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INTRODUCCION:
El despertar consciente del cuerpo es un abordaje corporal simbólico que
posibilita la apertura y expresión creativa de contenidos del inconsciente a
través del movimiento y de la función imaginativa de la psique o como forma de
imaginación activa en movimiento, es un abordaje no verbal facilitando la
empatía, la percepción y la sensación, la cognición corporizada que posee
raíces profundas en el procesamiento sensoriomotor, en la manera en que
nuestros cuerpos, en interacción con el entorno, generan significado,
pensamientos y sentimientos (Johnson, 2014). Por lo tanto, se resalta el rol
integral del cuerpo, en constante interacción con el entorno, en el control y la
regulación de lo cognitivo (Foglia y Wilson, 2013).
Este taller nos invita a recuperar memorias que han sido reprimidas y que
permanecen sin embargo impresas somáticamente, nos invita a descubrir
modos de re- habitar el cuerpo y confiar en un saber allí alojado y nos
contribuye de este modo al pasaje de un cuerpo-psiquismo pasivo-defensivo a
un cuerpo-psique receptivo, simbólico que será un buen generador de cambios
positivos en el participante.
Este taller tiene como propósito posibilitar una vía de acceso directa a los
complejos inconscientes, y estudiar en profundidad la interrelación entre las
emociones básicas y la expresión simbólica a través del movimiento.
El despertar consciente del cuerpo disciplina ha evolucionado a través de los
años. Ha sido una de las principales orientaciones en diversos programas de
Maestría en Danza Movimiento Terapia en Estados Unidos y Europa, y
continúa adquiriendo cada vez mayor aceptación, interés y reconocimiento
como intervención terapéutica no verbal y abordaje simbólico en el ámbito de la
Psicología Junguiana.
El movimiento constituye una forma fundamental de la expresión humana,
donde se desarrolla una sincronización inconsciente reflejando nuestro instinto
y expresando libremente nuestras percepciones, nuestras emociones,
sensaciones a través del movimiento, requiriendo que el sistema cerebral
sensomotor ejecute cálculos relativos a la percepción espacio, el equilibrio, la
intención y el tiempo.
El movimiento creativo intuitivo a través del sonido va desarrollando un ritmo
natural en el cuerpo que se produce a través del dialogo de ciertas regiones
cerebrales subcorticales, prescindiendo de áreas auditivas superiores.
Sabemos que la danza actúa en las regiones que tienen que ver con la
cognición, la emoción y la memoria, por ello se han hecho más de 400 estudios
neurocientíficos, que revelan el valor del movimiento y la contemplación del
mismo. Por ejemplo, cuando bailamos girando sobre nosotros mismos,
adquirimos conocimiento del tiempo y del espacio, también nos desarrollamos
cognitivamente creando nuevos patrones neurológicos y es que el movimiento
libre e intuitivo inunda nuestras neuronas. Por consecuencia, cuando un
cerebro baila o se mueve al ritmo del sonido, el cerebro se transforma.
Damásio dijo que aprender y crear memoria es simplemente esculpir, modelar,
dar forma y rehacer nuestros cableados cerebrales. El movimiento no es sólo
un ejercicio físico, sino que genera nuevas neuronas (neurogénesis) y sus
correspondientes conexiones. Estas conexiones son las responsables de
adquirir el conocimiento, el pensamiento y la acción. La danza estimula la
vibración del factor neurotrópico de proteínas derivadas del cerebro; este
promueve el crecimiento, el mantenimiento y la plasticidad de las neuronas,
imprescindible para el aprendizaje y la memoria. A demás mover el cuerpo a
través del sonido y de manera consciente con un objetivo terapéutico hace que
las neuronas sean ágiles y que se conecten entre si creando nuevas sinapsis.
La plasticidad neuronal o neuro plasticidad, es la capacidad que tiene el
cerebro para cambiar a lo largo de la vida, por lo tanto, no hay mejor medicina
para una persona de 70 años que bailar, que mover su cuerpo sintiéndose con
la libertad de expresar y crear sus propios movimientos, a su propio ritmo,
tiempo y espacio.
El movimiento es también un modo de transmitir ideas y emociones, por ello
tienen incidencia en áreas metacognitivas del cerebro. Con sonido o sin sonido,
el danzar o el movimiento libre e intuitivo del cuerpo es un lenguaje porque se
basa en instrumentos, estilos, estrategias y tipos de comunicación. Una
persona al aprender movimiento consciente aplicado a la neurociencia puede
mejorar su estado de ánimo, su atención, la concentración, hacer frente al
estrés, aumentar la percepción de sus sentidos y a su vez desarrollar su nivel
de creación.
El movimiento es un alimento para el cerebro cualquier pensamiento,
movimiento, sensación o emoción es un impulso eléctrico que traviesa la
neurona y transfiere energía. Al dispararse juntos, se conectan juntos y eso
afecta a nuestra percepción, comprensión y memoria. Cada vez que repetimos
un patrón se dispara una emoción, una memoria, un pensamiento, un tipo de
aprendizaje. Por lo tanto, cada vez que aprendemos un baile o practicamos
movimiento libre estamos aprendiendo nuevos patrones. La analogía seria,
cuando sabemos una lengua y aprendemos una segunda una tercera,
ampliamos nuestro conocimiento. La danza y el movimiento es un lenguaje
cerebral, compuesto de gestos, movimientos, gramática del movimiento y
significados. Los niños que crecen con muchas danzas y movimientos, como
los niños que crecen con muchas lenguas, tienen mayor plasticidad cerebral.
Por lo tanto, aprender una segunda o tercera danza puede ayudar a utilizar
partes del cerebro que desconocíamos, y no solamente partes del cerebro, sino
del cuerpo, aumentado sus recursos neuroplásticos, no sólo para la danza sino
para otras actividades.
El movimiento nos permite crear, sentir, pensar y lograr la comunicación,
mediante las células cerebrales a partir de cualquier edad o momento. Es un
recurso importante que contribuye a desarrollar la habilidad cognitiva y
metacognitiva, en el nivel emocional y físico que junto con el soundhealing
generan hormonas y neurotransmisores como la dopamina que se relaciona
con estados emocionales, el sistema de recompensa y el placer, la oxitocina la
hormona del amor, de la felicidad, de la confianza, la serotonina que es
asociada con los estados emocionales como la autoestima, las endorfinas que
ayuda a aliviar el dolor y da sensación de bienestar y la noradrenalina que es
muy importante en la neuroeducación y todo ello favorece al sistema
neurofisiológico al traducir las emociones, ayudando a mejorar el sistema
inmunitario, a mejorar el estado de animo y tener una oxigenación cerebral más
optima aportando felicidad en una persona.
¿Cuál es el propósito o utilidad del producto o servicio creativo?
● ¿A quién le servirá el producto o servicio creativo?
● ¿Qué nivel de originalidad tiene el producto o servicio creativo? ¿Por qué?
● ¿Cuáles son los sustentos y evidencias de viabilidad del proyecto?
● ¿Cuáles son las bases neurocientíficas que fundamentan el proyecto?
● ¿Qué limitaciones encuentras en el proyecto?