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Este documento discute si los líderes nacen o se hacen. Argumenta que aunque todos los seres humanos nacen con el potencial para el liderazgo, también deben desarrollar habilidades a través del servicio, el aprendizaje continuo y el cultivo de virtudes. Propone cinco pasos para desarrollar el liderazgo: 1) tomar la decisión de servir, 2) desarrollar un espíritu de aprendizaje, 3) comenzar a servir, 4) cultivar las cualidades de un líder, y 5)
Este documento discute si los líderes nacen o se hacen. Argumenta que aunque todos los seres humanos nacen con el potencial para el liderazgo, también deben desarrollar habilidades a través del servicio, el aprendizaje continuo y el cultivo de virtudes. Propone cinco pasos para desarrollar el liderazgo: 1) tomar la decisión de servir, 2) desarrollar un espíritu de aprendizaje, 3) comenzar a servir, 4) cultivar las cualidades de un líder, y 5)
Este documento discute si los líderes nacen o se hacen. Argumenta que aunque todos los seres humanos nacen con el potencial para el liderazgo, también deben desarrollar habilidades a través del servicio, el aprendizaje continuo y el cultivo de virtudes. Propone cinco pasos para desarrollar el liderazgo: 1) tomar la decisión de servir, 2) desarrollar un espíritu de aprendizaje, 3) comenzar a servir, 4) cultivar las cualidades de un líder, y 5)
¿Nace o se hace? A. La combinación del talento natural con los dones sobrenaturales 1. Todo ser humano nace con un potencial dado por Dios.
a. El hombre por naturaleza fue creado para gobernar
o liderar (Gn. 1:27-28)
b. Dios puso en el corazón del hombre una chispa de
su eternidad (Ec. 3:11) 2. Toda persona es llamada por Dios para salvación y servicio (Ef. 2:8-10; Jn. 15:16) a. Para realizar el servicio, Jesús nos capacita con diferentes dones espirituales (Ro. 12:4-8) b. En estas habilidades sobrenaturales está el don del liderazgo = presidir (Ro. 12:8) - Presidir: gr. Proistemi = liderar - La raíz básica del término presidir es: guiar, dirigir. (1. Tes. 5:12; 1 Ti. 3:4-5,12; 5:17; Tit 3:8,14) 3. Tanto el talento natural como el don sobrenatural no son entregados en forma de un roble ya crecido (Mt. 13:31,32)
a. Los dos aspectos son entregados como una
semilla que debe ser plantada, regada y alimentada para que llegue al desarrollo pleno de la vida que hay en ella. b. Por esta razón afirmamos que potencialmente todo líder “nace”, pero también debe desarrollarse. c. Cada cristiano debe aprender a crecer en competencia y efectividad d. Dios llama y capacita pero cada uno debe responder a ese llamado con fe y obediencia, anhelando cumplir la voluntad divina en todo. B. Pasos fundamentales para correr en la pista del liderazgo (1 Co. 9:24) 1. Tome la decisión crucial a. La ruta al liderazgo cristiano comienza con la decisión de querer llegar a ser todo lo que Dios quiere que usted sea.
b. Esta será la decisión más costosa y difícil que
tome en toda su vida. Deberá tomarla a sangre fría, con los ojos bien abiertos, ya que el peor enemigo, el que más se opondrá en su intento, camina en sus propios zapatos. c. Tan pronto quiera tomar esta decisión, su vieja naturaleza no redimida buscará mil excusas para no morir y conducirlo al camino de la autocomplacencia y la mediocridad. A vivir de acuerdo con la ley del menor esfuerzo (1Co. 9:25-27) d. Los resultados extraordinarios alcanzados son sólo el fruto del mayor de los compromisos: rendir absolutamente todo para hallar nuestro todo en Dios.
e. Hebreos 11 es la mejor ilustración de dicho
compromiso: las vidas de estos personajes bíblicos alcanzaron un brillo y una influencia que jamás hubieran conocido de no haber tomado la decisión crucial. 2. Desarrollo el espíritu de aprendizaje (Fil. 3:13-14) a. Liderazgo es un proceso sin fin, no una meta, un viaje, no un destino final b. Cualquiera sea pues, su vocación, apunte al grado académico máximo dentro de su especialidad. c. Procure estudiar siempre sobre el tema de liderazgo, lea cuanto le sea posible y de las fuentes más variadas. Que nunca se diga de usted: “Murió a los veinte, lo enterraron a los ochenta”. La persona que deja de estudiar hoy, muere mañana. d. Un líder es un estudioso tenaz y constante; alguien que siempre está en procura del desarrollo personal. Aprender es cambiar 3. Comienza a Servir (Mr. 10:45) a. La razón de nuestra existencia es servir, y el cristiano que no sirve a los demás, no sirve de mucho. b. Cristo vino a servir porque siendo el Creador de la vida sabía muy bien como vivirla y nos dejó su ejemplo para que sigamos sus pisadas. c. Busque oportunidades de ayudar a los que tienen alrededor, ayúdelos a que lleguen ser todo lo que Dios espera que sean. d. Ámelos incondicionalmente con un espíritu correcto y muy pronto tendrá la agradable sorpresa de ver que otros, comenzarán a seguirle no importa cuan insignificante sea la tarea, ni cuan oscuro el lugar de servicio; y aunque la llama de su antorcha sea pequeña y débil otros vendrán a encenderla en la suya.
e. De manera creciente aumentará su poder de
influencia con el resultado de que un día, aquellos que fueron beneficiados con su servicio le reconocerán como su líder.
4. Cultive las cualidades de un verdadero líder a. Liderazgo es el resultado del crecimiento personal b. Todo líder cuenta con un solo capital en la vida: su propia persona. Mientras el carpintero, músico o pintor trabaja con herramientas; ¡El líder es la herramienta! c. Liderazgo implica un esfuerzo sostenido para alcanzar el grado de máxima madurez personal. d. Los valores que abrace y las virtudes que cultive a lo largo de toda su vida determinarán su nivel de influencia. 5. Combatir los siete males que adolece la iglesia de hoy.
a. Adoración sin devoción (Is. 29:13)
b. Ofrenda sin sacrificio (2 S. 24:24-25) c. Decisión sin discipulado (Lc 9:23-24) d. Emocionalismo sin enseñanza (Os. 4:6) e. Servicio sin compromiso (Lc. 9:57-62) f. Conocimiento sin amor (1 Co. 13:1-3) g. Evangelismo sin pasión (Ro. 9:1-3)
CONCLUCION Se necesitan individuos con el suficiente valor para hacer decisiones costosas, que alteren el curso de la historia de sus vidas y del reino. Se requieren hombres y mujeres que no se detengan a cuestionarse si tienen o no el don del liderazgo, sino que movidos por la fe comiencen a correr.
Así que, lo invito a que deje su lugar en la tribuna y descienda
a la pista. Porque a diferencia de los que corren en el estadio o en cualquier pista, donde sólo uno se lleva el premio; todo el que corre para Dios siempre gana la mejor de las medallas: la vida misma. Hágalo y muy pronto tendrá la respuesta al interrogante de los siglos; si un líder nace o se hace, o es una combinación de ambas realidades