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LaConstituciónde1828

El principio de legalidad en materia tributaria se encuentra en el numeral 8 del

artículo 48° de la Constitución de 1828, el cual establece que “Son atribuciones del

Congreso: […]. Fijar los gastos generales, establecer las contribuciones necesarias

para cubrirlos, arreglar su recaudación, determinar su inversión, y tomar anualmente

cuentas al Poder Ejecutivo”(García y Gutiérrez 1993: 161).

El numeral8 del artículo 48°de laConstitución de 1828consideraque el alcancedel

principio de legalidad está referido a la imposición de contribuciones.


Adicionalmente, a diferencia del numeral 9 del artículo 60° de la Constitución de

1823 solo regula la figura de las contribuciones, pero no desarrolla las figuras de los

impuestos y de los derechos.

Además del principio de legalidad, el numeral 8 del artículo 48° de la Constitución de

1834 prescribe que el Congreso es competente para fijar los gastos del año,

determinar la inversión de las rentas nacionales y tomar anualmente cuentas al

Poder Ejecutivo.

Por su parte, el numeral 18 del artículo 90° de la Constitución de 1828dispuso

queelPoderEjecutivo debería cuidarde larecaudacióne inversióndelas contribuciones

y de los demás fondos de la Hacienda Pública: “Son atribuciones del Poder

Ejecutivo: […]. Cuidar de la recaudación é inversión de las contribuciones y demás

fondos de la Hacienda Pública”(García y Gutiérrez 1993: 168).

Al parecer, era Congreso quiendeterminabacomodebía hacerse larecaudaciónyel

destino que debía tener lo recaudado y, por su parte, el Poder Ejecutivo ejecutaba

tales directrices.

Por su parte, el artículo 159° de la Constitución de 1826 dispuso que las

contribuciones se deberían repartir bajo la regla de igualdad y proporción, sin

ninguna excepción ni privilegio: “Las contribuciones se repartirán entre los

ciudadanos, sin excepción ni privilegio alguno”(García y Gutiérrez 1993: 177).


En este artículo se encuentran regulados el principio de igualdad en materiatributaria

y de capacidad contributiva. Su redacción es muy parecida a la del artículo 9°,

numeral 7 de las Bases de la Constitución Peruana de 1822, al artículo 60° de la

Constitución de 1823 y al artículo 146° de la Constitución de 1826.

Cabe anotar que la Constitución de 1828, en líneas generales, mantiene la misma

regulación tributaria que se encuentra en las Bases de la Constitución Peruana de

1822 y las Constituciones de 1823 y 1826.

Al respecto, el ex – Presidente del Tribunal Constitucional Javier Alva Orlandiniopinó

que “La Constitución de 1828 atribuyó al Congreso (48-8) la tarea de fijar los gastos

generales, establecer las contribuciones necesarias para cubrirlo, arreglar su

recaudación, determinar su inversión, y tomar anualmente cuentas al Poder

Ejecutivo; y a éste (90-18), el cuidado de la recaudación e inversión de las

recaudaciones y demás fondos de la Hacienda Pública” (2004: 24).

LaConstituciónde1834

El principio de legalidad en materia tributaria se encuentra en el numeral 8 del

artículo 51° de la Constitución de 1834, el cual dispuso que “Son atribuciones del

Congreso: […]. Aprobar ó no el presupuesto de los gastos del año, establecer las

contribuciones necesarias para cubrirlos: suprimir las establecidas: determinar la

inversión de las rentas nacionales, y tomar anualmente cuentas al Poder Ejecutivo”

(García y Gutiérrez 1993: 189).


A diferencia del numeral 8 del artículo 48° de la Constitución de 1828 que considera

que el alcance del principio de legalidad está referido a la imposición de

contribuciones; el numeral 8 del artículo 51° de la Constitución de Constitución de

1834 tiene una regulación mayor respecto de este principio constitucional tributario

porque señala que dicho principio también comprende la supresión decontribuciones

establecidas.

Adicionalmente, a diferencia del numeral 9 del artículo 60° de la Constitución de1823

solo regula la figura de las contribuciones, pero no desarrolla las figuras de los

impuestos y de los derechos.

Además del principio de legalidad, el numeral 8 del artículo 51° de la Constitución de

1834 prescribe que el Congreso es competente para aprobar los gastos del año,

determinar la inversión de las rentas nacionales y tomar anualmente cuentas al

Poder Ejecutivo.

Luego, el numeral 20 del artículo 85° del referido documento constitucionalestableció

que constituía una atribución del PoderEjecutivo cuidarde la recaudación e inversión

de las contribuciones y de los demás fondos de la Hacienda Pública, al señalar que

“Son atribuciones del Poder Ejecutivo: […]. Cuidar de la recaudación é inversión de

las contribuciones ydemás fondos de la Hacienda Pública con arreglo á ley” (García

y Gutiérrez 1993: 194-195).

Al igual que en la Constitución de 1828, en la Constitución de 1834 se encuentra

previstalareglasegúnlacualelCongresoesquiendeterminabacomodebe
hacerse la recaudación y el destino que debía tener lo recaudado y, por su parte, el

Poder Ejecutivo ejecutaba tales directrices.

Másadelante, en el artículo 168°de la Constituciónde1834 se contempla comouna

garantía constitucional al principio de legalidad, con el mandato expreso en elsentido

que sin una leyexpresa ningunaautoridad o individuo de la República puede imponer

una contribución directa o indirecta: “La facultad de imponer contribuciones directas

ó indirectas corresponde exclusivamente al Congreso; ysin una ley expresa ninguna

autoridad ni individuo de la República puede imponerlas bajo pretexto alguno”

(García y Gutiérrez 1993: 205).

Igualmente, es posible sostener que la Constitución de 1834, en líneas generales,

mantiene la misma regulación tributaria que se encuentra en las Bases de la

Constitución Peruana de 1822 y las Constituciones de 1823, 1826 y 1828. Sin

embargo, como se ha indicado previamente, el artículo 175° de la Constitución de

1834 (ubicado Disposiciones Generales) contiene una novedad al señalar que todo

ciudadano, salvo que sea exceptuado por la ley, está obligado a contribuir (lo que,

actualmente, podría entenderse que es el principio constitucional tributario del deber

de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos): “Todo ciudadano no

exceptuado por ley, está obligado á contribuir para el sostén del Estado, y á

inscribirse en la Guardia Nacional” (García y Gutiérrez 1993: 206).

En torno a este documento constitucional, el ex – Presidente del Tribunal

Constitucional Javier Alva Orlandini aseveró que:


La Constitución de 1834 determinó que correspondía al Congreso
(51-8) aprobar, o no, el Presupuesto de los gastos del año,
establecer las
contribucionesnecesariasparacubrirlos,suprimirlasestablecidas,deter
minar la inversión de las rentas nacionales y tomar anualmente
cuentas al Poder Ejecutivo; elcual, a suvez, debía (85-20) cuidarde la
recaudación einversión de las contribuciones y demás fondos de la
Hacienda Pública con arreglo a ley. Como Garantía Constitucional
(168) declaró que la facultad de imponer contribuciones directas o
indirectas corresponde exclusivamente al Congreso; y que sin una
ley expresa, ninguna autoridad ni individuo de la República podía
imponerlas, bajo pretexto alguno (2004: 24).

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