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Psicología

Dimensiones biopsicosocial
Dimensión biológica:
Se refiere a los efectos físicos y biológicos del individuo incluye factores como la
genética, las características anatómicas, las funciones fisiológicas y presencia de
enfermedades o trastornos
Dimensión psicológica
Se refiere a los procesos mentales y emocionales, incluye factores como las
emociones, los pensamientos, las percepciones, las actitudes y los comportamientos
Dimensión social:
Se refiere al entorno social en el que vive el individuo y como este entorno puede
influir en su salud y bienestar, incluye factores como el apoyo social, las relaciones
interpersonales, el nivel socioeconómico, la educación y el acceso de servicios de salud
Los trastornos mentales usualmente son heredados de la madre

Psicología según la RAE


Es la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y los
comportamientos del ser humano en relación con el entorno físico y social.
Trastorno
Se refiere a un patrón anormal de pensamientos, emociones y comportamientos que
pueden causar malestar o interferir en el funcionamiento normal de una persona
Los trastornos pueden tener diferentes causas y manifestarse en distintas áreas de la
vida como la personalidad, estado de ánimo, la alimentación y el sueño
Tipos de trastornos:

1. Trastornos de ansiedad: Incluyen trastorno de ansiedad generalizada, trastorno


de pánico, fobias específicas, trastorno de ansiedad social y trastorno obsesivo-
compulsivo.

2. Trastornos del estado de ánimo: Como la depresión mayor, trastorno bipolar


y trastorno distímico.

3. Trastornos de la personalidad: Como el trastorno límite de la personalidad,


trastorno antisocial de la personalidad y trastorno narcisista de la personalidad.

4. Trastornos del espectro autista: Incluyen el trastorno del espectro autista, el


síndrome de Asperger y el trastorno desintegrativo de la niñez.

5. Trastornos de la alimentación: Como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa


y el trastorno por atracón.

6. Trastornos del sueño: Como el insomnio, la apnea del sueño y el trastorno del
sueño por turnos circadianos.

7. Trastornos de la conducta: Como el trastorno por déficit de atención e


hiperactividad (TDAH), el trastorno oposicionista desafiante y el trastorno
explosivo intermitente.

Diferencia entre conducta y comportamiento


La diferencia radica en que la conducta se refiere a las acciones observables de una
persona mientras que el comportamiento es una manifestación mas amplia que
incluye tanto las acciones visibles como los procesos internos como los pensamientos y
las emociones.

Conducta: Es el conjunto de acciones, compartimentos observables que realiza un ser


humano, la conducta puede estar y manifestarse a través de gestos, tono de voz,
emociones y pensamientos
Comportamiento: Se refiere a las acciones observables que una persona realiza en
respuesta a estímulos del entorno o de su propia mente el comportamiento puede ser
consciente e inconsciente
Salud mental
Es el estado de bienestar emocional, psicológico y social de una persona esto incluye la
capacidad de manejar el estrés, las relaciones interpersonales, la toma de decisiones y
la adaptación a los cambios de la vida.
Disforia
Se refiere a un estado de malestar en general, insatisfacción o inconformidad
emocional se caracteriza por una sensación persistente de tristeza, irritabilidad o
angustia y puede manifestarse en diversos trastornos psicológicos como la depresión,
la ansiedad o los trastornos de identidad de género

Diferencia entre personalidad y carácter:


La personalidad se refiere a los patrones de pensamiento, comportamiento y
emociones que son estables y consistentes en una persona
Mientras que el carácter se refiere a las cualidades morales y éticas que guían las
acciones de una persona

Psicología medica

La psicología médica es una disciplina que se ocupa de los aspectos psicológicos de la


salud y la enfermedad. Combina conocimientos de psicología y medicina para
comprender y tratar los trastornos psicológicos que pueden afectar la salud física de
una persona.

Los psicólogos médicos trabajan en estrecha colaboración con médicos y otros


profesionales de la salud para brindar atención integral a los pacientes. Su objetivo es
evaluar, diagnosticar y tratar los problemas psicológicos que pueden surgir en el
contexto de una enfermedad médica.

Algunas áreas de enfoque en la psicología médica incluyen el manejo del estrés, el


dolor crónico, la adherencia al tratamiento médico, la adopción de hábitos de vida
saludables, el manejo de enfermedades crónicas, la rehabilitación después de una
lesión o cirugía, entre otros.

Los psicólogos médicos utilizan diferentes técnicas terapéuticas, como la terapia


cognitivo-conductual, la terapia de relajación, la terapia de apoyo y la terapia familiar,
para ayudar a los pacientes a enfrentar y superar los desafíos psicológicos asociados
con su condición médica.

La somatización

Es un proceso en el cual una persona experimenta síntomas físicos que no tienen una
causa médica identificable, pero que están relacionados con factores psicológicos o
emocionales. Estos síntomas físicos pueden ser muy reales y debilitantes para la
persona que los experimenta, pero no se pueden explicar completamente por una
condición médica subyacente.

Algunos ejemplos de síntomas somáticos incluyen dolores de cabeza persistentes,


problemas gastrointestinales, dolores musculares, fatiga crónica y otros malestares
físicos sin una causa médica clara. Estos síntomas pueden estar asociados con el estrés,
la ansiedad, la depresión u otros problemas emocionales que la persona está
experimentando.

La somatización puede ser un mecanismo de afrontamiento utilizado por algunas


personas para expresar su malestar emocional a través de síntomas físicos. En algunos
casos, la somatización puede ser un signo de un trastorno somatomorfo, en el cual la
persona experimenta síntomas físicos persistentes que causan malestar significativo o
deterioro en su vida diaria.
El tratamiento de la somatización generalmente implica abordar tanto los síntomas
físicos como los factores emocionales subyacentes. Los psicólogos médicos y otros
profesionales de la salud mental pueden ayudar a la persona a comprender la conexión
entre sus síntomas físicos y sus emociones, así como a desarrollar estrategias de
afrontamiento efectivas para manejar el malestar emocional y mejorar su bienestar
general.

Rapport o alianza terapéutica

La relación terapéutica, también conocida como rapport o alianza terapéutica, es un


componente fundamental en cualquier proceso de terapia o tratamiento psicológico.
Se refiere a la conexión y colaboración positiva que se establece entre el terapeuta y el
paciente/cliente durante el proceso terapéutico. Esta relación es crucial para el éxito de
la terapia y para lograr resultados positivos en el bienestar emocional y mental del
individuo.

El rapport o alianza terapéutica se caracteriza por varios elementos clave, entre los
cuales se incluyen:

1. Empatía: El terapeuta muestra comprensión y empatía hacia el paciente,


demostrando interés genuino por sus experiencias, emociones y perspectivas.

2. Respeto: Se fomenta un ambiente de respeto mutuo en el cual el paciente se sienta


valorado y escuchado, sin juicios ni críticas.

3. Colaboración: Se establece una relación de colaboración en la que el terapeuta y el


paciente trabajan juntos para identificar metas terapéuticas, desarrollar estrategias de
afrontamiento y resolver problemas.

4. Comunicación efectiva: Ambas partes deben comunicarse de manera abierta y


honesta, expresando sus preocupaciones, necesidades y expectativas de manera clara y
respetuosa.

5. Confianza: El paciente siente confianza en el terapeuta y en la confidencialidad de la


terapia, lo cual facilita la apertura y la honestidad en las sesiones.

6. Autenticidad: Tanto el terapeuta como el paciente se muestran auténticos y genuinos


en su interacción, lo cual promueve la sinceridad y la transparencia en la relación.

El establecimiento de un buen rapport o alianza terapéutica es esencial para crear un


espacio seguro y de apoyo en el cual el paciente pueda explorar sus emociones,
pensamientos y experiencias de manera constructiva. Esta relación positiva facilita el
proceso terapéutico, promueve el cambio y contribuye al bienestar emocional y mental
del individuo

7. Confidencialidad: El médico está obligado a mantener la confidencialidad de la


información médica del paciente, protegiendo su privacidad y respetando su derecho a
la confidencialidad.

Enfoques

1. Paternalista: En la psicología, el enfoque paternalista se refiere a un modelo en


el que el terapeuta adopta un papel dominante y toma decisiones por el
paciente sin tener en cuenta necesariamente sus preferencias o deseos. En este
caso, el terapeuta asume que sabe lo mejor para el paciente y actúa en su
beneficio, incluso si esto implica no consultar al paciente sobre las decisiones
terapéuticas.

2. Informativo : El enfoque informático en psicología se centra en proporcionar al


paciente información relevante sobre su condición, tratamiento o proceso
terapéutico. En este modelo, el terapeuta se enfoca en educar al paciente sobre
su salud mental, las estrategias de afrontamiento, las técnicas terapéuticas
utilizadas, entre otros aspectos, para empoderar al paciente y promover su
participación activa en su propio proceso de cambio.

3. Administrativo: En el enfoque administrativo en psicología, el terapeuta se


centra en la organización y gestión de la terapia, incluyendo la programación de
sesiones, la documentación de la evolución del paciente, la coordinación con
otros profesionales de la salud mental, entre otros aspectos relacionados con la
logística y la administración de la atención psicológica.

4. Deliberativo: El enfoque deliberativo en psicología implica una toma de


decisiones compartida entre el terapeuta y el paciente, donde se valora la
autonomía del paciente y se fomenta la participación activa del mismo en las
decisiones relacionadas con su tratamiento. En este modelo, se promueve la
discusión abierta, el intercambio de ideas y la colaboración para llegar a
acuerdos consensuados sobre las estrategias terapéuticas a seguir.

Balance entre ser objetivo y empatico

Es fundamental encontrar un equilibrio entre ser objetivo y empático para brindar


una atención terapéutica efectiva y centrada en el paciente

1. Objetividad: La objetividad en psicología y salud implica mantener una actitud


imparcial, basada en la evidencia y en la observación de los hechos. Ser objetivo
implica analizar la información de manera racional, sin dejarse llevar por
prejuicios o sesgos personales. Es importante basar las decisiones terapéuticas
en datos concretos, evaluaciones clínicas y herramientas de medición validadas.

2. Empatía: La empatía es la capacidad de comprender y compartir los


sentimientos y emociones del paciente, mostrando interés genuino por su
bienestar emocional. Ser empático implica escuchar activamente, validar las
experiencias del paciente, mostrar comprensión y apoyo emocional. La empatía
contribuye a establecer una relación terapéutica sólida, basada en la confianza y
el respeto mutuo.

Para lograr un equilibrio entre la objetividad y la empatía en psicología y salud,


es importante:

- Escuchar activamente al paciente: Prestar atención a sus preocupaciones,


emociones y necesidades, sin juzgar ni interrumpir.
- Validar las emociones del paciente: Reconocer y validar las emociones del
paciente, mostrando comprensión y empatía.
- Mantener la objetividad en la evaluación y el diagnóstico: Utilizar herramientas
de evaluación objetivas, basadas en la evidencia científica, para llegar a un
diagnóstico preciso.
- Comunicar de manera clara y respetuosa: Explicar los hallazgos clínicos, los
planes de tratamiento y las recomendaciones de manera clara y comprensible
para el paciente, manteniendo un tono empático y respetuoso.
- Promover la autonomía del paciente: Involucrar al paciente en las decisiones
relacionadas con su tratamiento, respetando su autonomía y fomentando su
participación activa en su propio proceso de cambio.

Duelo por diagnostico

El diagnóstico de una enfermedad o condición médica puede desencadenar un proceso


de duelo en la persona afectada y en sus seres queridos. El duelo por diagnóstico se
refiere a la experiencia emocional y psicológica que surge al enfrentar la noticia de una
enfermedad grave, crónica o potencialmente mortal

1. Negación: En esta etapa, la persona afectada puede negar la realidad del


diagnóstico, rechazando la información o minimizando su gravedad. La
negación puede ser una forma de protección emocional ante la angustia y el
miedo que genera la noticia.

2. Ira: Una vez superada la negación, es común experimentar sentimientos de ira


y frustración. La persona afectada puede sentirse enojada con el mundo, con los
profesionales de la salud, consigo misma o con sus seres queridos. La ira es una
reacción natural ante la injusticia percibida de la enfermedad.

3. Negociación: En esta etapa, la persona afectada puede intentar negociar con


la realidad, buscando soluciones alternativas o tratamientos que puedan revertir
o controlar la enfermedad. Puede surgir la esperanza de encontrar una cura o
una forma de mitigar los efectos del diagnóstico.

4. Depresión: A medida que la realidad del diagnóstico se asienta, es común


experimentar sentimientos de tristeza, desesperanza y desánimo. La depresión
en el duelo por diagnóstico puede manifestarse como un profundo pesar por la
pérdida de la salud, la vida tal como se conocía o las expectativas futuras.

5. Aceptación: En esta etapa, la persona afectada comienza a aceptar la realidad


del diagnóstico y a integrarlo en su vida. Puede surgir una sensación de paz,
resignación y adaptación a la nueva situación. La aceptación no implica
necesariamente estar libre de dolor o tristeza, pero sí permite avanzar hacia una
mayor tranquilidad emocional.

Es importante tener en cuenta que el duelo por diagnóstico es un proceso


individual y único para cada persona, que puede experimentar las etapas de
manera no lineal o regresar a etapas anteriores en momentos de crisis o
cambio. Es fundamental contar con el apoyo emocional y profesional necesario
para transitar este proceso de manera saludable y constructiva.

Factores de la personalidad

Los factores de la personalidad se refieren a las características psicológicas estables y


duraderas que influyen en la forma en que las personas piensan, sienten y se
comportan.

Uno de los modelos más ampliamente aceptados es el modelo de los Cinco Grandes
Factores de la Personalidad, también conocido como el modelo de los "Big Five". Estos
cinco factores son:

1. Apertura a la experiencia: Se refiere a la disposición de una persona a ser abierta,


curiosa, creativa y receptiva a nuevas ideas, experiencias y emociones.

2. Responsabilidad: Hace referencia al grado en que una persona es organizada,


disciplinada, confiable y cumplidora de sus compromisos.

3. Extraversión: Se relaciona con la sociabilidad, la energía, la extroversión y la


búsqueda de estimulación externa en las interacciones sociales.

4. Amabilidad: Refleja la disposición de una persona a ser compasiva, empática,


cooperativa y considerada con los demás.

5. Neuroticismo: Se refiere al grado en que una persona experimenta emociones


negativas como ansiedad, depresión, inseguridad y vulnerabilidad emocional.

Los factores de la personalidad tienen un impacto significativo en diversos aspectos de


la vida de las personas, incluyendo su forma de relacionarse con los demás, su
desempeño laboral, sus elecciones y decisiones, su bienestar emocional y su salud
mental. Estudiar y comprender estos factores puede ayudar a los psicólogos a
proporcionar intervenciones más efectivas y personalizadas para abordar las
necesidades y desafíos individuales de cada persona.

La etimología medica

La etimología médica en psicología y comunicación con el paciente es especialmente


relevante, ya que puede ayudar a los profesionales de la salud a comprender mejor los
términos utilizados en el ámbito de la salud mental y a establecer una comunicación
más efectiva con sus pacientes.

Psicología como ciencia

La psicología es el estudio científico del comportamiento y los procesos mentales.


Como disciplina, la psicología busca comprender cómo las personas piensan, sienten,
se comportan e interactúan con su entorno. A lo largo de su desarrollo como ciencia, la
psicología ha integrado métodos de investigación empírica para estudiar una amplia
gama de temas, incluyendo la percepción, la cognición, la emoción, el desarrollo
humano, la personalidad, la salud mental, entre otros.

La psicología se apoya en métodos científicos para recolectar datos, realizar


experimentos, observaciones y análisis estadísticos con el fin de desarrollar teorías y
comprender mejor los procesos mentales y el comportamiento humano. Además, ha
evolucionado en diversas ramas especializadas como la psicología clínica, la psicología
educativa, la psicología social, la neuropsicología, entre otras.

Se preocupa por aplicar sus conocimientos para mejorar la calidad de vida de las
personas, promover la salud mental, prevenir trastornos psicológicos, optimizar el
rendimiento humano y contribuir al bienestar individual y colectivo. Los psicólogos
clínicos, educativos, laborales, sociales y de otras especialidades trabajan en diversos
contextos para ayudar a las personas a comprenderse a sí mismas, superar dificultades,
desarrollar habilidades y alcanzar su máximo potencial.

Wilhelm Wundt desempeñó un papel fundamental en la fundación de la psicología


como ciencia en 1879 al establecer el primer laboratorio de psicología experimental y
promover el uso de métodos científicos para estudiar los procesos mentales y el
comportamiento humano. Su legado sigue siendo relevante en la historia y evolución
de la psicología como disciplina científica.

Conductismo – Jonh Watson


John B. Watson fue un psicólogo estadounidense considerado como uno de los
fundadores del conductismo, una corriente de la psicología que se centra en el estudio
del comportamiento observable y en cómo este es influenciado por el ambiente.
Watson creía que la psicología debía basarse en la observación objetiva y en la
experimentación, rechazando el estudio de procesos mentales internos que no podían
ser observados directamente.

La influencia de Watson en la psicología fue significativa, ya que su enfoque en


el estudio del comportamiento observable y su énfasis en la importancia del
ambiente en la formación del comportamiento tuvieron un impacto duradero
en la disciplina. Aunque el conductismo ha evolucionado y ha sido objeto de
críticas, el trabajo pionero de Watson sentó las bases para el desarrollo de
enfoques conductuales en psicología y ha influido en áreas como el aprendizaje,
la terapia conductual y la psicología experimental.14:56

Psicoanálisis

El psicoanálisis es una corriente de pensamiento y un enfoque terapéutico desarrollado


por Sigmund Freud a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Freud es
considerado el padre del psicoanálisis y su trabajo revolucionó la comprensión de la
mente humana y el comportamiento.

El psicoanálisis se centra en la exploración de los procesos mentales inconscientes y en


cómo estos influyen en el comportamiento humano. Freud postuló que gran parte de
nuestra conducta está determinada por impulsos y conflictos inconscientes, así como
por experiencias tempranas de la infancia. Según el psicoanálisis, los conflictos no
resueltos y las emociones reprimidas pueden manifestarse en forma de síntomas
psicológicos y trastornos mentales.

Teoria del ello – yo – super yo

1. El ello : El ello es la parte más primitiva e instintiva de la mente, que opera según el
principio del placer. Representa los impulsos biológicos y las necesidades básicas,
como el hambre, la sed, el deseo sexual, entre otros. El ello busca la gratificación
inmediata de estos impulsos sin importar las consecuencias sociales o morales.

2. El yo : El yo es la parte de la mente que se desarrolla a lo largo de la infancia para


lidiar con la realidad y mediar entre las demandas del ello, el súper yo y el mundo
exterior. El yo opera según el principio de la realidad, tratando de satisfacer las
necesidades del ello de manera realista y socialmente aceptable. Es responsable de la
toma de decisiones conscientes y racionales.

3. El súper yo : El súper yo es la parte moralizante de la mente, que representa las


normas sociales, los valores éticos y las expectativas culturales internalizadas. Se
desarrolla a partir de las influencias parentales y sociales durante la infancia. El súper yo
actúa como una especie de "conciencia" interna que juzga y regula el comportamiento
del individuo, imponiendo normas y prohibiciones.

La teoría psicosocial

la teoría psicosocial de Erik Erikson se basa en la idea de que el desarrollo humano


implica enfrentar una serie de crisis o desafíos en diferentes etapas de la vida. Estas
crisis están relacionadas con aspectos clave de la identidad y las relaciones
interpersonales. Cada etapa del desarrollo tiene una crisis específica que debe
resolverse de manera positiva para avanzar hacia la siguiente etapa.

Por ejemplo, en la primera etapa, que abarca la infancia temprana, los niños deben
desarrollar confianza en sí mismos y en los demás para establecer una base sólida para
su crecimiento emocional. En la adolescencia, la crisis gira en torno a la formación de la
identidad personal y la búsqueda de un sentido de quiénes son y qué quieren ser en el
futuro.

A lo largo de la vida adulta, las crisis pueden estar relacionadas con temas como la
intimidad en las relaciones de pareja, la productividad laboral y el sentido de
contribución a la sociedad. En la vejez, las personas pueden enfrentar la crisis de
aceptar su vida tal como ha sido y encontrar un sentido de integridad y satisfacción.

En cada etapa, la resolución exitosa de estas crisis promueve un mayor crecimiento


personal y una mayor satisfacción con la vida. La teoría psicosocial de Erikson destaca
la importancia de las experiencias vividas, las relaciones sociales y la construcción de la
identidad en el desarrollo humano a lo largo de toda la vida.

Crisis positiva :se refiere a la oportunidad de crecimiento y desarrollo personal que


surge al enfrentar con éxito los desafíos de cada etapa.

Psicosis obsesiva

La psicosis obsesiva, también conocida como trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), es


un trastorno mental caracterizado por la presencia de obsesiones y compulsiones que
interfieren significativamente en la vida diaria de la persona que lo padece. Las
obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes no deseados y persistentes que
generan ansiedad y malestar, mientras que las compulsiones son comportamientos
repetitivos o actos mentales que se realizan para aliviar la ansiedad asociada con las
obsesiones.

Las personas con psicosis obsesiva suelen experimentar un alto grado de angustia y
dificultades para controlar sus pensamientos obsesivos y comportamientos
compulsivos. Pueden pasar largos períodos de tiempo realizando rituales o acciones
repetitivas para reducir la ansiedad causada por las obsesiones. Esto puede interferir en
su funcionamiento social, laboral y personal.
El tratamiento de la psicosis obsesiva generalmente implica una combinación de
terapia cognitivo-conductual, medicación (como antidepresivos o ansiolíticos) y, en
algunos casos, terapias complementarias como la terapia de exposición y prevención
de respuesta

Neurosis

Es una categoría de trastornos mentales que se caracterizan por la presencia de


síntomas emocionales y comportamentales que causan malestar significativo, pero que
no implican una pérdida del contacto con la realidad, como ocurre en las psicosis. En
general, las personas con neurosis son conscientes de sus síntomas y de que estos son
irracionales o excesivos.

Algunos ejemplos comunes de trastornos de neurosis son la ansiedad, la fobia, el


trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la
hipocondría. Estos trastornos pueden manifestarse a través de síntomas como
preocupaciones excesivas, miedos irracionales, rituales compulsivos, evitación de
situaciones específicas, entre otros.

El tratamiento de los trastornos de neurosis suele implicar terapia psicológica, como la


terapia cognitivo-conductual, terapia de apoyo o terapia interpersonal, así como en
algunos casos la medicación (como antidepresivos o ansiolíticos)

Teoría psicosexual

La teoría psicosexual de Sigmund Freud postula que el desarrollo psicológico de los


individuos pasa por distintas etapas relacionadas con la sexualidad. Estas etapas se
dividen en cinco fases principales, cada una asociada con una zona erógena del cuerpo
y conflictos específicos que deben ser resueltos para lograr un desarrollo psicológico
saludable

1. Etapa oral (0-1 año): Durante esta etapa, la boca es la zona erógena principal y el
bebé experimenta placer a través de la succión y la alimentación. El conflicto central en
esta etapa es la dependencia e independencia, así como la capacidad de confiar en los
demás.

2. Etapa anal (1-3 años): En esta etapa, la zona erógena es el área anal y el niño
experimenta placer y control a través de la eliminación de desechos. El conflicto
principal en esta etapa es el control de esfínteres y el desarrollo de un sentido de
autonomía.

3. Etapa fálica (3-6 años): Durante esta etapa, la zona erógena son los genitales y los
niños comienzan a explorar su propia sexualidad. El conflicto central en esta etapa es la
resolución del complejo de Edipo (en niños) o Electra (en niñas), que implica
sentimientos conflictivos hacia los padres del sexo opuesto y la identificación con el
mismo sexo.

4. Etapa de latencia (6-12 años): En esta etapa, no hay una zona erógena específica y se
caracteriza por un periodo de relativa calma en el desarrollo sexual. Los niños se
enfocan en actividades escolares, amistades y hobbies, dejando temporalmente de lado
los aspectos sexuales.

5. Etapa genital (desde la adolescencia en adelante): La última etapa se inicia en la


pubertad y continúa a lo largo de la vida adulta. Durante esta etapa, la zona erógena
son los genitales y el enfoque está en las relaciones íntimas y sexuales maduras.

La corriente humanista

La corriente humanista en psicología se enfoca en el estudio y la comprensión de la


experiencia humana desde una perspectiva positiva y centrada en el individuo. Surgió
como una reacción a las corrientes psicológicas más tradicionales que se centraban en
el estudio de los trastornos mentales y patologías, como el psicoanálisis y la psicología
conductual.

Algunos de los principales exponentes de la corriente humanista son Abraham Maslow,


Carl Rogers y Rollo May.

1. Autoactualización: Se refiere al proceso de desarrollo personal en el que un individuo


alcanza su máximo potencial y se convierte en la mejor versión de sí mismo.

2. Autoestima positiva: La valoración positiva y el respeto hacia uno mismo, que es


fundamental para el bienestar psicológico.

3. Empatía y aceptación incondicional: Carl Rogers introdujo la idea de que un


terapeuta debe mostrar empatía y aceptación incondicional hacia el paciente para
fomentar un ambiente terapéutico positivo.

4. Libre albedrío: La creencia de que los individuos tienen la capacidad de tomar


decisiones conscientes y responsables sobre sus vidas.

La corriente humanista ha tenido una influencia significativa en la psicología


contemporánea, especialmente en áreas como la psicoterapia centrada en el cliente, la
psicología positiva y la psicología humanista-existencial. Se destaca por su enfoque en
el crecimiento personal, el bienestar emocional y la búsqueda de significado en la vida,
y ha contribuido a ampliar la comprensión de la experiencia humana desde una
perspectiva más positiva y centrada en el individuo.
La corriente gestal

Es una corriente dentro de la psicología humanista que se enfoca en la percepción, la


experiencia inmediata y la totalidad de la persona. Fue desarrollada por Fritz Perls,
Laura Perls y Paul Goodman en la década de 1940.

La terapia gestalt se centra en el aquí y ahora, en la experiencia presente del individuo,


y busca aumentar la conciencia de los pensamientos, emociones y comportamientos de
la persona. Se enfoca en la totalidad de la experiencia individual, considerando al ser
humano como un sistema complejo e integrado.

En la terapia gestalt, se utilizan técnicas como la atención plena, la exploración de las


emociones, el diálogo entre partes internas (como el "yo" y el "ello"), el trabajo con
sueños y metáforas, y la experimentación a través de técnicas creativas y expresivas.

La terapia gestalt promueve la responsabilidad personal, la autenticidad y la


autoexpresión, así como el desarrollo de una mayor conciencia de uno mismo y de sus
interacciones con el entorno. Se enfoca en ayudar a las personas a tomar conciencia de
sus bloqueos emocionales y comportamentales para poder superarlos y alcanzar una
mayor integración personal.

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