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Comisión: 11
Legajo: 108556/8
Mail: Valentina.bulfon@gmail.com
El caso elegido trata acerca de un hombre que fue detenido por cometer el
asesinato de su madre y su tía, aunque el sostiene que fueron secuestradas.
En su relato manifiesta ser un gato, por lo que se podría leer una alteración en el
yo, una identificación con un gato. Demanda que le traigan a sus 37 ¨hijos¨,
refiriéndose con esto a sus gatos, cosa que si no sucede se dejaría morir. Expresa
una fuerte necesidad de estar acompañado por sus gatos, no por personas. En su
discurso se percibe un fuerte odio hacia los humanos, por lo que podría pensarse
que este sujeto tiene un posicionamiento de hostilidad hacia el otro. Esto se
evidencia en el registro clínico psiquiátrico donde expresa que generalmente no
mira a la persona con la que habla, solo cuando le interesa la pregunta sostiene la
mirada de forma amenazante, descalificante y desafiante, también alza la voz de
modo agresivo, con comentarios irónicos o sarcásticos. Tiene una actitud hostil y
evasiva. También se puede ver desde los antecedentes biográficos como el sujeto
manifiesta una relación de tinte persecutorio con los otros, ¨los amigos que tuve
me cagaron, me estafaron, no me interesa tener. En realidad, han sido solo 3
conocidos¨.
El sujeto ubica dos sucesos que lo detonaron, que se podrían tomar como puntos
de quiebre en su vida. El primer episodio que le hizo explotar la cabeza fue la
muerte de su abuelo, no logra comprender el por qué de la muerte, no la puede
significar. El segundo episodio fue su estadía en el Servicio Militar, en donde vio el
horror que el humano es capaz de cometer, como matar, hacer guerras, comer
animales, dañar la naturaleza. Seis meses después lo dieron de baja porque
estaba loco. Luego curso Ingeniería en la Universidad donde lo vieron corriendo
desnudo y sucio por el campus.
Se pueden tomar a estos sucesos como puntos de discontinuidad en la vida del
sujeto, donde este se encuentra con la muerte, sin lograr simbolizarla. Ante esto
se posiciona como un muerto, por lo que se podría suponer que la identificación
con el ser un gato lo saca del ser un muerto, posicionándolo al menos en el mundo
de los vivos. Sin embargo, este delirio que construye en torno a ser un gato no le
permite al sujeto establecer un lazo social.
El sujeto representa un peligro cierto e inmanente para terceros por lo que debería
ser necesario que este en un centro de detención. Me parece importante
establecer un abordaje interdisciplinar para poder intervenir en el padecimiento del
sujeto. Aunque, ¿beneficiaria en algo al sujeto estar encerrado en una cárcel o
sería mejor una internación en un establecimiento donde le puedan brindar la
atención interdisciplar correspondiente? ¿Sería propicio intentar, a través de
distintos dispositivos, que el sujeto pueda llegar a establecer un lazo social con
otro y así pueda relacionarse en forma menos nociva hacia los humanos?