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Documento de apoyo a la clase: Proceso de escritura

Elaborado por:
• Gabriela Báez
• Carmen Sotomayor
Proceso de escritura
La escritura es una tarea que involucra diferentes procesos mentales que
requieren una implementación coordinada para su adecuado funcionamiento.
El escritor ejecuta múltiples y variadas acciones, entre ellas, delimitar los
objetivos y la función comunicativa del texto, anticiparse y ponerse en el lugar
de su audiencia para cumplir con las expectativas de esta. Asimismo, debe
preocuparse del desarrollo del texto, agregando, reorganizando y clarificando
ideas si es necesario y al mismo tiempo, debe mantener una coherencia interna
entre todas las ideas planteadas. Transformar las ideas en palabras, articular
párrafos de forma coherente, evitando la redundancia o ruptura de la temática
que se está desarrollando, son tareas que requieren un gran esfuerzo mental.
Como se aprecia, las tareas que enfrenta el escritor son diversas y demandantes.
Desde el punto de vista cognitivo la producción textual se puede definir como
una actividad compleja que abarca la implementación de varios procesos y
cuyo estudio permite la posibilidad de analizar el funcionamiento de diferentes
mecanismos mentales que frecuentemente tienden a ser estudiados por
separado, como la construcción de palabras para la elaboración de mensajes,
almacenamiento de información en la memoria y los procesos de recuperación
de ésta, asimismo como el uso de la memoria a largo plazo para la planificación
de textos (Alamargot & Chanquoy, 2001).
Estudios longitudinales de investigaciones cerebrales señalan que mientras que
el habla sería un proceso natural de la condición humana, el leer y escribir
requerirían de un entrenamiento específico para alcanzar un desarrollo
adecuado (Pugh et al, 2000). Se puede señalar entonces que la escritura es un
proceso complejo que demanda varias tareas y diferentes tipos de conocimiento,
entre ellos: el conocimiento del contenido a escribir, el conocimiento de las
estructuras del discurso (incluyendo el conocimiento del esquema de los
diferentes géneros), formas de sintaxis, las convenciones de puntuación y su
uso que permite la creación de un texto determinado (Hillocks, 1986).

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1. Escritura efectiva
La escritura es una habilidad que puede ser aprendida de forma efectiva.
Investigadores en la materia señalan que el conocimiento del proceso de escritura
y otras estrategias pueden ser transmitidas explícitamente. Por ejemplo, es
importante que los estudiantes incorporen herramientas de autorregulación,
es decir, enseñarles a monitorear el desarrollo de su texto para que cumpla
con los objetivos planteados, que aprendan a revisar y editar sus errores y a
comprender las características de cada género. Asimismo, que el estudiante
pueda distinguir cuando escribe para sí mismo, utilizando palabras o ideas con
significados personales que solo el él puede interpretar (prosa del escritor), o
cuando escribe adecuándose al lector con el fin de comunicar ideas para una
determinada audiencia (prosa del lector). Por último, incorporar los efectos
del estilo y concepto de audiencia, son habilidades que se pueden aprender
(Pritchard & Honeycutt, 2005).
Diversas investigaciones indican que la dirección que puedan realizar los
profesores en el proceso de escritura tiene efectos positivos en la calidad de
la escritura de los estudiantes. Estudios que consideran evaluaciones de
estudiantes de Estados Unidos como el National Assessment of Educational
Progress (NAEP), indican que los estudiantes que comúnmente realizan tareas
de planificación, definen su audiencia, el propósito de su texto y realizan más de
un borrador para llegar a su escrito final, tienden a tener mejores resultados
que el promedio de estudiantes que realiza estas tareas con menor frecuencia
(National Center for Education Statistics, 1996, en Goldstein & Carr, 1996).
Otro estudio realizado por NAEP confirman lo anterior, realizar un trabajo de
pre escritura es el factor más importante para mejorar la composición textual.
Estudiantes que recibieron un apoyo mayor por sus docentes en el momento
previo a escribir, registraron puntajes mayores que aquellos que no realizaron
esta tarea con sus profesores. Asimismo, los alumnos que planificaron
visiblemente sus textos antes de escribir, obtuvieron mejores calificaciones.

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A partir de estos estudios se concluye que los mejores resultados son atribuibles
a la incorporación de técnicas que se introducen en el proceso de escritura
(Greenwald et al., 1999, en Kamehameha Schools, 2007).
Cambios en el enfoque de la enseñanza del lenguaje han facilitado el desarrollo
de nuevas destrezas en los estudiantes. Antiguamente en el currículum se
priorizaba la enseñanza de la gramática, puntuación, ortografía y tipologías
textuales para que el estudiante desarrollara una escritura efectiva. En la
actualidad existe cierta evidencia que indica que cuando la enseñanza se focaliza
en habilidades de composición y estrategias específicas para la producción y uso
de la información para la escritura, los estudiantes se convierten en escritores
más efectivos. (Hillocks, 1987).
Se produce entonces un cambio del enfoque de paradigma, desde una enseñanza
de escritura repetitiva y técnica, hacia un modelo de escritura que se centra en
el proceso holístico. Este enfoque más auténtico concibe la escritura como un
proceso recursivo donde los escritores pueden planificar, realizar borradores,
editar y revisar su trabajo (Hillocks, 1987; Murray 1982, en Kamehameha
Schools, 2007).

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2. Recursividad en el Proceso de Escritura
Se plantea que la escritura es un proceso recursivo, que no finaliza
inmediatamente, dado que las acciones finales de revisión dan paso a nuevas
acciones iniciales de planificación y escritura. De este modo, en lugar de pensar
el proceso de escritura como un ciclo estático, se debe relacionar la escritura
con la figura de un espiral, que retoma la información dada para reelaborarla y
transformarla una y otra vez.
Si bien hoy en día se habla de recursividad de la escritura, esto no fue siempre así.
A lo largo de los años el modelo de proceso de escritura ha sido reinterpretado.
Inicialmente se consideraba un modelo en etapas, una serie lineal donde
había un desarrollo gradual del producto escrito. El modelo más destacado
de la época era el de Rohman (1965, en Pritchard & Honeycutt, 2005), quien
proponía un modelo con tres etapas: pre escritura, escritura y reescritura. Años
después Brozick (1976, en Pritchard & Honeycutt, 2005) señaló que el proceso
de escritura era mucho más complejo y que también intervenían otras variables
tales como propósito, audiencia, género y personalidad del escritor. Hasta ahí
se pensaba en la escritura como una acción lineal en etapas consecutivas. No
fue hasta la década del 80’ que investigadores cognitivistas como Flowers &
Hayes (1981) y Bereiter and Scardamalia (1987, en Ruie Pritchard and Ronald
Honeycutt, 2005) cuestionaron el proceso linear-prescriptivo y propusieron
un modelo más complejo, señalando que la escritura no ocurre en un orden
fijo sino que es un proceso recursivo. Este proceso se asocia a una tarea de
resolución de problemas.
Es esencial enfatizar que la escritura contrasta con el modelo del proceso
en etapas, secuencial o lineal, que se enfoca en el producto escrito y no en el
proceso interno de quién escribe. Investigaciones en el área indican que los
escritores realizan todas las etapas de la escritura (planificación, composición,
revisión) en diferentes momentos que no son claramente identificables, por lo
que la redacción de un texto no sería un proceso lineal, sino que en constante
revisión (Sommers, 1978, 1979, en Flower & Hayes, 1981).

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3. Modelo de Redacción
A comienzo de la década de los 80’ Flowers & Hayes proponen un modelo de
escritura recursivo, que a diferencia del modelo lineal en etapas propuesto por
Rohman (1965, en Pritchard & Honeycutt, 2005), posee una estructura jerárquica
cuyos procesos y subprocesos mentales están interrelacionados. Este modelo
señala que cada etapa no es rígida ni prescriptiva, por el contrario, cada proceso
puede suceder en cualquier momento de la composición (Cassany, 2008).

El modelo de redacción se compone de tres elementos claves: la situación de


comunicación, la memoria a largo plazo del escritor y los procesos de escritura.

1. Situación de comunicación (o ambiente de trabajo según Flower & Hayes,


1980): corresponde a los elementos externos al escritor y se puede entender
como el contexto de la escritura. En esta unidad el escritor debe resolver
el problema retórico de su tarea, es decir, considerar la audiencia a quien
escribe y plantearse objetivos.

2. Memoria largo plazo: es el principal banco de recursos para la escritura,


acá se almacenan los conocimientos en la mente del escritor e incluye
conocimientos sobre el tema que va a escribir, su audiencia, redacción y
las diferentes estructuras textuales. Esta reserva de recursos puede estar
en el cerebro del escritor, pero también puede estar en otros espacios que
almacenan datos, tales como libros, cuadernos, discos duros, etc.

3. Proceso de escritura: comprende las diferentes actividades que realiza el


escritor al momento de redactar su texto y se compone de las siguientes
acciones: Planificar, redactar, revisar (Flower & Hayes, 1980; Cassany, 2008;
Myhill, 2010).

Planificar: En esta primera etapa los escritores idean una representación


mental de lo que contendrá su escrito. Esta representación tiende a ser
más abstracta de lo que será el texto, pudiendo ser por ejemplo, un
conjunto de ideas resumidas en una sola palabra.

En la planificación ocurren una serie de procesos internos, siendo más


evidente el de recurrir a la memoria de largo plazo para recuperar la
información que se conoce respecto a determinado tema. Asimismo, en
esta etapa se organiza la información recuperada y se toman decisiones
respecto a la presentación y ordenamiento del texto (Flower & Hayes,
1980; Cassany, 2008; Myhill, 2010).

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Redactar: Esta etapa es también conocida como traducción, dado que
las ideas se “traducen” en lenguaje visible y comprensible para el lector.
Los escritores en esta fase seleccionan las palabras y construyen las
frases más precisas acorde a sus ideas. El conocimiento de la lengua
respecto a la ortografía y gramática son claves, pero estas competencias
no deben ser el foco central del esfuerzo de los escritores emergentes
en esta etapa (Flowers & Hayes, 1980; Cassany, 2008).

Revisar: En esta etapa también denominada examen, el escritor revisa


no solo las ideas redactadas, sino también los planes elaborados en su
mente. De forma consciente o no planeada, el escritor lee su escrito y
lo evalúa para tomar acciones que implican la formulación de nuevas
ideas o cambios en la estructura inicial. (Flower & Hayes, 1980; Cassany,
2008).

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Como se puede apreciar en el siguiente esquema, la actividad mental del escritor
está influenciada por la situación comunicativa que establece el contexto de la
escritura, y por la memoria a largo plazo, que contiene los recursos que dispone
el escritor para componer. Cuando escribimos realizamos varias pausas, a veces
para recordar la información necesaria, buscar la palabra precisa o para revisar
si el texto que estamos creando se ajusta a una estructura textual determinada.

En el esquema se observa cómo las tres unidades están relacionadas,


destacándose la combinación de procesos cognitivos que un escritor realiza, los
cuales están conectados en todo momento

Memoria largo plazo: Situación comunicativa:


Banco de recursos Contexto

Planificación Redacción Revisión

Monitoreo

Modelo de escritura simplificado de Flower & Hayes (1980) extraido de Myhill (2010)

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4. Escritores Novicios vs. Experimentados
La escritura es una acción individual cuya habilidad se desarrolla con el tiempo
y la experiencia, se adquiere un nivel avanzado cuando quien escribe ya maneja
los códigos de la redacción y sabe qué, a quién y para qué escribir.
Scardamalia & Bereiter (1992) realizan una diferenciación de los procesos
mentales que poseen los escritores novicios y experimentados en el proceso de
composición de un escrito.
Según señalan los autores, los escritores inmaduros poseen un modelo mental
que ellos llaman “decir el conocimiento”. En este modelo el escritor desarrolla
un texto teniendo en mente la representación de lo que debe escribir, para lo
cual identifica el tema y el género. El escritor utiliza su memoria para encontrar
la información necesaria en relación a la temática y al género sobre el cual va a
escribir. Al realizar esta búsqueda mental el escritor selecciona la información
más adecuada a su escrito, pero no se preocupa de la coherencia de su texto.
De este modo, indagando en la memoria obtiene información sobre el tema y
el género del cual va a escribir, creando la primera oración o idea que servirá
de base para identificar nuevas ideas que serán recuperadas de la memoria. Si
bien hay una tendencia a la coherencia, esta no se debe al conocimiento sobre
el tema o el género que se está tratando, sino que a la forma de recuperación
de la información que tiene este modelo “primero se piensa y luego se dice”.
Por ejemplo, si el escritor debe redactar una carta formal, buscará en su
memoria información relacionada tanto con los contenidos de la carta como a
la estructura de este género.
En el segundo modelo de los escritores maduros llamado “transformar el
conocimiento”, Scardamalia y Bereiter (1992) plantean que no es una elaboración
del modelo anterior, más bien es un subproceso dentro de un esquema más
complejo que implica la resolución de problemas. Este proceso se compone
de dos “espacios-problema” que dialogan entre sí a lo largo de la composición.
Estos espacios son de contenido y retórico. En el contenido se focalizan en el
conocimiento, las creencias y las hipótesis, mientras que el espacio retórico
abarca el texto, sus objetivos, las relaciones entre el contenido y las posibles
reacciones del lector. Para crear un texto se requiere una transformación del
conocimiento en ambos espacios, en el contenido y en la retórica.

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Si bien acá al igual que en modelo de “decir el conocimiento” se recupera
la información de la memoria, lo que cambia es que los escritores expertos
complejizan su búsqueda realizando diversos filtros. Se considera el tópico
y el género, pero a su vez la información recuperada debe adaptarse a las
restricciones específicas realizadas por el mismo escritor al analizar su
problema retórico (Flower & Hayes, 1980). A diferencia del modelo de los
escritores novicios donde el contenido de la memoria pasa directamente a
la composición, en este modelo se busca la solución de problemas a través
de filtros que el propio escritor define. En palabras simples, al transformar
el conocimiento el escritor realiza una gran cantidad de representaciones
mentales donde intenta solucionar el problema entre el contenido sobre qué, a
quién y cómo escribir.
Es importante señalar que los escritores novicios en su modelo “decir el
conocimiento” no es que no tengan objetivos al escribir, solo que la información
recuperada se restringe al tópico y al género, mientras que en el segundo
modelo existen restricciones específicas levantadas por el mismo escritor en
función al contenido y al problema retórico (qué, quién y para qué escribir).
Pasar del lenguaje hablado al escrito es uno de los grandes problemas durante
los primeros años escolares. Se debe tener en cuenta que hay aspectos
ortográficos y caligráficos que aún se encuentran en desarrollo y que implican
un esfuerzo mental por parte del niño. De este modo, y considerando las
características propias de un estudiante que se inicia en la escritura, el modelo
“decir el conocimiento” resultaría un procedimiento plausible. Los autores
sugieren que si se quiere ayudar a que los alumnos adquieran una estructura de
“transformar el conocimiento” se necesitan modelos y enseñar procedimientos
que amplíen las acciones que realizan de forma espontánea. Si bien es
posible transmitir procedimientos complejos de resolución de problemas, la
investigación señala que pasar de un modelo a otro no obedece a un proceso
de crecimiento, sino que de construcción de nuevas estructuras cognitivas
(Scardamalia & Bereiter, 1992).

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El conocimiento de ambos modelos permite entender los procesos mentales
que ocurren en los diferentes estudiantes y las acciones realizadas por estos
al momento de componer un texto. Los escritores novicios no realizan una
planificación de su escrito, ya que en su proceso de composición transcriben lo
que consiguen recuperar de su memoria, por lo que su texto será similar a lo
pensado. En cambio, los estudiantes con mayor experiencia dedican un tiempo
adecuado para planificar su escrito y consideran la relación entre el contexto
de escritura y el tema sobre el que escribirán. Si bien toman elementos de sus
representaciones mentales, estas ideas pasan por varios filtros que el mismo
estudiante hace previo a integrarlas al texto.
Como docentes, es importante entender estas diferencias y conocer el
funcionamiento de las estructuras mentales de los estudiantes a fin de entender
los procesos personales y generar estrategias que faciliten la transición de un
modelo a otro.

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5. Estrategias para el Proceso de escritura
Es importante trabajar con los niños el proceso de escritura desde los primeros
años de escolaridad, de manera que estén familiarizados con este enfoque de
enseñanza, pero también, porque se ha demostrado que la escritura es más
efectiva cuando se planifica, escribe, revisa y edita los textos, por más simples
que estos sean. Esto, porque se ha podido constatar que los niños pequeños
no tienen conciencia de escribir para otros, sino que tienden a escribir para
sí mismos (Bereiter & Scardamalia, 1987). Esta característica de la escritura
inicial se refleja, por ejemplo, en que los niños terminan sus cuentos con finales
abruptos (Sotomayor & otros, 2016), ya que suponen que ellos saben el final de
su historia o bien presentan vacíos de información que dificultan la comprensión
global del texto, por las mismas razones.
Es así que en relación a la planificación, es relevante que los niños cuenten con
un tiempo para contar a otros sus ideas de lo que van a escribir e imaginen quién
va a leer su texto. En cuanto a la escritura o textualización es importante que
los niños lean en voz alta o para otros lo que están escribiendo y comprobar si
se entiende, si tiene sentido. Respecto a la revisión es importante en esta etapa
de la escritura que los niños comprueben que escribieron bien las palabras
que querían escribir, recurriendo a su conocimiento sobre el alfabeto y a su
conciencia fonológica del fonema.
Aunque en principio parece difícil la incorporación del proceso de escritura
durante los primeros años de escolaridad debido a que los niños están recién
escribiendo sus primeras palabras, es posible implementar ciertas estrategias
que facilitarán el ejercicio de las diferentes etapas del proceso de escritura.
A continuación, se proponen algunas estrategias para facilitar el proceso de
escritura (Graham & otros, 2012).

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Estrategias sugeridas
POW1 (para planificar): esta estrategia facilita la organización de las ideas y
la planificación de la escritura. Se podría realizar inicialmente en parejas. Se
compone de tres etapas:
- El estudiante decide el tema sobre el cual va a escribir.
- A continuación realiza una lluvia de ideas escribiendo las palabras claves
que le ayudarán a recordar la idea general.
- Finalmente amplía las ideas obtenidas en el paso anterior, creando
oraciones más extensas.
Ejemplo:

Lluvia de ideas Escribe aquí oraciones para tus ideas

Había una vez un gato muy regalón que se llamaba


Idea 1: Un gato regalón
Tim.

El gato vivía en una casa con un niño y sus


Idea 2: Era de un niño
hermanos. El niño se llamaba Ricardo.

Idea 3: Se perdió el gato Un día Tim se perdió.

Idea 4: Se puso triste el niño Ricardo lloraba noche y día.

Tim quería comer un ratón. Fue a buscar ratones a


Idea 5: Fue a buscar un ratón
un edificio viejo.

Ricardo lo buscó por todo el barrio. Un vecino le


Idea 6: El niño busca al gato
dijo dónde estaba.

Por fin lo encontró. Lo trajo para su casa. Ricardo y


Idea 7: Lo trajo a la casa
sus hermanos estaban muy felices.

1
Acrónimo en inglés: Pick, Organize, Write

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Imitación (para escribir): esta estrategia permite que los niños se familiaricen con
la redacción de un texto. Imitando un modelo, los estudiantes podrán incorporar
ideas respecto de cómo se articula un escrito, comprendiendo la coherencia y la
cohesión del contenido. Los pasos son los siguientes:
- Entregue a sus estudiantes un texto, ya sea un párrafo o un breve escrito, para
que lo lean.
- Pídales que cambien una parte del texto, creando de este modo su propio texto.
Ejemplo:
Leer y proyectar (o escribir en la pizarra) el siguiente poema de Claudio Bertoni:
La ensalada
Sucedió algo maravilloso.
Entre las hojas de lechuga
había un pedazo de palta.
Pida a los estudiantes que cambien la segunda y tercera oración por otro evento
“maravilloso” que a ellos se les ocurra, creando así sus propios poemas para luego
compartirlo con sus compañeros.

La silla del autor (para revisar)


Esta estrategia permite a los estudiantes compartir sus escritos y realizar una
coevaluación para analizar la calidad del texto. Puede seguir la siguiente secuencia:
- Invite a uno de sus estudiantes a sentarse en un lugar especial en la sala para
leer su texto
- Pida a los demás estudiantes que escuchen atentamente para luego entregar
una retroalimentación a su compañero.
Ejemplo:
Lo que más me gustó de tu texto fue___________________________________,
porque__________________________________________________.

Lo que me gustaría entender mejor sería ____________________________________


____ , porque _________________________________________________.

Para mejorar tu texto podrías _____________________________________________


_____________________________________________________________

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Ideas principales del texto

• El proceso de escritura implica la realización de tareas diversas y


demandantes. El escritor debe manejar diferentes tipos de conocimientos,
entre ellos: el contenido a escribir, el conocimiento de las estructuras del
discurso, las formas de sintaxis, la puntuación, entre otros.
• Aprender a escribir de forma efectiva es una habilidad que puede ser
aprendida y la dirección de los profesores es clave. Estudios realizados con
estudiantes que comúnmente ejecutan tareas de planificación, definen un
propósito, visualizan a su audiencia y realizan más de un borrador, tienden
a tener mejores resultados que el promedio de estudiantes que realiza estas
tareas más esporádicamente.
• La escritura no es un proceso estático, por el contrario, es un proceso
recursivo que no finaliza inmediatamente, dado que las acciones finales de
revisión dan paso a nuevas acciones iniciales de planificación y escritura.
• Existen diferencias entre los procesos mentales de escritores novicios y
experimentados. Si bien ambos recurren a la memoria sobre la temática
y el género que van a escribir, los escritores experimentados resuelven
problemas tanto de contenidos como retóricos, es decir, la información que
incluyen en sus textos pasa por filtros que tienen que ver con el tópico y
asimismo realizan reflexiones acerca de qué, por qué y para quién escribir,
lo que los conduce a realizar una planificación de su escrito.
• Para trabajar el proceso de escritura en educación inicial y primeros años
de educación básica, se sugieren tres estrategias: “POW”, “imitación” y “la
silla del autor”.

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Referencias Bibliográficas
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Dordrecht-Boston-London: Kluwer Academic Publishers.
• Alamargot, D., & Chanquoy, L. (2001). Through the models of writing.
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ed. ) & D. Alamargot & L. Chanquoy, Studies in Writing:vol 9. Through the
Models of Writing, 1– 29. © 2001 Kluwer Academic Publishers. Printed in
theNetherlands.
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• Cassany, D. (2008). Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir.
Buenos Aires: Paidós.
• Flower, L & Hayes, J. R.(1980). The cognition of discovery: Defining a
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• Hillocks, G. (1987). Synthesis of research on teaching writing. Educational
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• Poindexter, C., & Oliver, I. (1998). Navigating the Writing Process: Strategies
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http://www.jstor.org/stable/20202093
• Pritchard, R & Honeycutt, R (2005). “The Process Approach to Writing
Instruction: Examining Its Effectiveness,” in Handbook of Writing Research,
edited by Charles A. MacArthur, Steven Graham, and Jill Fitzgerald, is
reprinted with permission of the Guilford Press, 2005, 275-290.
• Pugh, K., Mencl, W., Jenner, A., Katz, L., Frost, S., Lee, J., Shaywitz, S..,
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disability. Journal of Communication Disorders, 34, 479–492.
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of Written Composition.” Infancia Y Aprendizaje 15, no. 58 (January 1, 1992):

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