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Fundamentación

El área de juventud y adolescencia municipal incluye dentro de sus objetivos el de la


promoción y ampliación del derecho a la plena participación ciudadana.
Históricamente las organizaciones del estado, y de la comunidad en general, se han
ido construyendo con un profundo sesgo adultocéntrico, es decir que son los adultos
quienes se adjudican el saber sobre los otros. Así nos hemos acostumbrado a escuchar
adultos que sostiene creer saber qué desean, qué les preocupa, qué problemas presentan,
etc, los adolescentes y jóvenes. Está práctica es tan frecuente, no solo en nuestro país sino
también en otros, que existe en la convención de los derechos del niño, niña y adolescente
un particular énfasis en la creación de contextos adecuados que garanticen el pleno goce
de derecho a ser oídos.
En nuestra provincia, pionera en nuestro país en materia de protección integral de
niños, niñas y adolescentes, prevee en el articulo N° 15 de la ley N° 2.302 que

“Los niños y adolescentes tienen derecho a ser escuchados en


cualquier ámbito cuando se trate de sus intereses o al
encontrarse involucrados personalmente en cuestiones o
procedimientos relativos a sus derechos.
Se garantizará al niño y al adolescente su intervención en todo
proceso judicial o administrativo que afecte sus intereses. La
opinión de éstos en los citados procesos será tenida en cuenta y
deberá ser valorada, bajo pena de nulidad, en función de su
edad y madurez para la resolución que se adopte, tanto
administrativa como judicialmente, debiéndose dejar constancia
en acta certificada por quien tenga a su cargo la fe pública.”

Desde hace más de cuarenta años se ha acuñado un término que es el de sujeto


activo en referencia a niños, niñas y adolescentes. Éste hace referencia a que todas las
personas, no importa su edad o condición, tienen igual condición ante el derecho para poder
opinar, desear, soñar, optar, proponer, decidir, cuestionar, etc. y que estas acciones
impactan de una manera u otra en la sociedad en su conjunto.
Alessandro Baratta en su escrito “El niño, un ciudadano con Derechos” sostiene que
“es el ejercicio de los derechos políticos y de participación que condiciona y garantiza todos
los demás derechos. sin tener voz y acceso en el proceso de información, de comunicación,
de decisión, en todas las esferas de la vida de la sociedad civil del Estado, los sujetos y los
grupo no podrían ejercer, en concreto, la necesaria influencia sobre las condiciones de las
cuales el ejercicio de sus derechos civiles, económicos, sociales y culturales.”
Entendemos a las personas adolescentes con capacidad para tener una mirada
particular de la realidad, de la sociedad y de la comunidad en la que están insertos y una
posición de privilegio para operar cambios en un sector tan sensible de la población.
Experiencias pasadas, como el Foro Adolescente local primero y el Foro Adolescente
provincial después, son claras muestras de acciones llevadas adelante por y para
adolescentes en las que, estos últimos, han desplegado estrategias de organización,
participación y expresión, afianzándose los procesos de construcción de ciudadanía.
El presente proyecto busca deconstruir la posición adultocéntrica desde la que se ha
construido históricamente, en donde el adulto cobra un rol protagónico sobre la persona
adolescente, y propone una lógica desde la cual exista un co-protagonismo entre
adolescentes y adultos, en donde las propuestas surjan del encuentro intergeneracional.
Por lo expuesto hasta aquí propiciamos generar un Consejo de adolescentes,
enmarcado en la propuesta de Ciudades de Niños y Niñas que se impulsa en toda la
provincia, como un espacio de escucha, en donde las voces de quienes participan sean
oídas y consideradas a la hora de diseñar políticas específicas que estén orientadas por la
realidad que expresan en sus contextos y vidas cotidianas como sujetos sociales. La
intención es la de poder revalorizar las voces de adolescentes, sus puntos de vista,
conforme a lo previsto en las normativas vigentes y los tratados internacionales a los que el
país adhirió, considerándolos interlocutores válidos, portadores de conocimiento, capaces
de dar cuenta de sus intereses y necesidades para la planificación de proyectos y/o políticas
públicas.

Objetivos Generales
- Consolidar un grupo de adolescentes que sistemáticamente piensen, proyecten,
programen y adviertan sobre propuestas, iniciativas, intereses e inquietudes, de
adolescentes de la localidad.
- Generar un espacio de escucha de la voz de adolescentes, aportando a las políticas
públicas locales
- Promover en adolescentes una actitud crítica y propositiva, aportando a la
construcción de ciudadanía
- Propender en personas con responsabilidades decisorias, la necesidad de escuchar
y de tener en cuenta las opiniones, sentires y necesidades y hacerles partícipe en la
ejecución de las acciones

Objetivos específicos
- Diseñar un mapa adolescente a partir de técnicas de la cartografía social
- Brindar herramientas simbólicas de sensibilización, reflexión y reconstrucción
subjetivas.
- Fomentar espacios de inclusión, pertenencia y referencia para adolescentes
- Desarrollar reuniones con frecuencia semanal a fin de reforzar el compromiso y
sostener la participación
- Sostener reuniones periódicas con personas que ocupen posiciones decisorias tanto
del ámbito legislativo como del judicial y del ejecutivo a fin de delinear acciones,
intervenciones, propuestas y, en definitiva, política pública, por y con adolescentes

Dinámica de los encuentros


La dinámica de toda reunión consistirá en tres momentos, a saber:

- Primer momento de apertura, presentación, puesta en común, merienda.


Durante este primer momento se abordarán cuestiones en relación a la
presentación siempre y cuando se amerite la misma, es decir, en una primera
reunión o bien cuando se incorpore un miembro nuevo. La incorporación de
una merienda contribuye con dos factores, el primero como espacio de
pretarea y el segundo para saciar necesidades fisiológicas de personas en
pleno desarrollo. Es durante este primer momento que podrá conversar de
cuestiones personales de cada adolescente o bien de generalidades que le
incumben como grupo y/o colectivo.
- Segundo momento de trabajo propiamente dicho. El pasaje de un momento a
otro está marcado por la designación grupal de un referente que llevará un
registro del encuentro y de lo conversado durante el mismo. Esta persona
participante podrá participar activamente del encuentro como todas las demás
personas pero deberá registrar las conclusiones o los hechos más
significativos según su mirada. Se trabajará a partir de diversas dinámicas
sobre sus necesidades, anhelos, deseos, inquietudes, preocupaciones, etc.

- Tercer momento, cierre. El cierre se caracteriza por hacer una lectura de lo


registrado por quien cumplio esa función, una puesta en común por el grupo y
las construcciones conjuntas que sean necesarias, o el armado de documentos
o proyectos específicos de acuerdo a lo tratado en el encuentro.

Rol del adulto


Para lograr una metodología participativa adecuada será necesario que las personas
adultas ejerzan un papel de mediadores y no de árbitros, de acompañantes y facilitadores y
no de monitores de las actividades y acciones que se realicen. Esta tarea requiere de un
intenso trabajo de deconstrucción por parte de las personas adultas en relación a sus
propios atravesamientos adultocéntricos. Es por ello que se requiere que quienes
acompañan destinen un espacio de encuentro de una frecuencia de, como mínimo, igual a
la que tienen los espacios de encuentro con adolescentes, a fin de planificar, evaluar y
analizar las propuestas surgidas por el grupo.

Frecuencia de los encuentros


Con el objetivo de sostener una periodicidad efectiva con quienes participan del
espacio se sugiere realizar encuentros semanales con un máximo de duración de dos
horas.
Dado que la propuesta se enmarca en el espíritu de los consejos de niños y niñas
que se proponen en el marco de las Ciudades de Niños y Niñas, al igual que éstas, se
buscará realizar reuniones periódicas, de frecuencia mensual con personas que ocupan
lugares de toma de decisión, por ejemplo, Intendente municipal, Precidente del Consejo
Deliberante, Defensoría de los Derechos del Niño, Niña y Adolescete, Etc.

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