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Introducción
Podemos decir que algunas veces hemos observado varios cuadros artísticos
que puede que nos hayan intrigado como también se nos hizo indiferente, ya sea
en museos, películas o en otros contextos, sin embargo, sabíamos que algunos
de los cuadros que vimos pertenecen a una corriente pictórica distinta, o dicho de
otro, modo, esas pinturas se vieron influenciadas por una “moda artística” que se
seguía en esa época, conocer algunas de estas corrientes pictóricas puede
resultar interesante, como es este caso, el impresionismo, que nace como una
“revolución” para que se tome importancia a las obras realizadas sobre la
naturaleza y avance que se vivía en la ciudad de París, también tenia otras
características y objetivos que las diferenciaba de las otras corrientes pictóricas
(de las mimas manera las otras corrientes eran distintas), para poder permitirle al
arte evolucionar.
Desarrollo
Inicialmente llamado «Le Bain» o «El Baño», este cuadro hacía parte de la
exposición en el Salón de los rechazados en 1863. En esa época, el público se
ofendió por la representación de una mujer desnuda entre los hombres vestidos.
Una mujer desnuda sentada en la hierba con dos tipos vestidos. Un picnic
burgués en el parque que los sensibles miembros de la academia repudiaron
como si fuera algo de otro planeta. Por el suelo están las ropas de la mujer y un
bodegón con frutas y pan. Manet mezcla géneros y no parece tener respeto por el
arte tradicional.
Al fondo hay una mujer medio vestida en el río. Algo que también criticó la
academia es el excesivo tamaño de esta figura en comparación con las del primer
plano, como si fuera un error del pintor. La academia también se rasgó las
vestiduras con ese fondo tan tosco, tan carente de profundidad, tan mal iluminado.
Monsieur Manet no sería aceptado ese año en el Salón.
Uno casi puede respirar el verano en la obra de Renoir, la multitud augura risas y
un día que pareciera ocurrir en otro mundo. La Grenouillere era una especie de
balneario frecuentado por Renoir y Monet, pasan el día juntos y compiten para
retratar el mismo escenario para averiguar cuál de ellos puede capturar más
rápidamente la impresión de la situación. Las pinceladas de Renoir son cortas y
aparentan diferentes iluminaciones para simular el reflejo en el agua. Renoir deja
esta obra de arte como un testimonio de su filosofía y nos recuerda que la técnica
no es lo que diferencia su obra de la de Monet, sino su forma de ver las cosas, su
impresión.
Edgar Degas eligió para esta (le Foyer de la danse) obra un lugar que muestra la
vida cultural y mundana de París en esa época: la Ópera de la calle Le Peletier.
La escena se desarrolla en una sala de danza, durante un ensayo de ballet.
Como los maestros japoneses del Ukiyo-e, Degas eleva un poco el punto de
vista , y de este modo el pintor consigue escorzos tan exagerados como
expresivos. Además a Degas se le da por cortar por los bordes a quien se ponga
por delante, como pasaría en una fotografía.
De entre todos los amigos del grupo que participó en las exposiciones
impresionistas, quizá la personalidad más entrañable sea la de Camille Pisarro.
Era el mayor del grupo (nació en 1830, 10 años más viejo que Monet), y el único
que participó en las ocho exposiciones organizadas por los impresionistas al
margen del arte oficial. Cuando surgieron las discrepancias dentro del grupo,
Pissarro jugaba el papel de conciliador. Definido por Duret como el «pintor de la
naturaleza rústica», Pisarro mostró preferencia por los temas relacionados con la
vida natural y rural, casi siempre con campesinos dando un toque de humanidad a
sus obras.
OBRAS EMBLEMÁTICAS
Edgar Degas eligió para esta obra un lugar que muestra la vida cultural y
mundana de París en esa época: la Ópera de la calle Le Peletier. La escena se
desarrolla en una sala de danza, durante un ensayo de ballet.
Aquí, Alfred Sisley pinta el puente y las orillas del Sena como se aprecian en
Villeneuve-la-Garenne en verano. En el mismo lugar, también pintó Rives de
Seine, Villeneuve-la-Garenne (conocido como Pueblo a orillas del Sena).
Conclusión
En conclusión el arte y la belleza han ido cambiando a veces para bien y otras las
hemos convertido en mal. Lo que podemos hacer es no volvernos aburridos ni
copistas. El pensamiento vano de obviar la belleza como una búsqueda sin
sentido del hombre ante la dificultad de pensar en ella es estancarse ya que
hemos visto que cada cuadro que han pintado los artistas, lo han hecho con una
dedicación, esfuerzo y con un mensaje que querían transmitir a las demás
personas a treves de obras que disfrutaban hacer.