Está en la página 1de 14

República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Defensa.


Universidad Nacional Experimental Politécnica de Las Fuerzas Armadas
Núcleo: Bolívar / Ampliación: San Félix

Resist
encia
indíge

Autor: Joverys bermudez / C.I: 30656115.


Profesor: Raúl Mora.

Ciudad Guayana 26/03/2023.


LA RESISTENCIA INDIGENA.
La resistencia indígena inició con la llegada de los conquistadores españoles
en el año de 1492, lo cual significó un violento proceso de conquista y
colonización de los territorios del continente. Durante este periodo los
españoles a través de la fuerza y la intrusión cultural, lograron hacerse de los
recursos de estas comunidades y establecer sus creencias hispánicas. Ante
ello, muchos pueblos indígenas tuvieron que enfocar todos sus esfuerzos en la
preparación para la guerra, dejando de lado actividades como la agricultura,
pesca y la artesanía.

Como parte de sus ofensivas nuestros pueblos empleaban tambores, cantos y


gritos de guerra a fin de infundir pavor al enemigo, igualmente para eliminar los
malos presagios, se pintaban y tatuaban sus cuerpos. Uno de los principales
motivos por el cual se logró este violento proceso fue el avance tecnológico que
poseían los españoles, no obstante, las manifestaciones de resistencia
indígena se convirtieron en expresiones motivadoras que estuvieron presentes
en diversos momentos de la historia.

CACIQUES DE VENEZUELA
Guaicamacuto
Guaicamacuto fue jefe guerrero Tarma, cacique, comerciante y diplomático, de
origen Guaiquerí que ocuparon los valles de los Tarmas y se extendieron por
toda la región del Litoral Central de Venezuela, su señorío ocupaba las tribus
de las costas norte-costera de Venezuela, dirigía en alianza con los caciques
Paisana, Naiguata, Guaimacuare, Maiquetía, Prepocunate, Charayma, la
región y reconocían su liderazgo. Su principal puerto comercial estaba ubicado
para entonces en Macuto denominado por Oviedo y Baños como puerto de
Guaicamacuto. Se levantó en armas contra el avance colonizador en 1558, tras
ser prevenido por Guaicaipuro que peligraba el comercio a través de su puerto,
por la erección del puerto español de El Collado, por parte del capitán
general Francisco Fajardo que lo fundó en lo que hoy es Caraballeda ( en
honor al gobernador Pedro Collado) ante ello, Guaicamacuto formó la Alianza
de Uvero con Terepaima, Paisana, Catia y Paramacay,  expulsando Fajardo.
Luego planteó una alianza de mayor magnitud que abarcará todos los pueblos
indígenas para la lograr la victoria, acordando con los principales caciques de
la región, particularmente de las Tribu señoriales de Los Teques, los Mariches,
así como Arahuacos, Meregotos y Quiriquires, para llevar a cabo una
Asamblea, que se realizó en el lugar de Maracapana. En esta Asamblea se
propuso al cacique Guaicaipuro como jefe de jefes, por sus dotes de líder
victorioso aceptado por la mayoría, Guaicamacuto unió de inmediato sus
fuerzas a él igualmente Aramaipuro, la mayoría de las tribu de acuerdo con el
nombramiento da existencia a la Confederación Indígena , sin embargo, las
intrigas lo desalienta y se retira de la alianza en 1568, su retiro lo celebró el
capitán general español Diego de Lozada como fecha de la rendición indígena,
sin embargo la guerra se extendería hasta 1577 con el terrible resultado de
exterminios, epidemias, saqueos de piratas, desplazamiento de los indígenas
hacia el sur, la devastación de las tierras productivas y el casi despoblamiento
de las colonias españolas. Sin embargo en las costas dominadas por
Guaicamacuto logró mantener su señorío hasta su muerte.
Fue un hábil comerciante donde trataba con españoles, con las tribus
Guaiqueri, y Cumanagotos, con bucaneros, corsarios y piratas, a través del
Puerto de Guaicamacuto que se ubicaba, según el historiador y cronista Oviedo
y Baños, a legua y media del Puerto de la Guaira. Guaicamacuto se caracterizó
por su diplomacia y negociación tras culminar la Guerra IndoHispánica ante la
derrota de la confederación,  capituló ante los españoles, sin embargo logró
mantener autonomía sobre la regiones en lo que los españoles denominaban
República de Indios, pero cedió el Puerto del Collado renombrado por Diego de
Lozada como Caraballeda. Guaicamacuto fue el primero en plantear una
confederación y quien reconoció a Guaicapuro como líder absoluto de todas las
naciones de la región centro costera, adoptó a Urimare la hija guerrera del
cacique Aramaipuro  cuando este murió enfrentado a piratas ingleses y con ella
Guaicamacuto logró que esta tomara el control de Los Mariches y se erigiera
como líder espiritual y cacica.

Arichuna
Fue un guerrero que perteneció a la tribu de los Jiraharas, ubicando su radio de
acción, en la región de lo que hoy se conoce como el estado Lara y parte de
Yaracuy.

Se forma bajo las órdenes del Cacique Queipa y cuando este muere, es
seleccionado para comandar la tribu con el rango de Cacique. Lucha contra los
españoles colonizadores y contra otras tribus enemigas, dirigidas por el
Cacique Guaratarí.

El Cacique Arichuna acepta la paz y se dedica al comercio de especias con los


españoles, su amigo Juan Fernández, hombre de buenos sentimientos, es
acusado por el tribunal inquisidor y condenado a muerte. Arichuna no está
conforme con la sentencia y busca interceder por él.

El gobernador Juan de Leiva no quiso meterse en el asunto, entonces, el Indio


Arichuna decide a finales del año de 1556 atacar la prisión en Valencia,
logrando la libertad de Juan Fernández y lo lleva a su tribu.

Un tiempo después, Juan Fernández obtiene el perdón, pero nunca quiso


abandonar la tribu en agradecimiento al Cacique Arichuna.

Baruta
Baruta fue Cacique mariche, hijo del cacique Guaicaipuro y de Urquia. Su
nombre proviene del nombre dado por los mariches al jabillo.
Formó parte de la coalición que en el siglo XVI luchó contra los
colonizadores castellanos, dirigida por su propio padre y posteriormente por
el Cacique Tamanaco. La leyenda dice que, al morir su padre, Baruta recibió,
de manos de su madre, el penacho con plumas rojas que aquel había usado
como símbolo de linaje y mando. Con frecuencia establecía pactos y alianzas
con otras tribus rebeldes y obtenía grandes victorias.
El conquistador y fundador de Caracas, Diego de Losada, otorgó
en encomienda a Alonso Andrea de Ledesma, por título fechado el 12 de
marzo de 1568, al rey Baruta, su tribu y sus tierras. Existen dos versiones
sobre lo que habría ocurrido entonces. Según una de ellas, Baruta y dos mil
indios de su tribu presentaron batalla y fueron aniquilados; la otra afirma que
Baruta decidió aceptar pacíficamente la presencia de los castellanos, que
habrían respetado su autoridad y sus tradiciones y cooperado con él,
enseñándoles nuevas técnicas ganaderas y de cultivos.
Al morir, Baruta fue enterrado con su rito. El 19 de agosto de 1620, el
Gobernador Francisco de la Hoz Berrio y Oruña fundó Baruta, con el nombre
de San Francisco de Paula. Los textos hacen referencia expresa al
nombre Baruta en la consagración de la Iglesia de la Villa de Nuestra Señora
del Rosario de Baruta el 14 de julio de 1655.

Guaicaipuro
Guaicaipuro fue un cacique y jefe guerrero, de origen taima. Criado por el
cacique Catuche de la tribu de los teques, tenía dos hermanas llamadas Tiaora
y Caycape. Al morir Catuche, Guaicaipuro pasa a liderar la tribu con tan solo 20
años de edad. Se casó con Urquía, y su lugar de residencia y cuartel lo ubicó
en Suruapo, en las cercanías de Paracotos. Tuvieron tres hijos, entre
ellos Baruta, quien recibió de manos de su madre el penacho con plumas rojas
tras morir en combate su padre.
Guaicaipuro (de "guaica", púa, e "pur", asada), es decir, "púa asada". También
la partícula "guaica" equivale al nombre de un arma aborigen suerte de vara
muy pronunciada en uno de sus extremos.
Guaicaipuro había vencido a experimentados y curtidos jefes militares
españoles, entre quienes se pueden mencionar el coronel Juan Rodríguez
Suárez, el almirante Diego García de Paredes, el capitán Luis Narváez y
Francisco Fajardo. Formó una coalición de gran alcance con diversas
agrupaciones de la región central del país, especialmente en el Valle
de Caracas, para hacer frente a la conquista española del territorio de la actual
Venezuela. Allí adquirió el título de "Jefe de jefes" o "Guapotori" dirigió a los
caciques Tiuna, Naiguatá, Guaicamacuto, Chacao, Terepaima, Catia,
Aramaipuro, Paramaconi y a su propio hijo Baruta, entre otros. En la actualidad
Guacaipuro es uno de los caciques más famosos e ilustres, símbolo de la
resistencia indígena.

Tiuna
 El Indio Tiuna nació en la tribu de Los Caracas, su infancia se formó bajo la
tutela del Cacique Catia y se caracterizó por su gran valentía. El poder lo
ejerció en el Valle de los Guayabos, conocido actualmente como Catia La Mar.

Sus dominios se extendieron a través de las montañas, limitando con los Valles
del Tuy, Filas de Mariche y parte del Valle de Caracas. Tuvo muchos hombres
de confianza y uno de ellos fue el Cacique Aramaipuro, conocido como
Ponzoña de Abeja.

Logró éxitos en Villa del Collado, actualmente Caraballeda, también en Cayapa


derrotando al cruel Rodríguez Carpio. En 1568, el Cacique Tiuna se una a la
coalición de Tribus Caribes liderada por el Cacique Guaicaipuro para luchar en
la Batalla de Maracapana. Tiuna comanda la ofensiva contra los
conquistadores españoles, pero son derrotados por el ejército conquistador, la
coalición de Tribus Caribes se disuelve y los jefes de cada una se regresan a
sus tierras, solo el Indio Tiuna y sus hombres quedaron en el campo de batalla.
La muerte del Cacique Tiuna es una de las más conocidas y épicas de la
historia. Luchando en la Batalla de Maracapana con media espada clavada en
su cuerpo y desafiando a Diego de Losada, un oficial español arremete contra
Tiuna, este esquiva el golpe y le atraviesa la pierna, tumbándolo del caballo.
Tiuna enfrenta a otros tres españoles, pudo con dos de ellos, pero al atacar al
tercero, una flecha disparada por uno de los indígenas que formaba parte de
los españoles, le atravesó la espalda.

MOVIMIENTOS INDEPENDENTISTAS
Movimientos precursores de la Independencia
El proceso de la emancipación hispanoamericana y en particular de Venezuela
se incuba y desarrolla a todo lo largo del siglo XVIII. Motines, asonadas,
rebeldías, insurrecciones de carácter individual o colectivo se suceden en ese
período. Casi todas eran manifestaciones del descontento de los criollos, de los
indios y de los esclavos por causas económicas y sociales, más que políticas;
eran casi todas una repetida protesta contra las contribuciones, impuestos,
gravámenes, injusticias, abusos y exacciones a que eran sometidos por las
autoridades españolas. En cuanto a los esclavos, manifestaban su anhelo
común de conseguir la libertad. Todos esos movimientos en Venezuela no
pueden ser considerados como precursores de la independencia nacional; pero
sí contribuyeron a unificar y fortificar el sentimiento nacional de una población
que ya manifestaba de un modo u otro, aún sin ideal definido, su repudio al
sistema imperante; son eslabones de una larga cadena de reivindicaciones y
protestas. He aquí los principales: a) La rebelión de Andresote en el valle del
Yaracuy (1730-1733); b) el motín de San Felipe el Fuerte (1741); c) la rebelión
de El Tocuyo (1744); d) la insurrección de Juan Francisco de León (1749-
1751), y e) el movimiento de los Comuneros de los Andes (1781). A ellos
habría que agregar otros que además de las motivaciones económicas y
sociales que los originaron, también se proponían cambios políticos, que fueron
los siguientes: a) movimiento de José Leonardo Chirino y José Caridad
González (1795); b) conspiración de Manuel Gual y José María España
(1797); c) tentativa de Francisco Javier Pirela (1799), y d) invasiones de
Francisco de Miranda (1806). Veamos brevemente cada una de esas acciones:
Rebelión de Andresote: Andresote, apodo del zambo Andrés López del
Rosario, se alzó en armas, entre 1730 y 1733, contra las autoridades
españolas, a pesar de que su insurrección en el valle del Yaracuy iba dirigida
contra los funcionarios de la Compañía Guipuzcoana que ponían obstáculos al
contrabando entre la costa y la isla de Curazao; su levantamiento tuvo éxito al
principio pero se vio obligado a abandonar la lucha; con algunos seguidores, se
embarcó en una balandra holandesa y nunca regresó a Venezuela. Pero en las
montañas del Yaracuy quedó el foco de la sublevación que sólo llegó a ser
dominada gracias a la colaboración que misioneros capuchinos prestaron a las
autoridades.
Rebelión de San Felipe: Movimiento organizado por la población sanfelipeña,
liderada por los notables de la ciudad, en contra de la designación de Ignacio
de Basazábal como teniente y justicia mayor de San Felipe, funcionario
enviado por el gobernador Gabriel de Zuloaga con el fin de erradicar el
contrabatido realizado por casi todos los sectores socioeconómicos de los
valles del Yaracuy. Basazábal debía proceder de común acuerdo con el
gobernador y con la Compañía Guipuzcoana. El 4 de enero de 1741 fue
destituido de su cargo Basazábal y tomaron el control de la ciudad los
capitulares, encabezando a la población en armas que estaba dispuesta a
combatir cualquier intento de pacificación violenta. Analizada la situación de la
provincia, a Zuloaga no le quedó otro camino que enfrentar el movimiento por
medios pacíficos, hecho que se logró el 16 de febrero siguiente.
Rebelión de El Tocuyo: Movimiento en el que participó un heterogéneo grupo
de habitantes de la ciudad de El Tocuyo, integrado tanto por gente del común
como por influyentes vecinos, algunos de ellos miembros del cabildo local.
Estalló el n de mayo de 1744 en desobediencia a la orden dada por el
gobernador Gabriel de Zuloaga de reunir 200 soldados españoles y 150 indios
flecheros con destino a la defensa de Puerto Cabello. Los amotinados
alegaban que no marcharían a dicho puerto por las condiciones de insalubridad
allí reinantes y por el temor de tener que someterse a la tutela de la Compañía
Guipuzcoana. La ciudad y los alrededores permanecieron bajo control de los
rebeldes durante varios meses, pues aún para diciembre de ese año, Zuloaga
informaba al Rey la situación, indicándole que no había hecho nada al respecto
temiendo el maltrato de cualquier comisionado que enviara, y porque la
situación de peligro que aún reinaba en el mar Caribe le impedía movilizar
tropas hacia El Tocuyo.
Insurrección de Juan Francisco de León: «teniente cabo de guerra y juez de
comisos» en Panaquire, Juan Francisco de León, en abril de 1749, se puso a la
cabeza de unos 800 amotinados, descontentos contra los procederes de la
Compañía Guipuzcoana. Se presentaron armados en Caracas y como el
gobernador no cumplía su palabra de expulsar a la compañía, León volvió
meses más tarde a la cabeza de 8.000 manifestantes. En 1751 organizó una
tercera manifestación armada. El y su hijo Nicolás fueron derrotados; se
entregaron después de haber huido; llevados a España, León murió allí y más
tarde su hijo regresó a Venezuela. El movimiento reflejaba el descontento de
los colonos y aunque su propósito no era romper con España, representó el
primer eslabón del proceso integrador de la nacionalidad venezolana. Algunos
historiadores le restan importancia a la rebelión de León en el proceso de
emancipación, no así Arístides Rojas y Vicente Lecuna quienes lo sitúan como
el iniciador de dicho proceso. «...La plaza de la Candelaria [escribe Lecuna] es
el Monte Sacro de Venezuela. En ella se inició la lucha por la libertad individual,
cuando Juan Francisco de León, en el siglo XVIII, levantó el estandarte contra
la tiranía de la Compañía Guipuzcoana...». Los primeros movimientos
insurreccionales, no tenían un ideal definido. Es sólo en la 5 últimas décadas
del siglo XVIII, cuando verdaderamente se inicia el período de la emancipación
que en Hispanoamérica arranca de las rebeliones de Túpac Amaru en el Alto
Perú, en 1780, y de los Comuneros de Nueva Granada, en 1781.
Rebelión de los Comuneros de los Andes: Movimiento de protesta que estalló
en la región andina venezolana en mayo de 1781 contra la política fiscalista del
Gobierno español que desde Caracas era ejecutada por el intendente José de
Ábalos. Gritando consignas contra el mal gobierno y los elevados impuestos,
los comuneros se apoderaron de San Cristóbal, Lobatera, La Grita, Mérida y
otros lugares, pero no pudieron dominar Trujillo. Encabezados por líderes como
Juan José García de Hevia, confiscaron el dinero y el tabaco de las oficinas
reales y desconocieron y apresaron a las autoridades. Fuerzas militares
enviadas desde Caracas y Maracaibo sometieron a los comuneros a fines de
octubre de ese año; los dirigentes fueron encarcelados y enjuiciados, pero en
agosto de 1783 el rey Carlos III les concedió un indulto total.
Movimiento de José Leonardo Chirino y de José de la Caridad González: Tuvo
todos los indicios de una verdadera insurrección de carácter social clasista y
aun político. Los historiadores están de acuerdo en reconocer su importancia;
José Gil Fortoul menciona ese suceso diciendo que con él empezó en
Venezuela el movimiento revolucionario de emancipación; Eloy G. González lo
califica como uno de los antecedentes de la Independencia; Pedro Manuel
Arcaya destaca su importancia en el proceso emancipador y Federico Brito
Figueroa y Eleazar Córdova Bello, lo consideran como una verdadera
revolución social. José Leonardo Chirino, a la cabeza de unos 350 alzados
entre negros, zambos e indios, marchó sobre Coro, pasó por las armas a varios
blancos pudientes y quemó haciendas. Reclamaban la supresión de los
impuestos, el establecimiento de la ley de los franceses, es decir la República,
la igualdad de todos los ciudadanos, la abolición de los privilegios y la libertad
de los esclavos y la entrega del gobierno a un cacique indígena. Derrotados por
las autoridades, fueron severamente castigados: Chirino, juzgado por la Real
Audiencia, fue condenado el 10 de diciembre de 1796 a ser descuartizado; su
compañero José de la Caridad González fue asesinado en las calles de Coro.
Esta rebelión de corte haitiano va a dejar muchas secuelas en todas las
agrupaciones de esclavos y va a mantener un estado de agitación en
localidades como Cumaná, Carúpano, Cariaco, Río Caribe y Maracaibo.
Conspiración de Manuel Gual y José María España: La más importante y la
primera tentativa de separación de España para establecer una República
independiente. Sus instigadores: Manuel Gual, capitán retirado y José María
España, justicia mayor de Macuto. Para llevar a cabo su proyecto tomaron
contacto con algunos españoles republicanos deportados de España y otros
ciudadanos, entre los cuales estaban Juan Bautista Picornell, Manuel Cortés
Campomanes, Sebastián Andrés, José Lax, Manuel Montesinos Rico y Juan
Xavier Arrambide. Un grupo de mulatos de La Guaira también estaba
comprometido en el proyecto de sublevación. Su programa indica que se
trataba de una verdadera revolución igualitaria político-social. Estaba contenido
en las Ordenanzas cuyos artículos 32, 33 y 34 declaraban la igualdad natural
entre todos los habitantes, la abolición del pago de tributos indígenas, la
repartición de tierras entre estos y la abolición de la esclavitud. El artículo 44
creaba una escarapela cuatricolor como bandera de la futura República libre.
Las «proclamas» eran el vehículo propagandístico encaminado a buscar
adeptos a la revolución. Asimismo hicieron circular la traducción de
los Derechos del hombre y del ciudadano, hecha por Picornell y canciones
revolucionarias como La canción americana y La carmañola americana. El
proyecto de conspiración fue descubierto el 13 de julio de 1797. Gual y España
se refugiaron en Trinidad donde continuaron su propaganda revolucionaria.
España regresó clandestinamente a Venezuela; capturado, fue condenado el 8
de mayo de 1799 a la pena de muerte, arrastrado por las calles de la cola de
un caballo, ahorcado en la plaza Mayor (hoy plaza Bolívar) y descuartizado.
Varios de sus cómplices también fueron ahorcados. Gual murió, probablemente
envenenado por un realista, en Trinidad en 1800.
Tentativa de Francisco Javier Pirela: La conspiración de Gual y España había
encendido los ánimos y creado un ambiente propicio al desarrollo de las ideas
«subversivas» en Venezuela y el área del Caribe; revolucionarios sinceros,
aventureros y aun piratas veían con agrado el progreso de las ideas de libertad
e igualdad y trataron de aprovecharlo, cada uno a su manera. El mulato
Francisco Javier Pirela, sastre de profesión y subteniente de una compañía de
milicias pardas, y el negro Joseph Francisco Suárez, empleado del vicario
eclesiástico, se pusieron de acuerdo para organizar una sublevación en
Maracaibo. Tenían el apoyo y complicidad de los hermanos Juan Gaspar y
Agustín Bocé, corsarios provenientes de Puerto Príncipe (Haití) que llegaron a
Maracaibo con sus goletas El Bruto y La Patrulla, el 6 de mayo de 1799. Pirela
proporcionaría 200 hombres del cuerpo de milicias, quienes con la ayuda de las
tripulaciones de los corsarios, debían «...embestir la ciudad, saquearla, matar a
los blancos y ricos, echar por tierra el gobierno español y establecer la
República...», según lo indica el informe del Consejo de Indias al Rey. La
conspiración debía estallar en la noche del 19 de mayo. El santo y seña era la
palabra «Antillen»; en la mañana del mismo día, la conspiración fue
denunciada al gobernador Juan Ignacio Armada, marqués de Santa Cruz, por
un cabo acantonado en la ciudad. El mismo Pirela, 4 horas antes de estallar la
conspiración, confesó todo el plan al gobernador. Hubo 68 reos en prisiones
separadas. Pirela fue condenado a 10 años de cárcel y enviado al castillo El
Morro de La Habana por el crimen de «rebelión y lesa majestad».
Invasiones de Francisco de Miranda: Los primeros movimientos o
insurrecciones, y en particular la conspiración de Gual y España, tuvieron
repercusiones no solamente en las esferas revolucionarias de América Latina y
el Caribe, sino también en los medios de los exiliados hispanoamericanos
establecidos en Europa. En esos grupos de patriotas, jesuitas, políticos
escapados de las cárceles de España o de América, criollos liberales y sus
representantes en Londres, París y aun en Cádiz, que preparan la
emancipación hispanoamericana, se destaca en primer plano la figura de
Francisco de Miranda, verdadero Precursor de la Independencia de Venezuela
e Hispanoamérica. Londres, desde 1784, se convirtió en el centro de sus
primeras actividades patrióticas buscando el apoyo y ayuda necesarios para
liberar a América que llama Colombia. De 1785 a 1789 recorre Europa
buscando el respaldo a sus ideas; se alista en el ejército de la Revolución
Francesa persiguiendo el mismo fin, pero no es sino en 1805 cuando podrá
ejecutar su primera acción bélica. Va a Estados Unidos donde organiza, con la
ayuda de amigos norteamericanos, su primera expedición hacia Venezuela.
Está en Haití en 1806 donde el 12 de marzo crea e iza en su buque anclado en
Jacmel, la primera bandera de Venezuela. Pensaba que el pueblo estaba
preparado ya para apoyarlo. Había sido el más grande proselitista de la
revolución. Ya circulaba, mandada a traducir por él, la famosa Carta a los
españoles americanos de Juan Pablo Viscardo y Guzmán: «...la primera
proclama de la revolución americana...», en palabras de Mariano Picón Salas.
El 27 de abril de 1806 se presentó frente a Ocumare de la Costa con sus 3
goletas Leander, Bee y Bacchus. La expedición traía 200 hombres entre
norteamericanos, ingleses y antillanos. Atacados sus barcos por fuerzas
mayores, y capturadas 2 de sus goletas, se retiró a Barbados y Trinidad. Pero
vuelve al ataque, y el 3 de agosto de 1806, acompañado esa vez por más de
400 hombres, desembarca en La Vela de Coro. Por primera vez ondeaba su
bandera en tierra venezolana, en lo que él llamaba el continente colombiano.
Aunque la población de Coro no lo apoya, Miranda aprovecha su estancia para
hacer circular una proclama de liberación así como otros documentos
patrióticos. Las fuerzas que llegan para oponerse a él lo obligan a abandonar
Coro pocos días después. No recibió el apoyo que esperaba y en Caracas,
mantuanos y vecinos notables demuestran su más completa lealtad a la
Corona; el Cabildo de esa ciudad pone precio a su cabeza, quema su efigie y lo
califica de «monstruo abominable» y de «traidor». De regreso a Londres, sigue
su infatigable obra propagandística a favor de la independencia hasta su vuelta
a Venezuela en 1808. Había dedicado más de 40 años de su vida a luchar por
la independencia de Hispanoamérica. Los movimientos aislados o colectivos
que tuvieron lugar más tarde en Venezuela, como es el caso de la conspiración
de los mantuanos de 1808, más bien pueden ser considerados como los
prolegómenos de la independencia.

LOS PERIODOS REPUBLICANOS


La Primera República de Venezuela 
La primera república tiene su inicio el 19 de abril de 1810 cuando una Junta
Suprema declarada en Caracas destituye al Capitán General Vicente
Emparan e instala un Congreso así como declara la independencia del país el
5 de julio de 1811. Al territorio se le denominó Estados Unidos de Venezuela o
Provincias Unidas de Venezuela. Bolívar durante este evento no estuvo
presente debido que previo al mismo ya estaba implicado clandestinamente en
conspiraciones preparatorias para librar a Venezuela de una autoridad
nombrada por los Españoles, algo ilegítimo para el país, es entonces que como
estrategia para evitar ser detenido permanece en su hacienda de San Mateo.
Bolívar, durante su permanencia en Londres, se empeña en que Miranda vaya
a Caracas. Se necesita de su experiencia. Logra entusiasmarlo el futuro
Libertador y Miranda se va detrás de los diplomáticos. Se aloja en Caracas en
la casa de Simón Bolívar. Participa en la Sociedad Patriótica y luego en el
Congreso. Cuando se declara la Independencia, el 5 de Julio de 1811, ya
Miranda es la figura central en el ambiente político.

Segunda República de Venezuela


Después de la culminación de la Campaña Admirable, Simón Bolívar y
Santiago Mariño unen las provincias del centro y de oriente para conformar una
nueva república. Restituyendo la constitución de 1811 y nombrando a Bolívar
como Presidente la nueva república presentaban 2 centros de poder, uno en
Caracas al mando de Bolívar (provincias centrales) y otro al mando de Mariño
(provincias orientales). El 6 de Agosto de 1813 tras la victoria en Mosquiteros la
municipalidad de Caracas le otorga a Simón Bolívar el nombramiento de
Libertador y es ascendido al grado de Capitán General. Pero la Campaña de
Oriente y la Campaña Admirable no fueron suficientes para detener las
aspiraciones de España por volver a tener el control de las provincias
venezolanas. El 30 de septiembre se lleva a cabo la Batalla de Bárbula en
Naguanagua (Estado Carabobo). Esta batalla fue comandada (en el bando
realista) por Domingo de Monteverde con tropas de refuerzo del regimiento de
Granada en España, y (en el bando Patriótico) por Rafael Urdaneta y Atanasio
Girardot con tropas de la Segunda República y de la Provincia Unidad de
Nueva Granada. Esta batalla la ganó el bando patriótico pero con
considerables bajas, entre las cuales destacan la del Coronel Girardot. En el
marco de la Guerra a Muerte, Bolívar y Mariño coordinan acciones para el
resguardo de la nación aplacando algunas insurrecciones y movimientos
separatistas favorables a la corona española, fusilando a los prisioneros
españoles y canarios de Caracas y la Guaira. En febrero de 1814 comienza la
llamada Campaña Boves (realista José Tomás Boves) quien convierte el
conflicto independentista en una lucha de clases y rebelión social, apoyado por
la clase sociales menos favorecidas (Negros y Mulatos). Esta campaña exitosa
desgarro con crueldad las provincias de los llanos para dirigirse posteriormente
hacia Caracas. El General José Félix Ribas, el 12 de Febrero de 1814
comandó una defensa heroica en la población de las Victoria al mando de
algunos vecinos y 85 recién reclutados estudiantes del Seminario de Santa
Rosa de Lima de Caracas (después conocida como la Batalla de la Victoria y
día de la Juventud) solo frenado momentáneamente lo irremediable, la retirada
patriótica hacia Caracas.

El Ejército de Boves (conocido como la legión Infernal, entre otros nombres)


era veloz y cruel, infundiendo temor en sus adversarios, permitiéndole doblegar
a provincia tras provincia. El 15 de junio de 1814 en la Quebrada de La
Puerta (estado Guárico) se llevó a cabo la Batalla de la Puerta resultado
derrotados los patriotas al mando de Bolívar y Mariño de forma aplastante por
las Legiones Infernales de Boves. Esto de inmediato originó una evacuación de
las provincias centrales hacia Cumaná y las provincias orientales (migración a
oriente). El león de los llanos (Boves) avanzó arrinconando a la fuerza patriota
hasta la victoria en la Batalla de Úrica, el 5 de diciembre de 1814 donde Boves
es alcanzado por una lanza patriótica y muerte en batalla. El 11 de diciembre
de 1814 con la derrota patriota en Quinta Batalla de Maturín y la captura del
General José Félix Ribas, el destino de la Segunda República estaba sellado y
Venezuela vuelve a manos españolas.

Tercera República de Venezuela


La Tercera República de Venezuela es el nombre que recibe el periodo
histórico que transcurre desde el año 1817 al año 1819 durante la Guerra de
Independencia de Venezuela. El inicio de la Tercera República se atribuye al
momento en el cual, finalizada la campaña de Guayana, los republicanos
restauran las instituciones en la ciudad de Angostura.
Al igual que las dos anteriores repúblicas, la Tercera República tuvo un muy
corto tiempo de duración durante el cual entre los principales hechos se citan la
organización de un gobierno civil, la aceptación de todos los jefes militares
venezolanos de la autoridad de Bolívar, la llegada de las fuerzas británicas
voluntarias que colaborarían con el proceso independentista y la Campaña
Libertadora de Nueva Granada que dio libertad a la Nueva Granada y su
confederación junto a Venezuela en la República de Colombia con lo que
termina el período conocido como Tercera República de Venezuela.
Tercera República, igual que la Primera y la Segunda República, es una
expresión moderna que no usaban los contemporáneos de aquellos sucesos,
aunque a veces se hablaba de la segunda época o la tercera época de la
República. Algunos autores prefieren identificar la Primera República
Autónoma de Venezuela a partir de 1830 y considerar las anteriores como
épocas del proceso de Independencia.

Cuarta República de Venezuela


Inició en 1830, tras la separación de Venezuela de la Gran Colombia.
Popularmente, aunque de manera errada, se define el inicio de la Cuarta
República en 1958.
Este período está caracterizado por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez,
avance tecnológico y urbanista, el derrocamiento de la dictadura, las reformas
democráticas que dan paso a la alternancia política entre Acción
Democrática y Copei, la nacionalización del petróleo en 1976 y por ello, el
nacimiento de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA). En el ámbito
internacional, Venezuela se convierte en miembro fundador de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Durante los años 80 de este período se caracterizó por el florecimiento del arte,
la cultura y desarrollo artístico de la nación en los distintos medios, siendo el
más amplio la televisión. Medios de comunicación pioneros como RCTV hacen
famoso al país sudamericano con telenovelas de éxito internacional,
como Topacio, Cristal y Kassandra.

Quinta República de Venezuela


La Quinta República de Venezuela es la designación que el actual presidente d
el país, Hugo Chávez, ha atribuido al periodo histórico que va desde el año 199
9 hasta la actualidad, sin que esta denominación tenga realmente un fundamen
to histórico. A partir de 1999, el país pasa a denominarse República Bolivariana 
de Venezuela y el jefe de gobierno, Hugo Chávez inicia la llamada Revolución 
Bolivariana. Según su creador, la llamada Quinta República tiene su inicio a fin
ales del año 1999 cuando por medio de un plesbicito, es aprobada una nueva c
onstitución que, entre otras cosas, amplía los poderes y reforma las institucione
s. Uno de los cambios más destacados es la eliminación del Congreso Naciona
l bicameral para suplantarlo por una Asamblea Nacional unicameral.
Existe una enorme brecha en la opinión de diferentes sectores políticos de Ven
ezuela con respecto al término Quinta República: El bloque opositor al gobierno 
de Hugo Chávez sostiene que no se trata de una república de verdad, sino de 
una Cuarta República con un nuevo nombre. Por su parte, el sector oficialista a
firma que efectivamente se trata de una república nueva, basada en una nueva 
carta magna y con principios políticos de vanguardia como el socialismo.

También podría gustarte