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Ficha de Historia – 5to Humanístico

Prof. Fernando de los Ángeles

MERCANTILISMO

“La intervención del Estado en la economía definió una política económica conocida
como mercantilismo. El ideólogo del mercantilismo fue Colbert, ministro de Hacienda
de Luis XIV. En su opinión, un Estado era más rico cuanto más metales preciosos
tenían. La única manera de obtenerlos, para un país que carecía de ellos, era a través del
comercio. Para eso, el país en cuestión tenía que vender al exterior más de lo que
compraba, para quedarse con el excedente de metal amonedado con el que la pagaban
sus exportaciones. Esta política requería aumentar las exportaciones y reducir las
importaciones. Para ambas cosas resultaba imprescindible el crecimiento de la
producción, especialmente de los productos caros, así estos productos no se tendrían
que comprar al exterior y podrían venderse en otros países. Colbert instaló talleres de
manufacturas reales y otorgó beneficios a las actividades que eran de interés para
mantener una balanza comercial favorable. Eliminó las aduanas dentro de Francia para
facilitar el intercambio pero impuso el proteccionismo en las aduanas de la frontera”
“mundo (Lucila Artagaveytia, Cristina Barbero “Mundo, América Latina y Uruguay
del siglo XV al XIX)

“Hacia el fin de la Edad Media se constituyó un verdadero pacto social entre los
monarcas y la burguesía, destinado a asegurar beneficios recíprocos, los que, en último
término se manifiestan en dos hechos: el enriquecimiento sostenido y la jerarquización
social de la burguesía, por un lado y la consolidación del poder real y del Estado
moderno, por otro. Pero correlativamente a estos dos hechos se va produciendo un
tercero consecuencia de los dos primeros: la decadencia de la nobleza terrateniente de
origen feudal, contra la cual está dirigido el pacto social. El mercantilismo fue,
recíprocamente, la doctrina destinada a interpretar este pacto social, es decir, la teoría
del propio pacto, cuya aplicación en la orientación del Estado moderno, del siglo XVI
en adelante, constituía la forma de asegurar el enriquecimiento de la burguesía y la
consolidación del poder real y del Estado.” (José Claudio Williman (h) y Carlos
Panizza Pons., 1987 “Historia Uruguaya” Tomo 1).

“La escuela económica mercantilista (la primera que aparece en la historia), cree
descubrir que el secreto de la riqueza y el poderío de las naciones reside
primordialmente en la acumulación de metales preciosos: oro y plata. El oro y plata,
dice, pueden comprarlo todo: tierra, fábricas, colonias, materias primas, trabajadores,
ejércitos. Su concepto era estático, fundado en el atesoramiento. Para acumular oro era
necesario hacer lo que hizo Colbert, ministro de Luis XIV de Francia; levantar barreras
aduaneras que impidieran la importación de artículos extranjeros (siendo el oro la única
moneda internacional las importaciones se pagan en oro); dar al Estado el control de la
producción, tanto para acomodarlas a las necesidades del consumo interno como para
agrandar esa producción y hacer posible la exportación; regular precios y aún establecer
fábricas propias del Estado para contribuir a la producción sin caer en los peligros de la
competencia ruinosa, etc., etc. En otros términos, una de las primeras y, para su tiempo,
más radicales muestras del intervencionismo estatal.” (W. Montenegro en
“Introducción a las doctrinas político-económicas”.)
Ficha de Historia – 5to Humanístico
Prof. Fernando de los Ángeles

Antes de ser una doctrina, el mercantilismo fue un sistema económico. El principio


esencial de este sistema consideraba que la riqueza de un estado se basaba en la
acumulación de metales preciosos. Por consiguiente, la adquisición de metales, es la
finalidad de la actividad económica y de si los tres principios siguientes: 1) esta
conquista de metales preciosos debe ser la principal preocupación de los gobiernos. 2) la
Nación que posee minas de oro, de plata o incluso cobre, debe forzarse en impedir su
fuga, la que no las tenga, debe atraerlos por intercambio y frenar su salida. 3) para
conseguir esta balanza favorable, ya que “nadie gana lo que el otro no pierde”, hay que
establecer un control del Estado de donde se deduce la necesidad de una política
dirigista: en el interior, reglamentación del comercio y de la industria; en las fronteras,
control aduanero, búsqueda de mercados.
Jean Imbert “Historia económica de los orígenes a 1789”, 1971

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