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Coyuntura.
La Voz y la Mirada de la Realidad.*
I. Presentación.
Desde hace cerca de dos décadas, sin embargo, se abrió espacio en las ciencias
sociales a enfoques y perspectivas teóricas centradas en la recuperación del
sujeto, muchas veces a expensas de las consideraciones teóricas acerca de la
importancia de las estructuras. Esta revisión de enfoques provenía desde las más
diversas disciplinas y escuelas, entre las que se podría mencionar una reelectura
del marxismo, del funcionalismo y de la economía política liberal. La tríada de los
neos: neofuncionalismo, neomarxismo y neoliberalismo, parece evocar
nuevamente al sujeto a partir de los años 80s.
*
Este Artículo recoge los aspectos fundamentales que sirven de base teórica y metodológica para
el Proyecto de Observatorio Socio-político presentado al CODI de la Universidad de Antioquia
2
Desde una perspectiva postmoderna que hunde sus raíces en cierta tradición
marxista, como la que se revela por ejemplo en Ernesto Laclau y Chantal Mouffe,
se escucha igualmente un eco atronador contra toda forma de determinismo
estructural y un reclamo por la indeterminación del sujeto a la hora de estudiar y
comprender sus prácticas. Tal perspectiva adopta generalmente la forma de una
teoría descentrada y contingente del sujeto como repulsa al determinismo
estructuralista que predominó en el marxismo de los años 60s y 70s.
Por otra parte, los mismos actores sociales se ven colocados progresivamente en
escenarios en los cuales sus prácticas están cada vez menos definidas por
prescripciones teleológicas o preconstituidas o de sentido histórico prestablecido.
Escenarios surcados cada vez más por la incertidumbre en los que la posibilidad
de imponer determinados sentidos a la realidad, en términos de presente y de
futuro, derivan más de la lectura adecuada y rigurosa del contexto de interacción y
de su poder que en la ilusión del desenvolvimiento fatal de la historia.
3
Para desarrollar esta tesis, y por esta vía aproximarnos al concepto de coyuntura,
conviene que demos un rodeo resumido acerca de algunas nociones previas.
Realidades y Sujetos.
Quiero empezar por la aproximación a un concepto de base, se trata del concepto
de realidad. Qué es la realidad? Una primera aproximación nos sugiere asumir por
realidad no sólo lo que “objetivamente” es o nos parece ser (falsa o verdadera),
sino también lo que ha sido (principio de la historia) y, sobre todo, lo que puede
llegar a ser, esto es, como posibilidad y potencialidad. Siguiendo la metáfora de
la fotografía y la película, puede decirse que la realidad es cinética y dinámica, a la
1
OSORIO, Jaime. El análisis de coyuntura. México: CIDAMO 1987, p15.
2
CAMACHO G., Alvaro. “Narcotráfico, Coyuntura y Crisis: Sugerencias para un debate”. Tras las
huellas de la crisis. Bogotá: Tercer Mundo-Fescol-Iepri, 1996, p128.
5
3
ZEMELMAN,Hugo. Los Horizontes de la Razón. México: Antropos, 1992, p23.
4
Citado por H. Zemelman en Ibid., p8
5
Zemelman, Hugo. Op Cit. p. 34.
6
ZEMELMAN, Hugo. De la Historia ala Politica. La experiencia de América Latina. México: Siglo
XXI-UNU, 1989 p. 21
6
Por supuesto, esta perspectiva teórica choca con las diferentes concepciones del
tiempo en que se ha colocado a la realidad, desde la antiguedad hasta la
modernidad. Por un lado, rompe con la imagen mítica y cíclica del “eterno retorno”
de los antiguos y del mundo rural; por otro lado, con la imagen del “tiempo de
espera” en su doble versión: como tiempo de espera del mesías en la imagen
judeocristiana del tiempo, y como tiempo de espera de la revolución en la imagen
del revolucionarismo mesiánico; y, por último, rompe con la concepción teleológica
del “eterno progreso” o del progreso infinito de la modernidad 7.
7
CAPELLA, Juan Ramón. Los Ciudadanos Siervos. Madrid: Trotta, 1993, p. 13 y ss.
8
Ibid., p. 26 y ss. Las reflexiones que siguen están basadas en estos pasajes inspiradores del
autor
7
Como bien lo observan los profesores Alvaro Camacho G. y Alvaro Guzmán B.:
“En efecto, no existe una lógica inexorable que determine todas y cada una de las
formas de darse un presente. El otorgarle a una estructura su capacidad de
producción de todas las manifestaciones sociales no solamente remite a un
ocultamiento de la riqueza de los procesos concretos que son, en diferentes
ocasiones, obras de las mismas circunstancias pero con expresiones disímiles,
sino que impone un estatuto epistemológico propio de las ciencias de la
naturaleza, en el que la predicción se remite a la congruencia entre la ley y el
fenómeno” 9.
Por último, hay otra dimensión de la realidad que bien vale la pena considerar a la
hora de aproximarnos al concepto de coyuntura y a su análisis. Me refiero a la
percepción sensorial de la realidad por parte de los actores y la manera como
ellos entran en contacto con ésta. Con el advenimiento del nuevo clima culural
postmoderno, propiciado entre otras consideraciones por la acelerada
globalización informatizada de la cual los modernos medios masivos de
comunicación se revelan como su nervio central, se produce una extraordinaria
articulación de realidades, símbolos y representaciones a escala mundial con una
rapidez y velocidad extraordinarias. Esto es lo que hace decir a muchos
culturólogos que la realidad del presente postmoderno es percibida por el sujeto
como virtual y de vértigo.
9
CAMACHO G., Alvaro y Alvaro Guzmán B. “Política y Violencia en la Coyuntura Colombiana
Actual”. La Colombia de Hoy. Cidse-Cerec, 1986, p.80.
8
Como bien lo ha observado Juan Cueto, para que ahora mismo exista un
acontecimiento como tal -se inscriba en el discurso de lo real y se escriba como
presente histórico- es necesario que surja a través de la televisión, la prensa o la
radio. Desde hace más de medio siglo, para bien o para mal, la biografía del
acontecimiento va íntimamente asociada a la lógica arrolladora del discurso de los
medios. En el mundo de hoy ya no existen eventos silenciosos, huérfanos de
imágenes y sonidos; no es posible una actualidad, principal o secundaria, que no
tenga tratos directos con las industrias numerosas de lo audiovisual y de lo
impreso; no hay hechos históricos de primera o segunda magnitud capaces de
irrumpir en los escenarios de lo político, lo social, lo cultural o lo económico al
margen del imponente tinglado de la farsa electrónica. Los mass media se han
erigido en el espacio de lo político y en el tiempo de lo social10Tal distinción
contemporánea entre lo real y la realidad es posible, en efecto, gracias al creciente
y espectacular desarrollo y modernización de los medios masivos de
comunicación. No es sólo la capacidad de los massmedia para jugar como actores
constituyentes de la trama social, es también, y sobre todo, su capacidad para
delimitar, autorizar, legitimar socialmente el caracter de realidad de esa trama. Lo
anterior sugiere valorar suficientemente el significado y la extraordinaria
importancia que han cobrado los mass media para la comprensión y el análisis de
la realidad contemporánea en relación con la coyuntura.
10
CUETO, Juan. Mitologías de la Modernidad. Barcelona. Salvat, 1986. Pp. 6 y 7.
9
Por otra parte, en uno de los pasajes célebres de un texto clásico de coyuntura
política como El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, dándole vuelta al enfoque
del primer pasaje, Marx establece: “Los hombres hacen su propia historia pero no
la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino
bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y
les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones
muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”12.
11
MARX, Karl y Federico Engels. “La ideología Alemana”. Obras Escogidas, TI. Moscú: Progreso,
p.39.
12
MARX, Karl. “El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”. Obras Escogidas, TIII. Moscú:
Progreso, p.408.
10
Marx: “La historia no hace nada...No posee ninguna inmensa riqueza...No libra
ninguna clase de lucha. El que hace todo esto, el que posee y lucha, es más bien
el hombre, el hombre real y viviente; no es, digamos, la ‘historia’ quien utiliza al
hombre como medio para laborar por sus fines -como si se tratara de una persona
aparte- pues la historia no es sino la actividad del hombre que persigue sus
objetivos” 13.
13
Cfr. SANCHEZ V., Adolfo. Filosofía de la Praxis. México: Grijalbo, 1973, p.266.
14
POULANTZAS, Nicos. Poder Político y Clases Sociales en el Estado Capitalista. México: Siglo
XXI, 1976, p.100 y ss.
15
Harnecker, Marta. Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico. México,
1970. Pp. 110
11
momento presente” o con “la realidad actual”. Una aproximación genérica como la
que se ha indicado posibilita que se puedan identificar o delimitar coyunturas en
un sentido histórico, como por ejemplo, cuando hablamos de la coyuntura socio-
poltica de la Guerra de los Mil Días o de la coyuntura del Frente Nacional o
períodos más cortos como la coyuntura de X o Y gobierno o de cualquier aspecto
de la historia social y política relevante.
Otra noción de coyuntura, quizá menos rígida que las anteriores, proviene del
marxista italiano Antonio Gramsci, para quien la coyuntura se expresa como una
oposición entre fuerzas sociales. Para este autor, la coyuntura es una relación de
fuerzas (o correlación de fuerzas), producto de actores sociales que se oponen y
articulan entre sí y poseen distinto grado de organización y de coherencia.
Gramsci distingue “entre una relación de fuerzas sociales estrechamente ligadas a
la estructura, objetiva, independiente de la voluntad de los hombres...y una
relación de fuerzas como un momento sucesivo; es decir, la valoración del grado
de homogeneidad, autoconciencia y organización alcanzado por los diferentes
grupos sociales”18.
16
Ibid. pp.109
17
PERESSON, Mario. Análisis de Estructura. Análisis de Coyuntura. Bogotá: Indo-American
Press Service-Editores, 1989, pp.31.
18
GRAMSCI, Antonio. Notas Para una Teoría del Partido Político. Medellín: Eta, p.72 y 73.
19
Ibid, p.74.
12
¿De qué tanta magnitud? En realidad, si seguimos esta perspectiva sólo las
coyunturas revolucionarias o contrarrevolucionarias podrían ser consideradas
como coyuntura. Más adecuado parece distinguir entre coyunturas históricas (en
los términos definidos por Camacho G.) y aquellas, que a falta de apellido,
podrían ser denominadas como tales en un sentido genérico, esto es, como
aquellos momentos especiales de la realidad en el que el curso ordinario de los
procesos socio-politicos son alterados por acontecimientos de alguna relevancia,
aún si tales acontecimientos no tienen la capacidad de alterar significativamente la
estructura de la sociedad.
20
CAMACHO G., Alvaro. “Narcotráfico, Coyuntura y Crisis: sugerencias para un debate. Tras las
21
OSORIO, Jaime. Op. Cit., p. 53 y 54.
13
De esta manera, y para decirlo con el profesor Hernández Lara, una de las
exigencias insoslayables del Análisis de Coyuntura es que obliga a examinar lo
concreto y específico, impone como problema de reflexión un complejo de hechos
que, en principio, se presentan como un desorden, una desarticulación, un
reguero, que sólo adquiere sentido cuando el observador, armado con un
determinado enfoque, penetra esos hechos, los aborda u ordena o articula y
recoge 23.
22
Ibid., p.49 y ss.
23
HERNANDEZ L., Jorge. “Comentarios a la Ponencia: ‘Política y Violencia en la Coyuntura
Colombiana Actual’ de Alvaro Camacho y Alvaro Guzmán”. La Colombia de Hoy. Cidec-Cerec,
1986, p.104.
14
De acuerdo con lo anterior cabe insistir en que uno de los presupuestos básicos
del Análisis de coyuntura consiste en saber articular adecuadamente coyuntura
con estructura.
En segundo lugar, que tal Análisis se refiere siempre a una sociedad específica
con una delimitación espacio-temporal concreta, esto es, “de un momento y lugar
determinados”.
24
GRAMSCI, Antonio. Op. Cit., p.68.
15
Acontecimiento.
Esta es quizá, sino la más importante por lo menos una de las más importantes
categorías del Análisis de Coyuntura. Es algo así como la "unidad de análisis” en
el Análisis de Coyuntura, pues como veremos enseguida, la coyuntura está
determinada o está hecha en primer lugar de Acontecimientos, este es su
referente primordial.
Siguiendo al mismo De Souza, este advierte que la importancia del análisis a partir
de los acontecimientos radica en que ellos indican siempre ciertos “sentidos” y
revelan también la percepción que una sociedad o grupo social, o clase, tiene de
la realidad y de sí mismos25.
25
DE SOUZA, Herbert. Cómo se Hace Análisis de Coyuntura. Bogotá: Codecal, pp.8.
16
Actores.
26
Ibid, pp. 13
27
CAMACHO G., Alvaro y Alvaro Guzmán B. Op. Cit., p.81.
28
HERNANDEZ L., Jorge. Op. Cit., p.104
17
Son los sujetos de la coyuntura, esto es, sus protagonistas. La realidad, como
momento coyuntural, y los acontecimientos como unidades básicas de esa
realidad, están hechas por la práctica de los actores. El curso de acción de éstos
es lo que determina el sentido y la dinámica de aquellas.
De acuerdo con lo anterior, podemos decir que un actor es alguien que representa
o que encarna un papel en la trama constitutiva de la coyuntura socio-política. Tal
papel le viene dado por los intereses que encarna en el corto y mediano plazo,
por la percepción que de la realidad inmediata y futura tenga, así como por su
capacidad de intervención sobre esa realidad (lo cual equivale a decir, su
capacidad de interlocución con los otros actores de la coyuntura).
El actor puede ser una persona, o un grupo social, económico, político, cultural, o
puede ser una institución del Estado o de la sociedad civil, o puede ser un partido
político, un movimiento político o social (armado o civil). Lo determinante en la
definición de un actor, aparte de lo ya indicado, es que encarne un papel
significativo en la configuración del entramado coyuntural.
Estrategias en Juego.
La idea de estrategia en juego nos permite, por un lado, identificar las intenciones
y los probables cursos de acción de los actores, y por otro lado, intentar descubrir
los sentidos más globales de los acontecimientos. En otros términos,
reconociendo las estrategias de los actores en una coyuntura determinada, se
puede no sólo intentar comprender el sentido de los acontecimientos de que está
hecha la coyuntura, sino además, predecir cuál puede ser el curso de acción de
los actores y la perspectiva futura de la realidad.
Relaciones de Fuerza.
En términos generales puede decirse que las relaciones de fuerza son las
diferentes relaciones de poder que los actores en conflicto establecen para
dirimirlo. Esta categoría puede indicarse en la capacidad de un actor o una
18
Escenarios.
29
DE SOUZA, Herbert. Op. Cit., pp. 9.
19
La Estructura.
Abstract.
En este artículo se presenta una aproximación sistemática a los principales
aportes que desde el campo de las ciencias sociales se vienen realizando a la
Coyuntura y al Análisis de Coyuntura como referente de realidad y como
estrategia metodológica para dar cuenta del presente. El eje temático central es el
de fundamentar una lectura de la realidad social en términos de coyuntura. En
este sentido, este artículo es, además, una invitación para oxigenar desde la
reflexión teórica una de las muchas vías posibles para la comprensión de la
30
PECAUT, Daniel. Crónica de Dos Décadas de Política Colombiana: 1968-1988. México: Siglo
XXI, p.29.
20
realidad.