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• Toda evaluación debe partir de una clarificación del qué quiero evaluar, lo cual estará condicionado por
el para qué quiero evaluar eso y condicionará también el cómo lo evaluaré.
• El nuevo ecosistema del aprendizaje requiere un nuevo paradigma de evaluación: la evaluación NO
DEL aprendizaje, sino PARA el aprendizaje.(Esto tiene implicaciones en la didáctica, en la evaluación,
en la gestión…)
• ¿Qué evaluamos cuando evaluamos aprendizajes?, ¿qué queremos evaluar?: contenidos,
conocimientos, procesos, valores, actitudes, habilidades, capacidades, capacidades complejas,
competencias…
• El modelo conductista (neoliberal: individualismo, comparaciones, resultados finales, competencia) nos
remite a fijarse en los resultados finales, en las calificaciones, que se determinan en función de los
aciertos y errores. Para este modelo el proceso que hace el estudiante no tiene importancia.
• Martínez J.B (2004) explica los mitos de las calificaciones por notas: (Ver ampliación sobre el tema en
Fernández A. (2019) en “Evaluando la evaluación de los aprendizajes”, pás. 82-85)
1) El mito del valor pedagógico de las notas:
NO tienen valor pedagógico; de ellas nada se aprende. Más que pedagógicas son una herramienta de
poder a través de las cuales se premia o penaliza a las personas.
2) El mito de la naturalidad de las notas.
Su valor no surge de forma natural. Las notas son una invención con una finalidad puramente
administrativa. El problema es que se han aceptado culturalmente como algo natural.
5) El mito de la meritocracia.
Se asume que los exámenes dan oportunidades a todos por igual y que el éxito dependerá del esfuerzo y de la
capacidad de cada uno. En general, cuantos más medios se tengan mejores resultados se tendrán.
Roegiers (2006) sostiene que ser competente es saber hacer frente a los problemas y
situaciones de la vida cotidiana, lo cual supone integrar los conocimientos, conceptos o saberes,
procedimientos o saber-hacer y actitudes y valores o saber-ser y estar en su entorno social.
El MINEDUCYT (2008) sostiene define la competencia, como “La capacidad de enfrentarse con garantías
de éxito a tareas simples y complejas en un contexto determinado, lo cual se evidenciará en acciones
eficaces ante situaciones y problemas de distinto tipo, que obligan a utilizar los recursos de que se
dispone, sean estos, actitudes, procedimientos, conceptos, principios, etc.”.