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Desarrollo

Significa crecimiento aumento, reforzamiento, evolución, progreso de algo, en un


país lo podemos decir que comprende elementos culturales, sociales, biológicos,
económicos y políticos.

El modelo de crecimiento hacia afuera

Se apoya en una universal del modelo de planificación e industrialización dirigido


por el Estado. La «nueva política económica», condensada en el llamado
«Consenso de Washington»,

Se propuso un papel protagónico al mercado en la asignación de los recursos


incrementar la participación de los agentes privados e integrarse a la economía
mundial con el propósito de mejorar la eficiencia y la competitividad en lo nacional,
mundial. El proteccionismo comercial y la organización estatal en materia de
precios y asignación de recursos crean, a largo plazo, costos elevados que
afectan la económica de cualquier país. El modelo de crecimiento hacia afuera la
desregulación económica, la apertura comercial y la inserción en los mercados
mundiales son dos elementos fundamentales de la estrategia económica. Así se
permitiría que las fuerzas del mercado pudiesen actuar de forma libre y mediante
su fuerza creadora sería el motor de un proceso sostenido de crecimiento. El
dispositivo más competente para lograr el crecimiento económico y reducir la
pobreza sería el libre juego de la oferta y la demanda y el retiro del Estado de la
actividad económica.

El modelo de crecimiento desde adentro: desarrollo endógeno y transformación


productiva con equidad

Se trata de un esfuerzo interno que sea funcional a las escases y capacidad


propias de cada país. Se debe comenzar por establecer industrias consideradas
pilares fundamentales para crear «un núcleo interno básico» para un incremento
de la productividad, así, por ejemplo, se crearían industrias electro y metal
mecánicas o de química básica a partir de la industria del hierro y del acero; ó
infraestructura de energía, sistema de transporte y comunicaciones, a partir de la
utilización de recursos naturales. (Sunkel, 2005:64).

La práctica de la integración y el desarrollo latinoamericano

la CEPAL promovió la integración desde loa años cincuenta hasta mediados de


los ochenta.

La nueva etapa de la integración latinoamericana iniciada a fines de la década de


los ochenta, referido como regionalismo abierto, se insiste en promover políticas
cuyos objetivos dan prioridad a indicadores del crecimiento económico, Estas
nuevas iniciativas están inspiradas en las propuestas de apertura y liberalización
comercial del Consenso de Washington y los Programas de Reformas
Estructurales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BD),
que incorporan a una mayor liberalización del comercio, la desregulación de
diversos sectores de la economía nacional, la privatización de las empresas
estatales, la reforma fiscal y la privatización de los servicios públicos. (véase
Chossudovsky,

2003).

Las discusiones de las diversas hipótesis de negociación empezaron en


Florianopolis, Brasil en septiembre de 1996.

En otros términos, Área de Libre Comercio de las Américas. ALCA fue semejante
a liberalización de comercio e inversiones, en las negociaciones no se consideró el
Plan de Desarrollo Sustentable y Democracia aprobadas en Miami. En la Cumbre
de Santiago se inicia el convenio. La tendencia anterior que privilegió comercio e
inversiones se ratificó en esta Cumbre, al crear ocho grupos de negociaciones,
ninguno de ellos consagrado a los problemas sociales. En la tercera Cumbre de
las Américas realizada en la Ciudad de Québec, se presentó un diseño del tratado
en el que ninguna propuesta social fue incluida en el cuerpo del proyecto y la
mayoría de sus normas estaban relacionadas con el comercio y las inversiones.
Esta apreciación global en el proceso de ALCA permite describirlo esencialmente
como un esquema que busca liberalizar los mercados, con los compromisos
sociales mínimos.

Hacia una integración al servicio del desarrollo integral.

En esta prueba se ha partido de dos hipótesis el desarrollo es un proceso integral


que alcanza aspectos económicos, sociales, políticos, sociales y biológicos, por lo
tanto un programa de desarrollo debe extenderse a todo estos aspectos. En
América Latina, la integración a adquirido un excesivo carácter comercialista
olvidando otros aspectos económicos.

La integración latinoamericana debe ser un instrumento para lograr el crecimiento


y el desarrollo económico integrado de los países de la región, incrementar el
bienestar para sus pueblos, favorecer la mejor inserción de la región en la
economía mundial e intensificar la cooperación política entre los países de
América Latina y que sea un mecanismo que favorezca la consolidación de la
democracia y de la sociedad civil en la zona (Laredo, 1991: 24). En materia
económica se requiere «una política activa de industrialización generadora y
difusora de la innovación tecnológica y organizacional adecuadas, dirigida a lograr
la mayor articulación del tejido económico y social, así como la inserción interna»
(Alburquerque Lorens, 1992: 67). Debe asignarse valor a aspectos de la agenda
internacional que son de gran prioridad en nuestros países, como, por ejemplo, la
seguridad social y defensa del derecho al trabajo, la protección del medio
ambiente, los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, la
promoción del capital social, la integración física, la cooperación energética, el
desarrollo de la ciencia y tecnología y la formación de capital humano. lado, la
integración debe ser un escenario para fortalecer a la sociedad civil y promover la
participación política, elementos claves del mantenimiento de la democracia en la
región. Es necesario promover una sociedad civil regional que genere un debate
sobre las políticas de integración y su influencia en el nivel de vida de sus pueblos.
«la afirmación y extensión de la integración exige llevar a cabo una tarea
sistemática de concientización y movilización de la sociedad civil, particularmente
de los sectores organizados: partidos políticos, sindicatos, empresarios, medios de
comunicación, sectores culturales, etcétera. Esto implica ampliar el espectro social
en el que se debe apoyar la integración» (Laredo, 1991: 24).

Conclusión

Con esta hipótesis el aporte de la integración latinoamericana al desarrollo integral


de América Latina. El fruto no es halagador ya que no se ha preocupado por las
políticas y sociales del desarrollo. Mario Bunge.

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