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Premio Nacional de Narrativa y Ensayo “José María Arguedas” – PNJMA

ENSAYO DE LA NOVELA “EL SEXTO”

ESTUDIANTE: Milagros Jhasmin Arias Rodríguez

GRADO Y SECCIÓN: 5° “C”

Carabayllo, 08 de septiembre de 2021


ENSAYO DE LA NOVELA “EL SEXTO”

La lectura es apasionante cuando nos aventuramos a ello, un buen libro nos

llega a la mente y no se deja olvidar, entre mi lectura se encuentra la fantasía,

mundos donde se halla la magia, los thrillers donde el suspenso reina; pero esta

novela, esta novela es cruel y desoladora, llena de enfoques de realidad que te

absorbe por completo, tanto que llegas a empatizar, odiar y a reflexionar. Gabriel es

el personaje principal. Todo lo que el lector leerá en “El sexto” escrita por José

María Arguedas es desde su perspectiva.

Se da inicio al relato cuando Gabriel Osborno, estudiante universitario es

encarcelado y llevado a el sexto, -una de las peores prisiones que había en su

época- por su participación en una protesta defendiendo sus ideales en contra de la

dictadura que estaba establecida en su país, en su amada patria.

La división de bandos se contempla desde el inicio cuando Gabriel es oyente

al mismo tiempo del cantar de los apristas con “La masellesa aprista” y el de los

comunistas con “La internacional”, siendo ambas cantadas a todo pulmón,

compitiendo. Gabriel fue llevado a su celda para así conocer a un personaje que en

lo personal me gustó, leer sobre este personaje me hizo empatizar en ciertos

aspectos y más cuando se convierte en un personaje de apoyo para Gabriel. Un

personaje interesante. Me refiero a Alejandro Cámac un carpintero de las minas de

Morococha, arrestado por ser comunista. Él enseña a Gabriel mediante sus

reniegos de las empresas norteamericanas que la libertad para hablar estando ahí

iba a ser más de la que él tendría afuera: «“Estábamos habituados a cuidarnos, a


mirar a nuestro alrededor antes de decir algo en la ciudad. Cámac había perdido ya

esa costumbre”»

Cámac, a mi parecer es un personaje que debía ser mencionado primero, pero

no porque es cruel, este personaje fue de soporte para Gabriel llegando a ser

querido y siendo la luz de El sexto hasta que muere. No profundizaré más. En este

ensayo quiero resaltar la crueldad. Uno no debe ignorar que existe ni mucho menos

pensar que no lo viviremos; eso sí, hay diferentes grados de crueldad, no sabemos

por lo que pasaremos en los días siguientes, no sabemos si cambiaremos y

lleguemos a ser representantes de la crueldad o la bondad.

La prisión se divide en tres pisos: los delincuentes más peligrosos en el primer

piso; los delincuentes primerizos, estafadores, violadores, etc. en el segundo y en el

último, los presos políticos residen.

Dejando en claro eso, el siguiente personaje que mencionaré es el de El

pianista. Él, siendo encarcelado por no tener documentos en la celebración de un 22

de febrero, fue tratado con tanta crueldad, las violaciones y el hambre lo fueron

llevando hacia tal extremo en donde la cordura en su ser desapareció; Gabriel al

mirarlo se preguntaba: «“¿Como puede funcionar aún el cuerpo de un hombre así

aniquilado, convertido en esqueleto que la piel apenas cubre?”»

Esa misma pregunta me la repito, pero aparte otra viene a mi mente, ¿la

crueldad humana es tan atroz? La realidad es una característica de este libro, una

realidad que no tiene nada color de rosa ni héroes que salvarán de la miseria a otros

sin recibir algo a cambio, los cuentos que nos contaron al crecer jamás

representarán la crueldad que la realidad trae.


A la pregunta anterior que planteé me la responden dos personajes, Maraví y

Puñalada, ambos son amos de El sexto. Ellos siembran el terror junto a otros más,

humillando y violando al grupo conformado por los vagos o algunos recién llegados

como es el caso de un joven muchacho serrano Libio Tasaico quien fue entregado a

Puñalada y metido a la celda con él para ser víctima de agresión sexual la misma

noche de su llegada, o la humillación al japonés y al pianista.

Y sí, la crueldad humana llega a niveles atroces, por lo tanto, al leer el

despiadado acto cometido hacia Libio Tasaico fue… la verdad no tengo palabras

para expresarme, las violaciones no pasan solo en los libros, son horripilantes y

pasan en cualquier parte del mundo «“Era un muchacho fuerte y feliz. No sentía la

prisión; pero esa noche se le ahogó la voz.”» ¿Cuántas personas han sido violadas

y humilladas en nuestro país? Ahora la sociedad está un poco “mejor” que antes,

pero tales hechos no han desaparecido.

Con esta obra sentí el odio,

«“—¡Qué me han hecho diosito! ¡Qué me han hecho! ¡Estoy con herida, con

mal de cabeza, mi almita acaso me duele! —dijo en quechua

—¡Seguro nos maldice! Y eso que don Puñalada sólo ha consentido a dos,

después que él.

La voz del muchacho, su queja en quechua, el diálogo que sostuvo con los

paqueteros de Puñalada, me hicieron caer de rodillas.”»

Personas arrestadas injustamente, y otras dejadas en libertad a pesar de que

matan, hieren y roban al pueblo peruano. ¿En esta obra dónde estaban las

autoridades? Cierto, sí habían autoridades tales como se representa en una parte

del libro:
«“—¿Quién califica, señor, los actos de las personas como políticos o no? Si

un diputado o un prefecto manda prender a un hombre acusándolo de político, ¿se

hace alguna investigación? ¿No se considera como definitiva la acusación de eso

señores?

—Si presentan pruebas.

—¿Qué pruebas? Volantes o pasquines que cualquier plumario falsifica. El

procedimiento lo conocen ustedes mejor que yo. Mi compañero, el piurano, es un

campesino de aldea que no sabe ni lo que es el Apra ni comunismo, y ya va a tener

en el sexto más de diez meses…”»

La corrupción existe en nuestra sociedad, está tan arraigada que nos hemos

estancado. Perú no sobresale en educación, atención médica ni en deporte, ¿dónde

está todo lo que se destina a la educación? Sin educación no podemos mejorar ni

luchar.

Hay muchos más personajes, tantos de los que hablar y profundizar, pero el fin

de mi ensayo es este. Esta novela me ha encantado, las palabras no son suficientes

para describir todo lo que sentí en el transcurso de mi lectura, también me animó a

leer más obras de su autor y otros escritores peruanos lo cual estoy profundamente

agradecida.

Al terminar de leer El sexto quedé hondamente maravillada de todas las

emociones que me hizo sentir. En la historia predomina hechos que hasta el día de

hoy existen como la corrupción, el racismo y partidos políticos que dividen y

desalientan la cooperación entre todo el pueblo peruano donde el trabajador se ve

seriamente afectado. Educarse a uno mismo es necesario, uno puede cambiar el

mundo empezando por uno mismo. Los jóvenes son el futuro, sí. Pero no significa
que solo ellos deben educarse, todos debemos educarnos a pesar de la edad que

tengamos.

Referencia

Arguedas, J. M. (1961). El Sexto. Lima: Juan Mejía Baca.

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