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“Puede

que nos resulte di/cil dejar nuestras reacciones


emocionales a un lado. Nuestra rabia, preocupación y problemas
no resueltos de nuestra propia niñez pueden ser obstáculos que nos
hagan más di/cil el prestar ayuda al niño. Cuando me parece que
no puedo evitar esa reacción emocional, me aparto de la escena
(no Cene por qué ser /sicamente), me tomo un respiro y me doy un
"Cempo aparte" a mí misma. Trato de conectar con el centro de
mis emociones, y me cuesCono la validez de mis pensamientos,
expectaCvas y creencias. Y siempre encuentro que no son verdad, y
que sin esos pensamientos negaCvos yo consigo ser la madre
amorosa que deseo ser.”

Naomi Aldort.

Los padres somos modelos de comportamiento para

nuestros hijos, por ello es muy importante la conciencia

emocional,
es decir, estar atentos a nuestras propias
emociones, sus causas y sus posibles consecuencias. Es ú9l
que te respondas:

ü ¿Cómo me siento en este momento?
ü ¿Por qué me siento así?
ü ¿Cómo estoy manifestando lo que estoy sin9endo?
ü ¿Qué puedo hacer para corregirlo?
La pregunta necesaria, entonces sería:
¿Cómo conecto con el centro de mis
emociones?
A con&nuación encontrarás la respuesta.

La Inteligencia Emocional (IE) es la habilidad para


tomar conciencia de las propias emociones y de las de
las demás personas y la capacidad para regularlas.





En cada persona intervienen dos mentes dis9ntas, una que piensa
y otra que siente. Funcionan con circuitos cerebrales diferentes
pero interrelacionados, de manera tal que el intelecto no puede
funcionar de manera adecuada sin la par9cipación de la IE.

En términos generales, la IE esta compuesta por 4 fases y busca la
construcción e implementación de las habilidades que
estudiaremos a con9nuación.

Comprensión U?lización de Manejo de
Percepción de las las las
emociones emociones emociones
1.  Percepción. Se perciben e iden9fican las emociones tanto propias como
las de los demás. Con los niños: es percibir su demanda emocional lo que
va a permi9r crear un vínculo afec9vo fuerte y adecuado.

2.  Comprensión de las emociones. Al comprenderlas se está usando el
pensamiento, se da la relación entre el sistema límbico y la corteza
cerebral lo que permite que la emoción sea conscientemente evaluada lo
que permite usarlas para resolver problemas.

3.  U?lización de las emociones. Las normas y la experiencia dirigen el
racionamiento relacionado con las emociones. Aquí juegan un papel muy
importante las influencias culturales y del entorno.

4.  Manejo de las emociones. Gracias a los anteriores pasos secuenciales, las
emociones son reguladas, controladas.
Entusiasmo

Diferir las Control de la


gra?ficaciones angus?a

EmpaIa

Autocontrol
1.  Autocontrol. Se define como el cuidado y la inteligencia en el gobierno de
sí mismo, la capacidad de contener el exceso emocional, de no dejarse
llevar por las emociones, de saberse calmar por sí mismo. Esta habilidad,
asimilable a la templanza, va de la mano con la capacidad de vivir en
comunidad, de aceptar al otro, a la diferencia. Para muchos autores el
autocontrol se cons?tuye en el principal recurso psicológico del hombre,
el que se puede aprender y desarrollar desde los primeros años de vida.

2.  Entusiasmo. Es la expresión de op9mismo, del gusto por lo que se hace.


Saber afrontar los fracasos y adversidades con una ac9tud posi9va, con
tenacidad. Está en estrecha relación con la esperanza.

3.  EmpaIa. Es la capacidad de percibir la experiencia subje9va de
otro, de “ponerse en sus zapatos”, de llegar a sen9r y pensar como
el otro y actuar en consecuencia. En este sen9do es necesario
tener en cuenta que el 90% de los mensajes emocionales son de
naturaleza no verbal y se expresan a través de gestos, expresión
facial, inflexiones de la voz, etc. Una persona empá9ca es entonces
aquella que, entre otras condiciones, sea capaz de captar estos
mensajes no verbales.
4.  Diferir las gra?ficaciones. Es la IE la que ayuda a controlar los
impulsos y deseos, la que al racionalizar estas emociones,
enseña que el postergarlas para cuando las condiciones y
capacidades sean mejores, se obtendrán resultados mayores y
más sa9sfactorios.

6.  Control de la angus?a. En muchas ocasiones la angus9a, el
temor la preocupación excesiva obnubilan la capacidad de
raciocinio, de tomar las mejores decisiones ante una emoción.
Todos deberíamos construir, desarrollar y es9mular competencias
emocionales que nos permitan vivir en armonía consigo mismo y con los
demás.

Algunas competencias emocionales son:

1.  Conciencia emocional.
2.  La regulación de las emociones.
3.  Autonomía emocional.
4.  Habilidades socio-emocionales.
5.  Competencias para la vida y bienestar.
1.  La “conciencia emocional”. Es la habilidad de conocer las propias
emociones y las de los demás lo que se consigue con la observación del
comportamiento propio y el de los otros, así como comprender las
causas y consecuencias de las emociones

2.  La “regulación de las emociones”. Consiste en dar una respuesta
adecuada a las emociones que sen9mos, esto es, un equilibrio entre
represión y descontrol. Para lograr esto se requieren componentes tan
importantes como la tolerancia a la frustración, el manejo de la ira, la
postergación de gra9ficaciones, habilidades para saber afrontar
situaciones de riesgo, entre otros.
3.  La “autonomía emocional”, entendida como la capacidad de no verse
afectado por los es`mulos externos, de ser sensibles pero sin dejarse
afectar por el entorno, depender cada vez más de sí mismo en cuanto
al manejo de las emociones. Es un equilibrio entre dependencia
emocional y desvinculación.

4.  Las “habilidades socioemocionales”, el conjunto de habilidades que
facilitan las relaciones interpersonales (saber escuchar, tener empa`a,
respetar opiniones diferentes, ser solidarios).

5.  Las “competencias para la vida y el bienestar”. Son aquellos valores,
ac9tudes y habilidades que promueven la construcción del bienestar
personal y social.
Estudiaremos a con&nuación, la teoría S.A.L.V.E, en español, “Apego Comunica&vo”
desarrollada por Naomi Aldort.

Naomi Aldort es asesora familiar,


escritora y conferencista. Es americana,
está casada y es madre de tres hijos.
Ha escrito numerosos libros acerca de
educación infanCl y desarrolló la teoría
del “Apego ComunicaCvo”

(VER VIDEO)
Las palabras que elegimos en nuestras interacciones con los niños 9enen el
poder de:

•  sanar o herir,
•  de ignorar los sen9mientos o,
•  de abrir el corazón.

Normalmente, nuestra forma de hablar con los niños niega cada uno de sus
pronunciamientos. Muchas veces, ante una situación en la que el niño está
estresado o sufre (una caída, por ejemplo) lo solucionamos con un simple no
pasa nada, cuando la realidad es que sí pasa algo.
Cuando entendemos y respetamos lo que le pasa en ese momento,
validamos su estado. A par9r de ahora, el niño se siente seguro
sin?endo sus sen?mientos y expresándolos plenamente. Cuando un
niño llora, y validamos lo que expresa, probablemente llora con más
fuerza porque la validación le da permiso para expresar sus
sen?mientos más profundos.
Naomi nos compara con un ordenador del que
automá9camente emerge una ventana de texto; si
lo leemos en voz alta, tal cual, saldrán de nosotros
ideas que vienen del pasado, de situaciones
similares que hemos vivido como niños. Tenemos
que escucharnos interiormente pero no comunicar
esos mensajes. Porque si exponemos todo lo que
pasa por nuestra mente en ese mismo instante,
podemos herir al niño. Lo que sen?mos pertenece
al pasado y no refleja la persona que somos en ese
momento.
Debemos dirigir toda nuestra
atención al niño. Debemos atenderle
con una mente y un corazón
dispuesto.
Debemos hacerle ver que lo estamos escuchando y entendemos
(aunque no necesariamente compartamos) sus sen9mientos.
Hacerle preguntas que le den la oportunidad de comunicar lo que
le sucede o que le muestren que nosotros (el adulto) le
comprende. Pero estas preguntas nunca deben negar o juzgar lo
que le pasa. A veces solo necesitamos un cruce de miradas, de
gestos o de muecas para comunicarnos con ellos.

Algunos niños pueden sen9rse avergonzados,
especialmente cuando sus emociones son
c o n s i d e r a d a s c o m o n e g a 9 v a s . E l i g e
cuidadosamente las palabras que vas a usar y
comunícate con tu hijo en forma de pregunta.
También puedes optar por no decir nada y
dejar que el lenguaje no verbal sea el que
hable.
Mostrarle que respetamos lo que le está
sucediendo. Observamos el contexto y le
entendemos, sin drama9zar ni añadir nada.
Bríndale la confianza necesaria y acompaña a
tu hijo en el proceso de ges9ón emocional,
dándoles la oportunidad de manejarlo ellos
mismos.

Confiar en su capacidad de resolución,


demostrarle que confiamos en él, en sus
recursos, ser paciente, no intervenir en sus
mensajes, no restarle importancia a lo que
dice.
«Cuando los niños perciben que pueden
mostrarse como son, que pueden sen?r lo que
sienten y cuando nos importa su punto de
vista, suelen crear la solución a su propio
problema o hacer las paces con la realidad»

Naomi Aldort.
E l p r ó x i m o t a l l e r s e r á s o b r e l a
implementación de S.A.L.V.E en nuestra
co?dianeidad.


Bibliograia:

•  Ochoa Vasquez, Luis Carlos. La Inteligencia Emocional en la Crianza de los hijos.
•  Aldort, Naomi. Notes on Doctor Naomi Aldort´s SALVE formula.

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