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La escasez del empleo es una de las principales causas que ha

generado el incremento de casos de desnutrición crónica infantil en

el Perú durante la pandemia. Esta falta de trabajo produjo una

disminución en la economía familiar. Según la Encuesta Nacional

de Hogares (ENAHO), se ha determinado que durante la pandemia

hubo un incremento en la desocupación de personas entre 25 a 44

años de edad, especialmente en los varones de las zonas rurales

(1). Esto quiere decir que la población adulta fue la más

perjudicada. Como consecuencia, en el año 2020, la UNICEF y el

Banco Mundial alertaron que la pobreza y pobreza extrema se

incrementarían y afectarían a los niños peruanos, ya que sus

padres se dedicaban a empleos informales o de baja productividad

(2). Por ello, muchas de estas familias no contaban con suficientes

recursos económicos para la compra de productos alimenticios. De

acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú, el precio de los

alimentos ascendió de 8.8 % a 44 % durante julio del 2021 (3). De

la misma forma, el precio de los combustibles se elevó, los cuales

son necesarios para el transporte y abastecimiento en los mercados

y centros de acopio. Debido a esto, muchas familias no tuvieron

acceso a una adecuada alimentación. Según Ana Mendoza,

representante de UNICEF, a causa de la pandemia más de medio


millón de peruanos no poseían suficientes ingresos para abastecer

sus necesidades alimenticias, ya que se encontraban en situación

de pobreza extrema (2). Por lo tanto, estas familias estuvieron

forzadas a comprar y consumir alimentos de menor calidad. De

acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Estadística (INEI),

un 14 % de hogares manifestó que no pudo comprar alimentos ricos

en proteínas, tales como las carnes, verduras y frutas. Así mismo,

se sabe que la carencia de medios económicos fue la principal

causa de que alrededor del 73 % de personas no puedan adquirir

alimentos nutritivos (4). Por todo lo mencionado, la escasez de

empleo durante la pandemia ha sido uno de los factores

desencadenantes que agravó el índice de desnutrición crónica

infantil en el Perú.

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