto de sus vidas. 

Afortunadamente para los hijos de Israel, José no se quedó en esa primera etapa. Él 
creció en su jornada de un calabozo hasta un palacio. Sin embargo, pasaron muchos 
años antes de que él se reuniera con sus hermanos y viera su propia visión cumplirse. 
Al final, José se dio cuenta de que Dios había dirigido el proceso de su desarrollo 
como líder y que Dios lo había preparado para un propósito mayor que él ni siquiera 
imaginó cuando era un presumido adolescente. 

Cuando su padre murió, José ya había aprendido a ver las cosas desde la perspectiva 
de Dios. Cuando sus hermanos tuvieron miedo de morir, José los tranquilizó diciendo: 
“No temáis; ¿Acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, 
pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a 
mucho pueblo”(Génesis 50:19-20). 

Al final, José pudo darse cuenta de que la mano de Dios estuvo sobre su vida 
durante todos esos años y comprendió el plan que a largo plazo Él tenía para Su 
pueblo; un plan que José ayudo a cumplir al crecer como el líder que Dios quería que 
él llegara a ser. 

IV- Pablo y el crecimiento explosivo (2 Timoteo 2:1). 

Para que haya crecimiento dirige a seguidores; para que haya multiplicación, dirige a 
líderes. 

Los líderes que desarrollan a seguidores hacen que su organización crezca sólo uno 
en uno, pero los líderes que desarrollan líderes multiplican su crecimiento, ya que por 
cada líder que ellos desarrollan, también reciben a todo el grupo de seguidores de 
ese líder. Si agregas diez seguidores a tu organización, tendrás la fuerza de diez 
personas. Si agregas diez líderes multiplican por todos los seguidores y líderes que 
sean influenciados por estos diez líderes esa es la diferencia, entre la suma y la 
multiplicación. Es como hacer que tu organización crezca a por equipos en lugar de 
que crezca por individuos. 

Pablo era un experto en crecimiento explosivo. Él se dedicó a las personas y las 


actividades que impactaron al mundo. Su estrategia sigue siendo tan efectiva en la 
actualidad como lo fue hace dos mil años. Para promover el crecimiento explosivo. . .  

1- Atrae y capacita a la gente. 

A dondequiera que Pablo fuera, juntaba a las personas que estuvieran dispuestas a 
escuchar y les enseñaba. Cada vez que Pablo entraba a un pueblo empezaba a 
enseñar, por días, meses y algunas veces por años. Sin importar donde anduviera, él 
continuamente capacitaba a toda la gente que podía. 

2- Encuentra y asesora a los nuevos líderes. 


Pablo asesoraba a tantos líderes que no podríamos contarlos. Algunos de ellos, como 
Silas, llegaron a él poseyendo de antemano influencias y habilidades de liderazgo 
(Hechos 15:22). Otros fueron engendrados a los pies de Pablo, Timoteo es un 
ejemplo de ello (1 Timoteo 1:2). Sin importar el origen, Pablo los tomó a su cargo 
mientras predicaba, trabajaba, y guiaba. Una vez que estaban listos los dejaba ir, 
dándoles responsabilidad y autoridad. 

3- Crea nuevas organizaciones. 

Pablo no acaparaba a los líderes que él desarrollaba. Él levantaba líderes que se 
multiplicaron y extendieron la influencia que él tenía, y lo hizo por medio de una 
estrategia: él plantó iglesias. En cada lugar que iba dejaba iglesias con líderes que 
llevarán a cabo el ministerio. 

4- Comprométete en el desarrollo constante de los líderes. 

Pablo visitaba a los líderes de sus iglesias con el fin de animarles, darle seguimiento y 
dirección. El segundo viaje misionero de Pablo empezó con las siguientes 
sugerencias: “Volvamos a visitar a los creyentes en todas las ciudades en donde 
hemos anunciado la palabra del Señor y veamos cómo están” (Hechos 15:36). 

Tú puedes lograr una gran visión a través del crecimiento explosivo. Cualquier otra 
cosa será menos de lo que soñaste, pero si quieres convertirte en un líder de 
crecimiento explosivo entonces debes de cambiar la forma en que trabajas y la forma 
en que piensas. 

-Cómo formar un equipo​. 

1- Define el resultado que deseas alcanzar. 

2- Identifica tus debilidades para conseguir este resultado. 

3- Identifica a las personas que tengan fortalezas que complementen tu debilidad. 


4- Observa su nivel de compromiso, de responsabilidad, de capacidad, madurez, y de 
habilidad de esas personas.. 

V- Estrategias del trabajo en equipo.  

1- Hagalos parte de la visión y luego ellos se comprometeran con esta​. 

Las personas no se comprometen con la visión, se comprometen con el líder. 

Involucrelos poco a poco, tome en cuenta a las personas para tareas mínimas 
que una que sean mínimas, ellos sentirán la confianza y se verán capaces de 
complirla y aún mejor se sentirán parte de. 

2- Comunicación. 

La muerte y la vida están en el poder de la lengua. Proverbios 18:21 

Muchos de los problemas que hacen que nuestro equipo no sea efectivo es por no 
tener una buena comunicación o por no ser un buen comunicador. 

Debes de: 

- Simplificar el mensaje: Habla claro, simple y abiertamente con tu equipo de 


trabajo. Nadie debe de quedar con dudas respecto al mensaje. 
- Ver a las personas: Empatiza con los demás. Conoce a tu gente. 
- Muestra siempre la verdad: Demuestra credibilidad en lo que digas por medio 
de tu pasión y de tu vida. Vive lo que predicas. 
- Busca respuestas: Habla siempre con propósito. Cuando termines, siempre 
insta a tu equipo a obedecer a Dios. 

3- Tenga la habilidad de saber escuchar. 


Cuando los líderes escuchan se ganan el derecho de poder hablar en la vida de la 
gente. Debido a que ellos escuchan, pueden hablar con relevancia. Y cuando ellos 
escuchan están mostrando amor, compasión, y comprensión. 

Muchos líderes piensan que su trabajo es hablar y hablar y no escuchar a la gente. La 
habilidad de escuchar es una estrategia que te permite ganarte a la gente. Jesús es 
el mayor ejemplo aún cuando Él ya sabía las situaciones de los enfermos, 
endemoniados, y de hasta un centurión que se acerca a Él, Él siempre los escucho 
antes de obrar el milagro. 

Ten esta habilidad muy en cuenta ya que muchos de los problemas los podrás 
resolver escuchando a tu equipo de trabajo ya que como dice el dicho “ dos cabezas 
piensan mejor que una” , a eso se le llama inteligencia colectiva. 

De esta forma podrás identificar las debilidades y podrás desarrollar la estrategia 


correctas para solucionar los problemas que se le presenten al equipo. 

4- Valores. 

Los valores cristianos deben de estar presentes en cada líder y deben ser 
transmitidos por los líderes a su gente. 

El respeto, confianza, bondad, humildad, generosidad y puntualidad entre otros son 


valores que debemos de tener presentes ya que tus líderes y discípulos seguirán tus 
ejemplos más allá de tus consejos. Jesús fue íntegro aún con el tema de pagar 
impuestos mostrando el valor de la honradez. 

Recuerda que de lo que nosotros tenemos eso damos, si das respeto ellos te 
respetarán, si eres disciplinado ellos lo harán, si eres puntual ellos también lo serán 
recuerda que el éxito de un líder de equipo no es lograr cosas extraordinarias sino 
hacer que las personas se conviertan en personas extraordinarias.  

  

Espero que esta información te sea muy útil en tu desarrollo y el de tu círculo de 
líderes, estudia cada uno de estos puntos y ponlos en práctica recuerda que 
debemos ser hacedores de la palabra.  
Elaborado por: Carlos Canizales, estimulador de liderazgo personal y espiritual, 
miembro del Ministerio Internacional Pozos de vida en San José Costa Rica. 

Contacto: +506 7253-6941 

E-mail: ​canizalescm@gmail.com 

Facebook: Carlos Canizales. 

Instagram: Carloscanizales_oficial 

YouTube: Carlos Canizales​. 

  

También podría gustarte