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El capital – Capitulo 4. La transformación del dinero en capital.

Formula general del capital.

La producción y circulación de mercancías son los supuestos históricos del capital,


su punto inicial. El producto de la producción y circulación de mercancías es el dinero,
primera manifestación del capital (es decir, el capital se presenta primero como simple
acumulación de dinero).
Pero en su circulación, el dinero se diferencia del capital. El primero adopta la forma
de MDM y el segundo, DMD. Esto es, el dinero se utiliza como mediador, como
representante temporal, entre la venta de una mercancía producida y la compra de la
mercancía necesaria para vivir (vender para comprar). Inversamente, el capital actúa
como comprador de mercancías con el objetivo de consumirlas (hacerlas producir) y
obtener con ello, más dinero: es decir, comprar para vender.
En forma de cuadro

MDM DMD
El dinero se gasta para obtener bienes de El dinero se invierte con el objetivo de
uso con el fin de satisfacer necesidades. que retorne, y con un incremento.
El dinero cambia de manos dos veces, La mercancía cambia de mano dos veces,
quedando una mercancía en manos de quedando el dinero (acrecentado) en
quien originalmente poseía una. manos de quien originalmente lo poseía.
El reflujo del dinero (el que vuelva a mí El reflujo del dinero esta condicionado por
alguna vez) no depende de que lo gaste, su gasto, o “inversión”, porque sin ella no
sino de que produzca más mercancías para es posible comprar mercancías para
vender. venderlas a mayor precio, origen de la
ganancia.
La adquisición de valores de uso para la La obtención de dinero es el único motor
satisfacción de las necesidades es el motor del proceso de circulación del capital.
del proceso.
Las dos mercancías M y M extremos del Los extremos D y D´ son el mismo valor
proceso son valores de uso distintos pero de uso –dinero- pero de diferente
tienen siempre el mismo valor. magnitud: el segundo trae incorporada una
cantidad extra, un plusvalor. En este
sentido, el dinero invertido se revaloriza y
ese proceso lo convierte en capital.
Tiene un objetivo fuera de sí mismo: El proceso es un fin en sí mismo: gastar
satisfacer necesidades, que son finitas. dinero para obtener más dinero, es un
proceso infinito.

En este último sentido, el contenido objetivo de esa circulación –valorizar los


valores invertidos- es a la vez su fin subjetivo, y el capitalista, dueño del capital,
establece como su fin la apropiación creciente de riqueza abstracta. La producción de
valores de uso no es el fin del capitalista o del capital, sino la ganancia, y no la ganancia
aislada, sino la ganancia constante y sistemática que sirve a la reproducción de esa masa
de dinero como capital.
Esta característica responde a la circunstancia de que si el dinero-capital no es
constantemente reinvertido en el ciclo de la producción y la circulación, se estanca, cesa
su proceso de valorización, y deja de ser tal para volver a ser simple masa de dinero. El
ciclo es un fin en si mismo porque esa es la única forma de reproducir al capital, de
valorizarlo.
En MDM el dinero funciona como mediador de las mercancías y desaparece en
cuanto ese ciclo se cierra. En DMD, por el contrario, tanto el dinero como la mercancía
aparecen ambos como formas que toma el valor (el capital es dinero y mercancía); en el
movimiento DMD, el valor siempre está en manos de un sujeto, ya sea como dinero o
como mercancía. Y aunque esto también ocurre en MDM, en DMD tiene una
particularidad: el simple pasaje del valor entre la forma de dinero y la de mercancía al
valor original le agrega más valor (valorización del valor), cosa que no sucede con
MDM. Este agregado de valor, al ocurrir por su propio movimiento, se denomina
“autovalorización”.
Sin embargo, el valor (por ser espectro fantasmal, o gelatina), necesita estar
contenido en un objeto, en un valor de uso que se le reconozca siempre y únicamente
como portador de valor: este objeto es el dinero (por eso el dinero es punto de partida y
de llegada del proceso de valorización). Pero el dinero no es la única forma que toma el
valor, puesto que necesita también adoptar la forma de mercancía, de valor de uso, para
poder autovalorizarse (por eso el capital necesita producir para autovalorizarse).
Así, el valor se vuelve valor en proceso de valorización (autovalorización) mediante
su pasaje constante entre las formas de dinero y mercancía: es dinero que crea más
dinero (D-D`) a través de pasaje del valor por el estadio mercantil: es D-M-D` (“formula
general del capital”).

Contradicciones de la formula general

La formula DMD` contradice el intercambio de mercancías M-M.


En el mero intercambio de mercancías, el dinero oficia de expresión de sus precios,
como mediador de su compraventa. Este intercambio ambas partes pueden resultar
beneficiadas porque ambas obtienen la posibilidad de satisfacer necesidades mediante
los valores de uso que adquieren; además, no hay alteración del valor de las mercancías
intercambiadas por el mero hecho de su pasaje de manos: la representación del valor de
una mercancía en términos monetarios (o “precio”) es solo un cambio en la forma de su
expresión (una metamorfosis formal), mas nunca en su magnitud (en la cantidad de
trabajo objetivado que posen las mercancías).
En este sentido es un intercambio de equivalentes, con lo cual en el comercio no
puede haber, en términos cuantitativos del valor, ganancia o enriquecimiento para
ninguno de los involucrados en el intercambio fuera del simple sobreprecio. Sin
embargo, la economía burguesa plantea que en el intercambio ambas partes dan algo de
menor valor y reciben algo de mayor valor (existe así la ganancia por comercio), siendo
el valor algo determinado por la utilidad del objeto y no por el trabajo que cuesta
producirlo, y el comercio una actividad que genera valor –un acto productivo.
El plusvalor, entonces, no se explica por el comercio (ni por las finanzas), o sea, no
encuentra raíces en la esfera de la circulación.
No obstante, siendo la circulación el compendio de todas las relaciones recíprocas o
sociales entre los productores de mercancías, fuera de ella el productor de mercancías
esta en relación con ellas solo como objetivaciones del trabajo humano; y estas
objetivaciones solamente pueden convertirse en valores reales al enfrentarse con otras
mercancías en el mercado, en la circulación. Por eso, el productor que no sale de la
producción no puede valorizar sus valores o mercancías más que agregándoles trabajo,
es decir, puede valorizar pero no autovalorizar el valor. Para ello necesita de la
circulación, del enfrentamiento con otros trabajos.
Con esto queremos decir que el capital, que debe autovalorizarse, no existe ni solo
en la circulación ni fuera de ella, o bien, ni solo en la producción ni fuera de ella. El
capital, si no produce, no existe; si no intercambia lo producido, tampoco.

Compra y venta de fuerza de trabajo

La transformación del dinero en capital no es un proceso que ocurre por el dinero


mismo, dado que solo es una forma de valor de las mercancías. El cambio (recordemos
que el cambio es simplemente que el valor se valorice, que el dinero se haga más
dinero) se opera en la compra de la primera mercancía en D-M, pero no en la compra en
tanto intercambio (porque el intercambio de mercancías es un intercambio de
equivalentes, todas las mercancías se pagan a su valor de cambio) sino en el consumo de
la mercancía que se compra, en su uso como valor de uso.
¿Y qué mercancía es aquella que con su consumo puede valorizar, es decir, agregar
valor, o sea, crear valor? Siendo el valor nada más que la cristalización de trabajo
abstracto, la respuesta es fácil: el trabajo. Y existe la suerte de que el poseedor de capital
puede encontrar fuerza de trabajo en el mercado vendiéndose en forma de mercancía.
Por fuerza de trabajo se entiende las facultades o capacidades físicas y mentales que
existen en el cuerpo y alma de un ser humano y que éste pone en funcionamiento
cuando produce valores de uso.
Para que la fuerza de trabajo esté como mercancía disponible para su compra y uso
temporal (nunca se enajena para siempre), debe ocurrir que: su poseedor, el obrero, esté
desprovisto de instrumentos y objetos con los que y sobre los que aplicar su fuerza de
trabajo (que esté libre de medios de producción) de manera tal que deba ofrecerla como
mercancía para poder sobrevivir; y que además sea libre de disponer de esa fuerza de
trabajo como quiera (que sea un hombre libre, no un esclavo) para poder cederla a
cambio de un salario.
El obrero, entonces, debe ser doblemente libre: como sujeto libre y como trabajador
libre de medios de producción. Sin embargo, la naturaleza no produce hombres con
mercancías o dinero y hombres sin ellos: ésta circunstancia necesaria para la existencia
de las mercancías y del capital es una circunstancia socio-histórica, una relación social
resultado de un desarrollo histórico: la división social del trabajo dentro de la sociedad,
la división de la sociedad en poseedores y desposeídos de medios de producción que
obliga a los últimos a ofrecer su fuerza de trabajo como mercancía.
Ahora, cuánto vale la fuerza de trabajo: su valor se determina, igual que el del resto
de las mercancías, por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción (y
como el hombre existe constantemente, en este caso será costo de reproducción): es
decir, el costo de la reproducción o supervivencia del trabajador, de los medios de
subsistencia requeridos para que siga viviendo y trabajando. En terminos exactos, “el
valor de la fuerza de trabajo se resuelve en el valor de determinada suma de medios de
subsistencia”, si se paga menos que eso por la fuerza de trabajo, ella se atrofia.
Eso con respecto al valor de la fuerza de trabajo, ahora, ¿cuanto vale el trabajo? El
trabajo no tiene valor, lo crea. Entonces, tiene la potencialidad de generar un valor si lo
pasivo que es la fuerza de trabajo como mercancía se convierte en actividad, en trabajo,
en producción de valores de uso. Es decir, el valor que se obtendrá saldrá del consumo o
uso del valor de uso adquirido (la fuerza de trabajo), y ese consumo es el proceso de
producción de las mercancías, de los productos que son valores de uso y valores, y de
plusvalor. Este proceso ocurre en la producción, no en la circulación.

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