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CONCEPTOS

Identidad (Grinberg): La identidad queda definida como la capacidad de sentirse uno mismo en la
sucesión de cambios que proponen los azares de la vida. El cambio implica aceptar lo desconocido,
lo imprevisible; y la enfermedad mental puede entonces definirse como un intento (desesperado)
de mantener la unidad frente al cambio, para que todo siga igual. Al evitar lo nuevo se asegura la
identidad y se evitan la angustia y la depresión; pero al precio de no vivir realmente. Como dijo
José Enrique Rodó en sus Motivos de Proteo, renovarse es vivir.

Intuición: Intuición [Intuition]. La intuición (de intuire, «mirar atentamen- te») es a mi modo de ver
una función psicológica básica (v. función). La intuición es esa función psicológica que suministra
percepciones por vía inconsciente. De esa percepción puede ser objeto cualquier cosa, desde
objetos externos a objetos internos, pasando por sus relaciones. Lo característico de la intuición es
que no es ni una sensación sensorial, ni un sentimiento, ni una inferencia intelectual, pese a que
pueda también aparecer en cualquiera de esas formas. En la intuición un contenido cualquiera se
presenta como un todo acabado, sin que de entrada estemos en disposición de indicar ni de
descubrir de qué modo habría llegado a constituirse. La intuición es una suerte de captación
instintiva de cualesquiera contenidos. Como la sensación (v.a.), es una función perceptiva
irracional (v.a.), y sus contenidos poseen, al igual que los de la sensación, el ca- rácter de un dato
de partida, a diferencia del carácter pensamiento. Debido a ello, el conocimiento intuitivo va
acompañado de certeza y seguridad, notas que posibilitaron que Spinoza contemplase la scientia
intuitiva como la forma suprema de conocimiento.

Actitud: una predisposición de los centros sensorios o motores a reaccionar a un estímulo


concreto o a un impulso constante, Ebbinghau, la concibe en un sentido más amplio como un
efecto del ejercicio por el que un hábito es introducido en una acción individual que se aparta de
lo habitual. nuestro empleo de la palabra sigue a Ebbinghaus. Para nosotros la actitud es una
predisposición de la psique a reaccionar o actuar en una dirección determinada. El concepto de
actitud reviste una importancia muy especial para la psicología de los fenómenos anímicos
complejos, por sintetizar en una sola fórmula el específico hecho psicológico de que ciertos
estímulos tengan efectos muy intensos en ciertas ocasiones y muy poco o ningún efecto en otras.
Tener actitud significa estar preparado para algo concreto, incluso aunque ese algo sea
inconsciente, porque tener actitud equivale a estar a priori dirigido hacia una cosa concreta,
téngase o no una representación consciente de ella.

Jung, C. G. (2014). O.C. Jung 06: Tipos psicológicos. Madrid, Spain: Editorial Trotta, S.A.
Recuperado de https://elibro.udemproxy.elogim.com/es/ereader/udem/61333?page=454.

Jung, C. G. (2014). O.C. Jung 06: Tipos psicológicos. Madrid, Spain: Editorial Trotta, S.A.
Recuperado de https://elibro.udemproxy.elogim.com/es/ereader/udem/61333?page=453.

Sentimiento: [Fühlen]. Cuento el sentimiento entre las cuatro funciones psicológicas básicas. no
puedo adherirme a ninguna de esas corrientes psicológicas para las que el sentimiento sería un
fenómeno secundario y dependiente de «ideas» o sensaciones, sino que veo en él, con Höfding,
Wundt, Lehmann, Külpe, Bald- win y otros, una función independiente y sui generis. El sentimiento
es, en primer lugar, un proceso que se verifica entre el yo y un contenido dado, un proceso que,
además, atribuye a éste un valor determinado en el sentido de su aceptación o recha- zo («placer»
o «displacer»); y, en segundo lugar, un proceso que, abstrayendo del contenido momentáneo de
la consciencia o de las sensaciones del momento, puede, como quien dice, aparecer de for- ma
aislada en forma de un «estado de ánimo».

Jung, C. G. (2014). O.C. Jung 06: Tipos psicológicos. Madrid, Spain: Editorial Trotta, S.A.
Recuperado de https://elibro.udemproxy.elogim.com/es/ereader/udem/61333?page=461.

Jung, C. G. (2014). O.C. Jung 06: Tipos psicológicos. Madrid, Spain: Editorial Trotta, S.A.
Recuperado de https://elibro.udemproxy.elogim.com/es/ereader/udem/61333?page=460.

Afecto [Affekt]. Por «afecto» debe entenderse un estado afectivo caracterizado, de un lado, por
una perceptible inervación física y, de otro, por un peculiar trastorno del proceso de
representación. Del término «emoción» me sirvo como un sinónimo del de afecto. A diferencia de
Bleuler (v. afectividad), insisto en distinguir los sentimientos de los afectos, pese a ser consciente
de que, desde el momento en que todo sentimiento desencadena inervaciones físicas al alcanzar
una cierta intensidad, convirtiéndose así en un afecto, las transiciones entre ellos tienen que
considerarse como fluidas.

Razones prácticas aconsejan, no obstante, que se los distinga entre sí, porque mientras que el
sentimiento puede ser una función de la que el sujeto disponga libremente, el afecto no
acostumbra por lo común a serlo. También se diferencia claramente el afecto del sentimiento por
las notables inervaciones físicas que acompañan al primero, que en su mayor parte se ausentan en
el caso del segundo o poseen en su caso una intensidad tan reducida como para que no pueda
registrárselas —como ocurre, por ejemplo, en los fenómenos psi- cogalvánicos6— más que con
instrumentos muy sensibles. El afecto se acumula debido a la sensación de las inervaciones físicas
por él suscitadas. Esta observación dio origen a la teoría de los afectos de James-Lange, la cual
identifica en las inervaciones físicas la causa del afecto en cuanto tal. Frente a esta forma extrema
de ver las cosas, yo concibo el afecto, por una parte, como un estado afectivo psíquico y, por otra,
como un estado fisiológico de inervación, cada uno de los cuales tiene en el otro un efecto
acumulativo y recíproco, de tal modo que al sentimiento intensificado se asocia, en otras palabras,
un componente sensorial, por el que el afecto se aproxima más a las sensaciones (v.a.) y se
diferencia esencialmente del estado afectivo.

Tipología de personalidad: Para Jung hay cuatro tipologías de personalidad para percibir el mundo
que rodea al sujeto, estas son: sentimiento, sensación, intuición y pensamiento

Arquetipo: Los arquetipos son considerados como memorias o vivencias a priori que se hacen
presentes en la conciencia por medio de símbolos en los sueños, pero en realidad estos carecen de
forma; son cultura y sociedad y época, las que permiten a la conciencia individual representarlos
con formas arquetípicas, porque el arquetipo en sí, es irrepresentable. El arquetipo está en la base
de los complejos y este es al mismo tiempo forma y energía o imagen y afecto. Para que un
arquetipo pueda asimilarse, primero encuentra una imagen y luego se reconoce su lado instintivo,
mismo que se despierta después de la imagen, por ello el arquetipo es la imagen del instinto. Se
debe tener en cuenta que las representaciones del arquetipo no son el arquetipo en sí, porque su
naturaleza no puede ser consciente y más bien es de un carácter espiritual. L
Afecto y emoción: Entre estos dos términos puede producirse cierta confusión ya que son muy
cercanos, pero tienen una línea que los diferencia. El afecto designa a una carga energética
constante, que se constituye gracias a estructuras de asociación de ideas, recuerdos y 11
conductas; es esto lo que hace posible la cohesión del complejo. Por otro lado, la emoción es
determinada por una sacudida energética accidental, momentánea e instantánea en respuesta a
algún acontecimiento (Baudouin, 1967).

Complejo: Un complejo afectivo es una imagen emocional y vivaz de una situación psíquica que se
ha detenido, posteriormente se torna en una imagen incompatible con la actitud y atmósfera
cotidiana y real del sujeto. Es una entidad que posee gran autonomía, puede aparecer o
desaparecer según su capricho, sólo ocasionalmente se doblega ante el esfuerzo de la conciencia
por reprimirlo, y si se lo reprime por un tiempo, luego logra reaparecer con su fuerza originaria. Lo
que hace el complejo es irrumpir en la ordenación del yo y permanecer ahí según su conveniencia,
provocando fallos en la memoria, por ejemplo: hoja 19.

indica el proceso de crecimiento que se verifica con relativa independencia del medio

 Jung, C. G. (2014). O.C. Jung 06: Tipos psicológicos. Madrid, Spain: Editorial Trotta,
S.A.
 Ander-Egg, E. (2016). Diccionario de psicología (3a. ed.). Córdoba, Argentina:
Editorial Brujas.
 Cosacov, E. (2007). Diccionario de términos técnicos de la psicología (3a. ed.).
Córdoba, Argentina: Editorial Brujas.
 Vásquez Rocca, A. (2008). Peter Sloterdijk: espacio tanatológico, duelo esférico y
disposición melancólica. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas.
17(1): 151-158, 2008. Madrid, Spain: Servicio de Publicaciones, Universidad
Complutense de Madrid.
 Bustamante Alarcón, R. (2018). La idea de persona y dignidad humana. Madrid,
Dykinson.
 Polo Barrena, L. (2013). Antropología trascendental. Tomo I: la persona humana (3a.
ed.). Pamplona, Spain: EUNSA.

https://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/782/2/Aspectos-Eticos-y-
Filosoficos-de-la-Muerte

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