Hola mi nombre es marly rangel, Estudiante de la universidad Bicentenaria de Aragua,

escuela de Psicologia, asignatura Psicopatología de la sección T3, a continuación les

estaré hablando sobre FUNCIONES MENTALES (LO NORMAL/LO PATOLÒGICO).

Comenzamos…

Introducción

La mente es un concepto complejo y fascinante que ha sido objeto de estudio en

diversas disciplinas, como la psicología, la filosofía, la neurociencia y la psiquiatría. A lo
largo de la historia, se han propuesto numerosas teorías y enfoques para comprender
qué es la mente y cómo funciona. En esta introducción, exploraremos algunas
perspectivas generales sobre la naturaleza de la mente y su importancia en el campo
de la salud mental.

¿Qué es la mente?

La mente es un concepto complejo que se refiere a la actividad y capacidad

cognitiva de un individuo. Se puede entender como el conjunto de procesos y funciones
mentales que nos permiten percibir, pensar, recordar, sentir, imaginar y tomar
decisiones.

La mente es responsable de la conciencia y la experiencia subjetiva de cada

persona. Incluye aspectos como la percepción sensorial, la atención, la memoria, el
razonamiento, el lenguaje, las emociones y la capacidad de introspección.

Si bien la mente tiene una base biológica en el funcionamiento del cerebro, también
se ve influenciada por factores psicológicos, sociales y culturales. Es el lugar donde
ocurren nuestros pensamientos, emociones y procesos mentales, y donde se construye
nuestra realidad interna.

Porque es necesario establecer lo que es normal y lo que es anormal

Es necesario establecer lo que es normal y lo que es anormal en el contexto de la salud

mental porque nos proporciona un marco de referencia para comprender y evaluar el
funcionamiento psicológico de las personas. La definición de lo normal nos permite
identificar patrones típicos de pensamiento, emoción y comportamiento que se
consideran saludables y adaptativos. Por otro lado, definir lo anormal nos ayuda a
reconocer desviaciones significativas de esos patrones, que pueden indicar la
presencia de trastornos mentales o dificultades que requieren atención clínica.
Establecer esta distinción es esencial para proporcionar una atención adecuada,
desarrollar criterios de diagnóstico, diseñar intervenciones eficaces y promover la salud
mental en la sociedad.
 La distinción entre lo que es considerado normal y anormal es necesaria en diversos
ámbitos, como la psicología, la salud mental y la sociedad en general. A continuación,
se presentan algunas razones que destacan la importancia de establecer esta
distinción:

-Identificación de problemas: Establecer criterios para determinar lo que se considera

normal y anormal en términos de salud mental o comportamiento ayuda a identificar
posibles problemas o trastornos. Esto facilita la detección temprana de condiciones que
pueden requerir atención y tratamiento.

-Acceso a servicios y tratamientos: Al determinar lo que se considera anormal, se

puede establecer una base para el acceso a servicios y tratamientos adecuados. Las
personas que experimentan dificultades o trastornos pueden recibir la atención
necesaria para mejorar su bienestar y calidad de vida.

-Comunicación y comprensión: Establecer lo que es normal y anormal en un

contexto social y cultural ayuda a establecer una base común para la comunicación y
comprensión entre las personas. Al tener una idea general de lo que se espera en
determinadas situaciones, se promueve una mejor interacción y entendimiento mutuo.

-Investigación y avances científicos: Establecer criterios para lo que se considera

normal y anormal permite llevar a cabo investigaciones científicas más específicas y
enfocadas en el estudio de trastornos o condiciones que se desvían de la norma. Esto
impulsa el desarrollo de conocimientos y avances en el campo de la psicología y la
salud mental.
Mencione las teorías con base a las cuales se estable lo que es NORMAL en el
campo de la salud mental

En el campo de la salud mental, existen diferentes teorías y enfoques que se utilizan

como base para establecer lo que se considera normal. Estas teorías se basan en la
comprensión de los procesos cognitivos, emocionales y comportamentales típicos de
las personas sanas. Algunas teorías se centran en la adaptación al entorno y el
funcionamiento eficaz en la vida cotidiana, mientras que otras se basan en la
estadística y la frecuencia de ciertos comportamientos o características en la población
general. Además, se considera la influencia de factores culturales y sociales en la
definición de la normalidad. En última instancia, estas teorías proporcionan una base
para identificar desviaciones significativas de lo normal, lo que puede indicar la
presencia de trastornos mentales o dificultades que requieren atención clínica y apoyo.
A continuación, mencionaré algunas de las teorías más influyentes:

-Teoría de la Norma Estadística: Esta teoría se basa en la idea de que lo normal se

define en función de la frecuencia o prevalencia de ciertos comportamientos o
características en la población. Lo que es más común se considera normal, mientras
que lo que es menos frecuente puede considerarse anormal.

-Modelo de Adaptación Social: Esta teoría se enfoca en cómo las personas se

ajustan y adaptan a las normas y expectativas sociales de su entorno. Se considera
normal aquellos comportamientos, pensamientos o emociones que se ajustan y
funcionan de acuerdo con las normas y roles sociales establecidos.

-Enfoque del Funcionamiento Saludable: Este enfoque se centra en evaluar el grado

en que una persona puede funcionar de manera efectiva y adaptativa en diferentes
áreas de la vida, como el trabajo, las relaciones interpersonales y el bienestar
emocional. Lo que permite un funcionamiento saludable se considera normal, mientras
que las dificultades significativas en estas áreas pueden indicar un problema o
trastorno.

-Enfoque de la Psicopatología: Este enfoque se basa en identificar y clasificar los

trastornos mentales según criterios específicos establecidos en manuales de
diagnóstico, como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales
(DSM) o la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Se considera anormal
aquellos comportamientos, pensamientos o emociones que se desvían
significativamente de lo que se considera el rango esperado en la población.

Definición de funciones mentales

La salud mental se refiere a un estado de bienestar emocional, psicológico y social

en el cual una persona es capaz de afrontar los desafíos y demandas de la vida diaria,
desarrollar relaciones saludables, alcanzar su potencial máximo y contribuir de manera
significativa a su comunidad. Implica tener una mente equilibrada, experimentar
emociones positivas y negativas de manera adecuada, tener una autoestima positiva y
una percepción realista de sí mismo y de los demás, así como la capacidad de manejar
el estrés, adaptarse a los cambios y tomar decisiones saludables. La salud mental no
solo abarca la ausencia de trastornos mentales, sino también el bienestar psicológico
general y la capacidad de funcionar de manera efectiva en diversos aspectos de la
vida.
A continuación, se proporciona una breve descripción de algunas funciones mentales
comunes:

1. Percepción: La percepción es la capacidad de interpretar y organizar la

información sensorial que recibimos a través de nuestros sentidos, como la vista,
el oído, el tacto, el olfato y el gusto.

2. Atención: La atención es la capacidad de concentrarse y dirigir la conciencia

hacia un estímulo o tarea específica, mientras se filtran otras distracciones o
estímulos irrelevantes.

3. Memoria: La memoria es la capacidad de codificar, almacenar y recuperar

información. Incluye la memoria sensorial, la memoria a corto plazo y la memoria
a largo plazo.

4. Pensamiento: El pensamiento implica procesos mentales como el

razonamiento, la resolución de problemas, la toma de decisiones, la planificación
y la creatividad.

5. Lenguaje: El lenguaje es una función mental compleja que nos permite

comunicarnos y comprender el significado de las palabras y las reglas
gramaticales.

6. Emociones: Las emociones son respuestas afectivas y subjetivas que

experimentamos en relación con diferentes situaciones y estímulos. Las
funciones mentales relacionadas con las emociones incluyen la identificación, la
expresión y la regulación emocional.
 7. Control ejecutivo: El control ejecutivo implica funciones mentales superiores
que supervisan y regulan otras funciones cognitivas, como la flexibilidad
cognitiva, la autorregulación, la inhibición de respuestas automáticas y la
capacidad de mantener metas y objetivos.

Análisis de las Funciones Mentales, resaltando A) Definición desde el punto de

vista de las ciencias de la salud, B) Clasificación (si fuere el caso) C) Lo normal
D) Lo patológico y E) Como se evalúa (según grupo etario).

El análisis de las funciones mentales desde el punto de vista de las ciencias de la

salud implica el estudio y comprensión de los procesos cognitivos, emocionales y
conductuales que son fundamentales para el funcionamiento de la mente humana.
Estas funciones pueden clasificarse en diferentes categorías, como la percepción, la
atención, la memoria, el lenguaje, el pensamiento y las habilidades ejecutivas. En
cuanto a lo normal, se refiere a los patrones típicos de funcionamiento mental que se
consideran saludables y adaptativos en la mayoría de las personas. Por otro lado, lo
patológico se refiere a las alteraciones o disfunciones en las funciones mentales que
pueden indicar la presencia de trastornos mentales o dificultades clínicamente
significativas. La evaluación de las funciones mentales se realiza mediante pruebas y
técnicas específicas adaptadas a cada grupo etario, que van desde la infancia hasta la
edad adulta, permitiendo identificar posibles deficiencias, áreas de fortaleza y posibles
trastornos o disfunciones que requieren intervención y apoyo especializado.
A) Definición desde el punto de vista de las ciencias de la salud:

Las funciones mentales, desde el punto de vista de las ciencias de la salud, se refieren
a los procesos cognitivos y psicológicos que ocurren en la mente de un individuo y que
son responsables de la adquisición, procesamiento y utilización de la información.
Estas funciones incluyen la percepción, la atención, la memoria, el pensamiento, el
lenguaje, las emociones y las habilidades ejecutivas.

B) Clasificación (si fuere el caso):

Las funciones mentales pueden clasificarse en diferentes categorías según los

aspectos que se están considerando. Algunas clasificaciones comunes pueden incluir:

Funciones cognitivas básicas: Estas funciones incluyen la percepción, la atención y

la memoria, que son esenciales para la adquisición y procesamiento de la información.
Funciones cognitivas superiores: Estas funciones implican procesos más complejos
como el pensamiento, el razonamiento, la resolución de problemas, la toma de
decisiones y la planificación.

Funciones emocionales: Estas funciones están relacionadas con la experiencia y

expresión de las emociones, incluyendo el reconocimiento y la regulación emocional.

C) Lo normal:

Lo "normal" en relación a las funciones mentales se refiere a los patrones de

funcionamiento cognitivo y emocional que se consideran típicos y adaptativos en una
población determinada. Estos patrones se basan en estándares establecidos a través
de la observación de un amplio rango de individuos sanos.

D) Lo patológico:

Lo "patológico" se refiere a los patrones de funcionamiento cognitivo y emocional que

se desvían significativamente de lo considerado normal y que pueden ser indicativos de
trastornos mentales o problemas de salud mental. Estos patrones pueden interferir con
el funcionamiento cotidiano, el bienestar emocional y la calidad de vida de un individuo.

E) Evaluación según grupo etario:

La evaluación de las funciones mentales puede variar según el grupo etario del
individuo. En el caso de los niños, se utilizan herramientas y pruebas adaptadas a su
nivel de desarrollo, como pruebas de inteligencia, evaluaciones neuropsicológicas y
cuestionarios de desarrollo. En el caso de los adultos, se pueden utilizar diferentes
métodos de evaluación, como entrevistas clínicas, pruebas neuropsicológicas, escalas
de evaluación de síntomas y cuestionarios estandarizados. La evaluación también
puede tener en cuenta los cambios normales asociados con el envejecimiento en el
caso de los adultos mayores.

El aspecto:

El aspecto se refiere a la apariencia física y las características externas de una

persona, incluyendo su vestimenta, postura y expresión facial. El análisis del aspecto
puede incluir observaciones sobre la higiene personal, el cuidado de la apariencia y la
congruencia entre la apariencia física y el estado de salud general.

La actitud mental:

Se refiere a la disposición o postura mental que una persona tiene hacia algo o alguien.
Puede influir en la forma en que percibimos, interpretamos y respondemos a diferentes
situaciones y estímulos. Una actitud positiva puede contribuir a un funcionamiento
mental saludable, mientras que actitudes negativas pueden tener un impacto negativo
en la salud mental.

La psicomotricidad:

Es la relación entre los aspectos psicológicos y motores del individuo. Involucra la

coordinación y control de los movimientos del cuerpo en relación con las funciones
cognitivas y emocionales. Un buen desarrollo de la psicomotricidad es importante para
el funcionamiento mental y físico equilibrado.

En la conciencia:
Nos referimos a la capacidad de estar consciente de sí mismo, de los demás y del
entorno. Incluye la capacidad de percibir, comprender y responder a la realidad de
manera adecuada. La alteración de la conciencia puede indicar problemas de salud
mental, como trastornos del estado de ánimo, trastornos del sueño o condiciones
neurológicas.

La orientación:

Se refiere a la capacidad de conocer y comprender la propia posición en el tiempo, el

espacio y la situación. Implica estar consciente de la fecha, el lugar y la situación
actual. La desorientación puede ser un signo de disfunción cognitiva o problemas de
salud mental.

La atención:

Esta es la capacidad de enfocar y mantener la concentración en un estímulo o tarea

específica, mientras se filtran las distracciones. Una atención deficiente puede afectar
negativamente el rendimiento cognitivo y emocional.

La concentración:

Se relaciona con la capacidad de mantener la atención y enfocarse en una tarea

específica durante un período de tiempo prolongado. La falta de concentración puede
interferir con el desempeño en actividades cotidianas y puede ser un síntoma de
diversos trastornos mentales.

La memoria:

Es la capacidad de codificar, almacenar y recuperar información. Implica la retención y

recuperación de experiencias pasadas, conocimientos y habilidades aprendidas.
Problemas de memoria pueden estar asociados con trastornos de la memoria,
trastornos neurocognitivos o condiciones médicas.

El pensamiento:

Se refiere a los procesos mentales que nos permiten procesar, organizar, analizar y
generar ideas, conceptos y juicios. Incluye el razonamiento lógico, la resolución de
problemas, la toma de decisiones y la creatividad.

El lenguaje:

Es a la capacidad de comunicarse y comprender el significado de las palabras y las

reglas gramaticales. Incluye la expresión oral y escrita, así como la comprensión
auditiva y lectora. Los trastornos del lenguaje pueden afectar la comunicación y la
interacción social.

La afectividad:

Son aspectos emocionales y afectivos de una persona. Involucra la experiencia y

expresión de emociones, así como la regulación emocional. Un equilibrio adecuado en
la afectividad contribuye a la salud mental y emocional.

La sensopercepción:
Tiene la capacidad de percibir e interpretar la información sensorial proveniente del
entorno, como la visión, el oído, el tacto, el olfato y el gusto Incluye la integración de la
información sensorial y la interpretación adecuada de los estímulos.

El juicio:

Se refiere a la capacidad de evaluar situaciones, tomar decisiones racionales y realizar

valoraciones sobre lo adecuado o inadecuado de una acción. Un juicio deficiente puede
estar asociado con trastornos de la cognición y la toma de decisiones.

La inteligencia:

Es la capacidad general de una persona para comprender, aprender, razonar y

resolver problemas. La inteligencia se evalúa a través de pruebas de inteligencia que
miden diferentes aspectos del funcionamiento cognitivo.

El insight:

Capacidad de una persona para tener una comprensión clara y objetiva de su propia
situación, condiciones o problemas. Implica la capacidad de reconocer y aceptar la
realidad de las circunstancias personales y de salud mental.

El sueño:
Es el estado de reposo y descanso que experimentamos de forma cíclica. Un sueño
adecuado es fundamental para el funcionamiento mental y emocional saludable. Los
trastornos del sueño pueden tener un impacto negativo en la salud mental.

La alimentación:

Son los hábitos y patrones relacionados con la ingesta de alimentos. Una alimentación
equilibrada y saludable es importante para el bienestar físico y mental. Los trastornos
de la alimentación, como la anorexia o la bulimia, pueden tener implicaciones graves
para la salud mental.

La sexualidad:

Se refiere a los aspectos biológicos, psicológicos y sociales relacionados con la

sexualidad humana. Incluye la identidad de género, la orientación sexual, las relaciones
interpersonales y la vivencia de la sexualidad de manera saludable y satisfactoria. Los
problemas sexuales o disfunciones pueden afectar la salud mental y emocional.

Conclusión
 En conclusión, el análisis de las funciones mentales es fundamental para
comprender el funcionamiento normal y anormal de la mente y su impacto en la salud
mental. A través de la evaluación y comprensión de las funciones mentales, se pueden
identificar alteraciones, trastornos y disfunciones, lo que permite diseñar intervenciones
adecuadas y personalizadas. El estudio continuo de las funciones mentales nos
proporciona una base sólida para el avance en la comprensión de la mente humana y
el desarrollo de estrategias efectivas de evaluación, diagnóstico y tratamiento en el
ámbito de la salud mental.

Muchas gracias por su atención, hasta la próxima!