La Biblia presenta un gran conflicto cósmico entre Cristo y Satanás, entre el bien y el mal,

Apocalipsis 12:7-9 dice que esta lucha inició en el cielo, si comprendemos este conflicto
entonces entenderemos por qué vino Jesús a esta tierra.
La Biblia habla de Lucifer y lo compara con los reyes de Tiro y Babilonia para mencionar en
forma figurada la caída de Lucifer, en Isaías 14:12; Ez. 2812-14,17 podemos ver estos
ejemplos
Dios decide crear un mundo perfecto, lleno de paz, según Génesis 1:31, ese mundo era
intachable, pero ese ángel que se Rebela en el cielo viene hasta la tierra e involucra a la
raza humana en ese gran conflicto y Génesis 3 presenta cómo el hombre acepta la
invitación de Satanás a hacer parte del gran conflicto entre el bien y el mal y eso trajo
consecuencias terribles pues Génesis 7:17-20 presenta que Dios tuvo que destruir a casi
todo el ser humano para detener el pecado.
Qué dice Romanos 14:23: lo que hizo el pecado fue cortar la relación entre Dios y el
hombre según lo dice Isaías 59:2 y ahora todo lo que no proviene de la fe es pecado, pues
el quebrantar los mandamientos de Dios es evidencia de la falta de fe. Pero Dios no deja
todo perdido, y Él en su deseo de salvar al ser humano le deja una orientación, en Juan
14:15, Jesús enseña el anhelo de Dios de restaurar esa relación entre él y el hombre que
fue interrumpida por el pecado.
El tema central del gran conflicto es la ADORACIÓN Y LA OBEDIENCIA, en 1 Juan 3:4 deja
claro que la no obediencia a Dios es pecado y en Apocalipsis 14:7 hay una última
advertencia dada al ser humano y es adorar a Dios.
Cristo Murió en la Cruz y con la resurrección ratificó la victoria del ser humano sobre
satanás, sin embargo Satanás en nuestros días se ha inventado una nueva forma de atacar
al ser humano y es creando diferentes doctrinas distorsionando así la verdad Bíblica, pero
no estamos abandonados a merced de Satanás, antes de ascender al Cielo, Cristo dejó una
gran promesa de consolación en Juan 14:16 y Mateo 28:20, y es que él mismo estaría por
medio del Espíritu Santo ayudándonos en esa lucha en contra de Satanás.
En el ministerio y la muerte de Cristo, había mucho más involucrado que la mera
salvación de la humanidad. Vino no sólo para entregar su vida por la remisión de
vuestros pecados, sino también para vindicar el carácter, la ley y el gobierno de su
Padre, contra lo cual satanás había dirigido sus falsas acusaciones
Cristo, por medio del Espíritu Santo nos ayuda a cada día escoger ADORAR Y OBEDECER A
DIOS pues estos son los dos puntos fundamentales en el gran conflicto. La gran pregunta
hoy es: Tú, ¿a quién adoras? Apocalipsis 19:10 el mensaje contundente del ángel a Juan es
ADORA A DIOS.