El aprendizaje acelerado es una teoría surgida a mediados de los
sesentas y que fue propuesta por el psicólogo de origen búlgaro Georgi Lozanov.
La tesis de Lozanov sostiene que es necesario actualizar el sistema
pedagogía tradicional, incorporando dentro del mismo una serie de estímulos cognitivos con la finalidad de que los alumnos reciban una estimulación neuronal adecuada y de esta forma contribuir en la aceleración del aprendizaje.
Dicho de una manera más sencilla, el aprendizaje acelerado es una
teoría pedagógica la cual sostiene que si un ambiente educativo bien acondicionado y reforzado con estímulos sensoriales positivos pueden producen una aceleración del aprendizaje la cual permitirá a los alumnos alcanzar su verdadero potencial intelectual y académico.
Una parte importante de la teoría del aprendizaje acelerado se basa
en el uso de todas las regiones del cerebro dentro del proceso de enseñanza. La ciencia del aprendizaje acelerado radica en la integración de un sistema de enseñanza donde se estimule de igual forma al lado del cerebro encargado del razonamiento lógico (hemisferio izquierdo) como el área del mismo que encarga de los impulsos creativos (hemisferio)
A diferencia de la metodología tradicional de aprendizaje, un entorno
óptimo para el aprendizaje acelerado requiere de la inclusión de ciertos estímulos sensoriales los cuales permitan a los alumnos tener la capacidad de asimilar con mayor facilidad la información que le es suministrada. Principales críticas hacia la teoría de aceleración del aprendizaje Desde sus comienzos las teorías de Lazanov sobre los métodos para conseguir la aceleración de aprendizaje se han topado con una fuerte oposición por parte de muchos científicos.