La diversidad lingüística es un reflejo de la diversidad cultural y está estrechamente relacionada con factores históricos,

geográficos y sociales. Cada lengua tiene su propia estructura gramatical, vocabulario y formas de comunicación que
reflejan la cosmovisión, la historia y la identidad de los grupos que la hablan.

La diversidad lingüística es un elemento crucial para la preservación y promoción de la identidad cultural. Las lenguas son
portadoras de conocimiento tradicional, valores, sistemas de pensamiento y expresiones artísticas únicas. Además,
desempeñan un papel fundamental en la comunicación y la interacción social, y son herramientas para el desarrollo
cognitivo y la construcción de identidades individuales y colectivas

En el Perú, existen varias lenguas originarias que son habladas por diferentes grupos étnicos y comunidades indígenas. A
continuación, te mencionaré algunas de las lenguas originarias más importantes en el país:

1. Quechua: Es la lengua originaria más hablada en Perú y pertenece a la familia lingüística quechua. Hay varias variantes
del quechua que se hablan en diferentes regiones del país, como el quechua sureño, el quechua central y el quechua
norteño.

2. Aymara: El aymara es otra lengua originaria importante en Perú, especialmente en la región sur del país. También se
habla en otros países andinos, como Bolivia y Chile. El aymara tiene varias variantes dialectales.

3. Asháninka: Esta lengua pertenece a la familia lingüística arawak y es hablada por el pueblo asháninka en la selva central
del Perú. Es una de las lenguas indígenas más extendidas en la Amazonía peruana.

4. Shipibo: El shipibo, también conocido como shipibo-conibo, es una lengua originaria hablada por el pueblo shipibo-
conibo en la selva amazónica peruana. Es reconocida por sus expresiones artísticas y su rica tradición cultural.

5. Awajún: es una lengua originaria que se habla en la región amazónica norte del Perú, principalmente por el pueblo
awajún. Es parte de la familia lingüística jivaroana.

El papel del Estado en la protección de la diversidad y la promoción de la inclusión es fundamental para garantizar
sociedades justas y equitativas. A continuación, algunas formas en que el Estado puede desempeñar este papel:

1. Legislación antidiscriminatoria: El Estado puede promulgar leyes que prohíban la discriminación en todas sus formas, ya
sea por motivos de raza, género, religión, discapacidad u orientación sexual. Estas leyes deben ser aplicadas de manera
efectiva y garantizar que las personas que sufren discriminación tengan recursos legales para buscar reparación.

2. Políticas de inclusión educativa: El Estado puede implementar políticas que promuevan la inclusión educativa,
asegurando que todos los niños y jóvenes tengan acceso a una educación de calidad, independientemente de su origen
étnico, socioeconómico o capacidad. Esto puede incluir programas de becas, apoyo adicional para estudiantes con
necesidades especiales y la integración de contenidos relacionados con la diversidad en los planes de estudio.

3. Acceso igualitario a servicios básicos: El Estado debe garantizar el acceso igualitario a servicios básicos, como salud,
vivienda, empleo y transporte, sin importar la identidad de las personas. Esto implica eliminar barreras económicas,
sociales o geográficas que puedan excluir a ciertos grupos de la población y trabajar para reducir las desigualdades
existentes.

4. Promoción de la representación diversa: El Estado puede fomentar la representación diversa en los diferentes ámbitos
de la sociedad, como la política, la cultura, los medios de comunicación y el sector empresarial. Esto implica implementar
políticas de cuotas, campañas de sensibilización y programas de capacitación que promuevan la participación activa y
equitativa de todos los grupos.

5. Sensibilización y educación: El Estado puede desempeñar un papel importante en la sensibilización y educación de la

sociedad sobre la importancia de la diversidad y la inclusión. Esto puede incluir campañas de concientización, programas
educativos y la promoción de valores de respeto, tolerancia y aceptación en todos los niveles de la sociedad.