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Encabezado: 1

Células Procariontes

Sebastián Sáez

Titolio industries
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Resumen

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Introducción

En el presente ensayo, se abordará una meticulosa indagación acerca de las células

procariontes, entidades de naturaleza primordial en el ámbito de la biología. Estas diminutas

estructuras, carentes de un núcleo claramente definido y de organelos membranosos, se

erigen como entidades de singular trascendencia y sus particularidades intrínsecas demandan

un estudio concienzudo y riguroso.

A fin de esclarecer su naturaleza, conviene en primera instancia trazar una línea

demarcatoria entre células procariontes y células eucariontes. Mientras que estas últimas,

dotadas de un núcleo bien definido y organelos membranosos, constituyen la forma más

evolucionada y compleja de vida celular, las células procariontes, por el contrario, se

caracterizan por su simplicidad estructural y su esquematismo primitivo.

En vista de ello, el presente estudio se propone desvelar las particularidades que

imprimen singularidad a las células procariontes, ahondando en aspectos estructurales y

funcionales que les conciernen. A través de un análisis detallado de su estructura celular, se

desentrañará la composición y disposición de componentes tales como la membrana

plasmática, la cual reviste una función fundamental en la delimitación de la célula y en el

control de los procesos de transporte y comunicación. Asimismo, se examinará la presencia

de una pared celular, elemento característico de estas células y que confiere rigidez y

protección. Igualmente, se pondrá de relieve la peculiaridad de su material genético, el cual

se organiza de manera distintiva, consistiendo en un solo cromosoma circular, y en la

existencia de elementos genéticos extracromosómicos conocidos como plásmidos.

Resulta asimismo imperativo adentrarse en el ámbito de la reproducción de las células

procariontes, dado que su modo de perpetuarse se distingue de manera contundente de la

reproducción en las células eucariontes. La fisión binaria, proceso de reproducción asexual,

constituye el mecanismo primordial de proliferación en estos microorganismos. No obstante,


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cabe mencionar que también se presentan formas de transferencia genética horizontal, como

la conjugación, la transformación y la transducción, las cuales permiten la transferencia de

material genético entre células procariontes y promueven la variabilidad genética.

A su vez, la vitalidad metabólica de las células procariontes suscita un genuino interés

en el ámbito científico. Estas entidades exhiben una notable diversidad de metabolismos,

pudiendo ostentar una condición autótrofa o heterótrofa. En consecuencia, la respiración

celular y la fotosíntesis bacteriana se presentan como procesos de notoria relevancia a

explorar.

No puede obviarse la trascendencia de las células procariontes en el contexto de la

ecología y los ciclos biogeoquímicos, así como su participación en simbiosis con otros

organismos. Igualmente, se les reconoce una innegable importancia en la industria y la

medicina, a través de aplicaciones en la producción de alimentos, la generación de

medicamentos y la biotecnología.

El presente ensayo se configura como un instrumento esclarecedor que, mediante la

minuciosa indagación de ejemplos de células procariontes, como bacterias y arqueas, busca

profundizar en sus particularidades distintivas y otorgar una comprensión cabal de su esencia.

En conclusión, el presente estudio constituye un enfoque profundo y detallado sobre

las células procariontes, procurando sentar las bases para un conocimiento integral de estas

entidades celulares primigenias, cuyas particularidades y relevancia científica trascienden los

límites de su minúscula estructura.


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Estructura Celular

Membrana Plasmática

La membrana plasmática, un componente esencial de las células procariontes, juega

un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad celular y en la regulación de los

procesos de transporte y comunicación. Su estructura y función han sido objeto de numerosos

estudios que buscan desvelar los mecanismos que permiten a las células procariontes

interactuar con su entorno y mantener un equilibrio dinámico. En esta sección, nos

adentraremos en la fascinante y compleja naturaleza de la membrana plasmática de las

células procariontes, explorando sus componentes, su organización y su relevancia en los

procesos vitales de estos microorganismos. A través de un análisis detallado, seremos testigos

de la importancia crucial de esta estructura en la vida celular procarionte, sentando las bases

para comprender su adaptabilidad y funcionalidad en diversos contextos. En consecuencia,

emprendamos un viaje a través de la membrana plasmática procarionte, desentrañando los

misterios que la envuelven y descubriendo las sutilezas de su arquitectura molecular.

Definición y Función.

La membrana plasmática en las células procariontes constituye una estructura vital

que define el límite entre el entorno extracelular y el citoplasma, desempeñando un papel

fundamental en el mantenimiento de la integridad celular y en la regulación de diversos

procesos celulares. Se trata de una delgada barrera lipídica que envuelve la célula, compuesta

principalmente por fosfolípidos, proteínas y otros componentes asociados.

La función principal de la membrana plasmática es controlar el flujo de sustancias

hacia el interior y el exterior celular, permitiendo la entrada de nutrientes esenciales y la

salida de productos de desecho. Además, actúa como una barrera selectiva que mantiene la

homeostasis interna, evitando la pérdida de metabolitos esenciales y manteniendo un

equilibrio de concentraciones de iones y moléculas dentro de la célula.


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Otra función crítica de la membrana plasmática es la comunicación celular. A través

de proteínas específicas, la membrana permite la interacción entre células adyacentes y la

recepción de señales del entorno extracelular. Estas proteínas receptoras y canales de

comunicación desempeñan un papel fundamental en los procesos de reconocimiento celular,

transducción de señales y coordinación de respuestas celulares.

Además de su papel en el transporte y la comunicación, la membrana plasmática

también está involucrada en la generación y el mantenimiento del potencial de membrana,

que es esencial para la transmisión de señales eléctricas y el funcionamiento de procesos

como el transporte activo y la producción de energía celular.

Cabe destacar que la composición y la estructura de la membrana plasmática

procarionte presentan variaciones dependiendo del tipo de microorganismo. Por ejemplo,

algunas bacterias poseen lípidos especiales, como los esteroles, que brindan estabilidad y

rigidez a la membrana. Además, la presencia de proteínas específicas en la membrana

plasmática permite la interacción con el entorno y la adaptación a condiciones ambientales

cambiantes.

En resumen, la membrana plasmática en las células procariontes desempeña múltiples

funciones vitales, incluyendo el control del transporte de sustancias, la comunicación celular

y el mantenimiento de la integridad y la homeostasis celular. Su estructura y composición

únicas permiten a las células procariontes adaptarse y responder a su entorno, facilitando así

su supervivencia y función en diversos contextos biológicos.

Composición.

La composición de la membrana plasmática en las células procariontes es un tema de

gran relevancia y complejidad que merece un análisis exhaustivo y detallado. Esta estructura

lipídica, que delimita la célula y controla los procesos de transporte y comunicación, presenta

particularidades distintivas tanto en bacterias como en arqueas, dos grupos de


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microorganismos procariontes que exhiben diferencias significativas en su composición y

organización.

En las bacterias, la membrana plasmática está compuesta principalmente por

fosfolípidos, que se organizan en una bicapa lipídica. Estos fosfolípidos suelen ser

glicerofosfolípidos, los cuales consisten en una molécula de glicerol unida a dos cadenas de

ácidos grasos y un grupo fosfato. Los ácidos grasos más comunes en las bacterias son los

saturados y los monoinsaturados, pero también se han identificado ácidos grasos ramificados

y ciclados en algunas especies bacterianas. Estas variaciones en la composición de los ácidos

grasos pueden conferir propiedades específicas a la membrana, como una mayor fluidez o

rigidez, dependiendo del entorno y las necesidades metabólicas de la bacteria.

En contraste, en las arqueas, la composición lipídica de la membrana plasmática es

única y diferente a la de las bacterias y las células eucariontes. Las arqueas utilizan éteres de

glicerol en lugar de ésteres de glicerol para formar sus fosfolípidos. Estos éteres de glicerol

están formados por cadenas de isopreno, que son unidades de hidrocarburos ramificadas.

Además, en las arqueas se encuentran lípidos de tipo isoprénico, como los diglicéridos de

bipolares y los tetraéteres de bipolares, que contribuyen a la estabilidad de la membrana en

condiciones extremas. Estas adaptaciones lipídicas permiten a las arqueas resistir

temperaturas extremas, pH extremos y concentraciones salinas altas, características de

ambientes extremos como fuentes termales y ambientes salinos.

En términos de proteínas, tanto las bacterias como las arqueas presentan una

diversidad de proteínas integradas en la membrana plasmática que desempeñan funciones

vitales. Estas proteínas pueden actuar como canales y transportadores de sustancias, enzimas

implicadas en reacciones metabólicas, receptores de señales y moléculas de adhesión celular.

Las bacterias suelen tener una mayor diversidad de proteínas de membrana debido a su

adaptabilidad y capacidad para colonizar diversos ambientes. Algunas de estas proteínas


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bacterianas pueden ser específicas de ciertas especies o estar relacionadas con mecanismos de

resistencia a antibióticos, lo que les permite sobrevivir en ambientes hostiles.

Además de fosfolípidos y proteínas, la membrana plasmática de las células

procariontes puede contener otros componentes, como esteroles en ciertas bacterias. Estas

moléculas lipídicas especiales, similares a los esteroides encontrados en las células

eucariontes, contribuyen a la estabilidad y rigidez de la membrana. Los esteroles, como el

ergosterol en hongos y el colesterol en animales, pueden formar dominios específicos en la

membrana llamados balsas lipídicas o "lipid rafts", que se cree desempeñan un papel

importante en la organización de proteínas de membrana y en la señalización celular.

Es importante destacar que las diferencias en la composición de la membrana

plasmática entre bacterias y arqueas tienen implicaciones funcionales y adaptativas. Por

ejemplo, las arqueas son conocidas por su capacidad de sobrevivir en ambientes extremos,

como altas temperaturas, acidez extrema y altas concentraciones de sal, gracias a las

propiedades únicas de sus lípidos de membrana. La composición lipídica de la membrana

plasmática de las bacterias, por otro lado, puede influir en su interacción con el entorno y en

su capacidad para colonizar diferentes nichos ecológicos.

En resumen, la composición de la membrana plasmática en las células procariontes es

un tema complejo y fascinante que muestra diferencias significativas entre bacterias y

arqueas. Estas diferencias en la composición lipídica y proteica reflejan las adaptaciones de

estos microorganismos a su entorno y a su estilo de vida. El estudio detallado de la

composición de la membrana plasmática en las células procariontes proporciona una visión

más profunda de las estrategias evolutivas y de supervivencia de estos organismos, así como

de su interacción con el entorno.


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Transporte de sustancias.

El transporte de sustancias a través de la membrana plasmática en las células

procariontes es un proceso esencial para mantener la homeostasis y permitir el intercambio de

moléculas y nutrientes con el entorno circundante. Esta función vital implica una serie de

mecanismos y sistemas de transporte altamente regulados y especializados que aseguran un

flujo adecuado de sustancias hacia el interior y el exterior celular.

Existen diferentes formas de transporte de sustancias a través de la membrana

plasmática, que incluyen el transporte pasivo y el transporte activo. En el transporte pasivo,

las sustancias se mueven a favor de su gradiente de concentración, es decir, desde una región

de mayor concentración hacia una de menor concentración, sin requerir un gasto de energía

por parte de la célula. Este tipo de transporte incluye la difusión simple, en la cual las

moléculas pequeñas atraviesan directamente la bicapa lipídica, y la difusión facilitada, donde

las moléculas son transportadas a través de proteínas de canal o transportadores.

Por otro lado, el transporte activo implica el movimiento de sustancias en contra de su

gradiente de concentración, desde una región de menor concentración hacia una de mayor

concentración, lo que requiere el gasto de energía en forma de ATP. Un ejemplo de

transporte activo es la bomba de protones, presente en muchas bacterias, que utiliza la energía

derivada del transporte de protones para impulsar el transporte de otras moléculas en contra

de su gradiente de concentración. También existen sistemas de transporte activo que acoplan

el movimiento de una sustancia en contra de su gradiente a la cotransportación de otra

sustancia a favor de su gradiente, aprovechando así el gradiente electroquímico generado.

Además de estos mecanismos de transporte pasivo y activo, las células procariontes

también pueden emplear otros sistemas especializados para la importación y exportación de

sustancias. Por ejemplo, algunos microorganismos procariontes poseen sistemas de transporte

secundario, como el cotransporte simporte y antiporte, que utilizan el gradiente


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electroquímico establecido por otras moléculas transportadas para facilitar el transporte de

sustancias específicas. Asimismo, existen sistemas de transporte por medio de vesículas,

donde las moléculas son encapsuladas en vesículas membranosas y transportadas hacia el

interior o el exterior celular.

Es importante destacar que la membrana plasmática de las células procariontes

también puede ser selectiva en cuanto a las sustancias que permite entrar o salir de la célula.

Para ello, cuenta con proteínas transportadoras y canales iónicos que son específicos para

ciertos tipos de moléculas o iones. Estas proteínas transportadoras pueden regularse en

respuesta a señales químicas o cambios en el entorno, permitiendo un control preciso del

flujo de sustancias.

En resumen, el transporte de sustancias a través de la membrana plasmática en las

células procariontes es un proceso complejo y altamente regulado que asegura el intercambio

adecuado de moléculas y nutrientes con el entorno circundante. La presencia de diferentes

mecanismos de transporte, tanto pasivo como activo, así como la selectividad de la

membrana en cuanto a las sustancias que permite atravesar, son aspectos cruciales para el

funcionamiento y la supervivencia de las células procariontes en su entorno. El estudio

detallado de estos mecanismos de transporte proporciona una visión más profunda de la

fisiología y la adaptación de las células procariontes a su entorno.

Pared Celular

La pared celular es una estructura característica y crucial presente en las células

procariontes que desempeña un papel fundamental en su integridad estructural, protección y

regulación de interacciones con el entorno circundante. Esta capa externa rígida y resistente

proporciona soporte mecánico y protección contra cambios osmóticos, estrés ambiental y la

entrada de sustancias no deseadas. Además, la pared celular también desempeña un papel

importante en la determinación de la forma celular y en la interacción con otras células y


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organismos. El estudio de la pared celular en las células procariontes es esencial para

comprender su biología y su adaptación a diferentes condiciones ambientales. En esta

sección, exploraremos en detalle la estructura, composición y funciones clave de la pared

celular en las células procariontes.

Definición y Función.

La pared celular en las células procariontes es una estructura esencial y altamente

compleja que rodea la membrana plasmática, brindando soporte estructural, protección y

participando en diversas funciones biológicas. Esta capa externa juega un papel fundamental

en la regulación de la forma celular, la protección contra el estrés osmótico, la interacción

con el entorno y la comunicación con otras células.

En términos generales, la pared celular se define como una capa rígida y resistente

que rodea la célula procarionte y le proporciona protección mecánica contra cambios de

presión osmótica y factores ambientales adversos. Además, la pared celular contribuye a

mantener la forma y la integridad celular, evitando que la célula se colapse o se deforme bajo

diferentes condiciones. Sin embargo, es importante destacar que la estructura y composición

de la pared celular pueden variar entre diferentes grupos de células procariontes, como

bacterias y arqueas, lo que refleja sus adaptaciones evolutivas a entornos específicos.

En las bacterias, la pared celular se compone principalmente de un polímero llamado

peptidoglicano o mureína, que es exclusivo de estas células. El peptidoglicano es una red

tridimensional de polisacáridos y péptidos que brinda rigidez y resistencia a la pared celular

bacteriana. Está compuesto por unidades repetitivas de N-acetilglucosamina (NAG) y ácido

N-acetilmurámico (NAM), unidos por cadenas de péptidos. Esta estructura de malla

proporciona una barrera física que protege a la célula de la lisis osmótica, evitando que se

hinche o se colapse debido a cambios en la presión osmótica.


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En contraste, las arqueas tienen una pared celular diferente a la de las bacterias. En

lugar de peptidoglicano, las arqueas poseen una pared celular compuesta por diversos tipos de

polisacáridos, glicoproteínas y proteínas. Estos componentes varían en su composición y

estructura entre diferentes especies de arqueas y se cree que desempeñan un papel importante

en la adaptación a ambientes extremos, como altas temperaturas, pH extremos y salinidad

elevada. La composición diversa de la pared celular de las arqueas es crucial para su

resistencia y supervivencia en condiciones extremas y ha sido objeto de numerosos estudios

de investigación.

Además de su función estructural y protectora, la pared celular en las células

procariontes desempeña un papel fundamental en la interacción con el entorno y la

comunicación con otras células. Por ejemplo, la pared celular puede actuar como una barrera

selectiva que regula el paso de sustancias hacia y desde la célula. Algunas moléculas y iones

pueden ser transportados a través de poros o canales específicos presentes en la pared celular,

mientras que otras pueden ser excluidas. Esta selectividad en el transporte contribuye a

mantener la homeostasis celular y permite a la célula controlar el intercambio de nutrientes,

metabolitos y señales con el entorno.

Asimismo, la pared celular también puede desempeñar un papel en la adhesión celular

y en la formación de biofilms, que son comunidades de células procariontes adheridas a una

superficie y encapsuladas en una matriz extracelular. La estructura y composición de la pared

celular pueden influir en la capacidad de las células para adherirse a superficies y a otras

células, lo que tiene implicaciones en la colonización de tejidos, la formación de infecciones

y la resistencia a antimicrobianos.

En resumen, la pared celular en las células procariontes es una estructura esencial que

brinda soporte, protección y desempeña funciones clave en la regulación de la forma celular,

la protección contra el estrés osmótico, la interacción con el entorno y la comunicación


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celular. La composición y la estructura de la pared celular pueden variar entre diferentes

grupos de células procariontes, como bacterias y arqueas, reflejando su adaptación a entornos

específicos. El estudio detallado de la pared celular en las células procariontes es fundamental

para comprender su biología, su adaptación y su importancia en la salud humana, la ecología

y la biotecnología.

Composición Química.

La composición química de la pared celular en las células procariontes es altamente

diversa y varía entre diferentes grupos de microorganismos. En general, la pared celular está

compuesta por una combinación de polisacáridos, proteínas y otros componentes que

contribuyen a su estructura y función específicas. A continuación, exploraremos en detalle los

principales componentes y su papel en la pared celular de las bacterias y las arqueas.

1. Peptidoglicano: El peptidoglicano es el componente principal de la pared celular

en las bacterias. Consiste en una red tridimensional de polisacáridos formada por

cadenas alternadas de N-acetilglucosamina (NAG) y ácido N-acetilmurámico

(NAM). Estas cadenas están entrelazadas mediante puentes peptídicos, que

conectan los ácidos NAM y proporcionan estabilidad y resistencia a la pared

celular bacteriana. La composición y la estructura exacta del peptidoglicano

pueden variar entre diferentes especies bacterianas, lo que influye en la resistencia

a antibióticos y en las propiedades físicas de la pared celular.

2. Polisacáridos: Además del peptidoglicano, las bacterias pueden tener otros

polisacáridos en su pared celular, como polisacáridos capsulares, polisacáridos de

reserva y polisacáridos de adhesión. Los polisacáridos capsulares son una capa

externa que rodea la pared celular y puede conferir propiedades de virulencia,

resistencia a la desecación y capacidad para evadir el sistema inmunológico del

huésped. Los polisacáridos de reserva, como el glucógeno y el polifosfato, se


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almacenan en la pared celular y se utilizan como fuentes de energía en momentos

de escasez de nutrientes. Los polisacáridos de adhesión, como el ácido

lipoteicoico y el ácido teicoico, están involucrados en la adhesión a superficies y

la formación de biofilms.

3. Proteínas: Las proteínas desempeñan un papel importante en la estructura y la

función de la pared celular en las células procariontes. Pueden estar asociadas al

peptidoglicano o estar incrustadas en la matriz de la pared celular. Estas proteínas

pueden tener funciones diversas, como enzimáticas, estructurales y de

reconocimiento. Por ejemplo, las proteínas de anclaje al peptidoglicano son

responsables de unir las cadenas de peptidoglicano y estabilizar la estructura de la

pared celular. Las proteínas de unión a sustratos, por otro lado, están involucradas

en la captura y el transporte de nutrientes a través de la pared celular.

4. Lípidos: Aunque la pared celular en las bacterias se compone principalmente de

peptidoglicano, también pueden encontrarse lípidos en su estructura. Estos lípidos

pueden estar presentes en forma de lipoproteínas y lípidos estructurales que se

asocian con la capa externa de la pared celular. Estos lípidos pueden conferir

propiedades hidrofóbicas y contribuir a la impermeabilidad de la pared celular,

protegiendo a la célula contra moléculas y compuestos hidrofílicos.

5. Otros componentes: Además de los principales componentes mencionados

anteriormente, la pared celular de las células procariontes puede contener otros

elementos y moléculas, como ácidos nucleicos, metales, poliaminas y moléculas

de señalización. Estos componentes pueden desempeñar roles específicos en la

función y la respuesta celular.

Es importante destacar que la composición química de la pared celular puede variar

considerablemente entre diferentes especies bacterianas y arqueas, reflejando sus


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adaptaciones a entornos específicos y su capacidad para interactuar con su entorno. Estudios

avanzados, como la espectrometría de masas y la espectroscopia, se utilizan para identificar y

caracterizar los componentes específicos de la pared celular en diferentes microorganismos.

En resumen, la composición química de la pared celular en las células procariontes es

extremadamente diversa y compleja, y está compuesta por una combinación de

peptidoglicano, polisacáridos, proteínas, lípidos y otros componentes. Estos elementos

contribuyen a la estructura, la resistencia, la función y la interacción de la célula con su

entorno. El estudio detallado de la composición química de la pared celular es fundamental

para comprender la biología, la adaptación y las aplicaciones potenciales de las células

procariontes en diversos campos, como la biotecnología, la salud humana y la ecología.

Variabilidad en la Estructura de la Pared Celular.

Diferencias en la Composición del Peptidoglicano.

El peptidoglicano es un componente fundamental de la pared celular en las células

procariontes, y su composición puede variar significativamente entre diferentes especies y

grupos bacterianos. Esta sección explorará exhaustivamente las diferencias en la composición

del peptidoglicano, destacando las variedades en los enlaces peptídicos, las variaciones en los

aminoácidos presentes y las modificaciones post-traduccionales que pueden ocurrir.

1. Variedades en los enlaces peptídicos: El peptidoglicano está formado por cadenas

de polisacáridos alternantes de N-acetilglucosamina (NAG) y ácido N-

acetilmurámico (NAM), unidas por enlaces glucosídicos. Sin embargo, la

naturaleza de los enlaces peptídicos que conectan las cadenas de polisacáridos

puede variar. Por ejemplo, algunas bacterias presentan enlaces peptídicos directos,

también conocidos como enlaces 1,6-anhidromuramato. En contraste, otras

bacterias tienen enlaces peptídicos cruzados, llamados enlaces 3,3' o enlaces

directos estrechos.
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2. Variaciones en los aminoácidos presentes: Además de los enlaces peptídicos, la

composición de los aminoácidos en el peptidoglicano puede diferir entre

diferentes bacterias. Aunque la mayoría de las bacterias poseen aminoácidos

comunes como la L-alanina, el ácido D-glutámico, la L-lisina y la D-alanina,

algunas bacterias pueden contener aminoácidos únicos o aminoácidos en

diferentes proporciones. Estas variaciones en los aminoácidos pueden tener un

impacto en la estructura, la resistencia y la función de la pared celular.

3. Modificaciones post-traduccionales del peptidoglicano: En algunos casos, los

aminoácidos presentes en el peptidoglicano pueden sufrir modificaciones post-

traduccionales. Por ejemplo, ciertas bacterias pueden agregar grupos funcionales a

los aminoácidos del peptidoglicano, como la adición de grupos acetilo o glicolilo.

Estas modificaciones pueden influir en la carga eléctrica de la pared celular,

afectar la interacción con otras moléculas y contribuir a la resistencia a los

antibióticos.

Es importante tener en cuenta que estas diferencias en la composición del

peptidoglicano pueden tener implicaciones significativas en la función y la respuesta de la

pared celular. Por ejemplo, las variaciones en los enlaces peptídicos pueden influir en la

rigidez y la flexibilidad de la pared celular, afectando su capacidad para soportar la presión

osmótica y resistir el estrés mecánico. Del mismo modo, las variaciones en los aminoácidos y

las modificaciones post-traduccionales pueden contribuir a la resistencia a los antibióticos y a

la capacidad de evadir el sistema inmunológico del huésped.

En resumen, la composición del peptidoglicano puede diferir entre diferentes

bacterias, mostrando variaciones en los enlaces peptídicos, los aminoácidos presentes y las

modificaciones post-traduccionales. Estas diferencias en la composición del peptidoglicano

pueden desempeñar un papel crucial en la estructura, la resistencia y la función de la pared


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celular en las células procariontes. El estudio detallado de estas variaciones contribuye a

nuestra comprensión de la diversidad bacteriana y tiene implicaciones importantes en áreas

como la resistencia a los antibióticos y el desarrollo de terapias dirigidas.

Diversidad de Polisacáridos Asociados a la Pared Celular.

La diversidad de polisacáridos asociados a la pared celular en las células procariontes

es notable y desempeña un papel crucial en la estructura, la función y la interacción celular.

Esta sección abordará exhaustivamente la variedad de polisacáridos presentes en la pared

celular, centrándose en los polisacáridos capsulares, los polisacáridos de adhesión y los

polisacáridos de reserva.

1. Polisacáridos capsulares: Los polisacáridos capsulares son capas externas que

rodean la pared celular en muchas bacterias. Estos polisacáridos son altamente

variables en términos de composición y estructura, lo que confiere a las bacterias

una amplia diversidad de cápsulas. Las cápsulas pueden estar compuestas por

diferentes tipos de polisacáridos, incluyendo polisacáridos de ácido glucurónico,

ácido glucorónico, ácido manurónico y ácido manurónico. La diversidad de los

polisacáridos capsulares les confiere a las bacterias características únicas, como la

capacidad de evadir el sistema inmunológico del huésped, protegerse de la

desecación y resistir a las enzimas degradativas.

2. Polisacáridos de adhesión: Los polisacáridos de adhesión son componentes clave

en la interacción entre las células bacterianas y su entorno. Estos polisacáridos

pueden estar presentes en la pared celular o formar proyecciones en la superficie

celular. Los polisacáridos de adhesión facilitan la adhesión de las bacterias a las

superficies, como las células huésped o las superficies abióticas, y juegan un papel

crucial en la formación de biofilms. Los biofilms son comunidades microbianas


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altamente organizadas y resistentes a los antimicrobianos, lo que los convierte en

un importante factor en la patogénesis y la persistencia bacteriana.

3. Polisacáridos de reserva: Algunas bacterias tienen la capacidad de almacenar

polisacáridos como fuente de reserva de energía y nutrientes. Los polisacáridos de

reserva más comunes son el glucógeno y el polifosfato. Estos polisacáridos se

acumulan en gránulos en el citoplasma de las células bacterianas y se utilizan

como reserva de energía en condiciones de escasez de nutrientes. La presencia de

polisacáridos de reserva proporciona a las bacterias la capacidad de sobrevivir en

ambientes cambiantes y les permite adaptarse a condiciones adversas.

Es importante destacar que la diversidad de polisacáridos asociados a la pared celular

no se limita a los tipos mencionados anteriormente. En diferentes especies bacterianas, se han

identificado otros polisacáridos con funciones específicas, como la protección contra estrés

osmótico, la resistencia a los ácidos o la formación de cápsulas mucoides. Estos polisacáridos

adicionales contribuyen aún más a la diversidad y complejidad de la pared celular bacteriana.

En resumen, la diversidad de polisacáridos asociados a la pared celular en las células

procariontes es amplia y desempeña funciones críticas en la estructura, la interacción y la

adaptación celular. El estudio detallado de estos polisacáridos permite una mejor

comprensión de la diversidad bacteriana, la virulencia bacteriana y las estrategias de

supervivencia en diferentes entornos.

Proteínas Estructurales y de Anclaje en la Pared Celular.

La función y la estabilidad de la pared celular en las células procariontes no solo

dependen de los componentes de carácter polisacárido, sino que también están influenciadas

por la presencia de proteínas estructurales y de anclaje. Esta sección explorará en detalle la

importancia de estas proteínas en la pared celular, destacando su papel en la estructura, la

función y la interacción celular.


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1. Proteínas de anclaje al peptidoglicano: Las proteínas de anclaje al peptidoglicano

desempeñan un papel crucial en la estabilidad y la integridad de la pared celular.

Estas proteínas se unen de manera no covalente al peptidoglicano y proporcionan

puntos de anclaje para la fijación de otras proteínas y componentes de la pared

celular. Además, estas proteínas pueden contribuir a la resistencia mecánica de la

pared celular al formar una malla tridimensional que refuerza la estructura de la

pared y previene su ruptura bajo presión osmótica. Ejemplos de proteínas de

anclaje al peptidoglicano incluyen las proteínas de unión a mureína (Murein

Binding Proteins) y las proteínas de unión a penicilina (Penicillin Binding

Proteins).

2. Proteínas de unión a sustratos: Las proteínas de unión a sustratos son cruciales

para el transporte de nutrientes a través de la pared celular en las células

procariontes. Estas proteínas se unen a moléculas específicas, como aminoácidos,

azúcares y iones, y facilitan su entrada a la célula. Estas proteínas actúan como

porteros selectivos, asegurándose de que solo las moléculas necesarias sean

transportadas a través de la pared celular. Además, las proteínas de unión a

sustratos pueden participar en mecanismos de captación y aprovechamiento de

nutrientes presentes en el entorno.

3. Proteínas de adhesión y biofilm: Las proteínas de adhesión desempeñan un papel

fundamental en la interacción entre las células bacterianas y su entorno. Estas

proteínas pueden estar ancladas a la pared celular o ubicadas en la superficie

celular, y están involucradas en la adhesión a sustratos abióticos, células huésped

o a otras células bacterianas. La formación de biofilms, comunidades microbianas

altamente organizadas, depende en gran medida de las proteínas de adhesión.


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Estas proteínas facilitan la adhesión inicial de las bacterias a una superficie, así

como la formación de estructuras tridimensionales dentro del biofilm.

La presencia de proteínas estructurales y de anclaje en la pared celular contribuye

significativamente a la función y la interacción celular. Estas proteínas no solo brindan

estabilidad y rigidez a la pared celular, sino que también desempeñan un papel clave en la

adhesión, el transporte de sustancias y la formación de estructuras multicelulares. La

investigación continua sobre estas proteínas es fundamental para comprender mejor la

biología y la fisiología de las células procariontes, así como para el desarrollo de nuevas

estrategias terapéuticas y el diseño de agentes antimicrobianos dirigidos específicamente a la

pared celular bacteriana.

Influencia de los Lípidos en la Estructura de la Pared Celular.

Los lípidos también desempeñan un papel importante en la estructura y función de la

pared celular en las células procariontes. Aunque los lípidos constituyen una proporción

menor en comparación con los componentes polisacáridos y proteicos, su presencia y

distribución específica en la pared celular son fundamentales para mantener la integridad de

la membrana y proporcionar estabilidad estructural. Esta sección se adentrará en la influencia

de los lípidos en la estructura de la pared celular, destacando su contribución a la

permeabilidad, la estabilidad y la adaptación celular.

1. Fosfolípidos: Los fosfolípidos son los lípidos principales que se encuentran en la

membrana plasmática de las células procariontes y también pueden tener un papel

en la estructura de la pared celular. Estos lípidos están compuestos por una cabeza

polar (grupo fosfato) y dos cadenas de ácidos grasos hidrocarbonados. Los

fosfolípidos contribuyen a la fluidez y la permeabilidad selectiva de la membrana

celular. Además, pueden interactuar con los componentes polisacáridos y

proteicos de la pared celular, contribuyendo a su estabilidad y rigidez.


21

2. Lipopolisacáridos (LPS): Los lipopolisacáridos son componentes específicos de la

pared celular de las bacterias gramnegativas. Estos lípidos complejos están

compuestos por una región lipídica hidrofóbica llamada lípido A, una región

central de polisacárido conocida como el núcleo y una cadena de polisacárido

largo llamada antígeno O. Los LPS desempeñan un papel fundamental en la

integridad estructural de la pared celular y también están implicados en la

interacción con el sistema inmunológico del huésped.

3. Ácidos micólicos: Los ácidos micólicos son lípidos únicos que se encuentran en la

pared celular de las bacterias ácido-alcohol resistentes, como el género

Mycobacterium. Estos lípidos contribuyen a la impermeabilidad de la pared

celular y a su resistencia a factores externos, como los ácidos y los detergentes.

Los ácidos micólicos también confieren propiedades hidrofóbicas a la pared

celular, lo que ayuda a la supervivencia de estas bacterias en ambientes hostiles.

4. Otros lípidos: Además de los lípidos mencionados anteriormente, existen otros

lípidos que pueden estar presentes en la pared celular y desempeñar funciones

específicas. Por ejemplo, los lípidos anclados a glicoproteínas pueden participar

en la adhesión celular y en la formación de biofilms. Los lípidos modificados y las

lipoproteínas también pueden estar presentes en la pared celular y contribuir a su

estabilidad y funcionalidad.

La distribución y composición específica de los lípidos en la pared celular varía entre

diferentes especies bacterianas y puede estar influenciada por factores ambientales. Estos

lípidos desempeñan un papel crucial en la estructura y función de la pared celular,

contribuyendo a la permeabilidad selectiva, la estabilidad y la resistencia de las células

procariontes. Su estudio continuo es esencial para comprender mejor la biología de estas

células y su adaptación a diversos entornos.


22

Otros componentes y su variabilidad en la pared celular.

Además de los componentes principales discutidos anteriormente, la pared celular en

las células procariontes puede contener una variedad de otros componentes que contribuyen a

su estructura y función. Esta sección explorará en detalle algunos de estos componentes

adicionales, su diversidad y su impacto en las propiedades de la pared celular.

1. Ácido teicoico y ácido lipoteicoico: Estos ácidos se encuentran en la pared celular

de algunas bacterias grampositivas y están compuestos por cadenas de polímeros

cargados negativamente. Desempeñan un papel importante en la estabilidad de la

pared celular y en la regulación de la interacción con el entorno. Además, pueden

participar en la adhesión a superficies y en la interacción con el sistema

inmunológico del huésped.

2. Ácido lipídico de arqueas: Las arqueas, un tipo de microorganismo procarionte,

tienen una pared celular distintiva que contiene ácidos lipídicos únicos. Estos

lípidos, llamados lípidos de membrana de isopreno, contribuyen a la estructura y

la estabilidad de la pared celular de las arqueas. Además, estos lípidos confieren

propiedades únicas, como la resistencia a condiciones extremas de temperatura,

pH y presión.

3. Ácidos teicoicos: Los ácidos teicoicos son polímeros cargados negativamente que

se encuentran en la pared celular de algunas bacterias grampositivas. Estos ácidos

contribuyen a la resistencia a los antibióticos y a la adherencia a superficies, y

pueden desempeñar un papel en la virulencia bacteriana. Su composición y

estructura pueden variar entre diferentes especies bacterianas, lo que influye en las

propiedades físicas y funcionales de la pared celular.

4. Lipoproteínas y proteínas de transporte: Además de las proteínas estructurales

mencionadas anteriormente, la pared celular puede contener lipoproteínas y


23

proteínas de transporte que desempeñan funciones específicas. Estas proteínas

pueden estar involucradas en el transporte de nutrientes a través de la pared

celular, la regulación del flujo de iones y la interacción con el entorno. Su

presencia y diversidad contribuyen a la versatilidad y la adaptabilidad de las

células procariontes.

5. Polímeros extracelulares: Algunas bacterias pueden producir polímeros

extracelulares que se encuentran en la matriz de la pared celular. Estos polímeros,

como el exopolisacárido y las fibras de curli, desempeñan un papel en la

formación de biofilms, la protección contra estrés ambiental y la interacción con

otras células y organismos. La composición y la estructura de estos polímeros

pueden variar ampliamente, lo que confiere a las bacterias características

específicas.

Es importante tener en cuenta que la presencia y la diversidad de estos componentes

adicionales en la pared celular varían entre diferentes especies bacterianas y pueden estar

influenciadas por factores ambientales y genéticos. Su estudio y comprensión son

fundamentales para una visión más completa de la estructura y la función de la pared celular

en las células procariontes, y para abordar temas relacionados con la patogenicidad bacteriana

y el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos.


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Nucleoide y Material Genético

Definición y Ubicación.

Organización del ADN.

Ausencia de Histonas y Estructuras Nucleares.

Ausencia de Organelos Membranosos

Descripción de la Estructura Celular.

Localización de Funciones Metabólicas.

Otros Componentes Celulares

Ribosomas.

Flagelos y Pili.

Inclusiones y gránulos.

Para los requisitos de formato de APA, simplemente escriba sus propias referencias y

notas al pie. Para dar formato a una referencia de nota al pie, seleccione el número y,

después, en la galería de estilos de la pestaña Inicio, haga clic en Referencia de nota al pie.

Título 3.

Incluya un punto al final de un titulillo en línea. Tenga en cuenta que, si corresponde,

se pueden incluir párrafos consecutivos con sus propios títulos.

Título 4.

Al usar títulos, no omita niveles. Si necesita usar un título 3, 4 o 5 sin texto antes del

siguiente título, agregue un punto al final del título y, después, inicie un nuevo párrafo para el

subtítulo y su texto. (Apellidos, año)

Título 5.

Al igual que el resto de las secciones del artículo, las referencias empiezan en su

propia página, como se muestra en la página siguiente. Escriba en el texto citas como lo haría
25

con cualquier texto del documento, tal como se muestra al final de este párrafo y del anterior.

(Apellidos, año)

Para ver este documento con todo el diseño y el formato, como la sangría francesa,

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26

Referencias

Apellidos, Nombre (Año). Título del artículo. Título del diario, páginas desde - hasta.

Apellidos, Nombre (Año). Título del libro. Nombre de la ciudad: Nombre del editor
27

Notas al pie
1
Agregue notas al pie, si corresponde, en su propia página después de las referencias.

En el cuerpo de una nota al pie, como en este ejemplo, se usa el estilo de texto Normal.

(Nota: Si elimina esta nota al pie de ejemplo, no se olvide de eliminar también su referencia

en el texto. Está al final del párrafo Título 2 de ejemplo de la primera página del contenido

del cuerpo de esta plantilla.)


28

Tablas

Tabla 1

Título de tabla

Encabezado de Encabezado de Encabezado de Encabezado de Encabezado de


columna columna columna columna columna
Encabezado de fila 123 123 123 123
Encabezado de fila 456 456 456 456
Encabezado de fila 789 789 789 789
Encabezado de fila 123 123 123 123
Encabezado de fila 456 456 456 456
Encabezado de fila 789 789 789 789

Nota: Coloque todas las tablas del documento en una sección de tablas, después de las

referencias (y, si corresponde, después de las notas al pie). Use una página nueva para cada

tabla e incluya un número de tabla y un título de tabla para cada una, como se muestra en esta

página. Todo el texto explicativo aparece en una nota de tabla después de la tabla, como en

esta. Use el estilo de tabla o ilustración, disponible en la galería de estilos de la pestaña

Inicio, para agregar el espaciado entre la tabla y la nota. Las tablas en el formato de APA

pueden usar un interlineado de una línea o de 1,5 líneas. Incluya un título para cada fila o

columna, incluso si el contenido parece obvio. Se configuró un estilo de tabla para esta

plantilla que cumple con las normas del estilo APA. Para insertar una tabla, seleccione la

pestaña Insertar y haga clic en Tabla.


29

Ilustraciones

Ilustración 1. Incluya todas las ilustraciones en su propia sección, después de las referencias

(y, si corresponde, después de las notas al pie y las tablas). Incluya un título numerado para

cada ilustración. Use el estilo de tabla o ilustración para agregar fácilmente espaciado entre la

ilustración y el título.

Para obtener más información sobre todos los elementos del formato de estilo APA, vea el

Manual de estilo de la APA, 6.ª edición.

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