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CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE TUNGURAHUA

PRIMERA SALA DE LO CIVIL, MERCANTIL, INQUILINATO, MATERIAS RESIDUALES, LABORAL,


NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

SENTENCIA / JUICIO NO. 303-2013

VISTOS: (JUICIO NO. 303-2013).- En el juicio especial por acción de protección, iniciado por
GILBERTO NEPTALÍ CARVAJAL CARVAJAL en su calidad de padre y representante legal de su hijo
Danny Isaac Carvajal Gavilánez en contra del licenciado Edgar Castellanos Real, RECTOR del
INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR “BOLÍVAR”; y, los miembros de la COMISIÓN DE
DISCIPLINA del mencionado instituto: doctora Susana Ortega Solís, licenciada Paulina de la
Torre, licenciado Roberto Robalino y doctor Armando Proaño, como Presidenta, Secretaria y
miembros de la Comisión, respectivamente, se dicta la presente sentencia:
I ANTECEDENTES Y OBJETO DE LA RESOLUCIÓN EN SEGUNDA INSTANCIA.-
1.- A fojas 04 a 08 del cuaderno de primera instancia, comparece la parte accionante y
adjuntando los documentos de fojas 1 a 03, manifiesta:
1.1.- Que el acto de autoridad impugnado es la resolución adoptada a través del oficio N. 213-
R de 17 de abril del 2013, suscrito por el rector del Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”, Lic.
Msc. Edgar Castellanos Real, el que se dice basar en el informe de la Comisión de Disciplina
contenido en el Oficio N.- ITSB-VICER-2013-102-M, de fecha 16 de abril del 2013, suscrito por
la doctora Susana Ortega, Presidenta de la Comisión; y, los señores licenciado Roberto
Robalino y doctor Armando Proaño, integrantes de la comisión; resolución mediante la cual se
resolvió la suspensión temporal de asistencia a la institución educativa de su hijo y afectado
Danny Isaac Carvajal Gavilánez.
1.2.- Que en dicha decisión se inobservó normas constitucionales de protección a los derechos
a la defensa, al debido proceso, a la seguridad jurídica, lo que además ha generado la
vulneración del derecho a tener una educación permanente de su hijo, estudiante del Décimo
Año de Nivel Básico, Paralelo Sexto, del Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”, quien durante
toda su vida estudiantil se ha caracterizado por su buena conducta y aprovechamiento
académico, derecho que indudablemente debe ser protegido por el Estado.
1.3.-. Que luego de un confuso incidente sucedido entre su hijo y el estudiante Kevin Vinueza
López, también de décimo año, el día viernes 05 de abril del 2013, las autoridades del plantel
solicitaron a la Comisión de Disciplina que investigue y realice un informe sobre este
acontecimiento. Agrega que dicho informe consta contenido en el Oficio N.- ITSB-VICER-2013-
102-M, de fecha 16 de abril del 2013, suscrito por la Dra. Susana Ortega, Presidenta de la
Comisión; y, los señores Lic. Roberto Robalino y Dr. Armando Proaño, integrantes de la
comisión; el que a simple vista refleja la escueta investigación que se realizó, y no cuenta con
un análisis pormenorizado de los hechos; y, principalmente, no contó con la presencia de su
hijo, vulnerando su derecho a la defensa, a la contradicción y a la prueba; y en donde
finalmente, concluye manifestando lo siguiente: “TERCERO: La comisión sugiere aplicar al
estudiante Carvajal Gavilánez Danny Isaac, el Art. 331, numeral 2 del Reglamento General a la
Ley Orgánica de Educación Intercultural.”

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1.4.- Que el informe de la comisión de disciplina antes mencionado, constituye una evidente
vulneración a los derechos constitucionales de su hijo, por no haberle permitido tener un
debido proceso en donde se garantice su derecho a la defensa y una tutela constitucional
efectiva, agrega que el rector de la Institución acoge dicho informe y pese a ser quien debía
aplicar la sanción correspondiente, en el supuesto no consentido de que el caso lo hubiere
ameritado, con su Oficio N.- 0213-R, de fecha Ambato 17 de abril del 2013, simplemente se
limita a manifestar lo siguiente: “Dando cumplimiento a lo estipulado en el Art. 76 de la
Constitución de la República del Ecuador, que asegura el derecho al debido proceso, me
permito poner en su conocimiento la resolución de la comisión de disciplina por el incidente
suscitado con su representado en días anteriores, que dice aplicar al estudiante Carvajal
Gavilánez Danny Isaac, el Art. 331, numeral 2 del Reglamento General a la Ley Orgánica de
Educación Intercultural.” … “Suspensión temporal de asistencia a la institución educativa por
un máximo de 15 días”.
1.5.- Que tanto el informe de la comisión de disciplina (Oficio No. ITSB-VICER-2013-102-M),
como el Oficio del rector del plantel educativo (Oficio No. 0213-R), carecen de motivación,
conforme lo establece el Art. 76, numeral 7, literal l de la Constitución, sin que se lo pueda
considerar ni al uno ni al otro como una resolución, pues ninguno contiene las características
propias de un acto administrativo con carácter resolutorio; no obstante, es indudable que su
aplicación sí ocasiona un daño grave e irreparable a su hijo al violentar su derecho a la defensa
y finalmente a su derecho a recibir una educación permanente. Advierte también la parte
accionante, la evidente confusión y contradicción que existe entre la comisión de disciplina y el
rector de la institución educativa, pues mientras la comisión expresamente reconoce que su
Oficio N.- ITSB-VICER-2013-102-M, es un informe en donde simplemente “Sugieren a la
máxima autoridad de la institución educativa la aplicación de una pena”, el rector considera y
califica a dicho informe como “La resolución de la comisión de disciplina”, cuando dicha
comisión carece de potestad sancionadora o ius puniendi, lo que estima ha provocado
angustia en la defensa del afectado, ya que le corresponde al rector la aplicación de las
sanciones en el supuesto no consentido que hubiere a lugar, tal como lo establece el Art. 331,
numeral 2 del Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural que transcribe.
1.6.- Que tampoco se ha determinado cual es la sanción que proporcionalmente corresponda,
en el supuesto no consentido que fuere el caso, pues simplemente se limitaron a transcribir la
norma, la misma que exclusivamente establece el límite máximo de la sanción permitida; por
lo que lo contenido tanto en el informe de la comisión como en el oficio del Rector, no pueden
considerarse como una pena o sanción aplicable; error que estima, persiste cuando el mismo
rector de la entidad educativa, ratifica la supuesta resolución de la comisión de disciplina,
mediante el oficio N.- 240-R, de fecha 29 de abril del 2013. Menciona, que para que un acto de
autoridad pública se convierta en ilegítimo, no basta solamente que el mismo haya sido
emitido por una autoridad que no sea competente para emitirla, o que la misma haya
excedido los límites de esa competencia, sino que es suficiente con que el acto de autoridad
pública vulnere o inobserve los derechos subjetivos de los administrados, puesto aun siendo
que el acto provenga de una autoridad competente para realizar o emitir determinados actos
administrativos, si ese acto inobserva principios fundamentales de derecho constitucional y
afecta los derechos subjetivos de los ciudadanos, es un acto esencialmente ilegítimo, por lo
que se convierte en un acto materia de ser impugnado mediante acción de protección.

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1.7.- Que la sanción ilegítimamente impuesta a su hijo por el rector del Instituto Tecnológico
Superior “Bolívar”, en base al informe de la Comisión de Disciplina, es la causa de la inminente
violación a los derechos de protección, tales como: tutela efectiva por cuanto jamás se contó
con su presencia, se le haya permitido contar con un abogado ni se ha establecido la sanción
concreta y aplicable al caso particular; debido proceso y defensa, para lo cual se pregunta, ¿En
qué momento la Comisión de Disciplina le permitió a DANNY ISAAC CARVAJAL GAVILANES
defenderse?, ¿Cuándo la Comisión escuchó la versión de los hechos por parte de DANNY ISAAC
CARVAJAL GAVILENEZ?, ¿Puede considerarse debidamente motivado el Informe de la Comisión
de Disciplina, así como oficio No. 0213-R de 17 de abril del 2013…?”; seguridad jurídica, al ser
el rector la autoridad competente para la aplicación de una sanción, quien se limitó a poner en
conocimiento el informe de la Comisión, que inobservó las garantías básicas del debido
proceso y que no tiene el carácter de vinculante; y, derecho a la educación.
1.8.- Que al amparo de lo dispuesto en los artículos 86 y 87 de la Constitución de la República,
solicita como medidas cautelares urgentes la suspensión de los efectos de los oficios referidos
y que se disponga el libre ingreso de su hijo a las instalaciones del plantel educativo a fin de
que sin ningún tipo de discriminación pueda continuar asistiendo y recibiendo con normalidad
clases con el resto de sus compañeros de año y paralelo.
1.9.- Finalmente solicita que en sentencia se impida que se concrete la vulneración de los
derechos constitucionales de su hijo y se reconozca que los actos impugnados vulneran los
derechos constitucionales que se han detallado, se garantice el derecho de su hijo a continuar
estudiando permanente e ininterrumpidamente en el Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”,
se declare la nulidad de estos actos, y se restituyan los derechos vulnerados
1.10.- Que el lugar en que debe hacerse conocer a la parte accionada de la demanda, así como
a la Procuraduría General del Estado, institución con la que pide que se cuente, son lo que
determina en su libelo, en el cual detalla además los documentos que como prueba adjunta.
2.- Luego de calificada, aceptada a trámite la acción (fs. 13 del cuaderno de primera instancia)
y una vez que se citó a la parte accionada (fs. 14 a 15) así como al delegado del Procurador
General del Estado, con la demanda presentada (fs. 23), tiene lugar la audiencia de ley (fojas
60 a 67vta.), a la que no comparece la Procuraduría General de Estado, y en la que la parte
accionante reitera lo concretado en su demanda, mientras que la parte accionada menciona:
2.1.- Que el legitimado activo pretende justificar un hecho evidente y una agresión física
ocasionada por el adolescente Danny Isaac Carvajal Gavilanes en contra del estudiante Kevin
Sebastián Vinueza López, aduciendo que se han violado normas constitucionales, por lo que,
luego de citar el artículo 84 de la Constitución de la República del Ecuador, menciona que al
efectuar la sanción se encuentran basados tanto en la Constitución, ley Orgánica de Educación
Intercultural y del Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural.
2.2.- Que se pretende que se deje sin efecto una sanción, desnaturalizando el sentido de la
Constitución, y si bien es cierto que se protege a todo ser humano, y fundamentalmente a los
adolescentes, en el presente caso se debe proteger a la víctima de una agresión que fue
también un adolescente, conforme lo determina el artículo 35 de la citada Constitución y 11.3
que prescribe que “Los derechos serán de directa e inmediata aplicación”; pero condicionado a
los requisitos que establezcan la Constitución o la ley, y que no se debe asimilar la eficacia
directa de los derechos constitucionales como una cualidad que crea la especie distinta de
derechos fundamentales, pues éstos han de concebirse siempre integrados por el conjunto de

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las vías y remedios procesales que pre-existen, acompañan y siguen a la entrada en vigor de las
normas constitucionales, limitadas a estos efectos; aclara que la actualización del derecho
fundamental requiere de una mediación legal, por más que de ordinario tal mediación sea solo
de orden lógico, no cronológico.
2.3.- Que la Comisión siguió el debido proceso y la normativa prevista en el Código de
Convivencia que se establece para el ITS Bolívar, ha realizado una exhaustiva investigación, y
ha dado el legítimo derecho a la defensa a los señores padres.
2.4.- Que conforme lo determina el artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, la acción propuesta incurre en lo prescrito en los numerales 1 y 3,
pues estima la parte accionada, que es probada y justificada la infracción al adolescente Kevin
Sebastian Vinueza Lopez, conforme se desprende del certificado médico otorgado por el IESS,
en el mismo que manifiesta que “El Niño Vinueza Lopez Kevin Sebastian estuvo hospitalizado
en el servicio de pediatría de esta unidad de salud, desde el viernes 5 de abril del 2013 DG de
ingreso de traumatismo superficial de la cabeza, (S003)+DEFORMIDAD DE NARIZ (M950) hasta
el día viernes 12 de Abril don DG de egreso de Fractura de huesos del cráneo y de la cara
(S020) necesitando reposo por 18 días”.
2.5.- Que todas las personas, autoridades e instituciones están sujetas a la Constitución,
conforme así lo establece el artículo 426 de la Constitución de la República del Ecuador, y en
tal consideración la Comisión y el Rector del Instituto Tecnológico Superior Bolívar luego de
realizar una investigación prolija del caso han considerado que el adolescente Danny Isaac
Carvajal Gavilanes ha incurrido en lo que establece el Art. 134 de la Ley Orgánica de Educación
Intercultural, así como también se adecua su conducta al Art. 330 numeral 2 inciso segundo
del Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural, razón por la cual, se
encuentra legalmente motivada ya que se cita normas constitucionales como es el Art. 76 de la
Constitución de la República del Ecuador, el Art. 134 de la Ley Orgánica de Educación
Intercultural, el Art. 330, numeral 2 inciso 2 del Reglamento a la Ley Orgánica de Educación
Intercultural y el Art. 331 de la referida norma legal. Concomitantemente, por lo que
manifiesta que la aplicación de la Ley efectuada por el señor Rector es un acto legítimo, la que
es razonada y sin ninguna violación de derechos destinada a ser mantenida con ciertos
fundamentos en razones jurídicas objetivas
2.6.- Que la demanda no reúne los requisitos puntualizados en el artículo 40 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, por lo tanto la impugna en todas y cada
una de sus partes; y, alega falta de objeto lícito, falta de legítimo contradictor, ilegitimidad de
personería, e improcedencia de la acción conforme lo determina el Art. 42 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
2.7.- Que basado en el Art. 16 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional solicita que se evacue la prueba que detalla en la audiencia, de las cuales indica
que se deduce que no existe ninguna vulneración de derechos, y que al contrario permiten
concluir que la ahora parte accionante ha tenido la suficiente oportunidad para ejercer su
legítimo derecho a la defensa y que en este caso hay inexistencia del acto administrativo.
3.- El doctor Oscar Villacrés Juez Primero de lo Civil de Tungurahua, a fojas 68 a 70vta., dicta
sentencia en la que resuelve rechazar la acción presentada por considerar que no existe
justificada vulneración de derechos ni se ha justificado la inexistencia de otro mecanismo de
defensa judicial adecuado y eficaz para proteger el derecho violado. Sobre la resolución

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dictada, la parte accionante interpone dentro del término legal, recurso de apelación (fs. 72 a
73), el que por concedido (fs. 74vta.) ha permitido conocer a esta Sala la causa, previo sorteo
de ley constante a fojas 1 del cuaderno de segunda instancia, por lo que se ha recibido el
proceso y se ha dispuesto que se notifique a las partes con autos en relación (fojas 2).
4.- De lo expuesto se tiene que el problema jurídico a resolver por este Tribunal de
apelaciones, es determinar si la parte accionada con el oficio No. 213-R de 17 de abril del 2013,
suscrito por el rector del Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”, Lic. Msc. Edgar Castellanos
Real, y el informe de la “Comisión de Disciplina” contenido en el Oficio No. ITSB-VICER-2013-
102-M, de fecha 16 de abril del 2013, suscrito por la doctora Susana Ortega, Presidenta de la
Comisión; y, los señores licenciado Roberto Robalino y doctor Armando Proaño, integrantes de
la aquella, ha vulnerado los derechos constitucionales de tutela efectiva; debido proceso y
respecto de éste el derecho a la defensa, a ser escuchado y motivación; seguridad jurídica; y,
derecho a la educación del accionante.
II PRESUPUESTOS PROCESALES.-
5.- Avoca conocimiento de esta causa el doctor Pablo Vaca Acosta, en calidad de Juez
Provincial titular, por lo que el Tribunal se encuentra debidamente integrado por quienes se
encuentran investidos de jurisdicción en forma constitucional y legal, el que es competente
para conocer y resolver de la presente causa conforme los artículos 208.1 del Código Orgánico
de la Función Judicial y 24 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccional y Control
Constitucional, apreciándose además que en la tramitación de la causa se han cumplido con las
garantías básicas que aseguran el derecho al debido proceso, señaladas por el Artículo 76 de la
Constitución de la República del Ecuador.
III ANÁLISIS DE LA PRUEBA Y HECHOS RELEVANTES.-
6.- De conformidad con el artículo 115 de la Codificación del Código de Procedimiento Civil,
norma supletoria en la materia, en virtud de la Disposición Final de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccional y Control Constitucional, es obligación de los juzgadores expresar en la
resolución la valoración de todas las pruebas producidas en el proceso, empero conforme el
artículo 17.3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales, norma jerárquicamente superior,
en observancia del artículo 425 de la Constitución de la República del Ecuador, este Tribunal
tiene la obligación legal orgánica de hacer relación únicamente de los hechos probados que
sean relevantes para la resolución, actuaciones probatorias que además, acorde con el
principio de verdad procesal, contemplado en el artículo 27 del Código Orgánico de la Función
Judicial, que ordena que las juezas y jueces resolverán únicamente atendiendo a los elementos
aportados por las partes, generan una dependencia directa de los infrascritos respecto de la
información introducida al proceso por los sujetos del mismo, y que a su vez origina
responsabilidades legales en aquellos, en caso de que se cambie artificialmente el estado de
las cosas, lugares o personas a fin de inducir a engaño al juez, conforme nuestra legislación
punitiva vigente. Por lo tanto, acorde con la información existente en el proceso, se aprecia:
6.1.- Que el Licenciado Edgar Castellanos Real, Rector del Instituto Tecnológico Superior
“Bolívar” mediante oficio No. 0213-R de 17 de abril de 2013, dirigido a NELLY GAVILANES
BARRAGÁN, como representante del estudiante Danny Carvajal Gavilanez, alumno del décimo
año de educación básica, paralelo sexto, hace saber: “Dando cumplimiento a lo estipulado en
el Art. 76 de la Constitución de la República del Ecuador, que asegura el derecho al debido
proceso, me permito poner en su conocimiento la resolución de la comisión de disciplina por el

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incidente suscitado con su representado en días anteriores, que dice, aplicar al estudiante
Carvajal Gavilánez Danny Isaac, el Art. 331, numeral 2 del Reglamento General a la Ley
Orgánica de Educación Intercultural <… suspensión temporal de asistencia a la institución
educativa por un máximo de quince (15) días…>.”; documento al que se indica que se anexa
fotocopia de la resolución mencionada. (fojas 3 y 25 del cuaderno de primera instancia).
6.2.- Que el Licenciado Edgar Castellanos Real, Rector del Instituto Tecnológico Superior
“Bolívar”, mediante oficio No. 0240-R de 29 de abril de 2013, dirigido a NELLY GAVILANES
BARRAGÁN, como representante del estudiante Danny Carvajal Gavilanez, alumno del décimo
año de educación básica, paralelo sexto, hace saber: “En vista de que no ha presentado
apelación a la notificación que se le hiciera con oficio No. Oficio-0213-R de fecha 17 de abril del
2013, me permito indicarle que se ratifica, a partir de la presente fecha, la resolución de la
Comisión de Disciplina, por le incidente suscitado con su representado, en días anteriores, que
dice, aplicar al estudiante Carvajal Gavilanes Danny Isaac, el Artículo 331, numeral 2, del
Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural <… suspensión temporal de
asistencia a la institución educativa por un máximo de quince (15) días, durante los cuales el
estudiante deberá cumplir con actividades educativas dirigidas por la institución educativa y
con seguimiento por parte de los representantes legales…>”; documento al que se indica que
se anexa fotocopia de la resolución mencionada. (foja 4 del cuaderno de primera instancia).
6.3.- Que mediante “OF.NRO.ITSB-VICER-2013-102-M” de fecha 16 de abril del 2013, la
doctora Susana Ortega S., Presidenta de la Comisión Institucional de Resolución de Conflictos,
la licenciada Paulina De la Torre, Secretaria de la Comisión, el licenciado Roberto Robalino y el
doctor Armando Proaño, como integrantes de la misma Comisión, dan a conocer al Licenciado
Edgar Castellanos Real, Rector del Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”: “… que el
estudiante Vinueza López Kevin Sebastián ha sido agredido físicamente por el estudiante
Carvajal Gavilanes Danny Isaac del décimo año, sexto paralelo siendo testigo del hecho el
estudiante Jácome Lara Edison Ariel del décimo año, séptimo paralelo…”, por lo que “… sugiere
aplicar al estudiante Carvajal Gavilanes Danny Isaac el Artículo 331, numeral 2, del Reglamento
General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural…”. (fojas 26 y 48 del cuaderno de primera
instancia).
6.4.- Que mediante “OFICIO NRO.ITSB.VICER-2013-071” de fecha 10 de abril del 2013, la
doctora Susana Ortega, Vicerrectora encargada del Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”,
da a conocer al Licenciado Edgar Castellanos Real, Rector del mentado Instituto que: “… El día
Lunes 08 de abril del presente año, acude a mi oficina el Señor Padre de Familia del estudiante
Vinueza López Kevin Sebastián (…) para referirme que su hijo se encuentra en el hospital del
IESS de nuestra ciudad por haber sufrido una agresión el día viernes 05 de abril a la hora de
salida de la Institución (…) Convoque inmediatamente al Docente Tutor del mencionado
paralelo, Lic. Pedro Armas (…) Acude el estudiante Danny Carvajal, la Lic. Inés Núñez en calidad
de docente Tutor (…) Convoque a los padres de Familia de Danny Isaac Carvajal Gavilánez,
estudiante del décimo año, sexto paralelo de la sección matutina, a quienes les informé sobre
el particular y el proceso pertinente que el caso amerita (…) Propicié un diálogo entre los
Padres de Familia, teniendo presente que las autoridades debemos ser la primera instancia
para la solución de conflictos. Solución que no se logró…”. (fojas 39 y 40 del cuaderno de
primera instancia).

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6.5.- Que mediante “MEMORANDO N. ITSB-DOBE-2013-087-M” de fecha 11 de abril del 2013,
el Psicólogo – Orientador, Cristian Maiquez, da a conocer al Licenciado Edgar Castellanos Real,
rector del Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”: “… Procedí a entrevistarme con el alumno
Carvajal Gavilanes Danny el cual manifiesta: <que el día viernes a las 12:50 estaba transitando
por el pasillo del bloque de Décimos Años y al empezar a bajar las gradas sintió que alguien se
le vino encima a lo que respondió alzando la mano y codo hacia atrás, sintió que pego algo con
la mano pero no regreso a ver y se fue a dar una prueba pendiente de matemáticas> (…) En la
entrevista con el alumno JACOME LARA EDISON ARIEL, quien acompañaba a Kevin Vinueza el
manifiesta que: <en la aglomeración al bajar la grada, a Kevin Vinueza y a él, los alumnos que
venían de atrás se fueron encima y les empujaron; Kevin Vinueza se apoyo sobre el alumno
Danny Carvajal, este por quitarlo de encima se dio la vuelta y le pego un solo golpe de puño de
frente en la cara y se fue; a esa hora ingresaban los alumnos de la sección Vespertina por la
puerta del lado de la calle Lalama...>…” (fojas 41 y 42 del cuaderno de primera instancia).
IV ARGUMENTACIÓN JURÍDICA: REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN.-
7.- Conforme al artículo 88 de la Constitución de la República del Ecuador, desarrollado tam-
bién en el artículo 40 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccional y Control Constitucional, la
acción de protección se podrá presentar cuando concurran los siguientes requisitos: 1. Viola-
ción de un derecho constitucional; 2. Acción u omisión de autoridad pública no judicial o de un
particular de conformidad con el artículo 41, o existencia de políticas públicas que supongan la
privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales, o acción u omisión que proceda
de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si presta servicios
públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra
en estado de subordinación, indefensión o discriminación; y, 3. Inexistencia de otro mecanismo
de defensa judicial adecuado y eficaz para proteger el derecho violado, por lo que corresponde
analizar la presencia concurrente o simultánea de aquellos en la especie.
8.- VIOLACIÓN DE UN DERECHO CONSTITUCIONAL: Conforme los hechos establecidos en los
numerales 6.1 a 6.3 de esta sentencia, se tiene que la parte accionada ha dictado varios actos
en el ejercicio de sus funciones como entidad integrante del sector público conforme a los
artículos 225.3 y 345 de la Constitución de la República del Ecuador, por lo que está llamada
además a ejercer solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la
Constitución y la ley conforme el artículo 226 eiusdem. Analizando los actos impugnados desde
el punto de vista de la estricta constitucionalidad, y teniendo presente la estructura que como
actos jurídicos deben contener en armonía con los principios constitucionales, en relación con
la vulneración de la garantía básica de la motivación que contempla el artículo 76.7 letra l de la
Constitución de la República del Ecuador, se aprecia que las decisiones dadas a conocer a la
parte accionante no se hallan motivadas pues no se mencionada en tales actos los hechos que
se están juzgando o sancionando, sino tan solo hace referencia a un informe, que por su
naturaleza y atendiendo al sentido natural y obvio del término, únicamente es la “Descripción,
oral o escrita, de las características y circunstancias de un suceso o asunto” (Dicccionario de la
Real Academia de la Lengua Española) así como transcribe parte de una disposición legal, sin
que tampoco se establezca la explicación de pertinencia de ésta a aquellos como exige el
citado precepto constitucional. En efecto cada uno de los oficios referidos en los numerales 6.1
y 6.2, únicamente hacen expresa mención al documento analizado en el numeral 6.3, de lo que
se puede concluir que las decisiones adoptadas no son congruentes, inequívocas, no

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contradictorias, ni derivadas de hechos precisos expuestos en los mismos actos de decisión, ni
permite conocer los motivos y conclusiones fácticas que han determinado la aplicación del
derecho que citan al hijo del accionante; el que ambos actos se refieran a un informe aunque
se lo califique de resolución, al evidenciarse expresamente en su contenido tan solo que se
sugiere la aplicación de una norma legal, no significa que aquellos actos de la autoridad de
plantel educativo, estén debidamente motivados, pues era obligación de la máxima autoridad
del establecimiento educativo el referirse expresamente a aquel informe y aceptar o negar su
sugerencia y en el caso de que haga suyas las sugerencias de la Comisión, determinar los
motivos que le conducen a imponer el máximo de la sanción de suspensión; “… el artículo 76
numeral 7 literal l de la Constitución, establece el derecho de las personas a recibir
resoluciones debidamente motivadas.- (…) La existencia de la institución tiene una larga
historia y su fundamento básico es la actitud de las personas de combatir la tiranía y la
arbitrariedad, que era práctica común en los gobiernos absolutistas como las monarquías. (…)
La motivación debe entenderse como un derecho y una obligación. Como derecho, el que tiene
todo litigante en un procedimiento a exigir que la autoridad judicial o administrativa emita una
sentencia o resolución debidamente fundamentada. Como obligación, la que lleva sobre su
facultad la autoridad encargada de dilucidar una contienda de cualquier naturaleza,
expresando razones para decidir en los términos que lo hace. Con estos antecedentes, puede
decirse que la motivación es una parte del debido proceso, mediante la cual la autoridad
pública -judicial o administrativa- para efectos de decidir un pleito, realiza la operación mental
o argumentación jurídico-racional que le permite confrontar los hechos puestos en su
conocimiento -los antecedentes- con las normas y principios jurídicos aplicables al caso,
actividad de la cual obtendrá una conclusión o resolución final. (…) en el evento de que no
haya motivación la sentencia o resolución es nula” (CORTE CONSTITUCIONAL, SENTENCIA N.°
119-12-SEP-CC, CASO N.° 0083-10-EP); concluyéndose por tanto, en la especie, que los actos
que señala la parte accionante como vulneradores de sus derechos constitucionales no
efectúan una operación racional que confronte los hechos y preceptos jurídicos que le son
aplicables, y que por tanto no da la oportunidad a aquella parte procesal de conocer los
motivos por los cuales se ha impuesto la máxima sanción que contempla la norma legal que
cita el Rector de la Institución educativa.
9.- La motivación jurídica, acorde con el artículo 76.7 letra l de la actual Constitución de la
República del Ecuador, es un requisito esencial de todas las resoluciones de los poderes
públicos que comprende: a) La enunciación de los antecedentes de hecho o presupuestos
fácticos determinados por las partes y sobre los cuales se debe decidir; b) la enunciación de las
normas o principios jurídicos en que se funda la decisión y que se aplican sobre los hechos
preestablecidos; y, c) la explicación de pertinencia de la aplicación de los preceptos jurídicos a
los antecedentes de hecho, es decir, el desarrollo del por qué un determinado precepto
jurídico es consecuencia jurídica directa y necesaria de un determinado antecedente de hecho;
motivación que debe ser expresa, clara, completa, legítima y lógica, pues se debe observar las
reglas de recto entendimiento humano, que presiden la elaboración racional de los
pensamientos; y, que se puede además afectar no solo por la falta de uno o más de los
elementos señalados, sino por la existencia evidente de conclusiones arbitrarias o absurdas,
por resolver en contra de ley expresa o en contra de los principios de la lógica jurídica,
respectivamente. De lo expuesto se concluye que los vicios en la motivación, se dan cuando se

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ha omitido total o parcialmente la enunciación de los antecedentes de hecho objeto de
decisión, las normas o principios jurídicos en que se fundamenta la decisión o la explicación de
pertinencia de éstos a los antecedentes de hecho, así como cuando hay una fundamentación
arbitraria o absurda; pero todos estos vicios, deben detectarse y aparecer del análisis del acto
jurídico procesal escrito, autónomo e independiente, en su sentido y estructura formal, sin
confrontación alguna con el proceso o normas jurídicas no citadas, excepción hecha de los
vicios originados en conclusiones arbitrarias o absurdas, los cuales por su esencia, deberán
fundamentarse expresamente en las inconsistencias lógico jurídicas de sus conclusiones, para
lo cual, por excepción, será permitido revisar liminarmente las piezas procesales específicas
que identificadas por el recurrente, sustenten el argumento de proceder arbitrario o absurdo;
es decir, la falta de motivación por regla general, surge del análisis exclusivo del acto jurídico y
no del proceso, sus pruebas ni de los argumentos de las partes; si no existiesen uno o más de
los elementos señalados, o si se apreciare conclusiones arbitrarias o absurdas, se entiende no
existir motivación, lo que acarrea la nulidad de la respectiva resolución. En la especie, el cargo
de falta de motivación se subsume en los presupuestos establecidos por la norma
constitucional, pues no se ha enunciado los hechos que se están sancionando o que sirven de
antecedente, ni los motivos de porqué se aplicó la máxima sanción de la norma legal que se
cita (Art. 331 numeral 2 del Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural)
así como los elementos fácticos que conducen a la aplicación de dicha norma, además desde el
punto de vista de la estructura lógica jurídica, la motivación es contradictoria, pues la máxima
autoridad del plantel da a entender con sus oficios bajo análisis, que la “resolución” ha sido
tomada por la Comisión, cuando lo que ha hecho esta es tan solo sugerir la aplicación de una
norma legal, cuya potestad sancionadora le corresponde a dicha autoridad administrativa; por
lo que, aún en el caso de que fuera aceptable el criterio de que el Rector del colegio tan solo
está aplicando una resolución de la Comisión, esto significaría sanción por autoridad
incompetente y por tanto vulneración del artículo 76.3 de la Constitución de la República del
Ecuador, lo que también es jurídica y constitucionalmente reprochable. En este punto es
preciso señalar, que las argumentaciones alrededor de si los actos referidos, reúnen o no las
características de actos administrativos o sean existentes a la luz de los principios de la justicia
administrativa, no es asunto que corresponda conocer a este Tribunal, ni tampoco puede esta
Sala, analizar la conducta del hijo de la parte accionante, las infracciones cometidas, su
responsabilidad o circunstancias, lo que entra en el ámbito de la mera legalidad que deberá ser
conocido y resuelto en debida forma por las autoridades competentes y con observancia del
trámite propio del respectivo procedimiento.
10.- En relación con la alegación de vulneración de los derechos de tutela efectiva y debido
proceso, se debe empezar por señalar que “…el debido proceso, garantizado por el artículo 76
de la Constitución, ha sido comprendido por la Corte – Constitucional – como: <el conjunto de
garantías con las cuales se pretende que el desarrollo de las actividades en el ámbito judicial o
administrativo se sujete a reglas mínimas, con el fin de proteger los derechos garantizados por
la Carta Suprema, constituyéndose el debido proceso en un límite a la actuación discrecional
de los jueces. Por tanto, no es sino aquel proceso que cumple con las garantías básicas
establecidas en la Constitución, y que hace efectivo el derecho de las personas a obtener una
resolución de fondo, basada en derecho. La Corte conceptúa que la tutela judicial efectiva
garantizada por el artículo 75 de la Constitución de la República, es un derecho que consagra la

9
Constitución, orientado a garantizar que los derechos de las personas encuentren un cauce
adecuado para su realización y siendo los procesos judiciales las vías idóneas para su
restablecimiento, este derecho tiene varios elementos; así, ha dicho la Corte: <El derecho a la
tutela judicial efectiva comporta tres momentos: el consagrado procesalmente como derecho
de petición, es decir, el acceso a los órganos jurisdiccionales; la actitud diligente del juez en un
proceso ya iniciado, y el rol del juez una vez dictada la resolución, tanto en la ejecución como
en la plena efectividad de los pronunciamientos>. En efecto, no solo la garantía de poder
acudir a los jueces, sin restricciones, para hacer valer los derechos de las personas, hace parte
de la tutela judicial efectiva, sino que es necesario que el juez cumpla un papel comprometido
con la justicia y equidad en el proceso en la expedición del fallo y en su ejecución, y además
una disposición a atender con celeridad y premura los casos sometidos a su conocimiento y
decisión.” (Corte Constitucional Para el Período de Transición, Sentencia No. 229-12-SEP-CC,
Caso No. 0926-11-EP). En el presente caso, no se ha negado al accionante el acceso a los
órganos jurisdiccionales, y al contrario este Tribunal está analizando el fondo de su demanda,
sin quedarse en el nihilista estudio de las simples formas, por lo que no cabe alegar violación
de la tutela judicial efectiva. Por otro lado, el principio consagrado en el artículo 75 de la
Constitución, claramente y del solo texto constitucional da cuenta de la observancia de aquel
supremo principio en tratándose de procesos judiciales, pues este deber ha sido impuesto por
la norma suprema para jueces y juezas, tal y como lo ha desarrollado la Corte Constitucional,
máximo órgano de interpretación constitucional conforme el artículo 429 de la Constitución de
la República del Ecuador.
11.- En lo que tiene que ver con el derecho a la defensa y a ser escuchado, se tiene que en
ninguno de los documentos analizados en el ordinal anterior de este fallo, se ha dejado
constancia de que se haya dado oportunidad a la parte accionante de ejercer su derecho a la
defensa, ni que se haya cumplido con el Código de Convivencia que debe tener la institución
educativa, el que ni siquiera ha sido agregado al proceso, por lo que tampoco se puede
observar en el proceso que se le ha permitido a la parte accionante el contar con el tiempo y
los medios adecuados para la preparación de su defensa, o que haya sido escuchado en el
momento oportuno y en igualdad de condiciones o que haya accedido a todos los informes y
actuaciones generados dentro del procedimiento iniciado, ni que se le haya dado la
oportunidad de presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos de los que se
crea asistida y replicar los argumentos de las otras partes; ni que haya contado con una
defensa técnica por abogado privado o conferido por el Estado; o de presentar pruebas y
contradecir las que se han presentado en su contra, más aún cuando, como se aprecia del
numeral 6.5, existen versiones que no son uniformes y que han sido tomadas en momento
diferente sin contradicción constitucional sobre ellas y que se ha interrogado al adolescente
sobre lo sucedido sin que se haga mención alguna de si estuvo en tal interrogatorio asesorado
de un abogado defensor, garantías que el artículo 76 de la Constitución de la República del
Ecuador, exige que deben ser observadas en todo proceso en el que se determinen derechos y
obligaciones de cualquier orden y que incluso, el artículo 136 de la Ley Orgánica de Educación
Intercultural, es tajante en señalar que deben ser observadas en todo proceso disciplinario o
sancionatorio iniciado al amparo de dicha ley orgánica; violaciones que incluso deben ser
declaradas de oficio por este Tribunal en observancia de los artículos 11.3 de la Constitución

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de la República del Ecuador, 4.13 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional y 140 del Código Orgánico de la Función Judicial.
12.- ACCIÓN U OMISIÓN DE AUTORIDAD PÚBLICA: Por lo dicho los actos jurídicos referidos en
los numerales 6.1 y 6.2 de esta sentencia carecen de motivación, y surgen de un proceso que
ha omitido el aplicar las garantías básicas del debido proceso y la defensa que han quedado
determinadas ut supra, y por tales omisiones y acciones, carecen de validez constitucional, por
las vulneraciones anotadas en líneas precedentes. “Al operador del derecho – y autoridades
administrativas – , en su condición de administrador de las normas, se le confía la función de
proteger y hacer respetar los derechos dentro de los lineamientos de organización de la
estructura social, que conforman. La sumisión al mandato de las leyes hace que la decisión -
logre - la eficacia del derecho, prescindiendo de cualquier intromisión personal o subjetiva. La
plena objetividad en el tratamiento de los problemas, requerimientos y la decisión, vincula al
juez – y autoridad administrativa – al derecho vigente. De esta manera se evidencia que la
construcción de la decisión responde al establecimiento de premisas que en correspondencia
con las formulaciones de carácter normativo, derivan en razonamientos jurídicos que
concluyen en la ya mencionada decisión judicial – o administrativa –. En aplicación de esta
garantía que forma parte del debido proceso, los jueces – y autoridades administrativas –, al
resolver las causas sometidas a su conocimiento, en cualquier materia, deben observar la
normativa constitucional u ordinaria aplicable al caso, a fin de garantizar el cumplimiento de
las normas y derechos de las partes.” (CORTE CONSTITUCIONAL, SENTENCIA N.° 070-12-SEP-
CR, CASO N.° 0874-11-EP).-
13.- Por lo tanto, al no existir actos debidamente motivados, y al no haber observado las
garantías básicas del debido proceso, se está omitiendo por parte de la autoridad pública
accionada, el acatar los artículos 76.1. y 76.7.letra l) de la Constitución de la República del
Ecuador, pues como se analizó, no se está garantizando el cumplimiento de las normas y los
derechos de las partes, ni se está emitiendo actos debidamente motivados, que puedan
producir efectos jurídicos individuales de forma directa y eficaz. Es preciso aclarar que la falta
de motivación, así como las vulneraciones al debido proceso y derecho a la defensa, antes
detectadas, y que deben ser reparadas en esta sentencia constitucional, dada la competencia y
facultades de los infrascritos Juaza y Jueces constitucionales, no puede ser entendida como
argumentos a favor o en contra de la parte accionante en relación con los derechos sujetos a
investigación y procedimiento sancionatorio o disciplinario cuyo conocimiento y resolución
corresponde a la máxima autoridad del establecimiento educativo, pero esta vez observando el
debido proceso y la motivación que impone la carta constitucional, es decir lejos de resolver
sobre los derechos subjetivos de la parte accionante o su hijo, la decisión respecto de la
procedencia o improcedencia debidamente motivada del proceso sancionatorio o disciplinario
en su contra compete a la entidad accionada, con observancia de las garantías anotadas y el
derecho aplicable al caso, respecto de lo cual esta Sala carece de competencia, pues dichos
argumentos constituyen asuntos que ya entrañan cuestiones de mera legalidad ajenas a la
acción de protección.
14.- Como complemento del elemento anterior de la acción de protección, y citando
nuevamente a la Corte Constitucional, se debe tener presente que “De conformidad con los
artículos 39 y 40 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, el
juez, al conocer una acción de garantías jurisdiccionales de derechos, debe analizar si el caso

11
no está amparado por otro tipo de acción o mecanismos de defensa judicial. Es decir,
corresponde dilucidar sobre dos niveles: el de legalidad y el de constitucionalidad, sin
pretender disminuir la importancia del primero y sobresalir en el ejercicio del segundo.
Determinados problemas de carácter jurídico encuentran solución eficaz en un nivel de
argumentación de carácter legal, y otros corresponden al constitucional. La definición de
límites entre estos dos niveles aborda varios factores que hacen de esta actividad jurídico-
racional, una cuestión compleja.- A manera de ejemplo, podemos referir el siguiente ejercicio
práctico para distinguir, brevemente, las diferentes facetas que puede tener un derecho como
tal; entonces "cuando un hijo mayor de edad, nacido fuera del matrimonio, pretende solicitar
la protección de sus derechos a la igualdad y a la educación que tiene su medio hermano,
nacido dentro del matrimonio que contrajo su padre".- Estas son cuestiones reguladas
básicamente por el Código Civil, el Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia, siendo, por
tanto, una realidad que encuentra solución ante un potencial conflicto en un nivel de legalidad
y ante la jurisdicción ordinaria.- Sin embargo, el derecho de igualdad entre hijos,
discriminación de hijo por condición extramatrimonial, derecho a la educación de hijo
extramatrimonial, podrían ser objeto de un análisis en la jurisdicción constitucional,
concretamente en una acción de protección contra un particular, cuando los hechos en los que
está en juego el derecho, sobrepasan las características típicas del nivel de legalidad, temas
que no podrían ser abarcados de manera global con los procedimientos y reglas contenidos en
las leyes en el ámbito de la jurisdicción ordinaria, que si bien se trata de mecanismo de defensa
judicial, no resultaría adecuado ni eficaz para proteger el derecho violado.- El juez
constitucional está obligado a examinar la descripción de los hechos que ante él se exponen,
así como las pretensiones del actor, y verificar si por sus características, el caso puede ser
resuelto en relación con los derechos constitucionales posiblemente afectados y con la
efectividad indispensable para su salvaguardia. Por tanto, es indispensable que la legitimada
activa describa el acto u omisión violatorio del derecho de manera clara, cierta, específica,
pertinente y suficiente sobre el derecho constitucional supuestamente vulnerado. Estos
elementos, informados adecuadamente al juez constitucional, hacen posible el debate
constitucional en el ámbito de la jurisdicción constitucional.” (CORTE CONSTITUCIONAL,
SENTENCIA N.° 070-12-SEP-CR, CASO N.° 0874-11-EP); presupuestos que se evidencian en la
demanda presentada, en la que en forma clara, cierta, específica, pertinente y suficiente dan
cuenta sobre los derechos constitucionales vulnerados anotados ut supra y que aplicando
analógicamente el mismo ejemplo traído por el máximo órgano de justicia constitucional a fin
de dilucidar si estamos frente a un nivel de legalidad o de constitucionalidad, en el primero se
encuentra el análisis de los hechos y la existencia de responsabilidad objeto de procedimiento
sancionatorio o disciplinario ante la autoridad competente del plantel educativo y la sanción y
el derecho material que sustenten la resolución sobre aquellos, debiendo referirse y concluirse
sobre los hechos citados en los numerales 6.3, 6.4 y 6.5, nivel en el que corresponde analizar
sus fundamentos fácticos y normativos, lo que se encuentra regulado por la Ley Orgánica de
Educación Intercultural Bilingüe, su Reglamento General, el Código de Convivencia del
respectivo plantel y demás instrumentos que prevean en normas jurídicas claras, públicas y
previamente establecidas la solución jurídica a la controversia acaecida; y, en el segundo nivel,
tenemos la motivación de los actos señalados en los numerales 6.1 y 6.2 de esta sentencia, así
como el debido proceso que deber preceder a ellos, y la garantía de cumplimiento de las

12
normas y los derechos de las partes, donde la vulneración no es la resolución favorable o
desfavorable a las pretensiones materiales del justiciable o su hijo, sino la emisión de cualquier
resolución con inobservancia del debido proceso y la emisión de un acto jurídico inmotivado
que también inobserva y por ende vulnera los derechos constitucionales, lo que sí es objeto de
análisis en la jurisdicción constitucional, concretamente en la acción de protección, ya que la
descripción de los hechos expuestos en la demanda, así como las pretensiones del actor y sus
características, bien pueden ser resueltas en relación con los derechos constitucionales
afectados y con la efectividad indispensable para su salvaguardia.
15.- Como bien ha señalado la Corte Suprema de Justicia en múltiples fallos que incluso
generan triple reiteración y por tanto obligación de este Tribunal a conocer y aplicar dichos
precedentes: “En cuanto a la falta de motivación, Fernando de la Rúa, en su Teoría General del
Proceso, De Palma, Buenos Aires, 1991, p. 146 dice: <La motivación de la sentencia constituye
un elemento intelectual, de contenido crítico, valorativo y lógico, que consiste en el conjunto
de razonamientos de hecho y de derecho en que el juez apoya su decisión. Su exigencia es una
garantía de justicia a la cual se le ha reconocido jerarquía constitucional, como derivación del
principio de la inviolabilidad de la defensa en juicio. Por la motivación, además, se asegura la
publicidad de la conducta de los jueces y el control popular sobre el desempeño de sus
funciones, esencial en un régimen republicano. Por ella también podrán los interesados
conocer las razones que justifican el fallo y decidir su aceptación o impugnación. El tribunal
que deba conocer en el eventual recurso reconocerá de la motivación los principales
elementos para ejercer su control... La motivación de la sentencia es la fuente principal de
control sobre el modo de ejercer los jueces su poder jurisdiccional. Su finalidad es suministrar
garantía y excluir lo arbitrario. La sentencia, enseña Florian, no ha de ser un acto de fe, sino un
acto de convicción razonada. Por ello, la «libertad de convencimiento no puede degenerar en
un arbitrio ilimitado, y en la estimación de la prueba no puede imperar la anarquía, toda vez
que la ley no autoriza jamás juicios caprichosos.» Por eso, agrega Vélez Mariconde, «un juez
técnico no puede proceder como un jurado popular para limitarse a dar mero testimonio de su
conciencia. La certeza moral debe derivar de los hechos examinados, y no sólo de elementos
psicológicos internos del juez, como bien afirma Manzini. Precisamente por eso se impone la
obligación de motivar la sentencia.> La motivación ha de reunir diversos requisitos: ha de ser
expresa, clara, completa, legítima y lógica; sobre este requisito, se anota que el juez debe
observar en la sentencia las reglas de recto entendimiento humano, que presiden la
elaboración racional de los pensamientos. <El juez debe ajustarse a sus principios. Si se aparta
de ellos, las palabras no alcanzarán la jerarquía de pensamientos, y el fallo será inválido> (De la
Rúa, op. cit., p. 154), y para ser lógica la motivación ha de reunir las siguientes características:
1.- Ha de ser coherente, o sea, estar constituida por un conjunto de razonamientos armónicos
entre sí, formulados sin violar los principios de identidad, contradicción y tercero excluido,
para lo cual ha de ser: a) congruente, en cuanto las afirmaciones, deducciones y conclusiones,
tienen que guardar adecuada correlación y concordancia entre ellas; b) no contradictoria, en el
sentido de que no se emplee en el razonamiento juicios contrastantes entre sí, que al
oponerse se anulan recíprocamente; c) inequívoca, de modo que los elementos del raciocinio
no dejen lugar a dudas sobre su alcance y significado y sobre las conclusiones que
determinan; 2.- Ha de ser derivada, respetando el principio de razón suficiente: el principio
debe estar constituido por inferencias razonables, deducidas de las pruebas y de la sucesión de

13
conclusiones que sobre la base de ellas se va determinando; a su vez la motivación en derecho
debe partir de la conclusión fáctica establecida, y para ello la motivación debe ser: a)
concordante; b) verdadera; c) suficiente ; 3.- Ha de ser adecuada a las normas de la psicología
y la experiencia común (ibídem, pp. 150-158).” (…) Ahora bien, la falta de motivación no se da
únicamente cuando en la sentencia o auto se ha omitido total o parcialmente la enunciación
de las normas o principios jurídicos en que se fundamenta y no se ha explicado la pertinencia
de su aplicación a los antecedentes de hecho, sino también cuando hay una fundamentación
absurda.” (CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.- PRIMERA SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL,
RESOLUCIONES: No. 108-99, R. O. 160 de 31 de marzo de 1999; No. 253-2000, R.O. 133 de 2-
ago-00; No. 196-2002, R. O. 710 de 22-nov-02; NO. 112-2003, R.O. 100, 10 DE JUNIO DEL 2003,
etc.); criterios jurisdiccionales que por mandato constitucional ya no son solo aplicables a las
resoluciones judiciales sino conforme manda el artículo 76 de la Constitución vigente, a todas
las resoluciones de los poderes públicos, incluidos actos administrativos, y actos de decisión de
cualquier autoridad pública en todo proceso en que se resuelva sobre derecho, por lo que los
actos de la especie bajo análisis debían observa una adecuada motivación en la estructura
argumentativa de sus decisiones, que como se dejó anotado no existe y por tanto debe ser
reparado por este Tribunal.
16.- Las argumentaciones de la parte accionada constantes en los numerales 2.1, 2.2 y 2.4,
deberán ser dilucidados y abordados por la autoridad competente en la resolución que
cumpliendo con las garantías básicas del debido proceso y en especial con la motivación
jurídica que ha afectado a los actos analizados por este Tribunal, corresponda emitir; mientras
que, los argumentos de defensa señalados por la parte accionada en los numerales 2.3, 2.5 y
2.7 son improcedentes, demostrada como están las vulneraciones anotadas, reiterando que
este Tribunal nada puede referir en cuanto a la declaración misma de los derechos subjetivos
del accionante o su hijo en relación con su conducta, sanciones o responsabilidad, lo que
corresponde a la respectiva autoridad dentro del ámbito de sus competencias, determinar en
el respectivo procedimiento disciplinario o sancionatorio, conforme expresamente se
estableció en líneas precedentes.
17.- En aquello que dice relación a la improcedencia del ejercicio de la acción, por falta de
requisitos, conforme se alega en el numeral 2.6 de este fallo, esta Sala enfatiza el hecho de que
la resolución se circunscribe exclusivamente a conocer la materia constitucional vulnerada sin
referencia alguna a cuestiones de mera legalidad que están reservadas para la autoridad
competente, cuya sustracción e inhibición de este Tribunal a abordarlos en este fallo, no evita
la vulneración del derecho constitucional a la motivación establecido en la Constitución de la
República del Ecuador, pues la entidad accionada estaba en la obligación de dar atención o
respuesta motivada a los requerimientos del accionante conforme los artículos 76.1 y 76.7
letra l), y con observancia de las garantías básicas del debido proceso conforme el mismo
artículo 76 citado, lo que no se aprecia del proceso.
18.- INEXISTENCIA DE OTRO MECANISMO DE DEFENSA JUDICIAL ADECUADO Y EFICAZ PARA
PROTEGER EL DERECHO VIOLADO: La Corte Constitucional en sus sentencias en las cuales
acepta la acción extraordinaria de protección y deja sin efecto las sentencias dictadas en los
juicios por acción de protección por violatorias del texto constitucional, en relación con este
especial requisito de la acción de protección, señalan que en el caso de que se considere que
esta afecta el numeral 3 del artículo 40 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y

14
Control Constitucional, se deben expresar claramente “… las razones fácticas y jurídicas que
fundamenten que existe otra vía judicial más efectiva para tratar la materia trabada en la
acción de protección…”(Sentencia N.° 024-12-SEP-CC CASO N.° 0932-09-EP), y sobre todo dar
argumentos válidos “… que demuestren que la acción de protección no procede
efectivamente…”(ibídem) en el caso, indicando a renglón seguido que la recomendación de
que se utilice la vía procesal contencioso administrativa, debe complementarse con la
argumentación expresa, del por qué la materia trabada no puede ser satisfecha en una acción
de protección, a fin de evitar que “... el argumento de "mera legalidad" carezca de justificación
razonada, y – aparezca – como una decisión judicial apoyada en un criterio discrecional.”
(ibidem); así como que, “… el carácter cautelar de residualidad o subsidiariedad de la acción de
protección hace que la misma se vuelva viable en forma directa, solo cuando no exista un
proceso judicial mejor y más beneficioso para la persona que propone la demanda, pues se
entiende que esta acción solamente procede cuando la persona afectada en sus derechos
constitucionales no disponga de otro medio de defensa judicial (…) Recordemos que el artículo
1 de la Constitución del Estado define a nuestro país como un Estado constitucional de
derechos y justicia, entre otros, constitucional porque la norma de normas es de aplicación
directa por cualquier persona, autoridad o juez, razón por la cual, al considerarse una norma
vinculante de estricto cumplimiento, se creó una autoridad competente para sancionar su
incumplimiento, que en este caso viene a ser la Corte Constitucional. El origen de la
Constitución es fuertemente materializado, debido a que emana de una Asamblea
Constituyente, enmarcándose dentro del paradigma actual del derecho constitucional.- Un
Estado de derechos, de acuerdo a la evolución histórica del Estado, es aquel en el cual todo
poder, público o privado, está sometido a los derechos, y que éstos derechos priman sobre
cualquier otra circunstancia.” (SENTENCIA N.° 157-12-SEP-CC, CASO N.° 0556-10-EP). “Como se
puede observar, la subsidiariedad se refleja tanto en el objeto, requisitos y procedencia de la
acción de protección para optimizar su funcionamiento, toda vez que la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece normas previas, claras, que
regulan y especifican la vía judicial y su procedimiento adecuado y eficaz para la tutela de
derechos. Por tanto, la acción de protección no puede invadir las atribuciones que atañen al
control de la legalidad, ni extiende para actos u omisiones que incumplen las disposiciones
constitucionales, legales o contractuales de cualquier índole, pues para tales casos, el
ordenamiento jurídico provee la acción pertinente ante la autoridad competente. En otras
palabras, los derechos constitucionales y legales solo pueden ser adecuadamente ejercidos y
defendidos en el marco del debido proceso. En consecuencia, para que un proceso judicial sea
constitucionalmente válido, el juez y las partes procesales deben conducirlo en el marco de la
competencia (Artículo 42 numeral 3 de la LOGJCC).- En tal virtud, es deber primordial del juez
constitucional, controlar el uso de la acción de protección, a fin de distinguir la materia
controversial que se presente en su judicatura”, y determinar con argumentación razonada y
suficiente si existe o no otro mecanismo de defensa judicial adecuado y eficaz para proteger
los derechos que antes se han identificado como vulnerados.- (SENTENCIA N.° 140-12-SEP-CC,
CASO N.° 1739-10-EP).-
19.- En la especie, de las piezas procesales anotadas en el numeral 6.1 y 6.2 al carecer de
motivación entran en el campo de la determinación de vulneración de derechos
constitucionales, cuestiones que no corresponde al Tribunal Distrital de lo Contencioso

15
Administrativo, u otra autoridad de la justicia ordinaria, quien por mandato de la Ley de la
Jurisdicción Contenciosa Administrativa, (artículo 10), debe referirse a cuestiones de estricta
legalidad, sin perjuicio de que al hacerlo deba referirse a asuntos de carácter constitucional
conforme el artículo 426 de la Constitución de la República del Ecuador, pero en principio su
accionar se activa ante asuntos referentes a la legalidad de los actos impugnados, por lo que
habiendo este Tribunal detectado vulneración de derechos constitucionales sin entrar a
resolver sobre los asuntos de mera legalidad de competencia de la justicia ordinaria, la vía
contencioso administrativa no es adecuada ni eficaz, pues como se dejó sentado, el referirse a
las vulneraciones constitucionales anotadas no es parte de la competencia originaria del
mentado tribunal de justicia contencioso administrativa; y, el acceder a la vía contencioso
administrativa para tratar cuestiones de mera legalidad y a propósito de aquellas, asuntos
relativos a vulneración de derechos constitucionales, no es precisamente otorgarle al
accionante y en su particular caso individualizado, una vía adecuada ni eficaz, más aún cuando
es público y notorio la carga de trabajo en dichos tribunales, que han llevado acertadamente
incluso al Consejo de la Judicatura a cuadruplicar el número de jueces de la materia mediante
resolución 28-2013, por la cual se nombran nuevas Juezas y Jueces, como nuevas creaciones
en el ámbito Contencioso Administrativo, que evidementemente en razón de su reciente
entrada en funcionamiento tomará tiempo el que estén en condiciones de brindar una
atención ágil y oportuna. Al respecto la Corte Constitucional ha manifestado: “… <en qué
situación queda el principio constitucional contenido en el artículo 173 de la Constitución de la
República del Ecuador, según el cual los actos administrativos de cualquier autoridad del
Estado podrán ser impugnados, tanto en la vía administrativa como ante los correspondientes
órganos de la Función Judicial?>.- Al respecto, vale destacar que según Claudia Storini, en la
actual Constitución todos los derechos gozan de un régimen de protección jurídica reforzada
que se logra a través de garantías normativas o abstractas, jurisdiccionales o concretas e
institucionales, que se sintetizan, entre otros, en los siguientes principios: Previsión de un
procedimiento preferente y sumario para su protección jurisdiccional, de una reparación
integral y de instrumentos para garantizar el efectivo cumplimiento de la sentencia o
resolución. En cuanto a las garantías jurisdiccionales o concretas, la citada autora señala que
son <mecanismos que se ofrecen al ciudadano para que, en cada caso singular en el que este
último considere que se haya producido una vulneración de un derecho, pueda acudir a ellos y
obtener su restablecimiento o preservación>, y añade que su objeto es <ofrecer a cada
ciudadano la posibilidad de reaccionar frente a las vulneraciones de sus propios derechos>. En
el Estado de derecho -dice la referida autora- esta reacción normalmente tiene lugar instando
la actuación de los órganos judiciales, y por ello los instrumentos que lo posibilitan se agrupan
bajo las denominadas garantías jurisdiccionales o procesales específicas. La acción de
protección constituye una garantía jurisdiccional para la protección de derechos
constitucionales, cuyo objeto es "el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la
Constitución", conforme lo dispone el artículo 88 de la Carta Suprema de la República. La
acción de protección se puede interponer "cuando exista una vulneración de derechos
constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial"; de ello se
infiere que los únicos requisitos exigibles para su procedencia son: 1) Existencia de acto u
omisión de autoridad pública no judicial, o de particulares en los casos previstos en la citada
norma constitucional; y 2) Que tal acto u omisión vulnere derechos constitucionales. Sin

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embargo, el legitimado activo estima que (…) debió impugnar (…) mediante demanda en la
jurisdicción contencioso administrativa, para cuyo efecto invoca el numeral 3 del artículo 40 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que exige como
requisito: "Inexistencia de otro mecanismo de defensa judicial adecuado y eficaz para proteger
el derecho violado".- (…) El artículo 42 numeral 4 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional señala que no procede la acción de protección
"cuando el acto administrativo pueda ser impugnado en la vía judicial, salvo que se demuestre
que la vía no fuere adecuada ni eficaz". No se trata de desconocer la competencia que tienen
los jueces en la jurisdicción contencioso administrativa para resolver los casos sometidos a su
conocimiento por disposición de la ley; lo que debe quedar claro es que tratándose de actos u
omisiones a los que se impute vulneración de derechos constitucionales, la vía contencioso
administrativa, así como las demás vías previstas en la jurisdicción ordinaria (que constituirían
otros "mecanismos de defensa judicial"), devienen en ineficaces para la protección de esos
derechos, debido a la naturaleza del trámite propio de cada una de las acciones en la
jurisdicción ordinaria, caracterizado por la dilación que genera su propia sustanciación, así
como por la interposición de recursos, lo que no es desconocido por el foro ni por los usuarios
del sistema de administración de justicia, siendo ello público y notorio, y respecto de lo cual no
amerita que se exija prueba, por expreso mandato del artículo 27 del Código Orgánico de la
Función Judicial.- La larga espera que implica el trámite de un proceso judicial en la jurisdicción
ordinaria sin duda alguna contradice el objeto de la acción de protección, esto es, el amparo
directo y eficaz de derechos constitucionales. De aceptarse el criterio expuesto por el
legitimado activo, implica que en todo caso de vulneración de derechos constitucionales, el
afectado deba transitar por el largo y engorroso trámite de un proceso judicial en las "otras
vías judiciales", que además no cumple el principio de celeridad previsto en el artículo 75 del
texto constitucional.- De haber acogido la alegación de (…) que (…) no demandó en la
jurisdicción contencioso administrativa -y por tanto es improcedente la acción de protección-
Ios jueces accionados habrían reducido su labor a la de meros "parlantes de la ley"; en cambio,
al aplicar la norma jerárquica superior (Constitución de la República), han dado cumplimiento a
lo dispuesto en el artículo 426 de la Carta Magna; por tanto, la Corte Constitucional estima
acertado lo señalado en el fallo impugnado, en cuanto afirma que: "una aplicación general de
tal causal de improcedencia terminaría por excluir toda posibilidad de tutela a través de los
procesos constitucionales".- Ello no significa que por haberse aceptado a trámite la acción de
protección y sustanciarla en forma preferente y sumaria, tenga que declararse con lugar la
acción, pues corresponde a los jueces -que en el conocimiento de las acciones de garantías
jurisdiccionales actúan en calidad de jueces constitucionales- analizar el acto u omisión que se
impugna y, en virtud de dicho examen, determinar si se ha vulnerado o no los derechos
constitucionales que invoca quien propone la acción.” (CORTE CONSTITUCIONAL, SENTENCIA
N.° 085-12-SEP-CC, CASO N.° 0568-11-EP).-
20.- Por sobre lo anterior, y en forma principal y prioritaria, se debe considerar que estamos
analizando la vulneración de derechos constitucionales de un adolescente, que conforme el
artículo 35 de la Constitución de la República del Ecuador, por su edad, se encuentra en
situación de vulnerabilidad y por tanto, por mandato constitucional debe recibir del Estado y
sus instituciones atención prioritaria, y el acceder a la vía contencioso administrativa para
tratar cuestiones de mera legalidad y a propósito de aquellas, asuntos relativos a vulneración

17
de derechos constitucionales, no constituye en la particular especie, una vía judicial adecuada
ni eficaz. Al respecto la Corte Constitucional y sus precedentes de inexcusable observancia por
este Tribunal, al resolver sobre acciones extraordinarias de protección, incluso sobre
sentencias dictadas en procesos que han conocido sobre acciones de protección de otras
personas también en condiciones de vulnerabilidad, ha declarado la vulneración de derechos
de éstas, y ha reparado sus situaciones jurídicas, precisamente tomando en consideración su
personal situación reconocida por la Constitución, tales los casos de las sentencias número
148-12-SEP-CC, CASO N.° 1207-10-EP; 037-12-SEP-CC, CASO N.° 0990-10-EP; o, 031-12-SEP-CC,
CASO N.° 1701-10-EP. De igual forma, se debe precisar que la prioridad que establece la
Constitución, tampoco significa que deban tenerse por ciertas o procedentes las alegaciones y
afirmaciones de la persona en condiciones de vulnerabilidad o sus representantes legales, pues
dicha prioridad, es precisamente la que reconoce este Tribunal al analizar en el fondo las
vulneraciones de derechos constitucionales, antes que remitirlo a la justicia ordinaria, ya que la
verdad o falsedad de sus argumentos, así como la imposición de sanciones o
responsabilidades, corresponde al ámbito de la estricta legalidad que debe dilucidarse en el
trámite propio del respectivo procedimiento y ante la autoridad competente, y dependerá de
la cabal aplicación del derecho material que subsuma las cuestiones fácticas, como se dejó
explicado; todo lo cual, obliga a este Tribunal a amparar en forma directa y eficaz los derechos
reconocidos en la Constitución y que se anotan vulnerados.
V DECISIÓN
21.- Por la motivación expuesta, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBE-
RANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA:
21.1.- Se revoca la sentencia venida en grado y se acepta parcialmente la acción de protección
presentada por GILBERTO NEPTALÍ CARVAJAL CARVAJAL en su calidad de padre y
representante legal de su hijo Danny Isaac Carvajal Gavilánez.
21.2.- Se declara la vulneración de los derechos constitucionales previstos en las letras a), b),
c), e), h) y l) del artículo 76 de la Constitución de la República del Ecuador, así como también el
derecho constitucional del accionante al debido proceso, previsto en el numeral 1 del mismo
artículo 76.
21.3.- Como medida de reparación se dejan sin efecto los oficios No. 0213-R de 17 de abril de
2013 y 0240-R de 29 de abril de 2013, emitidos por el Licenciado Edgar Castellanos Real, Rector
del Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”, por la falta de motivación que impone la norma
constitucional.
21.4.- Se dispone que el Instituto Tecnológico Superior “Bolívar”, por medio de la autoridad
competente, resuelva conforme a derecho, con observancia de las garantías básicas del debido
proceso y con la debida motivación, sobre las conductas determinas en los numerales 6.3 a 6.5
de esta sentencia, anotándose que ninguno de los argumentos expuestos por este Tribunal,
abonan en vía disciplinaria o administrativa, a favor o en contra de las pretensiones expuestas,
de entera y exclusiva competencia de la señala Autoridad; resolución que deberá ser notificada
al accionante en debida forma a fin de que pueda ejercer sus derechos si fuera procedente.
21.5.- En observancia del artículo 86.5 de la Constitución de la República del Ecuador, ejecuto-
riada esta sentencia, remítanse copias certificadas a la Corte Constitucional para los fines lega-
les consiguientes. Sin costas, ni honorarios que regular. Ejecutoriada que sea esta resolución,

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devuélvase el cuaderno de primera instancia al juzgado de origen para los fines de ley, junto
con la ejecutoria respectiva.- NOTIFÍQUESE.

viernes, 07 de julio de 2023 21:37:21

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