UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID

PRUEBA DE ACCESO A LAS ENSEÑANZAS UNIVERSITARIAS OFICIALES DE

GRADO Curso 2009-2010
MATERIA: LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA II

TEXTO

La introducción del uniforme escolar en los centros públicos no es una medida

anodina. Puede herir sensibilidades, dar lugar a conflictos o abrir un debate más amplio
sobre un orden social dado. Desde un punto de vista psicológico, atañe a la sempiterna
tensión entre la necesidad de ser al mismo tiempo semejante y diferente de los demás.
Los argumentos a favor del uniforme son numerosos y conocidos. Se imagina como un
freno al marquismo, a ver los centros escolares como una pasarela. Desde una
perspectiva psicosocial, se añade que el uniforme acabaría con la comparación entre los
alumnos, se destronaría el estilo de vestir como signo de diferencias sociales,
económicas, étnicas, religiosas, nacionales o incluso entre pandillas. Se cree también
que favorece la disciplina, y la concentración. No faltan tampoco razones de tipo
económico o de sentido práctico.

Pero vestir de uniforme tiene tras sí una larga historia. Recordemos, por ejemplo,
cómo el cuello Mao se impuso a 900 millones de habitantes. El uniforme ha sido un
instrumento para establecer jerarquías y distancias entre clases o entre castas. En suma,
el uniforme trae a la memoria lo militar, la penitenciaría, la hospitalización, el
internado. Evoca la despersonalización, lo homogéneo, la falta de iniciativa y de
autonomía o la ausencia de sensibilidad estética. Suele oponerse a modernidad,
innovación y juventud.

Juan Antonio Pérez, “Una reflexión psicosocial”, El País, 17 de junio de 2008

CUESTIONES:

1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las

preguntas siguientes: a) Enuncie el tema (0.5 puntos); b) Detalle las características
lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos); c) Indique qué tipo de texto
es (0,25 puntos).

1a. El empleo del uniforme escolar en los centros públicos.

1b. Estamos ante un texto dividido en dos párrafos, que sirven para diferencias dos
partes muy marcadas: una primera de tipo expositivo, donde la función del lenguaje
principal es la referencial, y una segunda de carácter más argumentativo, aunque, como
veremos, esta argumentación se hace de un modo pretendidamente objetivo y neutral.
Consecuentemente, en el texto se pueden observar dos características principales:
objetividad, claridad.

En relación con la objetividad hay que mencionar la ausencia de primeras personas,

(casi todo son terceras: "es", "puede herir", "se añade"...), de otras modalidades
oracionales distintas de la enunciativa, o de palabras marcadas o valorativas (quizá
"sempiternas"). Además, abunda el uso de estructuras atributivas ("La introducción... no
es una medida anodina...", "Los argumentos... son numerosos...", "El uniforme ha sido
un instrumento..."), de estructuras impersonales ("Se imagina") o de pasiva refleja ("Se
cree", "se añade"...), del presente gnómico o atemporal ("Trae", "evoca"...). El objeto de
todo ello es mantener la opinión del autor en un discreto segundo plano.
Por otro lado, la exposición debe ser clara para que la información llegue
correctamente, lo que incide en la adecuación del texto al medio periodístico en el que
se encuentra. Varios rasgos lingüísticos sirven a este fin. En primer lugar, la nítida
estructura: en el primer párrafo se presenta el tema y se enuncian las ventajas, mientras
en el segundo las desventajas. En este sentido es muy importante la cohesión. Así,
vemos por un lado la abundancia de marcadores del discurso ("Desde un punto de
vista", "también", "tampoco", "Pero", "En suma") que conectan unas partes del texto
con otras. Y por otro, la repetición del palabras (hasta seis veces "uniforme") del campo
semántico de la educación ("escolar", "centros público", "alumnos"...), por ejemplo.
También buscan la claridad expositiva las recurrentes enumeraciones ("lo militar, la
penitenciaría, hospitalización", "social, económica, étnica") y los ejemplos: "Por
ejemplo, cómo el cuello Mao".
Pese a ser un texto expositivo, no se puede decir que abunde en datos ("900
millones de habitantes") ni en tecnicismos ("psicológico", "psicosocial"). Sin embargo,
desde el punto de vista del estilo sí se pueden señalar algunos rasgos como el uso ya
advertido antes de largas enumeraciones, alguna comparación ("los centros son como
pasarelas"), metáforas ("se destronaría el estilo de vestir"), contrastes ("al mismo tiempo
semejante y diferente"), neologismos ("marquismo"), léxico culto ("anodino",
"sempiterna") o el gusto por las expresiones duplicadas ("favorece la disciplina y la
concentración", "razones de tipo económico o de sentido práctico", "argumentos
numerosos y conocidos", etc).
Junto a todas estas características, podemos ver cómo los argumentos de mayor
peso y los más razonados son los que se oponen al uso del uniforme en los centros
escolares: las medidas positivas muestran sus bondades con un condicional hipotético
(“acabaría”, “se destronaría”), mientras que los aspectos negativos se señalan con datos
irrefutables (el presente “trae” y pretéritos perfectos que acercan hechos terribles del
pasado, como “ha sido”). Además de unos ejemplos nominalizados (“penitenciaría,
hospitalización, internado”) cargados de connotaciones negativas, introducidos por la
única primera persona del plural, “recordemos”, que es una evidente llamada de
atención al lector en contra del uso del uniforme.

1c. Texto periodístico de opinión: es un artículo de carácter expositivo y argumentativo.

2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)

El uso del uniforme escolar en los centros públicos es una medida controvertida,
pues tiene a la vez ventajas e inconvenientes. Por un lado, reduce las comparaciones
entre alumnos, evita los riesgos de que el alumno sea estigmatizado por razones étnicas,
religiosas o sociales, e incluso puede mejorar el rendimiento escolar. Por otro lado, el
uniforme ha sido históricamente un método de represión, tiene connotaciones muy
negativas y la juventud lo siente como algo del pasado.