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Material de Liderazgo
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Líderes de impacto.
19 de Enero del 2019
● Contenido:
2- Pasión: La pasión nos lleva a servir a Dios con gusto. (Lucas 3:2-22)
3-Enfoque: Separándose de las cosas que aunque son buenas no son importantes.
(Filipenses 3:5-9)
1- Para que haya crecimiento dirige a seguidores, para que haya multiplicación dirige
a líderes. (2 Timoteo 2:1)
2- Comunicación.
4- Valores.
● OBJETIVOS
1. Que cada líder pueda identificar sus fortalezas y debilidades y de mejorar de
forma pareja en cada una de estas.
2. Que los líderes puedan desarrollar todo el potencial que Dios ha depositado
en cada uno de ellos.
3. Que podamos transmitir el conocimiento adquirido a nuestro círculo de líderes
para tener un mejor desarrollo en nuestro servicio a Dios.
d- Nosotros debemos de servir mutuamente en las áreas en las que tenemos talento.
(v.29-30)
c- ¿Y si no me escuchan? (v.4:1)
e- Creo que hay alguien más que lo podría hacer. (v. 4:13)
f- Dirígete a la acción.
g- Espera problemas.
Cuando Moisés finalmente estuvo de acuerdo con hacer la tarea que Dios le había
encomendado, el oyó noticias desalentadoras, Dios endureceria el corazón del
faraón.
El plan iba a funcionar pero no tan fácil y rápido. Los buenos líderes desarrollan
planes, pero a la vez esperan hacer ajustes durante el trayecto. Un plan raramente
tiene éxito sin que haya algún obstáculo o barrera. (Éxodo 4:21)
II- Rasgos del líder.
1- La visión.
Las 7 lecciones de Abraham sobre una visión dada por Dios. (Génesis 12:1/22:4)
Dios inició la visión, no Abraham. Cuando los líderes empiezan con la visión de Dios,
ellos pueden mantenerse en curso y seguir con motivos puros.
La visión que Abraham recibió era exacta para él y para Sara; concordaba con las
necesidades y los deseos de esta pareja estéril. Mejor aún, su cumplimiento serviría a
los demás.
Una visión de Dios siempre involucra y bendice a otros. El Señor dijo a Abraham que
él sería bendecido para que así Él pudiera bendecir a muchas naciones. Y
precisamente es lo que sucedió a través del nacimiento de Cristo, muchas
generaciones después.
Abraham quería ser el padre de un hijo mientras que Dios quería que él fuera el
padre de muchas naciones. La esperanza fue más allá de lo que Abraham alguna vez
pudo haber soñado ( y más allá de su propia capacidad). Tal visión iba a necesitar
más de una vida para que se cumpliera.
e- Conectarse con las convicciones más profundas del líder (Génesis 18:9-12)
La visión que llenaba el corazón de Abraham reflejaba sus valores más sólidos,
incluyendo su deseo por una familia y por territorio.
Dios le dió a Abraham una imagen tangible de la visión, Él le dijo: “Mira la arena de la
costa y las estrellas de los cielos.” Estos objetos le sirvieron como ayuda visual que
permitieran que Abraham adoptará y cumpliera la visión.
La visión de Abraham fue más allá de su vida en la tierra e incluyó mucho más que
riqueza o fama. Su visión afectaría el destino eterno de millones de personas.
Esaú nos pinta una imagen muy clara de un líder sin visión. Aunque en muchos casos
hay personas que su vista es mayor que sus estómagos, en el caso de Esaú era todo
lo contrario. El primogénito de Isaac y Rebeca, Esaú, era un amante de la naturaleza
desde que era un niño. Se convirtió en un cazador muy hábil; haciéndose fuerte, rudo
y muy astuto. Sin embargo, el viernes la uni amente para el presente, dependiendo
solamente de su propia fuerza y de sus recursos. Por eso, muchas veces el no pudo
ver el futuro claramente. Esaú sucumbió al tipo de tentaciones que toda la atraen a
los líderes de hoy. Observa seis características de la poca visión de Esaú y analiza si
alguna de ellas te afecta a ti. (Génesis 25:29-34/32:3-23/33:1-10)
c- La escasa visión de Esaú lo llevó a ceder lo más importante por lo más inmediato
(una sola comida).
d- Esaú, siendo el favorito de su padre, pensó que el amor de Isaac lo salvaría de
cualquier mala decisión que él tomara.
e- La visión limitada de Esaú lo hizo casarse con una hitita, una elección que
entristeció a sus padres.
f- La visión borrosa de Esaú lo cegó a tal grado que no pudo ver el engaño de su
hermano Jacob.
Hoy recordamos a Esaú como un hombre egocéntrico con una visión errónea.
Hebreos 12:15-16 nos dice que nos examinemos a nosotros mismos, “... no sea que
haya algún fornicador o profano como Esaú, que por una sola comida vendió su
primogenitura.”
2- La Pasión.
Después que David pecara con Betsabé, el profeta Natán le previno diciendo que la
espada nunca se apartaría de su casa (2 Samuel 12:10). Tal como fue predicho, desde
ese día en adelante tuvo problemas domésticos: Engaño, adulterio, incesto y hasta
asesinato. David nunca supo cómo tratar la rebeldía de forma efectiva; parecía como
si su unción y su autoridad se le hubieran esfumado. Nadie vio esto tan claramente
como su hijo Absalón y por esto fue que arruinó su propia causa.
d- Los líderes que siguen una pasión vencen a los líderes que siguen un protocolo. (2
Samuel 15:13-14)
g- Cuando la pasión pesa más que la sabiduría, los líderes tienden a sabotearse a
ellos mismos (2 Samuel 18:9)
Absalón representa a un líder que no supo frenar su pasión. Cuando un líder abraza
su pasión, sin antes aprender sumisión, los problemas le vienen de inmediato. ¿
Significa esto que debemos condenar la pasión? ¡Claro que no! La pasión es una
cualidad de un líder vea estos beneficios:
c- La pasión te cambia.
La pasión te ayuda a desarrollar tu liderazgo. Sin embargo, la pasión debe de salir del
corazón de un líder que sea sabio, responsable, sumiso y que no sea egoísta.
Veamos el caso de Juan el Bautista: (Lucas 3:2-22)
- Él pasó tiempo a solas: Antes que Juan empezara su ministerio público, él vivió
en el desierto y pasó mucho tiempo con Dios. Él se llenó de la presencia de
Dios y apenas podía quedarse callado.
- Él se sentía consumido con su misión: Juan conocía la identidad de Jesús y su
pronta venida. Juan trató con urgencia de preparar el camino para Él.
- Él poseía un temperamento magnético: A Juan se le describe como una voz
que clama en el desierto (Lucas 3:4) y como un exhortador (Lucas 3:18). Así
como lo hace un imán, él repelía a unos y atraía a otros.
- Él poseía un sentido de justicia muy sólido: Cuando la gente le preguntaba a
Juan qué hacer, él les decía que hicieran justicia (Lucas 3:10-14). Esta hambre
de justicia lo motivaba. Él no podía quedarse sin hacer nada hasta no ver
resultados.
- Él vio las cosas en blanco y negro: Al igual que otros tuvieron dones proféticos,
Juan visualizó la mayoría de los asuntos en términos de blanco y negro.
Mientras esto puede parecer de algo estrecho para la mayoría de pastores u
hombres de negocios, esto es parte de lo que le dió pasión a Juan.
- Él se sentía insatisfecho con cualquier cosa que no fuera la acción: Juan era un
hacedor. Él no quería que la gente sólo hablara de arrepentimiento y de fe. Él
le dijo a los fariseos que deberían demostrar frutos que aprobaran su
arrepentimiento.
La pasión es la que hace que un ministerio sea efectivo. Entonces, ¿Cómo puedes
aumentar tu pasión?
- Regresa a tu primer amor. Muchos líderes permiten que la vida los saque de
curso. Piensa sobre tus inicios. ¿Qué te motivaba? ¿Qué te entusiasmaba?
- Rodeate de gente llena de pasión. Los bancos de peces siempre navegan
juntos.
Las brasas se mantienen calientes sólo cuando están en el fuego. Encuentra gente
apasionada y deja que te llenen de esa pasión.
El enfoque que tuvo Pablo le dió una clara disposición para abandonar cosas que
eran buenas pero que no importaban. Toma nota de las cosas que él desechó:
- Su patrimonio: Un hebreo de hebreos (v. 5)
- Su linaje puro: De la tribu de Benjamín (v. 5)
- Su legalismo anterior: Un fariseo escrito (v. 5)
- Su celo pasado: Un perseguidor de la iglesia (v. 6)
- Su propia rectitud: Una vida sin pecado (v. 6)
Pablo se enfocó de tal manera que no sólo desechó las cosas que él consideraba
ganancia, sino que considero todo como basura por amor a Cristo. Él lo hubiera
dejado todo si eso le hubiere permitido tener una mayor intimidad con Cristo
(Filipenses 3:8-9).
Los líderes que cambian al mundo tienen esta clase de enfoque agudo. Medita en los
líderes de la Biblia y el enfoque que tuvieron para haber logrado ese cambio
revolucionario.
- Abraham dejó su patria, su riqueza y sus amigos para ir a una tierra nueva
porque él se había enfocado en un reino invisible.
- José tuvo la fuerza para aguantar las dificultades y las prisiones porque su
sueño se enfocó en la grandeza de Dios.
- Moisés pudo darle la espalda a Egipto porque él se enfocó en el plan de Dios.
- Esteban predicó un mensaje impopular y murió como un mártir debido a su
enfoque.
- Pablo lo dejó todo, y dijo: “Esto es lo que hago.”
- Jesús le dijo a Marta: “Sólo un cosa es necesaria.”
¿Qué se necesita para obtener este enfoque, que se requiere para ser un líder
verdaderamente efectivo? Las palabras claves son: prioridades y concentración. Un
líder que conoce sus prioridades pero no tiene concentración sabe qué es lo que hay
que hacer pero nunca lo hace. Un líder con concentración pero sin prioridades tiene
excelencia pero no progreso. Cuando los líderes utilizan ambas, ellos obtiene el
potencial para alcanzar cosas grandiosas.
Pablo era un líder que se enfoca en lo más importante cada día. ¿Y tu? Trabaja en los
siguientes aspectos si deseas enfocarte correctamente
Esto se refleja. Largamente en los intentos infructuosos de Salomón para alcanzar sus
metas. (¡Solemne en el capítulo 2 encontramos 8 metas!). Entonces, ¿Qué podemos
aprender de este líder acerca del enfoque?:
Salomón eventualmente se enfocó, pero le tomó toda su vida hacerlo (ver Eclesiastés
12). Finalmente él determinó lo que realmente importaba y lo que realmente quería.
¿Y tú? ¿Has logrado enfocarte? ¿Cómo tomas una decisión sobre asuntos relevantes?
¿Tienes una forma de determinar tu enfoque basándote en lo que realmente importa
o lo que realmente vale la pena? Cuando tengas que tomar una decisión sobre cómo
invertir tu tiempo y energía, considera la siguiente lista de control. Cuando enfrentes
una decisión, pregúntate:
¿Quién hubiera escogido a Gedeón como líder? Gedeón mismo no lo hubiera hecho;
él ni siquiera se veía a sí mismo como un líder. “Oh Jehová, ¿Cómo puedo salvar a
Israel?” Le preguntó Gedeón al ángel cuando éste le dijo que Dios quería usarlo para
vencer a los madianitas. “Mi clan es el más débil de la tribu de Manasés y yo soy el
más insignificante de mi familia” (Jueces 6:15)
A pesar de las dudas de Gedeón, Dios lo usó. El pueblo siguiente a Gedeón y él llevó
a Israel a la victoria más desproporcionada en la historia de la nación.
Jesús siempre se relacionó con la gente al nivel de compromiso que ellos tenían.
Observe estos 4 niveles de compromiso de los seguidores de Jesús.
- Nivel uno: Vengan y vean. Este es el nivel de curiosidad (ver Juan 1:35-52). En
esta etapa la interacción de Jesús es ligera y sencilla. Cuando la gente se
encuentra en este nivel, debes de buscar que exista química y fidelidad.
- Segundo nivel: Vengan y síganme. Este es el nivel de compromiso (ver Lucas
5:1-11). Las palabras de Jesús ahora piden algo de compromiso. La persona
está lista para ser desafiada. Debes de buscar que exista el deseo y la
disponibilidad para aprende.
- Tercer nivel: vengan y ríndanse. Este es el nivel de convicción (ver Marcos
8:34-35). Este paso es apropiado solamente si hay una relación profunda y si la
confianza mutua se ha solidificado. Debes de buscar que exista la iniciativa y la
determinación.
- Nivel cuarto: Vengan y multiplíquense. Este es el nivel de comisión (ver Mateo
28:19:20). Aquí, Jesús invita a su gente a que produzcan lo que Él hizo con
ellos. Debes de buscar que exista el liderazgo y la habilidad de relacionarse
con las personas.
Los líderes nunca llegarán al punto en que no necesiten prioridades. Los buenos
líderes siempre tienen prioridades, ya sea que esté dirigiéndose a un grupo pequeño,
pastoreando una iglesia, manejando un negocio pequeño o dirigiendo una
corporación millonaria. Las cosas que traen la recompensa más grande, “alimentan el
fuego” en la vida de un líder.
Invierte tiempo en evaluar las prioridades de tu liderazgo. ¿Estas por todas partes? O
¿Estás enfocado en las pocas cosas que traen la recompensa más grande? El mayor
éxito llega solamente cuando enfocas a tu gente en lo que en verdad importa.
Quizás tú eres como Pedro. Él empezó llenó de pasión pero sin dirección. La buena
noticia es que ya tienes la mitad de la ecuación resuelta. La mala noticia es que si no
sabes hacia donde vas, terminarás dando vueltas y vueltas o peor aún, dirigiéndote al
lugar equivocado.
Cuando sabes hacia donde vas, tus prioridades se hacen más claras y tus acciones se
vuelven significativas. Se puede resumir en la siguiente ecuación:
Cuando los judíos de Grecia vinieron a Pedro para quejarse con él, Pedro reconoció
que él podía llevar más allá su misión al satisfacer sus necesidades. Pero él también
entendió a que Dios lo había llamado. Enfocarse en la necesidad más profunda del
pueblo, escuchar la verdad de la palabra de Dios.
En lugar de tratar de hacerlo todo, él delegó en siete hombres competentes, la tarea
de resolver las quejas del pueblo. Como resultado, la iglesia satisfizo ambas
necesidades.
El salvador del mundo demostró que Él era el Siervo más grande de todos los
tiempos. Muchos conocen el relato. Cuando los discípulos apartaron el aposento alto
para la cena, ellos olvidaron buscar a un sirviente para que les lavara los pies, tal
como era la costumbre. No obstante, cuando los discípulos se dieron cuenta de que
no había sirviente, ninguno se ofreció a realizar la tarea, más bien ellos estaban
discutiendo quien era el más grande entre ellos. Cuando Jesús vio esto, decidió usar
esta oportunidad para enseñarles una lección objetiva. Después de la cena, Jesús
tomó una palangana y una toalla, y comenzó a lavar los pies de sus discípulos.
Mientras interactuaba con ellos, varias lecciones sobre el servicio se hicieron claras.
- Están motivados por el amor que tiene para servir a otros (v. 1-2). El amor de
Jesús no era egoísta. Era incondicional, interminable e inmerecido. El amor lo
hizo servir.
- Poseen una seguridad en sí mismo que les permite servir a otros (v.3). Los
inseguros buscan títulos los seguros buscan toallas. La seguridad que Jesús
tenía en sí mismo le permitía inclinarse y estirarse.
- Inician un ministerio de servicio a otros (v. 4-5). Jesús no esperaba hasta que
alguien aclarara el protocolo. Él veía la necesidad y la satisfacía.
- Reciben el ministerio de servicio de otros (v. 6-7). El corazón de siervo de un
líder muestra orgullo por los demás. A Pedro le costaba dejar que Jesús le
sirviera.
- No quieren que nada los separe de su relación con Dios (v. 8-9). Pedro se fue
de un extremo al otro. Sí Jesús se ofreció a lavarlo, él no quería perder
ninguna cosa que Él hiciera.
- Enseñan servicio con su ejemplo (v. 12-15). Jesús les hizo saber que si el
Maestro lavaba sus pies, ellos deberían de hacer lo mismo.
- Viven una vida de bendición (v. 16-17). Jesús les recordó que ellos serían
bendecidos si obedecían.
2 Crónicas 20 nos muestra una hermosa historia de un líder ganó que hizo lo
correcto. Considera los pasos apropiados que dio:
- Él luchó contra su miedo (v. 2- 3). Josafat estaba aterrorizado pero no permitió
que eso lo paralizada. Mantuvo la calma lo suficiente como para poder pensar.
- Él buscó al Señor (v. 3,6-13). Antes de hacer cualquier cosa, él buscó tener una
buena perspectiva. Así que oró y busco la sabiduría de Dios.
- Él trajo sinergia (v. 3-4). Él no actuó solo, sino que reunió al pueblo para
informarles lo que sucedía.
- Él captó la visión (v. 14-17). Él escuchó la voz del Señor hasta que supo que
hacer.
- Él captó la idea. Él se humilló y empezó a dar los pasos que él y su nación
tenían que dar.
- Él enseñó el plan (v. 20-23). Él reunió a las personas claves y les dió
instrucciones sobre qué hacer.
- Él obtuvo la victoria (v. 24-25). Él atacó lo que Dios le había dicho y tuvo éxito
por ello, tal como Dios lo había predicho.
Hechos 2 marca un punto fundamental en el Nuevo Testamento. Ciento veinte
hombres y mujeres se convierten en miembros de la iglesia cuando ésta nace en
Jerusalén. Sin embargo, al final del capítulo, la cantidad aumenta a más de tres mil
miembros.
Después de que el Espíritu Santo cae sobre los creyentes (Hechos 2:1-4), los que
estaban visitando Jerusalén se preguntaban cómo estos discípulos de Jesús podían
hablar tantos idiomas (Hechos 2:5-13). Mientras algunos pensaban que los discípulos
estaban ebrios, la mayoría se sentía confundida. El caos parecía reinar allí.
Fue en ese momento cuando Pedro se levanta y empieza a hablar. Él mismo Pedro
que corrió atemorizado la noche en que arrestaron a Jesús, ahora estaba hablando
audazmente. En pocos minutos, él tuvo la atención de todos con sus palabras
convincentes. La multitud aceptó gustosamente su mensaje ¿Por qué? Porque tenía
carisma. Por medio de una conexión especial que Dios le había dado y el don del
Espíritu Santo, este líder motivo a tres mil personas a seguir a Cristo.
La mayoría de las personas piensan que el carisma es algo místico, casi indefinido.
Piensan que se nace con eso, o no se tiene del todo, pero eso no es cierto. El carisma
es la habilidad de atraer gente hacia ti o hacia tu causa. Algunas personas poseen
más de ello naturalmente. Sin embargo, al igual que otras características espirituales,
el carisma puede ser aprendido. Nota lo que hizo ser a Pedro tan carismáticos
(Hechos 2’14-40):
Al final de su mensaje, todos preguntaron: “¿Qué debemos hacer?” (Hechos 2:37). Se
sintieron motivados y listos para actuar. Dios usó el carisma de Pedro como un imán.
El libro de los hechos representa a Apolos como un maestro excelente. Dios lo usó
grandemente en una variedad de culturas, y llegó a ser conocido como la mano
derecha de Pablo. Sin embargo, lo que más nos impresiona de Apolos es su espíritu
educable. Él nunca pensó que ya había aprendido lo suficiente como para no
necesitar mejorar su juego. Lucas nos narra varios hechos sobre este hombre:
La historia de la iglesia nos dice que Apolos era tan buen maestro que muchas
personas preferían oírlo a él que oír a Pablo. ¡Eso sí que es un cumplido! Esto puede
hacernos pensar que él era perfecto. Sin embargo, Apolos “sólo conocía el bautismo
de Juan”(18:25). Él entendía lo que era arrepentimiento, comprendía lo que era
rendirse a Dios, pero no estaba familiarizado con las verdades más profundas del
discipulado o de una vida llena del Espíritu. Por esa razón, Aquila y Priscila se
convirtieron en sus mentores, invirtiendo de su tiempo para escuchar, evaluar,
relacionar y explicarle “el camino de Dios” (18:26)
Los líderes enfrentan el peligro de conformarse al statu Quo. Después de todo, si un
líder posee influencia y ha alcanzado un nivel de respeto, ¿Por qué debe de seguir
desarrollándose?
Aunque algunos individuos tiene más talentos naturales que otros, casi todas las
habilidades del liderazgo pueden ser aprendidas y mejoradas. Sin embargo, ese
proceso no sucede de la noche a la mañana. El liderazgo tiene muchas facetas:
respeto, experiencia, fuerza emocional, habilidades con las personas, disciplina,
visión, ímpetu, etc. Es por eso que los líderes requieren mucha maduración para ser
efectivos.
José era un chico engreído, demasiado arrogante. Era el favorito de su padre, el
chico que siempre recibió un trato especial, el hijo que tuvo Jacob ya entrado en
años. José siempre andaba recordándoles a todos lo especial que era. Cuando Dios
le enseñó a José en sueños que él dirigiría a su familia algún día (no solamente a sus
11 hermanos sino que a sus padres también), éste no lo pensó mucho para decírselo a
todo el mundo. Es más, lo hizo dos veces. Su padre lo reprendió por ello. Y sus
hermanos quisieron vengarse y lo lograron. Desde muy joven, José no sabía cómo
trabajar bien con otros. Le faltaban tanto experiencia, como sabiduría y humildad, tres
cualidades que obtuvo con el paso del tiempo. La vida de José ilustra la “ley del
proceso”. Observa cómo el tiempo y la experiencia contribuyeron al desarrollo de las
habilidades de liderazgo de José:
Todos empezamos en un estado de ignorancia. Allí fue donde comenzó José. Él no
comprendía la dinámica de su familia. O él no pudo imaginar cómo iban a reaccionar
sus hermanos cuando él les describió su sueño, o simplemente no le importó. Las
Escrituras dicen que sus hermanos ya lo odiaban pero cuando él les contó su sueño
lo odiaron aún más. José hizo y dijo cosas sin comprender los asuntos
interpersonales que éstas podía causar. Su ignorancia le costó más de dos décadas
de separación de su familia
Tuvo que sucederle un incidente decisivo para que José pusiera atención a sus
acciones y se colocará en el camino del cambio. Estando como esclavo en Egipto, él
empezó a aprende lo que no sabía. Él llegó a entender que el liderazgo es difícil y
trae consigo un gran peso de responsabilidad. Al pasar los años, José fue traicionado
y aprendió lecciones duras sobre la naturaleza humana, sobre las relaciones y el
liderazgo. El proceso moldeó su carácter, concediéndole paciencia y humildad.
Eventualmente él reconoció que Dios era su fuente de bendición y de poder.
Los líderes que demuestran gran talento cuando les llegan las oportunidades, brillan
por una sola razón: Ellos pagaron el precio de la preparación. Cuando faraón
finalmente llamó a José, el joven se desempeñó con excelencia y gran sabiduría. Él
no tuvo éxito porque de pronto le saliera lo bueno a los 30 años; él tuvo éxito porque
pagó el precio por 13 años. La sabiduría y el discernimiento ganados a duras penas
por José, lo llevaron a ser el segundo al mando de lo que en ese momento era la
nación más poderosa del mundo.
Durante siete años de plenitud, José ejecutó su plan de liderazgo con gran habilidad.
Llenó las ciudades de Egipto con grano y preparó el país para cuando viniera la
hambruna. Cualquiera puede ver cómo había crecido su liderazgo con solo observar
lo que hizo durante los años siguientes de las vacas flacas. Mientras él se enfocaba
en alimentar al pueblo de Egipto, la fuerza de su liderazgo le permitió alimentar a la
gente de otras naciones también. En el proceso, trajo a su amo: Dinero, ganado y
tierras, cumpliendo así la profecía que viera en sus años de adolecentes.
Todo líder efectivo necesita tiempo para desarrollarse pero el tiempo por sí solo no
puede hacer que un líder sea efectivo. Algunos individuos nunca descubren la ley del
proceso, nunca trabajan para lograr el crecimiento y por ende se quedan en la fase
una el resto de sus vidas.
Afortunadamente para los hijos de Israel, José no se quedó en esa primera etapa. Él
creció en su jornada de un calabozo hasta un palacio. Sin embargo, pasaron muchos
años antes de que él se reuniera con sus hermanos y viera su propia visión cumplirse.
Al final, José se dio cuenta de que Dios había dirigido el proceso de su desarrollo
como líder y que Dios lo había preparado para un propósito mayor que él ni siquiera
imaginó cuando era un presumido adolescente.
Cuando su padre murió, José ya había aprendido a ver las cosas desde la perspectiva
de Dios. Cuando sus hermanos tuvieron miedo de morir, José los tranquilizó diciendo:
“No temáis; ¿Acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí,
pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a
mucho pueblo”(Génesis 50:19-20).
Al final, José pudo darse cuenta de que la mano de Dios estuvo sobre su vida
durante todos esos años y comprendió el plan que a largo plazo Él tenía para Su
pueblo; un plan que José ayudo a cumplir al crecer como el líder que Dios quería que
él llegara a ser.
Para que haya crecimiento dirige a seguidores; para que haya multiplicación, dirige a
líderes.
Los líderes que desarrollan a seguidores hacen que su organización crezca sólo uno
en uno, pero los líderes que desarrollan líderes multiplican su crecimiento, ya que por
cada líder que ellos desarrollan, también reciben a todo el grupo de seguidores de
ese líder. Si agregas diez seguidores a tu organización, tendrás la fuerza de diez
personas. Si agregas diez líderes multiplican por todos los seguidores y líderes que
sean influenciados por estos diez líderes esa es la diferencia, entre la suma y la
multiplicación. Es como hacer que tu organización crezca a por equipos en lugar de
que crezca por individuos.
A dondequiera que Pablo fuera, juntaba a las personas que estuvieran dispuestas a
escuchar y les enseñaba. Cada vez que Pablo entraba a un pueblo empezaba a
enseñar, por días, meses y algunas veces por años. Sin importar donde anduviera, él
continuamente capacitaba a toda la gente que podía.
Pablo no acaparaba a los líderes que él desarrollaba. Él levantaba líderes que se
multiplicaron y extendieron la influencia que él tenía, y lo hizo por medio de una
estrategia: él plantó iglesias. En cada lugar que iba dejaba iglesias con líderes que
llevarán a cabo el ministerio.
Pablo visitaba a los líderes de sus iglesias con el fin de animarles, darle seguimiento y
dirección. El segundo viaje misionero de Pablo empezó con las siguientes
sugerencias: “Volvamos a visitar a los creyentes en todas las ciudades en donde
hemos anunciado la palabra del Señor y veamos cómo están” (Hechos 15:36).
Tú puedes lograr una gran visión a través del crecimiento explosivo. Cualquier otra
cosa será menos de lo que soñaste, pero si quieres convertirte en un líder de
crecimiento explosivo entonces debes de cambiar la forma en que trabajas y la forma
en que piensas.
Involucrelos poco a poco, tome en cuenta a las personas para tareas mínimas
que una que sean mínimas, ellos sentirán la confianza y se verán capaces de
complirla y aún mejor se sentirán parte de.
2- Comunicación.
Muchos de los problemas que hacen que nuestro equipo no sea efectivo es por no
tener una buena comunicación o por no ser un buen comunicador.
Debes de:
Muchos líderes piensan que su trabajo es hablar y hablar y no escuchar a la gente. La
habilidad de escuchar es una estrategia que te permite ganarte a la gente. Jesús es
el mayor ejemplo aún cuando Él ya sabía las situaciones de los enfermos,
endemoniados, y de hasta un centurión que se acerca a Él, Él siempre los escucho
antes de obrar el milagro.
Ten esta habilidad muy en cuenta ya que muchos de los problemas los podrás
resolver escuchando a tu equipo de trabajo ya que como dice el dicho “ dos cabezas
piensan mejor que una” , a eso se le llama inteligencia colectiva.
4- Valores.
Los valores cristianos deben de estar presentes en cada líder y deben ser
transmitidos por los líderes a su gente.
Recuerda que de lo que nosotros tenemos eso damos, si das respeto ellos te
respetarán, si eres disciplinado ellos lo harán, si eres puntual ellos también lo serán
recuerda que el éxito de un líder de equipo no es lograr cosas extraordinarias sino
hacer que las personas se conviertan en personas extraordinarias.
Espero que esta información te sea muy útil en tu desarrollo y el de tu círculo de
líderes, estudia cada uno de estos puntos y ponlos en práctica recuerda que
debemos ser hacedores de la palabra.
Elaborado por: Carlos Canizales, estimulador de liderazgo personal y espiritual,
miembro del Ministerio Internacional Pozos de vida en San José Costa Rica.
E-mail: canizalescm@gmail.com
Instagram: Carloscanizales_oficial