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 Evidencia empírica del modelo de Heckscher-Ohlin (Cap.

5)

La esencia del modelo de Heckscher-Ohlin es que el comercio se origina por las diferencias
entre países en términos de la abundancia de factores.

Acabamos de ver que el modelo lleva a la predicción natural de que el comercio de bienes es
un sustituto del comercio de factores productivos y que, por tanto, los bienes intercambiados
entre países deberían incorporar estas diferencias de factores. Esta predicción, basada en el
contenido factorial del comercio, es muy potente y puede contrastarse empíricamente. Sin
embargo, veremos que el acierto empírico de estas contrastaciones es muy limitado, debido
fundamentalmente a las mismas razones que minan la predicción de la igualación del precio de
los factores. ¿Significa esto que las diferencias en cuanto a la abundancia de los factores no
ayudan a explicar los patrones de comercio observados entre países? En absoluto. En primer
lugar, mostraremos que una relajación de los supuestos que generan la igualación de los
precios de los factores mejora enormemente el acierto predictivo del modelo de contenido
factorial del comercio. En segundo lugar, estudiaremos directamente el patrón de comercio
entre países desarrollados y en desarrollo.

Estados Unidos se mantienen en la cima de la escala en cuanto a relación capital-trabajo.

Para el caso de EE. UU.: Importar bienes intensivos en trabajo y exportar bienes intensivos en
capital sería lo coherente con el modelo, pero no ocurre así. Así durante los 25 años
posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En un conocido estudio publicado en 1953, el
economista Wassily Leontief (que obtuvo el Premio Nobel en 1973) descubrió que las
exportaciones de los Estados Unidos eran menos intensivas en capital que sus importaciones.
Este resultado se conoce como la paradoja de Leontief.

La paradoja de Leontief aún se producía en aquel año: las exportaciones de Estados Unidos
fueron producidas con una ratio capitaltrabajo más baja que sus importaciones. Sin embargo,
como muestra el resto de la tabla, otras comparaciones de exportaciones e importaciones
están más en línea con lo que se puede esperar. Los Estados Unidos exportaban productos más
intensivos en trabajo cualificado que sus importaciones, medido en promedio de años de
educación. También tendía a exportar productos que eran «intensivos en tecnología» y que
requerían más científicos e ingenieros por unidad de ventas. Estas observaciones son
coherentes con la posición de los Estados Unidos como país altamente cualificado, con una
ventaja comparativa en productos sofisticados.

Cuando se realizaron pruebas para todo el mundo se comprobó que estos resultados
confirmaron que la paradoja de Leontief no era un caso aislado. Al contrario, su
comportamiento empírico negativo tal vez no resulte sorprendente, dado que constituye una
prueba exigente de una teoría que predice también una igualación de los precios de los
factores (lo que, claramente, contradice la evidencia empírica de las diferencias salariales
entre países). Como hemos indicado, el supuesto de la existencia de una tecnología común en
distintos países ocupa un papel fundamental en el resultado de esta predicción.

Una parte importante de los motivos de esta disparidad surge de la predicción equivocada de
que se producirá un comercio de trabajo a gran escala entre los países ricos y pobres.

Trefler demostró que permitir la existencia de diferencias de tecnología entre países ayudaba a
mejorar mucho el acierto predictivo de las pruebas para la dirección del contenido factorial del
comercio y para el volumen del contenido factorial de comercio (aunque todavía quedaba
mucho comercio desaparecido). La forma en la que funciona esta propuesta es
aproximadamente la siguiente: si los trabajadores de los Estados Unidos son mucho más
eficientes que la media mundial, entonces la demanda de trabajo «efectiva» en los Estados
Unidos es, consiguientemente, superior, y de ahí que el volumen esperado de servicios
importados de trabajo en los Estados Unidos sea, por lo tanto, menor.

Un mejor ajuste empírico para el contenido factorial del comercio. si se relaja este supuesto de
las tecnologías comunes junto con los otros dos supuestos que subyacen a la igualación de los
precios de los factores (los países producen el mismo conjunto de bienes y la ausencia de
costes de comercio iguala los precios de los bienes), entonces las predicciones sobre la
dirección y el volumen del contenido factorial de comercio encajan sustancialmente mejor con
la evidencia empírica, para generar en último término un buen ajuste.

Sin relajar los supuestos: En la primera columna de la Tabla 5.4 se imponen los tres supuestos
que subyacen a la igualación del precio de los factores (las mismas tecnologías entre países, los
países producen el mismo conjunto de bienes y la ausencia de costes de comercio iguala los
precios de los bienes). Estos resultados confirman una vez más que esta prueba para el modelo
de Heckscher-Ohlin funciona de forma muy deficiente.

Una vez que se abandonó el supuesto de tecnologías comunes, como en el estudio de Trefler.
Se aprecia una mejora sustancial en las dos pruebas empíricas, aunque su acierto predictivo
global es aún bastante débil. En la tercera columna se abandona también el supuesto de que
los países producen el mismo conjunto de bienes. Vemos ahora una mejora importante,
cuando también se abandona el supuesto de precio iguales de los bienes por la ausencia de los
costes del comercio.

Este fallo se debe a supuestos especiales incorporados en nuestro modelo de Heckscher-Ohlin


«puro». Cuando se abandonan esos supuestos, se puede reformular un modelo de comercio
basado en diferencias en las proporciones factoriales que se ajustan bastante bien al patrón
observado de contenido factorial del comercio (columna cuatro).

Patrones de exportación entre los desarrollados y los países en desarrollo:

Otra forma de ver cómo las diferencias en las proporciones factoriales afectan al patrón de
comercio entre países consiste en comparar las exportaciones de países en vías de desarrollo
con abundancia de trabajo y escasez de mano de obra cualificada con las exportaciones de
países con escasez de trabajo y abundancia de mano de obra cualificada. El país abundante en
un factor exporta el bien cuya producción es intensiva en ese factor. Un artículo de John
Romalis de la Universidad de Sídney demostró el modo en que es posible extender esta
predicción para el patrón de exportaciones a múltiples países que producen múltiples bienes:
cuando aumenta la abundancia de trabajo cualificado de un país, sus exportaciones se
concentran cada vez más en sectores con alta intensidad en mano de obra cualificada.

El contraste con el patrón de exportaciones de los tres países europeos es muy visible: las
exportaciones a los Estados Unidos para esos países con abundancia de trabajo cualificado se
concentran en sectores con alta intensidad de cualificaciones.

Los cambios con el tiempo siguen también las predicciones del modelo de Heckscher-Ohlin.
Consideremos la experiencia de China, con incrementos sustanciales en la abundancia de
trabajo cualificado. Según lo predicho por el cambio en las proporciones factoriales de China,
la concentración de exportaciones en sectores de alta cualificación aumenta con el tiempo.
Implicaciones de las pruebas

No observamos igualación de los precios de los factores entre países. Cuando probamos la
versión «pura» del modelo de Heckscher-Ohlin que mantiene todos los supuestos subyacentes
a la igualación del precio de los factores, encontramos que el contenido factorial del comercio
del país guarda un escaso parecido con las predicciones teóricas sobre la abundancia de
factores de ese país. Sin embargo, una versión menos restrictiva del modelo de las
proporciones factoriales se ajusta a los patrones predichos para el contenido factorial del
comercio. El patrón de bienes comercio entre países desarrollados y en desarrollo también
encaja bastante bien en las predicciones del modelo. Finalmente, el modelo de Heckscher-
Ohlin es fundamental para comprender los efectos del comercio, especialmente en la
distribución de la renta. De hecho, el auge del comercio norte-sur en las manufacturas, en el
cual la intensidad de factores de las importaciones del norte es muy diferente a la de sus
exportaciones, ha situado el enfoque de las proporciones factoriales en el centro de los
debates prácticos sobre políticas de comercio internacional.

7. En un modelo ideal, el comercio internacional llevaría a la igualación del precio de factores


tales como capital y trabajo entre países. En la realidad, la igualación del precio de los factores
no se observa a causa de las enormes diferencias existentes en las dotaciones factoriales entre
países, la presencia de importantes barreras comerciales y el hecho de que hay diferencias
internacionales en tecnología.

8. La evidencia empírica sobre el modelo de Heckscher-Ohlin es ambigua. Aun así, una versión
menos restrictiva del modelo parece ajustarse bastante bien a los patrones predichos para el
contenido factorial del comercio. Además, el modelo de Heckscher-Ohlin funciona a la hora de
predecir el patrón de comercio entre países desarrollados y países en desarrollo.

 3 teorías de Economías de escala externas (Cap. 7)

Por diversas razones, es frecuente que la concentración de la producción de una industria en


una o unas pocas localidades reduzca los costes de la industria, aunque las empresas
individuales en la industria sean pequeñas. El análisis de las economías externas se remonta a
hace más de un siglo, cuando el economista británico Alfred Marshall se sorprendió ante el
fenómeno de los «distritos industriales», concentraciones geográficas de industrias que no se
podían explicar fácilmente por la existencia de recursos naturales.

Las economías externas son omnipresentes; por ejemplo, en una ciudad de China se fabrica
una gran parte de la producción mundial de ropa interior; otra ciudad produce casi todos los
mecheros del mundo.

Apuntó a tres razones principales por las que un clúster de empresas podía ser más eficiente
que una empresa aislada individual: la capacidad del grupo de empresas concentradas
geográficamente de apoyar una red de proveedores especializados; la creación por parte de
una industria concentrada geográficamente de un mercado laboral especializado, y el modo en
que una industria caracterizada por la concentración geográfica favorece la difusión del efecto
de desbordamiento del conocimiento.

 Proveedores Especializados:
Un grupo industrial concentrado en una localidad resuelve este problema al agrupar a muchas
empresas que, de forma colectiva, proporcionan un mercado suficiente para mantener a una
amplia diversidad de proveedores especializados. Este fenómeno ha sido documentado
ampliamente en Silicon Valley.

Este sector independiente de bienes de equipo promovió la creación continua de empresas de


semiconductores, al liberar a los productores individuales del gasto de desarrollar
internamente bienes de equipo y al repartir los costes de desarrollo. También reforzó la
tendencia hacia la localización industrial, ya que muchos de estos factores productivos
especializados no se podían encontrar en ningún otro lugar del país.

Una empresa que intentara entrar en la industria en otra localización (por ejemplo, en un país
que no tuviera un grupo industrial comparable) estaría automáticamente en desventaja
porque no dispondría de fácil acceso a los proveedores de Silicon Valley y se vería obligada a
proveerlos por sí misma o a tratar con proveedores alejados geográficamente de ella

 Mercado de trabajo especializado

Una segunda fuente de economías externas es el modo en que un grupo de empresas puede
crear un mercado conjunto de trabajadores especializados. Un mercado conjunto de este tipo
beneficia tanto a productores como a trabajadores, ya que los productores tienen menos
probabilidades de padecer una escasez de mano de obra, mientras que los trabajadores
tendrán menos probabilidades de quedarse sin empleo.

Si las empresas están cerca unas de otras, entra dentro de lo posible que al menos una
funcione bien mientras la otra tiene problemas, así que las dos empresas podrán contratar
todos los trabajadores que les convenga. De este modo, al estar cerca una de la otra, las dos
empresas aumentan sus posibilidades de beneficiarse de las oportunidades de negocio.

Si la industria se concentra en una única ciudad, una demanda de trabajo baja en una empresa
se verá compensada, en ocasiones, por una demanda alta en la otra. Por tanto, los
trabajadores tendrán un riesgo de desempleo menor.

 Efecto de desbordamiento del conocimiento

Las empresas pueden adquirir tecnología a través de sus propios esfuerzos en investigación y
desarrollo. También pueden intentar aprender de sus competidores, estudiar sus productos y,
en algunos casos, copiar su diseño y su manufactura mediante un proceso de «ingeniería
inversa». Sin embargo, una fuente importante de know-how técnico es el intercambio informal
de información e ideas que tiene lugar en el plano personal.

Los empleados de distintas empresas coinciden en actividades sociales y hablan libremente de


cuestiones técnicas. “Los misterios del comercio dejan de ser misterios, es como si estuvieran
en el aire”.

Este tipo de flujo de información informal se traduce en una mayor facilidad, para las
empresas situadas en el área de Silicon Valley, de mantenerse cerca de la vanguardia.

Como acabamos de ver, una industria concentrada geográficamente puede mantener


proveedores especializados, ofrecer un mercado laboral conjunto y aprovechar el efecto de
desbordamiento del conocimiento a través de unas vías de las que no dispone una industria
geográficamente dispersa. No obstante, la potencia de estas economías dependerá,
presumiblemente, del tamaño de la industria: si nada más cambia, una industria mayor
generará economías externas más potentes. Menores costes a mayor tamaño de la industria.
Sin embargo, con economías de escala, tenemos una curva de oferta con pendiente negativa
hacia adelante: cuanto mayor sea la producción de la industria, menor será el precio al cual las
empresas están dispuestas a vender su producto, porque su coste medio de producción
disminuye a medida que aumenta la producción de la industria.

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