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Cátedra: Castellano
El difunto yo
(Análisis)
Profesora Alumno
Presente, los hechos son narrados por el protagonista a medida que avanza el
cuento.
¿Cuáles son las características del ambiente donde transcurren las acciones?
1. Ambiente físico: El cuento se desarrolla entre la casa del protagonista, la oficina
del periódico, la calle y la estación de policía.
2. Ambiente social: El cuento “El Difunto y yo” se enmarca dentro de un conjunto de
eventualidades en las cuales un hombre llamado Andrés Erre sufre la separación
física de su “alter ego”! es decir de su “otro yo” el cual posee una personalidad
distinta a la cotidianidad de la persona original pues en “otro yo”, el cual posee una
personalidad distinta a la cotidianidad de la persona original pues en este caso
dicho “otro yo” se manifiesta como un usurpador del individuo con el cual estaba
este caso dicho “otro yo” se manifiesta como un usurpador del individuo con el
cual estaba aparentado. Por ello el alter ego ejecuta acciones que perjudican a la
víctima de la usurpación, tales como la adquisición de deudas el escándalo y
tumulto público, la ebriedad o la realización de documentos a través de la imitación
de la firma y letra. En base a todo ello podemos inferir que las situaciones que se
narran están basadas más que todo o en un ambiente te fantástico o irreal pues los
mencionados acontecimientos no están enmarcados dentro de la lógica y la
cotidianeidad.
3. Ambiente psicológico: El concepto de “Alter ego” representa dentro del estudio de
la psicología un segundo yo que se cree distinto de la personalidad original de una
persona. El autor lo enmarca de una manera irreal, haciendo que este otro yo se
separe físicamente del protagonista, manteniendo sus características y costumbres,
pero encaminándolas hacia un fin perverso.
No lo cambiaría. Demuestra que no siempre todo será como se planea o como uno
desea.
Puede que lo tenga, debido a cómo acaba, pues no hay “otro”, somos dueños de
nuestra vida y responsables de cada decisión. El bueno y el malo son intercambiables e
indistinguibles. La evasión que pretende separarlos es una trampa donde solo cae el único y
verdadero “yo” que los reúne. Al final, sobrevive el pícaro, el mentiroso, el falso. De nuevo
aparece el pesimismo como conclusión a la historia. La fuerza está del lado del mal y el
bueno termina siendo víctima de su debilidad.
¿Qué aprendió?
Que no debemos dejarnos llevar por nuestras emociones negativas y ser víctimas de
ellas. Aprender y saber tomar decisiones y no dejar que nos manipulo nuestro “otro yo”.