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PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO OP

Instancia práctica para estudiantes libres


La presente propuesta constituye una instancia de articulación sustancial entre la
práctica y la teoría, en tanto, a través del material empírico propuesto (en torno a las
adolescencias y juventudes de nuestro país), se espera puedan realizar un análisis
exhaustivo, a la luz del material teórico seleccionado por la cátedra, estableciendo
relaciones y posicionamientos fundados.
Consignas:
1- Leer detenidamente el siguiente artículo. Analicen de manera reflexiva y crítica su contenido,
poniéndolo en relación con los siguientes ejes de análisis:
Pluralidad de discursos sobre adolescencias y juventudes; Enfoque Sociocultural sobre las
juventudes; visibilización/invisibilización de ciertas juventudes; moratoria psico-social; condición
juvenil; subjetividad y nuevos escenarios sociales en la construcción subjetiva de adolescentes y
jóvenes; políticas de juventud; adolescentes y jóvenes como sujetos de derecho; jóvenes-
estigmatización–marginación- doble vulnerabilidad; culturas juveniles, prácticas, estéticas y
consumos culturales-grupalidad; intersecciones entre sexo, género, clase, generación;
adolescentes y jóvenes sujetos pedagógicos de la escuela secundaria; trayectorias escolares y
educativas diversas; sentidos de la escuela para los adolescentes de diferentes posiciones sociales;
el derecho a la educación.
(Se indican estos ejes como tentativos, pueden además abordar otros que consideren pertinentes y
sustantivos al momento de analizar y problematizar el artículo).
2- ¿Por qué desde la perspectiva actual de la Psicología del Desarrollo ya no es posible una mirada
sobre el desarrollo y el sujeto exclusivamente biologicista y reduccionista? (Para dar cuenta de esta
consigna es necesario tener presente el cambio de nominación de la materia, explicitando de manera
fundamentada y conceptual, en qué radican esas diferencias).

LA NACION 3 de julio de 2020


María Ayuso

Se estima hasta 45% de abandono escolar post cuarentena


Con escasa o nula conexión a Internet; sin computadora ni celular o teniendo que compartir el
mismo dispositivo entre varios hermanos; desbordados por las responsabilidades al interior de
sus hogares; haciendo malabares para cumplir con las consignas que les mandan sus docentes
cuando también tienen que trabajar. A eso hay que sumarle la pérdida de sentido, el estrés, el
hambre. Un combo de vulneraciones que conforma apenas un pantallazo de la realidad de miles
de chicas y chicos de la Argentina para quienes estudiar en tiempos de pandemia se
volvió una odisea.

En ese contexto y según advierten los especialistas, hoy la continuidad del secundario se
encuentra más en jaque que nunca. LA NACION conversó con jóvenes de distintos puntos
del país para conocer cuáles son los mayores desafíos que enfrentan para continuar con sus
trayectorias escolares y qué herramientas o recursos los sostienen.

Un informe que recientemente elaboró Fundación Voz a partir de consultas a distintos actores


vinculados a la educación, pone sobre la mesa que el abandono potencial de miles de jóvenes es
la gran preocupación compartida. La investigación, titulada "Volver a las escuelas: ¿cómo
continuaremos después de la cuarentena?", indica que las estadísticas de los consultados hacen
variar los números del abandono entre un 25% y 45% , dependiendo de "los contextos
sociales, geográficos, tecnológicos, entre otros". Subraya que a los estudiantes que hoy se
registran como "ausentes o desconectados" hay que sumarles los que al finalizar el aislamiento y
aún habiendo continuado con sus clases virtuales, "se vean obligados a abandonar porque
tengan que ayudar a las familias a la recuperación económica postcuarentena".

"La pandemia generó condiciones educativas totalmente diferentes a las que acostumbrábamos
a transitar. Los estudiantes las han vivido de manera muy traumática. Cuando está en juego el
miedo a la muerte de forma tan cercana, todo se vuelve más complejo", reflexiona Alberto Croce,
director de Fundación Voz. En ese sentido, considera fundamental que se
desarrollen dispositivos de acompañamiento muy personalizados  para las trayectorias
educativas de cada estudiante, generando lo que llama "nuevas regularidades" que "posibiliten
procesos de transición educativa para esas niñas, niños y jóvenes con quienes hemos perdido
contacto y que, en los cálculos más conservadores, están por arriba de los 400.000 ,
pero que serán muchos más con el correr de los meses".

Desconectados
Por la pandemia, 10.500.000 niños, niñas y adolescentes  dejaron de asistir a clases (70% en
escuelas públicas). Así lo indica el estudio "Covid-19 en Argentina: impacto socioeconómico y
ambiental" de Naciones Unidas. Uno de los problemas centrales es la ausencia o mala
conectividad a Internet, lo que dificulta enormemente el contacto con sus docentes. El 18% de
los adolescentes de entre 13 y 17 años no cuenta con Internet en el hogar y el 37% no
dispone de dispositivos electrónicos para realizar las tareas escolares, valor que trepa al
44% entre quienes asisten a escuelas estatales.

Para Celeste y Dulce Rodríguez, dos hermanas de 18 y 19 años, no son solo porcentajes: es su
realidad de todos los días. Viven en Loma Hermosa, José León Suárez, y cuando falleció su
papá, hace algunos años, dejaron la escuela para ayudar a su mamá con los más chicos de la
familia (en total, son 13 hermanos). Actualmente, están en el anteúltimo año del secundario del
Taller Escuela María Asunción Guglielmi (Temag), del movimiento Fe y Alegría, en San
Martín. "Con la cuarentena se nos complicó mucho el tema de la conexión, porque no estamos
trabajando y pagar Internet es todo un gasto. Hasta hace una semana vivíamos con nuestra
mamá y el vecino nos había dado la contraseña de su wifi", cuentan. Para conectarse, subían
a la terraza con dos sillas y una frazada para protegerse del frío. Si llovía, era
imposible. "Ahora vivimos en la parte de arriba de la casa de mi hermana y no tenemos wifi",
agregan.

Ellas consideran que el apoyo incondicional de sus docentes, es fundamental. "El director de la
escuela sabía todo lo que estábamos viviendo y por el esfuerzo que hacíamos nos donó una
computadora", detallan. En la escuela se sienten "recómodas", compartiendo el aula con chicos y
chicas de su edad, que por distintos motivos también se atrasaron en su escolaridad. "Los
profesores te hacen sentir como en tu casa, nos preguntan siempre qué nos pasa, si necesitamos
algo. En nuestra familia nadie terminó el secundario.  A nosotras nos gustaría estudiar
para ser policía, medicina o psicología", dicen las hermanas.

Juan Palma es docente en una secundaria de José Mármol, Almirante Brown, y tutor
de Cimientos. "Hay varios estudiantes que encuentran complicaciones para mantener la
regularidad que presenta la escuela, en el sentido de cumplimiento de horarios. En contextos
vulnerables esto se multiplica", señala. Las dificultades para comprender y resolver las
consignas sin el acompañamiento "cara a cara" de sus maestros , es otra de las
problemáticas. "Puede llevar días entre la consulta y la respuesta del profesor. Por ahí los
alumnos dejan la tarea y es un tema que queda sin entenderse", dice Palma. En ese sentido, el
acompañamiento sostenido y personalizado de los tutores, resulta un apoyo clave.

En las zonas alejadas de los centros urbanos, los desafíos se multiplican. Elena Oscar es
directora de la Escuela Secundaria de Niogasta, una localidad rural en Tucumán. "Tenemos
alumnos que trabajan en la cosecha. Para muchos, es difícil tener el dinero para costear los
gastos del WhatsApp, ya que acá no hay Internet y la conectividad es por los celulares. Además,
otros tienen aparatos muy viejitos. A ellos son los que más nos abocamos para acompañarlos.
Los docentes estamos los siete días de la semana, a toda hora, disponibles", cuenta.

Varios alumnos de la escuela de Niogasta están becados por Minkai. "Los docentes comentan
con gran preocupación que muchos jóvenes al no ir a clases comenzaron a trabajar ,
abandonando las tareas y responsabilidades escolares y manifestando que no volverán a la
escuela cuando esta situación termine", sostiene Patricia Juan Ramón, directora ejecutiva de la
organización. Agrega que son comunidades donde el acceso a la educación y sostenerla siempre
es un desafío, por la situación de pobreza en que viven las familias, porque en el caso de los
jóvenes que están en el secundario sus adultos responsables apenas terminaron la primaria,
entre otros motivos.

Para Magdalena Fernández Lemos, directora ejecutiva Enseñá x Argentina, desde antes de la


pandemia la escuela presencial "ya no estaba funcionado para todos y todas y ahora
mucho menos". Los múltiples desafíos que deben afrontar los jóvenes hacen que no solo se les
vuelva difícil conectarse virtualmente sino, también, mentalmente. "Poder realizar las
actividades escolares requiere de una energía que muchas veces no tienen porque la tienen
puesta en muchísimos lugares. En contextos donde hay necesidades básicas insatisfechas, donde
hay hambre, que puedan concentrarse en estudiar no es una opción", advierte.

Por otro lado, subraya que para esos chicos y chicas el aprendizaje es "mucho más
autónomo", ya que no tienen la posibilidad de ser acompañados por sus adultos responsables
que, en muchísimos casos, no terminaron la escuela. "Además, si antes muchos no le
encontraban sentido a lo que estaban estudiando y eso era algo en lo que había que trabajar,
ahora eso es aún más difícil", dice Fernández Lemos. Y agrega: "Trabajamos con escuelas de
reingreso de chicos y chicas que habían abandonado. El desafío de la deserción es algo que
tenemos a flor de piel: cómo hacemos que sea una escuela que tenga sentido para ellos. Nuestro
foco es acompañar estos procesos, no empujarlos. A veces hay como un mandato que tenemos
que empujar a los chicos desde la escuela, pero me parece que el verbo es acompañar".

La directora ejecutiva de Enseñá x Argentina subraya que los fracasos escolares no son de los
chicos y las chicas, sino del sistema que los excluye de la posibilidad que sostengan sus
trayectorias. "Hay una reproducción de la desigualdad.  Lo que vemos en la escuela es un
pedacito de algo mucho más grande", asegura.

Croce considera que los vínculos, tanto con la escuela, como con los otros jóvenes, se volvieron
una cuestión central y prioritaria. "Ahora, el gran desafío es fortalecerlos o recrearlos en el caso
de que se hubieran perdido. Creo que hará falta encarar una gran campaña nacional de
revinculación educativa. Con gran participación de todos los sectores y actores sociales. No
podemos perder miles de jóvenes y sufrir una ‘pandemia educativa’ despiadada", concluye.

ALGUNOS DATOS DE LOS/AS ENTREVISTADOS/AS

Abril Díaz (22)


TALAR DE PACHECO, BUENOS AIRES

● Está en el último año de la escuela Temag y es mamá de Oseías, de


dos años. Cuando tenía 16, dejó el secundario para ayudar a su mamá a
cuidar a su hermanito y trabajar. Trabajó principalmente como moza
en casas de comidas, bares y eventos. Hoy sueña con recibirse.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? En
cuarentena, me cuesta el triple concentrarme. Soy una persona
insegura y necesito del apoyo del profesor, que esté ahí. La
tecnología ayuda, pero no lo es mismo tenerlo frente a frente. Vivo
con mi mamá, mi hermanito de 9 años y mi hijo en Pacheco, pero antes
vivíamos en La Cárcova, José León Suárez. Trabajaba en un bar pero
con la pandemia, me quedé sin laburo. Entonces, empecé a cuidar a una
señora mayor, pero me trataban mal. Ahora con mi mamá intentamos
vender cosas, como alfombras de totora, para poder salir adelante.
Fue un golpe fuerte dejar de trabajar. El celu me anda más o menos y
wifi también, pero trato de conectarme igual para hacer las tareas.
Computadora no tengo.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Desde la escuela
los profesores me acompañan muchísimo. Cuando no me anda wifi, me
cargan crédito en el celular para que pueda conectarme. Siempre me
apoyaron. Antes de la cuarentena, por ejemplo, llevaba a mi hijo a la
escuela cuando mi mamá no podía cuidarlo y me ayudaban los
profesores. Me gustaría terminar el secundario y tener un título para
el día de mañana poder trabajar de lo que a mí me gusta: quisiera ser
profesora para chicos con discapacidad.

Axel Torres (15)


BERAZATEGUI, BUENOS AIRES

● Cursa 4º año en la Escuela Secundaria Nº 14 Dr. Tristán Achával.


Para conectarse a las clases virtuales tiene que usar el celular de su
mamá, que es peluquera, cuando ella no está trabajando; o la
computadora de su hermano, que estudia periodismo deportivo y
también la necesita. Más allá de las dificultades para conectarse,
para este joven es un desafío comprender muchas de las consignas de
forma virtual, sin el acompañamiento “cara a cara” de sus profesores.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? Al
principio fue difícil conectarme, porque los profesores se manejaban
mucho por Facebook y yo no uso. Además, hay varias materias que me
cuestan y se me hace difícil entenderlas por las clases virtuales,
como matemática y física. A veces necesito ayuda y mi mamá no puede
darme una mano y se pone mal, porque no entiende mucho. Mi hermano
mayor está centrando en lo de él y tampoco puede ayudarme.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Desde hace dos
años estoy becado por Cimientos. Cuando me dieron la beca, me
sorprendió, porque nunca fui de los alumnos con mejor rendimiento.
Mi tutor, Juan Palma, me ayudó a mejorar mis herramientas de trabajo,
a organizar los tiempos, a ponerme nuevos propósitos y cumplirlos.
En primer año estuve en riesgo de repetir, pero él me acompañó y de a
poco le fui agarrando la mano. Durante la cuarentena, estamos en
contacto permanentemente. Tengo compañeros que han dejado el
colegio, pero yo le meto pilas. Sé que me va a hacer bien para un
futuro. Me gustaría hacer el profesorado en educación física.

Joel Aliaz (20)


BARRIO CURITA, JOSÉ LEÓN SUÁREZ

● En la casa de Joel el techo lo comparten ocho personas. Va al Taller


Escuela María Asunción Guglielmi (Temag), del movimiento Fe y
Alegría, en San Martín. Tuvo que dejar el secundario varias veces para
ayudar en la economía familiar, pero hoy está en el último año.
Trabajó como sodero y actualmente da una mano en un emprendimiento
hogareño de venta de pan casero.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? Mi
papá hace changas y vivimos el día a día. Dejé y volví al secundario
varias veces para trabajar. Además, tengo que ayudar a mi mamá con
mis hermanas. En casa pusimos Internet hace dos meses, pero por
problemas técnicos ahora no tenemos. Computadora tampoco, así que
uso el celular para hacer las tareas. A mi hermanita la ayudo a
estudiar y también a mis primas y a la hermanita de mi cuñada. Me
pasa que me aboco mucho a los demás y a veces pienso: ‘¿Y a vos quién
te ayuda?’. Tengo a mi mejor amiga, Daiana, que es mamá y vive a
cuatro cuadras y nos ayudamos con las tareas, pero ella también tiene
que ocuparse de sus cosas.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Cuando me
cambié al colegio al que voy ahora me quise quedar, porque vi que
tenía posibilidades que antes no había tenido. Los profesores son muy
empáticos, te exigen pero están todo el tiempo presentes. Entienden
tu situación y si uno necesita ayuda, siempre están ahí. Hoy tengo una
mirada hacia el futuro: quiero ser psicólogo o kinesiólogo.

Juliana Moreno (15)


NIOGASTA, TUCUMÁN

● Va a 4º año de la Escuela Secundaria de Niogasta, una localidad


rural en el departamento de Simoca, al sur de Tucumán. En su casa,
donde vive con su mamá y sus hermanas, no hay Internet, celular ni
computadora. En 2019, cuando Minkai comenzó a trabajar en Niogasta,
se convirtió en una de sus becadas. Gracias al dinero de la beca, hace
unas semanas pudo comprarse una tablet, que se convirtió en la
herramienta fundamental para estudiar durante la cuarentena.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? La
mayor dificultad es cuando se me acaba la recarga del crédito de
Internet para mi tablet y me atraso con las actividades. Para cargar
el crédito y poder tener Internet tengo que ir hasta el pueblo de
Monteagudo, que queda a unos 10 kilómetros. Generalmente, voy
caminando. Cuando tengo señal de Internet, me comunico con mis
compañeros y docentes por un grupo de WhatsApp desde mi tablet. Allí
me mandan las actividad y por privado mando fotos de mis trabajos.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Antes de tener la
tablet, la escuela me traía fotocopias para que pueda leer el material
que les llegaba a mis compañeros a través de sus celulares, además le
pedía a la preceptora o a la directora que envíen fotos de mis
actividades realizadas a los distintos profesores. Por otro lado,
formar parte del programa del Minkai de becas para mí es muy
importante, me brinda un espacio de confianza y me motiva a seguir
estudiando a pesar de todas las dificultades. Voy a ser la primera en
mi familia en terminar el secundario.
DESARROLLO

1- Para dar inicio al análisis de dicho artículo partiremos de la premisa ¿Abandono potencial
por desconexión contextual?. En dicho artículo habla acerca de una realidad que atravesó a
más de un adolescente y joven, es con respecto a su formación educativa secundaria post
cuarentena.

Ahora bien, en el artículo nos da a conocer diferentes realidades de jóvenes


adolescentes que se encontraban estudiando antes, durante y post cuarentena, exteriorizando
así una perspectiva que quizás pocos de nosotros vivenciamos, en donde diversas instituciones
e incluso cuerpo docente expresa su preocupación por un sector en particular o mejor dicho,
una realidad poco relatada o expuesta como tal.

Podemos decir entonces que hay juventudes invisibilizadas, citando a Balardini,


expone que cuando se habla de juventudes no todas fueron o son invisibilizadas, esto debido a
los diversos aspectos socioculturales en la que nos encontramos; es por eso que tenemos que
tener en cuenta que también cuando hablamos de juventud, debemos de tener en cuenta que es
un concepto amplio que según Margulis, se encuentra manifestado de diversas maneras y se
encuentra en diferentes presentaciones dependiendo a qué grupo etario y contexto
sociocultural haga referencia y que para ser considerado joven, no solo significa pertenecer a
un rango de edad biológico, pertenecer a un sector social, entre otros sino que hay que
considerar la generación, el momento histórico en el que se es usado, no es el mismo joven de
los años 60 que un joven de los 2000, esto debido a las experiencias, realidades, condiciones
en la que significa ser joven en dichos espacios temporales.

Continuando con nuestro análisis, dicha nota da cuenta de una preocupación latente
hacia este abandono, nos presentan números realmente preocupantes, esto debido a diferentes
factores, y una de ellas podemos vincularla con una doble vulnerabilidad, que según Kessler
se puede encontrar en varias dimensiones, un ejemplo sería el mundo laboral, una realidad
que se presenta de manera constante, esto debido a diversos factores como la escasez
económica que “fuerza” en cierto sentido a estos adolescentes a insertarse en el mundo laboral
de manera prematura sin algún tipo de capacitación previa, en condiciones precarias y con
sueldos pobres. García Moreno plantea que la baja tasa de escolarización se debe a los
contextos socioculturales de los adolescentes, puesto que en ocasiones abandonan por
insertarse prematuramente en el mundo del trabajo o por maternidad y paternidad prematura.
Esto no solo provoca diferencias entre las oportunidades de trabajo o la inserción en el
mercado laboral trata entre los mismos jóvenes, sino que contribuye al desconocimiento de
sus propios derechos y a la escasa o casi nula participación política. Ambos autores nos
presentan que son los jóvenes adolescentes quienes se encuentran en mayor desventaja, esto
se puede denotar en las entrevistas que se encuentran en la nota de Nación, en donde son
jóvenes adolescentes que en cierto momento de la misma tuvieron que abandonar sus estudios
para así brindar ayuda económica a sus hogares, demostrando así lo que tanto Balardini y
Margulis exponen en sus textos, sobre la crítica a la moratoria psicosocial, y es que ambos
plantean que la misma no es propia para todos, ya que el concepto en sí, propone que es un
periodo/espacio de la vida en el que las responsabilidades se encuentran en “pausa”, siempre y
cuando se encuentre apoyado para no asumir dichas responsabilidades, es decir, la moratoria
como se planteaba para los estudios de los años 60-70, daba cuenta de una diferenciación
generalizada hacia aquellos sectores pudientes. Balardini da cuenta y lo podemos sustentar
con las entrevistas de la nota, que actualmente no es propio decir que la moratoria es propia
de los adolescentes-jóvenes, sino que hay una diversidad de realidades. Un ejemplo de la
misma sería el caso de Celeste y Dulce Rodriguez, Abril Díaz o Joel Aliaz, quienes
abandonaron su educación para entrar al mundo laboral, aunque luego volvieron al mismo
para continuar con sus estudios, seguramente para poder encontrar un mejor nivel de vida,
esto lo plantea Saintout, cómo la juventud o poseerla, es como una credencial para acceder a
otro nivel, se puede percibir como una mejora en las condiciones de vida o como un limitante,
esto último debido a la situación en la que se encuentre puede ser un limitante para conseguir
trabajo, en cuanto a cuestión de tiempo referimos.

Otro aspecto a tener en cuenta es el que expone Margulis, en donde l caso de la


juventud, que esta se encuentra presente en ambos sexos pero de diferentes maneras, por un
lado tenemos al hombres quién no supone cambio rotundo la misma, no asi la mujer, puesto
que las mujeres tienen la capacidad de maternar, por lo que su estadio en la juventud se
reduciría sustancialmente, un ejemplo sería el caso de Abril Díaz. l

Por otra parte, no debemos dejar de lado o tomar en cuenta sólo la actividad del joven-
adolescente, sino también el mismo artículo de Nación nos presentan los casos en donde ya
adultos, en tanto su profesión de profesor o de director ejecutivo de alguna organización que
pretende ayudar a dichos individuos, podemos denotar la preocupación, en donde en palabras
parafraseadas de Minkai y Enseñá x Argentina, se advierte que las dificultades para conseguir
la continuidad en el secundario es difícil, debido a que carecen de la satisfacción de sus
necesidades básicas, un rechazo hacia el sistema educativo por la marginación a la que son
expuestos en ocasiones, por encontrarse en una situación en la que se ver “forzados” a trabajar
para sustentar sus hogares o incluso por el desinterés o baja calidad educacional que recibe.

Podríamos hablar de una marginación tecnológica, que se fue produciendo por la


introducción de dispositivos factibles para la educación, la cual no todos los sectores pueden
adquirir puesto que no poseen el capital para poder disponer de los mismos. Los ejemplos los
podemos encontrar en el caso de Celeste y Dulce Rodriguez, Juliana Moreno, Abril Diaz, por
nombrar algunos casos que encontramos en el artículo, dichos individuos comentan su
realidad con una calidad tecnología escasa sino es mediocre, la cual limitó en algún momento
su continuación en sus estudios secundarios, más aún cuando se presentó la pandemia, por ser
modalidad enteramente virtual, dejando a varios estudiantes a la deriva e incluso llevándolos
al abandono por no poder hacer frente a las nuevas necesidades tecnológicas que se le
presentaban o la abrumación de no tener un soporte presencial al cual acudir a sus dudas.

Frente a la realidad entonces anteriormente presentada, la pandemia modificó y


dificultó aún más un seguimiento/continuidad en el sistema educativo, por la “necesidad”
tecnológica que se requería para la misma. Cabe resaltar también la actuación de algunos
cuerpos docentes e instituciones que brindaron su apoyo durante dicho periodo a los
estudiantes, un ejemplo podríamos tomarlo de aquel director de la escuela de las hermanas
Rodriguez, quien le donó una computadora para que las mismas puedan continuar sus
estudios; o el caso de Juan Palma, docente secundario quien conociendo las realidades de
algunos de sus estudiantes, procedió a brindar un acompañamiento y disponibilidad casi
absoluta hacia los mismos, para poder salir adelante junto con los mismos y que puedan
continuar y no abandonar sus estudios. Dicho esto podemos decir y tomamos las palabras de
la directora ejecutiva de Enseña x Argentina, Magdalena Fernández Lemos, quien sostiene
que hay una reproducción de la desigualdad para continuar con la secundaria.

Refiriendonos al subtitulo del articulo “Desconectados” y haciendo un


entrecruzamiento con lo expuesto hasta el momento, esto no es meramente una palabra sino
que da cuenta de una realidad que quizás nosotros no somos conscientes, es la de los jóvenes
y adolescentes quienes se encuentran en una situación diferente a la que suele entenderse
como tales, realidades que son invisibilizadas y esto se debe a la gran pluralidad de discursos
que se encuentran alrededor de los mismos, la cual podriamos conceptualizar o mejor dicho,
hacer recorrido de como ciertos discursos se fueron reproduciendo a lo largo del tiempo como
aquella que Kessler da cuenta que la adolescencia se encuentra asociada a la “droga,
prostitución, embarazos prematuros, olas de suicidio o, en otra dirección, diagnosticos de
apatía sociopolitica aguda e individualismo creciente…” (Kessler, 1996; pp. 133) e incluso
como un grupo peligroso por sus excesos, indisciplina e imprevisibilidad” Dicho autor cita a
O. Galland “la representación de la juventud sufre una deformación con relación a la
realidad de la juventud de la cual la juventud ella misma es víctima, como si se mirara en un
espejo deformante” (Kessler, 1996; pp. 134)

Concluyendo con nuestro análisis, pudimos dar cuenta que los adolescentes y jóvenes
presentan diversas realidades, las cuales no siempre o mejor dicho escasamente son
reconocidas o expuestas como tales, es más, como se fue desarrollando podemos hablar de
una invisibilización, marginación y estereotipación de estos sectores, simplemente por ser
entendidos desde la reproducción de los discursos estereotipados que siguen vigentes aún al
día de hoy, ya que el mismo Kessler da cuenta que son los mismos adolescentes y jóvenes
quienes se encuentran alejados de dichas proyecciones y se encuentran mas vinculados con
los los aspectos más éticos, morales y de colectividades solidarias, entre otros.

El artículo no solo quiere dar cuenta de que hubo un descenso o baja de estudiantes en
el sistema educativo post pandemia y sus posibles causas, sino que mas bien presenta dichas
realidades que no solo podemos denotar y conocer realidades distintas a las nuestras sino que
se ve una marcada desigualdad en cuanto al apoyo de la continuación de la educación, no solo
por la situación en la que se encuentran sino por la falta del Estado, puesto que según Canzian
expone que tras haber sido declarada la obligatoriedad del nivel secundario a nivel nacional,
supone que todos deben de terminarla con éxito por lo que se deberían de establecer una serie
de obligaciones que garanticen su acceso, permanencia y egreso del mismo. Esto debido a que
la educación no es solo responsabilidad del alumno sino del Estado, por lo cual el espacio
destinado a la adolescencia, en lo que a políticas públicas refiere, han sido insuficientes. El
autor Duro frente a esto habla de una resignificación de la adolescencia, como se fue
planteando aqui, que es necesario un cambio y modificar las estigmatizaciones hacia los
adolescentes, para que asi puedan hacerse efectiva la construcción de una política pública que
dé cuenta de sus necesidades, intereses y problemas.

2- Primeramente nos parece pertinente dar cuenta ambas perspectivas para poder hacer saber
las diferencias entre ambas y así responder a dicha cuestión que nos compete. A su vez, para
responder a la misma nos basaremos en el texto de Urbano, C. A., y Yuni, J. A. (2005).
Psicología del desarrollo: enfoques y perspectivas del curso vital. Editorial Brujas.

Ahora bien, en dicho texto los autores nos brindan un breve recorrido y nos presenta
que se entendía o mejor dicho, como era estudiado el desarrollo del individuo desde una
perspectiva más naturalista, en la época en donde las ideas evolucionistas y la primacía de las
ciencias naturales estaban en su auge. Ya entre finales del s. XIX y ½ s. XX, se abocaron más
hacia un predominio investigativo hacia el desarrollo infantil y la psicología del niño y
adolescente; tendía y pretendía encontrar leyes universales y normativas de los fenómenos
psicosociales, entendiendo así al “desarrollo como una sucesión de etapas sucesivas
reguladas por un conjunto de leyes y factores especialmente de naturaleza biológica”
(Urbano y Yuni, 2005, pp.16). Esto último es importante resaltar, puesto que dichas etapas no
se encontraban relacionadas unas con las otras sino que más bien, estaban aisladas una de
otra, a su vez cada una de estas etapas poseía características y conductas específicas. Pero
¿Para qué servían dichas características? Parafraseando a los autores podemos decir que era
para poder establecer unos parámetros de “normalidad” y así poder detectar “desviaciones”,
mejor conocidas como patologías y/o trastornos de desarrollo. También tenemos que tener en
cuenta que las mismas (etapas) eran normativas y universales; normativas porque a partir de
una serie de normas o leyes evolutivas se establecía el parámetro anteriormente dicho y los
mismos configurarían su personalidad o el desarrollo de sus capacidades que necesariamente
deben darse en una etapa determinada; universales porque estas debían de presentarse a todos
los individuos independientemente de la sociedad, la cultura o el tiempo en el que se
encuentre cada uno.

Llegados a este punto, nos preguntamos entonces ¿Cuándo ocurre ese cambio de
perspectiva? Los autores plantean que ya en posguerra, se empieza a replantear dicha
perspectiva, planteándose más bien un estudio de la totalidad del ciclo vital, teniendo en
cuenta la influencia del medio social, cultural e histórico. Otro cambio, es la perspectiva hacia
el sujeto como un “ser de naturaleza compleja, activo, proactivo y con capacidad para
regular, representarse e interpretar sus procesos de cambio” (Urbano y Yuni, 2005, pp.19)

En glosa de lo planteado por los autores, incluso los métodos utilizados anteriormente
ya no eran idóneos para esta nueva perspectiva, por lo que los nuevos metodos de
investigacion debían de ser de naturaleza observable, evaluativa y longitudinal. para dar
cuenta de una manera más precisa el desarrollo humano
A lo largo del siglo XX, la psicología fue progresando hacia una visión totalizadora,
interesándose en todo el ciclo vital, teoría que deriva de uno de los modelos de esta nueva
perspectiva, que fue el modelo contextual-dialéctico, el cual propone un análisis
contextualizado, en donde el desarrollo del individuo “es producto del entrecruzamiento de
un sistema de normas que lo regulan, con las mediciones que el propio sujeto introduce como
parte de un grupo social y con las herramientas que su cultura le provee”(Urbano y Yuni,
2005; pp. 21).

Ahora bien, de manera concisa y breve intentaremos desarrollar dicho enfoque. Este
enfoque es “un conjunto de premisas surgidas de la investigación científica que orienta la
descripción, la interpretación y el análisis de los procesos de desarrollo evolutivo a lo largo
de todo el Curso Vital” (Urbano y Yuni, 2005; pp. 25). El mismo plantea una serie de
premisas:

● Concepto de desarrollo evolutivo: supone que en cada fase ocurren


cambios/transformaciones que estructuran y desestructuran al individuo, que
buscará el equilibrio y una configuración identitaria propia.

● Sistemas influyentes en el desarrollo evolutivo: el desarrollo se encuentra


demarcado por la interacción entre 3 sistemas que se conoce como
contextualismo; las mismas son:

○ Influencias normativas asociadas a un rango de edad cronológica.

○ Influencias normativas que se relacionan con los acontecimientos


históricos y culturales de cada contexto social.

○ Influencias biográficas.

Dichos sistemas pueden ser normativos, que son los esperables en


determinadas etapas dependiendo del contexto; y los no normativos son
aquellos que son inesperados que afectan en diversos niveles al individuo, por
ejemplo enfermedades, accidentes, cambios de valores, etc. Aunque también
podemos encontrar los No eventos, que son aquellas situaciones/condiciones
buscadas por el individuo, sin embargo no logra.
● Influencia de los procesos históricos en el desarrollo: el individuo “sufre” las
condiciones histórico-culturales, que modelan en cierto sentido y nivel el
pensamiento y acción de cada uno y en grupo.

● Proceso de desarrollo es producto del interjuego de ganancias y pérdidas: esto


supone el acontecimiento de ganancias, osea suceso de crecimiento,
maduración, etc; o un acontecimiento de pérdidas, osea sucesos de declive,
deterioro, etc. Este interjuego de pérdidas y ganancia se mantiene y acontece
simultáneamente.

● Desarrollo evolutivo multidireccional: quiere decir que el cambio evolutivo


varía y posee diversas variables, que se presentan a lo largo de dicho
desarrollo.

● Plasticidad y heterogeneidad en el desarrollo: la plasticidad hace referencia a la


capacidad del individuo de adaptarse a los cambios; y la heterogeneidad tiene
que ver con el funcionamiento psíquico entre los individuos que atraviesan un
mismo ciclo evolutivo.

Ahora bien, expuesto ya cada una de las perspectivas nos parece oportuno brindar una
respuesta concisa acerca de la pregunta principal que compete a este inciso, y es que como
vimos la Psicología del Desarrollo es el cambio que se produce en dicha mirada biologicista y
reduccionistas, planteando no solo un cambio en los modos de investigación sino también en
cómo se percibe al sujeto, teniendo en cuenta otros factores como el contexto sociocultural, la
diversidad de realidades, planteando un desarrollo no determinado a partir de factores que
parten más allá de vectores universalizantes y normalizantes.

Plantear un estudio del sujeto en desarrollo desde una mirada biologicista y


reduccionista, partiendo de la perspectiva de la Psicología del Desarrollo sería contradictorio,
puesto que expusimos el abandono progresivo de de dicha mirada para tener una mirada
mucho más totalizante, comprensiva, integrada, entre otras. Además de agregar que dicha
mirada biologicista y reduccionista es característica de la Psicología Evolutiva.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

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