Está en la página 1de 15

Apuntes Introducción a la abogacía

Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

UNIDAD III: EL ABOGADO COMO PROVEEDOR DE INFORMACIÓN Y


CONSEJO

Introducción

Luego de analizar la labor del abogado, su función social y los elementos


fundamentales de toda defensa jurídica, cuales son el secreto profesional y la
confianza abogado-cliente, es necesario ahora analizar de qué manera
debemos adoptar una u otra decisión que guíen el curso en la teoría del caso y
asegurar el debido ejercicio de los derechos de quien representamos.

Frente a una o varias pretensiones, debemos desentrañar cuál es el


objetivo perseguido, para lo cual es necesario ordenar de manera jerárquica el
orden de nuestras prioridades. De esta manera nos enfrentamos a la necesidad
de elegir un campo de acción adoptando una postura determinada, creyendo o
buscando el mejor resultado. La decisión estará enfocada en elegir el mejor
curso de acción, dados los objetivos y las restricciones del sujeto.

Por consiguiente, el curso de acción seguido para la obtención de un


determinado resultado se estima debe ser el más racional de acuerdo a un
criterio de ordenamiento de preferencias, ordenadas jerárquicamente unas
sobre otras. La mejor opción o lo óptimo estará determinado por la función
utilidad, y para ello es necesario en el sujeto:

1. Acuerdo total sobre el o los objetivos.


2. Conocimiento exhaustivo de todas las opciones para obtener del fin
último.
3. Evaluar la disponibilidad de recursos (tiempo, espacio, personal,
material y flexibilidad).
4. Las estrategias adoptadas para conseguir el objetivo se basan en una
relación fluida y no contradictoria entre medios y fines.
5. Evaluar la pertinencia de la decisión estriba de la consecución plena
del objetivo.

Desde un punto de vista racional y conforme a los elementos


mencionados, supone un contexto en donde no existe conflicto de visiones ni
de intereses. Se tiene toda la información y la capacidad de analizar y evaluar;
además de contar con los recursos necesarios para poner en marcha la
decisión o postura adoptada.
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

Esta postura no reviste mayores inconvenientes cuando se persigue


defender intereses de una persona o grupo de personas con objetivos afines y
sin confrontación de alicientes personales o contradicción normativa.

Como contrapartida, necesitamos determinar el curso de acción posible


en aquellos casos en que no es posible estar seguros de contar siempre y en
todo momento con toda la información suficiente y hacer la valoración
adecuada o, más aún, pensar que existe una valoración óptima. Así, la
racionalidad de la decisión de cada actor es relativa, por cuanto dependerá de
la información disponible, sus propias capacidades y la valoración que haga en
cada caso.

Problemas de decisión en la determinación de prioridades

La imposibilidad de establecer la mejor de las soluciones posibles de


antemano, provoca un alto nivel de indeterminación. La solución que se adopte
dependerá, como hemos mencionado, del orden de preferencias de quien
decida. Sin embargo, como en todo orden de cosas, existen ciertas limitaciones
que puedan alterar la jerarquización del objetivo, tanto en el plano positivo
como en el normativo. Ello debido a que:

1. El comportamiento de los hombres no es siempre ni necesariamente


racional.
2. La incapacidad para determinar un único resultado de acción.
3. Si el campo de acción o la jerarquización de nuestro objetivo nos
lleva a una solución no racional o lícita.

Se entiende de manera general, que la búsqueda de una mejor guía de


acción es la que se visualice como mejor alternativa para conseguir el objetivo
planteado.

Problemas o errores en la información

Como contrapartida, puede existir desarmonía interna del sistema de


ideas, creencias y emociones (cogniciones) que percibe una persona al
mantener al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, por un
comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Es decir, el término
se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas,
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

todo lo cual puede impactar sobre sus actitudes y elección en la jerarquización


de sus objetivos. Puede ocurrir:

1. Existencia simultánea de elementos de conocimiento que no son


compatibles.
2. Frente a lo anterior, se intenta reducir estas restricciones o
incompatibilidades.

Con la limitación de estos elementos, el sujeto tratará de convencerse


que la alternativa elegida es la mejor; se autopersuade de la elección.

La norma jurídica y la elección entre varias alternativas

Tal como hemos estudiado, la norma jurídica tiene una función


motivadora, esto es, trata de motivar para que se abstengan de violar las
condiciones de convivencia y en especial, de dañar ciertos bienes jurídicos.
Despliega sus efectos ex-ante. Por ello, la sanción atiende a la prevención
especial. Brinda a su vez, una función protectora, vale decir, proteger las
condiciones de convivencia y en especial ciertos bienes jurídicos. Despliega sus
efectos ex-post. Por ello, la sanción atiende a la prevención general.

Otra interrogante que se plantea en el cómo decidir cuando la existencia


de varias soluciones son igualmente válidas para el Derecho y el respeto de la
norma jurídica, entre las cuales el órgano o ente decisor tendría que elegir. La
discrecionalidad es así concebida como el poder o la facultad de elegir entre
dos o más cursos de acción, cada uno de los cuales es concebido como
permisible por el sistema de referencia del que se trate; en nuestro caso, el
Derecho.

Sin embargo el principal problema a la hora de aplicar las normas


jurídicas está en identificar el campo de acción que debemos adoptar en un
caso concreto y evitar el incumplimiento de la norma jurídica.

En este sentido el cómo se toma la decisión es tal vez más importante


que quién la toma. Puesto que, el cómo presupone el empleo del razonamiento
moral y la participación activa y libre en ese proceso. El razonamiento a la vez
implica el reconocimiento del valor de la persona directamente afectada por las
decisiones.

En la toma de decisiones éticas se debe respetar la autonomía de las


personas o el derecho a la autodeterminación que clama por la libertad para
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

tomar las determinaciones de aquello que tiene que ver consigo mismo. Esta
toma de decisiones amerita indagación, análisis cuidadoso y razonamiento.
Informadamente esto no ocurre siempre, en ocasiones por no tener tiempo
como pasa en las situaciones de emergencia y en otras por causa de la apatía
o falta de interés; o también puede ser por la falta de conciencia de los
profesionales o de las personas para reconocer que sus decisiones, con
frecuencia tienen un componente ético o moral.

Qué se requiere para la toma de decisiones:

- Convicciones y valores personales


- Conceptos éticos en la práctica profesional
- Normas de comportamiento ético
- Enfoques éticos

Cuál es la forma más adecuada de guiar una acción:

1. La toma de decisiones éticas es un proceso que ayuda a analizar las


situaciones con dilemas éticos para buscar la forma más adecuada de actuar
bien frente a las responsabilidades como ciudadano, como profesional y en
nuestros diferentes roles de la vida en familia y en la sociedad.

2. La toma de decisiones éticas se fundamenta en la búsqueda y en el


análisis de información objetiva, lo más completa y actualizada posible,
relacionada con la situación que presenta un conflicto.

3. El diálogo, la comunicación y la actitud respetuosa frente al otro u


otros son elementos esenciales para la discusión, análisis y argumentación
durante el proceso de toma de decisiones.

4. La toma de decisiones permite revisar nuestros actos frente a los


dilemas que se presenten y ayuda a buscar y mantener la necesaria coherencia
entre nuestra forma de pensar y actuar.

5. Los métodos, modelos o protocolos para la toma de decisiones sirven


de guía para pensar ordenadamente, por lo tanto, se deben seleccionar y
aplicar con criterio, en forma razonada, no como pasos que automaticen o
encasillen nuestra forma de pensar.
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

6. Para la toma de decisiones es fundamental transmitir el mensaje y


que sea efectivamente entendido por el receptor.

Problemas en la transmisión y comprensión de mensajes

La comunicación puede concebirse como el proceso dinámico que


fundamenta la existencia, progreso, cambios y comportamiento de los
individuos u organizaciones. Es una función indispensable mediante la cual se
relacionan consigo mismo y con el ambiente.

Las habilidades de comunicación tanto escrita como oral son cruciales.


De esta manera el emisor transmite un mensaje que representa la información
que el emisor desea transmitir al receptor. Sin embargo en dicho proceso
también pueden existir problemas que traen como consecuencias fallas de
comunicación.

De esta manera, la utilización incorrecta de estas redes de comunicación


puede dar lugar a la interpretación subjetiva del emisor, quien informará desde
su punto de vista o desde sus intereses personales; las malas interpretaciones
de la información por desconocimiento de la fuente; las distorsiones producidas
por las sucesivas transmisiones.

Aun cuando el orador está transmitiendo un mensaje coherente, se


puede encontrar con varias barreras que impidan la buena comunicación. Entre
éstas se incluyen las siguientes:

1. La falta de concentración;
2. La falta de conocimiento respecto a lo que se está diciendo. Puesto
que el proceso de aprendizaje no sólo implica recibir nueva
información sino ser capaz de relacionarla con los conocimientos
anteriores, si la persona carece de ellos el proceso de asimilación no
puede tener lugar y por consiguiente el oyente no puede aprender lo
que está intentando enseñarle;
3. La ansiedad o el estrés conlleva a que al receptor le resultará más
difícil asimilar lo que usted desea transmitir;
4. La incomodidad, en que el oyente puede sufrir algún tipo de malestar
que distraerá su atención. Esta circunstancia puede dificultar
cualquier intento que haga de asimilar lo que usted le es diciendo;
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

5. Prejuicios y opiniones;
6. El lenguaje, por cuanto si la lengua materna de su oyente es
diferente a la suya, probablemente tendrá que adaptar su vocabulario
para asegurarse de que le entiende. Incluso las personas de
diferentes regiones de un mismo país pueden tener este tipo de
dificultades;
7. Capacidad de retención, las distracciones y fatiga;
8. Adelantar las decisiones. Debido a la combinación de diferentes
factores, la persona con la que está hablando puede pensar que ya
sabe lo que va a decir. Tanto si está en lo cierto como si no,
«desconectará» y no le prestará atención.

La utilización de preguntas.

Las preguntas juegan un papel muy importante en cualquier


comunicación interpersonal. Además de permitirnos verificar informaciones que
tenemos y obtener otras nuevas, puede transmitir un mensaje afectivo,
hacerle sentir al receptor que tenemos interés en conocer sus criterios y que
valoramos lo que piensa.

La toma de decisiones

La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una


elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la
vida en diferentes contextos. Importa la elección de un camino a seguir, por lo
que en un estado anterior deben evaluarse alternativas de acción. Si estas
últimas no están presentes, no existirá decisión.

Para tomar una decisión, cualquiera que sea su naturaleza, es necesario


conocer, comprender, analizar un problema, para así poder darle solución. En
algunos casos, por ser tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de
forma implícita y se soluciona muy rápidamente; pero existen otros casos en
los cuales las consecuencias de una mala o buena elección pueden tener
repercusiones en la vida, para lo cual es necesario realizar un proceso más
estructurado, que puede dar más seguridad e información para resolver el
problema.
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

Por consiguiente, para poder inducir a la adopción de una correcta guía


de acción, es necesario tener en consideración:

a. Evaluar las opciones, esto es, hacer un estudio detallado de cada una
de las posibles soluciones que se generaron para el problema; evaluar sus
ventajas y desventajas de forma individual con respecto a los criterios de
decisión, y una con respecto a la otra, asignándoles un valor ponderado.

b. Elección de la mejor opción, en cuanto se escoge la opción que según


la evaluación va a obtener mejores resultados para el problema dentro de los
márgenes establecidos por la norma jurídica. Los siguientes términos pueden
ayudar a tomar la decisión según el resultado que se busque:

- Maximizar: Tomar la mejor decisión posible.


- Satisfacer: Elegir la primera opción que sea mínimamente aceptable
satisfaciendo de esta forma una meta u objetivo buscado.
- Optimizar: La que genere el mejor equilibrio posible entre distintas
metas.

Cómo aconsejar al momento de buscar la solucionar un conflicto

Al estudiar las normas de conducta hemos señalado que la imposición de


una determinada regla busca amparar o proteger un bien o principio al que el
ordenamiento jurídico le otorga mayor protección; o bien, prohíbe una
determinada conducta por considerarla un desvalor conforme a los valores de
la sociedad en un momento y lugar determinado.

Surgen, por tanto, intereses que pueden o requieren ser solucionados,


pero se opone al interés o pretensión de otro y a fin de mantener la paz social
requiere se establezcan mecanismos de solución de conflictos. De esta manera,
la interrogante es: ¿cómo solucionamos este conflicto y cómo adoptamos la
mejor decisión? Si somos capaces de proyectarnos en ese horizonte mayor,
advertiremos que existen numerosos y variados modos de solución de los
conflictos que basculan entre extremos de máxima autonomía de las partes
involucradas en él y de máxima autoridad de un tercero llamado a adjudicar la
decisión.

En cuanto a los objetivos del conflicto, distintas serán las respuestas


posibles y adecuadas según aquellos sean:
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

a) concretos, aquellos objetivos más o menos tangibles que además, de


una u otra manera, son susceptibles de ser pensados como divisibles. Su
obtención importa la automática satisfacción de las pretensiones de quien
conflictúa por ellos;

b) simbólicos, aquellos en los que en realidad el objetivo exhibido como


tal no es la última meta deseada por el actor en conflicto, sino más bien un
representante de otra, lo cual convierte en muy difícil de definir la relación
entre el objeto o situación que hace de sustrato depositario del valor y el valor
mismo. En ciertas circunstancias los actores tienden a teñir los objetivos
concretos agregándoles valoraciones que los convierten en simbólicos, porque
les preocupa, más que obtener satisfacción a su valor mediante el logro del
objetivo, provocar en su adversario una pérdida; o

c) trascendentes, aquel o aquellos en que en realidad puede decirse que


el valor mismo está puesto como objetivo porque no se divisa que esté anexo
a un objeto tangible ni divisible.

Las características específicas de un conflicto pueden ser determinantes


a la hora de definir el modo de solución.

Estrategias procesales en un conflicto de relevancia jurídica

Frente a un conflicto de intereses, existen diversos mecanismos


proporcionados por el ordenamiento, a un de alcanzar una adecuada solución
con la voluntad de las partes involucradas. Sin embargo, no en todo momento
es posible alcanzar algún acuerdo vinculante, por lo que se debe recurrir a los
mecanismos que la ley otorga para la resolución y ejecución de lo resuelto. Por
ello, es necesario poder definir la forma en que guiaremos a nuestro
representado en la solución de este conflicto en un proceso.

Una estrategia procesal adecuada debería comenzar por establecer


claramente los objetivos del cliente (actor del conflicto). Contrariamente a lo
que pueda suponerse, se trata de una tarea nada sencilla, entre otras cosas
por la posible propia indefinición del interés en conflicto. A menudo sucede que
el protagonista “no sabe lo que quiere” o apenas “sabe lo que no quiere”, se
muestra perplejo con relación a su voluntad misma. En este caso, es menester
una profunda indagación acerca de los derechos, intereses y poder del cliente.
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

Pero todavía más, en toda relación abogado-cliente se presenta el


denominado “problema de agencia”, en cuanto los propios intereses del
abogado y del cliente tienden a confluir y, eventualmente, a colisionar. Será
menester listar los cursos de acción posibles, acompañados de un sesudo
análisis de los costes y beneficios, las posibilidades y los límites (en tiempo,
dinero, relaciones humanas, etc.) de cada una de las alternativas.

El razonamiento conjetural adquiere aquí fundamental importancia. La


toma de decisiones es, por cierto, un área relativamente ignorada por el
Derecho. Sin embargo, aún en un marco de inevitable incertidumbre, es
posible tomar decisiones racionales y coherentes.

De ahí que el proceso de toma de decisión esté compuesto por un


conjunto de acciones posibles, un conjunto de posibles consecuencias de estas
acciones, unas estimaciones de las probabilidades de cada una de estas
consecuencias y un cierto orden de prioridad de los resultados esperados.

El análisis de ese proceso se realiza plenamente cuando se descompone


en categorías que lo diseccionan:

- objetos,
- formas,
- razones,
- modos constitutivos del orden,
- límites;
- las normas y
- los valores en juego.

Si esas categorías de análisis están en la plena conciencia de quien toma


la decisión, el proceso de escoger una entre varias opciones tendrá, por lo
menos, razones y se favorecerá la conjetura de las consecuencias de los
posibles cursos de acción disponibles. En un cierto punto, se vuelve necesario
poder evaluar las consecuencias de una decisión. La utilidad del resultado
esperado determina la ponderación de éste en el proceso de decisión que debe
permitirnos tomar las más acordes con nuestras aspiraciones personales.

Así las cosas, el proceso de decisión debe combinar la lista de posibles


acciones, las consecuencias esperadas de cada una de estas acciones, las
probabilidades (expresadas de una u otra forma, aunque con la máxima
precisión) de cada una de estas consecuencias y, finalmente, el valor de la
satisfacción o del dolor que produce cada uno de estos resultados a la persona
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

que debe tomar la decisión. En base a todos estos datos, hay que calcular el
valor esperado o utilidad de cada una de las acciones y elegir la mejor. La
síntesis se produce con la idea de utilidad o pérdida esperada, al ponderar cada
uno de los resultados con su probabilidad: a mayor probabilidad mayor
ponderación y menor.

Conforme a lo señalado, se pueden adoptar algunos modelos según la


preponderancia del objetivo:

a. es necesario considerar el problema y las necesidades en


plenitud;
b. se adopta la ruta de acción que entregue una posibilidad
suficientemente satisfactoria y, a lo sumo, dejando la crítica de lo
que se obtenga como enseñanza para nuevos casos;
c. las decisiones se toman haciendo remisión primaria a las
anteriores que resultaron satisfactorias,
d. las preferencias dirigen a una decisión que se jerarquiza,
excluyendo en principio las otras posibilidades.

En la elaboración de una estrategia judicial adecuada requiere una


consideración comprensiva y armónica de todos los factores relevantes
involucrados en el litigio. Aunque más no sea por aguda intuición o por
experiencias pasadas, el diestro o viejo abogado sabe que “los pleitos se ganan
ganándolos, pero también perdiéndolos”.

La planificación comprensiva del conflicto ha de aspirar a neutralizar el


riesgo de desarrollos inesperados pero también a facilitar la introducción de
ajustes posibles en el caso conforme a necesidades tácticas. Son precisamente
las tácticas las susceptibles de revisión y modificación ante las circunstancias
cambiantes del conflicto. Sin perjuicio de ello, cabe alertar sobre la tentación
de los abogados de ganar ventajas tácticas a expensas de desviaciones de sus
estrategias, lo que “no parece ser una medida aconsejable por cuanto las
alteraciones tácticas pueden perturbar el alcance de los objetivos seleccionados
por las partes.

Otra cosa son los cambios significativos o inesperados en el desarrollo


de los acontecimientos. Ellos sí pueden demandar una revisión crítica de los
objetivos del plan estratégico para ajustarlo la nueva realidad.
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

Finalmente, ha de destacarse el enfoque estratégico, según se plantee


un plan de excelencia propia o bien uno de relación con los demás. A su turno,
estos enfoques pueden ser de cooperación o de oposición (enfrentamiento),
con sus despliegues defensivos y ofensivos. Cada uno de estos enfoques tiene
características y exigencias que los hacen más o menos aptos conforme a la
índole del conflicto y de la relación entre las partes.

La estrategia procesal es fundamental en toda etapa del proceso.

Así, previo a la interposición de una demanda ante un tribunal a fin de


solucionar un conflicto, es fundamental la astucia en la entrevista con el
cliente; la conjetura de escenarios posibles (tanto pasados cuanto futuros); las
diligencias preliminares o medidas preparatorias, tendientes a demandar
eficazmente a partir de la mejor definición de los elementos de la pretensión
(quién, contra quién, qué y por qué demanda); las investigaciones privadas,
que deben incluir la entrevista a potenciales testigos, la consulta a
profesionales expertos en el objeto del pleito y un largo etcétera.

Existen posibilidades estratégicas en la decisión de quién demanda.

Y es que a veces, obviamente dependiendo del caso, tenemos


verdaderas opciones que conllevan ventajas de alguna índole: menores,
insolventes, sujetos con responsabilidad limitada pueden ayudar a reducir o
circunscribir riesgos causídicos. En cualquier caso, es ineludible el análisis y la
toma de decisión respecto de todos los institutos procesales vinculados con el
actor: capacidad jurídica y procesal, eventual representación necesaria y/o
voluntaria, legitimación ad causam.

Ante quién demando

Ante qué juez lo hago, es una pregunta que plantea frecuentes


problemas y, al propio tiempo, brinda opciones que pueden confluir en el
armado estratégico.
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

La elección estratégica del demandado (contra quién demando)

Es viable en las hipótesis de múltiples colegitimados (pasivos). Aparecen


entonces diversos criterios de opción: ¿el solvente? ¿El indiscutiblemente
responsable? ¿El domiciliado dónde? ¿El que será fuente de más y mejor
prueba? ¿Sólo uno, algunos o todos ellos? La decisión no suele ser sencilla: la
presencia de múltiples codemandados aumenta las posibilidades de prueba y
efectividad de la condena pero, al propio tiempo, suele entorpecer y demorar
el proceso.

El objeto demandado

Qué demando. Exige su adecuada identificación y, en su caso,


delimitación.

La causa de la pretensión (por qué demando)

El fundamento o razón en el que el demandante sustenta su petición de


tutela jurídica al órgano jurisdiccional, genera discusión doctrinal. Para
algunos, la causa petendi está conformada sólo por el o los hechos que fundan
la pretensión; para otros, la causa petendi debe integrarse además con la
calificación jurídica que el pretendiente realiza respecto de tal hecho.

En cualquiera de las corrientes procesales que nos coloquemos, puede


ocurrir que respecto de ciertos casos la individualización inicial de una
calificación jurídica habilite opciones estratégicas relevantes:

a) vías procedimentales diversas, tales como juicio ordinario por


cumplimiento contractual versus juicio sumarísimo por relación de consumo;
juicio ordinario por cumplimiento contractual versus juicio ejecutivo por cobro
de pagaré; juicio ordinario versus amparo, etcétera;

b) carga de la prueba, que difiere, por ejemplo, en función de afirmar la


culpa o el riesgo de la cosa; de fundar la pretensión en el derecho civil o en el
derecho del consumidor, etcétera;

c) plazos de prescripción, notoriamente diversos, por ejemplo, en la


responsabilidad contractual y en la extracontractual, en el contrato de
transporte, en el derecho del consumidor, etcétera;
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

d) exculpantes de responsabilidad, que varían, por ejemplo, en la


responsabilidad subjetiva y en la responsabilidad objetiva.

En suma, existe un abanico de posibilidades para el actor a la hora de


definir su campo de acción, y ante un conflicto jurídico, su estrategia procesal.

Estrategias propias de la etapa procesal de negación (contestación de


demanda)

Ante todo corresponderá que quien se encuentra en esta posición realice


un estricto análisis de costo-beneficio en la demora.

Ese análisis viene determinado por una serie de factores propios del
caso, pero también de la realidad socio-económica y de la ley: situación social/
familiar/personal/económica del demandado, economía de pleno empleo o en
recesión, procesos inflacionarios, tasas de interés (las que paga y cobra el
mercado y las judiciales), leyes arancelarias, y un muy largo etcétera. El
cuadro de situación que arroje ese complejo cóctel de factores será
determinante para preferir un proceso largo y atiborrado de incidentes y
recursos, una discreta defensa o, por supuesto, un oportuno allanamiento.

Por tanto, es menester considerar a su vez que el demandado tiene


distintos posibles modos de reacción: abstención (no comparecer al proceso o
no contestar la demanda), sumisión (admitir los hechos pero no el derecho,
confesión; admitir el derecho pero no los hechos, reconocimiento; someterse a
la pretensión, allanamiento; oposición (mera contradicción o excepción),
reconvención.aa

Si opta por contestar la demanda, todavía podrá adoptar una actitud de


“mera negativa” de los hechos afirmados por el actor o, por el contrario, dar
una “propia versión de los hechos”. Distintos factores pueden incidir en esta
opción: la conciencia de la sinrazón y la decisión por una respuesta austera, la
convicción de la propia razón y la voluntad de ganar, la seriedad que implica
mostrar que ciertos hechos (ya constatados o de fácil constatación) pueden
tener otra explicación plausible, etcétera.

Estrategias de la prueba
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

En cuanto a las estrategias propias de la etapa procesal de confirmación


(prueba), son varios los elementos a considerar para la toma de decisión
estratégicamente. Así, la regla del onus probandi dependerá de lo que quiero
que se dé por acreditado. Inconveniente de ello puede verse reflejado en la
sobreabundancia o de escasez probatoria en el caso, pues la primera nos
releva del anterior problema (carga de la prueba) y en ocasiones puedan
derivar en una contradicción o confusión en la persona que decidirá el asunto;
y la segunda lo pone en el eje de la discusión, por cuanto puede ser
considerada insuficiente para satisfacer nuestra pretensión.

Estrategias de los alegatos

En cuanto a las estrategias propias de la etapa procesal de conclusión


(alegatos), claramente un alegato bien organizado y coherentemente escrito
concitará mayor atención que otro rutinario, repetitivo o totalmente
prescindible.

Más allá del destino final del intento, el alegato puede utilizarse para re
direccionar las postulaciones en función de los resultados (o de la falta de
resultados) probatorios, alterar la calificación jurídica, salvar omisiones de la
etapa afirmadora, etcétera.

Estrategias de los recursos.

La impugnación de resoluciones judiciales desfavorables puede ser un


legítimo derecho incluido en la garantía del debido proceso, la actitud acrítica
de un profesional que no soporta perder o la decisión estratégica de alongar el
pleito. En cualquier caso, no debiera perderse de vista que —en recurriendo—
puede perderse la estrategia global del pleito. Para un análisis profundo y
completo es menester tener presente los objetivos inmediatos y mediatos de
toda actividad procesal.

La toma de decisión estratégicamente óptima en el ámbito recursivo


debe incluir una sesuda exploración en torno a:

a) el tiempo y la decisión de recurrir, tanto el de la propia parte como el


de la parte contraria (¿a favor y en contra de quién juega el tiempo?);
Apuntes Introducción a la abogacía
Elizabeth Mardones S.
Universidad Católica de Temuco

b) el coste y la decisión de recurrir, incluyendo un coste judicial


(típicamente, tasas judiciales, honorarios e intereses) y el coste extrajudicial
(renta percibida o dejada de percibir del bien objeto del litigio, obsolescencia
de los bienes, etcétera); en ambos casos, tanto el de la propia parte como el
de la parte contraria;

c) las chances de éxito y la decisión de recurrir, con una adecuada


investigación que brinde un panorama doctrinario y jurisprudencial sobre la
cuestión y —no menos importante— la conjetura acerca de la decisión del
tribunal revisor (ya designado) o acerca de quiénes pueden llegar a ser el
tribunal revisor.

Resulta valioso encarar el estudio científico de la estrategia en la toma


de decisiones de cada una de las alternativas que se presentan cuando nos
enfrentamos a un conflicto y a la necesidad de su solución.

También podría gustarte